El Superuniverso O. Obregón, S. Zacarías Departamento de Física, División de Ciencias e Ingenierías de la Universidad de Guanajuato, Campus León. 1.- Gravitación y Geometría Supongamos que en una pelota ponemos una aguja magnética en el polo norte y a dos hormiguitas las situamos en el “ecuador”, cada una de ellas lleva consigo una brújula, para ellas la pelota es enorme, acordamos con ambas que caminaran derechito hacia el norte, siguiendo sus brújulas. Una de ellas trae además un pequeño telescopio (a quien llamaremos hormiga A), y al ver a través de éste nota que conforme avanzan la distancia entre ellas se acorta y piensa “me está haciendo trampa pues si fuera derecho al norte, como quedamos, no debería de estarse acercando a mi”. Esta hormiga es aun más lista y calcula cómo cambia la distancia entre ambas respecto al tiempo que ha transcurrido, es decir encuentra una velocidad relativa y anota esta velocidad en varios puntos de la trayectoria que está recorriendo y se da cuenta que esta velocidad va cambiando. Entonces se pregunta ¿y cómo está cambiando esta velocidad respecto al tiempo que va transcurriendo?, es decir, calcula una aceleración mutua. La hormiga A también conoce la Segunda Ley de Newton , la fuerza es igual a la masa por la aceleración, de esta manera existe una fuerza entre ellas. La pregunta ahora es: ¿de dónde proviene esta fuerza?, lo único que se le ocurre es que sabe que la fuerza gravitacional entre dos cuerpos es proporcional al producto de las masas entre el cuadrado de la distancia, es decir , G es una constante universal y es la masa de cada cuerpo y es la distancia entre ellos. Resulta, sin embargo, que como las masas de las hormigas son muy pequeñas, esta fuerza es también extremadamente pequeña a lo largo de la trayectoria que siguen las hormigas y no tiene nada que ver ni se compara con la fuerza que la hormiga A había calculado. Esta última fuerza (aceleración) entre las hormigas no se puede explicar con las leyes de Newton. Es una consecuencia de la trayectoria curva que siguen las hormigas. Este es el punto de partida que llevó a Einstein a pensar que la gravedad realmente no es una fuerza, sino una manifestación de la curvatura y esta idea es la base de la teoría moderna de la gravitación, la relatividad general. Se sustituye así la fuerza gravitacional por geometría. Sabemos, por otra parte, que la distancia espacial , al cuadrado la medimos elevando el largo el ancho y la altura al cuadrado y sumando, es decir: Pero ahora en espacios curvos (como la superficie de la pelota) resulta que la distancia al cuadrado lleva unas combinaciones de y antes de cada una de estas al cuadrado. Esta es la nueva manera en que medimos distancias en espacios curvos (la expresión matemática es aún más complicada). Pero, más aún, el tiempo al cuadrado también debe incluirse con un factor que lo multiplica. Entonces la expresión (con ) nos da la información de la geometría, de la curvatura, en la pelota y es esta curvatura la que sustituye a la fuerza gravitacional de Newton. 2.- Otras fuerzas Otra interacción entre partículas que existe es la que concierne a las partículas que están cargadas eléctricamente, que a diferencia del caso gravitacional, esta puede ser positiva o negativa. Debido a esto, la interacción entre las partículas cargadas puede ser de naturaleza repulsiva o atractiva. La fuerza eléctrica entre partículas cargadas es repulsiva si las cargas son del mismo signo y atractiva si son de signo opuesto. Las partículas cargadas positivamente se les conoce como protones y a las cargadas negativamente se les conoce como electrones. La fuerza eléctrica, que puede ser atractiva o repulsiva, sigue la Ley de Coulomb y tiene una expresión parecida a la Ley de atracción de masas de Newton, , donde es una constante, son las cargas de cada partícula y la distancia entre ellas. Ahora bien, si moviéramos una de estas cargas esta fuerza de Coulomb ya no sería correcta. Pues como sabemos una carga puede informarle a la otra que se movió enviándole una señal con velocidad máxima, la de la luz, que es la mayor velocidad a la que podemos transmitir información. Así, si movemos muy rápidamente una de las cargas la otra se enterará en un tiempo igual al que tarde la luz en viajar la distancia total que las separa y no inmediatamente como lo supone la Ley de Coulomb. Entonces tendremos que cambiar nuestra concepción de cómo interaccionan las cargas. Actualmente describimos estas interacciones sabiendo que en la naturaleza existen dos tipos de partículas, los fermiones y los bosones. Los fermiones generan la fuerza o interacción y los bosones la transmiten. En el caso eléctrico la interacción es generada por el electrón y el protón, estos son fermiones, y el bosón que transmite la información se llama fotón. De esta manera, un electrón le informa a otro electrón que tienen la misma carga y deben repelerse. . 3.- Simetrías El concepto de simetría en la física juega un papel muy importante, en base a éste describimos todas las interacciones; eléctrica, gravitacional, nuclear fuerte y débil. Existen varias simetrías que caracterizan las diferentes interacciones, por ejemplo, hemos aprendido que el núcleo de los átomos está constituido de partículas eléctricamente neutras, los neutrones, y de protones. Pues bien, existe una simetría: un extraño espejo donde un neutrón se ve como protón y viceversa. Es decir, el protón y el neutrón son “lo mismo” bajo una simetría que se denota como isospín. El neutrón y el protón son fermiones. Pero al pensar en simetrías ¿puede uno de manera extrema preguntarse si existe una simetría que relacione fermiones con bosones y viceversa? Esto en principio es absurdo pensarlo y muy audaz dado que, como hemos discutido, ambos tipos de partículas exhiben propiedades muy diferentes y sus roles en los fenómenos de la naturaleza parecen ser excluyentes. Pero lo sorprendente es que se encontró en la década de los 70´s de siglo XX una respuesta afirmativa a esta pregunta y eso ya nos lleva al terreno de las “supercosas”. A esta simetría entre bosones y fermiones se le conoce como supersimetría. La supersimetría predice que dado un bosón siempre existe un fermión asociado, la cual se le llama la partícula supercompañera, y viceversa, dado un fermión siempre existe un supercompañero bosónico asociado. Esto conlleva a un problema ya que el zoológico de partículas se incrementa al doble pues las partículas supercompañeras no forman parte de las partículas conocidas. En particular, el supercompañero asociado para el fotón (bosón) se le conoce como fotino mientras que para el electrón (fermión) su supercompañero es el selectrón. La supersimetría es un elemento indispensable para la consistencia física y matemática de la ya famosa teoría de super-cuerdas. 4.- Interacción gravitacional Ya vimos que la interacción gravitacional esta medida por el objeto geométrico . Ya que ésta transmite la información, entonces es un bosón y debe tener un supercompañero fermiónico. Este resulta ser el gravitino que denotaremos por El universo en el que vivimos está gobernado por la gravitación (los objetos celestes no tienen carga eléctrica neta), es decir, una que nos describe la expansión del universo, denotémosla por . Sabemos también que al observar, por ejemplo los cúmulos galácticos, notamos que para explicar estas observaciones, estos objetos necesitarían contener más masa de la visible de acuerdo con la teoría de la gravitación (sino se destruirían). Esta materia no la hemos observado pero es necesario suponer su existencia para entender estos objetos celestes. Se calcula que esta materia oscura contribuye en un 23 % de la masa total del universo. Para explicar esta materia oscura e incluso el universo en su conjunto, se ha propuesto un modelo desarrollado por colegas en México, en el que además del factor de expansión , se introduce una variable (campo), llamémosla . Esto permite concordancia con las observaciones de materia oscura y nos brinda una descripción adecuada de la evolución del universo del cual tenemos observaciones muy precisas. 5.- El superuniverso De acuerdo con la supersimetría, que hemos descrito, todo bosón tiene un compañero fermiónico. El factor de expansión del universo a ( y la variable (campo) son bosones y les corresponden por tanto fermiones a cada uno; el gravitino para y otro fermión asociado a que no es indispensable conocer su nombre. Si tenemos una canica en una cazuela y la soltamos dentro de ella a una cierta altura (energía potencial), al caer ésta adquirirá velocidad y alcanzará una velocidad máxima cuando pase por la parte más baja de la cazuela. Luego se irá frenando hasta alcanzar, del otro lado de la cazuela, la altura máxima a la que la habíamos soltado (sino existe fricción). En el universo descrito por el factor de expansión y la variable se puede seguir una idea similar (aunque la descripción del sistema es mucho más complejo que el de la cazuela), si se denotan las velocidades por la variable y la energía potencial por la variable , se puede mostrar que el universo también se mueve entre un instante en que tiene “velocidad máxima”, , y otro en que tiene la altura máxima, . En cambio, en la descripción del superuniverso, se tienen “dos energías potenciales” denotadas por y y es la velocidad. En este caso el sistema, el universo, debe ser descrito en estas “tres dimensiones” y no sólo se mueve entre dos puntos críticos, “máxima velocidad” y “máxima altura”, sino que existen varios de estos. Es ahora como una “extraña cazuela” con diferentes alturas en su interior. Típicamente en la descripción del universo en los modelos de la gravitación con el factor de expansión y la variable , el universo temprano pasa por una etapa de inflación (crece muy rápido a su inicio) y no se sabe bien cómo debe terminar este proceso (aunque debe hacerlo). Le sigue una etapa de crecimiento menos rápida y después una expansión acelerada que hemos observado y que está provocada por la energía oscura. Esta energía oscura se introduce dado que el universo crece moviéndose de manera acelerada y no entendemos bien el porqué, pues no observamos la energía necesaria que produzca este comportamiento. Por eso, la denominamos “energía oscura”. Los modelos de , expansión del universo, junto con (que es una especie de energía) nos proveen de una posible explicación. La energía oscura constituye el 72 % de la masa-energía del universo. Así entre la materia oscura, que ya mencionamos, y la energía oscura tenemos el 95 % de la masa-energía del universo y el restante 5 % corresponde a la materia que observamos (galaxias, estrellas, etc.) en el universo (obviamente estos datos son aproximados). En el nuevo modelo supersimétrico del universo, éste empieza dominado por una especie de materia dura (materia a través de la cual la velocidad del sonido alcanza la velocidad de la luz) y luego tiene un (necesario) periodo de inflación y en este modelo si termina de manera natural dando lugar a la expansión menos rápida seguida del periodo de aceleración y la materia dura deberá dominar nuevamente en las últimas etapas del universo. 6.- Los “súper-agujeros negros” Cuando hablamos del universo es interesante también referirse a los agujeros negros. Estos objetos, los más extraños del cosmos, juegan un papel muy importante en el entendimiento de las propiedades del universo. La concepción usual de un agujero negro es como sigue: una estrella moribunda supermasiva colapsará sobre sí misma hasta formar un horizonte de eventos, continuará colapsando hasta que toda su masa quede concentrada en un punto llamado singularidad. El horizonte de eventos separa la región de la cual no podemos obtener información alguna (ni siquiera de la luz que cae en el). Si un observador muy audaz emprende el viaje hacia un agujero negro, atravesará el horizonte y caerá inevitablemente a la singularidad. La historia es muy diferente cuando uno estudia la generalización supersimétrica de los agujeros negros, al menos del más conocido y estudiado, el agujero negro de Schwarzschild. Si bien, encontrar una solución completa al problema del agujero negro supersimétrico no puede describirse en el caso más general, éste tiene dos límites extremos; uno de ellos (límite bosónico) es el conocido agujero negro de Schwarzschild. En éste, si una partícula u observador se acerca a el puede eventualmente llegar al horizonte de eventos. Cuando ha llegado a esta región, no puede ya informar al exterior que ha caído en el horizonte, ni las señales de luz que el trate de enviar informando de su destino pueden salir. Sin embargo, ya estando en el horizonte este observador caerá inevitablemente hacia la singularidad puntual. Esta es la descripción usual del agujero negro más característico en el contexto de la relatividad general, la teoría de la gravitación geométrica de Einstein, a la que nos hemos referido anteriormente. Pero la historia cambia totalmente en el otro límite extremo (límite fermiónico). Si otro observador audaz emprendiera su viaje, notaría que la descripción usual del agujero negro se pierde cuando se acerca al horizonte de eventos; para el observador ya no existe más este horizonte dada esta otra solución límite. Por tanto, en la localización usual del horizonte, todavía podrá enviar señales a un observador externo y por tanto informarle lo que sucede. Sin embargo, conforme avance notará que hay una singularidad de tipo anillo en una región interna a la localización en la que estaba el horizonte. Antes de esta singularidad, el observador podrá acercarse tanto como quiera y escapar, muy diferente al caso de la gravitación usual. Pero si cae a esta singularidad, quedará atrapado en ella y nunca alcanzará la singularidad puntual. Esto es, evidentemente, una descripción diferente al agujero negro usual pero debemos enfatizar que si hemos de tratar de entender a los agujeros negros tenemos que incorporar su comportamiento fermiónico para su adecuada descripción (una descripción completa). Referencias Cosmología supersimétrica: Class. Quantum Grav. 16, 2861 (1999) JCAP 1012:011, 2010 Agujeros negros supersimétricos: Phys. Rev. D 80, 104020 (2009) Phys. Rev. D 84, 024015 (2011)