Al colocar los ejemplares entre el papel absorbente se debe
tener cuidado que cada órgano, sin desfigurar en lo posible ó con
exageración su primitiva forma, presente á la vista, por estar
extendido* el mayor número posible de caracteres, y es muy útil
añadir un ejemplar del órgano ó parte medicinal convenientemente desarrollado, anotando la época de recolección, para facilitar conocerlo cuando en esta se presenta la planta con caracteres no tan marcados como estando en florescencia y fructificación.
La colección muchas veces tiene lugar en una misma época si
se pueden adquirir todos los órganos citados, y otras es indispensable retardarla esperando que sucesivamente se desarrollen,
prefiriendo un tiempo seco para que se conserve mejor la planta,
así como y por igual razón, que no estén sazonados los frutos
carnosos. De las raíces'muy gruesas es útil quitar el sistema leñoso ó se las divide para separar la mitad ó una parte, lo que
también se practica varias veces con los rizomas, bulbos, tubérculos, cabezuelas de flores, frutos y otros órganos.
Algunos musgos, liqúenes, hongos y algas, ya por ser muy
pequeños ó estar muy adheridos, se han de guardar con las piedras ú órganos vegetales en que se desarrollan; y aunque muchas plantas de la última familia pueden ser desecadas sin alteración en la forma, después de lavarlas con agua común para separar la marina, otras requieren cuidados especiales en la reco~
lección, porque las muy pequeñas, delgadas y blandas, son tan
delicadas que se rompen, alteran ó escurren con la mayor facilidad. Para evitar estos inconvenientes, se las desprende por su pié
con toda precaución, haciéndolas introducir en una vasija llena
de agua que se sustituye por otra potable para lavar la planta;
por debajo de- ella se hace pasar un papel absorbente sumergido
y, levantándolo luego, en él se recoge y deseca el ejemplar.
La desecación debe acelerarse todo lo posible, y al efecto por
medio de una prensa, y mejor piedras ú otros pesos, se las comprime teniéndolas colocadas entre los papeles y estos en dos tablas,
renovando los primeros con frecuencia (una ó dos veces cada dia)
para sustituirlos por otros secos, hasta que los ejemplares han
perdido el agua de vegetación. Al cambiar los papeles, los órga-
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