Buenos Días y gracias por la oportunidad de participar en este encuentro. Mi nombre es P. Carlos Arce, Vicario para los Hispanos en la Diócesis de Raleigh. Estoy aquí en nombre del Obispo Michael F. Burbidge, Obispo de Raleigh, y de medio millón de católicos en el este de Carolina del Norte. Aproximadamente la mitad de la población católica en nuestra Diócesis son de origen hispano por lo que una reforma migratoria es importante para nosotros, no solo por esta población importante de nuestros hermanos y hermanas, pero además porque la inmigración abarca un aspecto fundamental de la vida, nuestra dignidad humana. En las últimas dos décadas, Carolina del Norte ha sido bendecida al tener trabajadores inmigrantes contribuyendo a nuestra economía local, así como la contribución a la diversidad de nuestro estado. Además, nos hemos beneficiado de los valores de las familias y la fe profunda de muchos inmigrantes que han venido a nuestro Estado. A través del trabajo de nuestras parroquias, escuelas y ocho oficinas regionales de Caridades Católicas, hemos visto dolorosamente las consecuencias del sistema de inmigración que es profundamente erróneo en nuestro país. Hemos ayudados a los trabajadores que han sido explotados y las familias que han sido separadas. Con un sistema de inmigración profundamente roto, una reforma integral debe abordarse AHORA. En Abril de 2007, el Obispo Burbidge habló en una conferencia de prensa en Raleigh, en torno a los cinco principios, basados en la tradición bíblica y en las enseñanzas de la Iglesia, que él y los Obispos Católicos de nuestro país creen es esencial para una reforma integral justa y viable. Los cinco principios no han cambiado en los últimos 6 años y respetosamente pedimos que se incluyan en cualquier reforma política. Son los siguientes: • Proporcionar un camino a la ciudadanía para las personas indocumentadas en el país; • Preservar la unidad familiar como una piedra angular de nuestro sistema de inmigración nacional; • Proporcionar caminos legales a los trabajadores inmigrantes con bajas habilidades, para trabajar en los Estados Unidos; • Restaurar la debida protección procesal a la aplicación de nuestras políticas. Garantía de que nuestras leyes sean aplicadas a manera de reconocer la importancia de la santidad de la persona humana, el valor incomparable de la familia y la integridad de nuestras fronteras; • Abordar las causas fundamentales (factores) de migración como la persecución y la disparidad económica. A principios de esta semana, el Arzobispo Jose Gomez, Presidente de la Comisión sobre Migración, de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB –por sus siglas en inglés), instó al Congreso a aprobar el proyecto de ley del Senado 744. El Arzobispo subrayó la necesidad de centrarse en la unidad familiar y evitar añadir enmiendas que distraen de los objetivos esenciales para una reforma migratoria integral. Como católicos en la Diócesis de Raleigh, hacemos un llamado a nuestro Senadores y Representantes de Estados Unidos a actuar de forma rápida para promulgar la reforma que incluye los cinco objetivos antes mencionados, a crear un sistema que permita un mejor camino hacia la ciudadanía para los indocumentados y una reforma que proporcione unidad familiar. En nombre del Obispo Burbidge y de los fieles de la Diócesis de Raleigh, mientras continuamos en este proceso legislativo, hago un llamado al pueblo de buena voluntad a debatir siempre en el espíritu de mutuo respeto, recordando siempre, que nuestro trabajo proteja la dignidad de cada persona que Dios nos ha dado y confiado.