Investigan cómo se hundió el barco que cargaba oro y plata

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INFORMACION GENERAL
I
Sábado 21 de febrero de 2009
MISTERIO Y CAUSA ABIERTA EN SANTA CRUZ
Investigan cómo se
hundió el barco que
cargaba oro y plata
Expedición
en busca del
tesoro en el
fondo del mar
La encargó la empresa
dueña del embarque
No hay registros de desperfectos que expliquen
por qué el pesquero Polar Mist se fue a pique
MARIELA ARIAS
CORRESPONSAL EN SANTA CRUZ
RIO GALLEGOS.– Las últimas
horas que el pesquero Polar Mist
estuvo a flote están rodeadas de cierto halo de misterio: cuando el barco
fue encontrado por el remolcador
chileno Beagle no presentaba serios
desperfectos que hicieran presumir
que horas después se hundiría.
Según la información a la que pudo
acceder LA NACION, al momento de ser
encontrado por el Beagle, el Polar
Mist tenía una de las puertas que dan
a cubierta arrancada y la otra, abierta. Las presuntas puertas de acceso a
la bodega estaban cerradas.
El pesquero, reconvertido a buque
carguero, contenía, según el manifiesto presentado ante la Aduana Argentina en el puerto de Punta Quilla,
Santa Cruz, 9359 kilos de metal doré
–una barra con un porcentaje de 10%
de oro y 90% de plata–, de los cuales
6931 pertenecían a la empresa Cerro
Vanguardia SA y 2428, a Minera
Triton Argentina SA.
Según confirmó a LA NACION Jorge
Palmés, gerente general del proyecto
y presidente del directorio de Cerro
Vanguardia, el valor declarado correspondiente a esa empresa fue de 16,4
millones de dólares. Esa cifra corresponde al valor del transporte según
la tasación del mercado de Londres
del día del embarque. No se conoció
oficialmente el valor del embarque
declarado por Minera Triton.
“No hay ningún tipo de misterio
en la forma en que Vanguardia
transporta la mercadería por vía
marítima desde hace diez años”,
afirmó Palmés. Explicó que la razón
del embarque por mar son los beneficios que se obtienen, conocidos como
reembolso por puertos patagónicos
(ley 24.490), que preveía el fomento
de las exportaciones por los puertos
ubicados al sur del río Colorado.
“El año que viene ya no tendremos
el beneficio del 1% por embarcar en
Punta Quilla y deberemos diseñar la
nueva forma de transporte”, explicó
el gerente de Vanguardia.
Palmés aseguró que dos cargamentos de las características del Polar
Mist parten de Santa Cruz al exterior
cada mes. La carga demora entre
tres y cinco días en llegar a Suiza.
En Punta Arenas es trasladada, vía
aérea, a Santiago de Chile, y luego,
por la misma vía, a Europa.
La empresa informó ayer, a través
de un comunicado, que los medios
utilizados para el transporte cuentan
con las habilitaciones pertinentes,
información que también fue confirmada a LA NACION por la Prefectura.
También aclaró que la aseguradora
contratada por la compañía es la que
definirá si paga el seguro o si trata de
rescatar el valioso material hundido
a 80 metros de profundidad.
Investigación
Aún quedan dudas sobre qué pasó
la noche del 17 de enero, mientras el
Beagle remolcaba al Polar Mist hasta
la costa argentina, luego de recibir
las órdenes de la Prefectura de Río
Gallegos de remolcarlo hasta las
cercanías de esta ciudad, donde se
esperaba el arribo la mañana del 18
de enero, lo que nunca ocurrió.
El 16 de enero, luego de pasar un día
en la terrible tormenta del estrecho
de Magallanes, el capitán del barco
ARMADA ARGENTINA
Imagen tomada por un avión naval del Polar Mist, en sus últimas horas en la superficie del Mar Argentino
pidió auxilio y decidió abandonar la
nave junto con su tripulación, al ser
auxiliado por un helicóptero de la
Armada Argentina. Dejó los motores
encendidos y el barco con el timón
a una banda, navegando en círculos,
según declaró en la causa.
“Hasta el momento no hay ningún
delito comprobado por abandono del
barco. Estamos ante una circunstancia en la cual la naturaleza superó
al hombre”, dijo a LA NACION el juez
federal Gerardo Caamaño. En el juzgado por ahora creen que todo fue un
accidente y que, entonces, no habría
elementos para imputar a nadie.
También se tiene por probado que el
buque navegaba en forma legal.
No obstante, Caamaño aclaró: “Si
la aseguradora, o quien sea el propietario del barco, decide rescatarlo
deberá pedir permiso a la Justicia,
porque la causa esta abierta”.
En cuanto al Beagle, cuyos tripulantes también declararon en la
causa, la Justicia argentina considera que intentaron un “salvamento”,
enmarcado en lo que sería una acción
humanitaria, para la cual no necesitaba autorización previa.
Pero los datos de que disponen
quienes intervinieron en el caso demuestran que el Polar Mist estaba en
perfecto estado la tarde del 17 enero,
con motores encendidos y circulando,
tal como lo había dejado su capitán 24
horas atrás, aunque a la deriva por
causa de las corrientes del estrecho.
El operativo de amarre realizado
por la tripulación del Beagle no dejó
a la vista ningún desperfecto que le
impidiera navegar o ser remolcado. El
remolque comenzó al atardecer del 17.
A la medianoche, Prefectura recibió el
mensaje de que el barco había empezado a escorar y hundirse, por lo cual
el Beagle soltaría la amarra de acero.
A la madrugada, sin que quede de ello
ningún registro fotográfico, el Polar
Mist se perdió en el fondo del mar.
Claves
Hundido. El Polar Mist se hundió
el 17 de enero último cuando era
remolcado por el buque chileno
Beagle, cerca del Estrecho de
Magallanes. Quedó fondeado a
80 metros de profundidad, a 37
millas náuticas de la costa.
Cargamento. El barco, de bandera chilena, llevaba 9 toneladas y
media de metal doré (10% de oro
y 90% de plata), extraído de una
mina santacruceña: 6931 kg de
la minera Cerro Vanguardia SA y
2428 de Minera Triton Argentina
SA. Destino final: Suiza.
Equivalente. El cargamento de
oro y plata de la empresa Cerro
Vanguardia fue apreciado en US$
16,4 millones, según el manifiesto de carga del buque, basado en
la valuación del día de embarque.
SANTIAGO DE CHILE.– La empresa Nautilus Sermares fue contactada
por un representante de Cerro Vanguardia, propietaria del Polar Mist,
para que analice si es posible rescatar
del fondo del mar los contenedores con
más de nueve toneladas de oro y plata
que llevaba el carguero hundido.
“Sería muy interesante realizar
esa faena. Efectivamente, me contactaron para saber si tengo las
posibilidades y la capacidad para
localizar el barco y, posteriormente,
recuperar la carga”, dijo Francisco
Ayarza, gerente de esa firma, al diario La Prensa Austral, de la sureña
ciudad de Punta Arenas.
Fuentes de la empresa confirmaron a LA NACION la existencia de
negociaciones preliminares y un
viaje de exploración que realiza
Ayarza desde ayer por la zona del
hundimiento, un punto a 70 u 80
metros de profundidad entre Punta
Dúngenes y Río Gallegos.
Nautilus Sermares realiza trabajos
submarinos de exploración y rescate
desde 1959 en las costas de Chile. Cuenta con vehículos dirigidos por control
remoto, como el ROV SeaEye 600 y el
ROV SeaEye Tiger, y ha realizado más
de 600 inmersiones en la zona del estrecho de Magallanes y en el Atlántico
Sur, frente a Tierra del Fuego.
En los 90, la empresa rescató del
fondo del océano Pacífico diversos
artículos del crucero de guerra alemán
Dresden –de la flota del almirante Graf
Maximilian von Spee–, hundido por
tres buques ingleses en 1915, frente a
la costa de la isla Robinson Crusoe, en
el archipiélago de Juan Fernández, a
667 kilómetros de Valparaíso.
Carlos Vergara
Y LA ERUPCION DEL VOLCAN CHILENO
Paisaje desolador por
las cenizas del Chaitén
No llegaron barbijos ni agua mineral al último
poblado chubutense antes de la cordillera
SOLEDAD MARADONA
ENVIADA ESPECIAL
FUTALEUFU, Chile.– El paisaje es
desolador. El paraje Los Cipreses, el
último poblado argentino antes de la
frontera con Chile, en la zona afectada por el volcán Chaitén, parece
haber prolongado la hora de la siesta
por la persistente ceniza volcánica
que sobrevuela la atmósfera. Los
barbijos y el agua mineral prometidos no habían llegado ayer a esta
zona, pero todos coinciden en que no
tiene comparación con la situación
vivida nueve meses atrás.
El volcán chileno volvió a la actividad anteayer, al mediodía, cuando
un domo que crecía de manera sostenida dentro del cráter colapsó y
provocó una columna de humo, gases
y cenizas de más de 10.000 metros de
altura, que oscureció los poblados
cercanos por varios minutos.
“De pronto se hizo de noche; no se
veía ni la casa de enfrente”, contó a
LA NACION Virginia, propietaria de
una despensa situada en el último
paraje argentino, en la provincia de
Chubut. Los perros reinaban en las
calles, ante la ausencia de vecinos que
habían decidido no salir para evitar
la irritación en ojos y garganta que
provocan las cenizas volcánicas.
El poblado está a 8 kilómetros de
la frontera; abarca cuatro manzanas
y lo habitan menos de 200 personas.
Tiene luz eléctrica y un centro de
salud que recomendaba, por medio
de un cartel, usar barbijo o pañuelos
húmedos para respirar; el centro de
salud cierra por la tarde y los fines
de semana tampoco atiende.
La zona cordillerana entró en
alerta y los gobiernos de Chubut y
Río Negro activaron sus planes de
contingencia y emitieron recomendaciones a la población desde Bariloche, El Bolsón, Esquel, Trevelin,
Corcovado y otros parajes chubutenses. Los aeropuertos funcionan con
normalidad y los pasos fronterizos
están habilitados.
En tanto, en Chile, la Oficina Nacional de Emergencias informó que
46 personas, entre ellas 17 menores,
se resistían a dejar sus casas en el
Chaitén, el poblado homónimo del
volcán situado al pie de la montaña,
donde anteayer fueron evacuadas
unas 160 personas hacia Puerto
Ramírez y Villa Santa Lucía.
La situación causó malestar entre
los pobladores. Algunos iniciaron
protestas; portaron banderas argentinas y dijeron que no se sentían parte
de Chile, mientras que el Gobierno
evaluaba la posibilidad de iniciar
acciones legales para poder ordenar
el desalojo del lugar.
En Futaleufú, la primera localidad
chilena a unos 10 km de la frontera, la
comunidad sigue su ritmo habitual,
según reflejó Martín Jonquera, un
joven de 16 años que, en medio de la
desolada ruta entre el poblado y la
frontera, corría con un barbijo en
el rostro. “Entreno por bienestar
personal”, dijo a LA NACION.
Miguel Mardones, director comunal de Emergencias, relató que, tras la
erupción de mayo, la ciudad desarrolló su actividad normal y fortaleció
las recomendaciones sanitarias.
ALFREDO LEIVA
En Futaleufú, los pobladores se protegen de las cenizas volcánicas
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