La visión de América Latina _Rubén Kaztman

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IMPACTO SOCIAL DE LA INCORPORACIÓN DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE
INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN (TIC) EN EL SISTEMA EDUCATIVO: LA VISIÓN
DE AMÉRICA LATINA
Rubén Kaztman
Esta presentación trata sobre el impacto social de la incorporación de las TIC en el
sistema educativo de América Latina. Los puntos a tratar son:
1. Naturaleza y tendencia a las brechas digitales en la región.
2. Las condiciones internas y externas que afectan la capacidad de los sistemas
educativos para incidir en las brechas digitales. Esto es, todo aquello que
potencia su papel en disociar o desacoplar los orígenes sociales con los logros
en competencias digitales.
3. Algunos aspectos de la estrategia de la incorporación de TIC en los procesos de
aprendizaje.
Comenzando con las ideas más abstractas, la primera es que, librada a su propia
dinámica, las fuerzas del mercado conducen a una ampliación de la brecha digital. En
esta presentación se agregarán algunas evidencias adicionales.
La segunda idea alude a que el sistema educativo es la principal, sino la única,
institución del Estado con aptitud para disociar orígenes de logros, particularmente en
aquellas competencias digitales que aumentan las posibilidades de los estudiantes de
participar en los principales circuitos de la sociedad.
La última se refiere a la posibilidad de establecer sinergias positivas con familias
y comunidades.
El mercado y el acceso a la computación
Con anterioridad se ha visto que, cuando se compara la penetración de Internet en los
hogares de estudiantes secundarios en la región con la situación de sus pares en los
países de la OECD, se encuentra que si bien no hay grandes diferencias en los estratos
altos, que son los de las barras más oscuras en el gráfico 1, sí las hay en los estratos
bajos, lo que indica brechas digitales mucho más profundas en América Latina.
1
Gráfico 1
AMÉRICA LATINA Y OCDE (PAÍSES SELECCIONADOS): PORCENTAJE DE
HOGARES DE ESTUDIANTES DE 15 AÑOS QUE TIENE COMPUTADORA
PERSONAL, POR ESTATUS ECONÓMICO, SOCIAL Y CULTURAL, 2006
1001
901
801
701
601
501
400
300
200
100
Bajo
Medio
Promedio
OECD
Portugal
España
Uruguay
Chile
Argentina
México
Brasil
Colombia
0
Alto
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de datos
de PISA 2006, OECD.
Para simplificar la presentación, ésta se focalizará en el acceso a Internet. El siguiente
cuadro, además de corroborar la magnitud de la brecha que se observa en el gráfico 1,
muestra que las posibilidades de acceso al mundo virtual desde los hogares son
extremadamente bajas. Un 30% de la población europea no tiene acceso a Internet; en
América Latina ese valor asciende a 90% de la población que no tiene acceso a Internet
desde los hogares (véase el total no ponderado). Además, los accesos son muy
desiguales, un 25% en el quintil primero y sólo un 1,2% en el último quintil. Es
importante no olvidar que estos son promedios simples, no ponderados, y que los datos
sólo abarcan a trece países.
2
Cuadro 1
AMÉRICA LATINA (13 PAÍSES): PORCENTAJE DE HOGARES CON CONEXIÓN A
INTERNET EN EL HOGAR, SEGÚN QUINTILES DE INGRESO PER CÁPITA DEL
HOGAR, 2006-2008
Quintiles de ingreso de los hogares
Países, año
Total
Q1
Q2
Q3
Q4
Q5
Brasil 2008
3,1
7,2
14,5
23,3
52,4
Uruguay 2008
3,5
6,1
11,7
21,7
43,8
20,7
Chile 2006
3,9
4,7
8,4
15,0
39,2
19,1
Costa Rica 2008
1,4
1,8
5,4
12,5
35,2
14,6
México 2008
0,7
2,7
6,8
12,9
34,0
13,8
Colombia 2008
1,3
2,3
5,0
11,6
34,8
12,7
Venezuela (Rep. Bol. de) 2008
1,1
2,6
5,1
8,9
20,6
9,0
Perú 2008
0,2
0,2
1,6
4,4
22,6
8,0
Paraguay 2008
0,5
0,3
1,2
2,7
17,6
5,8
Bolivia (Est. Plur.de) 2007
0,2
0,0
1,5
1,0
10,5
3,3
Guatemala 2006
0,1
0,1
0,0
0,2
6,2
2,1
Honduras 2008
0,0
0,1
0,2
0,6
6,8
1,7
El Salvador 2007
0,0
0,0
0,0
0,2
4,3
1,2
Total no ponderado
1,2
2,2
4,7
8,8
25,2
10,4
23,8
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de
tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.
A partir de la lectura del cuadro 2 se puede concluir que son pocos los casos en los que
la presencia de un computador en la casa significa la posibilidad de acceso a Internet.
De hecho, más de la mitad de los hogares que poseen computador no están
conectados a Internet; y también aquí se observa una diferencia sustancial entre el
quintil más alto y el quintil más bajo.
Cuadro 2
AMÉRICA LATINA (12 PAÍSES): PORCENTAJE DE HOGARES CON
COMPUTADOR EN EL HOGAR QUE TAMBIÉN DISPONEN DE CONEXIÓN A
INTERNET, SEGÚN QUINTILES DE INGRESO, TOTAL NO PONDERADO 2006-2008
Q1
Q2
Q3
Q4
Q5
Total
25,9
23,3
28,4
35,5
55,8
45,8
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de
tabulaciones especiales de las encuestas de hogares de los respectivos países.
Estos primeros datos son suficientes para concluir que a corto-mediano plazo no es
dable esperar que a través del mercado se genere una masa crítica de hogares con
entornos familiares aptos para la socialización de las nuevas generaciones en las
competencias digitales. Mucho menos, que en esos plazos se pueda avanzar en la
reducción de la brecha digital a través del mercado.
3
Diferencias en el acceso a Internet en el hogar entre generaciones
El gráfico 2 describe el porcentaje de usuarios de Internet entre dos grupos de edad, de
13-19 años, y 20 años y más. Nuevamente, los países están ordenados según el
porcentaje de hogares con acceso a Internet, lo que obviamente se relaciona con el
nivel de desarrollo económico que tienen los países.
Grafico 2
AMÉRICA LATINA (11 PAÍSES): USUARIOS DE INTERNET POR TRAMOS
ETARIOS SEGÚN PAÍSES ORDENADOS POR EL PORCENTAJE DE HOGARES
CON ACCESO A INTERNET, 2007-2009
80
70
60
50
40
30
20
10
Usuarios 13 a 19
Uruguay 2009
Brasil 2008
Chile 2006
Costa Rica 2008
México 2007
Perú 2009
Panamá 2007
Ecuador 2009
Paraguay 2008
El Salvador 2008
Honduras 2007
0
Usuarios 20 y más
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de
procesamientos especiales de encuestas de hogares de los respectivos países armonizadas por
OSILAC.
Coincidiendo con la imagen pública general, la evidencia corrobora la existencia de una
brecha generacional. Los adolescentes, llamando así a los de entre 13-19 años, tienen
más oportunidades que los adultos de conectarse a Internet desde sus hogares.
El gráfico 3 permite responder a la pregunta siguiente: ¿cuáles son las
consecuencias, en términos de equidad social, del hecho que, en relación con los
adultos, los jóvenes tengan más acceso a Internet en sus hogares? Si las brechas de
clase en las nuevas generaciones fueran menores que entre las generaciones previas,
habría una razón para ser optimista con respecto al futuro. Pero como se puede
observar en el gráfico, las señales no son buenas. La brecha entre adolescentes de
distintas clases crece más rápido que la brecha entre adultos de distintas clases.
Posiblemente, esto se vincula con lo que Pedró1 identificaba como la presión de los
New Millenium Learners, apuntando a la motivación de los jóvenes por canalizar las
1
Pedró. F. (2008), New Millenium Learners: A project in progress. Paper preparado para el CERI, OECD
Governing Board.
4
capacidades adquisitivas de los hogares hacia la ampliación de su acceso al mundo
virtual.
Gráfico 3
AMÉRICA LATINA (11 PAÍSES): MAGNITUD DE LAS DIFERENCIAS ENTRE LOS
PORCENTAJES DE HOGARES CONECTADOS A INTERNET EN LOS QUINTILES
DE INGRESO SUPERIOR E INFERIOR POR COMPOSICIÓN ETARIA DE LOS
HOGARES SEGÚN PORCENTAJE DE LOS HOGARES CON CONEXIÓN A
INTERNET EN CADA PAÍS, 2007-2009
Uruguay 2009
Brasil 2008
Chile 2006
Costa Rica 2008
México 2007
Perú 2009
Panamá 2007
Ecuador 2009
Paraguay 2008
El Salvador 2008
Honduras 2007
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Hogares con presencia de jóvenes de 13 a 19
Hogares con presencia de mayores de 20 años
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de
procesamientos especiales de encuestas de hogares de los respectivos países armonizadas por
OSILAC.
Sin embargo, el hogar no es la única fuente de acceso a Internet y por ello la imagen de
un futuro más inequitativo que se desprende de la lectura del gráfico anterior puede ser
exagerada, porque no atiende al hecho que la gente accede por otros lugares. El gráfico
4 toma en cuenta todas las fuentes de acceso y, como se puede observar, la situación
admite una mirada más optimista. Esto es, manteniendo el mismo criterio de
ordenamiento anterior -es decir, países ordenados según el porcentaje de hogares que
tiene computadoras en la casa-, cuando se consideran los usuarios con independencia
del lugar de uso se encuentra que, mientras la brecha de clase entre los adultos
muestra una tendencia creciente similar a la de los usuarios en los hogares, entre los
adolescentes esta brecha crece hasta un punto de inflexión, a partir del cual tiende a
descender. En cuatro de los cinco países más avanzados en materia de acceso a
Internet, la curva se desplaza incluso por debajo de aquella que indica la brecha entre
los adultos.
5
Gráfico 4
AMÉRICA LATINA (11 PAÍSES): MAGNITUD DE LAS DIFERENCIAS ENTRE LOS
PORCENTAJES DE USUARIOS DE INTERNET EN LOS QUINTILES DE INGRESO
SUPERIOR E INFERIOR POR GRUPOS DE EDAD, SEGÚN PORCENTAJES DE LOS
HOGARES CON CONEXIÓN A INTERNET EN CADA PAÍS
80
70
60
50
40
30
20
10
Usuarios 13 a 19
Uruguay 2009
Brasil 2008
Chile 2006
Costa Rica 2008
México 2007
Perú 2009
Panamá 2007
Ecuador 2009
Paraguay 2008
El Salvador 2008
Honduras 2007
0
Usuarios 20 y más
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de
procesamientos especiales de encuestas de hogares de los respectivos países armonizadas por
OSILAC.
¿Significa esto que en las nuevas generaciones se puede esperar una reducción
progresiva de la brecha digital por clase? Para responder esta pregunta es necesario
examinar por lo menos dos cosas. Por un lado, hay que identificar los lugares que
compiten con los hogares como fuente de acceso a Internet y, por otro, se requiere
conocer algo acerca de las diferencias en el tipo de competencias digitales que podrían
desarrollarse en cada uno de esos lugares.
Una mirada al peso relativo de los lugares de conexión entre los adolescentes
más pobres y más ricos
El cuadro 3 muestra los promedios simples de doce países latinoamericanos y permiten
conocer qué proporción de los adolescentes de 13 a 19 años de distintos estratos,
utiliza distintos lugares de acceso a Internet, su propia casa, la escuela o los cibercafés
(que en el cuadro figuran como “locales comerciales”).
6
Cuadro 3
AMÉRICA LATINA (12 PAÍSES): PORCENTAJE DE USUARIOS DE INTERNET DE
13 A 19 AÑOS POR QUINTILES EXTREMOS DE INGRESO PER CÁPITA DE LOS
HOGARES SEGÚN LUGAR DE CONEXIÓN, ALREDEDOR DE 2008
LUGAR
América
Latina Hogar
(promedio simple
Escuela
12 países)
Local comunitario
Q1
Q5
1,9
9,0
16,5
42,4
23,1
29,3
Q5-Q1
TOTAL
40,6
12,3
14,1
13,7
12,8
25,7
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de
procesamientos especiales de encuestas de hogares de los respectivos países armonizadas por
OSILAC.
Como se observa, en la compensación de las diferencias en el acceso a Internet
derivadas de la existencia o no de conexión en los hogares, tanto el sistema educativo
como los cibercafés juegan un papel importante. Lo anterior se refiere a que las
diferencias en las proporciones de adolescentes que, en uno y otro de los quintiles de
ingreso extremos utilizan Internet en los centros educativos y en los cibercafés, son
menores que las diferencias en las proporciones correspondientes a adolescentes que
usan Internet en los hogares. Del cuadro también se desprende la importancia que
tienen los cibercafés para la participación en el mundo virtual entre los adolescentes
más vulnerables.
Mientras que las diferencias en los hogares tienden a ser mayores en los países
más desarrollados de la región, las diferencias en el acceso a los cibercafés van en la
dirección opuesta. En la región, los adolescentes pobres tienen pocas oportunidades de
conectividad fuera de las que ofrecen los cibercafés. Como el acceso a esos locales
está restringido a los que cuentan con capacidad de pago, no resulta extraño constatar
que las proporciones de adolescentes pobres que visitan los cibercafés aumenten de
manera significativa según el nivel de desarrollo económico de los países.
Es posible que detrás de estas cifras asome, por llamarla de algún modo, una
imagen conmovedora de adolescentes pobres que, desprovistos de otras alternativas
para participar en un mundo que los elude, invierten parte de sus pocos recursos en los
cibercafés buscando desarrollar competencias en el manejo de un artefacto que hoy
representa sin duda la herramienta arquetípica de la modernidad.
Sabemos entonces que las escuelas y colegios, así como los cibercafés,
compensan parcialmente las desiguales oportunidades de acceso a Internet, asociadas
a diferencias en la capacidad de los hogares.
Intensidad en el uso de Internet según lugares de conexión
Resta saber algo de la calidad de las competencias digitales que pueden desarrollarse
en estos lugares. Cuando se habla de brecha digital 1 y brecha digital 2, en las nuevas
mediciones de las brechas se toma en cuenta la calidad de las competencias digitales.
Ello porque parece razonable pensar que a diferencia de las escuelas y los cibercafés,
el acceso al mundo virtual desde los hogares muestra algunas ventajas comparativas.
7
Una, es la oportunidad de usar la computadora e Internet a edades muy
tempranas. Otra, se refiere a la oportunidad de socializarse en un entorno familiar
digitalizado. Y una tercera son las oportunidades para utilizar los artefactos digitales con
frecuencia.
Sobre la existencia de las dos primeras ventajas relativas no hay datos, o al
menos no fue posible encontrar datos precisos que permitan sustentarlas
empíricamente, aunque sí se pueden hacer algunas conjeturas bastante razonables.
Pero con relación a la intensidad de uso se pueden examinar algunos datos como los
que presenta el cuadro 4, el que también está resumido para simplificar la presentación.
Allí se han calculado los totales como un promedio simple para nueve países2.
Cuadro 4
AMÉRICA LATINA (9 PAÍSES): PORCENTAJE DE USUARIOS EN LA POBLACIÓN
DE 13 A 19 AÑOS QUE UTILIZA INTERNET AL MENOS UNA VEZ POR DÍA SEGÚN
LUGAR DE USO, PROMEDIOS SIMPLES 2007-2008
Q1
HOGAR
ESCUELA
CIBERCAFÉ
Q5
63,6
19,7
11,7
TOTAL
74,2
50,0
29,7
69,6
32,6
16,0
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de
procesamientos especiales de encuestas de hogares de los respectivos países armonizadas por
OSILAC.
El control por intensidad de uso arroja dos resultados relevantes. Primero, que la
proporción de jóvenes que hacen uso frecuente de Internet en los hogares duplica la
frecuencia con que se utiliza en la escuela y que, a su vez, los usuarios frecuentes en la
escuela duplican a los usuarios frecuentes en los cibercafés.
El segundo resultado muestra que entre los adolescentes del quintil 1 con
acceso a Internet en los hogares, la proporción que hace un uso frecuente es muy
similar a las del quintil superior; pero en cambio, los usuarios frecuentes del quintil 5
duplican o triplican a los del quintil 1 en las escuelas o los cibercafés. Es decir, si las
desigualdades en intensidades de uso de Internet son importantes en el desarrollo
diferencial de competencias digitales, para evitar las brechas es obvio que sería mejor
que todo el mundo dispusiera de acceso a Internet en sus casas.
Mercado y dependencia administrativa de los establecimientos educativos
Las diferencias en las intensidades de uso en las escuelas entre los adolescentes ricos
y pobres inducen a examinar el papel que juega la segmentación educativa entre
escuelas privadas y públicas.
La gran mayoría de las acciones del sistema educativo para compensar las
desigualdades determinadas por los mercados se movilizan a través de los
2
Para ver los datos precisos, se puede consultar la Serie Políticas Sociales N°166.
8
establecimientos públicos, no pagos. Ello justamente porque la probabilidad de
asistencia de los establecimientos privados, que sí son pagos, puede considerarse, en
última instancia, como una extensión de las determinaciones del mercado.
Las formas en que se producen estas extensiones se manifiestan por varias
vías. Una de ellas son las diferencias en el equipamiento de uno u otro tipo de escuelas.
Por ejemplo, en el año 2000, la conectividad en los establecimientos privados brasileros
era once veces mayor que los públicos. Otra vía es el nivel de capacitación de los
docentes.
Pero quizás la vía más importante de trasmisión de las desigualdades de los mercados
a los establecimientos es la que opera a través de las diferencias en la densidad de
competencias digitales que se instalan en las redes de alumnos, en uno y otro tipo de
establecimientos, como subproducto de la concentración en los colegios de alumnos
socializados en entornos familiares digitalizados (ver cuadro 5).
Cuadro 5
AMÉRICA LATINA Y OCDE (PAÍSES SELECCIONADOS): JÓVENES CON ACCESO
A PC EN EL HOGAR SEGÚN EL TIPO DE ESCUELA A LA QUE ASISTEN, 2000 y
2006
PISA 2000
País/Región
LAC
Dependencia del
establecimiento educativo
Privada
Pública
66%
25%
PISA 2006
Brecha
PrivadaPública
41%
Dependencia del
establecimiento educativo
Privada
Pública
79%
38%
Brecha
PrivadaPública
41%
Argentina
69%
33%
36%
72%
35%
37%
Brasil
59%
18%
42%
87%
28%
59%
Chile
44%
20%
25%
65%
39%
26%
57%
24%
33%
México
67%
16%
51%
78%
36%
42%
Uruguay
89%
39%
51%
92%
50%
42%
OCDE
82%
73%
10%
91%
86%
5%
Colombia
Fuente: elaborado por Moller, Sunkel y Trucco (2010) en base a PISA 2000, 2003 y 2006.
Nota: Colombia no participó en la medición 2000 y por lo tanto no se considera para los valores
de América Latina. El dato de Uruguay para el año 2000 corresponde a 2003.
El diagrama 1 intenta sintetizar lo que se ha dicho hasta ahora, es decir, la relación
entre el ingreso de los hogares, las diferencias de equipamiento digital de éstos y las
posibilidades de acceso a servicios educativos privados. Esto implica diferencias en la
edad de iniciación, de intensidad en el uso de artefactos digitales y, recordemos
también, la posibilidad de estar expuestos a una socialización en un entorno familiar
digitalizado.
9
Diagrama 1
DEL INGRESO DE LOS HOGARES A LAS DIFERENCIAS EN LA DENSIDAD
DIGITAL DE LAS REDES ESCOLARES
Ingreso
hogares
Diferencias en el
equipamiento digital
de los hogares
Diferencias en edad de
iniciación y de intensidad en el
uso de artefactos digitales
Posibilidades
de acceso a servicios
educativos privados
Diferencias en el
equipamiento digital de
las escuelas
Diferencias en la
composición social de las
escuelas
Diferencias en la densidad digital de los
flujos de intercambio en las redes de
alumnos.
Fuente: Kaztman, 2010 (Serie Políticas Sociales N°1 66)
La mención a los servicios educativos privados tiene que ver con diferencias en el
equipamiento digital y la composición social de los alumnos y, como ya se mencionó,
con la densidad digital de los flujos de intercambio en las redes de alumnos. No hay
duda que la participación en las redes de pares con alta socialización digital estimula y
facilita la exploración y utilización del mundo virtual. Se incrementan de ese modo las
oportunidades abiertas a cada participante de acumular conocimientos y destrezas en el
manejo de las TIC, y se reducen paralelamente los riesgos de quedar marginado de una
dinámica de innovación tecnológica que por momentos adquiere un ritmo vertiginoso.
Desafíos que enfrenta el sistema educativo para desmercantilizar el acceso al
mundo digital
Hay una serie de factores que sustentan el liderazgo del sistema educativo en la batalla
por la universalización del acceso a las TIC.
1. Idoneidad: la educación es la principal agencia del Estado en cuanto a aptitudes
para disociar orígenes sociales de logros en el manejo de TIC.
2. Misión: los establecimientos educativos tienen como misión seleccionar y
transmitir las tecnologías y formas de uso más aptas para potenciar el
aprendizaje y la capacidad creativa de niños y adolescentes.
10
3. La responsabilidad en la definición de una cultura pública común.
4. La revolución digital fortalece la prioridad asignada al desarrollo del capital
humano entre las metas de los Estados.
Algunas condiciones para que la educación pueda asumir ese rol de liderazgo
Se puede decir que, con escasas excepciones de períodos y países, la tónica general
de la acción educativa en la región ha sido la de un bajo aporte a la equidad. Algunos
factores que contribuyeron a lo frágil de ese aporte fueron, entre otros, la deserción de
las clases medias de los centros de educación pública, las transformaciones en las
familias de los estratos bajos que redujeron sus capacidades para complementar el rol
de las escuelas y, en las grandes ciudades, problemas de segregación residencial que
debilitaron el tono de la convivencia vecinal.
A la inercia de esos factores, y con la incorporación de la informática a los procesos
de aprendizaje, se agregan nuevos desafíos cuyo enfrentamiento exitoso implica una
transformación profunda de la cultura institucional del sistema educativo y una compleja
articulación de factores como los que se exponen a continuación.
1. El liderazgo institucional para superar la resistencia al cambio, definir el sentido y
los fines a los que deben estar supeditadas las aplicaciones de las nuevas
tecnologías y para mantener confianza y optimismo en el logro de metas.
2. Recursos para la adquisición, reemplazo y mantenimiento del equipamiento
digital.
3. Disponibilidad de plataformas eléctricas y de conectividades en el territorio
nacional que cubre la educación.
4. Una activa capacitación docente que tome en cuenta el posible desencuentro
entre tipos de competencias diferentes, como las que exige el manejo de los
artefactos digitales y las que exige la propia enseñanza.
5. El mantenimiento del sistema educativo como ámbito de construcción colectiva
del conocimiento frente a las fuerzas centrífugas que activa el acceso al mundo
virtual que, obviamente, da mucho más autonomía a los estudiantes.
6. Disponibilidad de una masa crítica de personas con buenas competencias
digitales y con disposición a colaborar con el esfuerzo educativo.
Ante la magnitud de estos desafíos, una de las premisas del documento aquí expuesto
es que al sistema educativo le va a resultar sumamente difícil manejar estos problemas
sin un apoyo muy fuerte de las familias y de la comunidad. Desde esta perspectiva,
cuando se analizan las estrategias de equipamiento tecnológico de los modelos de los
colegios y las escuelas, interesa ver los posibles impactos de cada uno de ellos sobre la
familia y la comunidad.
Con respecto a las familias, el principal desafío que enfrentan los sistemas
educativos es lograr que éstas asuman un rol complementario al de las escuelas. Las
mayores dificultades se focalizan en las familias con menos recursos, tanto materiales
11
como no materiales, para invertir en la educación de sus hijos. El que las familias se
movilicen o no en este sentido está directamente relacionado con la credibilidad que
tenga la educación como medio de movilidad social y mejoramiento efectivo de las
condiciones de vida de los hijos.
A través de los estudios realizados en torno al Plan Ceibal en Uruguay, y a partir
del hecho que los niños pueden llevar la computadora a sus casas, algo se sabe acerca
de los posibles impactos en la relación de la escuela con los padres. Por ejemplo, se
perciben cambios en el tono de la convivencia familiar y en el contenido de los
intercambios. También se conocen algunas evidencias que apuntan a que, a partir de la
observación cotidiana que hacen los padres del desarrollo de competencias en el
manejo de artefactos digitales de los hijos, las expectativas con respecto a las
posibilidades de movilidad social de los hijos se elevan. Además, se percibe una
modificación de las imágenes de la escuela, que se ve ahora como una fuente
importante para el acceso y aprendizaje de nuevas tecnologías. Al respecto, la siguiente
cita es elocuente:
“Esto es un sueño, yo pensaba que jamás íbamos a tener una computadora en
casa y ahora tenemos cuatro, anoche eran las once y no lograba desprenderlos
de la máquina, encontraba que muchos compañeros estaban conectados. Siento
que todos los chicos son tratados por igual y que pueden lograr información y
aprender, sin que esto signifique un costo para la familia. Nos cambió la vida, me
paso mirando a mis hijos entusiasmados con sus máquinas” (Madre de cuatro
hijos, cada uno con una computadora entregada por el Plan Ceibal).
Todo indica que, si de lo que se trata es de obtener el respaldo de las familias de bajos
recursos al funcionamiento del sistema educativo, la opción de mantener o no mantener
las computadoras y las conectividades, dentro o fuera del sistema educativo, parece
insoslayable. Hay que tomar una decisión al respecto.
Posibles impactos de las estrategias de equipamiento tecnológico en la
educación sobre las comunidades
Desde el punto de vista de logros de metas educativas, uno de los impactos más
relevantes serían aquellos que logran movilizar a la comunidad en beneficio del
funcionamiento de la escuela. Como los grupos focales de las políticas de reducción de
la brecha digital son los niños de escasos recursos, uno de los impactos comunitarios
deseados es mejorar los patrones de convivencia en los barrios pobres, de manera que
favorezcan los logros educativos de esos niños.
Este mejoramiento de los patrones de convivencia barriales puede resultar de los
siguientes elementos:
•
•
•
El mejoramiento de la imagen de la escuela, la que pasa a percibirse como una
fuente de oportunidades de aprendizajes importantes.
Una mayor satisfacción de los vecinos con los cambios que se producen en las
actividades que realizan los niños en las calles. Los estudios realizados en
Uruguay tienen muchas anécdotas respecto a esto.
El aporte que pueda hacer el modelo al debilitamiento de imágenes
estigmatizadas de los barrios pobres, las que en última instancia operan como
barreras a los intentos de integración social de los vecinos.
12
Un investigador uruguayo afirma que: “el paisaje urbano de las localidades y barrios se
modifica con la aparición de los niños con una computadora del Plan Ceibal”. Más allá
de lo pintoresca que resulta esta imagen, tiene un fuerte impacto simbólico, pues en
muchos casos se trata de barrios pobres y de sectores excluidos que, por medio del
Plan, están en posesión de uno de los símbolos más importantes de la modernidad.
En segundo lugar, importa registrar si las estrategias de equipamiento
tecnológico de las escuelas movilizan o no el respaldo de otros segmentos de la
sociedad. En particular, interesa la adhesión de individuos educados, tecnológicamente
receptivos y motivados a cooperar en la solución de una amplia variedad de problemas,
como la reparación de computadoras, la apertura de vías de conectividad, la gestión de
colaboración con empresas privadas, organización de centros vecinales de apoyo
informático, o la asistencia específica en el desarrollo de sus competencias digitales a
familias, alumnos o, incluso, profesores.
Para sumar a este tipo de individuos al combate por la reducción de la brecha
digital es necesario que el escenario de la sociedad futura que se proyecta a través de
la propuesta educativa se imponga como un destino colectivo deseable y creíble.
La respuesta de una madre, en este caso de un departamento pequeño de
Uruguay, ilustra bien una de las vías a través de las cuales dicho plan podría estar
generando una conciencia colectiva de ese tipo. Dice así:
“Dentro de poco vamos a ser uno de los mejores países de América Latina en
materia de computación, porque los niños están ingresando en el tema de
computación, pero en otros países no. Para mí, no hay como Uruguay”.
Un abuelo que participó en un taller organizado por el proyecto Flor de Ceibo, decía:
“Esto es maravilloso, la idea del Plan Ceibal es lo máximo que nos ha ocurrido,
quizás en muchas décadas. Me atrevo a decir que hoy, José Pedro Varela, un
insigne educador uruguayo, sonríe con amor como nosotros. Esto nos acerca
más a los niños, todos, a los jóvenes, adultos; en fin, nos une, nos sigue
actualizando de acuerdo a nuestros intereses y aspiraciones”.
En el Centro de Estudios Públicos de la Argentina se hizo una evaluación sobre el plan
de la provincia de San Luis, Argentina que se llama Todos los chicos en la red y que
también muestra impactos sustanciales del modelo 1 a 1 sobre las familias y las pocas
comunidades que fueron examinadas. Como en ese caso se aplicó en comunidades
chicas, es necesario considerar que detrás de esos impactos puede estar presente la
excitación con la innovación que la computación e Internet representan en esos
contextos.
Conclusiones
La mayoría de la población de la región todavía padece analfabetismo digital. Hay que
recordar que en 2006 sólo uno de cada diez hogares tenía Internet en sus residencias.
El hecho de que en algunos de los países más desarrollados de la región la brecha
digital medida por el uso de Internet es más reducida entre los adolescentes que entre
los adultos es, sin duda, auspicioso. Pero el panorama de la mayoría de los países es
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más sombrío, puesto que las brechas digitales más amplias, tal como se vio con
anterioridad, se encuentran entre los de menor edad, lo que muy posiblemente esté
señalando una situación en la cual la primacía de las fuerzas del mercado todavía no
está compensada por la intervención de las escuelas. En consecuencia, ello deriva en
que la producción de nativos digitales se concentre en los estratos más altos.
Otra señal preocupante es que la escasa evidencia disponible sobre los
diferenciales en los patrones de uso, especialmente en aquellos que por sus
características de intensidad y diversidad tienen mayores potencialidades de contribuir
al enriquecimiento de las configuraciones de los muchachos y muchachas, como son el
acceso temprano, la intensidad en el uso y la socialización en un entorno digitalizado,
muestra una estrecha asociación con los antecedentes socioeconómicos de los
hogares.
En este escenario cabe destacar que en sociedades en las que el alfabetismo
digital se ha tornado un requisito insustituible e ineludible para la participación
ciudadana, la percepción de muchos jóvenes de estar por debajo de esos umbrales
puede debilitar sus resistencias a la desafiliación social.
Por último, en América Latina, los antecedentes del papel de la educación en el
desacoplamiento de orígenes y logros no dan bases para ser optimistas. Así como las
acciones en el campo de la educación para compensar las desigualdades de origen
quedaron, en muchos casos, a la retaguardia de innovaciones sociales y del mercado
-como la privatización de la enseñanza-, las acciones en el campo del desarrollo de las
competencias que pueden compensar las brechas digitales de origen corren el peligro
de quedar siempre a la retaguardia de las innovaciones tecnológicas.
Las estrategias de incorporación de equipamientos digitales en los procesos de
aprendizajes están hoy día en el centro de discusión como potenciales instrumentos
para avanzar en la equidad social. Pero poco se sabe sobre sus impactos, no sólo
sobre los aprendizajes, sino sobre los factores que pueden ayudar a la educabilidad de
niños y adolescentes, como los son la activación de la familia y de las comunidades.
Desde el punto de vista de la investigación social, éstos son todavía temas de frontera.
Para terminar, aun cuando consideraciones teóricas y la escasa evidencia
disponible sugieren que la balanza entre los modelos de incorporación de equipamiento
digital debería inclinarse hacia la asignación de artefactos y conectividades a cada
alumno, no se ignora que en última instancia la utilidad práctica de cualquier teoría que
pretenda orientar decisiones de política en este campo va a depender de la amplitud y
profundidad con que esté informada de las dificultades que surgen, en cada sociedad y
en cada momento, para implementar las líneas de acción que se derivan de la teoría.
En este sentido, es posible que las condiciones que demanda el funcionamiento del
Plan Ceibal de Uruguay, o el programa Todos los chicos en la red de San Luis, no sean
replicables en muchos de los contextos nacionales de la región.
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