Precipitaciones disminuyen en más de un tercio en

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LATERCERA Lunes 8 de julio de 2013
País
Los extremos
El registro histórico de precipitaciones indica
que el año más lluvioso fue 1900, con 820
mm, mientras que 1968 se anota como el
año más seco, con 64,6 mm.
DESCENSO EN LAS LLUVIAS
Las precipitaciones se han reducido en más de un tercio promedio, entre los primeros seis meses de 1900 y de 2013.
Santiago, enero-junio de cada año, en milímetros.
Promedio por década
500
128 mm
400
217,65
183,85
198,74
170,09
163,10
173,69
97,50
133,39
160,32
160,17
1
171,87
41% menos de lluvias
en la última década
con respecto al inicio
del siglo pasado.
300
200
130,6
100
0
1900
1905
1910
1915
1920
1925
1930
1935
1940
1945
1950
1955
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2010 2013
LA TERCERA
FUENTE: Dirección Meteorológica de Chile.
Precipitaciones disminuyen
en más de un tercio en los
últimos 113 años en Santiago
R Análisis de la Dirección
Meteorológica de Chile revela baja
de un 41% en lluvias desde 1900.
R Experto afirma que en 1968
comenzó una tendencia
descendente en la zona central.
En los albores del siglo XX,
en Santiago, el promedio de
precipitaciones a mediados
de año oscilaba en los 200
milímetros. La situación de
la capital en épocas pasadas
era similar a la que hoy se
aprecia sólo en las regiones
del extremo sur del país.
Pero el clima ha cambiado
en el valle central, realidad
que se refleja en el último
análisis efectuado por la Dirección Meteorológica de
Chile (DMC), que midió la
cantidad de precipitaciones
registradas durante los primeros seis meses de cada
año (1 de enero al 30 de junio), entre 1900 y 2013.
Juan Quintana, climatólogo de la DMC y autor de la investigación, explica que la
precipitación en ese período
“es cada vez menor si comparamos con el largo plazo”.
De hecho, en la lluvia caída
en los últimos 113 años en la
estación oficial de Quinta
Normal, se ha registrado una
disminución superior al 40%
en ese período, comparada
la primera década con la última. (ver infografía).
¿Las causas de este descenso? Quintana asegura que el
denominado cambio climático (aumento de los gases
con efecto invernadero, asociado a un calentamiento del
planeta y a menos precipitaciones) podría ser una respuesta. “Los modelos que
proyectan la situación del
país indican que, en el futuro, lo que hemos visto desde 1900 hasta ahora podría
continuar. Son datos que están en el mismo sentido. Vamos a tener cada vez menos
precipitaciones”, dijo.
El experto afirma que en
471
19,3 215
mm de agua llovió durante el
primer semestre de 1979, dejando a estos primeros seis
meses del año como los más
secos desde 1900.
milímetros de agua llovió
en Santiago en 2012 y la
mitad de esas precipitaciones se produjo en el
primer semestre.
drica también se aprecian a
partir del 2001, cuando se
presentó el fenómeno de “La
Niña” (ligado a un descenso
de precipitaciones).
glaciares, pues presentan
balances de masa negativos”, es decir, han retrocedido sus frentes, debido a
una menor cantidad de precipitación nival.
El especialista agrega que,
además de las lluvias, el aumento de las temperaturas
en la zona central es clave
para entender los cambios.
Añade que uno de los ejemplos más emblemáticos corresponde al glaciar Echaurren, área que abastece al río
Maipo y uno de los que posee una mayor cantidad de
mediciones de la Dirección
General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas.
Entre 1955 y 2009, disminuyó en 20 hectáreas.
Fernando Santibáñez, académico de la Facultad de
Ciencias Forestales de
la U. de Chile, sostiene que
además de los duros impactos en el agro por falta
de lluvias, el bosque nativo
(esclerófilo) que antes estaba presente en la regiones
centrales ha ido desapareciendo de sectores de Santiago. “Quillayes, peumos y
milímetros de agua cayeron
entre enero y junio de 1926,
convirtiéndose en el semestre más lluvioso de los últimos 113 años.
1968 comenzó una tendencia a la baja en las lluvias en
la zona central, cuando se
llegó a 21 milímetros, en
promedio, durante los seis
primeros meses. Y casi 10
años después de esa sequía,
en 1979, se alcanzó sólo 19,3
milímetros de agua caída,
el registro más bajo de la
historia para esta zona en
ese período. Tras esto, nuevamente, 10 años después
se dio otra fase seca, cuando entre enero y junio se dio
una media de 23 milímetros. Los años de escasez hí-
Impactos
Andrés Rivera, glaciólogo
del Centro de Estudios Científicos de Valdivia (Cecs),
explica que los glaciares son
formaciones que resienten
los efectos de los cambios en
el clima. Plantea que, “sin
duda, una tendencia negativa de las precipitaciones
ha tenido un impacto en los
FOTO: ROLANDO MORALES
Oriana Fernández G.
maitenes son cada vez más
escasos”, dice. Francisco
Squeo, académico de la U. de
La Serena e investigador del
Centro de Estudios Avanzados de Zonas Aridas, asevera que con este escenario,
“la flora ve disminuida su
capacidad de regeneración
debido a la falta de agua”.
Afirma que la biodiversidad local también se ve perjudicada: “Ejemplares como
el crustáceo denominado
Aegla, que antes se encontraba en el río Mapocho, se
extinguieron”.b
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