El gobierno de Nicolás Maduro: Una Venezuela inestable

El gobierno de Nicolás
Maduro:
Una Venezuela inestable
Carolina Abrusci
Politóloga
Profesora de la Universidad Central de Venezuela.
Junio 2013
La Fundación Ciudadanía y Valores como institución independiente, formada por profesionales
de diversas áreas y variados planteamientos ideológicos, pretende a través de su actividad
crear un ámbito de investigación y diálogo que contribuya a afrontar los problemas de la
sociedad desde un marco de cooperación y concordia que ayude positivamente a la mejora de
las personas, la convivencia y el progreso social.
Las opiniones expresadas en las publicaciones pertenecen a sus autores, no representan el
pensamiento corporativo de la Fundación.
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Sobre la autora
Carolina Abrusci (@caroabru) es Licenciada en Ciencia Política -Summa cum Laudeegresada de la Universidad Central de Venezuela, casa de estudios en la cual es
profesora en la actualidad. Realizó estudios de máster en Política Internacional en la
Universidad Complutense de Madrid, y es doctoranda en América Latina de la
Fundación Ortega y Gasset (Madrid, España). También es articulista en distintos
portales digitales, conductora de un programa de radio, asesora política y Sub
Secretaria Juvenil Nacional del partido Acción Democrática. Actualmente es delegada
de la Fundación Ciudadanía y Valores en Venezuela.
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El gobierno de Nicolás Maduro:
Una Venezuela inestable
Carolina Abrusci
La situación política a los tres meses del fallecimiento del ex Presidente Chávez es bastante
complicada. Nicolás Maduro, quien actualmente se encuentra en el ejercicio de la Presidencia
de la República, tiene en sus manos la gran responsabilidad de gobernar el país tras una
polémica que todavía no superan los venezolanos. Si bien es cierto que el resultado anunciado
por el Consejo Nacional Electoral lo muestra como el vencedor de las pasadas elecciones
presidenciales, también es una realidad que existe una impugnación en curso del proceso
electoral que, con un ajustado resultado y polémico desenlace, pareciera darle al chavismo
una victoria electoral (cuestionada por gran parte de la población venezolana) pero una clara y
contundente derrota política que coloca al primer Presidente post-Chávez en la difícil situación
de gobernar cargado de ilegitimidad.
A continuación se precisarán algunos elementos que demuestran que el gobierno de Nicolás
Maduro destaca por una preocupante inestabilidad político-económica y por diversas
polémicas que golpean su autoridad a tan sólo pocos meses en el ejercicio del poder.
Drama de los hogares venezolanos: inflación + escasez
Ya es parte del día a día el recorrido por distintos abastos y mercados. Para poder satisfacer las
necesidades básicas de cualquier hogar, sus integrantes deben buscar los escasos productos en
los establecimientos, pues la sorpresa no es dejar de conseguir algo, sino entrar a algún local
que esté abastecido, a la par, de azúcar, aceite, papel higiénico y leche, entre otros.
Además, algunos establecimientos colocan una cantidad máxima de productos a adquirir por
persona. Por ejemplo, un consumidor puede llevar, en muchos de los locales, únicamente 4
kilos de azúcar o solamente una barra de jabón. La situación es tan dramática que las medidas
implementadas para poder palearla sorprenden no sólo a venezolanos, sino a cualquier
ciudadano del mundo que se informe y que pueda conocer que la Venezuela del siglo XXI
debe, en el seno de su Asamblea Nacional, aprobar créditos adicionales para la importación de
50 millones de rollos de papel higiénico.
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Otro ejemplo que resulta alarmante es la implementación de lo que los venezolanos han
denominado coloquialmente el “papa-chip” para referirse a un sistema electrónico de
racionamiento de alimentos que pretendió implementarse en el Zulia (estado petrolero y
fronterizo) para controlar la cantidad de productos que cada consumidor compra. Sin
embargo, a pesar de los rumores y los preparativos para la implantación de dicho sistema,
Nicolás Maduro declaró que el mismo no representa una solución y que el reto para avanzar
hacia una solución radica en la producción nacional. Por esta razón, este mecanismo se
suspendería de inmediato en los supermercados y establecimientos en los cuales ya estuviera
siendo utilizado a manera de prueba.
Esta respuesta de Maduro no debe leerse únicamente como un tema económico, pues hay una
lectura política que puede hacerse de la misma: si la medida no pareciera haber sido
anunciada de manera arbitraria por el Gobernador del estado, Francisco Arias Cárdenas, todo
indica que su suspensión es la consecuencia del enorme rechazo que el racionamiento generó
entre los zulianos, ante lo que Nicolás Maduro decidió retroceder en la implementación de una
medida altamente impopular, aun cuando esto pudiera ridiculizar a la máxima autoridad del
Zulia frente a la opinión pública zuliana y venezolana.
Sin embargo, la declaración de Maduro goza de cierta coherencia en esta oportunidad, pero
esto no es suficiente: el reto del gobierno está en saber y poder tomar las medidas que sean
necesarias para incentivar la producción nacional y sobre todo, para controlar la inflación, sin
tener que recurrir a controles que atentan contra productores y que se muestran como un
golpe a cualquier incentivo de reactivación económica. Un hecho que certifica esta necesidad
puede observarse en las recientes conversaciones sostenidas por Nicolás Maduro con el
empresario Lorenzo Mendoza, directivo de Empresas Polar1.
Mendoza, frente al discurso y acusaciones del gobierno sobre acaparamiento y sabotaje, dejó
claro que Empresas Polar ha logrado producir y vender 10% adicional con relación a lo que se
produjo el año pasado, aún a pesar de que se han tenido problemas eléctricos, conflictos
sindicales, problemas para la obtención de materias primas e insumos, y problemas
presentados por proveedores de empaques de productos por distintas circunstancias, dejando
en evidencia que la esencia del problema es responsabilidad del gobierno y que es éste el que
1
Empresas Polar es la mayor empresa de Venezuela, después de PDVSA. Sus actividades productivas
más destacadas están relacionadas con la producción de harinas precocidas de maíz, pastas, aceites,
margarinas, lácteos, y la línea de bebidas alcohólicas y bebidas gaseosas (Pepsi)
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debe garantizar la seguridad jurídica y generar los incentivos para mejorar la producción no
sólo de esta empresa, sino en general.
Una economía particular: control de cambio
La raíz del problema antes descrito se encuentra en el control de cambio que somete a la
economía venezolana y que sin duda, ha afectado sus niveles de producción, atentando contra
la soberanía agroalimentaria que tanto predica el gobierno y que ha sido, lejos de promovida,
terriblemente golpeada. Los indicadores económicos y las cifras oficiales de niveles de
producción, índices de escasez y porcentaje de importaciones han dejado en evidencia que el
problema de abastecimiento no es generado por acaparamiento, compras nerviosas o
sabotaje, sino que se trata de un neurálgico problema de producción que no es fácil de
subsanar y que está poniendo en una situación bastante difícil al gobierno de Nicolás Maduro.
En el extranjero se pudiera pensar, en principio, que el drama del control de cambio se vive
únicamente cuando un venezolano viaja al exterior y comienza a experimentar la pesadilla
“Cadivi”, es decir, lo pesado que supone todo el trámite y papeleo ante la Comisión de
Administración de Divisas que desde el año 2003 rige todas las operaciones cambiarias en la
República Bolivariana. Es común ver en otros países a un venezolano sufriendo por el tema
“Cadivi”.
Hace ya una década, el gobierno venezolano implementó un control cambiario ante la
preocupación de la fuga de capitales. Esto afecta, ciertamente,
a los venezolanos que
pretenden viajar a otros países, pues deben solicitar la autorización antes de cada viaje para
poder utilizar su “cupo Cadivi”, que consta de $ 2.500 o $3.000, dependiendo del destino, y
siendo éste un monto anual. Adicionalmente, se pueden solicitar $500 en efectivo
anualmente, siempre y cuando se consigne la carpeta con todos los recaudos, copia del pasaje,
planillas de solicitud, etc. Las compras por Internet en divisas también están controladas, por
lo que los venezolanos pueden comprar un máximo de $400 en operaciones electrónicas
anualmente.
Este escenario complica la vida de todo aquel ciudadano venezolano que tiene familiares en el
extranjero, jóvenes estudiando afuera, familiares con necesidad de recibir remesas, y como ya
se ha dicho, los viajes con fines turísticos que los venezolanos pretendan realizar. Y como es
lógico imaginar, esta restricción ha generado un mercado “negro” o paralelo en el cual se
compran y venden divisas 400% por encima del precio oficial que afecta no sólo a quienes
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salen de Venezuela, sino a quienes importan productos para venderlos dentro del país y por
ende a toda la población, y aquí radica la esencia del problema: mientras el dólar oficial
equivale a 6,30 Bs, el dólar paralelo gira alrededor de los 30 Bs. como consecuencia de la
distorsión que ocasiona la restricción del libre cambio y la propia escasez.
Esto, en un país donde la producción está tan golpeada y la economía de puerto impera, tiene
su impacto sobre el bolsillo de los venezolanos que día a día ven subir los precios (Venezuela
es hoy en día la inflación más alta del planeta, pues según el propio BCV, en tan sólo 5 meses
se ha incrementado en 20 puntos), y que con el paso del tiempo van teniendo mayores
dificultades para conseguir los productos que les permitan satisfacer sus necesidades básicas.
El principal problema de la Comisión de Administración de Divisas tiene que ver con el fuerte
retraso (de hasta seis meses) en la entrega de divisas para importar, ya que no hay liquidez en
las reservas internacionales. Para el mes de Mayo las reservas operativas contaban con 2
millardos de dólares en líquido, para una economía que requiere 3,5 millardos al mes para
satisfacer sus necesidades de importaciones, según afirma el economista venezolano Danny
Leguízamo2.
Los dólares de Venezuela están en manos del gobierno que los obtiene por concepto de venta
de petróleo, por lo que resulta preocupante que Petróleos de Venezuela (PDVSA, la petrolera
estatal) posea una deuda de 40 millardos de dólares, superior a las Reservas Internacionales
(de 26 millardos), de acuerdo con declaraciones ofrecidas por el economista. Además, si a esta
crítica realidad financiera se le suma el problema operacional de la petrolera, el panorama es a
todas luces preocupante, y las cifras así lo demuestran. La desaceleración que presenta la
economía venezolana se hace evidente cuando se puede percibir que mientras el crecimiento
del PIB era del 5,9% en el primer trimestre de 2012, en el mismo período del año 2013 ha
pasado a ser de apenas 0,5%, según cifras oficiales (BCV). En el mismo orden de ideas,
Leguízamo asegura que “este escenario pasará de una desaceleración, a un combinado de
estancamiento con inflación (estanflación) para el próximo trimestre, agravando de suyo la
situación actual.”
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Entrevista realizada por la autora al economista Danny Leguízamo el 09 de Junio de 2013. (No
publicada)
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Las más recientes polémicas: audios y compra de Globovisión
Hay dos situaciones que han sido de relevancia para el escenario político venezolano actual y
que merecen ser rescatadas en esta oportunidad. La primera de ellas tiene que ver con la
aparición de preocupantes audios que han sido publicados y denunciados desde la oposición,
con conversaciones que comprometen al chavismo y que preocupan a la opinión pública
nacional e internacional.
El primer audio que apareció fue divulgado por el diputado opositor y candidato de la Unidad a
la Alcaldía de Caracas, Ismael García. En dicho audio puede escucharse la conversación entre
Mario Silva, conductor del programa televisivo “La Hojilla”3 y Aramis Palacio, jefe del G-2
cubano. En el mismo, Silva rinde un informe sobre la situación del chavismo a nivel interno y
en relación con la oposición, acto que de por sí, sin entrar en los detalles de las declaraciones,
ya resulta indignante, en tanto que puede catalogarse como traición a la patria.
Esta publicación indignó a la población venezolana y a pesar de que fue negada en las filas del
chavismo, donde fue catalogada de un montaje del MOSAD y de la CIA, está siendo investigada
actualmente por las gravísimas confesiones que allí se hacen. Entre ellas, se señalan presuntos
casos de complicidad y negligencia en actos de corrupción, entre los cuales se menciona
incluso al Presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y sus fuentes de
financiamiento público de manera ilícita, aprovechándose del control cambiario a través de
empresas fantasmas y de la venta de dólares en el mercado paralelo, hecho que está vinculado
al problema económico y financiero que se describió con anterioridad.
De igual manera se señalan a algunos Ministros y representantes del gobierno que se han
enriquecido de manera desmedida por medio de actos de corrupción, se confiesa la presencia
de agentes cubanos en la Fuerza Armada Nacional, las decisiones tomadas por Fidel Castro en
torno a temas de política venezolana, denuncias de posible golpe de Estado, entrega de fusiles
por parte del Ministro de la Defensa a civiles para defensa propia, dudas alrededor de la
transparencia del Consejo Nacional Electoral y diversos procesos electorales, presunta
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“La Hojilla” era un programa de televisión que se transmitía todas las noches a partir de las 23 horas
por el canal del Estado, Venezolana de Televisión. Su conductor, Mario Silva, continuamente se burlaba
y denunciaba a la oposición en dicho espacio, justificando en muchas oportunidades decisiones
arbitrarias del Gobierno y generando una matriz de opinión favorable a la polarización a través del
lenguaje del odio y la descalificación.
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vinculación en asesinatos, entre tantas otras cosas que han consternado a la población
venezolana.
Por otra parte, recientemente apareció un audio nuevo donde Heliodoro Quintero, diputado
de la oposición, es vinculado al polémico empresario Wilmer Ruperti, quien ya había aparecido
en un vídeo que se mostró antes de las elecciones presidenciales del 7 de Octubre que
perjudicó notablemente al dirigente político Juan Carlos Caldera. En medio de este bombardeo
de audios y vídeos, los venezolanos esperan la ya anunciada pero aún no publicada primera
parte de la conversación de Mario Silva con el agente del G-2 cubano. En caso de ser divulgada,
se introducirían nuevos elementos a este debate que está en la palestra del acontecer político
venezolano actual.
El otro tema que ha sido ampliamente comentado y discutido en la sociedad venezolana en
estos momentos es el vinculado a la venta de Globovisión, el único canal informativo que en
sus espacios de opinión mostraba abiertas y duras críticas al gobierno. La “hegemonía
comunicacional” que desde el chavismo se pretende consolidar tenía una importante piedra
de tranca llamada Globovisión, que al ser vendida, revive en los venezolanos el sentimiento
que generó el cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV) hace ya seis años. La difícil situación
del canal llevó a sus dueños a tomar la decisión de vender, y su nueva Junta Directiva ha
mostrado la intención de realizar algunos cambios notables en la línea del canal. El programa
“Buenas Noches” que se transmitía en el mismo horario de “La Hojilla” y de alguna manera le
hacía contrapeso salió del aire, y algunos de sus periodistas, muy conocidos en la opinión
pública venezolana, presentaron su renuncia o fueron despedidos. De la misma manera, varios
programas y secciones del canal (los más críticos contra el gobierno) fueron reemplazados, al
igual que periodistas y directivos fueron despedidos o renunciaron al conocer la nueva línea
del canal.
Hay que dejar claro que efectivamente se trata de un canal privado y los nuevos dueños del
mismo están en absoluto derecho de reconsiderar la línea informativa del medio de
comunicación. Sin embargo, preocupa que cada vez existen menos ventanas para que quien
piensa distinto al gobierno pueda manifestar sus posturas de una manera libre, transparente, y
por supuesto, en el marco de la legalidad y el respeto.
En relación a este caso, resulta absolutamente interesante cómo un sector de la sociedad
venezolana muy activo en las redes sociales comenzó una campaña espontánea en contra de la
nueva Globovisión. No sólo comenzaron a multiplicar mensajes de cese de la sintonía del
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canal, sino que además se promovieron campañas 2.0 por Twitter con la finalidad de que los
venezolanos dejaran de “seguir” a la cuenta de @Globovision, la cual perdió miles de
seguidores en tan sólo horas, e incluso al día de hoy continúa perdiendo seguidores
progresivamente en señal de rechazo.
Un nuevo reto: 8 de Diciembre de 2013
Ante la polémica situación generada tras el proceso de impugnación que hoy se encuentra en
curso en relación a las pasadas elecciones presidenciales, el Consejo Nacional Electoral (CNE)
ha convocado ya la próxima cita electoral para los comicios municipales. La misma tendrá lugar
el 8 de Diciembre, exactamente un año después de la cadena nacional de radio y televisión en
la cual Hugo Chávez anunció su nueva (y última) intervención quirúrgica, en esa alocución que
se convirtió finalmente en su “carta” de despedida.
Para ambos sectores (chavismo y oposición) representa un reto importante lograr consolidar la
unidad en torno a sus filas. Nicolás Maduro ya ha realizado actos integrando al Gran Polo
Patriótico (coalición de partidos y movimientos sociales vinculados al chavismo) para evaluar y
fortalecer las líneas de acción a seguir en relación a las próximas elecciones municipales,
afinando estrategias organizativas y de planificación. Resulta curioso que a dicho bloque se le
llamará “Simón Bolívar”, nombre que le había asignado la oposición a su comando de campaña
en las pasadas elecciones presidenciales de manera muy acertada, habiendo seleccionado al
Libertador de la patria como nombre en contraposición a un comando “Hugo Chávez”,
categorización que aglutinaba únicamente a un sector de la población: los chavistas.
En cuanto a la unidad en las filas de la oposición, ésta sigue siendo el elemento clave para
conquistar el triunfo. El pasado 14 de Abril la tarjeta única demostró que efectivamente se
podía reorientar la campaña y unificar los esfuerzos en torno a un único candidato de manera
mucho más eficiente que trabajando, de manera aislada, por la misma persona pero para
obtener votos en distintas tarjetas. La siguiente infografía permite detallar el desplome del
chavismo en tan sólo seis meses en términos electorales, con un mismo porcentaje de
participación, dato sumamente relevante que refleja que efectivamente hubo una migración
de votos del chavismo (probablemente moderado y descontento en aquel entonces) a la
oposición.
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Los resultados del 14 de Abril evidencian que el chavismo tuvo una importante pérdida de
votos que migraron a la oposición. Es muy probable que dicho descontento dentro del
electorado chavista se debiera no solamente a la pérdida del líder que amalgamaba el proceso
revolucionario, sino también a las impopulares medidas que Maduro, en calidad de Presidente
Encargado de la República, se vio obligado a tomar, tal como la devaluación, que
definitivamente tuvo un impacto sobre los electores a la hora de acudir a votar.
Si bien es cierto que Hugo Chávez dejó muy claro quién era su candidato, la falta de liderazgo
propio de Nicolás Maduro y las distintas fuerzas que hacen vida dentro del chavismo operan
de una manera distinta ante la ausencia del líder que garantizaba cohesión y unidad. Las
rivalidades entre los distintos liderazgos que existen no sólo en el Partido Socialista Unido de
Venezuela, sino en el Gran Polo Patriótico, están comenzando a manifestar los descontentos
con mucha más rapidez de la que se hubiese podido imaginar.
Por su parte, la oposición aprendió la lección del 7 de Octubre, y la tarjeta única fue
efectivamente garantía de cohesión y trabajo político hecho con desprendimiento, no para
fortalecer una tarjeta propia o institución partidista, sino para intentar consolidar la victoria de
Henrique Capriles como candidato de la Unidad Democrática.
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En la segunda infografía que se presenta a continuación, se observa claramente que la
oposición (tarjeta de la Mesa de la Unidad) se convierte en la primera fuerza política del país,
desplazando al PSUV por primera vez en la historia de este partido en unos comicios de este
tipo. Otro dato relevante es que la cantidad de votos nulos disminuyó considerablemente,
pues no hubo otras tarjetas que confundieran al elector con el nombre “Unidad”, ni tarjetas
con la foto de Capriles que luego le retiraran el apoyo para brindárselo a otras candidaturas.
Otra consideración que debe ser tomada en cuenta es que en los procesos municipales los
niveles de abstención son mucho mayores que en una elección presidencial. El
comportamiento de los electores en los comicios del 8 de Diciembre será distinto al observado
el 14 de Abril en las pasadas elecciones presidenciales, pues no solamente habrá mayor
porcentaje de abstención, sino que además el voto puede migrar con mayor facilidad cuando
se trata de un Alcalde.
Además, la polémica generada tras el proceso de impugnación ha potenciado en un
importante sector del electorado (principalmente opositor) las dudas en torno a la
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transparencia del Consejo Nacional Electoral, desmovilizando así a un importante grupo de
venezolanos que manifiesta abiertamente no participar en ningún proceso electoral hasta que
se depure el Registro Electoral, se renueven las autoridades electorales, e incluso en algunos
casos se plantea el regreso al voto manual.
Como ya se ha planteado en informes anteriores, si bien es cierto que la depuración del
Registro se hace necesaria, el problema no es el sistema automatizado per se, sino las
irregularidades que a lo largo del proceso pueden viciar los resultados del proceso electoral. La
capacitación de los miembros de mesa, testigos y la defensa del voto son clave para garantizar
la transparencia de los procesos electorales venideros, y allí radica uno de los principales retos
de la oposición venezolana para garantizar la victoria en el mayor número de Alcaldías que le
sea posible.
Consideraciones finales
El nuevo gobierno conoce la situación y ha tratado de implementar algunas medidas
novedosas que le permitan hacer frente a esta delicada situación político-económica que le ha
tocado atravesar. Entre ellas están el lanzamiento de nuevas “misiones” sociales, programas
que sin duda alguna catapultaron la aceptación de Hugo Chávez y que fueron la base del
trabajo social de su gobierno. Destacan las nuevas “micromisiones”, de las cuales no se han
logrado definir las principales líneas de acción, lo que demuestra la gran desorganización de
estos nuevos programas y el desconocimiento en torno a los mismos.
De igual manera, la Misión Eficiencia o Nada fue anunciada por Nicolás Maduro para combatir
la corrupción y lograr la “eficiencia socialista”, pero nuevamente falta la definición clara y el
plan de desarrollo estratégico de esta nueva misión que pareciera quedar únicamente como
una consigna política más que como una gestión beneficiosa y tangible.
Destaca también el Plan Patria Segura que ha desplegado el gobierno en diversos estados y
puntos del territorio nacional con la finalidad de, junto a la Policía Nacional Bolivariana, hacer
frente a la inseguridad y a la violencia, que se han convertido en los principales problemas que
aquejan a los venezolanos. Sin embargo, este despliegue es hasta cierto punto una medida
temporal, pues se hace determinados días en determinados estados, por lo que no ha
consolidado un carácter de permanencia que permita mayor efectividad al programa en
cuestión.
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Todo esto que se ha mencionado se está realizando en el marco del “gobierno de calle” que
anunció Nicolás Maduro como una de sus primeras acciones de gobierno. Junto a distintos
Ministros y dirigentes nacionales, ha comenzado a recorrer el país para intercambiar, conocer
y detallar cada una de las realidades de los estados. La iniciativa es buena y guarda mucha
coherencia con el pensamiento de Chávez, pero hay que destacar que en varios actos, Nicolás
Maduro ha tenido discusiones en público con asistentes a las asambleas por discrepancias o
desacuerdos en el marco de críticas a la gestión, hecho que demuestra si polémico nivel de
aceptación y el posible rechazo en algunos sectores del chavismo.
Sin duda alguna, la responsabilidad de Nicolás Maduro es muy grande, y se enfrenta a una
compleja situación nacional, partidista y personal, al ser una figura que no vende ni muestra
méritos propios, sino simplemente heredados o “prestados” por Chávez. Inteligente y
conveniente sería para un gobierno en estas condiciones apostar a la disminución de la
radicalización y al entendimiento con sectores de la oposición. No hay muchas señales de que
esto sea así, sin embargo, hoy más que nunca se hacen necesarios el entendimiento y el
diálogo para sacar a la Venezuela post-Chávez adelante.
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