conceden pensión de invalidez, en aplicación del

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República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN LABORAL
GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA
Magistrado Ponente
SL7942-2014
Radicación n.° 43817
Acta 21
Bogotá, D.C., dieciocho (18) de junio de dos mil catorce
(2014).
Decide la Corte el recurso de casación interpuesto por
Brocardo Antonio Tabares Gómez, contra la sentencia
proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Medellín, el 30 de julio de 2009, en el
proceso ordinario que instauró contra el Instituto de
Seguros Sociales.
Radicación n.° 43817
I. ANTECEDENTES
Brocardo Antonio Tabares Gómez llamó a juicio al
INSTITUTO DE LOS SEGUROS SOCIALES, con el fin de que
se le condenara a reconocer y pagar la pensión de invalidez,
con las mesadas adicionales de junio y diciembre, a partir
del 2 de marzo de 2006, así como los intereses moratorios y
las costas del proceso.
Fundamentó sus peticiones, básicamente, en que
estaba afiliado para los riesgos de IMV en el régimen de
prima media con prestación definida administrado por el
ISS; que nació el 8 de octubre de 1954; que el 3 de abril de
2006, medicina laboral del ISS, determinó que tiene una
pérdida de capacidad laboral del 59.85% de origen común,
con fecha de estructuración el 2 de marzo de 2006; que
solicitó al ISS, la pensión de invalidez de origen común y
mediante resolución número 002704 del 15 de enero de
2007, se la negó con el argumento de que cotizó 1076
semanas para IVM desde la fecha en que cumplió 15 años
de edad y la fecha de la primera calificación, de las cuales
cero (0) corresponden a los 3 años anteriores a la de
estructuración del estado de invalidez, siendo su última
cotización en diciembre de 2002, que tiene derecho a recibir
la pensión de invalidez con fundamento en el principio de la
condición más beneficiosa, desarrollado por la Corte en
casos análogos, pues aunque no cumple las semanas de
cotización en los períodos requeridos por la norma vigente a
la fecha de estructuración del estado de invalidez, si tiene
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Radicación n.° 43817
más de 300 semanas antes de entrar en vigencia la ley 100
de 1993.
Al dar respuesta a la demanda, la parte accionada, se
opuso a las pretensiones y, en cuanto a los hechos,
incoados, admitió como cierto el hecho relacionado con la
fecha de nacimiento del demandante, así como la solicitud
de la pensión de invalidez que le presentó y la respuesta
negativa que se le dio a tal petición; aseguró que no le
constaba que el actor estuviera afiliado a los riesgos de IVM,
ni lo relacionado con la pérdida de la capacidad laboral del
mismo. Propuso como excepciones las de inexistencia de la
obligación, mala fe del demandante, buena fe del ISS,
improcedencia
de
la
indexación
de
las
condenas
e
imposibilidad de condena en costas (fls. 17 a 20).
II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA
El Juzgado Sexto Laboral del Circuito de Medellín, al
que correspondió el trámite de la primera instancia,
mediante fallo del 28 de marzo de 2008, absolvió a la
entidad demandada de las pretensiones incoadas en su
contra, e impuso costas al demandante (fls. 30 a 34).
3
Radicación n.° 43817
III.
SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA
La Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Medellín, mediante fallo del 30 de julio de 2009,
surtió por apelación del demandante, que terminó con la
sentencia atacada en casación, que confirmó la de primera
instancia (fls. 53 a 71).
Para ello, el Tribunal adujo que está demostrada la
pérdida de la capacidad laboral del demandante en un
59,85%, cuya fecha de estructuración se produjo el 2 de
marzo de 2006, conforme se desprende de la Resolución
002704 del 15 de enero de 2007 (folio 6), por lo que en
principio es aplicable a este asunto el artículo 1º de la Ley
860 de 2003, que modificó el artículo 39 de la Ley 100 de
1993, texto que transcribió textualmente. Que sin embargo
sobre el tema de la condición más beneficiosa, citó la
jurisprudencia de esta corporación de 27 de agosto de
2008, radicación 33185, para finalmente destacar que no
era posible conceder la pensión de invalidez, en aplicación
de dicho principio constitucional a “personas que adquieran
su estado de invalidez en vigencia de la ley 860 de 2003,
esto es, a partir del 26 de diciembre de 2003, fecha en que
inicio su vigencia y en el presente caso se observa que el
accionante no cumple con el requisito establecido por el
artículo 1 de dicha ley, esto es, no logro cotizar 50 semanas
en los últimos tres años anteriores a su invalidez, motivo por
4
Radicación n.° 43817
el cual se debe concluir que el mismo no tiene derecho al
reconocimiento y pago de su pensión de invalidez, por lo que
la sentencia de primera instancia se habrá de confirmar en
todas sus partes, pero por las razones aducidas en la parte
considerativa de esta providencia y en consecuencia se
absolverá al ISS de todas las pretensiones instauradas en su
contra.”
IV.
RECURSO DE CASACIÓN
Interpuesto por el demandante, concedido por el
Tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver.
V. ALCANCE LA IMPUGNACIÓN
Pretende el recurrente que la Corte case la sentencia
recurrida, para que, en sede de instancia, se revoque el fallo
de primer grado y en su lugar se concedan las súplicas de
la demanda, y se provea sobre costas.
Con fundamento en la causal primera de casación
laboral, formula dos cargos que oportunamente fueron
replicados por la demandada.
VI.
CARGO PRIMERO
Textualmente reza:
5
Radicación n.° 43817
“Denuncio, en la sentencia gravada, por la vía directa,
aplicación indebida de los artículos 1 de la ley 860 de 2003,
e infracción directa de los artículos 6 y 25 del acuerdo 049 de
1990 (aprobado por Decreto 0758 de 1990), interpretación
errónea del artículo 53 de la Constitución política, en relación
con los artículos 1, 2, 3, 7, 11, 38, 40, 141, y 142 ibídem,
todo dentro del marco del artículo 48 de la C.N.”.
En la demostración del cargo, frente a los principios de
la condición más beneficiosa y progresividad manifestó que
“es dable inaplicar las nuevas disposiciones y aplicar
las del régimen precedente, siempre que aquellas resulten
más desventajosas para el afiliado que los que reglaba el
régimen
anterior
que
lo
regía
y
que,
de
manera
incontrastable, resultan más favorables”, por lo que afirmó,
que en el caso
sub
lite es
posible recurrir a las
disposiciones de la ley 100 de 1993 e inclusive a las del
acuerdo 049 de 1990 que regulaban la pensión por
invalidez antes de las modificaciones que se introdujeron a
través de la ley 797 de 2003 y 860 del mismo año.
Consideró que
“cuando el tribunal asume que las normativas a aplicar
son las de la ley 860 de 2003, las está aplicando
indebidamente pues atendiendo los memorados principios,
tal norma no se aplica al caso de autos, pero, además
también infringe directamente los artículos bien el artículo 39
de la ley 100 de 1993 ora los artículos 6 y 25 del acuerdo
049 de 1990 (decreto 758 de 1990), que regulan el caso
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Radicación n.° 43817
debatido”. Para respaldar su argumento rememoró pasajes
de la sentencia de 17 de junio de 2008, radicación 32681.
Destacó que en este evento, es claro que “el demandante si
cumple a cabalidad los requisitos instituidos en los artículos
6 y 25 del acuerdo 049 de 1990, inclusive el máximo de las
semanas para acceder a la pensión de vejez (más de mil) y
por ello le asiste pleno derecho a la pensión que reclama,
semanas que, se insiste, superan las mínimas para acceder
a una pensión de vejez en el régimen de prima media y que
por ende, deben serlo también para acceder a la pensión de
invalidez deprecada, pues en el derecho también opera el
principio de que quien puede lo más puede menos”.
Agregó que
“no puede entenderse que un nuevo régimen desmejore
de una manera tan dramática los requisitos para acceder a
una determinada prestación, so pena de violentar el principio
de condición más beneficiosa y el de progresividad y de
hacer posible al accedo a una prestación para una persona
que,
por
si condición
de
invalidez
se
encuentra
en
condiciones de debilidad manifiesta a quienes el estado debe
una especial protección según las voces del Articulo 13 de la
Constitución Nacional”.
VII. CARGO SEGUNDO
Indicó:
7
Radicación n.° 43817
“denuncio, en la sentencia gravada, por la vía directa,
interpretación errónea de los artículos 1 de la ley 860 de
2003, que modifico el 11 de la ley 797 de 2003, en relación
con los artículos 1, 2, 3, 7, 11, 38, 40, 141 y 142 ley 100 de
1993, 6 y 25 del acuerdo 049 de 1990 (aprobado por el
decreto 758 de 1990) todo dentro del marco de los artículos
48 y 53 de la Constitución Nacional.”
Luego de plasmar los argumentos del Tribunal,
sostuvo que, “de cara a los principios de condición más
beneficiosa,
progresividad
y
derechos
adquiridos
que
inspiran e irradian el sistema de seguridad social, en eventos
como el presente, es dable inaplicar las nuevas disposiciones
y aplicar las del régimen más favorable, frente a otras más
desventajosas para el afiliado”; que los principios de la
condición
adquiridos
más
favorable,
comportan
la
progresividad
y
derechos
aplicación
del
régimen
antecedente, cuando resulte más favorable a un afiliado que
está en tránsito de adquirir una prestación del sistema,
como lo es en el caso sub lite.
Por lo tanto dijo:
“cuando el Tribunal asume que las normativas a aplicar
son las de la ley 860 de 2003, las está entendiendo
equívocamente, el genuino sentido y alcance de la normas es
que esa densidad de cotizaciones en los últimos tres años es
exigible al asegurado, sierre que no haya satisfecho la
demanda máxima para acceder a una pensión de vejez, pues
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Radicación n.° 43817
se insiste, si con 25 o 50 y la fidelidad es posible pagar la
prestación económica de invalidez, con mucho mayor razón
en los eventos en que el asegurado ha satisfecho más de la
densidad de cotizaciones con que se puede acceder a la
prestación de vejez que es la que tiene mayor exigencia en
cuanto a densidad de cotizaciones.”.
Afirmó que “aunque ni se desconoce que la Corte ha fijado
su criterio sobre el asunto que nos ocupa, es dable que este
caso no es igual a los demás que ha decidido la Corporación,
toda vez que en los otros los demandantes tienen trescientas
semanas o un poco más de semanas, en todo caso menos de
mil, y en este caso el asegurado tiene más de mil, suficientes,
se insiste, para que acceda a la pensión de vejez”.
Al efecto, citó antecedentes jurisprudenciales como son
las sentencias del 8 de abril de 2008, radicación 28547; de
18 de abril de 2002, radicación 16601; de 5 de junio de
2005, radicación 24280 y de 5 de diciembre de 2006,
radicación 28036.
VIII.
RÉPLICA
El ISS al replicar los cargos, adujó que como se
encontraban sustentados en los mismos razonamientos,
eran susceptibles de ser contestados al unísono; es así
como aseguró, que el Tribunal no incurrió en los yerros
denunciados, toda vez que acudió a las normas precisas y
pertinentes, ya que para el 2 de marzo de 2006, “la única
9
Radicación n.° 43817
norma que estaba en vigencia era la Ley 860 de 2003, más
efectivamente el artículo 1 de ese cuerpo legal”.
Que esa normativa “establece como requisito sine qua
non para reconocer el derecho a la pensión de invalidez, el
que el afiliado hubiera cotizado 50 semanas dentro de la
fecha de estructuración de la incapacidad y tener cotizado al
menos un 20% de cotizaciones entre la fecha que cumplió 20
años de vida y la fecha en que se estructuro la primera
invalidez - esas y solo esas-”, por lo que el Tribunal no se
equivocó en la interpretación de las normas que se acusan
ni se rebeló frente alguna de ellas.
Frente
al
principio
de
la
condición
beneficiosa,
consideró que el Tribunal sustentó su decisión en la
sentencia 33185 de 27 de agosto de 2008, la cual señala
expresamente el porqué de no adoptar dicho principio en
las pensiones que se causen en vigencia de la ley 860 de
2003. Y en lo referente al derecho a la igualdad y demás
principios a los que alude el recurrente, estima que
debieron “ser estudiados en su momento por el legislador
bajo el amparo de la Constitución Nacional, y fue como
resultado de ese ponderado estudio, que se estableció cual
sería el número de semanas necesario para acceder a cada
una de las prestaciones consagradas en las leyes que aquí
se predican, razón por la cual no puede imputarse error
mayúsculo al Tribunal por aplicar las normas pertinentes tal
como
fueron
concebidas,
mucho
menos
cuando
los
argumentos de los cargos se presenta como base de
10
Radicación n.° 43817
apreciaciones de cómo deben ser las normas, ya que ese es
trabajo del legislador y de los intérpretes de las normas”
IX.
CONSIDERACIONES
Como los dos cargos propuestos por el recurrente están
dirigidos por la misma vía y existe identidad en el compendio
normativo denunciado, la Sala asume el estudio conjunto de
ambas acusaciones, máxime que tienen un objetivo común y
una similar fundamentación en aras de lograr el propósito
perseguido. Ello, conforme lo autoriza el artículo 51 del Decreto
2651 de 1991, adoptado como legislación permanente por el
artículo 162 de la Ley 446 de 1998.
Ahora bien, en atención a la vía de ataque seleccionada
por el recurrente, esto es, la directa, la cual supone una
completa y total conformidad con las conclusiones fácticas y
probatorias que se dejaron consignadas en la sentencia
atacada, se impone precisar que no existe discusión en torno a
que el demandante presenta una pérdida de su capacidad
laboral del 59.85% por enfermedad común, estructurada el 2 de
marzo de 2006; y que no cumple con la acreditación de las 50
semanas de cotización dentro de los 3 años anteriores a su
invalidez de que trata el artículo 1º de la Ley 860 de 2003,
norma que era la vigente para el momento en que se estructuró
la discapacidad.
11
Radicación n.° 43817
Lo primero que debe destacar la Corte en aras de despejar
cualquier controversia en el asunto sometido a nuestro
conocimiento, es que la normativa que en principio resultaba
aplicable para definir el derecho a la prestación económica
pretendida, corresponde al artículo 1º de la Ley 860 de 2003, en
tanto que es la preceptiva vigente para el momento en que se
produjo la estructuración de la invalidez del demandante, como
con acierto lo dedujo el sentenciador de alzada.
No obstante lo anterior, sí es equivocada la inferencia que
aparece inserta en la providencia atacada, cuando se afirma
categóricamente que “no es posible conceder la pensión de
invalidez, en aplicación del principio constitucional de la
condición más beneficiosa, a personas que adquirieron su estado
de invalidez en vigencia de la Ley 860 de 2003, esto es, a partir
del 26 de diciembre de 2003”, pues si bien es cierto que ese era
el criterio que en otrora venía sosteniendo la Corte, tal postura
fue rectificada por la Corporación, en tanto que actualmente se
admite la aplicación de dicho principio constitucional en
tratándose de pensión de invalidez, siempre y cuando se acuda
a la norma inmediatamente anterior que contenga requisitos
menos gravosos que los previstos en la nueva disposición legal,
y que además, el titular del derecho o beneficiario haya reunido
las exigencias cuando la nueva norma entró en vigencia, que
para el caso presente correspondería al del artículo 26 de la Ley
100 de 1993.
Ahora bien, descendiendo al caso, observa la Corte, que ni
aun aplicando el principio de la condición más beneficiosa,
12
Radicación n.° 43817
cumple el asegurado con el número de semanas requeridas en
las normatividad anteriores a la citada Ley 860 de 2003, esto
es, la consagrada en el artículo 39 de la Ley 100 de 1993, que
prevé 26 semanas en el año inmediatamente anterior a la
estructuración de la invalidez, pues con vista al mismo reporte
que suministra la entidad demandada en la Resolución 002704
del 15 de enero de 2007, y que no fue controvertida por el
censor, el asegurado “cotizó a este instituto CERO semanas en
los tres (3) años anteriores al momento de la estructuración de la
invalidez siendo la última cotización del 01 de diciembre de
2002”.
De igual forma, acudiendo al principio de la condición
más
beneficiosa,
no
resultaba
procedente
definir
la
controversia a la luz de lo dispuesto en el Acuerdo 049 de
1990, aprobado por el Decreto 758 del mismo año, como
con acierto lo dedujo el Tribunal, sino al artículo 39 de la
Ley 100 de 1993, que exige no siendo cotizante activo una
densidad
de
26
semanas
de
cotización
en
el
año
inmediatamente anterior a la fecha en que se consolidó la
discapacidad, condición que no cumplió el demandante y
que no discute la censura.
Al efecto, resulta pertinente destacar que la Corte aun
cuando admite la aplicación de la condición más beneficiosa
frente a casos gobernados por la Ley 860 de 2003, en virtud
del principio de progresividad y en atención a que no existe
un régimen de transición en materia de pensiones de
sobrevivientes e invalidez, claramente ha precisado que ello
13
Radicación n.° 43817
supone “(…) aplicar la condición más beneficiosa contenida
en la norma inmediatamente derogada (…)”, que para el caso
en estudio lo era el artículo 39 de la Ley 100 de 1993, en su
texto original, en tanto que no puede servir de patente de
corso habilitar a quien no cumple los requisitos de la
normatividad que le es aplicable, pasar a efectuar una
búsqueda histórica en la legislaciones anteriores para ver
cual se ajusta a su situación, ya que ello desconocería el
principio de la aplicación inmediata de las leyes sociales
que en principio son las que rigen hacia el futuro; la
sentencia CSJ SL 838 -2013, reiteró ese mismo criterio que
de tiempo atrás viene sosteniendo la Corporación.
En
consecuencia,
se
torna
improcedente
para
pretender acceder a la pensión de invalidez impetrada,
acudir a lo dispuesto en el Acuerdo 049 de 1990, aprobado
mediante el Decreto 758 del mismo año.
De otro lado, a pesar de ser intrascendente la
infracción en que incurrió el sentenciador de alzada al
negar la aplicación del principio de la condición más
beneficiosa al demandante por las razones ya destacadas,
en tanto que ni aun acudiendo al mismo, el demandante
cumpliría los requisitos para acceder a la pensión de
invalidez, observa la Corte que en la negativa del pretendido
derecho se desconoció otro criterio jurisprudencial que sí
resulta trascedente y que a la postre le permitiría al actor
acceder a la prestación económica, en la medida en que así
no se haya cotizado en los 3 años anteriores a la
14
Radicación n.° 43817
estructuración de la invalidez como lo exige la Ley 860 de
2003, si el asegurado ha cumplido con los requisitos en
materia de cotización para obtener la pensión de vejez en el
régimen de prima media con prestación definida, tiene
derecho a la de invalidez.
En la sentencia CSJ SL, 2 agosto. 2011, rad. 39766, la
cual fue reiterada en la CSJ SL 3087 – 2014, se dijo:
“4.- Aclarado lo anterior, encuentra la Sala que la
sentencia acusada soslayó otro criterio jurisprudencial, este
sí trascendente frente la situación analizada y es el
sostenido en el fallo de esta Sala de 2 de agosto de 2011,
rad. N° 39766, el cual contiene una regla jurisprudencial
consistente en que quien ha cumplido los requisitos en
materia de cotizaciones para acceder a la pensión de vejez
en el régimen de prima media, tiene derecho a la pensión de
invalidez, así no haya cotizado en los últimos 3 años
anteriores a la estructuración del estado de invalidez como lo
exige la Ley 860 de 2003. Es decir, que quien reúne las
cotizaciones para pensión de vejez exigidas en el régimen de
prima media, consolida el derecho a prestaciones previstas
para otros riesgos y contingencias para cuya causación se
exija una densidad de cotizaciones inferior, como lo es la de
invalidez, siempre y cuando cumpla las demás exigencias de
ley.
Dijo textualmente la Corte, en la sentencia citada:
Cabe resaltar, entonces, que el criterio jurídico que
ahora adopta la Corte, de acuerdo con el cual quien, en el
Régimen Pensional de Prima Media con Prestación
Definida, ha cumplido los requisitos en materia de
cotizaciones para acceder a la pensión de vejez tiene
derecho a la pensión por invalidez, así no haya cotizado
15
Radicación n.° 43817
en los últimos 3 años anteriores a la estructuración de la
invalidez, (exigencia efectuada por el artículo 1 de la Ley
860 de 2003), cuenta con respaldo en la antes citada
disposición de la Ley 797 de 2003 que, aunque
establecida respecto de otras prestaciones, permite extraer
una regla jurídica aplicable al supuesto analizado: el
afiliado al Régimen de Prima Media con Prestación
Definida que ha cotizado el número de semanas suficiente
para acceder a la pensión por vejez, que es aquella para
cuya causación se requiere una mayor densidad de
cotizaciones, consolida el derecho a prestaciones previstas
para otros riesgos y contingencias, para cuya causación se
exija una densidad de cotizaciones inferior, como lo es la
pensión de invalidez.
En el presente caso, como el Tribunal fue indiferente
respecto del hecho no controvertido relacionado con que si
bien el demandante no cumplía el requisito de 50 semanas
cotización en los 3 años anteriores a la estructuración de la
invalidez exigido en el Decreto 860 de 2003, el asegurado
contaba con un total de 1076 semanas de cotización en
toda su vida laboral, ya que esa situación fue admitida por
la propia entidad de seguridad social demandada, por lo
que se produjo la violación de las normas denunciadas al
no estudiarse el derecho del demandante en perspectiva del
criterio jurisprudencial referenciado.
Los cargos prosperan.
En instancia, está debidamente demostrado que el
actor nació el 8 de octubre de 1954, conforme al documento
de folio 27 del expediente, por lo que es claro que para el 1º
de abril de 1994, esto es, cuando entró a regir las Ley 100
16
Radicación n.° 43817
de 1993 en materia pensional, aún no tenía cumplido los 40
años de edad; pese a ello, cumplía con el otro requisito de
llevar más de 15 años de servicios cotizados para esa fecha,
toda vez que ingresó al ISS como trabajador cotizante el 13
de septiembre de 1974 (folios 8 a 13). De ahí que deba
concluirse, que el asegurado es beneficiario del régimen de
transición consagrado en el artículo 36 de la Ley 100 de
1993.
Así las cosas, si el gestor del presente proceso es
beneficiario
del
régimen
de
transición
que
prevé
la
normativa en cita, la disposición legal que debe aplicarse
para efectos de establecer los requisitos de la pensión de
vejez, es el artículo 12 del Acuerdo 049 de 1990, aprobado
por el decreto 758 del mismo año, que exige un mínimo de
500 semanas de cotización durante los últimos 20 años
anteriores al cumplimiento de las edades mínimas, o 1000
semanas sufragadas en cualquier tiempo.
En tal virtud, como según lo informa la Resolución
002704 del 15 de enero de 2007 y se corrobora con las
documentales que contienen los períodos de afiliación que
obran a folios 6 a 13 del expediente, el demandante cotizó
un total de 1076 semanas al ISS, debe concluirse que
cumple con la densidad de cotizaciones exigida por la
normatividad anteriormente relacionada, sufragadas en
cualquier tiempo y con anterioridad al cumplimiento de la
edad, pues como lo tiene precisado la jurisprudencia de la
17
Radicación n.° 43817
Corte, así como el fallecimiento del asegurado le habilita la
edad para efectos de la pensión de sobrevivientes, en el caso
de la pensión de invalidez la fecha de la estructuración de la
discapacidad se asimila al del fallecimiento aunque este no
haya ocurrido, para lo cual puede consultarse la sentencia
ya rememorada, esto es CSJ SL 3087 - 2014.
Por lo visto, le asiste el derecho al demandante a que
se ordene el reconocimiento y pago de la pensión de
invalidez incoada, a partir del 2 de marzo de 2006, fecha en
que
se
produjo
$408.000,oo,
su
teniendo
estructuración,
en
cuenta
en
que
al
cuantía
de
hacer
las
operaciones aritméticas de rigor tanto con el ingreso base
de los últimos 10 años, así como con el de toda la historia
laboral del asegurado, la mesada pensional arroja una
suma inferior al salario mínimo mensual legal vigente,
conforme a los siguientes cuadros.
18
Radicación n.° 43817
En consecuencia, ante la imposibilidad jurídica de que
las mesadas pensionales sean inferiores al salario mínimo
legal vigente, se impone deducirla en el monto que ya se
dejó consignado con precedencia, esto es, la suma de
$408.000,oo
por
corresponder
dicho
rubro
a
la
remuneración mínima de dicha anualidad, conforme a lo
establecido en el Decreto 4686 del 21 de diciembre de 2005.
No se impondrá condena por los intereses moratorios
pretendidos, en virtud a que el reconocimiento de la
pensión de invalidez se sustentó con fundamento en el
criterio
jurisprudencial
que
se
dejó
relacionado
al
despachar los cargos, esto es, en la sentencia CSJ SL, 2
agosto 2011, rad. N° 39766, y no a la aplicación literal del
artículo 1° de la Ley 860 de 2003.
Las
excepciones
propuestas
se
declararán
no
probadas, con fundamento en las mismas razones que se
dejaron expuestas no solo en sede de casación sino también
en instancia, en las que se concluyó la existencia del
derecho a la prestación económica pretendida a favor del
demandante.
19
Radicación n.° 43817
Las costas en las instancias correrán a cargo de la
parte demandada. No hay lugar a las mismas en el recurso
extraordinario de casación.
X. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de
Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley, CASA
la sentencia dictada el treinta (30) de julio de dos mil nueve
(2009), por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Medellín, dentro del proceso ordinario laboral seguido por
Brocado Antonio Tabares Gómez contra el Instituto de
Seguros Sociales hoy Administradora Colombiana de
Fondos de Pensiones y Cesantías COLPENSIONES.
En sede de instancia, revoca la sentencia dictada por
el Juzgado Sexto Laboral del Circuito de Medellín, el 28 de
marzo de 2008, en cuanto absolvió al ISS de todas las
pretensiones y, en su lugar, se le condena a pagar a favor
de Brocado Antonio Tabares Gómez la pensión de
invalidez, en cuantía igual a un salario mínimo legal
vigente, esto es $408.000, oo, a partir del 2 de marzo de
2006, incluidas las mesadas adicionales. Así mismo, se
declaran no probadas las excepciones propuestas; en lo
demás se confirma.
Costas, como se dejó dicho.
20
Radicación n.° 43817
Cópiese,
notifíquese,
publíquese,
cúmplase
y
devuélvase el expediente al tribunal de origen.
RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO
Presidente de Sala
JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ
ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN
CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO
GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA
LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS
CARLOS ERNESTO MOLINA MONSALVE
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