¿Acostumbras abrirte con alguien? A veces, es difícil hablar de

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Texto Básico: Salmo 139
¿Acostumbras abrirte con alguien? A veces, es difícil hablar de
sentimientos, abrirse, desahogarse… No siempre tenemos libertad
para decir cómo estamos con alguien.
Es algo muy común que se puede cambiar, si es que
nosotros queremos ser consolados y encontrar una solución para
nuestro problema.
El libro de Salmos es un gran ejemplo de cómo personas
como nosotros resolvieron abrir su corazón e hicieron eso con la
persona correcta: Dios.
¿Tú ya probaste hacer eso?
I.
Salmos de lamentación
Si te detienes a estudiar el libro de los Salmos, notarás que muchos de ellos traen alguna queja,
algún conflicto, algún tipo de sufrimiento vivido por el salmista. Los estudiosos de la Biblia incluso enumeran
algunos de estos salmos, que son clasificados como salmos de lamentación. Son ellos: 3–7, 9, 10, 12–14, 17,
2,, 25, 26, 28, 30, 31, 35, 36, 38, 39, 41–44,51, 53–61, 64, 69, 70, 71, 74, 79, 80, 83, 85, 86, 88, 90, 94, 102, 109, 120,
123, 125, 129, 130, 137, 139–144.
Vamos a tomar como ejemplo el salmo 13. Quien escribió este salmo fue el rey David, que en aquel
momento estaba pasando por una situación difícil en su vida. Veamos algunos detalles respecto a la
situación de David, cuando decidió escribir el salmo 13.
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David era un rey y, como tal, vivía constantemente amenazado por pueblos vecinos, que
deseaban guerrear contra Israel.
Dios ya lo había librado de la muerte, de las manos de Saúl, varias veces (1ª Samuel 18:9-11;
19:8-10; 20:30-33) antes de que cometiera adulterio y premeditara un asesinato.
Cuando escribió este salmo ya había pecado y su confianza en Dios estaba muy abatida.
Además de eso, David sabía que tenía muchos enemigos no sólo de otros pueblos como
también en medio de su pueblo.
Es muy probable que este salmo haya sido escrito por David después de que Absalón conspiró
contra él (2ª Samuel 15:1-12). Eso lo dejó profundamente abatido, al punto de creer que Dios lo
había abandonado (v.1).
David escogió escribir y poner esto delante de Dios. Él abrió su corazón y le dijo a Dios cuán
angustiada estaba su alma, al punto de decir: “¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta
cuándo esconderás tu rostro de mí?” (v.1).
Podrías pensar que David fue muy osado al decir eso a Dios, pero él fue la persona correcta y no
tuvo miedo de decir todo lo que estaba sintiendo. Él confesó que su alma estaba sin fuerzas para soportar
aquel sufrimiento y entonces clamó a Dios.
Pero no fue eso lo que pasó con David. Sólo por el hecho de haberse desahogado delante de Dios,
Davis se sintió aliviado y su confianza volvió. Esta oración en forma de poesía lo llevó a recordar las
maravillas que Dios ya había realizado en su vida. Él puede terminar el Salmo con un nuevo ánimo: “Mas yo
en tu misericordia he confiado; Mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová, porque me ha
hecho bien” (vs.5-6). ¿No parece increíble que, después de mostrarse tan debilitado delante de Dios, David
termine el salmo de esta forma? ¿Pero acaso no es así como nosotros nos sentimos cuando ponemos todos
nuestros sentimientos delante de Dios? Haz la prueba.
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II.
Salmos de acciones de gracias y loor
Pero no fue sólo en momentos difíciles y de lamentación que los salmos fueron escritos. Ellos sirvieron
para expresar otros sentimientos como la alegría y la gratitud, por ejemplo. Aunque en prácticamente todos
los salmos encontramos versículos expresando esos sentimientos, existen salmos enteros que pueden ser
considerados como acciones de gracias y adoración. Son ellos: 18, 19, 21, 30, 32, 40, 46, 48, 65-67, 75, 76, 84,
89, 100, 103, 104, 107, 111, 116, 136, 138, 146–149. Para ejemplificar esta categoría de salmos, analizaremos el
salmo 21:
1.
También escrito por David, el salmo 21 ya retrata otro momento de su reinado: un momento feliz
en el cual él se veía aclamado y querido por el pueblo y podía dar glorias a Dios por la victoria
en diversas batallas.
2.
Él comienza el salmo diciendo: “El rey se alegra en tu poder, oh Jehová” Esta expresión de David
fue dicha en público para servir de ejemplo a todo el pueblo. Esta era una de las finalidades de
los salmos. Éstos eran leídos en público o incluso cantados.
3.
David muestra absoluta confianza en Dios al percibir su fidelidad en todos los momentos (v.7).
4.
Las palabras de David en el salmo 21 están cargadas de una seguridad que sólo podría tener
en Dios (vv.7-12).
5.
El salmo termina con un verso de adoración y loor, en el cual David engrandece a Dios y sus
hechos.
¿Acostumbras tú agradecer a Dios en tus oraciones? ¿Gastas tiempo en tu vida diaria observando las
dádivas de Dios en tu vida, o tu oración es sólo para pedir? ¿Acostumbras mostrar que eres agradecido a
Dios delante de tus amigos cristianos y no cristianos?
III.
Salmos mesiánicos
¿La palabra “mesiánico” te recuerda alguna cosa? Es eso mismo. Habla sobre el Mesías, o sea, Jesús.
Los salmos mesiánicos, como su nombre ya lo dice, son como profecías que revelan algo sobre Jesús.
Incluso sin saber, los salmistas inspirados por Dios, terminaron escribieron palabras que más tarde serían
dichas por Jesús o que revelarían algún aspecto de su vida. Los salmos mesiánicos son: 2, 8, 16, 22, 23, 24,
40, 45, 68, 69, 72, 89, 102, 110, 118. Todos estos salmos revelan algo respecto a Jesús.
Uno de los salmos donde más fácil es notar algo que está relacionado con Jesús y su trayectoria en
este mundo es el Salmo 22. ¿Te acuerdas de las frases dichas por Jesús en la cruz? Él dijo: “Dios mío, Dios
mío, ¿por qué me has desamparado?” (Marcos 14:34). Esta misma frase está escrita en el primer versículo del
salmo 22.
Está claro que aquellas palabras revelaban un sentimiento vivido por el propio David, en aquel
momento de aflicción; esas palabras no traían solamente algún conocimiento sobre Jesús. Fueron escritas y
sentidas por David, pero como todo el Antiguo Testamento apunta hacia Jesús, el salmo 22 tiene esa
característica.
Aún existen otras clasificaciones para los salmos como “cánticos graduales” o “de romagem”,
“salmos litúrgicos” y otras categorías, pero todos ellos nos muestran que el ser humano puede y debe
hablar con Dios aquella que está en lo más profundo de su corazón.
¿Y tú? ¿Consigues expresar a Dios lo que está en lo más profundo de mi corazón? ¿Consigues admitir
delante de Dios que eres pecador y que necesitas ayuda? Los salmistas nos desafían a aproximarnos a dos
y contarle todos nuestros problemas sin nunca olvidar agradecer por las bendiciones y las victorias. Piensa
en eso.
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Lectura Diaria
Domingo
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Salmos 3
Salmos 7
Salmos 13
Salmos 15
Salmos 19
Salmos 20
Confianza en Dios en medio de los problemas.
Dios es el defensor del justo.
El salmista deposita su fe en Dios.
El perfil del verdadero adorador.
La creación y la ley muestran la majestad de Dios.
El pueblo clama al Señor a favor del rey.
Sábado
Salmos 22
Salmo profético respecto a Jesús.
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