El hábito de la persistencia La “Perseverancia” o la “Persistencia” es

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El hábito de la persistencia
La “Perseverancia” o la “Persistencia” es el hábito de ser constante en los propósitos o metas. La
disciplina y la voluntad son unas de las virtudes de mayor peso para preservarse con constancia.
La habilidad de la persistencia consiste en que usted pueda:
- Adaptarse a los cambios:
Es imperioso que adopte la filosofía, de que el cambio implica movimiento constante, que
absolutamente nada está detenido; muy por el contrario, el mundo está inmerso en permanentes
evoluciones e involuciones, por lo que usted debe ejercitar su “cintura”, para ajustarse a los cambios
o transformaciones que suceden con permanencia. Si hay algo que tiene el cambio, es precisamente
“persistencia”.
Aprenda de la “persistencia del mismísimo cambio”. Manténgase en movimiento y evolución
permanente.
El ingeniero estadounidense Robert William Kearns (1.927 - 2.005), inventor del limpiaparabrisas para
automóviles, decía “En la carrera por la calidad, no hay línea de meta”.
- Fortalecer su carácter:
Desde su origen, la palabra “Carácter” proviene del vocablo griego “Jarasso” (de allí al griego
“Jarakteer” y al latín “Character-eris”), cuyo significado es “dejar grabado”, “dejar vestigio”.
El filósofo griego Teofrasto (372 a.C. - 287 a.C.), que fue uno de los alumnos de Aristóteles, dijo que
el “carácter” era, en sentido estricto de lo ético y social, una disposición dominante del hombre.
Cuando me refiero a que usted fortalezca su carácter, hago referencia a varios aspectos en los que
debe tener en cuenta:
1) Desarrolle las virtudes y destrezas necesarias para que su adaptación a los cambios sea con
sincronía.
2) El carácter lo llevará siempre a un destino concreto.
3) Camine siempre por la senda del “bien”.
4) El “buen carácter” es la repetición de sus “buenos hábitos”.
5) La base de un carácter persistente es la actitud positiva.
6) Fomente su desarrollo intelectual. Lea, investigue. Sea cada vez más capaz. Capacítese.
7) Sea “autónomo”, pero no se crea “autosuficiente”. Tener autonomía implica dejarse ayudar por
otras personas, sin que ello signifique depender de ellas.
8) Comprométase con la excelencia.
Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.), filósofo griego, sostenía que “la excelencia moral es resultado del
hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza;
valientes, realizando actos de valentía”.
Para ayudarlo a forjar un carácter constructivo, lo invito a auto-formularse las siguientes preguntas:
- ¿Estoy dispuesto a dar el 100% de mi tiempo para lograr lo que deseo vehementemente?
- ¿Qué hábitos negativos o involutivos debo eliminar?
- ¿Qué hábitos constructivos debo potenciar de mi?
- ¿Soy conformista en algún aspecto?
- ¿Hago mis tareas con excelencia?
- ¿Me resisto a los cambios?
- ¿Suelo dudar de mi fuerza interior?
- ¿Quiénes pueden guiarme a corregir aquellos rasgos o características débiles o negativas, que
opacan mi luz esencial?
Muchas gracias. Carpe diem (aproveche el día con plenitud)
Daniel Fernando Peiro
www.centrodesuperacionpersonal.com/victormorisete
Fuente de información www.centrodesuperacionpersonal.com
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