Contaminación en el Valle de Aconcagua

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En diciembre de 1985 fue
terminado el primer proyecto
integral chileno de investigación
sobre la contaminación ambienta l
dentro de una zona agrícola
determinada, llamado
"Contaminación en el valle de
Aconcagua", patrocinado por el
Consejo de Investigaciones
Agropecuarias y financiado por el
Fondo de Investigaciones
Agropecuarias.
Contaminación en el
Valle de Aconcagua
Sergio González M.
Ingeniero Agrónomo M.S.
IPA La Platina Nº 38, 1986
Una característica de Ja vida
moderna es el alto índice de
emisión de substancias residuales
como resultado de actividades
humanas; por tanto este tipo de
estudios adquiere una importancia
creciente, pues es cada vez más
necesario contar con elementos
prácticos que capaciten a los
agricultores para enfrentar Jos
procesos contaminantes que los
amenazan y, al mismo tiempo,
proporcionar elementos objetivos
de juicio a las autoridades para la
dictación de cuerpos jur ídicos de
protección de la producción
agropecuaria.
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El proyecto, encomendado al INIA,
tuvo como objetivo básico definir
un esquema metodológico para ser
aplicado en distintas realidades
agrícolas y ecológicas, y tomó
como modelo la importante zona
antes mencionada. Uno de los
mayores logros fue haber generado
técnicas analíticas simplificadas,
confiables y de costos aceptab les,
que posibilitaron el desarrollo de
estudios prospectivos sobre residuos
de pesticidas organoclorados en
recursos natura les y alimentos.
En el área estudiada se encontró
que, en gran medida, los suelos y
aguas mantienen sus calidades
originales; unido a las condiciones
climáticas, ello asegura una
producción óptima, tanto en
cantidad como en calidad.
Sin embargo, existen evidencias de
deterioro. Se comprobó que la
mayor parte de la contaminación de
las aguas del valle provino de
descargas de aguas servidas no
tratadas. Los contenidos de
coliformes fecales aumentaron
sensiblemente aguas abajo de
centros urbanos, especialmente en
San Felipe, La Calera y Quillota,
llegando a cifras superiores en más
de 250 veces el límite máximo de
aguas de riego para cultivos
hortícolas de consumo en fresco.
El contenido de nitrito en el río
tendió a exceder el límite máximo
fijado para aguas de consumo
humano; la presencia de este agente
cancerígeno es relevante desde el
momento en que parte de la
población rural satisface sus
necesidades de agua directamente
del río o de canales de riego.
La ausencia de descargas efe relaves
mineros durante el proyecto se
reflejó en los bajos contenidos de
metales pesados; no obstante, el
cobre y el molibdeno excedieron
frecuentemente los 1ímites
máximos establecidos en la Norma
Oficial Chilena para aguas de riego
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(NCM-1333). Las mayores
evidencias de contaminación se
circunscribieron a sectores cercanos
a Catemu y Nogales, donde se
comprobó que los suelos contenían
cobre en cantidades superiores a lo
natural para el Valle.
Ensayos de invernadero
con distintas
concentraciones de cobre.
En Nogales, la causa fue una
avalancha de relaves producida al
destruirse un tranque en la localidad
El Cobre, durante el terremoto de
1965; una intensa remoción
mecánica de sedimentos ha
permitido rehabilitar la zona que ,
en gran medida, ha vuelto a ser
productiva. En todo caso, no debe
olvidarse que parte de estos
materiales fueron incorporados a
los suelos, con lo que los niveles de
cobre son mayores que en el resto
del Valle.
IPA La Platina Nº 38, 1986
Aunque se encuentran fuera del
valle, debe llamarse la atención
sobre el hecho de que los suelos
aledaños a otra fundición, ubicada
en Las Ventanas, también
presentaron acumulaciones
cúpricas significativas, dando
evidencias en invernadero
similares a los suelos de Catemu.
Se comprobó que los vegetales
poseen una sensibilidad diferencial
respecto del cobre; mientras la
alfalfa lo traslada preferencialmente
hacia sus órganos aéreos, la lechuga,
el tomate y el trigo mostraron, de
preferencia, una acumulación en las
raíces. La modalidad de
traslocación adquiere importancia
cuando el nivel de cobre del suelo
sobrepasa la normalidad, puesto
que todas las especies lo absorben
en cantidades adicionales.
Otro aspecto importante es que la
cantidad de cobre requerida para
poducir una caída de rendimiento
depende no sólo de la especie, sino
que también del tipo de suelo. La
mayor toxicidad se produce en
suelos arenosos y de pH
relativamente ácido.
En Catemu, la causa parecería
corresponder principalmente a una
fundición de minerales, que ya ha
provocado un enriquecimiento de
anhídrido sulfuroso en la atmósfera
y una corrosión acelerada en el
sector. No puede descartarse, en
todo caso, la concurrencia de otras
causas como, por ejemplo, la
intensa actividad minera en esa área
en el pasado.
Si bien no existen evidencias
visibles en terreno, estudios de
invernadero demostraron que la
acumulación de cobre en algunos
suelos de Ca temu impide un
crecimiento vegetal normal, incluso
cuando se cultivan especies poco
sensibles como e\ trigo.
IPA La Platina Nº 38, 1986
Se comprobó que las plantas
afectadas por exceso de cobre
pueden recuperarse. En todo caso,
la recuperación es limitada, aparte
de que la cosecha se obtiene
tard ramente.
En cuanto a los pesticidas
organoclorados, tanto la
producción de frutas como la de
algunas hortalizas se encontró
generalmente libre de residuos o
con contenidos escasos, bajo los
niveles máximos establecidos para
alimentos de consumo interno en
Chile.
Al parecer, estos productos son
actualmente poco empleados en el
valle. Llamó poderosamente la
atención el que todos los suelos
analizados tuvieran residuos en su
capa arable aunque en niveles
aparentemente bajos.
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Toxicidad polimetálica en ganado vacuno de Valle
Alegre. A la derecha, animal que se ha mantenido
pastando en praderas expuestas a emisiones desde la
zona industrial de Las Ventanas.
Es probable que esta omnipresencia
de residuos organoclorados se deba
a la persistencia de esos
componentes en el ambiente, más
bien que a un uso actual. La
ubicuidad de estos productos en
suelos obligó a considerar la
absorción radicular como ruta
potencial de dispersión ambiental
y de contaminación de alimentos.
En forma preliminar se comprobó
que la ballica (Lolium perenne) es
capaz de absorber Oieldrin por sus
raíces, en cantidades proporcionales
a la concentración en soluciones
nutritivas; esta absorción llegó, en
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los tratamientos máximos, a afectar
la producción de biomasa.
Este aspecto podría ser real mente
trascendente en rubros donde
dichas substancias han sido usadas
masivamente por largo tiempo y en
el pasado inmediato, como, por
ejemplo, en producción pecuaria.
Si ello fuera efectivo, la prohibición
de esos productos en este rubro,
actualmente vigente, no tendría
repercusión en el mediano plazo
sobre los niveles residuales de
organoclorados hoy detectados en
los productos pecuarios.e
IPA La Platina Nº 38, 1986
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