incidencia del nuevo código penal en la legislación de menores

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INCIDENCIA DEL NUEVO CÓDIGO PENAL EN LA
LEGISLACIÓN DE MENORES
Manuel Campos Sánchez
Fiscal
SUMARIO
11. CRITERIOS PARA LA FIJACI~NDE LA MINORÍA DE EDAD.
a) Criterios seguidos por nuestro derecho positivo.
b) El Código Penal de 1995.
111. OTRAS CUESTIONES.
IV. DERECHO COMPARADO.
V. LA LEY PENAL DEL MENOR: ESTRUCTURA Y CONTENIDO.
El planteamiento inicial del tema, gira en torno a la imputabilidad, como presupuesto de
la culpabilidad y la menor edad como causa de inimputabilidad. Lo que nos lleva a
considerar si, elevada la mayoría de edad a los 18 años, sigue siendo la menor edad una de
las circunstancias que eximen de responsabilidad penal, cuando en el nuevo texto punitivo
se establece que los menores de 18 años responderán conforme a las disposiciones de la Ley
Penal del Menor: Lo que a mi juicio nos permite diferenciar entre la menor edad como causa
de inimputabilidad absoluta y la menor edad como causa de inimputabilidad relativa. Así
pues, desde este punto de vista, serán inimputables de un modo absoluto, los menores de 12
años de edad e inimputables de un modo relativo los mayores de 12 años y menores de 16
años; y tras la aprobación de la Ley Penal del Menor, absolutamente los menores de 14
años, y relativamente los mayores de 14 y menores de 18 años.
La incidencia del nuevo Código Penal en la legislación de menores, se articula fundamentalmente en dos novedades, referidas: A la mayoría de edad penal, fijada ahora a los 18
años y a la fortalecida protección penal del menor con nuevos tipos o la mejora de algunos
ya existentes.
Los criterios propuestos en la fijación de la minoría de edad penal se contraen a tres:
A) El Biológico consistente en la fijación de un límite de edad (seguido en el derecho patrio
por los Códigos Penales de 1928, 1932, 1944, 1963, y 1973 y en el derecho comparado por
Alemania, Suiza, Francia, Bélgica y Escocia). B) El Intelectual o del discernimiento,imperante
en el derecho inglés y americano y C) El mixto que combina ambos criterios, de los códigos
de 1822, 1848, 1850 y 1870.
a) Criterios seguidos por nuestro Derecho Positivo
1- El Código Penal de 1822, fijó la mayoría edad penal en los siete años; quedando
sometido al examen concreto del discernimiento la responsabilidad de los menores de edad
entre los siete y los diecisiete años.
Código Penal de 1822; artículo 23:
«Tampoco puede ser considerado como delincuente ni culpable en ningún caso el
menor de siete años cumplidos».
«Si el mayor de esta edad, pero que no haya cumplido los diecisiete, cometiere
alguna acción que tenga el carácter de delito o culpa, se examinará y declarará previamente en el juicio si ha obrado o no con discernimiento y malicia según lo que resulte,
y lo más o menos desarrolladas que estén sus facultades intelectuales».
En el primer caso, conforme a los artículos 25 y 24, se le imponía una pena atenuada, y
en el segundo, la corrección en el ámbito familiar o en una casa de corrección.
2- Los Códigos de 1848 y 1850, por su parte, elevaron la mayoría de edad penal a los
nueve años, y ampliaron el alcance del juicio de discernimiento a los menores de quince
años.
C. P. 1848-1850; artículo 8:
Está exento de responsabilidad criminal al menor de nueve años y, asimismo, al
«mayor de nueve años y menor de quince a no ser que haya obrado con discernimiento»,
añadiendo que:
«El Tribunal hará declaración expresa sobre este punto para imponerle penas, o
declararlo irresponsable», y, considerando circunstancia atenuante «La de ser el culpable menor de dieciocho años».
Régimen que también fue adoptado por el Código de 1870.
3- La Ley de Bases de 3 de agosto de 1918, desarrollada por Decreto Ley de 28 de
noviembre, sometió los hechos punibles cometidos por menores de 15 años al conocimiento
de los llamados «tribunales para niños» y finalmente el Decreto Ley de 14 de noviembre de
1925 elevó la mayoría de edad penal a los dieciséis años.
4- El Código Penal de 1928, en su artículo 56 proclamó: La irresponsabilidad del
menor de dieciséis años», y los Códigos de 1932 y 1944, éste con sus textos de 1963 y
1973, declararon «Exentos de responsabilidad criminal», «Al menor de dieciséis años»,
manteniendo la atenuante de minoría de edad para los mayores de 16 y menores de 18
años».
En cuyo caso el Tribunal podía optar discrecionalmente entre imponer: la pena inferior
en uno o dos grados, o bien sustituir dicha pena «por el internamiento en institución especial
de reforma por tiempo indeterminado, hasta conseguir la corrección del culpable (artículo 65).
Esta fue la regulación mantenida en lo esencial por las sucesivas reformas parciales del
texto de 1944 y por el derogado Código Penal de 1973.
5- La Ley de Tribunales Tutelares de Menores, de 11 de junio de 1948, vino a
disciplinar tanto el procedimiento a seguir en materia de delitos y faltas cometidos por
menores de 16 años, así como las medidas a adoptar en tales supuestos.Y finalmente la Ley
Orgánica del Poder Judicial de 1 de julio de 1985, vino a sustituir los antiguos Tribunales
Tutelares de Menores por los Juzgados de Menores, a los que se atribuyó en el artículo 9 de
la Ley 0.4/1992, el conocimiento: De los hechos cometidos por mayores de doce años y
menores de la edad fijada en el Código Penal a efectos de responsabilidad criminal,
tipificados como delitos o faltas en las Leyes especiales.
«Cuando el autor de los citados hechos sea menor de doce años será puesto, en su
caso, a disposición de las instituciones administrativas de protección de menores».
b) El Código Penal de 1995
El Código Penal de 1995, rompiendo con el sistema anterior, después de fijar la mayoría
de edad penal a los 18 años (art. 19), no la incluye entre las causas que eximen de
responsabilidad criminal del artículo 20; por tanto: Cuando un menor de 18 años cometa
un hecho delictivo podrá ser responsable con arreglo a lo dispuesto en la ley que regule
la responsabilidad penal del menor*. Llama la atención, de una parte, que no los declara
exentos de responsabilidad criminal, sino «con arreglo a este Código», y, de otra, que se
remita a la Ley que regule la «responsabilidad penal del menor. Así pues, del artículo 19 del
Código, no resulta una declaración de inimputabilidad de carácter absoluto, en cuanto prevé
su responsabilidad penal, remitiéndola a una Ley especial, en la línea seguida por otros
países, como Alemania, país en el que todo el Derecho Penal de menores se recoge en el
llamado Derecho Penal Juvenil.
En conclusión, si bien el art. 19 del Código Penal no cierra el paso a la exigencia de
responsabilidades, incluso penales, a los menores, la ratio legis del precepto, así como un
tratamiento científico de la delincuencia juvenil, desaconsejan una ley asentada sobre principios e ideas marcadamente retribucionistas.
Pero la regulación de la minoría de edad en el nuevo Código no acaba aquí, antes al
contrario, varios preceptos más del nuevo texto se refieren a ella. Así, en primer lugar, el
art. 69, establece: Al mayor de dieciocho años y menor de veintiuno que cometa un
hecho delictivo, podrán aplicársela las disposiciones de la ley que regule la responsabilidad penal del menor en los casos y con los requisitos que ésta disponga.
Concede este precepto una muy loable facultad judicial, para aplicar directa o indirectamente, al menor de 21 y mayor de 18 años, las disposiciones de la ley que regule la
responsabilidad penal del menor, esto es, del menor de edad de 18 años. Con lo que se
acoge, aun parcialmente, la solución ya implantada en otros ordenamientos europeos, con el
fin de otorgar un tratamiento penal más adecuado a la delincuencia juvenil.
No obstante, mientras no se promulgue y entre en vigor la ley penal del menor, no sólo
es inaplicable el artículo 69, sino que incluso la edad penal, sigue de hecho situada en los 16
años, al condicionar la disposición final séptima la entrada en vigor del art. 19, a la
vigencia de la Ley que regule la Responsabilidad Penal del Menor.
Ello nos obliga a tomar en consideración al antiguo artículo 65 en relación al
artículo 9-3 del texto anterior, pues ambos siguen vigentes hasta tanto no aparezca una
nueva regulación penal del menor. (Disposición Derogatoria la) En suma interpretada la
disposición derogatoria ladel nuevo Código, en conexión con la Disposición Final Séptima,
(que exceptúa de la entrada en vigor al artículo 19) y la Disposición Transitoria Duodécima,
(con la que el legislador ha querido anticipar de la reforma la necesidad de contar con el
informe del equipo técnico del Juzgado de Menores, sobre la situación psicológica, educativa, y en general, sobre cualquier otra circunstancia que pueda haber influido en el hecho que
se imputa al menor de 18 años). Se puede afirmar que mientras que la ley penal del menor no
sea promulgada, seguirá teniendo plena aplicación la vieja regulación sobre la minoría de
edad del código penal de 1973, y muy especialmente el artículo 65, precepto que otorga una
virtualidad excepcional a la atenuante de minoría de edad o edad juvenil, puesto que obliga
a los jueces y tribunales a imponer la pena inferior en uno o dos grados a la señalada por la
ley, pudiendo el Tribunal en atención a las circunstancias del menor y del hecho, sustituir la
pena impuesta por el internamiento en institución especial de reforma por tiempo indeterminado hasta conseguir la corrección del culpable.
Pero la medida de internamiento del anterior artículo 65, suscita innumerables dudas:
lo- No puede entenderse su duración como absolutamente indeterminada, pues ello sería
contrario a los principios de legalidad y seguridad jurídica y de difícil compatibilidad con el
nuevo sistema de medidas implantado en los artículos 95 a 104 del Código Penal de 1995.
2"- Las dificultades siguen por saber que ha de entenderse por institución especial de
reforma y por el régimen de cumplimiento. Por lo que al amparo de la disposición transitoria
10" habrá de entenderse que las medidas de seguridad que se hallen en ejecución o pendientes de ella en aplicación de lo dispuesto en los números 1 y 3 del art. 8 o del número 1 del
art. 9 del Código que se deroga: serán revisadas conforme a los preceptos del Título IV del
Libro 1 del nuevo Código. En aquellos casos en que la duración máxima de la medida
prevista en este código sea inferior al tiempo que efectivamente hayan cumplido los sometidos a la misma, el juez o tribunal dará por extinguido dicho cumplimiento y, en el caso de
tratarse de una medida de internamiento, ordenará su inmediata puesta en libertad.
Más aún, sería conveniente, como recuerda la Fiscalía General del Estado, una mayor
aplicación de este precepto por parte de jueces y magistrados, al posibilitar un tratamiento
individualizador y reeducador de los menores, en línea con lo que constituye la esencia de
una legislación penal especializada. Como es la de menores.
111. OTRAS CUESTIONES
lo-Por lo demás, como es sabido, el C. P. de 1995 ha alterado profundamente todo el
sistema de penas y las reglas de determinación de la pena. Al mantener su vigencia el
anterior Código respecto a la mayoría de edad penal, el problema que se plantea se centra en
determinar si las penas aplicables a los mayores de 16 años, pero menores de dieciocho, se
han de regir por el antiguo o el nuevo Código. Respecto a esta cuestión, la doctrina
mayoritaria, y, con ella la Fiscalía General del Estado, considera que ha de ser el Código
actual, y no el anterior, el que se aplique.
2"-La prueba de la edad, se realizará, conforme al art. 375 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, por la inscripción de nacimiento, en su defecto de bautismo o por dictamen
médico forense, y si la edad resulta insegura, la duda nunca puede ir en perjuicio del reo.
Ahora bien (como se dice en S. 122811993, de 29-5), cabe discutir la veracidad de las
inscripciones, pues, «sin minimizar el valor que las inscripciones registrales, tanto civiles
como canónicas, deben tener a la hora de dar fe de la situación personal de cada ciudadano
(nacimiento, matrimonio, etc.), el propio C.C. en su art. 327, no obstante afirmar la importancia casi plena de las actas del Registro, viene a reconocer en su último párrafo que sólo
producen una presunción iuris tantum y no iuris et de iure, pues no otra cosa significa que su
veracidad podrá ser suplida por otras pruebas cuando ante los Tribunales se suscite contienda.
3"- En cuanto al cómputo, también en beneficio del reo, no se hará con arreglo al art.
3 15 C.C., sino de momento a momento (S. 14-1-1988, 18-5 y 24-9-1992, y 79811994, de 134), acreditándose con certificación literal de nacimiento.
4"-En relación con el límite entre la minoría y la mayoría de edad penal, plantea y
resuelve la Fiscalía General, en Instrucción de 1993 (111993, de 16-3, sobre líneas generales
de actuación del Ministerio Fiscal en el Procedimiento de la Ley Orgánica 411992, de 5 de
junio), dos interesantes cuestiones:
a) En el caso de que el descubrimiento de la comisión de un hecho ilícito por parte de un
menor se produzca cuando éste haya cumplido los dieciséis (cuando entre en vigor el
artículo 19, los dieciocho) años y, en consecuencia se halle fuera de la jurisdicción de
menores, aunque ello conduzca a la impunidad de hechos delictivos graves, ni cabe un
proceso en un Juzgado de Menores, ni ante un Juzgado de Instrucción, es decir, que no es
posible «un examen retroactivo del hecho», lo que no obsta a que, quien se sienta perjudicado, pueda acudir a la vía civil. Y se refuerza la idea de la imposibilidad de intervenir la
jurisdicción de menores pese a lo dispuesto en el artículo 20, a la vista del párrafo primero
del artículo 18 de la Ley 0. 411992, que dispone: «Siempre que estos Tribunales adopten
medidas prolongadas de vigilancia, de guarda y educación, o de reforma, ejerciendo su
acción tutelar sobre el menor de un modo permanente, hasta que acuerden el cese de
vigilancia, alcen la suspensión del derecho de los padres o tutores o decreten la libertad
definitiva, pero sin que esta acción tutelar pueda exceder de la mayoría de edad civil, tanto
en la facultad reformadora como en la de protección». Resulta así que, al coincidir la edad
del art. 19 con la mayoría de edad civil, no cabe prórroga alguna de medidas y, menos aún,
su iniciación.
b) En el supuesto de delito continuado, en cuyo transcurso se alcance la mayoría de edad,
sólo los hechos cometidos a partir de ese momento podrán ser tenidos en cuenta para la
sanción del sujeto, sin que de los precedentes, como en el caso anterior, pueda conocer ni
una ni otra jurisdicción.
C) Si se trata de un delito permanente, cumplidos los dieciocho años, se aplicará el
Código Penal (así, en S. 29-4-1991, respecto a tenencia ilícita de armas).
IV. DERECHO COMPARADO
La consideración del derecho de menores desde la perspectiva del Derecho Internacional
pasa por la referencia a normas de ámbito mundial (así, las llamadas reglas de Beijing,
adoptadas por Naciones Unidas) y europeo (entre las que debe mencionarse la Recomendación 20 del Comité de Ministros del Consejo de Europa, de 17 de septiembre de 1987), si
bien todas ellas coinciden en el reconocimiento de dos criterios de carácter básico que han
de servir de fundamento al tratamiento jurídico de la cuestión: de una parte, el reconocimiento de los derechos fundamentales de los menores en los procedimientos judiciales; de
otra, la aceptación generalizada de una concepción educativa o pedagógica de la Justicia de
menores.
Estas reglas básicas han sido adoptadas por las legislaciones de la inmensa mayoría de
los países europeos, entre las que podemos hacer mención a las siguientes:
En Alemania, el llamado derecho penal juvenil ha tendido en los últimos tiempos a la
erradicación de toda clase de medidas de contenido represivo (especialmente, la de prisión);
en su.lugar, se .ha procurado implantar un conjunto de medidas de doble signo: unas, de
carácter estrictamente educativo o, formativo consistentes por lo general en la imposición de
determinadas reglas de conducta; otras, de alcance disciplinario, que incluyen arrestos por
breves períodos de tiempo, así como la reparación o la petición de perdón a la víctima. No se
excluye la medida de internamiento, de duración variable en función de la entidad del hecho
punible cometido (hasta 5 años si es delito, hasta 10 años si es crimen). Por lo demás, la
mayoría de edad penal viene establecida en los 18 años, si bien se recoge un régimen
especial para el llamado «menor adulto)) (entre 18 y 21 años); el derecho penal juvenil
genérico es de aplicación a los menores que cuenten entre 14 y 18 años de edad, careciendo
de capacidad de culpabilidad los menores de 14 años.
En Suiza, el régimen aplicable viene dado asimismo en función de la edad: entre los 7 y
15 años, el Juez podrá acordar la imposición de un tratamiento educativo o bien el internamiento en un centro o institución educacional, al objeto de aplicar al menor un tratamiento
que será controlado por el propio Juzgado; entre los 15 y los 18 años, se añade al tratamiento
educativo la posibilidad de imponer medidas disciplinarias de internamiento por un período
de hasta dos años; y entre los 18 y los 25 años, se reconoce la posibilidad de sustituir la pena
impuesta por la de internamiento en un centro educativo.
En Francia, la mayor edad penal se halla establecida también a los 18 años. Sin
embargo, los menores que, contando entre 13 y 18 años de edad, cometan un hecho punible,
pueden ser objeto de medidas de un doble signo: bien, como regla, una medida educativa,
bien, excepcionalmente, una pena atenuada si las circunstancias del hecho y la personalidad
del agente así lo aconsejan. Caso de imponerse una pena privativa de libertad, su cumplimiento se verificará en un establecimiento especial o en secciones especiales de los centros
penitenciarios ordinarios.
En Bélgica, la legislación en materia de menores distingue tres tramos de edad con
tratamientos diferentes: de una parte, los menores de 21 años cuya salud o moralidad sea
puesta en peligro por el ambiente en que vivan o trabajen; de otra, menores de 18 años
vagabundos o mendigos o acusados de cometer infracciones a la ley sobre la tutela moral de
la juventud o sus obligaciones escolares; Y finalmente, los menores de 18 años que cometan
hechos delictivos. Se establecen medidas como las de ingreso en centros educativos bajo
control estatal.
Los países escandinavos (Suecia, Finlandia, Noruega) han abandonado la solución judicial al problema de la delincuencia juvenil en favor de un tratamiento estrictamente administrativo, y ello a través de organismos específicamente creados al efecto; además, la medida
de internamiento pasa a convertirse en algo excepcional.
En el Reino Unido -salvo Escocia, territorio en el que funcionan unos organismos
especializados denominados Comités Juveniles- los tribunales de menores conocen de los
hechos delictivos de carácter leve cometidos por menores con edades comprendidas entre los
10 y los 17 años. Si se trata de delitos graves, la competencia para la instrucción de las
causas corresponde a los tribunales; ordinarios, -y una vez concluida ésta pueden llevar a
efecto su enjuiciamiento o bien remitirlas al kibunal de menores; asimismo, se establece
para tal clase de delitos la medida de internamiento, a cumplir bien en instituciones especiales, bien en secciones separadas de los establecimientos penitenciarios ordinarios.
V. LA LEY PENAL DEL MENOR: ESTRUCTURA Y CONTENIDO
El proyecto de Ley Penal Juvenil de 1995, contiene una regulación completa de los
aspectos penales, procesales y de ejecución de penas y medidas de seguridad aplicables a
los menores de 18 años, y se inclina por establecer la imputabilidad absoluta por debajo de
los 14 años, estableciendo normas específicas para los hechos delictivos cometidos por los
mayores de dicha edad y menores de dieciocho años.
Estructura
El proyecto de ley penal del menor consta de: Un título preliminar y nueve títulos, con un
total de 45 artículos, 4 disposiciones adicionales, 4 transitorias, 1 derogatoria y una disposición final.
Contenido
Título Preliminar (artículo 1)
Cláusula General de reconocimiento de los derechos Constitucionales a los menores de
14 a 18; y a los mayores de 18 y menores de 21 que se les aplique la Ley.
Título 1 Ámbito de Aplicación (artículos 2 a 5)
Ámbito de aplicación se extiende: 1) Delitos y faltas definidos en el Código Penal o en
leyes especiales cometidos por: Mayores de 14 anos y menores de 18. 2) por los mayores de
18 y menores de 21 (cuando así lo acuerde el Juez de instrucción) excepto cuando se trate de
delitos de: homicidio y sus formas; lesiones graves; detenciones ilegales; agresiones sexuales; y robos violentos. 3) La responsabilidad civil.
A los menores de 14 años se aplicarán las normas de protección del Código Civil.
Título 11 De la Instrucción del Procedimiento (artículos 6 a 15)
La Instrucción del expediente corresponde al Fiscal. Pero si las diligencias propuestas
por el letrado del menor afectan a sus derechos fundamentales podrá dirigir su solicitud al
Juez.
Título 111 Medidas a ado~tardurante la Instrucción (artículos 16 a 18)
Las medidas cautelares de protección y custodia se solicitarán al Juez que resolverá oído
el letrado del menor, el equipo técnico y la representación de la entidad pública de protección.
El tiempo máximo del internamiento será de 3 meses, aunque podrá prorrogarse hasta la
audiencia.
Título IV Conclusión de la Instrucción (artículo 19)
El Fiscal decretará la conclusión del expediente y lo remitirá al juzgado junto con el
escrito de alegaciones.
Título V Fase de Audiencia (artículos 20 a 26)
La audiencia comienza con el traslado del escrito de alegaciones del fiscal al letrado del
menor.
Si se muestra conformidad y la medida solicitada es alguna de las siguientes: amonestación, conciliación o reparación a la víctima, se dictará sin más sentencia.
En otro caso se acordará: La celebración de la audiencia; el sobreseimiento; el archivo;
remisión al juez competente.
Las sesiones de la audiencia no serán públicas.
El Juez informará al menor en un lenguaje claro.
Si media conformidad con los hechos y no con la medida se sustanciará el trámite de la
audiencia en relación con ese extremo.
La audiencia se inicia con una fase de alegaciones a las que sigue la prueba y el informe
del equipo técnico sobre las circunstancias del menor y la adecuación de la medida.
A continuación el juez oye al fiscal y al letrado defensor sobre la valoración de la prueba
y la calificación jurídica, y por último al menor. Dejando la causa vista para sentencia.
Durante el transcurso de la audiencia el juez de oficio o a instancia del Ministerio Fiscal
o el letrado, cuando el interés del menor lo aconseje, podrá ordenar que abandone la sala.
Título VI De la Sentencia (artículos 27 a 29)
La Sentencia que habrá de reunir los requisitos de la LOPJ, sin perjuicio de su documentación, podrá dictarse in voce.
Los razonamientos se realizarán en un lenguaje claro y comprensible a la edad del
menor.
El juez podrá acordar la suspensión del fallo en la misma sentencia o en auto motivado
bajo ciertas condiciones.
Título VI1 De lo Relativo a las Medidas (artículos 30 a 38)
El Juez podrá imponer en la sentencia las siguientes medidas:
Internamiento en centro cerrado.
Intemamiento en centro semi abierto.
Internamiento en centro terapéutico.
Asistencia a un centro de día.
Tratamiento Ambulatorio.
Arresto con tarea.
Libertad vigilada con supervisión intensiva.
Libertad vigilada con tarea socio educativa.
Libertad vigilada simple.
Acogimiento en familia o grupo educativo.
Servicio en beneficio de la comunidad. Realización de tarea socio educativa.
Reparación a la víctima.
Conciliación con la víctima.
Privación de la licencia de conducir ciclomotores.
La medida de internamiento en centro cerrado constará de dos partes:
La primera en centro cerrado y la segunda en libertad vigilada.
El equipo técnico informará respecto de ambos períodos y el Juez expresará en la
sentencia su duración.
Si concurre la medida de internamiento en centro cerrado con la de internamiento en
centro terapéutico se ejecutará primero ésta; pudiendo sustituirse la primera por la segunda.
Las medidas prescriben: las de duración superior a dos años a los 3 años, las restantes
a los 2 años, excepto las medidas de: amonestación, servicios en beneficio de la comunidad
y arresto con tarea socio educativa que prescribirán al año.
En su imposición el juez atenderá de modo flexible a la naturaleza de los hechos y el
interés del menor.
No se podrá imponer medida que comporte mayor restricción de derechos ni por tiempo
superior al solicitado por el Fiscal.
Cuando los hechos sean constitutivos de falta sólo se podrá imponer amonestación,
arresto con tarea de fin de semana, trabajo en beneficio de la comunidad, hasta un máximo
de 6 fines de semana y 6 sesiones respectivamente.
El internamiento en centro cerrado sólo se podrá imponer cuando en la descripción de los
hechos y en la calificación jurídica se establezca que se ha empleado violencia o intimidación, o se ataque a alguno de los siguientes bienes jurídicos definidos en los delitos de:
Homicidio y sus formas, lesiones graves, delitos contra la libertad, detenciones ilegales,
abusos sexuales, robos violentos, delitos contra la seguridad colectiva, incendios, delitos
contra el derecho de gentes y genocidio.
Duración:
No podrá exceder de dos años, computado en período de internamiento cautelar. La de
servicios en beneficio de la comunidad no podrá superar las 100 h.
Ni la de arresto fin de semana 8 fines de semana.
Para los menores que hayan cumplido los 16 años podrá alcanzar un máximo de 5 años
y la de servicios en beneficio de la comunidad 200 h.
En los casos de extrema gravedad la medida de internamiento en centro cerrado podrá
complementarse con otra de libertad vigilada por otros 5 años.
En los casos de pluralidad de hechos: podrá imponerse una única medida comprensiva de
los criterios del art. 30.
Si a un menor se impusieran varias medidas, se podrán sustituir todas o algunas de ellas
o establecer su cumplimiento simultáneo, sin que pueda ser superior al doble del tiempo por
el que se le impusiera la más grave.
Si la misma conducta es constitutiva de dos o más infracciones o una de ellas es medio
para cometer otra se tendrá exclusivamente en cuenta la más grave.
En los casos de continuidad delictiva con pluralidad de víctimas la sanción se impondrá
en su máxima extensión.
El Juez a instancia de parte oído el equipo técnico podrá dejar sin efecto la medida,
reducir su duración o sustituirla por otra.
Cuando el menor alcance la mayona de edad continuará el cumplimiento hasta alcanzar
los objetivos propuestos.
Título VI11 Del Régimen de los Recursos (artículos 39 a 40)
Contra las Sentencias / apelación.
Autos y Providencias / reforma.
Autos resolutorios de la reforma / no cabe ningún recurso.
Contra los autos que pongan fin al procedimiento o resuelvan incidentes 1 apelación.
(Los trámites a seguir son los del PA de la L E C G R 1 M.)
Del recurso de apelación conocerá la sala de menores de del TSJ. contra cuyas S.S cabrá
recurso de Casación para unificación de doctrina.
Título IX De la Eiecución de las Medidas (art. 41)
La ejecución de las medidas y su control corresponderá al juez de menores, sin perjuicio
de las funciones de las entidades públicas de protección que mantendrán al juez informado.
La liquidación de las medidas la practicará el secretario del juzgado.
Se oirá al fiscal y al letrado del menor.
Título X De la Responsabilidad Civil (artículos 42 a 45)
Se establece el principio de responsabilidad solidaria de los padres.
El plazo de ejercicio de la acción será de un mes desde la apertura de la pieza de
responsabilidad civil.
Pudiendo en su caso ejercitarse en la vía civil.
Por último, la Ley del Menor, deroga la Ley y el Reglamento de los Tribunales Tutelares
de Menores de 11 de junio de 1948, la disposición Transitoria Duodécima de la Ley 10195 en
lo referente a los artículos 8-2, 9-3 y 65; y la Ley Orgánica 4/92 de 5 de junio.
Fijando su entrada en vigor al año de su publicación en el BOE.
Tomás S. Vives Antón. Comentarios al Código Penal de 1995, Tirant Lo Blanch 1996.
José Maria Luzón Cuesta. Compendio de Derecho Penal, Dykinson 1996.
Código Penal de 1995. Tirant Lo Blanch 1995.
Cuadernos de Derecho Judicial. Madrid 1995-1996.
Instrucción 1/93 de 16 de marzo sobre líneas generales de actuación del Ministerio Fiscal
en el procedimiento de la Ley 4/92 de 5 de junio.
Jurisprudencia T S, T C, Editorial Colex.
Andrés de la Oliva. Derecho Procesal Penal. E. Ramón Aretes S.A. 1996.
Teresa Gisbert Jordá. La Ley de Protección Jurídica del Menor. BIMJ No 1776.
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