TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL HUILA Sentencia de Segunda Instancia

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TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL HUILA
SALA PRIMERA DE DECISIÓN
Sentencia de Segunda Instancia
Neiva, enero veintiuno (21) de dos mil ocho (2008).
PONENTE
ACCION
ACTOR
DEMANDADO
PROVIDENCIA
RADICACION
ACTA NUMERO
: DR. JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO
: POPULAR.
: EDUARDO ORTIZ
: DEPARTAMENTO DEL HUILA Y OTRO
: SENTENCIA
: 410013331002-2006-00179-01
: 004 DE LA FECHA
Decide la Sala el recurso de apelación interpuesto por el demandante
contra la sentencia de primera instancia de fecha del 8 de octubre de
2007.
I. ANTECEDENTES.
El señor EDUARDO ORTIZ, en ejercicio de la
Acción Popular instauró
demanda contra el MUNICIPIO DE NEIVA y el DEPARTAMENTO DEL HUILA,
invocando la protección de los derechos colectivos relativos a la
seguridad y salubridad pública, al goce de un ambiente sano y a la
rehabilitación y resocialización de la población indigente.
Refiere en los hechos que en el parque Santander de la ciudad,
actualmente viven siete jóvenes dementes, tres de sexo femenino, dos
jóvenes infectados con VIH, una joven embarazada, tres ancianos
enfermos y otros más pernoctan transitoriamente, quienes no sólo se
rebuscan su sustento diario sino también, hacen sus necesidades
fisiológicas en dicho sitio: “… quienes asistimos al Parque Santander a
descansar, meditar, escribir, leer, solo o familia, sufrimos el daño colectivo que
hace a la salud, el olor y podredumbres que emana de la material fecal y
orina, depositada por los habitantes del parque. Además, la inminente
peligrosidad e inseguridad al descansar, leer o escribir al lado de 7 (siete) y 2
(Dos) enfermos contagiados de sida…” (fl.2).
2
Los habitantes del mencionado parque, se encuentran totalmente
desprotegidos y por ende, deben ser colocados en los sitios que
realmente les corresponden, como son los centros de rehabilitación de
sustancias
sicoactivas,
centros
médicos,
educativos,
sicológicos,
siquiátricos, hogares dignos con alimentación y trabajo.
En
Neiva
existen
aproximadamente
mil
quinientos
indigentes
drogadictos; sin embargo, de acuerdo al informe rendido por la
Secretaría de Salud del Departamento se ofrecen becas para que sean
tratados médicamente solamente a quince de ellos.
II. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
a) Municipio de Neiva
El ente territorial accionado contestó la demanda aceptando algunos
hechos y solicitando la prueba de otros, oponiéndose a las pretensiones
de la demanda, manifestando que el deseo de la administración
municipal es ofrecer condiciones para que los habitantes vivan con
todas las necesidades básicas satisfechas, pero la realidad presupuestal
es distinta, los recursos son escasos y las necesidades insatisfechas por la
cantidad de personas necesitadas.
Refiere que por intermedio de la Secretaría de Desarrollo Municipal se
realiza actividades por habitante de la calle, sin embargo, la
problemática de la indigencia se multiplica, aunado al hecho que en
algunas ocasiones el afectado no colabora para su rehabilitación “el
accionante reconoce que la problemática de la indigencia se multiplica se
retiran cinco (5) por parte de la policía y aparecen diez (10) lo que significa
que se trata de solucionar el problema a unos indigentes y aparece otra
cantidad” (fl. 42).
3
b) Departamento del Huila
El Departamento del Huila, a través de apoderada, contestó la
demanda argumentando que es competencia de los alcaldes
municipales adelantar los programas de apoyo a la población
vulnerable. En consecuencia, es el Municipio de Neiva el que debe
diseñar programas de desarrollo comunitario y social a los grupos
vulnerables ubicados en el Parque Santander de la ciudad: “es claro que
la responsabilidad de primera instancia, le corresponde al municipio de Neiva,
sin
embargo,
en
complementariedad
cumplimiento
que
rigen
de
SGSSS,
los
el
fines
de
subsidiariedad
Departamento
ha
y
realizado
actividades en el área de la salud mental con una inversión alrededor de
$340.000.000” (fl.109).
El Departamento del Huila a través de la Secretaría de Salud cuenta con
una política de salud mental, respaldada por el Plan de Desarrollo
Departamental “Huila Unido para Construir Futuro” 2004-2007, cuyo
objetivo es mejorar la calidad de vida de la población. Este plan, cuenta
con un estudio exploratorio, epidemiológico y situacional que permite
medir el riesgo social de los habitantes, caracterizar las problemáticas
más relevantes (su incidencia y prevalencia), priorizar las necesidades y
diagnosticar desde los componentes y patologías asociadas, la situación
actual en salud mental del departamento.
La política departamental de Salud Mental cuenta además, con un plan
operativo formulado mediante concertación intersectorial compuesto
por cuatro ejes a saber: Violencia intrafamiliar; atención a la población
vulnerable; prevención de uso, abuso y consumo de sustancias
psicoactivas y un sistema preventivo de suicidio.
En cuanto a la atención y rehabilitación en salud mental y el consumo
de sustancias psicoactivas, el Departamento invierte anualmente
recursos superiores a $ 904.651.000.
Respecto a la prestación de servicios de salud a la población pobre y
vulnerable del Departamento, en especial del Municipio de Neiva, se ha
4
garantizado una red prestadora de servicios, ya sea a través de la red
pública y privada, con una inversión en el año 2006 que supera los $
35.000.000.000 millones de pesos.
En este orden de ideas, el Departamento del Huila ha dispuesto lo
necesario para que aquellos grupos vulnerables tengan condiciones de
vida digna; sin embargo, la descomposición social que afronta el país,
desborda cualquier inversión que haga el Estado.
III. LAS PRUEBAS
En el trámite procesal se aportaron las siguientes pruebas de orden
documental:
.- Fotografías tomadas en el Parque Santander (fls. 8-15, 21, 174-179).
.- Fotocopia de artículos periodísticos (fls. 23-29, 96-101, 158-166).
.- Informes rendidos por la Secretaría de Desarrollo Social sobre los planes
y programas brindados a los indigentes a través de la Casa de Apoyo al
habitante de la calle (fls.57-92, 183-157).
.- Informe sobre las principales acciones al Municipio de Neiva en la
implementación de la política de salud mental y reducción de la
demanda de sustancias psicoactivas (fls.113-118).
IV. LA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA
El a quo, en sentencia del 8 de diciembre de 2007, luego de resumir las
pretensiones de la demanda y sus fundamentos fácticos y de derecho,
las respuestas al libelo demandatorio y la actuación procesal,
incluyendo las alegaciones de las partes, resolvió negar las súplicas de la
demanda, al considerar que “las entidades demandadas dentro de la
presente Acción Popular, se encuentran efectuando actividades de índole
social y asistencial en procura del mejoramiento de la calidad de vida de la
población
indigente
y
que
no
obstante
los
diferentes
esfuerzos
gubernamentales en procura de la resocialización de esta población, sus
resultados no pueden ser apreciables debido al exacerbado aumento de los
5
índices de pobreza, del desempleo y por supuesto del desplazamiento forzado
en la población rural que es la que mas sufre de este flagelo” (fl. 223).
Indicó además, que no puede endilgarse responsabilidad exclusiva al
Estado colombiano por esta problemática, ya que sus causas son
divergentes y provienen en gran medida de los propios hogares.
V. EL RECURSO DE APELACIÓN
El demandante interpuso recurso de apelación contra la sentencia del 8
de octubre de 2007, haciendo hincapié en las normas de rango legal y
constitucional que protegen la infancia y la adolescencia, así como la
vida y salud de todos los ciudadanos.
Señala que con la sentencia de primera instancia “se hace juego a una
administración municipal que no quiere responder por las pretensiones de la
acción popular, para que todo continúe con la misma corrupción, caldo de
cultivo de este gravísimo caso de indigencia, delincuencia, drogadicción,
prostitución y otros, que permiten que los millones del presupuesto municipal no
alcancen para más de 22 indigentes” (fl.229).
Refiere que en el fallo apelado no se menciona por ningún lado el
medio ambiente del Parque Santander invocado como vulnerado en el
sub lite, ni tampoco se hace referencia a los ancianos enfermos y a los
jóvenes contaminados de SIDA.
VI. CONSIDERACIONES
La Constitución Política en su artículo 88 defiere a la ley la regulación
de las Acciones Populares para la protección de los derechos e intereses
colectivos.
En desarrollo de esta norma se dictó la Ley 472 de 1998, que en su
artículo 4 define como derechos e intereses colectivos los relacionados
entre otros con los siguientes derechos invocados por la parte actora:
6
g) El acceso a una infraestructura de servicios que garantice la salubridad
pública;
j) El acceso a los servicios públicos y a que su prestación sea eficiente y
oportuna”
Respecto a los requisitos para la procedencia de las acciones populares
ha dicho el Consejo de Estado:
para que en conjunto con otras instituciones y organizaciones (entre
ellas el Bienestar Familiar, en lo relacionado con los menores, Acción
Social etc.) incluso de carácter internacional, diseñen y articulen
políticas tendientes a dar una solución mucho más efectiva al fenómeno
de la indigencia que sufre nuestra ciudad capital, y concreten acciones
para liberar el parque Santander, en el menor tiempo posible, de los
problemas de ese orden que afectan los derechos colectivos invocados
en la demanda “1.
Que exista un interés colectivo que se encuentra
amenazado, en peligro o vulnerado por una acción u omisión de las
autoridades o de los particulares.
2. Que la acción se promueva durante el tiempo que subsista la amenaza o
peligro al derecho y/o interés colectivo.
3. Que la acción se dirija contra el particular, persona natural o jurídica, o la
autoridad pública cuya actuación u omisión se considere que amenaza o viola
el interés colectivo.
Este requisito supone que tal acción u omisión sea probada por el actor, o que
del expediente sea posible deducir de qué acción u omisión se trata, pues de
lo contrario, el juez de la acción popular no podrá impartir mandamiento
alguno en la sentencia”1.
El apelante cuestiona la sentencia del ad quo que niega las
pretensiones de la demanda, porque no comparte el hecho de que por
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Tercera. Sentencia del 28
de septiembre de 2002. Actor: Isidro Nieto Soto. Consejero Ponente: Dr. Alier Hernández
Enríquez.
1
7
razones presupuestales se esté en la imposibilidad de proteger los
derechos colectivos “al goce de un ambiente sano, el goce del espacio
público y la utilización y defensa de los bienes de uso público, la seguridad y
salubridad pública y el acceso a una estructura de servicios que garantice la
salubridad pública”, relacionados con la situación en que se encuentra el
Parque Santander de la ciudad de Neiva, haciendo mención a las
labores desarrolladas por los demandados para el manejo del referido
parque y su ocupación por indigentes como un fracaso, haciendo
alusión a los Hogares Claret, en donde se conocen los enfrentamientos,
motines, saqueos, lesiones personales destrucción etc., que son
producidos por los menores infractores que son llevados allí; así como la
denominada Casa “Habitante de la Calle”, al referir que de los 1.200
indigentes que tiene el Municipio de Neiva, los que a la fecha deben ser
unos 2.000, resultando insuficiente que se afirme por la Secretaría de
Desarrollo Social de esta ciudad que se beneficiaron o atendieron 1.000,
puesto que si fuera así, solo quedarían 200 por rehabilitar y resocializar.
Que si el Municipio de Neiva tiene implementado dentro de sus políticas
sociales lo referente a la ayuda y auxilio a la población marginal e
indigente de la ciudad, según el Acuerdo 008 de 2005, porque no se ha
erradicado este flagelo del parque Santander?.
El artículo 82 de la Carta Política expresa:
“Es deber del Estado velar por la protección de la integridad del espacio
público y por su destinación al uso común, el cual prevalece sobre el interés
particular”.
La Ley 9 de 1989, en su artículo 5, define el espacio público de la
siguiente manera:
“Entiéndese por espacio público el conjunto de inmuebles públicos y los
elementos arquitectónicos y naturales de los inmuebles privados, destinados
por su naturaleza, por su uso o afectación, a la satisfacción de necesidades
urbanas colectivas que trascienden, por tanto, los límites de los intereses
individuales de los habitantes.
8
Así, constituyen el espacio público de la ciudad las áreas requeridas para la
circulación tanto peatonal como vehicular, las áreas para la recreación
pública, activa o pasiva, para la seguridad y tranquilidad ciudadana, las
franjas de retiro de las edificaciones sobre las vías, fuentes de agua, parques,
plazas, zonas verdes y similares , las necesarias para la instalación y
mantenimiento de los servicios públicos básicos, para la instalación y uso de los
elementos constitutivos del amoblamiento urbano en todas sus expresiones,
para la preservación de las obras de interés público y de los elementos
históricos, culturales, religiosos, recreativos y artísticos....”
Sobre este aspecto, la H. Corte Constitucional ha manifestado:
“Ante la realidad de una crónica y tácitamente permitida perturbación de los
espacios públicos, parecería para algunos ser un mal menor que merezca la
atención de las autoridades. Sin embargo, el trastorno del espacio público
ocasionado por un particular o por la actuación de autoridades no
competentes2, puede llegar a vulnerar no solo derechos constitucionales
individuales
de
los
peatones
y
aspiraciones
colectivas
de
uso
y
aprovechamiento general, sino también la percepción de la comunidad
respecto de las áreas a las que tiene acceso libre y a las que no lo tiene. En
efecto, algunos estudios y estadísticas sugieren que los actos de perturbación
que ocurren en un sitio público, posiblemente afectan a miles de personas por
hora3.
El espacio público, al ser un ámbito abierto, es un área a la cual todo el mundo
quiere tener acceso libre y puede hacerlo; por esta razón la tentación de
abusar de él es permanente. Sin embargo, así como algunos son constreñidos
a la
usurpación del espacio público por problemas económicos y
circunstancias sociales y por una ausencia real de oportunidades, y esta
circunstancia
debe
tener
connotaciones
jurídicas;
otras
personas,
desconociendo su propia responsabilidad social, hacen de esas posibilidades
una verdadera oportunidad en los negocios, o un abuso desproporcionado de
su derecho, poniendo en peligro la efectividad en la administración de tales
espacios públicos.
Corte Constitucional. Sentencia T-550 de 1992. M.P. José Gregorio Hernández Galindo.
Robert C. Ellickson. Controlling Chronic Misconduct in City Spaces : Of Panhandlers, Skid Rows,
and Públic-Space Zoning. The Yale Law Journal. Volume 105, Mazo de 1996.
2
3
9
Hay que tener claro, entonces, que el orden en los espacios abiertos, como
calles y parques, debe ser un valor social por excelencia que genera
confianza, respeto y tranquilidad en la comunidad, porque contribuye a
mejorar las condiciones de vida urbana y a neutralizar, así sea en mínima parte,
las agresiones propias de una gran ciudad (visuales, auditivas, de tránsito, de
seguridad, etc.). Es por ello que algunos doctrinantes sostienen que, el “atributo
básico de una ciudad exitosa es que una persona pueda transitar libremente
por las vías públicas y además pueda sentirse personalmente segura en las
calles, entre todos los ciudadanos que transitan en ella”. 4
En ese orden de ideas, las reglas diseñadas para la preservación del espacio
público, desde que sean razonables, no pueden ser consideradas como un
impedimento para la libertad de las personas5 sino la base misma de esa
libertad, extendida y articulada para todos. En consecuencia los ciudadanos
deben sujetarse a los mandamientos constitucionales y legales que regulan el
debido
aprovechamiento
del
espacio
público,
como
parte
de
su
responsabilidad con la comunidad y de sus deberes constitucionales. Por ende,
una “sociedad liberal que aspire a asegurar la igualdad de oportunidades
para todos y una política universal de participación, debe presumiblemente
darle la posibilidad a cada individuo de hacer uso de todos los espacios
necesarios para circular libremente y transportarse, así como
de todos los
espacios públicos abiertos.”6.
La Corte constitucional ha advertido, en consecuencia, la legitimidad de las
conductas tendientes a tratar de proteger el espacio público y el legítimo
interés de las ciudades, de proteger los derechos y los intereses de la
colectividad y en especial de los peatones. Así las cosas, la función de regular
el uso del suelo y del espacio público corresponde a una verdadera necesidad
colectiva y, por tanto, no es apenas una facultad sino un deber de prioritaria
atención7”8.
Jane Jacobs. The Death and Life of Great American Cities. 1961. Citado, Robert C. Ellickson.
Controlling Chronic Misconduct in City Spaces : Of Panhandlers, Skid Rows, and Públic-Space
Zoning. The Yale Law Journal. Volume 105, Mazo de 1996.
5 Robert C. Ellickson. Controlling Chronic Misconduct in City Spaces : Of Panhandlers, Skid Rows,
and Públic-Space Zoning. The Yale Law Journal. Volume 105, Mazo de 1996.
6 Ver el caso Evans vs. Newton, 382 U.S. 296, 301-302. 1966.
7 Corte Constitucional. Sentencia T-203 de 1993. José Gregorio Hernández Galindo.
8 Corte Constitucional, Sentencia SU-360 de mayo 19 de 1999. M.P: Alejandro Martínez Caballero.
4
10
En síntesis, hacen parte del espacio público conceptos como los andenes, las
vías y las zonas verdes, entre otras”9
Establecido lo anterior corresponde determinar si a las demandadas se
les puede endilgar una acción u omisión que haya sido determinante o
incidido de alguna manera en el estado que se describe se encuentra el
Parque Santander y las actuaciones que han efectuado con el fin de
dar solución al mismo y si es posible hacer algún tipo de ordenamiento
en la sentencia; porque no siempre que se observe una posible violación
a un derecho colectivo, se pueden acoger las súplicas de la demanda
y/u ordenar de manera concreta una determinada solución, con
desconocimiento de la actividad desplegada por los demandados en
la medida de sus posibilidades, para arribar a la solución o soluciones
requeridas.
Así lo ha señalado el H Consejo de Estado en la sentencia que se cita a
continuación.
“Ahora bien, con respecto a la protección de los derechos e intereses
colectivos, estima la Sala que, además de entrar a examinar su posible
violación y la solución correspondiente, ha de consultarse, así mismo, la
capacidad de los entes territoriales frente a la realidad del país, su desarrollo, la
amplitud y cobertura de los servicios públicos, etc, con miras a establecer y
realizar, hasta donde la realidad socioeconómica lo permita, las obras
requeridas como solución al derecho colectivo afectado, sometidas tales
realizaciones a los recursos financieros, humanos y tecnológicos indispensables,
pero que a su vez, se hallen disponibles.
Por tales razones, las decisiones que se adopten frente a las acciones
populares, deberán ser acordes con las políticas y fines consagrados en el plan
nacional de desarrollo, ya sea a nivel nacional, departamental, o municipal,
pero atendiendo, en todo caso, las orientaciones de orden económico, social
y ambiental adoptadas por el gobierno, tal como lo establece el artículo 339
de la Constitución Política.
Sección Tercera. Sentencia de abril 18 de 2002. Rad. 41001-23-31-000-2001-0207-01(AP-0381).
Ponente Dr. JESÚS MARIA CARRILLOBALLESTEROS
9
11
Respecto del caso que ocupa la atención de la Sala, se encuentra
demostrada la vulneración del derecho colectivo al goce de un ambiente
sano, pero, al mismo tiempo, está acreditado que la administración municipal
ha procurado utilizar los mínimos recursos disponibles en busca de soluciones
para lo relacionado con los vertimientos de aguas negras al río Cunday.
En efecto, dentro del expediente obra el ya mencionado estudio técnico
mediante el cual se diagnosticó el problema ambiental y se determinó la
opción más aconsejable para solucionarlo. Así mismo, tal como se indicó, esa
entidad territorial ha buscado infructuosamente apoyo en entidades del orden
departamental, como Cortolima y del orden nacional, como el Ministerio de
Hacienda, con miras a la consecución de los recursos económicos necesarios
para la construcción y operación de la planta de tratamiento que solucionaría
la problemática ambiental mencionada, proyecto que, según lo manifestado
por el alcalde del municipio afectado, tendría un valor superior a seiscientos
millones pesos, esto es un monto que aproximadamente equivale a la tercera
parte del presupuesto anual municipal.
En tales circunstancias, y, desde luego, sin desconocer los efectos benéficos
que para la comunidad genera la solución propuesta, resultaría desatinado,
por decir lo menos, que a espaldas de una realidad socioeconómica
deprimida, se ordenara la construcción de una planta de tratamiento de
aguas negras en una localidad que carece de los recursos económicos y
financieros necesarios para la realización de un proyecto de tales dimensiones
técnicas y pecuniarias, dado que ello desbordaría su capacidad real,
haciendo entonces imposible la concreción de obras y proyectos orientados a
la protección de otros derechos también de naturaleza colectiva. Sin
embargo, a manera de recomendación la administración municipal deberá
insistir en las gestiones administrativas tendientes a obtener y destinar recursos
presupuestales encaminados a la solución del problema ambiental ya referido,
sin dejar de lado las necesidades más urgentes que igualmente le corresponda
atender.
Ahora bien, al estar acreditado dentro del proceso que el municipio
demandado, en la medida de sus posibilidades, y como se recomienda en
este fallo, ha realizado las diligencias necesarias para la solución de las
dificultades ambientales que impiden el goce de un ambiente sano, las
pretensiones
de
la
demanda,
por
lo
tanto,
no
prosperarán
y,
12
consecuencialmente, no habrá lugar al otorgamiento en favor del actor del
incentivo económico consagrado en el artículo 39 de la Ley 472 de 1998.
Sin desmedro de lo anterior, reitera la Sala, la entidad territorial demandada
continuará con las diligencias encaminadas a la consecución de recursos para
la solución del problema ambiental tal como hasta el momento lo ha venido
realizando.”10 (Negrilla fuera de texto).
Como se afirma en la providencia recurrida, se acreditó que desde el
2005 el Municipio de Neiva a través del Acuerdo 008 de dicho año, tiene
una política social en pro de la población indigente y marginal
implementando programas que buscan el mejoramiento de su calidad
de vida; realizando campañas preventivas, educativas y pedagógicas
para concientizar a la población local; creación de talleres para
capacitar a personas que se encuentran en estado de indigencia y
programas de resocialización para el retorno de los indigentes a sus
poblaciones de origen.
Por intermedio de la Secretaría de Desarrollo Social adscrita el Municipio,
se viene prestando atención al habitante de la calle ofreciéndoles
servicios básicos esenciales, como aseo personal, peluquería, vestuario,
alimentación,
afiliación
a
SISBEN,
y
charlas
sobre
los
puntos
anteriormente descritos, contándose con 22 cupos gratuitos para
habitantes de la calle, atendiendo en promedio anualmente a 120
indigentes.
El Programa CASA DE APOYO que empezó ofreciendo servicios de
atención ambulatoria y viene desarrollando un programa terapéutico
que ha atendido a mas de 250 habitantes de la calle en calidad de
internos, quienes reciben tratamiento terapéutico, atención psicológica,
charlas,
talleres
recreación,
alojamiento,
alimentación,
vestuario.
Trabajándose con el Comité creado por el Acuerdo mencionado en tres
áreas de intervención, como son la Promoción y prevención con
programas de prevención del consumo de sustancias psicoactivas y
Sección Tercera. Sentencia del 1° de noviembre de 2001.Rad. N° 73001-23-31-000-2000-365401(AP-236). M.P. GERMÁN RODRIGUEZ VILLAMIZAR.
10
13
violencia intrafamiliar dirigido a la comunidad educativa, líderes
comunitarios y comunidades en general, con cubrimiento en todas las
comunas de la ciudad de Neiva.
Atención integral y resocialización, desarrollando actividades de
atención en salud, recreación, jornadas de aseo (aseo personal,
vestuario y peluquería) y alimentación. Con respecto a la resocialización
se ofrece este servicio a través de la CASA DE APOYO AL HABITANTE DE
LA CALLE, donde acuden voluntariamente en busca de este servicio y
finalmente la celebración del Día del Habitante de la calle.
El Departamento del Huila, por intermedio de la Secretaría de Salud ha
implementado un Plan de Salud Mental, en el que se cuenta con un
plan operativo compuesto por cuatro ejes, que son: 1) violencia
intrafamiliar 2) Atención a la población vulnerable, 3) Prevención de
uso, abuso y consumo de sustancias psicoactivas, 4) sistema preventivo
del suicidio.
El Departamento ha invertido recursos superiores a los $ 904.651.000.00
distribuidos en la Fundación Hogares Claret, en el Hospital Perpetuo
Socorro de Pasto; en el Hospital San Rafael de Pasto; en el Hospital
Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva se invierten en la Unidad
siquiátrica $ 465.000.000.00, atendiéndose un total de 1.317 pacientes
año, siendo Neiva su principal beneficiario.
No hay duda, que como lo sostiene el demandante, que todas estas
acciones han resultado insuficientes para solucionar el problema de
indigencia que azota a la ciudad de Neiva, que se agrava por los
fenómenos de desplazamiento forzado y de violencia, entre otros y que
particularmente se ha asentado en el parque Santander, en donde
indigentes, algunos al parecer menores de edad y otros con problemas
mentales, duermen y hacen algunas de sus necesidades fisiológicas
afectando los derechos colectivos invocados.
14
Pero como lo sostiene el ad quo y como se predica en la jurisprudencia
del H. Consejo de Estado anteriormente citada, ello no conduce
necesariamente a la prosperidad de las pretensiones de la demanda de
acción popular, cuando como quedó visto, los demandados han
efectuado un sinnúmero de acciones con miras a darle solución a tan
grave flagelo de indigencia pero a pesar de los positivos resultados y la
inversión de considerables recursos, el fenómeno continúa.
Pero el hecho de que en tales circunstancias no se pueda acceder a las
pretensiones de la demanda,
no impide el que se requiera a los
demandados,
conjunto
para
que
en
con
otras
instituciones
y
organizaciones (entre ellas el Bienestar Familiar, en lo relacionado con
los menores, Acción Social etc.) incluso de carácter internacional,
diseñen y articulen políticas tendientes a dar una solución mucho más
efectiva al fenómeno de la indigencia que sufre nuestra ciudad capital,
y concreten acciones de carácter permanente para liberar el parque
Santander, en el menor tiempo posible, de los problemas de ese orden
que afectan los derechos colectivos invocados en la demanda, sin
perjuicio de que por tratarse de conductas que se reiteran y pueden
mantenerse en el tiempo, puedan ser objeto, en un término razonable,
de una nueva acción popular, pues en estos eventos, la cosa juzgada
de la sentencia, tiene un carácter relativo.
Con fundamento en lo expuesto, el Tribunal Administrativo del Huila, Sala
Primera de Decisión, administrando justicia en nombre de la república
de Colombia y por autoridad de la ley,
F A L L A:
Primero. Confirmase la sentencia proferida por el Juzgado Segundo
Administrativo del Circuito de Neiva, que negó las súplicas de la
demanda.
Segundo. Adicionarla en el sentido de requerir al Departamento del
Huila y al Municipio de Neiva para que en conjunto con otras
instituciones y organizaciones (entre ellas el Bienestar Familiar,
en lo
15
relacionado con los menores, Acción Social etc.) incluso de carácter
internacional, diseñen y articulen políticas tendientes a dar una solución
mucho más efectiva al fenómeno de la indigencia que sufre nuestra
ciudad capital, y concreten acciones de carácter permanente para
liberar el parque Santander, en el menor tiempo posible, de los
problemas de ese orden que afectan los derechos colectivos invocados
en la demanda.
Notifíquese.
JOSE MARCELINO TRIANA PERDOMO
Magistrado
RAMIRO APONTE PINO
Magistrado
JORGE AUGUSTO CORREDOR RODRIGUEZ
Magistrado
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