PROBLEMAS SOCIALMENTE RELEVANTES VINCULADOS AL CAMPO DE LA RECREACIÓN Y EL DEPORTE Jaime Collazos Aldana PRESENTACIÓN En este documento se propone una revisión documental en diferentes bases de datos (Ver anexo No. 1), además de la consulta de fuentes documentales que posibilitarán tener un primer acercamiento a las problemáticas sociales relacionadas con el campo de la recreación y el deporte en la actualidad. Posteriormente se realizará una selección de documentos pertinentes y se iniciará el análisis de los mismos, teniendo como referente conceptual la teoría de los determinantes sociales de la salud, en el campo de la Salud Pública. Finalmente se sugieren algunas líneas de trabajo sobre los problemas sociales relacionados a la recreación y el deporte, las cuales contribuirían en la formulación de políticas en este campo para la ciudad de Bogotá. También es conveniente señalar acerca de la escasa información en el tema, razón por la cual el presente trabajo se constituye en un punto de partida para la realización de un diagnóstico y caracterización sobre problemas sociales asociados al campo de la recreación y el deporte. Introducción. Existen determinantes sociales que inciden de manera significativa en los modos y estilos de vida de los individuos, los cuales dan cuenta del bienestar y las carencias en los diferentes campos del desarrollo humano. En el campo de la salud, se ha planteado desde hace mucho tiempo, la importancia de la recreación y el deporte, como procesos formativos y protectores, frente a las diversas problemáticas físicas, emocionales y sociales de los seres humanos en sus diferentes etapas de la vida. A pesar de ello, no deja de preocupar la orientación que puedan tener las actividades deportivas y recreativas en la sociedad, sobre todo si se asumen dentro de contextos culturales, políticos y económicos que determinan formas de relación particulares, así como estilos de vida que pueden favorecer o atentar contra el bienestar y la salud humana. La recreación y el deporte como objetos de estudio gozan de prestigio y reconocimiento social, en la medida que se presentan como una parte integral de la calidad de vida, pero también es necesario reconocer las problemáticas asociadas, ya que en muchos casos se generan efectos negativos o contrarios a los que se esperaba alcanzar. En este sentido se trata de objetos complejos que deben ser abordados de manera multidisciplinar y que para el caso particular, se intentan mirar desde una perspectiva de la salud pública; aquella que reconoce las contradicciones y dinámicas sociales como parte de una realidad determinada por procesos políticos, económicos y culturales de gran amplitud. Salud Pública y Promoción de la Salud: la recreación y el deporte Henry E. Sigerist fue el primero en utilizar el concepto de promoción de la salud, considerando que: “la salud se promueve proporcionando un nivel de vida decente, buenas condiciones laborales, educación, cultura física y medios para la recreación. Para la consecución de este objetivo, es necesario coordinar los esfuerzos de grandes grupos: el de estadistas, los trabajadores de la industria, los educadores y los médicos” (Sigerist, H. 1946: citado por Granados, R. 2005: 153). Así, el concepto de salud predominante a comienzos del siglo XX, el cual estaba influenciado de manera significativa por la teoría de los gérmenes y las bacterias como elemento explicativo de la enfermedad, se empieza a transformar para dar 2 paso a otras miradas que incluyeron los aspectos sociales, culturales y administrativos, entre otros. En lo que respecta a la promoción de la salud se pueden citar diferentes enfoques, desde el funcional propuesto por Sigerist, que plantea la prevención de las enfermedades y la promoción de salud como funciones de la medicina, pasando por aquellos que proponen a la comunidad como orientadora de su propia salud, siguiendo con el enfoque que propone la participación multisectorial e interdisciplinar dando cabida a diferentes ciencias y disciplinas tales como la higiene, educación, ecología y seguridad industrial entre otras, hasta el enfoque que compromete aspectos de política pública, economía, salud y desarrollo dentro de la prevención de la salud (enfoque estratégico-político). Este último se caracteriza entre otras cosas, por resaltar la participación y responsabilidad del Estado, de las organizaciones comunitarias, reconocer las causas estructurales del proceso salud-enfermedad como la pobreza y la inequidad, así como por relacionar la promoción de la calidad de vida con los estilos de vida y comportamientos saludables (García, M, C. 2005) La Organización Mundial de la Salud, en 1946 definió la salud como: ”un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad y dolencia”1. Estos planteamientos abrieron un nuevo camino, al reconocer en la salud, además de los aspectos biológicos, aquellos de carácter psíquico y social; desde esta perspectiva se reconoce la salud como un hecho social, y a partir de ese momento ocurrieron transformaciones significativas en el panorama mundial, por ejemplo, a mediados de la década del setenta surgió, en 1 OMS. Preámbulo de la Constitución de la Asamblea Mundial de Salud, adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional, Nueva York, 19-22 de junio de 1946; firmada el 22 de julio de 1946 por los representantes de 61 Estados (Actas oficiales de la Organización Mundial de la Salud , No. 2, p. 100) y que entró en vigor el 7 de abril de 1948. http://webarg1.opsoms.org/AcercaDe/PreguntasFrecuentes.htm#Def_salud_OMS 3 algunos países de América Latina, el movimiento de salud colectiva, el cual daría relevancia a los determinantes sociales de la salud. Así mismo, se sentaron las bases para el surgimiento de la promoción de la salud, involucrando acciones no solo del sector salud, sino del entorno de las personas donde se desarrollan. La promoción de la salud se fortalece en su origen con la formulación de la Carta de Otawa (1986) por parte de la OMS donde se planteó que, “Ésta consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma. Para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social, un individuo o grupo debe ser capaz de identificar y realizar sus aspiraciones, de satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse al medio ambiente. La salud se percibe pues, no como el objetivo, sino como la fuente de riqueza de la vida cotidiana, por tanto, la promoción de la salud no concierne exclusivamente al sector salud”2 De esta manera y teniendo en cuenta la Carta de Otawa, se considera que la salud implica algunos prerrequisitos tales como los recursos económicos, la vivienda, la alimentación, así como determinados modos y estilos de vida que implican la actividad física, el deporte y la recreación. Se puede decir entonces, que en los últimos sesenta años la salud dejó de ser de manera exclusiva, la oposición a la enfermedad, para convertirse en un proceso de bienestar que tiene en cuenta la actividad física, la recreación y las prácticas deportivas. En este sentido, la promoción de la salud debe ser “una herramienta para la estructuración de las respuestas sociales ante los problemas de salud de la población, con acciones locales, intermedias y nacionales, individuales, familiares, comunitarias e institucionales, sectoriales de salud e intersectoriales, políticas y técnicas, estatales y no estatales” (Granados, R. 2005: 167) 2 Organización Mundial de la Salud OMS. Carta de Otawa. Canadá 1986. 4 A pesar de las diferencias significativas entre los enfoques de promoción de la salud, se podría decir que la mayoría de ellos, sobre todos los sociales, reconocen la importancia de los determinantes sociales para la salud, dentro de los cuales se encuentran los modos de vida y los estilos de vida. Los primeros (modos de vida) se definen a través de los grupos, los cuales se constituyen históricamente en relaciones sociales que dan cuenta de la construcción y reproducción de valores e identidades, muchas veces en situaciones de conflicto, mientras que los estilos de vida corresponden a las prácticas privadas y actividades individuales que promueven o atentan contra la salud (Breilh, J. 2004). Históricamente la actividad física y la recreación se convirtieron en procesos fundamentales para la salud de los seres humanos, considerando que sus prácticas previenen las enfermedades coronarias, hipertensión, obesidad, problemas musculares, desajustes emocionales por estrés y en general contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida, además de disminuir los riesgos sociales como son la violencia y el consumo de drogas psicoactivas entre otros. “Las acciones en este campo (ocupación del tiempo libre) permiten realizar intervenciones preventivas sobre aquellos grupos pre-juveniles que se encuentran inmersos en entornos violentos, que son susceptibles de involucrarse en asuntos de violencia. En este sentido, se desarrollan actividades alternativas para la ocupación del tiempo libre extraescolar de niños y jóvenes, a través de propuestas lúdicas, culturales y deportivas entre otras, para la generación de espacios de creación, re-creación, reflexión e imaginación.”(Acero, H. 2003) Sin lugar a dudas, en el último siglo debido a los desarrollos tecnológicos y las migraciones hacia las ciudades, se consolidaron problemáticas sociales y de 5 salud, para las cuales la recreación y el deporte ha sido una posibilidad importante en su disminución e impacto negativo dentro de la sociedad. Al respecto la Carta de Ottawa señala la importancia de crear entornos favorables a la promoción de la salud, teniendo en cuenta el mejoramiento de ambientes culturales. En este punto se podría tener en cuenta la adecuación de parques para la comunidad, la adecuación de zonas para la recreación y el deporte como componentes importantes para la promoción de opciones de vida saludable en la población de niños y jóvenes (Restrepo, Helena. E. 2003) Ahora bien, desde la perspectiva de los determinantes sociales de la salud, ningún modo y estilo de vida es neutral, ya que implica relaciones de poder con diferentes implicaciones para la salud humana. Si se aplican estos principios teóricos al campo de la recreación el deporte como determinantes de la salud, se podría decir que allí también están presentes procesos determinados por relaciones complejas entre miembros y grupos de la sociedad, que en algunas ocasiones conducen a problemáticas sociales tales como las barras bravas, el uso de esteroides anabólicos en deportistas y aficionados, entre otras. En este sentido la recreación y el deporte se establecen como determinantes de la salud, pero a su vez estos campos están determinados por contextos generales - de tipo político, cultural, económico e ideológico - y particulares referentes a modos y estilos de vida de grupos y personas respectivamente. Esto implica reconocer los procesos sociales y culturales en relación con los campos de la recreación y el deporte, los cuales resultan determinantes en las problemáticas pero también en los logros y establecimiento de estilos y modos de vida saludables. Problemáticas sociales asociadas al campo de la recreación y el deporte. 6 Cuando se abordan las problemáticas sociales relacionadas con el campo de la recreación y el deporte, es importante aclarar que no se trata de plantear, ni siquiera sugerir, que la recreación y el deporte generen en primera instancia problemas sociales. Por lo tanto se reconocen los beneficios de los campos, pero se advierte sobre problemáticas que surgen como parte de las dinámicas subjetivas y de identidad que enfrentan los seres humanos dentro de las diferentes sociedades. Esto significa que el deporte y la recreación en sí mismos no son fuente de problemas sociales, pero en su interacción en los diferentes contextos culturales, económicos y políticos sí pueden surgir problemáticas vinculantes; un ejemplo son las algunas manifestaciones de violencia en el fútbol, por parte de hichas organizados en grupos, los efectos en la salud, la política y la economía del uso de sustancias anabolizantes –doping - en el deporte. También es necesario reconocer la amplitud de los deportes, que van desde formas lúdicas y recreativas, hasta las de carácter competitivo en espacios, locales, nacionales e internacionales donde entran en juego intereses políticos, económicos y culturales en la búsqueda de reconocimiento y gloria. En esa misma dirección, habría que señalar la relación entre la recreación y el deporte con la economía, dentro de la industria deportiva y recreativa, que más allá de los beneficios para el bienestar humano, da cuenta de una comercialización que en algunos casos puede traer algunas consecuencias negativas para sus practicantes y la sociedad en general. El deporte y la recreación han tenido diferentes definiciones que van desde aquellas que lo sitúan como manifestación humana, generalmente citada en documentos de orden legal, hasta aquellas que tienen en cuenta marcos explicativos más amplios, donde se contemplan fuerzas y relaciones de poder en grupos humanos determinados. Como ejemplo se puede citar, en el primer caso, la Ley 182 de 1995 en Colombia, donde se plantea: 7 “El deporte en general, es la especifica conducta humana caracterizada por una actitud lúdica y de afán competitivo de comprobación o desafío, expresada mediante el ejercicio corporal y mental, dentro de disciplinas y normas preestablecidas orientadas a generar valores morales, cívicos y sociales” (Artículo 15) Para el segundo caso resultan válidos los planteamientos de Roberth Washington y David Karen quienes consideran que el deporte es una industria mercantil que mueve intereses económicos y políticos en diferentes sociedades (2001). En esta última dirección se puede decir que los enfoques sociológicos han tenido gran influencia o han servido de marco teórico para los estudios culturales e histórico – sociales del deporte (Ibíd. 2001), mostrando problemáticas que orientan investigaciones y cuyos resultados aportan a las nuevas orientaciones de políticas en este campo. Estos autores señalan también, como problemáticas sociales relacionadas con el campo del deporte, la inequidad referente a género, clase social y etnicidad. Así mismo identifican nuevos patrones de consumo en diferentes clases sociales, desde donde se posibilita acceder o no, a determinadas prácticas deportivas, generando exclusión para algunos grupos. Por su parte, la recreación como disciplina emergente, no se sujeta de manera unívoca a una sola definición. Ha sido considerada como práctica de juego, entretenimiento y contemplación en escenarios naturales y artificiales; como un conjunto de actividades que posibilitan el placer; como proceso formativo, etc. En lo que sí hay mayor coincidencia es en su función para el desarrollo humano y sus efectos benéficos para la sociedad. 8 "Una de las tendencias automáticas que posee el hombre, y sobre todo el hombre contemporáneo, es el de la recreación; esta actividad ha surgido en el mundo actual como una respuesta a la automatización, al aburrimiento, la soledad y otros factores propios de la civilización industrializada, y de las sociedades que viven unos estados de deterioro vital debido a la violencia y al terrorismo, así como el sedentarismo y la angustia del desempleo y el subempleo. La recreación es pues un fenómeno social que promueve y desarrolla valores de superación y conquista personal, de comunicación y promoción de la vida social, de la alegría y estados de buen humor, de descanso, y de la salud física y mental; dichos valores satisfacen las necesidades emocionales, sociales, intelectuales y físicas”.. (Emilio, Tomas. Citado por Cardona, Gabriel Jaime 1999) Es así como la recreación y el deporte deben ser analizados desde una perspectiva que tenga en cuenta los procesos individuales (estilos de vida), grupales (modos de vida – la cultura -), pero además aquellos que dan cuenta de las estructuras económicas, políticas e ideológicas generales. En este amplio referente, no es posible desconocer las transformaciones culturales, sociales y de estilos de vida de los últimos años, que a su vez trajeron cambios importantes en las prácticas deportivas y recreativas, generando nuevas expresiones, beneficios pero también dificultades. Al respecto plantean Washington y Karen, la importancia de desarrollar estudios desde un enfoque sociológico que muestre nuevos caminos y alternativas para el bienestar. Desde este enfoque se analizan otras problemáticas tales como la discriminación e inequidades de género y etnia en el deporte al plantear que el deporte ha tendido a celebrar los logros de los hombres, mientras se ha marginalizado la 9 situación de las mujeres relegando su participación a una segunda categoría. De manera similar la experiencia de mujeres negras en el deporte ha sido de exclusión a causa de las restricciones oficiales y las predisposiciones culturales. (Frey, J. Eitzen, S. 1991) En este punto es importante señalar, como mencionan Frey y Eitzen, que estas problemáticas son relativas a las condiciones y características de los países y ciudades. Sus planteamientos se fundamentan en observaciones realizadas en los Estados Unidos y para plantear un análisis más profundo será necesario observar la situación de exclusión en otros países y localidades. Algunas anotaciones metodológicas Para la realización de la presente consultoría, se propuso en primera instancia, realizar una exploración documental en diferentes bases de datos (ver anexo No.1), así como en documentos físicos ubicados en bibliotecas universitarias de la ciudad de Bogotá, a partir de esta actividad se formuló una estructura que sirviera para analizar particularidades desde el enfoque de determinantes sociales de la salud, como punto de partida para la construcción de un diagnóstico sobre problemas sociales asociados al campo de la recreación y el deporte. Después de la revisión y análisis documental, se espera formular algunas líneas o campos de trabajo que sirvan para estructurar el diagnóstico y sirvan también de aporte a la formulación de política pública en el campo de la recreación y el deporte. A continuación se presenta un cuadro que da cuenta del esquema orientador en la exploración de las problemáticas sociales asociadas al campo de la recreación y el deporte. 1 0 1 1 Cuadro No. 1. Esquema: exploración de problemáticas sociales asociadas al campo de la recreación y el deporte. Salud Pública y Promoción de la Salud Recreación, Deporte y Sociedad Problemas sociales asociados al campo de la recreación y el deporte Categorías de análisis Recreación • • • Las barras bravas Consumo de alcohol y drogas psicoactivas en escenarios recreativos Accidentes en parques recreativos Deporte • • • Doping y consumo de esteroides anabólicos Problemas de alimentación: estados anoréxicos e imagen corporal Discriminación de clase, género y raza en prácticas deportivas Formulación de recomendaciones y líneas de trabajo 1 2 El anterior cuadro sirve para orientar la exploración documental tal como se mencionó, pero adolece de mayor precisión frente a la estructura conceptual que permitiría realizar el análisis de la información. En ese sentido se propone tener en cuenta tres dominios y procesos que van desde lo general a lo particular y viceversa; se trata de tres dominios propuestos en la epidemiología crítica, reconociendo además la importancia de la praxis como aspecto constitutivo de las relaciones sociales y determinante de las problemáticas y beneficios en el campo de la salud. (Breilh, J. 2004) Para efectos del presente trabajo se toman algunos elementos conceptuales de esta teoría (epidemiología crítica) y se tratan de poner a prueba en el análisis de las problemáticas sociales asociadas al campo de la recreación y el deporte. Cuadro No. 2. Esquema: Algunos elementos para el análisis Determinaciones generales Modelo económico, político y cultural Elementos ideológicos Recreación y Deporte Procesos Generales Modos de vida Existencia determinada de grupos constituidos históricamente. La praxis de los grupos con sus relaciones (de fuerza) y contradicciones La identidad cultural Estilos de vida La vida cotidiana de los Individuos y sus familias. Patrón familiar y personal de consumo Problemáticas sociales asociadas al campo 1 3 Las barras bravas A través de la historia han estado presentes deportes y equipos que lograron atraer multitudes de espectadores alrededor de sus actuaciones, se han dado procesos de identificación colectiva que en muchos casos desembocaron en manifestaciones de éxtasis y alegría o por el contrario en situaciones trágicas que cobraron vidas y pérdidas materiales. Los hinchas de un equipo de fútbol pueden ser arrastrados por los intereses y acciones del grupo al cual pertenecen, presentándose la posibilidad de realizar actos aceptados o recriminados socialmente. En ese sentido las ciencias sociales han tratado de explicar los hechos de violencia que han ocurrido al interior de los campos deportivos, así como en las tribunas. Un ejemplo de esta última situación se hace visible en la constitución y expresión de las “barras bravas”3 en Colombia y otros lugares del mundo. “El fenómeno de las barras bravas ha venido creciendo en Colombia, con tres características comunes e importantes: de un lado, son grupos de jóvenes seguidores de equipos locales; de otro, sus formas de expresión son muy similares, cambian los símbolos y las ciudades, pero no las formas de expresarse como barras bravas; y finalmente la violencia física y simbólica como una de sus maneras privilegiadas de expresión” (Clavijo P, J. 2004: 45) Las barras bravas se caracterizan por apropiarse de un terreno físico, simbólico y social, además de consolidarse alrededor de fuertes procesos de identidad, acompañadas de expresiones verbales agresivas y en algunos casos, protagonistas de enfrentamientos con grupos rivales. A pesar de estas caracterizaciones, no se podría decir que las barras bravas tienen como único fin 3 Estos grupos han sido denominados de diversas maneras según el país en el que se han originado, tales como hooligans en Inglaterra, barras bravas en Argentina, etc. 1 4 las expresiones de violencia física, pero sin duda, en el ámbito del fútbol, su presencia ha obligado a tomar medidas preventivas para evitar enfrentamientos físicos con grupos rivales, fuerza pública y daños materiales en bienes públicos y privados. El fútbol se convirtió a través de los años, en un espacio propicio para la identificación dentro de una lógica competitiva, donde los hinchas se identifican con la lucha y se sientes representantes ganadores o perdedores de un territorio, denominado institución, ciudad o país. La idea del fútbol como deporte, para quienes lo practican y como recreación, para los observadores, se complejizó de tal manera a través del tiempo, que más allá de ser una actividad que contribuye al bienestar, plantea problemáticas sociales, siendo una de las más importantes, las expresiones de violencia alrededor de las competiciones. En ese sentido se puede decir que en relación con el fútbol se han construido “prácticas sociales urbanas que aglutinan ciudadanos alrededor de nuevos referentes de pertenencia urbana, como son la confrontación de barras de equipos locales, las cuales expresan una inscripción a través de códigos simbólicos estructurados, en los que la violencia simbólica y física se ha vuelto una de sus características” (Ibíd.: 49) Jairo Clavijo tiene en cuenta para el análisis de las barras bravas en Bogotá dos categorías fundamentales: territorialidad e identidad. La territorialidad donde entran en juego las relaciones sociales dentro de espacios físicos (las tribunas de los estadios) y simbólicos (los grafitis) que dan cuenta de la apropiación de determinados lugares de la ciudad. La identidad urbana como la posibilidad de obtener reconocimiento y aceptación social por el hecho de respaldar al equipo de la ciudad; este hecho proporciona a los miembros de la barra brava, el derecho a ocupar determinados espacios y 1 5 manifestarse de manera agresiva y en algunos casos violenta. Al respecto señala Clavijo que “En general, a los integrantes de la barra les conviene para su sentido de diferenciación social, ser caracterizados por persistentes y agresivos alrededor del fútbol, por ello la violencia física y simbólica se constituye en una forma de marcaje y defensa de un territorio social.” (Ibíd.: 53) La identidad va más allá de la expresión a través de cantos y gestos que animan al equipo para alcanzar los triunfos deseados, para constituirse en un sentimiento de pertenencia relacionado con las huellas que dejan las relaciones entre las barras bravas y la sociedad, es decir la cultura; de tal manera que se construyen estilos de vida que determinan formas particulares de ver y significar el mundo. Teniendo en cuenta las anteriores categorías, las manifestaciones violentas pueden ocurrir en situaciones donde se vea amenazado el territorio y la identidad de la barra, razón por la cual las expresiones de violencia no ocurren de manera individual sino grupal. En este contexto, se puede establecer una importante relación antagónica entre el deporte como expresión de salud, bienestar y recreación, frente a las situaciones de violencia que surgen en procesos de identidad y lucha entre diferentes practicantes y seguidores de los equipos de fútbol. Tal como anota Edgar Mauricio Aranda, en su trabajo de tesis4, el fútbol más allá de ser un deporte se convirtió en un referente simbólico y valorativo central de la configuración de identidades populares. En ese sentido, en las barras bravas se puede identificar diversos lenguajes, que en su gran mayoría hacen referencia a la fuerza física, la agresividad y la virilidad. 4 Aranda, Edgar Mauricio (2006). Carnaval en la tribuna: fútbol academia y convivencia. Universidad Pedagógica Nacional. Biblioteca General. Registro 112221. Bogotá. 1 6 Las barras bravas se constituyen en grupos que adquieren identidad en relación con un equipo de fútbol, pero al mismo tiempo se conforman como un subgrupo que brinda a sus nuevos integrantes condiciones para construir identidad y dar sentido a la vida; muchas veces vacía, marginada y excluida de diferentes espacios sociales y culturales. Desde esta perspectiva, la violencia se puede interpretar como la expresión de inconformidades e insatisfacciones de muchos jóvenes barristas. La barras bravas en Colombia presentan algunas características tales como: sus integrantes pertenecen, en su gran mayoría, a estratos socio económicos 1 – 2, y generalmente están inmersos en dinámicas sociales y culturales que predisponen hacia la violencia; La edad de afiliación oscila entre los 15 y 19 años y la mayoría de sus integrantes son estudiantes de secundaria. (Aranda, E. 2006). Resulta importante señalar que los deportes tienen reglas y en situaciones de competencia, la trasgresión de éstas conduce a hechos de violencia, pero adicionalmente, los espectadores identificados con los competidores, pueden tener estas mismas reacciones cuando consideran que sus procesos de identidad han sido violentados, bien sea por sentir que el equipo fue objeto de injusticia, o porque la derrota no puede ser asimilada. La violencia en el fútbol se ha convertido en un problema de salud pública en la medida que afecta las condiciones de vida de las personas que asisten a los partidos de fútbol, así como aquellas que tienen relaciones laborales o de ubicación física relacionadas con los escenarios deportivos. En nuestro país ya se han reportado muertes de jóvenes que cayeron en los enfrentamientos de barras al interior de los estadios, así como en otros lugares de la ciudad o del país. Es el caso de aquellos enfrentamientos con víctimas fatales ocurridos en 1 7 carreteras, cuando las barras bravas se desplazan a otras ciudades con el ánimo de apoyar a sus equipos. El fenómeno de las barras bravas también tiene que ser analizado teniendo en cuenta dos importantes aspectos. El contexto de los países y territorios donde se exaltan los ideales de nación, patria, ciudad, club, territorio, entre otros; y las exclusiones sociales de determinados grupos de jóvenes, sobre todo en países que dan cuenta de altos índices de inequidad social. En este sentido, muchos jóvenes construyen nuevos simbolismos y dinámicas culturales contestatarias en relación con las culturas hegemónicas. “A lo largo de la historia del deporte, y específicamente en el fútbol, las clases sociales han tomado la fuerza de ingentes muchedumbres de jóvenes inflándoles nacionalismos, formando un pensamiento xenófobo y regionalista, así como principios racistas y discriminatorios” (Castro M, A. 2001: 43) Así, el deporte y particularmente el fútbol ha sido parte de conflictos políticos, no solo en ámbitos internacionales, sino también local, donde en muchas oportunidades, los ciudadanos se han enfrentado de manera violenta dejando desafortunados daños humanos y materiales. Los enfrenamientos de barras bravas en Colombia ya han sido tema de preocupación y atención por parte de las autoridades, en la medida que han aumentado, razón por la cual se han implementado diferentes estrategias que van desde el control a través de sus líderes, hasta la puesta en marcha de dispositivos de seguridad en los estadios. Son pocos los estudios e investigaciones que hasta el momento se han realizado en el país sobre el tema de las barras bravas, pero los existentes brindan 1 8 importantes aportes para la comprensión e incorporación de sus dinámicas en los modos de vida constitutivos de las ciudades. Consumo de alcohol y sustancias psicoactivas en escenarios recreativos como determinantes de violencia` En los últimos quince años, la mayoría de países de América Latina han sufrido significativas transformaciones en la formulación e implementación de políticas que favorezcan la participación social de los diferentes grupos poblacionales. Es así, como en Colombia, a partir de la Constitución de 1991, se abrieron nuevos espacios de participación para las comunidades indígenas, negritudes, discapacitados y en general las denominadas minorías; en ese contexto, se planteó la necesidad e importancia de incluir, de una manera más activa en el desarrollo del país, a los jóvenes, para lo cual se formularon e implementaron políticas que dieran cabida a su formación, creatividad y participación política en el ámbito de los derechos ciudadanos. “……El estado contribuirá a la organización, promoción y capacitación de las asociaciones profesionales, cívicas, sindicales, comunitarias, juveniles……. Con el objeto de que constituyan mecanismos democráticos de representación en las diferentes instancias de participación, concertación, control y vigilancia de la gestión pública que se establezcan” (Del Artículo 103. Constitución Política de Colombia 1991) Se puede decir que en los últimos años, los jóvenes se convirtieron en una población fundamental para el desarrollo del país, asunto que ha implicado importantes esfuerzos para asumir los cambios y transformaciones permanentes de la juventud, dentro de las dinámicas sociales y culturales. Esta situación se hace visible a través de la institucionalización del cambio y la centralidad del conocimiento como motor del crecimiento, signos que colocan a la juventud en 1 9 una situación de privilegio para aportar al desarrollo; la juventud pasó a ser una población cuya dinámica se articula de manera natural al ritmo del tiempo. (Rodríguez, E. 2002) Paradójicamente la juventud enfrenta difíciles situaciones que la colocan en riesgo de exclusión social, debido a las dificultades para acceder al sistema educativo y laboral. Cada vez se reportan mayores índices de deserción escolar y desempleo, lo cual trae como consecuencia una baja calidad para los sistemas productivos y por lo tanto, situaciones de marginación dentro de la estructura social. Esta situación no es ajena a las formas de organización social que desde una lógica competitiva, genera altos índices de inequidad en las diferentes áreas del desarrollo humano. “Se da aquí otra paradoja porque las condiciones de exclusión social que afectan particularmente a las juventudes populares urbanas, se acompañan de un nivel de exposición inédito a propuestas masivas de consumo, y de una centralidad igualmente inédita de la cultura juvenil en la sociedad. Todo ello define una situación de anomia estructural, en la cual los jóvenes tienen una relativamente alta participación simbólica en la sociedad que modela sus aspiraciones, y una participación material que no permite la satisfacción de esas aspiraciones por cauces legítimos. La combinación de todos estos elementos contribuye a la formación de subculturas marginales, de pandillas y barras que tienen códigos propios, subculturas que suelen incorporar y consolidar en el tiempo, los hábitos y comportamientos que surgen como correlatos socialmente disruptivos de las situaciones de marginalidad y exclusión social. Lo dicho plantea problemas serios, en la medida en que la cristalización de las subculturas marginales 2 0 no solo impide que los jóvenes aporten al funcionamiento de la sociedad, sino que erosiona la trama social y las normas de convivencia y motoriza el reforzamiento de la segregación y la segmentación” (Ibíd.: 3) El análisis de las dinámicas de participación simbólica y material de la juventud en la sociedad implica tener en cuenta varios componentes de un proceso complejo, de lo contrario se corre el riesgo de satanizar tanto a la juventud, como a sus producciones y consumos, pero más allá de tal reconocimiento, no se puede negar las problemáticas que enfrentan algunos grupos de jóvenes debido a la exclusión social; algunas de las consecuencias de tal situación son la conformación de grupos que chocan con las normas establecidas por la sociedad. Pero es importante reconocer las confrontaciones de algunos jóvenes, no solo como reacción a las posibles exclusiones, sino también como parte de una construcción cultural que responde a lo que Jesús Martín denominó “contracultura política”, para hacer referencia al abandono discursivo de la política y reencontrarse más bien, en los de la cultura donde el debate y la lucha se hacen desde el cuerpo y la escuela (Martín, J. 1998). El reconocimiento de las culturas juveniles ha impactado en el desarrollo de políticas desde donde se han propuesto diferentes espacios de vinculación y participación desde el consumo y el hacer cultural juvenil. Allí se puede mencionar las actividades recreativas, dentro de las cuales se encuentran los conciertos, los deportes, las producciones artísticas escénicas (festivales de teatro juvenil, danza, música), entre otras; estas actividades además de contribuir a la inclusión social y bienestar de los jóvenes, se constituyen en procesos protectores frente a problemáticas juveniles. 2 1 A pesar del reconocimiento social de las actividades recreativas para la juventud, existen grupos que cuestionan y critican de manera contundente algunas de estas propuestas, es el caso de los conciertos de rock donde consideran que se fomenta el consumo de drogas y alcohol o la violencia entre los jóvenes. “…hay otro preocupante fenómeno social que tiende a generalizarse: el consumo de bebidas alcohólicas en espacios recreativos y de esparcimiento donde los participantes, espectadores o asistentes asumen, como una condición necesaria para pasarla bien, el empleo de sustancias tóxicas” (García, J. 2006:1) Desde esta perspectiva se puede plantear la existencia de problemas sociales asociados a los conciertos de música masivos, donde algunos jóvenes complementan el disfrute de la música con el consumo de drogas lícitas (alcohol y cigarrillos) e ilícitas (marihuana, cocaína, anfetaminas, éxtasis, alucinógenos, entre otras), pero más allá de tales riesgos también es importante señalar que subyace en estos planteamientos, una posición que sataniza los espacios recreativos por la posibilidad y la realidad del consumo. Si bien puede parecer que se trata de un riesgo social relacionado con la recreación, habría que separar o al menos relativizar el determinismo fundante de toda conducta humana. Siguiendo en esta misma perspectiva no cabe duda, que muchos espacios recreativos, en razón de las relaciones comerciales, son objeto de publicidad y comercialización de bebidas alcohólicas; al respecto no es distante la realidad colombiana en relación con el patrocinio de las grandes empresas de cerveza y aguardiente del país hacia muchas ferias populares, conciertos y otros espacios de recreación. Pero esta realidad debe ser leída desde la construcción de procesos sociales más complejos, donde la historia misma y sus huellas en la cultura han posibilitado en algunos casos, la relación entre recreación y consumo de drogas legales /o ilegales. 2 2 La relación cultura – industria se retroalimentan continuamente ya que no es posible una oferta de consumo a espadas de las formas de relación y construcción simbólica en espacios y grupos determinados históricamente. Así, si bien los jóvenes pueden ser objeto de oferta del consumo de drogas lícitas e ilícitas, y frente a esto no se niegan los riesgos sociales, también habría que reconocer las posibilidades de reacción por parte de los jóvenes, quienes en su gran mayoría evitan el consumo. Un grupo de investigadores españoles menciona los riesgos del consumo de drogas en jóvenes, y la relación existente con espacios recreativos: “No cabe duda de que actualmente los fines recreativos son seguramente, junto al control de la ansiedad, uno de los motivos más frecuentes de uso de drogas psicoactivas en muchos países, incluida España. Por otra parte, hay bastante coincidencia temporal entre la extensión del consumo de estas drogas y el desarrollo de la industria del ocio y el espectáculo, caracterizada por la intensa mercantilización de los espacios de encuentro (macrodiscotecas, conciertos masivos, pubs, etc.), y la venta de emociones fuertes y rápidas de todo tipo. En este ambiente, algunas drogas psicoactivas se han colado como un complemento o instrumento más al servicio de la diversión y el espectáculo. Se han diseñado nuevos productos, o se han buscado usos nuevos a productos ya existentes.” (Infante, C. Barrio, G. Martín, E. 2003: 78) Los anteriores planteamientos obligan a revisar la situación colombiana y particularmente el caso de la ciudad de Bogotá, que si bien no se tienen datos cuantitativos asociados al consumo de drogas en espacios y eventos recreativos, no debe pasarse por alto la situación general relacionada con el consumo, al momento de formular políticas públicas en el campo de la recreación. A pesar de no contar con información específica, en este punto resulta conveniente tener en 2 3 cuenta los indicadores y datos sobre consumos de sustancias psicoactivas en jóvenes escolares de12 a 17 años del año 20045: Tabla No. 2 PREVALENCIAS DE CONSUMO GLOBAL Y ESPECÍFICO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS LÍCITAS E ILÍCITAS Y EDADES DE INICIO Prevalencias Alcohol Cigarrillos Tranquili. Estimulan. Marihua. Éxtasis Alucinóg. Cocaína Prevalencia de 74.9 46.1 9.9 5.6 7.6 3.3 2.1 1.8 61.9 30.6 6.3 3.2 6.6 2.8 1.8 1.6 50.3 22.7 5.0 2.7 2.2 0.8 --- --- 12.3 12.7 12.7 12.7 14.0 14.3 13.9 14.2 vida (%) Prevalencia de 12 meses (%) Prevalencia de 30 días Edad promedio de inicio (años) Los anteriores datos plantean situaciones críticas dentro del contexto general del país, sobre todo para los casos de consumo de alcohol y cigarrillos. No deja de 5 Encuesta Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Jóvenes Escolares de 12 a 17 años. Colombia, 2004. En: Situación de Salud en Colombia. Ministerio de la Protección Social, indicadores básicos 2006. 2 4 preocupar el consumo de otras drogas, teniendo en cuenta la edad promedio de inicio. Sin lugar a duda, el consumo de alcohol (50.3% de los encuestados reportaron consumo en los últimos 30 días) y cigarrillos (22.7% reportaron consumo en los últimos 30 días) muestra que los adolescentes presentan un consumo elevado y que el inicio de consumo es temprano (alrededor de los 12 años y medio). Desde esta perspectiva, se puede suponer que estos adolescentes podrían ser consumidores de alcohol y cigarrillos en actividades recreativas como conciertos, en la medida que se les facilite su consumo. Así mismo se sabe que el alcohol y otras drogas son facilitadores de pérdida de control en situaciones de riesgo, lo que puede conducir a lesiones humanas y daños materiales, sobre todo cuando se trata de eventos masivos. En lo que respecta a las cifras de consumo de marihuana, éxtasis y alucinógenos, son inferiores a las de alcohol y cigarrillo, pero no se podría desconocer el riesgo del consumo sobre todo en eventos que aglutinan multitudes. Diferentes investigaciones en España han ilustrado sobre la relación entre las drogas legales e ilegales y el contexto de consumo (Gamella, Jf, 1999. Calafat, J.M. 2000. Elzo, J. Vielva I, 1998), sobre todo haciendo referencia a las denominadas “marchas” dentro del ocio de fin de semana. Se reconoce que los contextos resultan determinantes en el mercado y consumo de drogas para los jóvenes, razón por la cual se requiere un tratamiento transdisciplinar que tenga en cuenta aspectos jurídicos y sociales. La realidad colombiana amerita estudiar con mayor detenimiento los problemas sociales relacionados con las actividades recreativas que reúnen multitudes de jóvenes. Tal como se dijo anteriormente, es necesario reconocer las dinámicas 2 5 culturales y sociales como determinantes de problemáticas en diferentes campos humanos, pero al mismo planear e implementar acciones que contrarresten el consumo de drogas y sus problemáticas asociadas en los espacios de recreación juvenil. Doping y consumo de esteroides y anabólicos El consumo de esteroides anabólicos en las prácticas deportivas de competición y de tipo recreativo, se ha incrementado en los últimos treinta años, convirtiéndose en un problema de salud con gran impacto en los diferentes grupos sociales. Se puede decir que esta situación está relacionada con diferentes situaciones y determinantes que van desde los dominios y procesos generales en el orden social, político y económico, pasando por los dominios particulares de los grupos de deportistas y aficionados, hasta los estilos de vida personales donde cada uno toma decisiones y asume riesgos en el campo social y de la salud. El consumo de esteroides anabólicos, el cual se consideraba específico de los deportistas de competición, también se ha reportado y aumentado en el campo de entrenamiento de usuarios recreativos que asisten a gimnasios o a los llamados centros fitness. Una de las razones por lo cual se presenta esta situación, es que en algunos de estos centros se estimula el rendimiento físico más allá de los parámetros establecidos y la transformación del cuerpo a través del aumento de la masa muscular tanto en hombres como en mujeres, buscando de esta manera acercarse a ideales construidos socialmente. “El consumo de esteroides anabólicos está proliferando dentro del campo de entrenamiento en usuarios recreativos. Este fenómeno es debido a sus potentes efectos sobre aspectos estético-corporales (reducción de masa grasa 2 6 y aumento de masa muscular) así como aumentos en el rendimiento del entrenamiento” (Chulvi, I. Pomar, A. Pomar, R. 2007). Investigadores como Parkinson y col en el año 2006 (citado por Chulvi, I. Pomar, A. Pomar, R. 2007), realizaron una encuesta a 500 usuarios recreativos sobre el consumo de esteroides anabólicos androgénicos (EAA) y obtuvieron resultados que generan gran preocupación por sus efectos negativos. Reportaron: Abuso de sustancias sin prescripción médica, 1 de cada 10 sujetos que se inyectan, lo hacen con técnicas peligrosas Las sustancias más extendidas son la hormona de crecimiento y la insulina De los consumidores, la mayoría percibía subjetivamente mejoras Más del 70% experimentó al menos 3 o más complicaciones El 96% admitió que de forma paralela las sustancias dopantes tomaba drogas El 50 % admitía que había adquirido de forma ilegal dichas sustancias Otros estudios como el realizado por Tricker y Connolly (1997) en los Estados Unidos (citado por Meldrum, R y Feinberg, J en 2002) reportan el uso de doping en un 8% en deportistas alguna vez en la vida, el 1% durante los últimos 6 meses y un 12% en riesgo de consumo. El consumo de estas sustancias se realiza de forma no médica, lo cual puede traer consecuencias negativas para la salud, dentro de las que se señalan la atrofia testicular, ginecomastia, problemas y disfunciones cardiovasculares, alteraciones psicológicas, problemas sociales etc. (Chulvi, Ivan y otras, 2007). Además de los efectos negativos para la salud se considera que el consumo de sustancias esteroides anabolizantes conduce a problemáticas sociales en los campos de la competición, debido a las implicaciones éticas y económicas que 2 7 ser articulan a cuestionamientos sobre las condiciones de equidad en los espacios deportivos. Frente a tal situación y sus problemáticas asociadas, algunos investigadores se han preocupado por indagar acerca de las razones del consumo de estas sustancias. Carlos D´Angelo, Mónica Napolis y Diana Solis (2005) realizaron una investigación en Argentina, donde exploraron acerca de la percepción social sobre el doping por parte de un grupo de estudiantes de educación física. La investigación plantea aspectos interesantes, en la medida que explora las representaciones sociales de estudiantes universitarios que en un futuro serían los encargados de formar deportistas, orientar la formación física y corporal en jóvenes escolares, participar en la formulación de políticas sobre la recreación, el deporte y la actividad física entre otras. Por lo tanto, la exploración tenía una función preventiva. Además, la exploración de representaciones sociales implica conocer acerca del conocimiento común que construyen las personas socialmente y que sirve para orientar sus actuaciones en los contextos donde se sitúan (Jodetet, D. 1984). En ese sentido, la investigación exploraba sobre esas construcciones mentales por parte de los jóvenes, las cuales muchas veces están distantes de los discursos normativos o las actuaciones consideradas como normales en el marco de la sociedad. Para la realización de la investigación se utilizó un instrumento (cuestionario autoadministrado) de ocho preguntas abiertas y cerradas, el cual se le aplicó a 368 jóvenes estudiantes de Educación Física (56% hombres y 44% mujeres) cuyos rangos de edad osciló entre los 15 y 25 años con promedio de 19 – 20. Los resultados de la investigación mostraron que las representaciones sociales que tenían los estudiantes acerca del doping, correspondían a una decisión personal; es decir que situaron el consumo como producto de la decisión que 2 8 toman los deportistas para alcanzar determinados logros. Además de estos resultados, también informaron que los deportistas tomaban la decisión de consumir doping debido a la presión social. Si bien, los estudios sobre representaciones sociales no dan cuenta necesariamente de las actuaciones de la gente, sirven para tener conocimiento sobre lo que piensan frente a un determinado evento (sobre el uso del doping en este caso). En esa medida se resalta la importancia de propiciar nuevas construcciones simbólicas sobre la recreación y el deporte, a los estudiantes de educación física y áreas afines. En la medida que el consumo de doping se asume como un problema de cada individuo, se necesita un trabajo desde las universidades y escuelas de formación, sobre los efectos sociales del consumo y las problemáticas éticas en el campo. Otro estudio que indagó acerca de las razones por las cuales los deportistas universitarios consumían esteroides anabólicos (Ver, Meldrum, Russell y Feinberg, Judy R. 2002), mostró una gran preocupación por la penalización, más no por los efectos o consecuencias que pudieran tener para la salud. En ese sentido, los deportistas se preocupaban más por encontrar formas para no ser detectados, que decidir sobre el abandono del uso de esteroides anabólicos. Así mismo, otros estudios muestran que las evaluaciones de doping no son suficientes para controlar su uso, ya que muchos atletas y entrenadores exploran los medios para tratar de burlar los resultados positivos que puedan surgir desde las evaluaciones (Ver Tricker, R., & Conolly, D. 1997). En este punto es importante resaltar la ideología que se puede identificar en algunos entrenadores y deportistas frente al uso del doping ya que predomina el interés por el rendimiento físico a pesar de que puedan existir problemas de 2 9 salud. Los estudios indican que no es suficiente castigar cuando los resultados de las pruebas antidoping resultan positivos, sino educar para construir una relación diferente con el deporte. Estos propósitos se dificultan cuando el deporte se propone como un producto comercial y se enaltecen los logros en las competencias, más allá de las posibilidades humanas. En el contexto nacional vale la pena citar la investigación realizada por Cano, Marín y Sánchez en 2003, referente al uso de esteroides anabólicos en los gimnasios de los municipios de Manizales y Villamaría en Caldas, Colombia. Se trata de un estudio empírico analítico y transversal sobre el uso de esteroides anabólicos con la participación de 134 personas. Los resultados reportaron que el 17.8% de los encuestados informan usar o haber usado esteroides anabólicos. Hace referencia además a la cantidad de uso: “Las dosis que se están empleando son marcadamente superiores a las recomendadas. El principal motivo es aumentar la masa corporal para competencias y fines estéticos. La mayoría de usuarios desconoce los efectos adversos de estas sustancias, excepto las que afectan la función sexual” (:28) Esta investigación mostró que la mayoría de los usuarios de esteroides anabólicos solo conocen de los efectos negativos a nivel de la función sexual, pero desconocen acerca de otras problemáticas tales como peliosis y cirrosis, alopecia, disminución de lipoproteínas de alta y baja densidad, hipertrofia cardiaca, aumento del colesterol, ginecomastia, acné y agresividad, entre otras. Se podría decir que el uso de sustancias doping en el deporte no ocupa solamente los espacios de entrenamiento y competición profesional, sino otros espacios que antes no habían sido reconocidos. En ese sentido y desde la salud pública se advierte sobre las problemáticas que puedan surgir. 3 0 Teniendo en cuenta los dominios planteados con anterioridad, el consumo de sustancias doping está relacionado con procesos de orden general que involucra ideologías, políticas y competición; se reconoce también su relación con los modos de vida que se constituyen en diferentes grupos sociales y que incorporan modelos de vida e ideales del cuerpo – tanto en apariencia como en rendimiento físico - . Así, el consumo de estas sustancias se problematiza según los contextos donde ocurra, y pone en juego elementos ideológicos, culturales, económicos y deportivos, razón por la cual es necesario profundizar en su comprensión en las dinámicas deportivas, para tratar de proponer salidas que vayan más allá de la penalización. Los problemas de alimentación: Estados Anoréxicos vs. Imagen Corporal No muy distante de la anterior problemática se presentan aquellas relacionadas con las rupturas entre el cuerpo ideal - como una construcción social - con la realidad; se puede decir que existe un cuerpo en la mente de las personas –una imagen corporal – que se enfrenta desde el deseo, a la realidad del propio cuerpo. En el presente documento se quiere enunciar este tipo de problemáticas, pero no se desarrollará en la medida que es necesario explorar varios campos para determinar si realmente se puede considerar un problema social relevante asociado al campo de la recreación y el deporte. Las ciencias sociales y las de la salud principalmente, han abordado este tema desde hace muchos años, atendiendo a la relación entre el cuerpo ideal construido socialmente por la publicidad y la salud. La búsqueda de ese cuerpo que promocionan los medios publicitarios, lleva a que algunas personas traten de alcanzarlo, alterando los estilos de vida que en situaciones críticas ponen en riesgo la salud. 3 1 Vikki Krane y col. en 2001, señalaron las problemáticas que enfrentan algunas mujeres deportistas y no deportistas, al tratar de transformar sus cuerpos en busca de ese ideal y entre sus conclusiones señalaron la importancia de una mayor comprensión acerca de la propia imagen corporal por parte de quienes practican deporte, en la medida que en algunas ocasiones se presentan comportamientos que atentan contra la salud . En los últimos veinte años, sobre todo en las sociedades occidentales, el cuerpo humano se constituyó en un objeto que puede ser transformado – según algunos medios de comunicación -, y para ello las personas pueden intentar a través de dietas, ejercicios y cirugías intentarlo. Un ejemplo de esta situación son las televentas (gimnasio total, perder de peso en pocos días, conseguir una silueta ideal….) y otros mensajes publicitarios que subrayan el logro fácil del cuerpo ideal (Bordo, 1983). En ese contexto se ubican algunos casos de personas que asumen rutinas alimentarias que atentan contra la salud bien sea por orientación externa o por su propia decisión. El rendimiento físico en el deporte relacionado con la imagen corporal y las presiones culturales del ideal del cuerpo, pueden llegar a incidir en la aparición de estados mentales no saludables, acompañados de problemáticas en la alimentación y la actividad física. (Krane, Vikki y col. 2001). La profundización en este tema implica la revisión en otros campos de los cuales no se ocupa el presente documento, además de reconocer que en la exploración documental realizada, no existe mucha información sobre el tema en el contexto nacional. Los accidentes en las prácticas deportivas y recreativas 3 2 Los accidentes en las prácticas deportivas y recreativas pueden ocurrir por diversas razones tales como una inadecuada orientación a los practicantes (por parte de entrenadores u orientadores), instalaciones deportivas o recreativas inseguras y diferencias en las habilidades de los practicantes. Al respecto es importante señalar que según un estudio realizado en los Estados Unidos de Norteamérica por la Asociación Nacional de Entrenadores de atletismo y la Fundación Educativa NATAREF, se reportó que aproximadamente tres cuartas partes de niños entre los 5 y 15 años, son atendidos en centros hospitalarios, por lesiones en prácticas deportivas. Menciona además que ni los entrenadores, ni los padres de familia están preparados para manejar las situaciones de emergencia ocurridas en parques y en escenarios deportivos. (Hunt, 2001, citado por Gershom, R. Peer, K. 2003) Según los comunicados sobre accidentalidad de niños preescolares y escolares en los Estados Unidos de Norteamérica, cerca de 200.000 accidentes ocurren anualmente en parques infantiles. El 35% de estos accidentes se consideran graves, el 3% requieren hospitalización y cada año aproximadamente 20 niños y niñas mueren por este tipo de accidentes, siendo la causa primordial, en un 75 % de casos, las caídas de juegos asociadas a lesiones cerebrales. Se destacan como consecuencias relacionadas con este tipo de accidentes, las fracturas, las contusiones, dislocamientos, amputaciones y lesiones internas. 6 Se estima que aproximadamente el 40% de los accidentes en estos ambientes, son el resultado de una supervisión inadecuada, lo cual implica la necesidad de ajustar los procedimientos de formación y acompañamiento. (Harada, M.J. y otros. 2003). 6 Fuente: Centers for Disease Control and Prevention. Playground safety [serial online] 2000 May [cited 2007 diciembre 12]. Available from: URL:http://www.cdc.gov/safeusa/playgro/playgrou.htm 3 3 Teniendo en cuenta que los Estados Unidos es una de los países con mayor protección y seguridad hacia la población infantil en lo que respecta a juegos en parques infantiles, se puede suponer una accidentalidad mayor en países como Colombia, que desafortunadamente no cuentan con información sistematizada al respecto. Mas allá de las consecuencias médicas de la accidentalidad en parques infantiles, se puede decir que estas problemáticas se constituyen en una problemática de salud relacionada con los modos de vida de los grupos en los diferentes contextos sociales, en la medida que se presentan en la cotidianidad de personas que buscan en los parques actividades recreativas y deportivas; estos espacios no siempre cuentan con las condiciones de seguridad lo cual se refleja en el mal estado de las instalaciones físicas y la ausencia de información u orientación por parte de personas expertas. Al respecto Julio y Pedro Angel de la Universidad de Jaén plantean las problemáticas de las prácticas deportivas y recreativas en contextos escolares cuando no se tienen los implementos e instalaciones adecuadas “Centrándonos en el ámbito de la educación física, las máquinas (móviles, canastas, bancos, porterías, trampolines….) interaccionan lógicamente con el ser humano, en este caso, el diferente profesorado y alumnado. Esta relación condiciona el uso adecuado o inadecuado de las máquinas, ello retornará de manera negativa (riesgosa) o, positiva en el usuario de éstas. Por poner algunos ejemplos, cuando las porterías están en mal estado y, además, el usuario realiza acciones irracionales sobre ellas la interacción entre ambos elementos es muy negativa” (Angel, J. Anel P. 2004: 2) Desde esta perspectiva, no se trata solamente del uso instrumental de máquinas para hacer educación física o actividad deportiva, se trata de un asunto más 3 4 ecológico en la medida que se cuestiona la interacción del hombre con los implementos y la posibilidad de su apropiación en condiciones de seguridad. Si se aplica esta mirada a las condiciones de los parques públicos, donde adultos y niños asisten para realizar actividad física, jugar o simplemente entretenerse, habría que pensar en las condiciones de seguridad y bienestar que posibilite el parque. Las evoluciones y desarrollos de los diferentes grupos sociales en relación con la recreación y el deporte, han posibilitado la aparición de nuevas prácticas, muchas de ellas de alto riesgo físico. Si bien las nuevas prácticas o deportes de riesgo se toman los espacios disponibles, las condiciones para sus prácticas no siempre son favorables debido a la falta de instalaciones seguras. Es necesario articular el surgimiento de estas actividades con condiciones favorables para sus prácticas, reconociendo la diversidad social y cultural que las envuelven. En ese sentido vale la pena señalar las gestiones desarrolladas en el ámbito político donde se han propuesto, para la ciudad de Bogotá, proyectos que han buscado impulsar los deportes extremos, llamando la atención sobre la necesidad de brindar a los deportistas, vigilancia, control, seguridad y espacios adecuados para las prácticas. 7 Este tipo de deportes requieren escenarios, aditamentos y condiciones favorables para que sus prácticas sean seguras y se pueda establecer un manejo de los índices de accidentalidad. Se podría decir que los deportes extremos son un buen ejemplo de unión entre las nuevas prácticas deportivas como parte de los desarrollos sociales con las problemáticas de salud; aquí esas problemáticas se establecen como parte de los desarrollos lógicos de la 7 Al respecto se puede poner como ejemplo, el un Proyecto de Acuerdo presentado al Concejo de Bogotá en el año 2006, por parte de Hernán Redondo, María Clara Ramírez y Omar Mejía, “Por medio del cual se fomenta la práctica del deporte extremo en Bogotá” 3 5 sociedad y particularmente los jóvenes, razón por la cual, las políticas de recreación y deporte deben contemplar la seguridad para las mismas. “Es importante comentar que son muchos y diferentes los deportes extremos y que en cada uno de ellos para practicarlos, se necesita una serie de aditamentos y una infraestructura que amerita proporcionar capacitación para instructores, adquisición de elementos, aparatos, adecuación de terrenos, etc”. (:4) “Así mismo, al buscar impulsar los deportes extremos es imprescindible que la Administración brinde vigilancia, control y seguridad a los deportistas, para evitar malas prácticas con altos riesgos para la salud generando la confianza absoluta que los practicantes necesitan para hacer más llamativa su participación. De igual manera, implementar reglas para la práctica de estos deportes a los menores de edad, con el consentimiento de sus personas responsables, así como también que quienes intervengan en estas prácticas ya sean instructores, capacitadores y los mismos deportistas sean sus mismos responsables, pues toda consecuencia física, síquica, material…” (:5) (Redondo, H. Gómez, M. Mejía, O. 2006) Finalmente habría que plantear la importancia de trabajar en la seguridad de los parques infantiles para diferentes prácticas deportivas y recreativas, así como la necesidad de formar instructores y orientadores con el propósito de que orienten a los niños, niñas y jóvenes de ambos sexos, así como a sus tutores, maestros(as) y padres de familia. Recomendaciones y líneas de trabajo 3 6 La anterior revisión documental sirve de base para profundizar y ampliar las indagaciones acerca de las problemáticas sociales relevantes asociadas al campo de la recreación y el deporte, como un parte fundamental en la elaboración de un diagnóstico para la ciudad de Bogotá. Si bien existen otras problemáticas explicitas en Estados Unidos y otros países de Europa, como es la exclusión y discriminación en la recreación y el deporte por raza y género, en Colombia no se cuenta con suficiente literatura que desarrolle o indague sobre esta problemática. Esto no quiere decir que se desconozca, pero si es necesario explorar en otras bases de datos y fuentes documentales a las que aquí se han utilizado. El presente trabajo sirve para dos cosas fundamentalmente; por un lado se constituye en una base para profundizar en el conocimiento de las problemáticas presentadas y por otro, para iniciar el desarrollo de líneas de trabajo que aporten a la seguridad en las prácticas recreativas y deportivas para la ciudad de Bogotá. En este sentido, a continuación se señalan algunos procesos que aportan a las políticas públicas en el campo de la recreación y el deporte. Antes de hacer referencia a estos procesos, no sobra insistir en que éstos deben reconocer e inscribirse en los dominios general y particular (modos y estilos de vida), lo cual posibilita ir desde lo general a lo particular y viceversa: Investigación. La revisión realizada indica que la investigación sobre las problemáticas sociales relevantes asociadas al campo de la recreación y el deporte es muy pobre aún en Colombia. Se carece de datos (cuantitativos y cualitativos) desde donde se pueda tomar decisiones que favorezcan las actividades deportivas y recreativas para los ciudadanos de una manera segura 3 7 y constructiva. Es necesario acompañar la formulación de políticas en el campo de la recreación y el deporte con procesos investigativos cualificados. Participación. Es conveniente indagar con los ciudadanos que practican actividades deportivas y recreativas, acerca de las problemáticas que consideran significativas y que afectan su calidad de vida. Así mismo la participación de la comunidad a través de las formas organizativas en las diferentes localidades de la ciudad, posibilita un mayor conocimiento acerca de las problemáticas sociales relevantes asociadas al campo de la recreación y el deporte, como también asumir responsabilidad ciudadana. Un ejemplo de esta situación es la convocatoria a espacios de reflexión, discusión y mediación sobre problemáticas concretas con grupos de jóvenes miembros de barras bravas, grupos musicales, pandillas juveniles y grupos de deportistas entre otros. Divulgación e información. La divulgación y la información sobre las problemáticas sociales y de salud relacionadas con la recreación y el deporte deben ser procesos permanentes. Si bien no se desconoce el trabajo realizado hasta el momento, debe ser parte de la política la información y divulgación sobre todo cuando se pone en riesgo la integridad física y psicológica de los ciudadanos, así como del medio ambiente. La información debe ser un proceso constructivo que alcance los dominios generales, pero que también transforme los modos y estilos de vida de los ciudadanos. Formación. Uno de los procesos fundamentales para minimizar el impacto y las consecuencias de los problemas sociales asociados al campo de la recreación y el deporte es la educación. Por esa razón, debe existir una relación estrecha 3 8 entre la Secretaría de Cultura, recreación y Deporte de Bogotá, con las instituciones e instancias educativas y de salud tales como Ministerio de Educación Nacional, Ministerio de la Protección Social, Secretaría de Salud Distrital, Secretaría de Educación Distrital, universidades, Centros de formación docente en las áreas de la recreación y el deporte, entre otros. El papel de la Secretaría de Cultura, recreación y deporte en esa relación será de informar, planear y desarrollar conjuntamente líneas de trabajo que minimicen los problemas sociales relacionados con las prácticas deportivas y recreativas en la ciudad. Organización y control. La ciudadanía sobre todo los niños y jóvenes deben construir procesos de autoregulación en la práctica y/u observación de actividades recreativas y deportivas, de tal modo que se respeten los deberes y derechos comunes. Este proceso encuentra posibilidades de realidad desde la puesta en práctica de valores ciudadanos que conduzcan al disfrute, crecimiento y respeto por los demás. Financiación. La formulación e implementación de una política pública de recreación y deporte que incluya procesos que minimicen las problemáticas sociales, necesita de recursos para poner en marcha programas y planes de trabajo con las entidades públicas y privadas así como con la comunidad. Este proceso no puede ser comprendido como un gasto exclusivo, sino como una inversión, ya que disminuye costos en la atención en salud, daños en los bienes públicos, así como en la integridad física y psicológica de la comunidad. 3 9 Referencias bibliográficas Acero, Hugo (2003). Violencia, seguridad y salud. En: Restrepo, Helena. E. Málaga, Hernán. Promoción de la Salud: Cómo construir vida saludable. Editorial Médica Panamericana. Bogotá. Ángel, Julio. Ángel, Pedro (2004). Riesgos en la Práctica físico-deportiva escolar (poster). En: análisis de los recursos materiales y didácticos en Educación Física según el criterio de seguridad. Aranda R, Edgar Mauricio (2006). Carnaval en la tribuna: fútbol, academia y convivencia. Tesis. Universidad Pedagógica Nacional. Biblioteca General. Registro 112221.l Bogotá. Breilh, Jaime (2004). Epidemiología crítica. Ciencia emancipadora e interculturalidad. Lugar Editorial. Buenos Aires. Cano Ospina, Jiovany. Marín Martínez, Jaime Andrés. 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Karen, David. Sport and Society. En: Annual Reviews Social. 2001. p, 187-212 4 3 Anexo No. 1 Bases de datos consultadas: • Jstor (Consultados 100 títulos, 18 abstracts, 8 artículos) • Pro quest (Consultados 166 títulos, 25 artículos) • Blackwell (Consultados 261 títulos. 38 abstracts, 12 artículos) • Doaj: Directory of open acces journals / revista The Sport Journal (consultados 80 títulos, 28 abstracts, 15 artículos) • Fuente académica (Revisados 363 títulos, 16 abstracts, 9 artículos) • Google académico (Revisados 130 títulos) Términos de búsqueda empleados: • Problems associated with recreation and sport • Social problems associated with the field of recreation and sport • Social problems associated with recreation and sport • Social problems related to recreation and sport • Risk of sport and recreation • Problems of sport and recreation • Recreation and sport – social problems • Negative effects of recreation and sport • Negative social effects of recreation and sport • Riesgos sociales – recreación – deporte • Riesgos sociales – recreación • Riesgos sociales – deporte • Problemas relacionados – recreación – deporte • Salud pública – recreación – deporte • Riesgos – recreación – deporte • Problemas asociados – recreación – deporte 4 4 • Violencia – escenarios deportivos • Barras bravas 4 5