RELEX-2001-00088-00-00-ES-TRA-00 (EN)

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Unión Europea - Naciones Unidas
30 de Marzo 2001
Las relaciones entre la Unión Europea y las Naciones Unidas alcanzan la madurez
Un momento dinámico en la historia mundial
La Unión Europea se está esforzando por construir una Europa estable y pacífica a la vez que consolida su
presencia en la escena internacional para contribuir a la paz y al desarrollo a escala mundial.
Desde sus inicios en los años 501 como un proyecto para reunir Europa en una unión económica, la UE se ha
convertido en un importante actor en la escena mundial, así como en la entidad comercial más grande del
mundo, con un mercado común y una moneda única para la mayoría de sus Estados miembros. La UE es el
mayor proveedor de ayuda oficial al desarrollo (AOD). En los años 90, ha tratado de desarrollar una Política
Exterior y de Seguridad Común (PESC) que correspondiera a su potencia económica. Esto llevó a que en la
última cumbre de la UE celebrada en Niza, en diciembre de 2000, se confirmara la decisión de incluir en la
PESC la instauración progresiva de una política de defensa común. Esta política contempla la creación de una
fuerza de reacción rápida, así como de unas capacidades y unos órganos políticos y militares permanentes para
la gestión de las crisis2.
Al mismo tiempo, hay un número creciente de países europeos que han solicitado su adhesión a la UE.
Actualmente forman parte de la Unión 15 Estados miembros: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España,
Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, los Países Bajos, Portugal y el Reino Unido. Otros 13
países candidatos -Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia,
la República Checa, Rumania y Turquía- han solicitado su adhesión a la UE.
Los objetivos de la ONU son mantener la paz y la seguridad internacionales, desarrollar unas relaciones
amistosas entre las naciones, cooperar para solucionar los problemas relacionados con los derechos sociales,
culturales, humanos, económicos, comerciales y humanitarios a escala internacional y constituir un foro para
armonizar las actividades llevadas a cabo por las naciones para lograr estos objetivos comunes. En vista del
1
El 9 de mayo de 1950, el Ministro de Asuntos Exteriores francés Robert Schuman lanzó el Plan que lleva su nombre para
situar a las industrias del carbón y del acero de la República Federal de Alemania y Francia bajo una Alta Autoridad única.
Este acontecimiento supuso el inicio de la Comunidad Europea. Desde entonces, se conmemora cada año el 9 de mayo como
"Día de Europa".
2
La Comunidad Europea (CE), creada en 1957, ya ha desarrollado toda una serie de actividades, muchas de ellas en el campo
de las relaciones exteriores. Tanto el Tratado constitutivo como las distintas políticas llevadas a cabo en ese sentido siguen
estando vigentes. El Tratado de Maastricht, firmado en 1992, por el que se creó la Unión Europea (UE), anadió la política
exterior y de seguridad común y la cooperación en justicia e interior a estas actividades.
1
--
desarrollo político de la UE, no es sorprendente que esta última y la ONU quieran profundizar actualmente su
relación.
Contribución de la UE a las actividades de la ONU.
La UE aporta una importante contribución a las actividades de la ONU. Colabora con todos sus organismos,
agencias y programas y en prácticamente todas sus actividades, desde la política de desarrollo y pacificación
hasta la ayuda humanitaria, el medio ambiente, los derechos humanos y la cultura. Además, está presente en
todo el mundo.
Por otra parte, los Estados miembros de la UE son los que aportan la mayor contribución financiera al sistema
de la ONU, alrededor del 37% del presupuesto ordinario de las Naciones Unidas. Financian aproximadamente el
40% de sus operaciones de pacificación y en torno al 50% de las contribuciones de todos los Estados miembros
de la ONU a sus fondos y programas. A pesar de que su aportación es proporcionalmente muy superior a la que
correspondería al 28% del PIB mundial que representa, la UE ha decidido mantener su contribución financiera
global al mismo nivel que en la última ronda de negociaciones presupuestarias de la ONU, celebrada en 2000.
Está orgullosa de haber mantenido esta generosa aportación como señal de apoyo al sistema de la ONU.
Una cooperación cada vez mayor en numerosos campos.
La cooperación con la ONU es una de las prioridades de la UE. La Unión reconoce que tiene la responsabilidad
de apoyar y consolidar la ONU para defender su papel a la hora de buscar soluciones multilaterales a problemas
globales sobre la base de su Carta.
La importancia de la cooperación entre la UE y la ONU se ha puesto a prueba recientemente en la crisis de los
Balcanes, donde no solamente cooperan sobre el terreno, sino que también participan en la Misión de las
Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK).
La UE y la ONU ya han empezado a introducir algunos importantes cambios en su relación este año:

El informe Brahimi para mejorar la eficacia de los esfuerzos pacificadores de la ONU y su aplicación ha
puesto de relieve una de las áreas en que la cooperación UE-ONU tiene más oportunidades de ampliarse.
Desde que se fundó la Organización, los soldados europeos han desempeñado un destacado papel en las
misiones de pacificación de la ONU. Basándose en unas tropas europeas bien equipadas procedentes de
las fuerzas armadas nacionales, la UE está planeando crear una fuerza de reacción rápida de 60.000
soldados hacia el año 2003. Dependiendo de las circunstancias, esta fuerza podría proporcionar ayuda a
las operaciones de mantenimiento de la paz dirigidas por la ONU. También existen muchas
posibilidades de cooperación en áreas como la gestión de las crisis y la prevención de conflictos.

En la primavera de 2001, la Comisión Europea, organismo ejecutivo de la UE, adoptó una comunicación
(declaración política) sobre la "creación de una asociación efectiva con las Naciones Unidas en los
ámbitos del desarrollo y la ayuda humanitaria" con la que aspira a mejorar la calidad y la incidencia de la
política comunitaria de desarrollo dentro del sistema de la ONU. Se trata, entre otras cosas, de garantizar
2
--
una financiación adecuada de los programas de la ONU una vez que se hayan cumplido las prioridades
comunitarias en materia de desarrollo.

Por primera vez, la Unión Europea acoge una importante conferencia de la ONU por iniciativa propia.
La Conferencia sobre los Países Menos Adelantados (PMA) se celebrará en Bruselas en mayo de 2001 y
en ella se presentarán iniciativas comunitarias concretas referentes a la comunicación sobre la lucha
contra las enfermedades contagiosas, así como la iniciativa "Todo salvo las armas", que abre las puertas
de la UE al libre comercio con estos países para todos los bienes y servicios excepto las armas.
La UE intenta facilitar un seguimiento integrado de todas las conferencias importantes de la ONU. Aspira a que
los estudios y evaluaciones sean más racionales y prácticos, y a que la incidencia política de cualquier proceso
de seguimiento sea más visible y tenga una orientación determinada. Este planteamiento se aplica al
seguimiento de todas las conferencias y cumbres importantes celebradas desde el principio de los años 90: Río
(medio ambiente y desarrollo), El Cairo (población), Pekín (mujer), Copenhague (social), Roma (Cumbre
mundial sobre la alimentación), Estambul (hábitat), Nueva York (infancia) y Kioto (cambio climático), así como
la propia Cumbre del milenio.
La UE también plantea temas candentes para la ONU, siempre que sea necesario, en las cumbres celebradas con
los principales países del mundo. Un ejemplo reciente de esto último es la iniciativa conjunta UE-EE UU sobre
el HIV/SIDA.
Muchos ciudadanos de la UE trabajan para la ONU como directivos de sus organismos, fondos y programas
especializados. Entre ellos están el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
Mary Robinson, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Ruud Lubbers, el
Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo, Mark Malloch Brown, el Director
ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Klaus Topfer, y el Director ejecutivo
del Programa de las Naciones Unidas para el control internacional de la droga, Pino Arlacchi.
Una larga tradición de cooperación entre la UE y la ONU
Las instituciones de la UE están representadas en la ONU desde mediados de los 70.
La Comisión Europea cuenta con delegaciones acreditadas ante los organismos de la ONU en Ginebra, París,
Nairobi, Nueva York, Roma y Viena. Además, la Secretaría del Consejo tiene oficinas en Ginebra y Nueva
York. La oficina de información de la Comisión Europea en Nueva York se convirtió oficialmente en
Delegación ante las Naciones Unidas en 1974.
En su calidad de observador en la Asamblea General de las Naciones Unidas y en la mayor parte de los
organismos especializados de la ONU, la Comunidad Europea no tiene voto como tal, aunque forme parte de
más de 50 acuerdos multilaterales y convenios de la ONU como único participante no estatal. Se le ha
reconocido un estatuto especial de "participante de pleno derecho" en varias importantes conferencias de las
Naciones Unidas, así como en la Comisión de Desarrollo Sostenible de la ONU (CDS) y en el Foro
Intergubernamental sobre los Bosques (IFF). En 1991, se aceptó a la Comunidad Europea como miembro de
3
--
pleno derecho de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Es la
primera vez que se la reconoce como miembro con pleno derecho a votación en un organismo de la ONU.
Creación de mejores mecanismos interinstitucionales de cooperación
Hay que mejorar los mecanismos de coordinación para utilizar lo mejor posible tanto los recursos de la UE
como los de la ONU en todos sus ámbitos de cooperación.
A este respecto, la UE se reunió en septiembre de 2000 con el Secretario General de las Naciones Unidas a nivel
ministerial, de acuerdo con un plan de reuniones regulares entre la UE y la ONU. El Secretario General adjunto
de la ONU también viajó a Bruselas para mantener un diálogo político en marzo de 2001. Se está trabajando
actualmente para establecer contactos regulares entre la UE y la ONU con el fin de prevenir conflictos y
gestionar las crisis, tal como se acordó en la cumbre de la UE celebrada en Niza en diciembre de 2000.
Los 15 Presidentes y Jefes de Gobierno de la UE, así como el Presidente de la Comisión Europea Romano Prodi
intervinieron en la Cumbre del Milenio de la ONU, celebrada en Nueva York en septiembre de 2000. El
Presidente Prodi también realizó una visita oficial a la Oficina de la ONU en Ginebra en enero de 2001. El
mayor relieve de la Unión Europea en Nueva York también se ha puesto de manifiesto a través de las numerosas
visitas del Alto Representante Javier Solana, así como del Comisario de Relaciones Exteriores Chris Patten y
otros Comisarios europeos.
Contribuciòn de la Unión Europea al
Presupuesto ordinario de la ONU, 20012003
Participación de la Unión Europea
al PNB mundial, 1999
Resto del
mundo
29,5%
Otros
Estados
miembros
20%
Union
Europea
28,0%
Unión
Europea
37%
Japón
20%
Japón
14,0%
EE UU
23%
EE UU
28,6%
4
--
Contribuciòn de la Unión Europea al
Presupuesto de la ONU para operaciones
de pacificación,
Otros
2001-2003
Estados
miembros
Unión
de la ONU
Europea
12%
40%
Contribuciòn de la Unión
Europea a los Fondos y
Programas de la ONU, 1998
Otros
20%
Japón
20%
Unión
Europea
50%
Japón
13%
EE UU
28%
EE UU
17%
576.8
600
500
400
300
200
100
0
196.6
C
N
U
Contribuciones financieras de la UE (millones de USD):
5
--
5.2
PN
U
C
ID
1.6
O
PS
M
S
10.6
O
IT
O
M
A
20.3
O
55
2
U
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D
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C
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A
EF
N
U
-O
N
U
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CH
A
R
U
N
AC
7.3
FA
O
54
0.67
AP
U
FN
U
D
9.5
PN
117.7
PN
Euros (millones)
Contribuciòn de la Comunidad Europea a los Fondos y Programas de la ONU: 19971999
(excepto las contribuciones de los Estados miembros)
Presupuesto
ordinario de
la
ONU,
2000
Austria
9,9
Bélgica
11,6
Dinamarca
7,3
Finlandia
5,7
Francia
68,8
Alemania
103,7
Grecia
3,7
Irlanda
2,4
Italia
57,2
Luxemburgo
0,7
Países Bajos
17,2
Portugal
4,5
España
27,3
Suecia
11,3
Reino Unido
53,6
Comunidades Europeas N/A
Total
385 millones
Presupuesto
de la ONU
para el
mantenimiento de la
paz, 2000
20,3
23,8
14,9
11,7
141,0
212,3
7,6
4,8
117,1
1,5
35,2
9,3
55,8
23,2
109,7
N/A
788 millones
Ayuda
bilateral
oficial al
desarrollo
19993
Ayuda
humanitaria
bilateral 1999
(en millones
de euros)4
527
760
1.733
416
5.637
5.515
194
245
1.806
119
3.134
276
1.363
1.630
3.401
4.937
26.756
millones
8
38
142
39
17
120
14
18
67
10
165
1
26
88
65
813
1,631 millones
3
Fuente: OCDE. Las cifras relativas a los Estados miembros de la UE incluyen la contribución de la Comisión Europea (4.937 millones).
4
Cifras relativas a los Estados miembros de la UE recogidas por ECHO basándose en los informes de 14 puntos contemplados en el Reglamento nº 1257/96 sobre la
ayuda humanitaria que rige sus operaciones (en euros).
6
--
La Unión Europea y su papel en la ONU
¿Qué es la Unión Europea?
El Tratado de Roma de 1957, por el que se constituyó la Comunidad Europea (CE), supone un hito en el
proceso de integración de Europa Occidental. Su objetivo era establecer una unión cada vez más estrecha entre
los pueblos de Europa y sentar la base de un mercado común y una unión económica y monetaria. La
Comunidad Europea sigue trabajando en ese sentido.
El éxito de este proyecto, que ha visto cómo sus miembros pasaban de seis a los quince actuales y cómo
aumentaba su importancia económica a escala mundial, constituye un ejemplo único de integración entre
Estados soberanos y va mucho más allá de la clásica cooperación intergubernamental. A diferencia de la ONU,
la OTAN o la OCDE, el proyecto europeo se concibió desde el principio como una estructura supranacional con
instituciones comunes: Consejo, Comisión, Tribunal de Justicia, Tribunal de Cuentas y un Parlamento elegido
directamente, que cuenta en la actualidad con 626 eurodiputados que representan a unos 375 millones de
ciudadanos europeos. El Parlamento Europeo desempeña un importante papel en el proceso de toma de
decisiones, sobre todo a la hora de aprobar la legislación comunitaria y adoptar el presupuesto, fuente de
recursos propios de la Comunidad. La legislación comunitaria prima sobre las legislaciones nacionales y está
sujeta a la jurisdicción del Tribunal de Justicia.
En 1992, para confirmar el éxito de la CE, los líderes europeos firmaron el Tratado de Maastricht, constitutivo
de la Unión Europea (UE). Este Tratado ahondó de manera significativa la relación entre los Estados miembros
en materia de política monetaria, justicia e interior. Confirmó asimismo la voluntad de la Unión de reafirmar su
papel en la escena internacional, sobre todo a través de la aplicación de una política exterior y de seguridad
común, acompañada progresivamente de un política común de defensa. En diciembre de 2000, la Cumbre de la
UE celebrada en Niza confirmó que iba a poner en práctica rápidamente su política europea de seguridad y
defensa.
El principal organismo decisorio de la Unión es el Consejo de la Unión Europea. El Consejo está compuesto por
un representante ministerial de cada Estado miembro, con poder para comprometer a su Gobierno y
políticamente responsable ante su Parlamento nacional.
Cada seis meses5, uno de los quince Estados miembros asume la Presidencia del Consejo y sus organismos
preparatorios. La Presidencia sirve de impulso y se encarga del seguimiento. Representa a la Unión en los
5
Calendario de la Presidencia: Francia (segunda mitad de 2000); Suecia (primera mitad de 2001); Bélgica (segunda mitad de
2001); España (primera mitad de 2002); Dinamarca (segunda mitad de 2002); Grecia (primera mitad de 2003); Italia (segunda
mitad de 2003); Irlanda (primera mitad de 2004); Países Bajos (segunda mitad de 2004); Luxemburgo (primera mitad de
2005); Reino Unido (segunda mitad de 2005), hasta que se admitan nuevos Estados miembros.
7
--
asuntos relativos a la política exterior y de seguridad común (PESC) y es responsable de la ejecución de las
disposiciones adoptadas en esta materia. Sobre esta base, expresa la posición de la Unión al respecto en las
organizaciones y conferencias internacionales. La Presidencia está asistida por el Alto Representante para la
política exterior y de seguridad común y por el Secretario General del Consejo bajo su responsabilidad.
La Comisión Europea, compuesta de veinte Comisarios, al menos uno de cada Estado miembro, es el órgano
ejecutivo de la UE y toma las decisiones políticas de manera colegiada. Tiene poderes exclusivos a la hora de
proponer iniciativas políticas en toda una serie de asuntos comunitarios y negocia los tratados bilaterales y
compromisos internacionales en nombre de la Comunidad. La Comisión Europea está estrechmanete asociada a
la política exterior y de seguridad común de la Unión.
Coordinación de las actividades de la UE y la ONU
Todos los países de la UE son miembros de pleno derecho de la ONU, y muchos de ellos lo son desde que se
fundó la Organización en 19456. Desde que se instauró la política exterior y de seguridad común de la UE en
1992, los Estados miembros de la UE han mejorado la coordinación de sus actividades en las organizaciones
internacionales y han intentado defender posturas comunes en estos foros para reforzar su acción conjunta en el
mundo.
Los Estados miembros de la UE, junto con la Comisión Europea, coordinan regularmente sus actividades en la
ONU. Esta coordinación se ha mejorado gradualmente y abarca en la actualidad los seis comités principales y
sus organismos subordinados, incluido el ECOSOC y las comisiones que dependen de él. Se celebran cada año
más de mil reuniones de coordinación interna de la UE a fin de preparar y adoptar las posiciones comunes de la
Unión. En 1999, esto permitió que la UE alcanzara una posición común en el 95% de las votaciones de la
Asamblea General. La UE también se ha expresado con una sola voz en el proceso de seguimiento de todas las
principales conferencias y cumbres celebradas desde el principio de los años 90.
A medida que la política exterior y de seguridad común se convierte en una realidad palpable día a día, las
actividades de sus Estados miembros en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tienen en cuenta cada
vez más la dimensión comunitaria de los asuntos relacionados con la seguridad mundial en los que la UE
defiende una posición política. De conformidad con el artículo 19 del Tratado de la Unión Europea, “Los
Estados miembros que también son miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se concertarán
entre sí y tendrán cabalmente informados a los demás Estados miembros. Los Estados miembros que son
miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas asegurarán, en el desempeño de sus
funciones, la defensa de las posiciones e intereses de la Unión, sin perjuicio de las responsabilidades que les
incumban en virtud de las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas”. El punto de vista común de la
Unión sobre estos temas se da a conocer a través de declaraciones conjuntas formuladas por la Presidencia de la
UE en reuniones públicas o de otro tipo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
6
Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia, Luxemburgo, Países Bajos y el Reino Unido en 1945; Suecia en 1946; Austria, España,
Finlandia, Irlanda, Italia y Portugal en 1955; Alemania en 1973. La Comunidad Europea es observador permanente de la
ONU desde 1974.
8
--
El papel de la Presidencia de la UE es especialmente importante. Asume tareas cotidianas de coordinación y
representación de la Unión en la mayoría de los campos de actividad de la ONU y es el interlocutor de las
Naciones Unidas en estos ámbitos. La Presidencia representa a la UE en las discusiones con otros miembros de
la ONU, agrupaciones u organizaciones regionales. También realiza gestiones y declaraciones en nombre de la
Unión. Se invita a los trece países candidatos de la UE, junto con Islandia, Liechtenstein y Noruega, a adherirse
a estas declaraciones.
La Comisión Europea participa activamente en las tareas de la ONU y colabora con la Presidencia de la UE
respaldando sus puntos de vista en numerosos ámbitos, especialmente el desarrollo, el medio ambiente y la
ayuda humanitaria. La Comisión Europea tiene responsibilidades específicas en áreas como el comercio, la
pesca y la agricultura.
Cuando la UE asiste a reuniones con Estados no miembros, agrupaciones regionales o efectúa gestiones, a
menudo lo hace a través de una troika. Gracias a este sistema, la Presidencia del Consejo de la UE, acompañada
de su Secretaría General, la Comisión Europea y la Presidencia siguiente, representa la política exterior y de
seguridad común en los contactos diarios.
Voto de la UE en la Asamblea General de la ONU
1977-1999
100,0%
95%
80,0%
84%
70,0%
68%
60,0%
9
--
19
99
19
97
19
95
19
93
19
91
19
89
19
87
19
85
19
83
19
81
19
79
50,0%
19
77
% del total de votos
90,0%
Reforma de la política de desarrollo para aumentar su eficacia
La Unión Europea es el mayor proveedor mundial de ayuda oficial al desarrollo (AOD). En 1999, aportó
alrededor por este concepto 25.000 millones de euros, la mitad de la ayuda al desarrollo a escala mundial7.
La propia Comunidad Europea también es una importante fuente de apoyo financiero para los programas,
organismos y fondos especializados de la ONU. Durante 1997-1999, aportó, por término medio, más de 350
millones de euros anuales a asociaestos organismos de la ONU, y fue el segundo contribuyente más importante
al Programa Mundial de Alimentos en 1999.
Una nueva era para la cooperación al desarrollo entre la UE y la ONU
La Unión Europea tiene un interés especial en intensificar y mejorar sus relaciones con la ONU en el ámbito del
desarrollo. Aunque se hayan experimentado progresos en la política y las operaciones llevadas a cabo año tras
año, todavía existe un margen para desarrollar una asociación más eficaz. La cooperación comunitaria con el
sistema de la ONU tiene que pasar de una colaboración ad hoc basada en proyectos a un nivel más sistemático y
programado. Se está consolidando el diálogo político, reconociendo el valor añadido y las contribuciones
fundamentales que los organismos de la ONU pueden aportar en relación con las prioridades políticas de
desarrollo de la UE.
Si nos remitimos al año 2000, tres importantes factores han contribuido a perfilar el nuevo planteamiento
comunitario:

Los Ministros de Desarrollo de la UE y la Comisión Europea llegaron a un acuerdo sobre la política
europea de desarrollo en las reuniones del Consejo de Desarrollo celebradas en mayo y noviembre de
2000;

Los 15 Estados miembros de la UE y 77 países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) dieron un nuevo
paso en su relación aprobando el Acuerdo de Cotonú, que sustituye al Convenio de Lomé;

La Comisión Europea ha tomado decisiones de gran alcance sobre cómo reformar y mejorar
radicalmente la gestión de la ayuda exterior comunitaria.
Estas tres importantes decisiones deberían permitir a la UE responder a un doble desafío: mejorar la eficacia de
la ayuda exterior y ayudar a los países en vías de desarrollo a integrarse progresivamente en la economía
mundial.
Además, en la primavera de 2001, la Comisión adoptó una comunicación (declaración política) sobre la
"construcción de una asociación efectiva con la ONU en los ámbitos del desarrollo y los asuntos humanitarios"
7
Esto incluye tanto la AOD de los Estados miembros como la de la Comunidad Europea.
10
--
que aspira a crear los medios para mejorar la calidad e incidencia de la política comunitaria de desarrollo dentro
del sistema de la ONU.
Presentación de la nueva política de desarrollo
La reducción de la pobreza es el tema central y el objetivo global de las políticas y actividades de desarrollo de
la UE. La pobreza es un problema con múltiples facetas que requiere un planteamiento igualmente polifacético.
Para facilitar la reducción de la pobreza, la política comunitaria de desarrollo aplica un planteamiento integrado,
abordando dimensiones políticas, económicas, sociales, ambientales e institucionales a todos los niveles mundial, regional, nacional y local - con socios en los sectores públicos, privados y civiles. La UE también
considera que la integración gradual de los países en vías de desarrollo en la economía mundial es uno de los
principales componentes de una estrategia internacional para lograr objetivos de desarrollo internacionales.
Dentro de sus esfuerzos para la erradicación de la pobreza, la UE hace hincapié en la importancia de aliviar el
hambre y la desnutrición, reducir la pobreza a la mitad hacia el año 2015 y mejorar las condiciones de vida de
las poblaciones rurales.
Seis áreas básicas para la ayuda al desarrollo
La nueva política comunitaria de desarrollo identifica seis áreas donde puede ofrecer una ventaja comparativa:

comercio y desarrollo;

integración y cooperación regional;

políticas macroeconómicas ligadas a estrategias de reducción de pobreza, en especial la consolidación de
sectores sociales como la salud y la educación;

transportes seguros y sostenibles, que desempeñan un papel fundamental a la hora de acceder a los
servicios sociales básicos y al progreso económico;

seguridad alimentaria y estrategias de desarrollo rural sostenible;

desarrollo de la capacidad institucional, buena gestión de los asuntos públicos y Estado de Derecho.
Se están integrando otros problemas colaterales, como los aspectos relativos a la igualdad entre hombres y
mujeres, la protección del medio ambiente y los derechos humanos en todas las actividades.
Este planteamiento reconoce que la Comisión Europea tiene que dirigir sus esfuerzos hacia las áreas donde tiene
una experiencia reconocida y donde puede aportar un valor añadido en comparación con otros cooperantes al
desarrollo, en especial los Estados miembros de la UE. La Comisión aumentará su cooperación con los Estados
miembros, otros donantes bilaterales y multilaterales -en especial el sistema de la ONU y las instituciones de
Bretton Woods- para atender a otras áreas.
Al ser uno de los principales proveedores de ayuda, la CE también intentará desempeñar un papel cada vez más
activo en colaboración con sus socios en esta materia. La CE está aprovechando al máximo los instrumentos
11
--
existentes, tales como el programa estratégico para la reducción de la pobreza y el UNDAF (Programa Marco de
las Naciones Unidas para la Ayuda al Desarrollo).
El Acuerdo de Cotonú: un hito fundamental
La UE y sus asociados de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) dieron un paso importante en sus relaciones con
la firma del Acuerdo de Cotonú en el año 2000. La Asociación UE-ACP ha avanzado considerablemente
durante los últimos 40 años desde el sistema de asociación de 1957 basado en los convenios de Yaundé de 1963
y 1969 hasta los cuatro Convenios de Lomé (1975, 1980, 1985, 1990 y 1995). La renovación del Acuerdo UEACP ha sido motivo de intensas discusiones desde 1996. Se ha puesto en marcha un amplio debate público que
ha permitido evaluar las expectativas y los cambios necesarios para dar un nuevo impulso a la asociación.
El objetivo fundamental del acuerdo es la reducción de la pobreza. Esto encaja perfectamente dentro de un
marco de cooperación económica y comercial innovador, que apoya los esfuerzos de integración y cooperación
regional entre los países ACP. En este contexto, la CE se propone negociar acuerdos de asociación económica,
que sentarán la base para crear zonas de libre comercio regionales. Este proceso debería ayudar a los países ACP
a integrarse poco a poco en la economía mundial, dando preeminencia a una cooperación regional consolidada
como respuesta a los desafíos de la globalización.
El Acuerdo de Cotonú también abre la vía para unas inversiones directas extranjeras cada vez mayores, que la
CE quiere fomentar a través de un nuevo servicio de inversiones dotado con 2.200 millones de euros.
Este nuevo Acuerdo dedicará unos fondos de aproximadamente 13.500 millones de euros (junto con los 10.000
millones de euros que no se asignaron en acuerdos anteriores) durante el período 2000-2007. La asignación de
estos fondos se basará en la evaluación de las necesidades particulares de cada país, así como en su evolución
política. El planteamiento por países, basado en los principios de selectividad y eficacia, es otra característica
principal de la nueva relación.
También se han incluido en el nuevo Acuerdo temas importantes como la construcción de la paz, la prevención
de los conflictos y las migraciones.
Reforma de los servicios exteriores de la Comisión
El 1 de enero de 2001, se inició la reorganización y reforma de los servicios exteriores. Esta incluía la creación
de una nueva oficina de cooperación de Europe-AID que gestionará el 80% de la ayuda exterior comunitaria.
Esto significa que los proyectos exteriores de ayuda se gestionan ahora a través de una sola estructura
administrativa, desde su inicio hasta el final. Su objetivo prioritario es acelerar la distribución de la ayuda y
mejorar la calidad de programas y proyectos.
La descentralización de las competencias también está muy avanzada, incluida la cesión de los recursos
humanos y materiales necesarios para asegurarse de que la política de desarrollo se aplica de manera efectiva. El
programa se ampliará a todas las delegaciones de la Comisión Europea en los países afectados a finales de 2003.
12
--
Por lo que respecta a la gestión de la ayuda exterior, uno de los objetivos de la UE es reforzar su cooperación
con determinados organismos de la ONU que se ocupan del desarrollo y la ayuda humanitaria. Ya se está
haciendo todo lo posible para facilitar la colaboración entre la UE y la ONU, incluidos algunos cambios en los
requisitos legales comunitarios, que permitirán una cooperación más flexible con esta última.
Países pobres fuertemente endeudados (HIPC)
Al ser un acreedor importante, la CE ha contribuido con unos 360 millones de euros a aliviar la deuda de los
países ACP que podían optar a la iniciativa para la reducción de la deuda de los HIPC. En su calidad de donante,
está aportando financiación al Banco Mundial, que administra el fondo fiduciario para los HIPC, de hasta 680
millones de euros. En total, 22 países pueden optar actualmente a la reducción de su deuda.
Erradicación de las enfermedades infecciosas
La coordinación de los esfuerzos y las asociaciones internacionales para luchar contra enfermedades infecciosas
como la malaria, la tuberculosis y el HIV/SIDA son cuestiones clave para el desarrollo y la seguridad en los
PVD, especialmente en África.
En este contexto, la UE apoya plenamente el trabajo de UNAIDS y las organizaciones que la copatrocinan. Se
ha dado prioridad a la lucha contra las enfermedades infecciosas en varias cumbres de la UE y esta última se ha
comprometido en la preparación y celebración del período especial de sesiones de la Asamblea General de las
Naciones Unidas sobre el HIV/SIDA en junio de 2001.
Implicación de la UE en las principales conferencias sobre desarrollo de la ONU
En el año 2001 se celebrarán varias importantes reuniones internacionales sobre la reducción de la pobreza,
objetivo compartido por la UE y la ONU.
Aparte de la Tercera Conferencia sobre Países Menos Adelantados (PMA), están en marcha los preparativos
para la Conferencia internacional sobre financiación del desarrollo en 2002. Esta conferencia debería utilizarse
fundamentalmente como un medio para explorar maneras nuevas y más eficaces de movilizar fondos nacionales
e internacionales para el desarrollo. La Cumbre mundial sobre desarrollo sostenible que tendrá lugar en
Sudáfrica en 2002 analizará, pasados diez años, los resultados de la Cumbre de la Tierra celebrada en 1992 en
Río. Del mismo modo, los resultados de la Cumbre mundial de 1996 sobre alimentación se revisarán en la
próxima Conferencia de la FAO, en noviembre de 2001.
Una nueva era para la política comunitaria de desarrollo
La política comunitaria de desarrollo ha entrado en una nueva era. Como importante socio global en la
cooperación al desarrollo, la UE está dispuesta a presionar para que se mejore la capacidad de la comunidad
internacional a la hora de alcanzar sus objetivos políticos de desarrollo. Será necesaria una gestión de los
13
--
asuntos públicos más - y no menos- global. Esto se conseguirá a través de una colaboración más estrecha entre
la UE y el sistema de la ONU.
14
--
Colaboración con la ONU para el mantenimiento de la paz, la prevención de los conflictos
y la pacificación
Experiencia de la Unión Europea
La prevención de conflictos, la gestión de crisis y la pacificación de la paz son ejes fundamentales de la UE,
que constituye en sí misma un vivo ejemplo de cómo la estabilidad y la prosperidad pueden fomentarse a través
de la reconciliación y la comprensión mutuas. La integración europea ha demostrado ser un modelo para la
cooperación regional y, por tanto, para la prevención de los conflictos.
Estos conllevan unos costes humanos que amenazan el desarrollo económico. También afectan negativamente a
los intereses de la UE creando inestabilidad, reduciendo el comercio, poniendo en peligro las inversiones y
amenazando, en definitiva, a la seguridad de sus ciudadanos. Cualquier carga financiera asociada a los
programas y a las medidas de prevención de conflictos siempre será menos onerosa que los costes asociados a la
posterior reconstrucción.
La prevención de los conflictos es prioritaria
La prevención de conflictos no es ninguna novedad en el programa exterior de la UE. De hecho, la Unión está
bien situada para prevenir los conflictos mediante una gama completa de instrumentos, incluidos :

la política comercial;

el desarrollo;

los acuerdos de cooperación y asociación;

los programas sociales y ambientales;

la ayuda humanitaria (Oficina Humanitaria de la Comunidad Europea - ECHO);

la capacidad de gestión de las crisis, incluidos sus aspectos civiles;

los mecanismos de cooperación en justicia e interior;

los instrumentos diplomáticos (declaraciones, visitas, gestiones, enviados especiales).
Sin embargo, un uso eficaz y dinámico de estos instrumentos requiere una mayor coordinación y coherencia
entre las diversas áreas de la política, así como entre los Estados miembros de la UE y la Comisión Europea.
Hay que aplicar medidas horizontales urgentes (por ejemplo acciones contra el comercio ilícito de armas ligeras
y diamantes "conflictivos") y políticas de desarrollo más ambiciosas de manera coordinada. Otras medidas de
pacificación, como la defensa de los derechos humanos y la buena gestión de los asuntos públicos, ayudan a
prevenir los conflictos.
15
--
La paz y la seguridad son necesarias para el desarrollo.
La UE es, con diferencia, el mayor proveedor mundial de ayuda exterior al desarrollo y un promotor activo del
desarrollo sostenible. Está por lo tanto en condiciones de aplicar una política de desarrollo para luchar por la
paz. El desarrollo es un factor esencial en la construcción de la paz. La UE ya está abordando algunas de las
principales causas que están en la raíz de los conflictos: la pobreza, la presión demográfica y la competencia
para explotar recursos naturales como el agua y la tierra. Además, la erradicación de la pobreza y la integración
progresiva en la economía mundial, la buena gestión de los asuntos públicos, la democracia y el Estado de
Derecho están en la base del nuevo Acuerdo de Cotonú entre la UE y 77 países (ACP) de África, el Caribe y el
Pacífico.
La UE apoya el papel fundamental de la ONU a la hora de mantener la paz y la seguridad
internacionales
La UE está consolidando sus relaciones con la ONU y se ha comprometido a establecer asociaciones efectivas
con ella, así como con otros importantes agentes como las organizaciones y ONG regionales. Las relaciones
entre la UE y la ONU se han reforzado recientemente a través de contactos de alto nivel.
El desarrollo de la política europea de seguridad y defensa (PESD) permitirá a la UE responder de manera más
eficaz a las solicitudes de asistencia de la ONU para gestionar las crisis internacionales. La cumbre de la UE
celebrada en diciembre de 2000 encargó a la Presidencia que determinara las posibles áreas y modalidades de
cooperación con la ONU. El objetivo es consolidar las capacidades respectivas de prevención de los conflictos y
gestión de las crisis, garantizar la interactividad y crear los medios para que la UE contribuya a los esfuerzos de
la ONU y extraiga las lecciones de su larga experiencia en este campo. Se están determinando actualmente las
modalidades de esta cooperación. El objetivo es celebrar reuniones al más alto nivel con cierta regularidad y
ampliar los contactos entre grupos de trabajo.
La UE apoya activamente los procesos de integración regionales. Inspirándose en la Carta de las Naciones
Unidas, está fomentando un papel más activo de las organizaciones regionales y subregionales en actividades de
prevención de conflictos, pacificación y construcción de la paz.
La UE se ha comprometido firmemente a respaldar el papel fundamental de las Naciones Unidas en el
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, desempeñado bajo la autoridad del Consejo de
Seguridad (en el que dos Estados miembros de la UE -Francia y el Reino Unido- son miembros permanentes y
otros ejercen frecuentemente como miembros no permanentes). Ese compromiso se ha visto confirmado por la
importante contribución de los Estados miembros de la UE a las operaciones de la ONU en forma de tropas,
fuerzas policiales y observadores: 6.768 personas o un 17% del total de las fuerzas de la ONU en febrero de
2001.
Además, la UE es con diferencia quién más tropas aporta a otras misiones de paz bajo la autoridad del Consejo
de Seguridad de la ONU, auque no sean llevadas a cabo directamente por esta Organización. Ése es el caso de
dos importantes misiones pacificadoras en los Balcanes: la SFOR, que opera en Bosnia y Hercegovina en
relación con la UNMIBH de la ONU, y la KFOR en Kosovo, en relación con la UNMIK de la ONU. La
16
--
participación de tropas de los Estados miembros de la UE en estas operaciones alcanzó alrededor del 60% de los
efectivos totales.
La aportación de los Estados miembros de la UE al presupuesto de la ONU destinado a la pacificación supone
alrededor del 40% del total mundial. Al pagar sus respectivas contribuciones íntegramente y a su debido tiempo,
los Estados miembros de la UE desempeñan un papel decisivo para que las actividades pacificadoras sigan
siendo eficaces.
La UE también se congratula de los esfuerzos de la ONU para mejorar sus actividades de pacificación y apoya la
puesta en práctica del informe encargado por el Secretario General de la ONU Kofi Annan a un grupo de
expertos en esta materia: el "proceso Brahimi". Este informe no sólo ofrece un análisis en profundidad de las
operaciones pacificadoras de la ONU, sino que también formula recomendaciones útiles en relación con su
mandato, la planificación de las operaciones en Nueva York y el despliegue de tropas. La Unión se esforzará
para que se ponga en marcha cuanto antes este proceso de reforma.
La UE establece nuevos mecanismos de actuación en este ámbito
Dado el importante papel que desempeña en la escena internacional, la Unión está desarrollando su capacidad
de acción estratégica y preparándose para consolidar este papel. En un espacio muy corto de tiempo, ha
adoptado medidas decisivas a fin de crear nuevos organismos responsables de la toma de decisiones políticas y
militares: un Comité Político y de Seguridad, un Comité Militar, un Estado Mayor de la UE, un Centro de crisis
y un Comité para la gestión civil de las crisis. Estos organismos permitirán que la UE intervenga rápidamente y
de manera fidedigna en las crisis internacionales.
La situación en Kosovo reveló claramente el año pasado la necesidad de contar con unas fuerzas policiales
experimentadas y bien equipadas dispuestas a intervenir en situaciones de crisis donde la policía local es
inexistente o necesita un apoyo inmediato para mantener la ley y el orden. Otra prioridad fundamental para la
UE es la consolidación del Estado de Derecho en zonas afectadas por las crisis, incluido el envío de jueces,
procuradores y expertos internacionales en Derecho penal. Un tercer elemento esencial es el refuerzo de la
administración local en áreas donde necesita un apoyo o ha desaparecido simplemente.
En este contexto, la UE se ha marcado el objetivo prioritario, hacia el 2003 ,de poder desplegar en el plazo de
60 días y sostener durante al menos un año una fuerza de hasta 60.000 soldados. La Unión también quiere
disponer ese año de una fuerza de policía voluntaria integrada por unas 5.000 personas, 1.000 de ellas listas para
ser desplegadas en el plazo de 30 días, para misiones internacionales destinadas a operaciones de prevención de
conflictos y gestión de crisis.
Normalización, desarme y control del armamento
La consolidación de la paz requiere la creación de un entorno seguro en los países que salende un conflicto. La
población de estos países debería disfrutar los "dividendos de la paz" lo antes posible. Las acciones de desarme,
desmovilización y reinserción son primordiales para animar a los combatientes a reintegrarse en la sociedad
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--
civil. La UE y sus Estados miembros han financiado importantes programas en Mozambique, en el marco de la
ONUMOZ, y otras acciones centradas en los niños que combaten en Liberia. Inmediatamente después de las
elecciones celebradas en Serbia en septiembre de 2000, la UE entregó combustible a la población serbia para
poder afrontar el invierno, intentando normalizar la situación lo antes posible.
El desarme y el control de las armas desempeñan también un papel importante. La Unión apoya activamente los
esfuerzos de la ONU en este ámbito. La UE participa en el proceso de preparación de la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el tráfico ilícito de armas ligeras, que se celebrará en el verano de 2001. Apoya también
proyectos y acciones que implican a diversos agentes internacionales para la recogida y destrucción de armas
ligeras en países como Camboya, Mozambique y Osetia del Sur. En breve aprobará otros programas para
Centroamérica y el Caribe.
La UE apoya asimismo el Convenio para la prohibición del uso, el almacenamiento, la producción y venta de
minas antipersona, así como para su destrucción. Este convenio constituye un paso importante de cara a una
prohibición total de las minas en el mundo. La UE es la que más contribuye a la acción humanitaria contra las
minas y aportó 103 millones de euros en 1998 sólo para apoyar proyectos relacionados con estas últimas en
muchos países.
La UE participa activamente en la prevención de conflictos
La Unión Europea ha ayudado durante muchos años a la ONU para intentar prevenir conflictos en el mundo.
Esta actitud se plasma sobre el terreno en la presencia de representante especiales del Consejo de la UE que
desempeñan un papel cada vez más activo y contribuyen a la prevención de los conflictos y a la construcción de
la paz en el mundo. Estos representantes especiales participan actualmente en el proceso de paz en el Próximo
Oriente y la Región de los Grandes Lagos, colaborando con la Autoridad Palestina y desempeñando toda una
serie de tareas en los Balcanes.
En África, han muerto millones de civiles estos últimos años a raíz de conflictos violentos. La Unión seguirá
respaldando los esfuerzos para la prevención y resolución de los conflictos en este continente, en estrecha
colaboración con la ONU, la Organización para la Unidad Africana (OUA) y otras organizaciones
subregionales. También apoya los esfuerzos para luchar contra el comercio ilícito de minerales y otros recursos
que financian directamente estos conflictos.
En el Mediterráneo, la política global de la UE viene definida por la Asociación Euro-Med, compuesta de 27
países y puesta en pie en la Conferencia de Barcelona, en noviembre de 1995. Esta última constituye un buen
ejemplo de estrategia global e innovadora para fomentar la estabilidad y prosperidad en una región compleja. La
adopción de la Carta Euromediterránea para la Paz y la Estabilidad suministrará a la UE y a sus socios
mediterráneos un instrumento útil para aunar fuerzas en pro del mantenimiento de la paz y la estabilidad en la
región. La UE también es el mayor proveedor de ayuda no militar al proceso de paz en el Próximo Oriente. La
ayuda total concedida por la UE a los palestinos durante el período 1994-1998 totalizó 2.000 millones de euros.
Los Balcanes constituyen un excelente ejemplo del compromiso de la UE con el mantenimiento de la paz. Miles
de hombres y mujeres de los Estados miembros de la UE participan en las operaciones de la ONU en los
18
--
Balcanes, donde la UE es con diferencia el mayor proveedor de tropas. La UE está firmemente comprometida
con la construcción de una región balcánica segura, próspera y democrática como elemento esencial de una
Europa integrada, libre y pacífica.
La UE ha concebido un proceso de estabilización y asociación para aproximar a los países de la región a las
estructuras europeas y, en su caso, facilitar su adhesión a la UE. Por otra parte, los países y las instituciones de
la Unión proporcionan la gran mayoría de los recursos destinados a su reconstrucción a través de programas
bilaterales, el proceso de estabilización y asociación y el Pacto de Estabilidad para la Europa Sudoriental.
En Kosovo, la UE lidera el "Cuarto pilar" (reconstrucción, reactivación y desarrollo económicos) de la Misión
de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK). El presupuesto comunitario ha destinado alrededor de 900
millones de euros a los programas de reconstrucción, ayuda humanitaria y ayuda financiera en Kosovo entre
1998 y 2001. En total, la Unión ha invertido unos 18.000 millones de euros para reconstruir la región occidental
de los Balcanes durante la última década.
Contribución de los Estados miembros de la UE a las operaciones de la ONU: 28 de febrero de 20018
Observadores
Policías
Tropas
Total
Nº de personas
332
1.826
4.610
6.768
%
de
la
contribución total de
23%
23%
16%
17%
la ONU
8
Estas cifras sólo incluyen a los cascos azules. Otras operaciones de la ONU en lugares como Bosnia y Herzegovina y Kosovo incrementan sustancialmente la
contribución total de los Estados miembros de la UE. Por ejemplo, las fuerzas de pacificación enviadas por estos últimos a Kosovo/KFOR totalizan 39.890
personas (Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas).
19
--
Los problemas ambientales deben abordarse a través de una política de buena gestión de
los asuntos públicos a escala mundial.
La política europea en materia de medio ambiente se centra cada vez más en problemas que deben abordarse de
manera global. Los problemas ambientales más apremiantes hoy en día, como el cambio climático, la
disminución de la capa de ozono y la biodiversidad tienen una dimensión planetaria y requieren una acción
internacional coordinada.
La Unión Europea desempeña un papel activo en los organismos internacionales que se ocupan del medio
ambiente y considera que deben reforzarse, dándoles un mayor peso y haciéndolos más eficientes. Esto implica
consolidar el marco institucional internacional, en especial el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA), y garantizar una mejor aplicación de todos los acuerdos en esta materia. La UE intenta
también que se tengan en cuenta los problemas ambientales en las actividades de otros organismos de la ONU y
de las entidades financieras internacionales.
La UE lleva a la práctica las teorías que defiende
La UE ha jugado un papel imprescindible en conseguir que se celebren varios de los principales convenios en
materia de medio ambiente negociados recientemente (capa de ozono, cambio climático, biodiversidad,
sustancias químicas y residuos peligrosos, etc...).
También ha desempeñado un papel fundamental a la hora de orientar a los Gobiernos sobre cómo planificar su
política ambiental. Esto incluye un seguimiento activo del Proceso de Río y la Agenda 21, incluida la plena
participación en los trabajos de la Comisión de la ONU sobre desarrollo sostenible.
La UE otorga una gran importancia a la Cumbre mundial sobre desarrollo sostenible, que tendrá lugar en
Sudáfrica en el año 2002. Este importante acontecimiento brindará a la comunidad internacional una gran
oportunidad de renovar su compromiso político, así como su apoyo al desarrollo sostenible y a la aplicación de
la Agenda 21, diez años después de la Conferencia de la ONU sobre medio ambiente y desarrollo celebrada en
Río de Janeiro. La UE participará activamente en los preparativos de la Cumbre de 2002 y en la propia
Conferencia a través de reuniones preparatorias con este fin. La Comisión ha adoptado una comunicación
(declaración política) en febrero de 2001 titulada "Diez años después de Río: preparación de la Cumbre Mundial
sobre
Desarrollo
Sostenible
de
2002".
Para
más
información,
véase:
http://europa.eu.int/comm/environment/agend21/index.htm
El cambio climático se ha convertido en uno de los desafíos globales más importantes en materia de medio
ambiente y la UE encabeza los esfuerzos internacionales para combatirlo. Ya se ha marcado objetivos concretos
para reducir de manera significativa las emisiones de gases causantes del efecto invernadero y ha respetado el
compromiso de reducir sus emisiones de CO2 antes de 2000 hasta los niveles de 1990. El objetivo, conforme al
Convenio marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, es estabilizar la concentración atmosférica
de gases causantes del efecto invernadero, situándola a un nivel que no cause variaciones artificiales del clima
mundial.
20
--

La UE se ha comprometido firmemente con la ratificación y entrada en vigor del Protocolo de Kioto
hacia el 2002 y ha pedido a otros países que la ayuden a alcanzar este objetivo. Desgraciadamente, no se
pudo lograr un acuerdo total sobre algunos problemas técnicos y políticos en la Conferencia sobre el
cambio climático (COP6) de La Haya, celebrada en noviembre de 2000. La UE concede por tanto una
gran importancia al éxito de las negociaciones reanudadas, garantizando la integridad del medio
ambiente y la credibilidad del Protocolo de Kioto como base para otros esfuerzos realizados por todas
las partes en el futuro. Apoya el refuerzo de la capacidad de los distintos países en vías de desarrollo
para
ayudarlos
a
aplicar
el
Convenio.
Para
más
información,
véase:
http://europa.eu.int/comm/environment/climat/home_en.htm
http://europa.eu.int/comm/environment/ozone/index.htm
La UE también apoya el Foro intergubernamental sobre los bosques, el Convenio para luchar contra la
desertificación, el Convenio sobre agentes contaminantes orgánicos persistentes y el Protocolo de Montreal
sobre la capa de ozono. La UE considera que el Fondo Mundial para el Medio Ambiente constituye el
instrumento y el mecanismo de coordinación más importante entre la ONU y las Instituciones de Bretton
Woods.
Protección de los mares
Para abordar un tema tan complejo y diverso como los problemas y desafíos relacionados con el mar, la UE ha
adoptado una amplia gama de políticas y planteamientos. Los temas tratados van desde la conservación de la
biodiversidad, la gestión de la pesca y de la acuicultura y la preservación de las comunidades costeras al control
de la contaminación y de las inundaciones.
Esta diversidad de problemas se refleja en una serie de compromisos internacionales, regionales y nacionales y
convenios como la Agenda 21, el Programa de los mares regionales del PNUMA y el Convenio de la ONU
sobre Derecho del Mar, del que la Comunidad Europea es una Parte Contratante. La UE concede una gran
importancia a la aplicación del marco internacional vigente de tratados y acuerdos.
Las medidas que contribuyen al desarrollo y a la protección del medio ambiente han adquirido una importancia
cada vez mayor en la Unión Europea. La UE apoya mediante su Política Pesquera Común los esfuerzos
internacionales para garantizar una pesca sostenible. Además, coopera activamente con los países en vías de
desarrollo a través de la acción internacional ejercida en el marco de los organismos de la ONU y de otras
acciones multilaterales en las organizaciones regionales que se ocupan de la pesca.
Preservar la biodiversidad y la seguridad biológica
La Comunidad Europea y sus Estados miembros son partes contratantes del Convenio sobre la diversidad
biológica de las Naciones Unidas y participan activamente en actividades de seguimiento como la firma del
Protocolo sobre seguridad biológica de este Convenio en mayo de 2000.
21
--
La estrategia de la Comunidad en materia de biodiversidad, adoptada en 1988, establece un marco en el que se
inscriben las acciones necesarias para cumplir las obligaciones legales del artículo 6 y procura integrar los
aspectos relativos a la biodiversidad en el desarrollo y la puesta en práctica de políticas sectoriales pertinentes.
Se están adoptando en la primavera de 2001 planes de acción específicos en materia de biodiversidad para la
protección de los recursos naturales, la agricultura, la pesca, el desarrollo y la cooperación económica. La Unión
desempeña por lo tanto un papel fundamental en todo el mundo a la hora de promover los objetivos del
convenio.
Pequeños Estados insulares en vías de desarrollo
La Unión Europea ha participado en la evaluación y revisión del Programa de acción de Barbados para los
pequeños Estados insulares llevadas a cabo en la Asamblea general de la ONU, en 1999. Ha financiado también
los estudios colectivos del Programa ambiental de la ONU para el Caribe, el Pacífico y el Océano Índico.
Las ONG: unos socios fundamentales
Las ONG han participado en las delegaciones de la Comunidad Europea y de muchos Estados miembros
presentes en la Conferencia de Río, Río + 5 y en la mayoría de las reuniones de la Comisión de la ONU sobre
desarrollo sostenible. Además, la UE ha apoyado regularmente al Comité Directivo de las ONG de esta misma
Comisión.
Las ONG que se ocupan del medio ambiente participan en los grupos de expertos de la UE, en los comités
preparatorios y ejecutivos, y proporcionan una aportación significativa a las políticas, los programas y las
iniciativas de la UE. Los Estados miembros facilitan la participación de las ONG y otros sectores de la sociedad
civil en los comités consultivos sobre medio ambiente y desarrollo sostenible, así como en la planificación de
estrategias nacionales y locales, como las iniciativas de la "Agenda 21" a escala local.
El programa de acción de 1998 para promover las ONG europeas que se ocupan del medio ambiente constituye
el marco jurídico para la relación financiera entre la CE y las ONG en este ámbito. La existencia de la Oficina
Europea del Medio Ambiente, que reúne alrededor de 140 organizaciones, tanto grandes como pequeñas, que
operan a escala europea facilita el diálogo en esta materia .
22
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La UE es el principal proveedor de ayuda humanitaria a escala mundial
La Unión Europea presta una gran importancia a la ayuda humanitaria y a la labor de la ONU en este ámbito. Es
la principal fuente de financiación de ayuda humanitaria a escala mundial y aporta gran parte de la ayuda
distribuida a través del sistema de la ONU. La UE está intentando, a través de la Asamblea General de las
Naciones Unidas y del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC), aumentar la capacidad de esta
última a la hora de coordinar y distribuir la ayuda humanitaria por todo el mundo. Aspira también a consolidar
la cooperación con la ONU en este ámbito.
Papel de la Oficina de Ayuda Humanitaria de las Comunidades Europea (ECHO)
ECHO, situada bajo la responsabilidad de Poul Nielson, Comisario Europeo de Desarrollo y Ayuda
Humanitaria, aporta importantes cantidades de ayuda humanitaria bilateral a los organismos de la ONU que se
ocupan de las crisis humanitarias, tales como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR). ECHO se creó en 1992 para responder a un número cada vez mayor de crisis
humanitarias graves en el período posterior a la Guerra Fría. Aunque modesta al principio, la ayuda
administrada por la Oficina se ha incrementado rápidamente para alcanzar un nivel similar a la ayuda total
proporcionada bilateralmente por los Estados miembros de la UE. La ayuda humanitaria se ha convertido de esta
manera en un aspecto importante de la acción exterior de la Unión.
La principal función de ECHO es proporcionar ayuda de emergencia a las víctimas de desastres naturales o
conflictos armados fuera de la UE. Las operaciones más recientes incluyen el suministro de ayuda a las víctimas
de un terremoto en la India, el apoyo a los afectados por los conflictos en Sierra Leona, Sudán y Afganistán, así
como la ayuda a las regiones afectadas por la sequía en Tayikistán, Armenia y Georgia.
Funcionamiento de ECHO
La ayuda se distribuye a través de los socios de ECHO presentes sobre el terreno: organismos humanitarios de la
ONU, organizaciones no gubernamentales (ONG) y otras organizaciones internacionales. En caso necesario,
también pueden financiarse las operaciones humanitarias llevadas a cabo por organismos especializados de los
Estados miembros de la UE. La ayuda se destina directamente a las personas necesitadas, con independencia de
su raza, religión o convicciones políticas.
La principal tarea de ECHO es asegurarse de que los bienes y servicios llegan rápidamente a las zonas en crisis.
Los bienes pueden incluir suministros de emergencia esenciales, productos alimenticios específicos, equipo
médico, medicinas y combustible. Los servicios pueden incluir equipo médico, unidades para la purificación del
agua y apoyo logístico.
Desde 1992, ECHO ha financiado ayuda humanitaria en más de 85 países y ha dedicado aproximadamente un
tercio de sus recursos financieros a proyectos de organismos humanitarios de la ONU, especialmente ACNUR.
En 2000, administró un presupuesto de 485 millones de euros.
23
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Además de sus actividades básicas, ECHO tiene varias responsabilidades relacionadas con estas últimas.
Elabora estudios de viabilidad para sus operaciones, supervisa proyectos, establece sistemas de coordinación y
participa en iniciativas de formación. Promueve asimismo la preparación ante los desastres mediante la
formación de especialistas, la consolidación de las instituciones y lleva a cabo microproyectos experimentales.
ECHO también tiene un departamento de información y comunicación que, entre otras cosas, intenta aumentar
la conciencia pública sobre los problemas humanitarios en Europa y otras partes. Varios ejemplos pueden
ilustrar la labor eficaz llevada a cabo por ECHO:
Ayuda a las víctimas del conflicto en los Balcanes occidentales
El conflicto de Kosovo trajo consigo en 1999 importantes desplazamientos de población, aportando una
dimensión nueva y trágica a una situación ya de por sí compleja en los Balcanes occidentales. Antes de ello,
ECHO había participado activamente en trabajos humanitarios en la región, especialmente en Bosnia y
Hercegovina.
La UE fue quién más contribuyó a la operación montada por el ACNUR para responder a la crisis de Kosovo.
La ayuda humanitaria consistió fundamentalmente en comida, equipo de higiene, refugios, atención sanitaria y
apoyo psicosocial. En 1999, se inviertieron 378 millones de euros en ayuda de emergencia.
Durante 2000, ECHO canalizó otros 98,7 millones de euros hacia la región, poniendo un énfasis particular en
abordar las necesidades básicas de los refugiados, desplazados internos y otros grupos vulnerables en la
República Federal de Yugoslavia, Albania y la Antigua República Yugoslava de Macedonia.
Se está reduciendo ahora progresivamente la ayuda humanitaria a medida que la atención en estas áreas se
centra cada vez más en la reconstrucción y el desarrollo. ECHO está intentando garantizar una transición sin
problemas de la ayuda de emergencia y el trabajo de rehabilitación a programas estructurales y financieros a más
largo plazo.
Respuesta rápida ante los desastres naturales en Centroamérica
Los países de Centroamérica y el Caribe son muy vulnerables ante los desastres naturales. En octubre de 1998,
el huracán Mitch asoló la región con efectos devastadores, especialmente en Honduras y Nicaragua. También se
vieron gravemente afectados El Salvador y Guatemala. ECHO respondió rápidamente financiando ayuda de
emergencia: alimentos, refugios temporales, productos para la purificación del agua y productos médicos.
Siguió aportando ayuda, lo que permitió a las organizaciones humanitarias llevar a cabo programas de
emergencia en las áreas más gravemente afectadas. En total, ECHO desembolsó unos 36 millones de euros para
ayudar a las víctimas del Mitch.
En enero de 2001, El Salvador sufrió un terremoto catastrófico. Además del trágico balance de muertos y
heridos, hubo una gran destrucción de infraestructuras y viviendas. Una vez más, ECHO actuó rápidamente
mediante la aportación inmediata de 2 millones de euros en forma de ayuda de emergencia.
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Otros países y territorios de Amércia Latina que han recibido recientemente financiación humanitaria para poder
hacer frente a desastres naturales son Ecuador (erupción volcánica), Cuba (huracán), Paraguay (sequía) y
México (inundaciones).
Lucha contra la fiebre amarilla en el África Occidental
ECHO actúa en varios países del África Subsahariana donde los conflictos y las condiciones climáticas (a veces
combinados) plantean importantes desafíos humanitarios. También ayuda a abordar o prevenir brotes de
enfermedades mortales. Un ejemplo reciente es la aportación de 1,74 millones de euros para ayudar a detener la
extensión de la fiebre amarilla en Guinea y Liberia. El brote se identificó en septiembre de 2000 y se
comunicaron posteriormente cientos de casos de esta enfermedad, con más de cien muertes. La fiebre amarilla,
transmitida por mosquitos, es endémica en la costa del África Occidental. La ayuda de la UE, canalizada por
ECHO a través de las ONG médicas que operan en la región, se utilizó principalmente para programas de
vacunación de emergencia.
25
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Los derechos humanos constituyen la base de todo lo demás
La libertad, la democracia, el respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de
Derecho constituyen principios básicos de la Unión Europea y un requisito previo imprescindible para
legitimarla. Esto ya se refleja en el Tratado de la Unión Europea. Los derechos humanos y los valores
democráticos entran en todas las áreas de actividad de la Unión Europea y se han convertido en una piedra
angular de su política exterior.
De hecho, las disposiciones de la Carta de la ONU están entre los principios básicos de la Unión citados en el
preámbulo de su Tratado constitutivo, el Tratado de Roma (1957).
La UE se ha dedicado desde entonces a la tarea global de promover y proteger los derechos humanos y las
libertades fundamentales, tal como se establece en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto
Internacional sobre los Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, así como otros instrumentos internacionales y regionales en materia de derechos
humanos, incluido el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Los derechos humanos consagrados por estos instrumentos son universales, indivisibles e interdependientes, tal
como lo confirmó la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993. El respeto de
estos valores está estrechamente ligado a la democracia y al desarrollo.
Una prioridad política
La UE ha avanzado considerablemente en la integración de los derechos humanos y principios democráticos en
sus políticas con la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea en noviembre de 1993. En este Tratado,
uno de los objetivos de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE (PESC) es el desarrollo y la
consolidación de la "democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos y de las libertades
fundamentales".
Al mismo tiempo, el título del Tratado sobre la cooperación al desarrollo incluye una segunda referencia directa
a los derechos humanos y a la democratización: "la política comunitaria en este campo contribuirá al objetivo
general del desarrollo y la consolidación de la democracia y del Estado de Derecho, así como al respeto de los
derechos humanos y de las libertades fundamentales". Una declaración conjunta del Consejo y de la Comisión
realizada en noviembre de 2000 sobre la política de desarrollo de la Comunidad Europea reiteraba que ésta se
basaba en los principios de un desarrollo humano y social sostenible, equitativo y participativo y que "la
promoción de los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho y la buena gestión de los asuntos
públicos forman parte integrante de ella".
El Tratado de Amsterdam, que entró en vigor en mayo de 1999, es otro paso significativo en la integración de
los derechos humanos en el ordenamiento jurídico de la UE. Se ha insertado un nuevo artículo 6 en el Tratado
de la Unión Europea, la reafirmación de que la UE "se basa en los principios de libertad, democracia, respeto de
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los derechos humanos y de las libertades fundamentales y el Estado de Derecho, principios que son comunes a
los Estados miembros".
En la Cumbre de la UE celebrada en Copenhague en 1993 se formularon los criterios políticos que debían
cumplir los distintos países que solicitaran la adhesión a la UE. Se declaró que "la calidad de miembro requiere
que el país candidato haya logrado la estabilidad de las instituciones que garantizan la democracia, el Estado de
Derecho, los derechos humanos, así como el respeto y la protección de las minorías". Los conceptos de respeto y
protección de las minorías constituyen un elemento fundamental de lucha contra el racismo y la xenofobia.
En la cumbre de la UE celebrada en Niza en diciembre de 2000, la UE adoptó una Carta sobre los derechos
humanos fundamentales que recopilaba en un solo texto los derechos civiles, políticos, económicos y sociales
dispersos hasta ahora en una serie de fuentes internacionales, europeas y nacionales.
Desde mayo de 1995, la CE ha incluido generalmente una cláusula sobre derechos humanos en sus acuerdos
comerciales y de cooperación bilaterales con terceros países. Desde mayo de 1995, las cláusulas sobre derechos
humanos se han incluido en todos los acuerdos bilaterales de carácter general negociados posteriormente (salvo
los acuerdos sectoriales). Ya se han firmado más de veinte acuerdos de ese tipo, incluidos acuerdos de
asociación tales como los Acuerdos Europeos y Mediterráneos. Los derechos humanos son también elementos
esenciales del Acuerdo de Cotonú entre la UE y los países de África, del Caribe y del Pacífico.
Consideración del papel de las organizaciones no gubernamentales
Al aplicar su política en materia de derechos humanos, la Unión Europea reconoce la importancia de las
contribuciones aportadas por la comunidad internacional, las asociaciones regionales y la sociedad civil al
desarrollo de una democracia que defienda los derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales.
A petición del Parlamento Europeo, se incluyó en el presupuesto de la UE, en 1994, un capítulo específico sobre
la promoción de los derechos humanos, especialmente a través de las ONG. Se asignaron a este programa
(Iniciativa europea para la democracia y los derechos humanos) alrededor de 100 millones de euros en forma de
créditos de compromiso anuales.
Lucha contra la discriminación
El Tratado de Amsterdam también incorporó una cláusula general de lucha contra la discriminación, una
disposición sobre medidas referentes al asilo, los refugiados y la inmigración y ciertas competencias en materia
de empleo, condiciones de trabajo y protección social. El artículo 13 contempla la adopción de "medidas
adecuadas para luchar contra la discriminación por motivos de sexo, de origen racial o étnico, religión o
convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual."
La lucha contra el racismo también forma parte integrante de las políticas en materia de derechos humanos de la
UE y la Unión ha realizado considerables progresos durante los últimos años. Un hito importante fue la
adopción en junio de 2000 de la legislación por la que se aplica el principio de igualdad de trato para las
personas, con independencia de su origen racial o étnico. Exige que los Estados miembros de la UE introduzcan
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en sus leyes nacionales antes de 2003 varias disposiciones para prohibir el racismo y tratar de encontrar
soluciones en materia de empleo, formación, protección social, educación y acceso a distintos bienes y servicios,
incluida la vivienda.
Este trabajo también se ha visto reforzado por la creación en Viena, en 1997, del Observatorio Europeo del
Racismo y la Xenofobia de la UE, cuya tarea es recopilar datos en todos los Estados miembros de la Unión.
La UE también está participando activamente, tanto en general como en términos financieros, en la conferencia
regional y la preparación de la Conferencia mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la
intolerancia, que se celebrará en Durban.
La UE en la Comisión de derechos humanos de la ONU
La Unión Europea desempeña un papel muy activo en las actividades de la Comisión de derechos humanos de la
ONU y en el Tercer Comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Presenta resoluciones y realiza
declaraciones que aspiran a proteger y promover los derechos humanos y las libertades fundamentales. La Unión
se pronuncia tanto sobre la situación de los derechos humanos en cualquier país afectado como sobre cuestiones
"temáticas" que exigen una respuesta en muchos lugares del mundo.
En el 56º período de sesiones de la Comisión de derechos humanos de la ONU, celebrado en 2000, la UE
introdujo las resoluciones adoptadas sobre la situación en Chechenia, la República Democrática de Congo, Irán,
Irak, los asentamientos israelíes en los Territorios Ocupados, Birmania/Myanmar y Sudán. En cuanto a los
problemas temáticos, las acciones de la UE en el 56º período de sesiones llevaron a la adopción de resoluciones
sobre la pena de muerte y los derechos de la infancia. Los Estados miembros de la UE copatrocinaron - entre
otras - resoluciones sobre las ejecuciones extrajudiciales o sumarias, la libertad de expresión, la detención
arbitraria; la intolerancia religiosa, la tortura y la consolidación del Convenio contra la Tortura de las Naciones
Unidas, la promoción y consolidación de la democracia, los derechos humanos específicos de la mujer, los
derechos de la infancia, el papel de la tolerancia y el pluralismo en la promoción y protección de los derechos
humanos, los derechos humanos de las personas discapacitadas, los desplazados internos, el éxodo en masa y el
fenómeno de la "desaparición" forzada o involuntaria.
Apoyo al Tribunal Penal Internacional
El objetivo de crear un Tribunal Penal Internacional (TPI) encaja perfectamente con los principios que sostienen
las relaciones exteriores de la UE referentes al respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales
de las personas. La decisión de crear el TPI se adoptó en la Conferencia diplomática de plenipotenciarios de la
ONU celebrada en Roma en junio de 1998. El TPI representa, desde el punto de vista de la UE, "un logro
histórico que demuestra que el mundo puede ser más seguro y justo".
En noviembre de 2000, la UE adoptó una declaración sobre el Tribunal Penal Internacional en la que se pedía su
creación rápida para mejorar la aplicación práctica y el respeto de la legislación humanitaria internacional y los
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derechos humanos. Al privar de impunidad a los que han cometido o respaldado atrocidades, el Tribunal
consolidará la primacía de la ley y contribuirá a imponer la paz en el mundo.
El Tratado por el que se crea el TPI deberá ser ratificado por un mínimo de 60 países antes de entrar en vigor.
Todos los Estados miembros de la UE lo han firmado y hasta ahora la mayoría lo han ratificado.
Lucha contra la pena de muerte
En junio de 1998, la UE decidió intensificar sus actividades internacionales contra la pena de muerte y luchar
por su abolición universal. Europa es el primer continente en que se va a alcanzar esta última. En los países que
mantienen la pena de muerte, la UE aspira a restringir progresivamente su alcance y a que se respeten
plenamente las normas mínimas de salvaguardia recogidas en los instrumentos internacionales en materia de
derechos humanos. La UE también ha planteado este tema en su diálogo con terceros países, con el objetivo
global de persuadir a los Estados afectados de que supriman la pena de muerte.
La UE lleva a cabo gestiones concretas cuando se entera de casos de pena de muerte que violan las normas
mínimas, tales como un funcionamiento correcto y transparente del sistema judicial. La UE está especialmente
preocupada por la imposición de la pena de muerte cuando el crimen ha sido cometido por personas menores de
18 años o que sufren de problemas mentales.
Promover la democracia
La UE está convencida de que la democracia y el desarrollo económico van a la par, y está colaborando con la
ONU para promover los procesos democráticos en muchas partes del mundo.
La Comisión Europea proporciona asistencia técnica para la elaboración de nuevas constituciones democráticas
y la preparación de elecciones, a menudo en el marco de programas de desarrollo. Además, la UE está
desplegando misiones de observación para apoyar la celebración de elecciones democráticas y aumentar la
confianza entre los electores.
Estos últimos años, las misiones electorales de la UE son cada vez más frecuentes. Dada esta frecuencia y la
experiencia derivada de ella, la UE está formulando una estrategia coherente para organizar la observación y
prestar asistencia a las elecciones.
Derechos sociales
La UE presta una gran importancia, a través de su Comisión sobre la situación de las mujeres, a la promoción de
la igualdad de sexos y apoya activamente la puesta en práctica del plan de acción aprobado en Pekín. La UE cree
que hay que abordar urgentemente todas las formas de violencia contra las mujeres, tales como la violación, la
trata de blancas, la violencia en el hogar y prácticas tradicionales o habituales que ponen en peligro la salud e
incluso la vida de mujeres y niñas.
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La UE también está contribuyendo activamente a la preparación del período especial de sesiones de la Asamblea
General de la ONU dedicado a la infancia en 2001. Muy a menudo, la situación y los derechos de los niños
sufren a causa de la discriminación, la pobreza, los conflictos armados y el HIV/SIDA. La UE cree que el
Convenio sobre los derechos del niño debe ser la base de toda la acción futura en este ámbito.
El progreso y la exclusión social, así como la pobreza, también constituyen problemas urgentes para la UE. Esta
se ha comprometido a trabajar con la Comisión de desarrollo social y desempeña un papel activo en el
seguimiento de la Cumbre mundial celebrada en 1995 en Copenhague y la puesta en práctica de los
compromisos alcanzados en esta cumbre.
Para celebrar el vigésimo aniversario de la Primera Asamblea Mundial sobre el envejecimiento de la población,
se celebrará en Madrid en abril de 2002 una Segunda Asamblea Mundial. Su objetivo es realizar una evaluación
general y un análisis de los resultados de la Primera Asamblea, y se espera elaborar una nueva estrategia a largo
plazo en esta materia a fin de tener en cuenta los importantes cambios demográficos acaecidos en el mundo.
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Integración del mundo en desarrollo
Los países en vías de desarrollo deben beneficiarse plenamente del comercio...
La labor positiva llevada a cabo en el GATT y después en la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha
reportado enormes beneficios al comercio internacional, estimulando el crecimiento económico en el mundo
entero durante los últimos 50 años.
Sin embargo, aunque los beneficios generados por el sistema comercial multilateral han sido globales, no
siempre se han distribuido de manera uniforme y equitativa en el interior de las distintas naciones y entre ellas.
Las más ricas han obtenido los mejores beneficios de un comercio y un crecimiento cada vez mayores; las más
pobres se han beneficiado en menor medida. Por ejemplo, los 49 Países Menos Adelantados (PMA) suponen
menos del 1% del comercio mundial.
En estos últimos años, han surgido otras preocupaciones relacionadas con el comercio internacional y la
"globalización", por ejemplo el empleo, el medio ambiente, el desarrollo y la distribución de la riqueza.
... y comprometerse en una nueva ronda de negociaciones comerciales
La integración de los países en vías de desarrollo en el sistema comercial multilateral debe ser una de las
prioridades de la nueva ronda de la OMC, puesto que contribuirá a aumentar la capacidad de desarrollo
sostenible de estos países, uno de los objetivos fundamentales de la UE.
Desde la perspectiva más amplia de la OMC, es esencial que los países en vías de desarrollo -que constituyen
actualmente la mayoría de los miembros de esta organización- participen plenamente en su funcionamiento, lo
cual garantizaría que el sistema comercial multilateral beneficia a la mayoría de sus miembros.
Las normas de la OMC ya prevén un trato especial y diferenciado para los países en vías de desarrollo, aunque
quizá deban reforzarse para facilitar la integración de estos países.
Abrir nuevas vías
Desde que en octubre de 1997 se comprometió a garantizar el acceso libre de derechos de aduana a casi todas
las importaciones de los países menos desarrollados, la UE ha invitado frecuentemente a otros países
desarrollados de la OMC a tomar medidas similares.
En 1998, la UE era con diferencia el principal destino de las exportaciones de los países menos desarrollados,
con un 56% (8.710 millones de euros) del total mundial.
Uno de los principales objetivos del Acuerdo de Cotonú firmado entre la UE y los países de África, del Caribe y
del Pacífico es la integración gradual de los países ACP -40 de los cuales son países menos desarrollados- en la
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economía mundial. La próxima negociación de regímenes comerciales compatibles con las normas de la OMC
ayudarán a consolidar las reformas económicas y jurídicas y crearán nuevas oportunidades para los inversores
locales y extranjeros.
En febrero de 2001, la UE adoptó una nueva iniciativa ("Todo salvo las armas") por la que se comprometía a
facilitar el pleno acceso de los productos originarios de los países menos desarrollados a los mercados de la UE,
es decir todas las mercancías salvo las armas, con efecto inmediato en la mayoría de los casos. Se espera que
otros países desarrollados sigan rápidamente el ejemplo dado por la Unión Europea.
El Secretario General de la ONU Kofi Annan ha elogiado esta iniciativa, declarando que "Europa desea
realmente que se establezca un sistema de comercio internacional justo en el que los países pobres tengan una
ocasión real de exportar para salir de la pobreza"9.
Objetivos de la UE para una nueva ronda de negociaciones
La UE cree que uno de los objetivos centrales de una nueva ronda debe ser ayudar a los países en vías de
desarrollo a participar plenamente en el sistema de comercio multilateral y a integrarse en la economía global.
Las medidas fundamentales que deben adoptarse son:

disposiciones especiales para responder a las necesidades específicas de los países menos avanzados,
incluidas disposiciones institucionales para ayudarles a participar en todos los procedimientos de la
OMC;

asistencia para que puedan aplicar las disposiciones de la OMC los miembros que tengan dificultades
reales en este contexto;

mejor acceso al mercado y mayores oportunidades comerciales;

tener en cuenta los problemas de los países en vías de desarrollo a la hora de aplicar las nuevas normas
de la OMC en materia de competencia, comercio o inversión;

mayores ayudas para reforzar la capacidad humana e institucional y abordar problemas de suministro;

mayor coherencia en la formulación de la política económica global.
La manera de avanzar en ese sentido es realizar un planteamiento global de la ronda que abarque toda una serie
de problemas en los que todos los participantes puedan obtener alguna mejora.
Cooperación en el marco de la CNUCD y las Naciones Unidas
Uno de los objetivos globales de la OMC es contribuir al desarrollo sostenible. Sin embargo, la OMC es y
seguirá siendo una organización comercial. Las medidas políticas concretas necesarias para que los países en
vías de desarrollo se beneficien de oportunidades comerciales cada vez mayores son en gran medida
responsabilidad de los Gobiernos nacionales o de otras organizaciones internacionales. La Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCD) tiene una importante función que desempeñar a este
9
Artículo del Secretario General de la ONU en el "Financial Times", 5 de marzo de 2001.
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respecto, ya que es el foro de la ONU más adecuado para tratar el comercio, el desarrollo y problemas
interrelacionados en el área de las finanzas, la tecnología, la inversión y el desarrollo sostenible.
Aunque solamente tenga el estatuto de observador, la Comunidad Europea (junto con sus Estados miembros) ha
desempeñado un importante papel a la hora de determinar la evolución y las normas de actuación de la CNUCD,
desde sus inicios en 1964. El apoyo de la UE y su influencia en ese sentido siguen siendo fundamentales, no
sólo debido a su importancia en el comercio mundial, sino también a que sus Estados miembros han logrado
coordinar sus posiciones políticas, tanto en ámbitos que son responsabilidad de los Estados miembros como en
otros que son de competencia comunitaria.
El representante de la Comunidad Europea participa activamente en los debates sobre comercio y desarrollo del
Segundo Comité de la Asamblea General de la ONU, en cada período de sesiones celebrado en otoño.
Tercera Conferencia de la ONU sobre los países menos avanzados
En 1997, la Asamblea General de la ONU decidió convocar la Tercera Conferencia de la ONU sobre los países
menos avanzados en 2001 para evaluar la situación de estos países durante la pasada década, analizar la puesta
en práctica de las medidas internacionales de apoyo y considerar la formulación de políticas nacionales e
internacionales apropiadas y medidas para el desarrollo sostenible de los países menos avanzados. La CNUCD
se ha designado como el principal foro para organizar la conferencia y la UE va a celebrarla por primera vez en
Bruselas en mayo de 2001.
La UE velará por que el programa de acción de la Conferencia sobre desarrollo sostenible e integración en la
economía mundial de los países menos avanzados se acompañe de medidas concretas y operativas para apoyar
los esfuerzos de desarrollo de estos países. Deberían preverse medidas comerciales que completen la iniciativa
de la UE para facilitar el acceso al mercado de los países menos avanzados y ayudarles a aprovechar al máximo
las nuevas oportunidades de crecimiento económico y reducción de la pobreza.
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Cultura y Civilización: a fuerza en la diversidad
La Unión Europea reúne un abanico de culturas que constituyen en sentido amplio lo que se ha denominado
históricamente la "civilización europea" y que han aportado importantes contribuciones a las artes, las ciencias,
la filosofía, la literatura y otros ámbitos del desarrollo de la humanidad.
El Tratado de la Unión Europea dedica un capítulo a la cultura, una de las riquezas principales y más variadas
de Europa.
La Unión Europea reconoce que la cultura es el principal vínculo entre el pasado y el presente, pero, al mismo
tiempo, mira hacia el futuro y promueve el mantenimiento y la expansión de las diferentes características
culturales que ofrece su propia constitución multiétnica. Para los quince Estados miembros de la Unión, todas
las culturas de la Unión son la expresión singular de cada uno de sus pueblos y, como tales, merecen apoyo y
protección. El "Año Europeo de las Lenguas 2001" es un claro ejemplo.
Se espera que la inminente ampliación de la Unión enriquezca la diversidad y el patrimonio común de las
culturas de la Unión Europea, ampliando el ámbito de sus políticas culturales.
En el marco de las Naciones Unidas, la Unión Europea participa activamente en los debates dedicados a temas
culturales (en particular en la UNESCO y la UNICEF), fomentando la cooperación internacional y acciones
concertadas en ese ámbito. Con su colaboración en esos foros, la UE ha contribuido al examen y la regulación
de cuestiones relacionadas con los idiomas, las comunicaciones internacionales, la libertad de expresión, la libre
circulación de la información, las artes y otros temas socioculturales. La UE reconoce la importancia del
multilingüismo dentro de sus propias fronteras. Tres de las lenguas europeas (español, francés e inglés) son
lenguas oficiales de las Naciones Unidas.
La UE también se compromete a nivel práctico y aprovecha su experiencia para ayudar a responder a
importantes desafíos. Erkki Liikanen, Comisario europeo responsable de la política empresarial y la sociedad de
la información, participa por ejemplo en el Grupo Consultivo de la Secretaría General de la ONU sobre
tecnologías de información y comunicación y sobre los medios de superar la "división digital" a escala mundial.
La reforma de la UNESCO
La UE está satisfecha con las medidas previstas para mejorar el funcionamiento y las practicas de gestión de la
UNESCO y apoya la profunda reorganización que se espera ayude a dicho organismo a cumplir su mandato para
contribuir a la paz y el desarrollo de la humanidad a través de la educación, la ciencia, la cultura y la
comunicación.
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
Mediante la reestructuración de la presencia de la UNESCO sobre el terreno a través de una red de
oficinas regionales, se espera que la descentralización ayude a mejorar la eficacia de los programas de la
organización en los Estados miembros interesados.

La UE también es partidaria de una programación mucho más concisa y concreta que la anteriormente
realizada. La labor de la UNESCO a nivel internacional debería contar con una estricta definición de
objetivos y una identificación de los resultados esperados.
En noviembre de 2000, el Consejo Ejecutivo de la UNESCO fijó cinco prioridades:

Educación básica para todos.

Recursos hídricos y ecosistema.

Ética en los ámbitos de la ciencia y la tecnología.

Promoción de la diversidad cultural.

Acceso a la información.
La UE apoya el liderazgo de la UNESCO en el programa "Educación para todos", una de las prioridades del
programa y el presupuesto de la UNESCO. La Unión apoya también la prioridad atribuida a la gestión de los
recursos hídricos como sector vital en el siglo XXI, y sostiene asimismo la labor de la Comisión Oceanográfica
Intergubernamental. La UE favorece el objetivo de la UNESCO de desarrollar, junto con otras organizaciones
internacionales, una estrategia para un acceso universal al ciberespacio y para la utilización de las nuevas
tecnologías en todos los ámbitos de competencia de la UNESCO.
Libertad de prensa
La libertad de prensa, la libre circulación de la información y la libre expresión de opiniones son requisitos
fundamentales para el pleno desarrollo de las personas y para la democracia. La UE siempre ha promovido
enérgicamente los principios de libertad de prensa, libre circulación de la información y libre expresión de
opiniones.
Diálogo entre las civilizaciones
La Unión Europea es un mosaico de culturas y sigue abierta a una multiplicidad de aportaciones culturales de
otros continentes. La UE apoya las acciones que puedan contribuir a una comprensión y un diálogo mayores
entre las distintas culturas y dentro de cada una de ellas.
La UE cree que la amplia gama de instrumentos existentes adoptados por el sistema de la ONU sobre tolerancia,
derechos humanos, cooperación cultural, ciencia y educación constituye una sólida base normativa para el Año
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de la Naciones Unidas del Diálogo entre Civilizaciones 2001. El Año del Diálogo entre Civilizaciones 2001
debería ser una ocasión para facilitar los intercambios entre las personas normales y corrientes a un nivel
cotidiano.
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