PROBLEMAS SOCIALMENTE RELEVANTES VINCULADOS AL

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PROBLEMAS SOCIALMENTE RELEVANTES
VINCULADOS AL CAMPO DE LA RECREACIÓN Y EL DEPORTE
Jaime Collazos Aldana
PRESENTACIÓN
En este documento se propone una revisión documental en diferentes bases de
datos (Ver anexo No. 1), además de la consulta de fuentes documentales que
posibilitarán tener un primer acercamiento a las problemáticas sociales
relacionadas con el campo de la recreación y el deporte en la actualidad.
Posteriormente se realizará una selección de documentos pertinentes y se
iniciará el análisis de los mismos, teniendo como referente conceptual la teoría
de los determinantes sociales de la salud, en el campo de la Salud Pública.
Finalmente se sugieren algunas líneas de trabajo sobre los problemas sociales
relacionados a la recreación y el deporte, las cuales contribuirían en la
formulación de políticas en este campo para la ciudad de Bogotá.
También es conveniente señalar acerca de la escasa información en el tema,
razón por la cual el presente trabajo se constituye en un punto de partida para la
realización de un diagnóstico y caracterización sobre problemas sociales
asociados al campo de la recreación y el deporte.
Introducción.
Existen determinantes sociales que inciden de manera significativa en los modos
y estilos de vida de los individuos, los cuales dan cuenta del bienestar y las
carencias en los diferentes campos del desarrollo humano. En el campo de la
salud, se ha planteado desde hace mucho tiempo, la importancia de la
recreación y el deporte, como procesos formativos y protectores, frente a las
diversas problemáticas físicas, emocionales y sociales de los seres humanos en
sus diferentes etapas de la vida. A pesar de ello, no deja de preocupar la
orientación que puedan tener las actividades deportivas y recreativas en la
sociedad, sobre todo si se asumen dentro de contextos culturales, políticos y
económicos que determinan formas de relación particulares, así como estilos de
vida que pueden favorecer o atentar contra el bienestar y la salud humana.
La recreación y el deporte como objetos de estudio gozan de prestigio y
reconocimiento social, en la medida que se presentan como una parte integral de
la calidad de vida, pero también es necesario reconocer las problemáticas
asociadas, ya que en muchos casos se generan efectos negativos o contrarios a
los que se esperaba alcanzar. En este sentido se trata de objetos complejos que
deben ser abordados de manera multidisciplinar y que para el caso particular, se
intentan mirar desde una perspectiva de la salud pública; aquella que reconoce
las contradicciones y dinámicas sociales como parte de una realidad
determinada por procesos políticos, económicos y culturales de gran amplitud.
Salud Pública y Promoción de la Salud: la recreación y el deporte
Henry E. Sigerist fue el primero en utilizar el concepto de promoción de la salud,
considerando que:
“la salud se promueve proporcionando un nivel de vida decente, buenas
condiciones laborales, educación, cultura física y medios para la recreación.
Para la consecución de este objetivo, es necesario coordinar los esfuerzos de
grandes grupos: el de estadistas, los trabajadores de la industria, los
educadores y los médicos” (Sigerist, H. 1946: citado por Granados, R. 2005:
153).
Así, el concepto de salud predominante a comienzos del siglo XX, el cual estaba
influenciado de manera significativa por la teoría de los gérmenes y las bacterias
como elemento explicativo de la enfermedad, se empieza a transformar para dar
2
paso a otras miradas que incluyeron los aspectos sociales, culturales y
administrativos, entre otros.
En lo que respecta a la promoción de la salud se pueden citar diferentes
enfoques, desde el funcional propuesto por Sigerist, que plantea la prevención
de las enfermedades y la promoción de salud como funciones de la medicina,
pasando por aquellos que proponen a la comunidad como orientadora de su
propia salud, siguiendo con el enfoque que propone la participación multisectorial
e interdisciplinar dando cabida a diferentes ciencias y disciplinas tales como la
higiene, educación, ecología y seguridad industrial entre otras, hasta el enfoque
que compromete aspectos de política pública, economía, salud y desarrollo
dentro de la prevención de la salud (enfoque estratégico-político).
Este último se caracteriza entre otras cosas, por resaltar la participación y
responsabilidad del Estado, de las organizaciones comunitarias, reconocer las
causas estructurales del proceso salud-enfermedad como la pobreza y la
inequidad, así como por relacionar la promoción de la calidad de vida con los
estilos de vida y comportamientos saludables (García, M, C. 2005)
La Organización Mundial de la Salud, en 1946 definió la salud como: ”un estado
de completo bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de
enfermedad y dolencia”1. Estos planteamientos abrieron un nuevo camino, al
reconocer en la salud, además de los aspectos biológicos, aquellos de carácter
psíquico y social; desde esta perspectiva se reconoce la salud como un hecho
social, y a partir de ese momento ocurrieron transformaciones significativas en el
panorama mundial, por ejemplo, a mediados de la década del setenta surgió, en
1
OMS. Preámbulo de la Constitución de la Asamblea Mundial de Salud, adoptada por la
Conferencia Sanitaria Internacional, Nueva York, 19-22 de junio de 1946; firmada el 22 de julio
de 1946 por los representantes de 61 Estados (Actas oficiales de la Organización Mundial de la
Salud , No. 2, p. 100) y que entró en vigor el 7 de abril de 1948. http://webarg1.opsoms.org/AcercaDe/PreguntasFrecuentes.htm#Def_salud_OMS
3
algunos países de América Latina, el movimiento de salud colectiva, el cual daría
relevancia a los determinantes sociales de la salud. Así mismo, se sentaron las
bases para el surgimiento de la promoción de la salud, involucrando acciones no
solo del sector salud, sino del entorno de las personas donde se desarrollan.
La promoción de la salud se fortalece en su origen con la formulación de la Carta
de Otawa (1986) por parte de la OMS donde se planteó que, “Ésta consiste en
proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer
un mayor control sobre la misma. Para alcanzar un estado adecuado de
bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo debe ser capaz de
identificar y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus necesidades y de
cambiar o adaptarse al medio ambiente. La salud se percibe pues, no como el
objetivo, sino como la fuente de riqueza de la vida cotidiana, por tanto, la
promoción de la salud no concierne exclusivamente al sector salud”2
De esta manera y teniendo en cuenta la Carta de Otawa, se considera que la
salud implica algunos prerrequisitos tales como los recursos económicos, la
vivienda, la alimentación, así como determinados modos y estilos de vida que
implican la actividad física, el deporte y la recreación.
Se puede decir entonces, que en los últimos sesenta años la salud dejó de ser
de manera exclusiva, la oposición a la enfermedad, para convertirse en un
proceso de bienestar que tiene en cuenta la actividad física, la recreación y las
prácticas deportivas. En este sentido, la promoción de la salud debe ser “una
herramienta para la estructuración de las respuestas sociales ante los problemas
de salud de la población, con acciones locales, intermedias y nacionales,
individuales, familiares, comunitarias e institucionales, sectoriales de salud e
intersectoriales, políticas y técnicas, estatales y no estatales” (Granados, R.
2005: 167)
2
Organización Mundial de la Salud OMS. Carta de Otawa. Canadá 1986.
4
A pesar de las diferencias significativas entre los enfoques de promoción de la
salud, se podría decir que la mayoría de ellos, sobre todos los sociales,
reconocen la importancia de los determinantes sociales para la salud, dentro de
los cuales se encuentran los modos de vida y los estilos de vida. Los primeros
(modos de vida) se definen a través de los grupos, los cuales se constituyen
históricamente en relaciones sociales que dan cuenta de la construcción y
reproducción de valores e identidades, muchas veces en situaciones de
conflicto, mientras que los estilos de vida corresponden a las prácticas privadas y
actividades individuales que promueven o atentan contra la salud (Breilh, J.
2004).
Históricamente la actividad física y la recreación se convirtieron en procesos
fundamentales para la salud de los seres humanos, considerando que sus
prácticas previenen las enfermedades coronarias, hipertensión, obesidad,
problemas musculares, desajustes emocionales por estrés y en general
contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida, además de disminuir los
riesgos sociales como son la violencia y el consumo de drogas psicoactivas
entre otros.
“Las acciones en este campo (ocupación del tiempo libre) permiten realizar
intervenciones preventivas sobre aquellos grupos pre-juveniles que se
encuentran inmersos en entornos violentos, que son susceptibles de
involucrarse en asuntos de violencia. En este sentido, se desarrollan
actividades alternativas para la ocupación del tiempo libre extraescolar de
niños y jóvenes, a través de propuestas lúdicas, culturales y deportivas
entre otras, para la generación de espacios de creación, re-creación,
reflexión e imaginación.”(Acero, H. 2003)
Sin lugar a dudas, en el último siglo debido a los desarrollos tecnológicos y las
migraciones hacia las ciudades, se consolidaron problemáticas sociales y de
5
salud, para las cuales la recreación y el deporte ha sido una posibilidad
importante en su disminución e impacto negativo dentro de la sociedad.
Al respecto la Carta de Ottawa señala la importancia de crear entornos
favorables a la promoción de la salud, teniendo en cuenta el mejoramiento de
ambientes culturales. En este punto se podría tener en cuenta la adecuación de
parques para la comunidad, la adecuación de zonas para la recreación y el
deporte como componentes importantes para la promoción de opciones de vida
saludable en la población de niños y jóvenes (Restrepo, Helena. E. 2003)
Ahora bien, desde la perspectiva de los determinantes sociales de la salud,
ningún modo y estilo de vida es neutral, ya que implica relaciones de poder con
diferentes implicaciones para la salud humana. Si se aplican estos principios
teóricos al campo de la recreación el deporte como determinantes de la salud, se
podría decir que allí también están presentes procesos determinados por
relaciones complejas entre miembros y grupos de la sociedad, que en algunas
ocasiones conducen a problemáticas sociales tales como las barras bravas, el
uso de esteroides anabólicos en deportistas y aficionados, entre otras. En este
sentido la recreación y el deporte se establecen como determinantes de la salud,
pero a su vez estos campos están determinados por contextos generales - de
tipo político, cultural, económico e ideológico - y particulares referentes a modos
y estilos de vida de grupos y personas respectivamente. Esto implica reconocer
los procesos sociales y culturales en relación con los campos de la recreación y
el deporte, los cuales resultan determinantes en las problemáticas pero también
en los logros y establecimiento de estilos y modos de vida saludables.
Problemáticas sociales asociadas al campo de la recreación y el deporte.
6
Cuando se abordan las problemáticas sociales relacionadas con el campo de la
recreación y el deporte, es importante aclarar que no se trata de plantear, ni
siquiera sugerir, que la recreación y el deporte generen en primera instancia
problemas sociales. Por lo tanto se reconocen los beneficios de los campos,
pero se advierte sobre problemáticas que surgen como parte de las dinámicas
subjetivas y de identidad que enfrentan los seres humanos dentro de las
diferentes sociedades. Esto significa que el deporte y la recreación en sí mismos
no son fuente de problemas sociales, pero en su interacción en los diferentes
contextos culturales, económicos y políticos sí pueden surgir problemáticas
vinculantes; un ejemplo son las algunas manifestaciones de violencia en el
fútbol, por parte de hichas organizados en grupos, los efectos en la salud, la
política y la economía del uso de sustancias anabolizantes –doping - en el
deporte.
También es necesario reconocer la amplitud de los deportes, que van desde
formas lúdicas y recreativas, hasta las de carácter competitivo en espacios,
locales, nacionales e internacionales donde entran en juego intereses políticos,
económicos y culturales en la búsqueda de reconocimiento y gloria. En esa
misma dirección, habría que señalar la relación entre la recreación y el deporte
con la economía, dentro de la industria deportiva y recreativa, que más allá de
los beneficios para el bienestar humano, da cuenta de una comercialización que
en algunos casos puede traer algunas consecuencias negativas para sus
practicantes y la sociedad en general.
El deporte y la recreación han tenido diferentes definiciones que van desde
aquellas que lo sitúan como manifestación humana, generalmente citada en
documentos de orden legal, hasta aquellas que tienen en cuenta marcos
explicativos más amplios, donde se contemplan fuerzas y relaciones de poder en
grupos humanos determinados. Como ejemplo se puede citar, en el primer caso,
la Ley 182 de 1995 en Colombia, donde se plantea:
7
“El deporte en general, es la especifica conducta humana
caracterizada por una actitud lúdica y de afán competitivo de
comprobación o desafío, expresada mediante el ejercicio
corporal
y
mental,
dentro
de
disciplinas
y
normas
preestablecidas orientadas a generar valores morales, cívicos y
sociales” (Artículo 15)
Para el segundo caso resultan válidos los planteamientos de Roberth
Washington y David Karen quienes consideran que el deporte es una industria
mercantil que mueve intereses económicos y políticos en diferentes sociedades
(2001). En esta última dirección se puede decir que los enfoques sociológicos
han tenido gran influencia o han servido de marco teórico para los estudios
culturales e histórico – sociales del deporte (Ibíd. 2001), mostrando
problemáticas que orientan investigaciones y cuyos resultados aportan a las
nuevas orientaciones de políticas en este campo.
Estos autores señalan también, como problemáticas sociales relacionadas con el
campo del deporte, la inequidad referente a género, clase social y etnicidad. Así
mismo identifican nuevos patrones de consumo en diferentes clases sociales,
desde donde se posibilita acceder o no, a determinadas prácticas deportivas,
generando exclusión para algunos grupos.
Por su parte, la recreación como disciplina emergente, no se sujeta de manera
unívoca a una sola definición. Ha sido considerada como práctica de juego,
entretenimiento y contemplación en escenarios naturales y artificiales; como un
conjunto de actividades que posibilitan el placer; como proceso formativo, etc. En
lo que sí hay mayor coincidencia es en su función para el desarrollo humano y
sus efectos benéficos para la sociedad.
8
"Una de las tendencias automáticas que posee el hombre, y
sobre todo el hombre contemporáneo, es el de la recreación; esta
actividad ha surgido en el mundo actual como una respuesta a la
automatización, al aburrimiento, la soledad y otros factores
propios de la civilización industrializada, y de las sociedades que
viven unos estados de deterioro vital debido a la violencia y al
terrorismo, así como el sedentarismo y la angustia del desempleo
y el subempleo. La recreación es pues un fenómeno social que
promueve y desarrolla valores de superación y conquista
personal, de comunicación y promoción de la vida social, de la
alegría y estados de buen humor, de descanso, y de la salud
física y mental; dichos valores satisfacen las necesidades
emocionales, sociales, intelectuales y físicas”.. (Emilio, Tomas.
Citado por Cardona, Gabriel Jaime 1999)
Es así como la recreación y el deporte deben ser analizados desde una
perspectiva que tenga en cuenta los procesos individuales (estilos de vida),
grupales (modos de vida – la cultura -), pero además aquellos que dan cuenta de
las estructuras económicas, políticas e ideológicas generales.
En este amplio referente, no es posible desconocer las transformaciones
culturales, sociales y de estilos de vida de los últimos años, que a su vez trajeron
cambios importantes en las prácticas deportivas y recreativas, generando
nuevas expresiones, beneficios pero también dificultades. Al respecto plantean
Washington y Karen, la importancia de desarrollar estudios desde un enfoque
sociológico que muestre nuevos caminos y alternativas para el bienestar.
Desde este enfoque se analizan otras problemáticas tales como la discriminación
e inequidades de género y etnia en el deporte al plantear que el deporte ha
tendido a celebrar los logros de los hombres, mientras se ha marginalizado la
9
situación de las mujeres relegando su participación a una segunda categoría. De
manera similar la experiencia de mujeres negras en el deporte ha sido de
exclusión a causa de las restricciones oficiales y las predisposiciones culturales.
(Frey, J. Eitzen, S. 1991)
En este punto es importante señalar, como mencionan Frey y Eitzen, que estas
problemáticas son relativas a las condiciones y características de los países y
ciudades. Sus planteamientos se fundamentan en observaciones realizadas en
los Estados Unidos y para plantear un análisis más profundo será necesario
observar la situación de exclusión en otros países y localidades.
Algunas anotaciones metodológicas
Para la realización de la presente consultoría, se propuso en primera instancia,
realizar una exploración documental en diferentes bases de datos (ver anexo
No.1), así como en documentos físicos ubicados en bibliotecas universitarias de
la ciudad de Bogotá, a partir de esta actividad se formuló una estructura que
sirviera para analizar particularidades desde el enfoque de determinantes
sociales de la salud, como punto de partida para la construcción de un
diagnóstico sobre problemas sociales asociados al campo de la recreación y el
deporte.
Después de la revisión y análisis documental, se espera formular algunas líneas
o campos de trabajo que sirvan para estructurar el diagnóstico y sirvan también
de aporte a la formulación de política pública en el campo de la recreación y el
deporte.
A continuación se presenta un cuadro que da cuenta del esquema orientador en
la exploración de las problemáticas sociales asociadas al campo de la recreación
y el deporte.
1
0
1
1
Cuadro No. 1. Esquema: exploración de problemáticas sociales asociadas al
campo de la recreación y el deporte.
Salud Pública
y
Promoción de la Salud
Recreación, Deporte y Sociedad
Problemas sociales asociados al campo
de la recreación y el deporte
Categorías de análisis
Recreación
•
•
•
Las barras bravas
Consumo de alcohol y drogas
psicoactivas en escenarios
recreativos
Accidentes en parques recreativos
Deporte
•
•
•
Doping y consumo de esteroides
anabólicos
Problemas de alimentación:
estados anoréxicos e imagen
corporal
Discriminación de clase, género y
raza en prácticas deportivas
Formulación de recomendaciones y líneas de trabajo
1
2
El anterior cuadro sirve para orientar la exploración documental tal como se
mencionó, pero adolece de mayor precisión frente a la estructura conceptual que
permitiría realizar el análisis de la información. En ese sentido se propone tener
en cuenta tres dominios y procesos que van desde lo general a lo particular y
viceversa; se trata de tres dominios propuestos en la epidemiología crítica,
reconociendo además la importancia de la praxis como aspecto constitutivo de
las relaciones sociales y determinante de las problemáticas y beneficios en el
campo de la salud. (Breilh, J. 2004)
Para efectos del presente trabajo se toman algunos elementos conceptuales de
esta teoría (epidemiología crítica) y se tratan de poner a prueba en el análisis de
las problemáticas sociales asociadas al campo de la recreación y el deporte.
Cuadro No. 2.
Esquema: Algunos elementos para el análisis
Determinaciones generales
Modelo económico, político
y cultural
Elementos ideológicos
Recreación y
Deporte
Procesos
Generales
Modos
de vida
Existencia determinada
de grupos constituidos
históricamente.
La praxis de los grupos
con sus relaciones (de fuerza)
y contradicciones
La identidad cultural
Estilos
de vida
La vida cotidiana de los
Individuos y sus familias.
Patrón familiar y
personal
de consumo
Problemáticas
sociales asociadas
al campo
1
3
Las barras bravas
A través de la historia han estado presentes deportes y equipos que lograron
atraer multitudes de espectadores alrededor de sus actuaciones, se han dado
procesos de identificación colectiva que en muchos casos desembocaron en
manifestaciones de éxtasis y alegría o por el contrario en situaciones trágicas
que cobraron vidas y pérdidas materiales.
Los hinchas de un equipo de fútbol pueden ser arrastrados por los intereses y
acciones del grupo al cual pertenecen, presentándose la posibilidad de realizar
actos aceptados o recriminados socialmente. En ese sentido las ciencias
sociales han tratado de explicar los hechos de violencia que han ocurrido al
interior de los campos deportivos, así como en las tribunas. Un ejemplo de esta
última situación se hace visible en la constitución y expresión de las “barras
bravas”3 en Colombia y otros lugares del mundo.
“El fenómeno de las barras bravas ha venido creciendo en Colombia, con tres
características comunes e importantes: de un lado, son grupos de jóvenes
seguidores de equipos locales; de otro, sus formas de expresión son muy
similares, cambian los símbolos y las ciudades, pero no las formas de
expresarse como barras bravas; y finalmente la violencia física y simbólica como
una de sus maneras privilegiadas de expresión” (Clavijo P, J. 2004: 45)
Las barras bravas se caracterizan por apropiarse de un terreno físico, simbólico
y social, además de consolidarse alrededor de fuertes procesos de identidad,
acompañadas de expresiones verbales agresivas y en algunos casos,
protagonistas de enfrentamientos con grupos rivales. A pesar de estas
caracterizaciones, no se podría decir que las barras bravas tienen como único fin
3
Estos grupos han sido denominados de diversas maneras según el país en el que se
han originado, tales como hooligans en Inglaterra, barras bravas en Argentina, etc.
1
4
las expresiones de violencia física, pero sin duda, en el ámbito del fútbol, su
presencia ha obligado a tomar medidas preventivas para evitar enfrentamientos
físicos con grupos rivales, fuerza pública y daños materiales en bienes públicos y
privados.
El fútbol se convirtió a través de los años, en un espacio propicio para la
identificación dentro de una lógica competitiva, donde los hinchas se identifican
con la lucha y se sientes representantes ganadores o perdedores de un territorio,
denominado institución, ciudad o país.
La idea del fútbol como deporte, para quienes lo practican y como recreación,
para los observadores, se complejizó de tal manera a través del tiempo, que más
allá de ser una actividad que contribuye al bienestar, plantea problemáticas
sociales, siendo una de las más importantes, las expresiones de violencia
alrededor de las competiciones. En ese sentido se puede decir que en relación
con el fútbol se han construido “prácticas sociales urbanas que aglutinan
ciudadanos alrededor de nuevos referentes de pertenencia urbana, como son la
confrontación de barras de equipos locales, las cuales expresan una inscripción
a través de códigos simbólicos estructurados, en los que la violencia simbólica y
física se ha vuelto una de sus características” (Ibíd.: 49)
Jairo Clavijo tiene en cuenta para el análisis de las barras bravas en Bogotá dos
categorías fundamentales: territorialidad e identidad.
La territorialidad donde entran en juego las relaciones sociales dentro de
espacios físicos (las tribunas de los estadios) y simbólicos (los grafitis) que dan
cuenta de la apropiación de determinados lugares de la ciudad. La identidad
urbana como la posibilidad de obtener reconocimiento y aceptación social por el
hecho de respaldar al equipo de la ciudad; este hecho proporciona a los
miembros de la barra brava, el derecho a ocupar determinados espacios y
1
5
manifestarse de manera agresiva y en algunos casos violenta. Al respecto
señala Clavijo que “En general, a los integrantes de la barra les conviene para su
sentido de diferenciación social, ser caracterizados por persistentes y agresivos
alrededor del fútbol, por ello la violencia física y simbólica se constituye en una
forma de marcaje y defensa de un territorio social.” (Ibíd.: 53)
La identidad va más allá de la expresión a través de cantos y gestos que animan
al equipo para alcanzar los triunfos deseados, para constituirse en un
sentimiento de pertenencia relacionado con las huellas que dejan las relaciones
entre las barras bravas y la sociedad, es decir la cultura; de tal manera que se
construyen estilos de vida que determinan formas particulares de ver y significar
el mundo.
Teniendo en cuenta las anteriores categorías, las manifestaciones violentas
pueden ocurrir en situaciones donde se vea amenazado el territorio y la identidad
de la barra, razón por la cual las expresiones de violencia no ocurren de manera
individual sino grupal.
En este contexto, se puede establecer una importante relación antagónica entre
el deporte como expresión de salud, bienestar y recreación, frente a las
situaciones de violencia que surgen en procesos de identidad y lucha entre
diferentes practicantes y seguidores de los equipos de fútbol.
Tal como anota Edgar Mauricio Aranda, en su trabajo de tesis4, el fútbol más allá
de ser un deporte se convirtió en un referente simbólico y valorativo central de la
configuración de identidades populares. En ese sentido, en las barras bravas se
puede identificar diversos lenguajes, que en su gran mayoría hacen referencia a
la fuerza física, la agresividad y la virilidad.
4
Aranda, Edgar Mauricio (2006). Carnaval en la tribuna: fútbol academia y convivencia.
Universidad Pedagógica Nacional. Biblioteca General. Registro 112221. Bogotá.
1
6
Las barras bravas se constituyen en grupos que adquieren identidad en relación
con un equipo de fútbol, pero al mismo tiempo se conforman como un subgrupo
que brinda a sus nuevos integrantes condiciones para construir identidad y dar
sentido
a la vida; muchas veces vacía, marginada y excluida de diferentes
espacios sociales y culturales. Desde esta perspectiva, la violencia se puede
interpretar como la expresión de inconformidades e insatisfacciones de muchos
jóvenes barristas.
La barras bravas en Colombia presentan algunas características tales como: sus
integrantes pertenecen, en su gran mayoría, a estratos socio económicos 1 – 2,
y generalmente están inmersos en dinámicas sociales y culturales que
predisponen hacia la violencia; La edad de afiliación oscila entre los 15 y 19 años
y la mayoría de sus integrantes son estudiantes de secundaria. (Aranda, E.
2006).
Resulta importante señalar que los deportes tienen reglas y en situaciones de
competencia, la trasgresión de éstas conduce a hechos de violencia, pero
adicionalmente, los espectadores identificados con los competidores, pueden
tener estas mismas reacciones cuando consideran que sus procesos de
identidad han sido violentados, bien sea por sentir que el equipo fue objeto de
injusticia, o porque la derrota no puede ser asimilada.
La violencia en el fútbol se ha convertido en un problema de salud pública en la
medida que afecta las condiciones de vida de las personas que asisten a los
partidos de fútbol, así como aquellas que tienen relaciones laborales o de
ubicación física relacionadas con los escenarios deportivos. En nuestro país ya
se han reportado muertes de jóvenes que cayeron en los enfrentamientos de
barras al interior de los estadios, así como en otros lugares de la ciudad o del
país. Es el caso de aquellos enfrentamientos con víctimas fatales ocurridos en
1
7
carreteras, cuando las barras bravas se desplazan a otras ciudades con el ánimo
de apoyar a sus equipos.
El fenómeno de las barras bravas también tiene que ser analizado teniendo en
cuenta dos importantes aspectos. El contexto de los países y territorios donde se
exaltan los ideales de nación, patria, ciudad, club, territorio, entre otros; y las
exclusiones sociales de determinados grupos de jóvenes, sobre todo en países
que dan cuenta de altos índices de inequidad social. En este sentido, muchos
jóvenes construyen nuevos simbolismos y dinámicas culturales contestatarias en
relación con las culturas hegemónicas.
“A lo largo de la historia del deporte, y específicamente en el fútbol, las
clases sociales han tomado la fuerza de ingentes muchedumbres de
jóvenes inflándoles nacionalismos, formando un pensamiento xenófobo y
regionalista, así como principios racistas y discriminatorios” (Castro M, A.
2001: 43)
Así, el deporte y particularmente el fútbol ha sido parte de conflictos políticos, no
solo en ámbitos internacionales, sino también local, donde en muchas
oportunidades, los ciudadanos se han enfrentado de manera violenta dejando
desafortunados daños humanos y materiales.
Los enfrenamientos de barras bravas en Colombia ya han sido tema de
preocupación y atención por parte de las autoridades, en la medida que han
aumentado, razón por la cual se han implementado diferentes estrategias que
van desde el control a través de sus líderes, hasta la puesta en marcha de
dispositivos de seguridad en los estadios.
Son pocos los estudios e investigaciones que hasta el momento se han realizado
en el país sobre el tema de las barras bravas, pero los existentes brindan
1
8
importantes aportes para la comprensión e incorporación de sus dinámicas en
los modos de vida constitutivos de las ciudades.
Consumo de alcohol y sustancias psicoactivas en escenarios recreativos
como determinantes de violencia`
En los últimos quince años, la mayoría de países de América Latina han sufrido
significativas transformaciones en la formulación e implementación de políticas
que favorezcan la participación social de los diferentes grupos poblacionales. Es
así, como en Colombia, a partir de la Constitución de 1991, se abrieron nuevos
espacios de participación para las comunidades indígenas, negritudes,
discapacitados y en general las denominadas minorías; en ese contexto, se
planteó la necesidad e importancia de incluir, de una manera más activa en el
desarrollo del país, a los jóvenes, para lo cual se formularon e implementaron
políticas que dieran cabida a su formación, creatividad y participación política en
el ámbito de los derechos ciudadanos.
“……El estado contribuirá a la organización, promoción y capacitación de las
asociaciones profesionales, cívicas, sindicales, comunitarias, juveniles……. Con
el objeto de que constituyan mecanismos democráticos de representación en
las diferentes instancias de participación, concertación, control y vigilancia de la
gestión pública que se establezcan” (Del Artículo 103. Constitución Política de
Colombia 1991)
Se puede decir que en los últimos años, los jóvenes se convirtieron en una
población fundamental para el desarrollo del país, asunto que ha implicado
importantes esfuerzos para asumir los cambios y transformaciones permanentes
de la juventud, dentro de las dinámicas sociales y culturales. Esta situación se
hace visible a través de la institucionalización del cambio y la centralidad del
conocimiento como motor del crecimiento, signos que colocan a la juventud en
1
9
una situación de privilegio para aportar al desarrollo; la juventud pasó a ser una
población cuya dinámica se articula de manera natural al ritmo del tiempo.
(Rodríguez, E. 2002)
Paradójicamente la juventud enfrenta difíciles situaciones que la colocan en
riesgo de exclusión social, debido a las dificultades para acceder al sistema
educativo y laboral. Cada vez se reportan mayores índices de deserción escolar
y desempleo, lo cual trae como consecuencia una baja calidad para los sistemas
productivos y por lo tanto, situaciones de marginación dentro de la estructura
social. Esta situación no es ajena a las formas de organización social que desde
una lógica competitiva, genera altos índices de inequidad en las diferentes áreas
del desarrollo humano.
“Se da aquí otra paradoja porque las condiciones de exclusión
social que afectan particularmente a las juventudes populares
urbanas, se acompañan de un nivel de exposición inédito a
propuestas masivas de consumo, y de una centralidad
igualmente inédita de la cultura juvenil en la sociedad. Todo
ello define una situación de anomia estructural, en la cual los
jóvenes tienen una relativamente alta participación simbólica
en
la
sociedad
que
modela
sus
aspiraciones,
y
una
participación material que no permite la satisfacción de esas
aspiraciones por cauces legítimos. La combinación de todos
estos elementos contribuye a la formación de subculturas
marginales, de pandillas y barras que tienen códigos propios,
subculturas que suelen incorporar y consolidar en el tiempo,
los hábitos y comportamientos que surgen como correlatos
socialmente disruptivos de las situaciones de marginalidad y
exclusión social. Lo dicho plantea problemas serios, en la
medida en que la cristalización de las subculturas marginales
2
0
no solo impide que los jóvenes aporten al funcionamiento de
la sociedad, sino que erosiona la trama social y las normas de
convivencia y motoriza el reforzamiento de la segregación y
la segmentación” (Ibíd.: 3)
El análisis de las dinámicas de participación simbólica y material de la juventud
en la sociedad implica tener en cuenta varios componentes de un proceso
complejo, de lo contrario se corre el riesgo de satanizar tanto a la juventud, como
a sus producciones y consumos, pero más allá de tal reconocimiento, no se
puede negar las problemáticas que enfrentan algunos grupos de jóvenes debido
a la exclusión social; algunas de las consecuencias de tal situación son la
conformación de grupos que chocan con las normas establecidas por la
sociedad.
Pero es importante reconocer las confrontaciones de algunos jóvenes, no solo
como reacción a las posibles exclusiones, sino también como parte de una
construcción cultural que responde a lo que Jesús Martín denominó
“contracultura política”, para hacer referencia al abandono discursivo de la
política y reencontrarse más bien, en los de la cultura donde el debate y la lucha
se hacen desde el cuerpo y la escuela (Martín, J. 1998).
El reconocimiento de las culturas juveniles ha impactado en el desarrollo de
políticas desde donde se han propuesto diferentes espacios de vinculación y
participación desde el consumo y el hacer cultural juvenil. Allí se puede
mencionar las actividades recreativas, dentro de las cuales se encuentran los
conciertos, los deportes, las producciones artísticas escénicas (festivales de
teatro juvenil, danza, música), entre otras; estas actividades además de
contribuir a la inclusión social y bienestar de los jóvenes, se constituyen en
procesos protectores frente a problemáticas juveniles.
2
1
A pesar del reconocimiento social de las actividades recreativas para la juventud,
existen grupos que cuestionan y critican de manera contundente algunas de
estas propuestas, es el caso de los conciertos de rock donde consideran que se
fomenta el consumo de drogas y alcohol o la violencia entre los jóvenes.
“…hay otro preocupante fenómeno social que tiende a generalizarse: el
consumo de bebidas alcohólicas en espacios recreativos y de esparcimiento
donde los participantes, espectadores o asistentes asumen, como una
condición necesaria para pasarla bien, el empleo de sustancias tóxicas”
(García, J. 2006:1)
Desde esta perspectiva se puede plantear la existencia de problemas sociales
asociados a los conciertos de música masivos, donde algunos jóvenes
complementan el disfrute de la música con el consumo de drogas lícitas (alcohol
y cigarrillos) e ilícitas (marihuana, cocaína, anfetaminas, éxtasis, alucinógenos,
entre otras), pero más allá de tales riesgos también es importante señalar que
subyace en estos planteamientos, una posición que sataniza los espacios
recreativos por la posibilidad y la realidad del consumo. Si bien puede parecer
que se trata de un riesgo social relacionado con la recreación, habría que separar
o al menos relativizar el determinismo fundante de toda conducta humana.
Siguiendo en esta misma perspectiva no cabe duda, que muchos espacios
recreativos, en razón de las relaciones comerciales, son objeto de publicidad y
comercialización de bebidas alcohólicas; al respecto no es distante la realidad
colombiana en relación con el patrocinio de las grandes empresas de cerveza y
aguardiente del país hacia muchas ferias populares, conciertos y otros espacios
de recreación. Pero esta realidad debe ser leída desde la construcción de
procesos sociales más complejos, donde la historia misma y sus huellas en la
cultura han posibilitado en algunos casos, la relación entre recreación y consumo
de drogas legales /o ilegales.
2
2
La relación cultura – industria se retroalimentan continuamente ya que no es
posible una oferta de consumo a espadas de las formas de relación y
construcción simbólica en espacios y grupos determinados históricamente. Así, si
bien los jóvenes pueden ser objeto de oferta del consumo de drogas lícitas e
ilícitas, y frente a esto no se niegan los riesgos sociales, también habría que
reconocer las posibilidades de reacción por parte de los jóvenes, quienes en su
gran mayoría evitan el consumo.
Un grupo de investigadores españoles menciona los riesgos del consumo de
drogas en jóvenes, y la relación existente con espacios recreativos:
“No cabe duda de que actualmente los fines recreativos son seguramente, junto
al control de la ansiedad, uno de los motivos más frecuentes de uso de drogas
psicoactivas en muchos países, incluida España. Por otra parte, hay bastante
coincidencia temporal entre la extensión del consumo de estas drogas y el
desarrollo de la industria del ocio y el espectáculo, caracterizada por la intensa
mercantilización de los espacios de encuentro (macrodiscotecas, conciertos
masivos, pubs, etc.), y la venta de emociones fuertes y rápidas de todo tipo. En
este ambiente, algunas drogas psicoactivas se han colado como un
complemento o instrumento más al servicio de la diversión y el espectáculo. Se
han diseñado nuevos productos, o se han buscado usos nuevos a productos ya
existentes.” (Infante, C. Barrio, G. Martín, E. 2003: 78)
Los anteriores planteamientos obligan a revisar la situación colombiana y
particularmente el caso de la ciudad de Bogotá, que si bien no se tienen datos
cuantitativos asociados al consumo de drogas en espacios y eventos recreativos,
no debe pasarse por alto la situación general relacionada con el consumo, al
momento de formular políticas públicas en el campo de la recreación. A pesar de
no contar con información específica, en este punto resulta conveniente tener en
2
3
cuenta los indicadores y datos sobre consumos de sustancias psicoactivas en
jóvenes escolares de12 a 17 años del año 20045:
Tabla No. 2
PREVALENCIAS DE CONSUMO GLOBAL Y ESPECÍFICO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS LÍCITAS E ILÍCITAS Y
EDADES DE INICIO
Prevalencias
Alcohol
Cigarrillos
Tranquili.
Estimulan.
Marihua.
Éxtasis
Alucinóg.
Cocaína
Prevalencia de
74.9
46.1
9.9
5.6
7.6
3.3
2.1
1.8
61.9
30.6
6.3
3.2
6.6
2.8
1.8
1.6
50.3
22.7
5.0
2.7
2.2
0.8
---
---
12.3
12.7
12.7
12.7
14.0
14.3
13.9
14.2
vida (%)
Prevalencia de
12 meses (%)
Prevalencia de
30 días
Edad promedio
de inicio (años)
Los anteriores datos plantean situaciones críticas dentro del contexto general del
país, sobre todo para los casos de consumo de alcohol y cigarrillos. No deja de
5
Encuesta Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Jóvenes Escolares de
12 a 17 años. Colombia, 2004. En: Situación de Salud en Colombia. Ministerio de la Protección
Social, indicadores básicos 2006.
2
4
preocupar el consumo de otras drogas, teniendo en cuenta la edad promedio de
inicio.
Sin lugar a duda, el consumo de alcohol (50.3% de los encuestados reportaron
consumo en los últimos 30 días) y cigarrillos (22.7% reportaron consumo en los
últimos 30 días) muestra que los adolescentes presentan un consumo elevado y
que el inicio de consumo es temprano (alrededor de los 12 años y medio). Desde
esta perspectiva, se puede suponer que estos adolescentes podrían ser
consumidores de alcohol y cigarrillos en actividades recreativas como conciertos,
en la medida que se les facilite su consumo. Así mismo se sabe que el alcohol y
otras drogas son facilitadores de pérdida de control en situaciones de riesgo, lo
que puede conducir a lesiones humanas y daños materiales, sobre todo cuando
se trata de eventos masivos.
En lo que respecta a las cifras de consumo de marihuana, éxtasis y
alucinógenos, son inferiores a las de alcohol y cigarrillo, pero no se podría
desconocer el riesgo del consumo sobre todo en eventos que aglutinan
multitudes.
Diferentes investigaciones en España han ilustrado sobre la relación entre las
drogas legales e ilegales y el contexto de consumo (Gamella, Jf, 1999. Calafat,
J.M. 2000. Elzo, J. Vielva I, 1998), sobre todo haciendo referencia a las
denominadas “marchas” dentro del ocio de fin de semana. Se reconoce que los
contextos resultan determinantes en el mercado y consumo de drogas para los
jóvenes, razón por la cual se requiere un tratamiento transdisciplinar que tenga
en cuenta aspectos jurídicos y sociales.
La realidad colombiana amerita estudiar con mayor detenimiento los problemas
sociales relacionados con las actividades recreativas que reúnen multitudes de
jóvenes. Tal como se dijo anteriormente, es necesario reconocer las dinámicas
2
5
culturales y sociales como determinantes de problemáticas en diferentes campos
humanos, pero al mismo planear e implementar acciones que contrarresten el
consumo de drogas y sus problemáticas asociadas en los espacios de
recreación juvenil.
Doping y consumo de esteroides y anabólicos
El consumo de esteroides anabólicos en las prácticas deportivas de competición
y de tipo recreativo, se ha incrementado en los últimos treinta años,
convirtiéndose en un problema de salud con gran impacto en los diferentes
grupos sociales.
Se puede decir que esta situación está relacionada con diferentes situaciones y
determinantes que van desde los dominios y procesos generales en el orden
social, político y económico, pasando por los dominios particulares de los grupos
de deportistas y aficionados, hasta los estilos de vida personales donde cada
uno toma decisiones y asume riesgos en el campo social y de la salud.
El consumo de esteroides anabólicos, el cual se consideraba específico de los
deportistas de competición, también se ha reportado y aumentado en el campo
de entrenamiento de usuarios recreativos que asisten a gimnasios o a los
llamados centros fitness. Una de las razones por lo cual se presenta esta
situación, es que en algunos de estos centros se estimula el rendimiento físico
más allá de los parámetros establecidos y la transformación del cuerpo a través
del aumento de la masa muscular tanto en hombres como en mujeres, buscando
de esta manera acercarse a ideales construidos socialmente.
“El consumo de esteroides anabólicos está proliferando dentro del campo de
entrenamiento en usuarios recreativos. Este fenómeno es debido a sus
potentes efectos sobre aspectos estético-corporales (reducción de masa grasa
2
6
y aumento de masa muscular) así como aumentos en el rendimiento del
entrenamiento” (Chulvi, I. Pomar, A. Pomar, R. 2007).
Investigadores como Parkinson y col en el año 2006 (citado por Chulvi, I. Pomar,
A. Pomar, R. 2007), realizaron una encuesta a 500 usuarios recreativos sobre el
consumo de esteroides anabólicos androgénicos (EAA) y obtuvieron resultados
que generan gran preocupación por sus efectos negativos. Reportaron:
ƒ
Abuso de sustancias sin prescripción médica,
ƒ
1 de cada 10 sujetos que se inyectan, lo hacen con técnicas peligrosas
ƒ
Las sustancias más extendidas son la hormona de crecimiento y la insulina
ƒ
De los consumidores, la mayoría percibía subjetivamente mejoras
ƒ
Más del 70% experimentó al menos 3 o más complicaciones
ƒ
El 96% admitió que de forma paralela las sustancias dopantes tomaba
drogas
ƒ
El 50 % admitía que había adquirido de forma ilegal dichas sustancias
Otros estudios como el realizado por Tricker y Connolly (1997) en los Estados
Unidos (citado por Meldrum, R y Feinberg, J en 2002) reportan el uso de doping
en un 8% en deportistas alguna vez en la vida, el 1% durante los últimos 6
meses y un 12% en riesgo de consumo.
El consumo de estas sustancias se realiza de forma no médica, lo cual puede
traer consecuencias negativas para la salud, dentro de las que se señalan la
atrofia testicular, ginecomastia, problemas y disfunciones cardiovasculares,
alteraciones psicológicas, problemas sociales etc. (Chulvi, Ivan y otras, 2007).
Además de los efectos negativos para la salud se considera que el consumo de
sustancias esteroides anabolizantes conduce a problemáticas sociales en los
campos de la competición, debido a las implicaciones éticas y económicas que
2
7
ser articulan a cuestionamientos sobre las condiciones de equidad en los
espacios deportivos.
Frente a tal situación y sus problemáticas asociadas, algunos investigadores se
han preocupado por indagar acerca de las razones del consumo de estas
sustancias. Carlos D´Angelo, Mónica Napolis y Diana Solis (2005) realizaron
una investigación en Argentina, donde exploraron acerca de la percepción social
sobre el doping por parte de un grupo de estudiantes de educación física.
La investigación plantea aspectos interesantes, en la medida que explora las
representaciones sociales de estudiantes universitarios que en un futuro serían
los encargados de formar deportistas, orientar la formación física y corporal en
jóvenes escolares, participar en la formulación de políticas sobre la recreación, el
deporte y la actividad física entre otras. Por lo tanto, la exploración tenía una
función preventiva. Además, la exploración de representaciones sociales implica
conocer acerca del conocimiento común que construyen las personas
socialmente y que sirve para orientar sus actuaciones en los contextos donde se
sitúan (Jodetet, D. 1984). En ese sentido, la investigación exploraba sobre esas
construcciones mentales por parte de los jóvenes, las cuales muchas veces
están distantes de los discursos normativos o las actuaciones consideradas
como normales en el marco de la sociedad.
Para la realización de la investigación se utilizó un instrumento (cuestionario
autoadministrado) de ocho preguntas abiertas y cerradas, el cual se le aplicó a
368 jóvenes estudiantes de Educación Física (56% hombres y 44% mujeres)
cuyos rangos de edad osciló entre los 15 y 25 años con promedio de 19 – 20.
Los resultados de la investigación mostraron que las representaciones sociales
que tenían los estudiantes acerca del doping, correspondían a una decisión
personal; es decir que situaron el consumo como producto de la decisión que
2
8
toman los deportistas para alcanzar determinados logros. Además de estos
resultados, también informaron que los deportistas tomaban la decisión de
consumir doping debido a la presión social.
Si bien, los estudios sobre representaciones sociales no dan cuenta
necesariamente de las actuaciones de la gente, sirven para tener conocimiento
sobre lo que piensan frente a un determinado evento (sobre el uso del doping en
este caso). En esa medida se resalta la importancia de propiciar nuevas
construcciones simbólicas sobre la recreación y el deporte, a los estudiantes de
educación física y áreas afines.
En la medida que el consumo de doping se asume como un problema de cada
individuo, se necesita un trabajo desde las universidades y escuelas de
formación, sobre los efectos sociales del consumo y las problemáticas éticas en
el campo.
Otro estudio que indagó acerca de las razones por las cuales los deportistas
universitarios consumían esteroides anabólicos (Ver, Meldrum, Russell y
Feinberg, Judy R. 2002), mostró una gran preocupación por la penalización, más
no por los efectos o consecuencias que pudieran tener para la salud. En ese
sentido, los deportistas se preocupaban más por encontrar formas para no ser
detectados, que decidir sobre el abandono del uso de esteroides anabólicos. Así
mismo, otros estudios muestran que las evaluaciones de doping no son
suficientes para controlar su uso, ya que muchos atletas y entrenadores exploran
los medios para tratar de burlar los resultados positivos que puedan surgir desde
las evaluaciones (Ver Tricker, R., & Conolly, D. 1997).
En este punto es importante resaltar la ideología que se puede identificar en
algunos entrenadores y deportistas frente al uso del doping ya que predomina el
interés por el rendimiento físico a pesar de que puedan existir problemas de
2
9
salud. Los estudios indican que no es suficiente castigar cuando los resultados
de las pruebas antidoping resultan positivos, sino educar para construir una
relación diferente con el deporte. Estos propósitos se dificultan cuando el deporte
se propone como un producto comercial y se enaltecen los logros en las
competencias, más allá de las posibilidades humanas.
En el contexto nacional vale la pena citar la investigación realizada por Cano,
Marín y Sánchez en 2003, referente al uso de esteroides anabólicos en los
gimnasios de los municipios de Manizales y Villamaría en Caldas, Colombia. Se
trata de un estudio empírico analítico y transversal sobre el uso de esteroides
anabólicos con la participación de 134 personas. Los resultados reportaron que
el 17.8% de los encuestados informan usar o haber usado esteroides anabólicos.
Hace referencia además a la cantidad de uso:
“Las dosis que se están empleando son marcadamente superiores a las
recomendadas. El principal motivo es aumentar la masa corporal para
competencias y fines estéticos. La mayoría de usuarios desconoce los efectos
adversos de estas sustancias, excepto las que afectan la función sexual” (:28)
Esta investigación mostró que la mayoría de los usuarios de esteroides
anabólicos solo conocen de los efectos negativos a nivel de la función sexual,
pero desconocen acerca de otras problemáticas tales como peliosis y cirrosis,
alopecia, disminución de lipoproteínas de alta y baja densidad, hipertrofia
cardiaca, aumento del colesterol, ginecomastia, acné y agresividad, entre otras.
Se podría decir que el uso de sustancias doping en el deporte no ocupa
solamente los espacios de entrenamiento y competición profesional, sino otros
espacios que antes no habían sido reconocidos. En ese sentido y desde la salud
pública se advierte sobre las problemáticas que puedan surgir.
3
0
Teniendo en cuenta los dominios planteados con anterioridad, el consumo de
sustancias doping está relacionado con procesos de orden general que involucra
ideologías, políticas y competición; se reconoce también su relación con los
modos de vida que se constituyen en diferentes grupos sociales y que
incorporan modelos de vida e ideales del cuerpo – tanto en apariencia como en
rendimiento físico - . Así, el consumo de estas sustancias se problematiza según
los contextos donde ocurra, y pone en juego elementos ideológicos, culturales,
económicos y deportivos, razón por
la cual es necesario profundizar en su
comprensión en las dinámicas deportivas, para tratar de proponer salidas que
vayan más allá de la penalización.
Los problemas de alimentación: Estados Anoréxicos vs. Imagen Corporal
No muy distante de la anterior problemática se presentan aquellas relacionadas
con las rupturas entre el cuerpo ideal - como una construcción social - con la
realidad; se puede decir que existe un cuerpo en la mente de las personas –una
imagen corporal – que se enfrenta desde el deseo, a la realidad del propio
cuerpo. En el presente documento se quiere enunciar este tipo de problemáticas,
pero no se desarrollará en la medida que es necesario explorar varios campos
para determinar si realmente se puede considerar un problema social relevante
asociado al campo de la recreación y el deporte.
Las ciencias sociales y las de la salud principalmente, han abordado este tema
desde hace muchos años, atendiendo a la relación entre el cuerpo ideal
construido socialmente por la publicidad y la salud. La búsqueda de ese cuerpo
que promocionan los medios publicitarios, lleva a que algunas personas traten
de alcanzarlo, alterando los estilos de vida que en situaciones críticas ponen en
riesgo la salud.
3
1
Vikki Krane y col. en 2001, señalaron las problemáticas que enfrentan algunas
mujeres deportistas y no deportistas, al tratar de transformar sus cuerpos en
busca de ese ideal y entre sus conclusiones señalaron la importancia de una
mayor comprensión acerca de la propia imagen corporal por parte de quienes
practican deporte, en la medida que en algunas ocasiones se presentan
comportamientos que atentan contra la salud .
En los últimos veinte años, sobre todo en las sociedades occidentales, el cuerpo
humano se constituyó en un objeto que puede ser transformado – según algunos
medios de comunicación -, y para ello las personas pueden intentar a través de
dietas, ejercicios y cirugías intentarlo. Un ejemplo de esta situación son las
televentas (gimnasio total, perder de peso en pocos días, conseguir una silueta
ideal….) y otros mensajes publicitarios que subrayan el logro fácil del cuerpo
ideal (Bordo, 1983). En ese contexto se ubican algunos casos de personas que
asumen rutinas alimentarias que atentan contra la salud bien sea por orientación
externa o por su propia decisión.
El rendimiento físico en el deporte relacionado con la imagen corporal y las
presiones culturales del ideal del cuerpo, pueden llegar a incidir en la aparición
de estados mentales no saludables, acompañados de problemáticas en la
alimentación y la actividad física. (Krane, Vikki y col. 2001).
La profundización en este tema implica la revisión en otros campos de los cuales
no se ocupa el presente documento, además de reconocer que en la exploración
documental realizada, no existe mucha información sobre el tema en el contexto
nacional.
Los accidentes en las prácticas deportivas y recreativas
3
2
Los accidentes en las prácticas deportivas y recreativas pueden ocurrir por
diversas razones tales como una inadecuada orientación a los practicantes (por
parte de entrenadores u orientadores), instalaciones deportivas o recreativas
inseguras y diferencias en las habilidades de los practicantes.
Al respecto es importante señalar que según un estudio realizado en los Estados
Unidos de Norteamérica por la Asociación Nacional de Entrenadores de
atletismo y la Fundación Educativa NATAREF, se reportó que aproximadamente
tres cuartas partes de niños entre los 5 y 15 años, son atendidos en centros
hospitalarios, por lesiones en prácticas deportivas. Menciona además que ni los
entrenadores, ni los padres de familia están preparados para manejar las
situaciones de emergencia ocurridas en parques y en escenarios deportivos.
(Hunt, 2001, citado por Gershom, R. Peer, K. 2003)
Según los comunicados sobre accidentalidad de niños preescolares y escolares
en los Estados Unidos de Norteamérica, cerca de 200.000 accidentes ocurren
anualmente en parques infantiles. El 35% de estos accidentes se consideran
graves, el 3% requieren hospitalización y cada año aproximadamente 20 niños y
niñas mueren por este tipo de accidentes, siendo la causa primordial, en un 75 %
de casos, las caídas de juegos asociadas a lesiones cerebrales. Se destacan
como consecuencias relacionadas con este tipo de accidentes, las fracturas, las
contusiones, dislocamientos, amputaciones y lesiones internas. 6
Se estima que aproximadamente el 40% de los accidentes en estos ambientes,
son el resultado de una supervisión inadecuada, lo cual implica la necesidad de
ajustar los procedimientos de formación y acompañamiento. (Harada, M.J. y
otros. 2003).
6
Fuente: Centers for Disease Control and Prevention. Playground safety
[serial online] 2000 May [cited 2007 diciembre 12]. Available from:
URL:http://www.cdc.gov/safeusa/playgro/playgrou.htm
3
3
Teniendo en cuenta que los Estados Unidos es una de los países con mayor
protección y seguridad hacia la población infantil en lo que respecta a juegos en
parques infantiles, se puede suponer una accidentalidad mayor en países como
Colombia, que desafortunadamente no cuentan con información sistematizada al
respecto.
Mas allá de las consecuencias médicas de la accidentalidad en parques
infantiles, se puede decir que estas problemáticas se constituyen en una
problemática de salud relacionada con los modos de vida de los grupos en los
diferentes contextos sociales, en la medida que se presentan en la cotidianidad
de personas que buscan en los parques actividades recreativas y deportivas;
estos espacios no siempre cuentan con las condiciones de seguridad lo cual se
refleja en el mal estado de las instalaciones físicas y la ausencia de información
u orientación por parte de personas expertas.
Al respecto Julio y Pedro Angel de la Universidad de Jaén plantean las
problemáticas de las prácticas deportivas y recreativas en contextos escolares
cuando no se tienen los implementos e instalaciones adecuadas
“Centrándonos en el ámbito de la educación física, las máquinas (móviles,
canastas, bancos, porterías, trampolines….) interaccionan lógicamente con el
ser humano, en este caso, el diferente profesorado y alumnado. Esta relación
condiciona el uso adecuado o inadecuado de las máquinas, ello retornará de
manera negativa (riesgosa) o, positiva en el usuario de éstas. Por poner
algunos ejemplos, cuando las porterías están en mal estado y, además, el
usuario realiza acciones irracionales sobre ellas la interacción entre ambos
elementos es muy negativa” (Angel, J. Anel P. 2004: 2)
Desde esta perspectiva, no se trata solamente del uso instrumental de máquinas
para hacer educación física o actividad deportiva, se trata de un asunto más
3
4
ecológico en la medida que se cuestiona la interacción del hombre con los
implementos y la posibilidad de su apropiación en condiciones de seguridad. Si
se aplica esta mirada a las condiciones de los parques públicos, donde adultos y
niños asisten para realizar actividad física, jugar o simplemente entretenerse,
habría que pensar en las condiciones de seguridad y bienestar que posibilite el
parque.
Las evoluciones y desarrollos de los diferentes grupos sociales en relación con la
recreación y el deporte, han posibilitado la aparición de nuevas prácticas,
muchas de ellas de alto riesgo físico. Si bien las nuevas prácticas o deportes de
riesgo se toman los espacios disponibles, las condiciones para sus prácticas no
siempre son favorables debido a la falta de instalaciones seguras. Es necesario
articular el surgimiento de estas actividades con condiciones favorables para sus
prácticas, reconociendo la diversidad social y cultural que las envuelven.
En ese sentido vale la pena señalar las gestiones desarrolladas en el ámbito
político donde se han propuesto, para la ciudad de Bogotá, proyectos que han
buscado impulsar los deportes extremos, llamando la atención sobre la
necesidad de brindar a los deportistas, vigilancia, control, seguridad y espacios
adecuados para las prácticas. 7
Este tipo de deportes requieren escenarios, aditamentos
y condiciones
favorables para que sus prácticas sean seguras y se pueda establecer un
manejo de los índices de accidentalidad. Se podría decir que los deportes
extremos son un buen ejemplo de unión entre las nuevas prácticas deportivas
como parte de los desarrollos sociales con las problemáticas de salud; aquí esas
problemáticas se establecen como parte de los desarrollos lógicos de la
7
Al respecto se puede poner como ejemplo, el un Proyecto de Acuerdo presentado al
Concejo de Bogotá en el año 2006, por parte de Hernán Redondo, María Clara Ramírez y Omar
Mejía, “Por medio del cual se fomenta la práctica del deporte extremo en Bogotá”
3
5
sociedad y particularmente los jóvenes, razón por la cual, las políticas de
recreación y deporte deben contemplar la seguridad para las mismas.
“Es importante comentar que son muchos y diferentes los
deportes extremos y que en cada uno de ellos para
practicarlos, se necesita una serie de aditamentos y una
infraestructura que amerita proporcionar capacitación para
instructores, adquisición de elementos, aparatos, adecuación
de terrenos, etc”. (:4)
“Así mismo, al buscar impulsar los deportes extremos es
imprescindible que la Administración brinde vigilancia, control y
seguridad a los deportistas, para evitar malas prácticas con altos
riesgos para la salud generando la confianza absoluta que los
practicantes
necesitan
para
hacer
más
llamativa
su
participación. De igual manera, implementar reglas para la
práctica de estos deportes a los menores de edad, con el
consentimiento de sus personas responsables, así como
también que quienes intervengan en estas prácticas ya sean
instructores, capacitadores y los mismos deportistas sean sus
mismos responsables, pues toda consecuencia física, síquica,
material…” (:5) (Redondo, H. Gómez, M. Mejía, O. 2006)
Finalmente habría que plantear la importancia de trabajar en la seguridad de los
parques infantiles para diferentes prácticas deportivas y recreativas, así como la
necesidad de formar instructores y orientadores con el propósito de que orienten
a los niños, niñas y jóvenes de ambos sexos, así como a sus tutores,
maestros(as) y padres de familia.
Recomendaciones y líneas de trabajo
3
6
La anterior revisión documental sirve de base para profundizar y ampliar las
indagaciones acerca de las problemáticas sociales relevantes asociadas al
campo de la recreación y el deporte, como un parte fundamental en la
elaboración de un diagnóstico para la ciudad de Bogotá. Si bien existen otras
problemáticas explicitas en Estados Unidos y otros países de Europa, como es
la exclusión y discriminación en la recreación y el deporte por raza y género, en
Colombia no se cuenta con suficiente literatura que desarrolle o indague sobre
esta problemática. Esto no quiere decir que se desconozca, pero si es necesario
explorar en otras bases de datos y fuentes documentales a las que aquí se han
utilizado.
El presente trabajo sirve para dos cosas fundamentalmente; por un lado se
constituye en una base para profundizar en el conocimiento de las
problemáticas presentadas y por otro, para iniciar el desarrollo de líneas de
trabajo que aporten a la seguridad en las prácticas recreativas y deportivas para
la ciudad de Bogotá.
En este sentido, a continuación se señalan algunos procesos que aportan a las
políticas públicas en el campo de la recreación y el deporte. Antes de hacer
referencia a estos procesos, no sobra insistir en que éstos deben reconocer e
inscribirse en los dominios general y particular (modos y estilos de vida), lo cual
posibilita ir desde lo general a lo particular y viceversa:
Investigación. La revisión realizada indica que la investigación sobre las
problemáticas sociales relevantes asociadas al campo de la recreación y el
deporte es muy pobre aún en Colombia. Se carece de datos (cuantitativos y
cualitativos) desde donde se pueda tomar decisiones que favorezcan las
actividades deportivas y recreativas para los ciudadanos de una manera segura
3
7
y constructiva. Es necesario acompañar la formulación de políticas en el campo
de la recreación y el deporte con procesos investigativos cualificados.
Participación. Es conveniente indagar con los ciudadanos que practican
actividades deportivas y recreativas, acerca de las problemáticas que
consideran significativas y que afectan su calidad de vida. Así mismo la
participación de la comunidad a través de las formas organizativas en las
diferentes localidades de la ciudad, posibilita un mayor conocimiento acerca de
las problemáticas sociales relevantes asociadas al campo de la recreación y el
deporte, como también asumir responsabilidad ciudadana.
Un ejemplo de esta situación es la convocatoria a espacios de reflexión,
discusión y mediación sobre problemáticas concretas con grupos de jóvenes
miembros de barras bravas, grupos musicales, pandillas juveniles y grupos de
deportistas entre otros.
Divulgación e información. La divulgación y la información sobre las
problemáticas sociales y de salud relacionadas con la recreación y el deporte
deben ser procesos permanentes. Si bien no se desconoce el trabajo realizado
hasta el momento, debe ser parte de la política la información y divulgación
sobre todo cuando se pone en riesgo la integridad física y psicológica de los
ciudadanos, así como del medio ambiente.
La información debe ser un proceso constructivo que alcance los dominios
generales, pero que también transforme los modos y estilos de vida de los
ciudadanos.
Formación. Uno de los procesos fundamentales para minimizar el impacto y las
consecuencias de los problemas sociales asociados al campo de la recreación y
el deporte es la educación. Por esa razón, debe existir una relación estrecha
3
8
entre la Secretaría de Cultura, recreación y Deporte de Bogotá, con las
instituciones e instancias educativas y de salud tales como Ministerio de
Educación Nacional, Ministerio de la Protección Social, Secretaría de Salud
Distrital, Secretaría de Educación Distrital, universidades, Centros de formación
docente en las áreas de la recreación y el deporte, entre otros. El papel de la
Secretaría de Cultura, recreación y deporte en esa relación será de informar,
planear y desarrollar conjuntamente líneas de trabajo que minimicen los
problemas sociales relacionados con las prácticas deportivas y recreativas en la
ciudad.
Organización y control. La ciudadanía sobre todo los niños y jóvenes deben
construir procesos de autoregulación en la práctica y/u observación de
actividades recreativas y deportivas, de tal modo que se respeten los deberes y
derechos comunes. Este proceso encuentra posibilidades de realidad desde la
puesta en práctica de valores ciudadanos que conduzcan al disfrute, crecimiento
y respeto por los demás.
Financiación. La formulación e implementación de una política pública de
recreación y deporte que incluya procesos que minimicen las problemáticas
sociales, necesita de recursos para poner en marcha programas y planes de
trabajo con las entidades públicas y privadas así como con la comunidad. Este
proceso no puede ser comprendido como un gasto exclusivo, sino como una
inversión, ya que disminuye costos en la atención en salud, daños en los bienes
públicos, así como en la integridad física y psicológica de la comunidad.
3
9
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Anexo No. 1
Bases de datos consultadas:
•
Jstor (Consultados 100 títulos, 18 abstracts, 8 artículos)
•
Pro quest (Consultados 166 títulos, 25 artículos)
•
Blackwell (Consultados 261 títulos. 38 abstracts, 12 artículos)
•
Doaj: Directory of open acces journals / revista The Sport Journal
(consultados 80 títulos, 28 abstracts, 15 artículos)
•
Fuente académica (Revisados 363 títulos, 16 abstracts, 9 artículos)
•
Google académico (Revisados 130 títulos)
Términos de búsqueda empleados:
•
Problems associated with recreation and sport
•
Social problems associated with the field of recreation and sport
•
Social problems associated with recreation and sport
•
Social problems related to recreation and sport
•
Risk of sport and recreation
•
Problems of sport and recreation
•
Recreation and sport – social problems
•
Negative effects of recreation and sport
•
Negative social effects of recreation and sport
•
Riesgos sociales – recreación – deporte
•
Riesgos sociales – recreación
•
Riesgos sociales – deporte
•
Problemas relacionados – recreación – deporte
•
Salud pública – recreación – deporte
•
Riesgos – recreación – deporte
•
Problemas asociados – recreación – deporte
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4
•
Violencia – escenarios deportivos
•
Barras bravas
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