La diversidad, nuestra mayor riqueza

Anuncio
54
Joan Guerrero
El Fórum puede contribuir de manera muy
significativa a superar barreras y fronteras, y construir
este inmenso espacio de tolerancia y de amistad que,
aún en sus cimientos, sería el mejor legado que
podemos ofrecer a las generaciones venideras.
La diversidad,
nuestra mayor
riqueza
“Todas las manos juntas representan
el nuevo nacimiento, el nuestro, el vuestro...”
José Ángel Valente, El fulgor.
TEXTO Federico Mayor Zaragoza
Ex director general de la UNESCO y
presidente de la Fundación Cultura
de Paz
LOS MONOGRÁFICOS DE B.MM NÚMERO 4
adie podía imaginar, cuando en 1996 se pensó en iniciar
este formidable encuentro de culturas, que el año 2004
necesitaría con tanto apremio un acontecimiento universal
de esta naturaleza.
¡Qué bien que, a partir de ahora, Barcelona, que ya es símbolo de
apertura y solidaridad, de arte y de deporte, una su nombre para
siempre, como símbolo de los ciudadanos del mundo, al diálogo de
civilizaciones, al entendimiento y la concordia, a la palabra frente a la
fuerza, a la creatividad frente a la rutina de las fórmulas obsoletas!
Cuando se empezó a poner en práctica una iniciativa, que no venía a
sustituir ocasiones de intercambio, de interacción entre países, sino a
completarlas y complementarlas, era imprevisible que sucedieran
tantos acontecimientos, trágicos y tristes, que confiriesen al Fórum
Barcelona 2004 dimensiones de tanta oportunidad y hondo calado.
Barcelona, metrópolis mediterránea, levantará todavía más el vuelo y
ampliará aún más los confines de su alcance. Los habitantes de esta
ciudad serán los primeros en vivir el desafío y el encanto de una experiencia humana inusitada. Del Mare Nostrum al mundo entero convocado para conocerse mejor, para entenderse, para buscar juntos
caminos nuevos, para inventarlos.
Barcelona, ejemplo de crisol, de encrucijadas, de formas de ser, de
estilos de vida, de creencias, de cosmovisiones. Barcelona, tejido
denso de densa urdimbre, de hebras multicolores. Barcelona, con un
pasado extraordinariamente polimórfico, forjado a veces dolorosamente, ofrece hoy, cara al futuro, la templanza y la serenidad de quienes van hacia donde quieren libremente ir, de quienes saben que nada
es posible en el aislamiento y el silencio... y que nada es imposible en
la reunión y la exposición, sin cortapisas, de los mensajes de todos.
La diversidad es nuestra mayor riqueza. Cada persona única, capaz
de la desmesura de crear, imaginar, soñar, inventar..., constituye la
N
55
Confinarse en el propio recinto, elevar vallas
y fortalezas para proteger los rasgos
distintivos de nuestro ser conduce
a la endogamia y al declive.
En la imagen, pasaje entre Nou de la
Rambla y Sant Pau del Camp.
esperanza de hallar rumbos inéditos, disipar brumas, iluminar nuevos senderos, con tanto apremio requeridos en estos albores de siglo
y de milenio.
¡Unicidad de cada ser humano! Diversidad, biológica e intelectual,
que muestra la inmensa fuerza que le confiere la unión alrededor de
unos valores intransitorios planetarios.
Es con esa actitud de alteridad como, sobre todo los jóvenes, deben
enriquecer su identidad en contacto con las otras culturas. El repliegue, confinarse en el propio recinto, elevar vallas y fortalezas para
“proteger” los rasgos distintivos de nuestro ser conduce a la endogamia y al declive. Es por la apertura, por la vivencia en plenitud del pluralismo cultural como afianzamos recíprocamente los perfiles de
nuestra forma de pensar y de actuar, de nuestras lenguas.
Tenemos que conocer bien nuestras raíces para saber qué frutos del
árbol frondoso en que vivimos reclaman y merecen mayor cuidado;
para saber mejor lo que nos une y nos separa de los demás, para que
nunca abramos surcos de recelo; para que, con las manos juntas, plantemos nuevas semillas para este futuro mestizo a escala mundial de
convivencia pacífica y digna para todos que anhelamos; para que el
pasado no pese en exceso ni oscurezca, sobre todo en el despegue, el
futuro menos sombrío que con tanto afán procuramos.
Estamos viviendo el horror de la razón de la fuerza frente a la fuerza
de la razón. El cruento error de la paz de la seguridad en lugar de la
seguridad de la paz. Una paz inconcebible fuera del contexto democrático de justicia, libertad, igualdad y solidaridad. “Solidaridad intelectual y moral”, como proclama la luminosa e inspiradora
Constitución de la UNESCO. El Fórum Barcelona 2004 puede contribuir de manera muy significativa a superar barreras y fronteras, y
construir este inmenso espacio de tolerancia y de amistad que, aún en
sus cimientos, sería el mejor legado que podemos ofrecer a las generaciones venideras. Para ello es imprescindible trabajar sin descanso. No
rendirse nunca. Estar más atentos que nunca en nuestras torres de
vigía. Como tan bellamente ha escrito Miquel Martí i Pol en Després de
tot, no puede haber tregua: “No hi ha treva / ni vull imaginar-la per no
perdre / la força de l’instant”... [No hay tregua / ni quiero imaginarla
para no perder / la fuerza del instante]. Con ánimo, sin pausa, con tensión humana, desglosando bien el peligroso mimetismo cultural que
nos impone el omnímodo poder mediático. Sólo si trabajamos sin descanso, antes, durante y, sobre todo, después del Fórum - Encuentro de
Culturas, podremos hacer frente a la uniformización rampante, a la
Eva Guillamet
gregarización, al encumbramiento de quienes han impuesto, a escala
global, derroteros que rechaza la mayoría de la humanidad. Sin descanso, con esperanza. Mi madre –lo he repetido muchas veces– me dio,
entre otras muchas, una recomendación particularmente sabia:
“Cantem i ballem, que ja desansarem quan mos morirem” [Cantemos y
bailemos, porque ya descansaremos cuando muramos].
“La tolerancia –reza el artículo primero de la Declaración de
Principios sobre la Tolerancia, proclamada el 16 de noviembre de
1995– consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de
conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía en la
diferencia. No sólo es un deber moral, sino además una exigencia
política y jurídica. La tolerancia, la virtud que hace posible la paz,
contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz.”
Todos diferentes, unidos por unos valores comunes, restañando heridas, plantando obstinadamente simientes de comprensión y conciliación, uniendo nuestras voces y caminando juntos, como hicimos
decenas de millones de personas el 15 de febrero de 2003, como haremos muchos más millones de ciudadanos del mundo, en un gran clamor que irá creciendo progresivamente hasta modificar los rumbos y
esclarecer los horizontes actuales, el 15 de febrero de 2004, construyendo los puentes que permitan a la humanidad transitar pronto
desde una cultura de violencia, de fuerza y de imposición, hasta una
cultura de fraternidad, de paz y de justicia.
Barcelona 2004. Encuentro, diálogo, interacción cultural, para un
futuro mejor. Otro mundo es posible: Fórum Universal Barcelona
2004.
FÓRUM BARCELONA 2004
Descargar