Abogados integrantes de la Corte Suprema

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LATERCERA Viernes 11 de marzo de 2016
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EL HUMOR DE HERVI
Director: Guillermo Turner Olea
Editor General: Víctor Cofré Soto
Representante Legal: Rodrigo Errázuriz R.
Abogados integrantes
de la Corte Suprema
Es una figura que debe ser revisada ya que no se garantiza su independencia e
imparcialidad y pueden beneficiarse al poder ejercer la profesión y cumplir el
rol de jueces paralelamente.
D
ESDE HACE un año que se encuentra sin
proveer un cargo de abogado integrante
en la Corte Suprema, función que se ejerce por tres años, luego que un nominado
en marzo del año pasado no asumiera su
puesto y quedare vacante. El Gobierno debiera nominar al reemplazante de una terna que formó la propia
Corte, pero no lo ha realizado. Por otra parte, en estos
días los abogados integrantes de las Cortes de Apelaciones del país han motivado notas de prensa, a propósito del juramento de los que asumen en ellas, tarea que
en su caso sirven únicamente por un año.
El retardo sin justificación aparente en la nominación
de autoridades parece estarse convirtiendo en un sello
distintivo de la actual administración. A los conocidos
casos del Contralor General de la República, cuyo nombramiento se dilató por ocho meses, y de varios subsecretarios, se une la falta de designación de los ministros suplentes del Tribunal Constitucional, que por ley
debió quedar concluida en enero pasado, y ahora de un
abogado integrante de la Corte Suprema. El Gobierno
tiene el deber de proveer con prontitud los cargos disponibles y evitar así trastornos en el funcionamiento
de las instituciones, lo que las debilita e impacta el servicio que cada una está llamada a prestar a la ciudadanía. Cabe esperar, entonces, que haya una rectificación
y el Ejecutivo adopte una política de mayor presteza en
los nombramientos.
Sin embargo, la exhortación a cumplir con la designación de los abogados integrantes que contempla la
ley, no debe eximir que se haga un análisis crítico de la
existencia de los mismos, puesto que se trata de una institución que ha sido cuestionada desde hace tiempo, más
allá de la entrega al servicio público y mérito con que
muchos han servido la función. Se trata de abogados,
que sin ser jueces, ejercen el rol de ministros de las diversas cortes, cuando no hay titulares suficientes para
integrarlas, lo que es de diaria ocurrencia, y que son
nombrados por el Presidente de República de ternas formadas por la Corte Suprema.
La existencia de dichos abogados no se adecúa plenamente al régimen que establece la Constitución para
el nombramiento de los ministros que deben integrar
las diversas cortes del país, que existe para garantizar
su independencia e imparcialidad. Más todavía, en el
caso de la Corte Suprema la propia Constitución fija su
composición en veintiún miembros, una cantidad elevada y que debiera ser suficiente para cumplir su tarea,
y no se advierte cómo la ley puede contemplar un número adicional de integrantes. Por otra parte, no gozan
de la inamovilidad que la Carta Fundamental entrega
a los jueces para garantizar su independencia, en particular cuando duran un lapso corto en funciones, lo que
los puede volver dependientes de las autoridades llamadas a decidir su renovación. Finalmente, no están
inhabilitados para ejercer paralelamente la profesión
y de litigar, lo que les puede conferir un ascendiente sobre los jueces que conocen de las causas que patrocinan y afectar la imparcialidad de éstos.
Dudas similares motivaron que fueran suprimidos en
el Tribunal Constitucional y reemplazados por “ministros suplentes”, que si bien son temporales, están sujetos en lo demás a las reglas que rigen a los titulares y,
en particular, no pueden ejercer la profesión. Es hora,
entonces, que la existencia de los abogados integrantes sea revisada.
Filtración de datos del MINSAL
UNA GRAVE falla en la plataforma informática del Ministerio de Salud dejó expuesta por más de 10 meses información confidencial de pacientes del sistema público de salud. En total cerca de 3 millones de archivos quedaron desprotegidos, entre los que se encontraban
datos de pacientes con VIH, mujeres que habían accedido a la píldora del día después o personas con problemas de salud mental, entre otros. La información incluía
direcciones y números de cédula de identidad de los pacientes. Sin embargo, pese al extenso periodo en que los
datos estuvieron expuestos, ni el Minsal ni Entel, empresa proveedora del servicio computacional, se percataron del hecho.
La desprotección de estos archivos vulneró todas las
normas de seguridad que el propio ministerio ha dictado con el fin de proteger la confidencialidad de las carpetas médicas, como incluso lo reconoció la propia ministra del ramo en un comunicado emitido luego de que
el sitio electrónico Ciper revelara la información. Pese
a que la situación se extendió durante casi un año, lla-
ma la atención que ni los encargados de control de seguridad del propio ministerio ni la empresa que daba el servicio, realizaran labores de revisión del sistema que les
hubiera permitido detectar la falla a tiempo, sin dejar expuesta la información sensible de miles de pacientes.
Pese a que el Minsal ha insistido que los datos nunca estuvieron accesibles a personas ajenas a su atención, lo cierto es que el universo de quienes tenían acceso a la información llegaba a cerca de 100 mil personas, muchas más que las normalmente autorizadas
a manejar ese material. Por ello, es imposible descartar un eventual mal uso que se pudiera haber hecho con
esa información. Frente a ello, el ministerio debe revisar sus actuales estándares de seguridad para que la
situación no vuelva a repetirse. Si bien pudo haber habido una falla del proveedor, la que aún debe ser determinada, lo cierto es que el primer responsable de resguardar ese material es el Ministerio de Salud y él es el
encargado de mejorar los actuales protocolos que rigen el manejo de esa información.
r Y usted, ¿qué opina? Comente en www.latercera.com
ECOS DE UNA NOTICIA
Amplia condena a
confiscación de medios
opositores en Turquía
El decomiso de Zaman y de la agencia Cihan, pertenecientes al mismo grupo de medios, no debe pasar inadvertido a Europa, por más que necesite acuerdos con el
régimen de Erdogan en torno a conflictos internacionales como la crisis de refugiados y la guerra civil en Siria.
bEl caso del diario Zaman —y de la agencia de noticias
Cihan, perteneciente al mismo grupo de medios— no es sino
el último capítulo en una constante ofensiva contra los
medios de comunicación opositores (...) La UE necesita a
Turquía, pero eso no significa que pueda cerrar los ojos ante
comportamientos que van contra lo que representa.
El País.España I 10.03. 2016
bSi le sorprende ver al diario Zaman, uno de los periódicos más
grandes de Turquía, confiscado por la policía, debe ser alguien
ajeno a la política turca. Todos lo esperábamos (...) Los que gobiernan ven los medios de comunicación como zona de guerra, en la que cada victoria da derecho a cobrar un botín.
Hurriyet. Mustafa Akyol, Turquía I 08.03.2016
bLimitarse a mostrar preocupación por la libertad de prensa,
omitiendo las violaciónes por el bien del comercio, puede ser
rentable ahora. Pero a menos que Occidente tome medidas,
arriesga perder un aliado estable y la democracia en una nación de mayoría musulmana.
New York Times. Sevgi Akarcesme, EE.UU.I 07.03.2016
“
ENTRECOMILLAS
Estamos todos en un mismo barco.
Cuando se navega en
aguas difíciles buscar el
entendimiento es aún más
importante”.
Rodrigo Valdés
La Tercera.com| 10 |03| 2016
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