SER SIN EXISTIR EL MONÒLOGO DE UN

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Felipe Szarruk
SER SIN EXISTIR
EL MONÒLOGO DE UN PSICÒPATA
Legado de odio hacia ustedes los humanos
Felipe Szarruk
Fundación L.A.Rock Subterránica
Derechos Reservados 2009
Segunda edición Marzo 2015
El monólogo de un psicópata
Felipe Szarruk
“Le dedico esta obra a aquellos
Que no se sienten en casa…”
El monólogo de un psicópata
Felipe Szarruk
ADVERTENCIA
En el único viso de humanidad que usted señor lector
encontrará en este libro, me permito advertirle, sin que me
importe mucho, que lo que tiene usted en frente no es una
novela, ni un relato, no hay héroes ni villanos, ni siquiera hay
historias.
Este libro es el vuelco material de todo el odio que llevo por
dentro, de cómo a los humanos yo los veo un poco menos que
animales, de cómo me da asco el mundo en que nos toca vivir
y de cómo cada día vomito y me lamento por haber nacido
rodeado de la humanidad.
Es por esto señor lector, que tal vez no quiera seguir adelante
con la lectura de estas páginas, pero si de alguna manera lo
hace, entonces no se moleste con las palabras acá escritas,
recuerde siempre que fue su decisión y no la mía en leerlas.
No voy a omitir ningún sentimiento de los que llevo adentro, ni
me interesa, odio a todo lo que veo, incluyéndolo de pronto a
usted, que tiene este libro en las manos. Este es mi legado de
El monólogo de un psicópata
Felipe Szarruk
odio, y su única finalidad es imprimir en estas páginas toda la
podredumbre y porquería que a través de mi vida he visto en
los países que he visitado y a la que he tenido la desgracia de
sobrevivir.
Por ahora no es más.
Ya está advertido.
Con “sincero cariño”:
Miguel Hernández
El monólogo de un psicópata
Felipe Szarruk
PROLOGO
Si dios existe, nos ha abandonado,
¿Porque se avergüenza de nosotros?
El monólogo de un psicópata
Felipe Szarruk
DE CÓMO LLEGUÉ A CONOCER A MIGUEL HERNANDEZ
En la mitad de mi vida, de entre todos los que conocí, hubo
uno, Miguel Hernández, quien me conmovió. Me marcó como
ganado. Él nació el mismo día que yo y al parecer nuestros
destinos nunca fueron muy distantes: Los dos tuvimos buenas
familias, buena educación, buenos libros, viajes y, sobre todo,
compartíamos el odio hacia la gente y la sociedad.
Conocí a Miguel un día cualquiera, como si nada. Nos
presentaron, o mejor dicho, la situación nos presentó. Con el
tiempo, Miguel y yo nos hicimos buenos amigos, a los dos nos
gustaba la buena música, el Whisky y las pláticas sobre lo
estúpidos que son los humanos.
Aunque el era más versado que yo, a veces yo también le
planteaba problemas que lo hacían divagar en esa áspera
mente que tenía.
Miguel siempre me dijo que un día desaparecería.
Aunque
nunca lo creí, siempre supe que era cierto, por lo que grabé en
mi mente muchas de sus conversaciones, las cuales ahora
reproduzco en este libro, porque creo que allá afuera existen
El monólogo de un psicópata
Felipe Szarruk
miles de personas que tal vez necesitan ser liberados así como
a mi me liberó Miguel Hernández.
Con más humildad que otra cosa, no espero recriminación
alguna por lo fuerte de sus palabras y espero que comprendan
cada punto y cada coma de sus relatos, porque tal vez fue
Miguel el verdadero Mesías, el verdadero salvador, y así pasó
y así desapareció y lo único que quedó de él fue este relato y
nuestra eterna amistad.
Felipe Szarruk
El monólogo de un psicópata
Felipe Szarruk
DIÁLOGO PRIMERO
El monólogo de un psicópata
Felipe Szarruk
I
LA CIUDAD ES MI CELDA
─ ¡El mundo vale mierda!
Recuerdo esa frase, fue la última antes de declararme a mí
mismo un loco. Yo di el paso, yo tomé la decisión, era
indiscutible la necesidad de apartarme de esta realidad podrida
y patética en la que todos somos obligados a vivir desde el
mismo momento en que nacemos. ¡La vida vale mierda! Y todo
lo que vemos también. Horda de animales inmundos, pedazos
de carne ambulantes y sin sentido, escuchen mi voz porque yo
soy la verdad y la vida, yo soy la luz que vino al mundo, quien
crea en mi será salvo. Cuando yo era niño creía en el amor,
creía que todo era eterno, la felicidad, el cielo, el mundo.
Cuando yo era niño no me preocupaba sobre lo infinito del
universo, ni me preguntaba que iba a pasar con todo lo visible,
cuando era niño cada cosa me maravillaba, una flor, un avión,
un dulce. Recuerdo aquellos días con nostálgica dulzura, el
paso anterior a convertirme en un cerdo más, los niños son
puros, son salvos, dejad que los niños se acerquen a mí.
No importa si no escuchan mis palabras, ese no es mi
problema, acá, sentado en este oscuro rincón, contando las
gotas que una a una se estrellan en el vidrio de esta corroída
El monólogo de un psicópata
Felipe Szarruk
habitación, exiliado voluntariamente esperando la muerte, lleno
de sabiduría extrema e infinita, que al final debería ser el
camino a la trascendencia de ustedes los humanos. Pero no
me importa si no escuchan, no me importa si no hablan, no me
importa si este mundo se consume en su propia e inherente
ignorancia. ¡Es su naturaleza! Triste, básica y banal, en donde
lo único que nos sigue diferenciando de un simio es la cola que
cuelga de sus cuerpos. ¿Morir? Ya no importa. Yo soy verbo y
he descubierto la eternidad de las palabras, ya no puedo morir,
mi mensaje viajará a través del mundo, en libros, en el cine, en
la Internet. La palabra es más poderosa que el cañón, la pistola
es el instrumento que a los maricas los convierte en hombres.
¿Tanta evolución para llegar a esto? Sucio tú, Demetrio, que
nunca alcanzaste a conocerte a ti mismo y moriste consumido
en la idea de que vivir era sobrevivir, y ahora que yaces en la
tierra, en el mismo nivel de la lombriz y el gusano, no tienes ni
la mas mínima oportunidad de redimirte, de devolver el tiempo
y ver lo miserable que fue tu vida. ¿Y tú, Demetrio?
Arrepiéntete ahora que estás vivo y empieza a vivir por las
cosas que amas, tu pasión sin freno te envuelve y te ciega los
ojos a la verdad. ¿Te digo el secreto? ¿Te gustaría saber cual
es la función de los hombres? Ser, Demetrio, ser alguien, ser
aún sin existir y seguir siendo, por los siglos de los siglos…
Amén.
El monólogo de un psicópata
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