jurisprudencia de la suprema corte de justicia de la nacion

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JURISPRUDENCIA DE LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE LA NACION
Por el Dr. Rafael DE P I N A , Directm
del Seminario de Aplicación Irrridicn.
S u ~ n n r o :1) Responsabilidad objetiva.-2) Sentencia ine.ristenti.-3) Conceptos de violación.4) Honzicidio e>i grado de tentetina.-5)
Eficacia
de los pedimentos del Ministerio P ú b l i c o . 4 ) Prueba d e la demencia.-7)
Acciones reivindicalo~ia y public~csn.--K) Prescripciin en ,~ioterio d t
trabajo.-Y) La i~nprocedcnriade la uia.-10) Ifecho wzolivo de la acción
de divorcio.-11) Pronioción paro interrumpir la caducidad en el omfaro.12) Cuntpli,>niento de la sentencia d e an~.paro.-13) Naturaleza de los penI n t e r f ~ y acción.-15)
Fnllo de la
siones de los constituyenfes.-14)
tcrceria.-16) Competencin de la Suprema Corte.-17) Las injurias c o ~ t o
cal~sald e divorcio-18) Reparación del daño.-19) Ordenes verbales.-20)
Diii<7m&ns para +>tejarprowcr en el juicio loborol-21) Defensa l~gitinta
del pa1rirnonio.-22) La costuixbre cii niatcria d e trabajo-23) Autoridad
responrab1e.-24) Coducidod en el anipnro.
1) Responsabilidad objefiua.-La Sala Auxiliar sostiene la tesis de que el articulo 1931 del Código Civil para el Distrito y Territorios Federales que atribuye
la obligación de reparar el daño al propietario de un edificio en estado de ruina
cs aplicable por notoria analogía al raso dc edificios canstruidos incurriendo en
vicios de construcción, y la protección de los propietarias de edificios contiguos
no es eficaz si tal responsabilidad se imputa a la liersona que construye y no al
propietaria del inniiieble que es fuente de los perjuicios aun cuando se trate de un
futuro adquirente. Si bien es cierto que por mucho tiempo la doctrina jurídica
funda semejante responsabilidad en una presunción de culpa por parte del propietario, lo cual podría invocarse por futuros adquircntes para eludir una obligación de
indemnizar daños que no lec son imputables, la protecciiin de las i.ictimas del daño
tiende a combinar las dos sistemas - d e responsabilidad subjetiva y objetiva- para
delimitar el alcance de la llamada responsabilidad "por hecho de cosas inanimadas".
De esta suerte, Josserand, comentando la disposición del Código Civil francés que
corresponde al articulo 1931 del nuestro, se expresa en estos terminas: "La respon-
sahilidad del articulo 1386 está fundada a la vez en la idea de culpa y en la de
riesgo; de culpa, porque la falta de cuidado es imputable ordinariamente al propietario; de riesgo, porque el vicio de construcción no podría en múltiples casas,
reprocliársele: ha podido ignorarlo, si adquirió un edificio construido por otra
persona.. .!' (Cours de Droii Civil Positif Frangnir, tomo 11, nv 528).
Por esto la Sala conceptúa que se justifica la invocación conjunta en la rcsolución impugnada de los articulas 1913 y 1931 de nuestra ley substantiva mediante
acertada referencia a la responsahilidad objetiva establecida por d primero de tales
preceptos.
Conceptúa el quejoco que la tesis adoptada por la autoridad responsable conduce el absurdo de considerar a las cosas sujeto de derecho y el Magistrado disidente
censura la sentencia que constituye el acto reclamado por considerar la obligación
como un gravamen real. siendo que los derechos reales están señalados limitativamente en los códigos. Por lo que respecta a esta última observación la Sala estima
que se incurre en petición de principia si para resolver el problema planteado se
clasifica previamente la obligación de reparar el dano como real o como personal
pues con ello se daría por resuelta la cuestión por decidir y se violarían principios
elementales de lógica jurídica.
Por lo que toca a las reflexiones del quejoso es preciso advertir que conforme
al derecho tradicional la obligación es considerada como vincirlo jurídica entre dos
personas en virtud del cual el sujeto pasivo reporta en favor del sujeto activo un
compromiso que consiste en dar, hacer o abstenerse; mas la doctrina admite la
necesidad de las llamadas obligaciones propter rem como una nueva categoría que
rebasa el Ambito de las obligaciones personales y de los derechos reales; as¡, Bonnecasse, inspirado en ideas de Michou, afirma, con observaciones que pueden reproducirse en relación con nuestro Derecho: "existe en nuestro derecho positivo actual
una noción de obligación real o popter rem que se distingue tanto de los derechos
reales como de las obligaciones personales; consiste esencialmente en la necesidad
para el deudor de realizar un acto positivo, exclusivamente en razón y en la medida
de una cosa que posee, lo que conduce a considerar la obligación legal como inherente a los poseedores sucesivos, sin transformarla nunca, sea en derecho real, sea
en obligación personal". (Suplemento al Tratado de Derecho Civil de Baudry Lacantinerie. Tomo v, pág. 393).
Para la Sala la responsabilidad que se viene analizando tiene carácter de obligación m p t e r rem. Bien es cierto que la novedad de los fenómenos juridicos que se
contemplan determina la imperfección de una legislación que no ha llegado a una
cima de perfección; la protección de los terceros adquirentec exigiría, quizás, la
aplicación del sistema de publicidad inherente al Registra de la Propiedad, mas
en dicho Registro se inscriben actos jurídicos o documentos y en el caso concreto la
causa de responsabilidad, o sea el vicio de construcción del edificio que ocasiona
los daños, es una situación de hecho que cualquier persona prudente puede comprobar
si obra con la diligencia conducente a la mejor protección de sus derechos cuando
pretenda adquirir el i ~ n u e b l een cuestión. 1
1
Amparo directo 4141/1951. Resuelto el 10 de julio de 1952.
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2 ) Sentencio inexistente.-La
falta de firma de alguno de los Magistrados
que integran una Sala, no implica la falta de un elemento esencial de la sentencia,
porque tal omisión no la afecta como acto juridico, sino sólo en cuanto documento
público destinado a constatar la expresión del juicio de la sala sentenciadora sobre
la cuestión sometida a su decisión, por lo cual una vez autorizada con la firma
del funcionario omiso, es plena su eficacia y fuerza probatoria.
Pero en el caso de no tratarse de falta de firma, sino de la falta de un magist n d o , de los integrantes de la Sala. que no intervino en la sentencia por encontrarse
ausente, entonces, tal sentencia es inexistente, ya que la misma, como acto jurídico,
consiste en que las magistrados, en uso de sus facultades y deberes, expresan o
aúnan sus voluntades, previas las deliberaciones conducentes, para confirmar, revocar o modificar el fallo recurrido, por lo cual la sentencia no produce ningún
efecto jurídico, si no hay ese acuerdo o manifestaci¿in de voluntades necesario
para su sanción. 2
3) Conceptos de uio1aciún.-Según la Sala Auxiliar de la Suprema Corte,
estos conceptos son operantes aun cuando no se cite el precepto violado, si se menciond el hecho violatorio.
De acuerdo con este criterio, cuando la violación legal es notoria, debe considerarse suficiente la mención exacta del hecllo en que consiste la infracción, sin
exigir la cita expresa del número del articulo infringido, dado que, de lo contrario,
seria monstruoso y absurdo dejar con vida y sancionar un acto eminentemente violatorio <legarantía, lo que no se justificaria can una violación que más que substancial
cs secundaria. 3
4) Ho,>iicidio en grado de tenlatiua-De
acuerdo con el criterio de la Sala
Penal de la Suprema Corte, se comete el delito de Iiomicidio en grado de tentativa
y no el de dispara de arma de fuego, cuando la acción del sujeto se Iia enderezado
directamente hacia la realizaciim del homici<lio, la cual se frustra por cansa independiente de su voluntad, en tanta que el ilícito disparo de arma de fuego tiende
a no dejar impunes las tentativas incomproba<las, sancionando tal figura penal como
delito <le peligro, atentos sus posibles resultados. 4
5) P:jijicocio dc /os pcditticntos del Ministerio P~ibiico.-Varias ejecutorias de la
Sulireiiia Corte de Jiisticia han abordado, en estos últimas tiempos, esta cuestión.
La Sala Penal ha declarado que la circunstancia de que el Ministerio Público
considere un Iiecha comprendido, para su penalidad, en determinado precepto legal,
no vincula al juzgador, Iiues en los términos del articulo 21 de la Constitución
Federal, al Ministerio Público Ic corresponde solo hacer imputaciones de los hechos
coiistitutivos de una determinada categoria delittuosa; pera la calificación de esos
heclios y sii apreciación legal competen solo a la autoridad judicial, la cual dentro
de sir facultad soberana es llamada a verificarlos al tenor de las constancias dc autos
y a imponer al procecado, en su caso, la pena respectiva, por lo que si el representante social, dice la Sala, señala en sus conclusiones la cuantia de la sanción
2 Amparo directo 5591/1947. Resuelto el 31 de julio de 1952.
3 Amparo directo 8925/1949. Resuelto el 29 de septiembre de 1952.
4 Ainparo directo 9226/1950. Resuelto el 20 de octubre de 1952.
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que a su juicio debe aplicarse, ello no significa que el órgano jurisdiccional esté
obligado a imponer la pena de acuerdo con dicho pedimento. 6
La Sala citada ha expresado sobre el mismo tema, en otra ejecutoria, que aun
cuando el Agente del Ministerio Público estimó fundados los agravios formulados
por la defensa en el sentido de que, en el caso de referencia, se trataba de una
relación de carácter civil, y pidió, en consecuencia, la revocación de la sentencia
condenatoria apelada, el órgano de apelación no produjo agravio alguna al no
resolver de acuerdo con el pedimento del Ministerio Público, por no encontrarse
vinculado a él, según se deduce del articulo 21 de la Constitución Federal.
Otra tercera ejeciitoria reafirma el criterio expuesto acerca de la eficacia
de los pedimentos del Ministerio Público, can ocasión de amparo interpuesto contra
actos del Tribunal Supremo de Justicia del Estado de Zacatecac consistentes en
sentencia definitiva dictada confirmando un fallo de primera instancia en el que se
condenó al acusado como responsable del delito de homicidio, no obstante el pedimento del Ministerio Público en el sentido de que no se confirmará el fallo
expresado.
Alegada esta circunstancia como agravio (aparte de otro, que también se consideró infundado) la Sala Penal se expresa en los términos siguientes: "En lo que
se refiere al otro concepto de violación que se apoya en el hecho de que el Procurador de Justicia en la apelación formuló pedimento ante el Tribunal manifestando
que consideraba fundados los agravios expresados por el defensor del apelante,
en el sentido de que existía la legitima defensa debe decirse que si es verdad que el
articulo 21 de la Constitución General de la República encomienda la persecución de
los delitos al Ministerio Público, y. por lo mismo, señala a esta institución como
la encargada del ejercicio de la acción penal, también es cierto que esta acción tiene
un carácter eminentemente público que se deriva de su fin y de su objeto, por lo
que una vez provocada la jurisdicción al ponerse en movimiento dicha acción Dor
el órgano público encargado de su ejercicio, la institución del Ministerio Público
sólo podrá desistirse en los casos expresamente previstas en la ley, ya que su obligación es conducir el proceso hasta la sentencia que debe dictar la autoridad judicial.
En casos como el presente, si el Ministerio Público. como institución de buena fe
que debe ser, estimó que los agravios expresados por el acusado en la apelación
eran fundados, al considerar que el Juez de primera instancia hizo inexacta apreciación de las pruebas del proceso. no por ello debe entenderse que el Tribunal
estaba obligado a resolver el recurso absolviendo al inculpado, puesto que es facultad
exclusiva de la autoridad judicial fallar con vista de las constancias procesalo y,
en consecuencia, dictar resolución de propia autoridad, ya que así sólo se mantiene el
orden jurídico establecido p o r el articulo 21 de la Constitución."T
Que los órganos jurisdiccionales no están vinculados a los pedimentos del
Ministerio Público es una aseveración indiscutible. Lo asombroso es que la Suprema
Corte se vea en la necesidad de hacer esclarecimientos de esta naturaleza, acerca
-
5 Amparo directo 4369/1951. Resuelto el 22 de octubre de 1952.
6 Amparo directo 6504/1950. Resuelto el 30 de octubre de 1952.
7 Amparo directo 7447/1949. Resuelto el 14 de noviembre de 1952.
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de casos que solo pueden plantearse por la ignorancia o por la mala f e de los defensores.
Los órganos jurisdiccionalcs y las del Ministerio Público tienen funciones
distintas, y perfectamente diferenciadas, que cumplir: los primeros la de "hacer
justicia", los segundos, la de "pedir justicia".
L a potestad implicita en el ejercicio de la acción oficial (conferida al Ministerio Público con carácter de monopolio, en hfi.xico) no supone la sumisión de 10s
órganos jurisdiccionalcs a los pedinientos de los funcionarios de dicha iiistitucibn,
porquc cllo cquivaldria a obligar a los Tribunales a administrar justicia al dic~adu
del Ministerio Público.
Los órganos del Ministerio I'úblico y los jurisdiccionales se encuentran, unos
frente a otros, en una relación de independencia. Cada uno de este juego de brganos
tiene su función propia y caracteristica.
Las pedimentos del Ministerio Público ante los Tribunales tienen la misma
naturaleza que los de las partes (sin que ello quiera decir que para nosotros el Ministerio Público sea realmente parte en el proceso en que actiie) y, por lo tanto,
el brgano j~irisdiccional se encuentra en libertad de atenderlos o no, según estime
pracedcnte en justicia.
E n ningún caso de los expresados pueden darse par válidos los agravios formulados con ignorancia o mala fe manifiestas.
6 ) Prueba de la denwncin.-La tesis en el sentido de qiie el estada de demencia
sólo puede acreditarse mediante la certificaci6n de tres médicas, par lo menos,
preferentemente alienistas y del servicio médico legal, es únicamente aplicable a los
juicios sumarios cobre decIaraci6n de incapacidad, según lia declarado la Sala Civil
de la Suprema Corte.
Ahora bien, cuando se trata de iiri juicio ordinario sobre nulidad dc escritura,
por falta de capacidad de una de las partes, la prueba del estado de demencia se
puede realizar por todos los medios posibles, por considerarse como un simple hecho.
El acto anterior a la interdicción -según la Sala- se anula como emanado de un
loco y no como emanado de un interdicto. 8
7) Acciones reinvindicatovin y pub1iciana.-La Sala Auxiliar de la Suprema
Corte ha formulado una declaración interpretativa de los articulas 4 O y 9. del Código
de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, en los siguientes términos:
Cuando el articulo 4vdel citado Código d i c e la Sala- dispone "qiie la reivindicación compete a quien no está en posesión de la cosa, de la cual tiene la propiedad"
se está refiriendo a la acción reivindicatoria propiamente dicha, que se da i aquel
que se considera propietario del bien perseguido.
En caiiibio, "cuando el articulo 9v del misma ordenamiento prescrihc que al
arlqiiirente con justo titulo g de buena f e le compete la acción para que, aun cuando
no Iiaya prescrito se le restituya la cosa con sus frutos y accesiones en los términos
dcl articulo 4' el poseedor, o cl que teniendo titulo de igual calidad ha poceido por
menos tiempo que el actor, y que no procede esta acción en los casos en que ambas
posesiones fueren dudos3s o el demandado tuviere su titulo registrado y cl actor no,
-
8 Amoaro directo 1037/1952. Resuelto el 14 de noviembre de 1952.
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así coma contra el legitimo dueño, significa que este precepto regula la acción
publiciana propiamente dicha, quc compete al poseedor civil de una cosa contra el
que la posee sin titulo o con otro, pero con menor derecho, para que le sea
restituida"
8 ) Prescripción en mnteno de trabajo.-La prescripción de la acción de reinstalación por haberse reanudado los servicios después de acordarse una suspensión
en un conflicto económico -de acuerdo con el criterio sustentado por la Sala del
Trabajo- corre desde el momento en que se reanudaron de hecha las labores.'0
9 ) La improcedencia de la via.-Entre las excepciones que se pueden oponer,
con el carácter de dilatorias, de acuerdo con la frac. vrrI del articulo 35 del Código
de Procedimientos Civiles para el Distrito y Territorios Federales figuran: la gue
se deriva del articulo 175 del Código Civil para el Distrito y Territorios Federales,
según el cual, los acreedores y legatarios no pueden exigir el pago de sus créditos
y legados hasta que se hayan aprobado los inventarias; la fundada en el artículo
620 del Código de Procedimientos Civiles, que previene que el juicio arbitral produce la excepción de litis pendencia; la que procede cuando, careciendo el actor de
la capacidad plena, sólo puede ejercitar la acción mediante el consentimiento de una
tercera persona (tutor, ascendiente, autorización especial) : la que se produce en
virtud de encontrarse pendiente de resolución una cuestión prejudicial; la llamada
excepción de inmunidad, o sea, el beneficio concedido a los Jefes de Estado y
agentes diplomáticos, consistente en la imposibilidad legal de demandarlos ante Tribunales distintos dc los de su propio país; y el beneficio de arden en virtud del cual
el fiador no puede ser compelido a pagar al acreedor sin que previamente sea reconvenido el deudor y se haga la excusión de sus bienes (art. 2814 del Código Civil
para el Distrito y Territorios Federales).
Acerca de si la improcedencia de la via tiene o no el carácter de excepción
dilatoria, las opiniones se han manifestado en forma contradictoria. Sin embargo una
ejecutoria reciente de la Suprema Corte de Justicia (Sala Auxiliar) ha formulado
la declaración de que, es, en efecto, una verdadera excepción dilatoria. La referida
ejecutoria sostiene el criterio siguiente: Es inexacto que la excepción de improcedencia de la vía haya dejado de seria en nuestro sistema procesal para convertirse
en materia de apelación, pues si bien es cierto que el vigente Código de Pracedimientos Civiles del Distrito Federal no la menciona de manera expresa en su articulo
35, como tal excepción dilatoria, ésto no quiere decir que haya desaparecido en
dicha calidad, sino que simplemente esta excepción ya no se considera idónea para
formar un articulo de previo y especial proniinciamiento, como lo hacia el abrogado
Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal de 1884, en su articula 28,
frac. v, y válidamente puede proponerse al contestar la demanda como una defensa
para impedir el curso de la acción, aunque su resolución quede pendiente para el
momento en que el Juez dicte su sentencia definitiva, tal como acontecia bajo el
abr~gadoCódigo Procesal de 1884 (articulo 939). pues tanto en la legislación dero-
9
10
Amparo directo
Amparo directo
1392/1950.
3159/1952.
Resuelto el 5 de noviembre de 1952.
Resuelto el 7 de noviembre de 1952.
gada cuanto en la vigente, el auto quc edmitr la demanda en la via elegida Iior cl
actor es reformable, en cuanta a dicha via, en la sentencia definitiva"."
10) Hecho ntotiwo de ln acción de diz,orcio.-El Iieclio en que se fiinila la
;tcción de divorcio -ha declarado la Sala <le lo Civil en ejecutoria rerientc- debr
precisarse con toda claridad. ya que constittiye la premisa de la que lin de deducirse
la existencia o inexistencia de la tutela jiiridirn, g en los cacos de clivorcio resulta
articularme mente indispensable que el actor reficra en qué consisten las heclios concretos que constitiigen el motivo de su acción, tanto para quc la liarte contraria
llurda contestarlos. como para que el jiizga<lar esté en posibilidad dc encuailrarlos
dentro de la norma general y hacer la deducci6n iúgica correrpo<idieiife.
11) Pro~itoci6n pura intcrru+>ipirla caduridad en el nr»pnro.-lü
reforma de
1;i Ley de Amparo introducida Uor Decreto de 30 de dicicinbre de 1950 ha planteailo
diierentes cuestiones interesantes. Una de ellas ha sido la relativa a la forma de la
I,romoci<in a que se refiere el articulo 5" transitorio del expresado Decreto, <pie
dispiiso el sobreseimiento en todos los juicios de amparo que sc cncontraren en
trámite o pendientes de sentencia en qiie el aclo reclamado procediese de autoridades
civiles o administrativas y siempre que no estiiviere reclamada 1;i incanstitucionalidad
de iina ley, si la parte no procedicrr n r~romoricre.1,or primera i,er, dentro <le los
ciento oclienta diac consecutivos contados a partir de In fecha en que entrnren en
vigor las reformas aludi<las y, después, conforme a lo rjiie detcniiina la IracciOn v
del articulo 74 de la Le" de Amparo.
Si bien -dice la Sala Aiixiliar ;i este respecta- el referido articulo traiiaitorio
no determina la forma en que In parte agraviada dehe promover por primera vez
dentro de los 180 dias hábiles siguientes a partir <Ir la ferlia en que el praliio
Decreto entró en vigor, en cambio el articulo 3v de la Ley de Amparo disipa toda
cliida al respecto cuando establece que "en los juicios de amparo todas las promacianes deberán hacerse par escrito, salvo las que se hawn en las audiencias o notificaciones. aci como en las comparecencias a que se reiiere CI articulo 117 de esta
Ley"; o, en otras palahrns, este articulo (3O) establece la regla general de qiie
todas las promociones deberán liacerse por escrito en los juicios <le amparo, y, al
mismi> tiempo, establece tres excel>cionec, que no se relacionan con el caso ;i debate;
y como el articulo 3' no quedó modifica<lo por el Decreto de 30 de dicienibre de
1950, conserva el valor y In obligatoriedad propios de to<la norma vigente de derecliu
positivo, además de que no hay raziin alguna para pensar qiie el legislador quiso
rambiar el carácter esencialmente escrito del jiiicio de amparo al emitir el miilticitado,
decreto, y, por lo tanto, debe concluirse que la promoción de que se trata debe
hacerse precisamente por escrito.
Agrega la Sala que "por lo que toca a las gestiones verbales de los interesados,
cabe decir que la certeza <le la actividad de la parte agraviada debe ofrecer la misma
base objetiva para todos los i n t e ~ r a n t e s<le la Sala, como cuerpo colegiado, y no
descansar en una. relación de mera indole personal o subjetiva entre la agraviada
y el Ministro encargado de Iincer la ~mnencia. y menos aun de sii secretario de
-
11 Amparo directo 325711950. Resuelto cl dia 5 de noviembre de 1952.
12 Amoaro directo 173911952. llesuelto el 14 de noviembre de 1952.
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IURISPRUDENCIA
estudio y cuenta, que solo debe conceptuarse como un auxiliar inmediato del Ministro
ponente; y para que esa relación de naturaleza se convirtiera en elemento objetivo
uniformemente apreciable para todos los componentes de la Sala, seria menester que
cad;) Ministro llevara un registro en el que anotara por orden cronológico las gestiones o visitas de los interesados en la resolución de los juicios pendientes, previa la
verificación de su personeria para hacer la gestión, funciones éstas que, a más de
estar reñidas con el sistema procesal consagrado por la ley de amparo, no corresponden, ciertamente, a la investidura de un Ministro de la Suprema Corte de Justicia. 13
Acerca de la persona que deba hacer la promoción, la misma Sala Auxiliar,
E ejecutoria distinta a la que se acaba de exponer, declara que la caducidad producida por la inactividad del quejoso no la interrumpen las promociones de quien
no es su representante ni está autorizado expresamente conforme al articulo 27 de
la Ley de Amparo.
Deben tenerse por absolutamente ineficaces para interrumpir la caducidad del
juicio de garantias las promociones hechas por persona que no esté expresamente
autorizada dentro del mismo, conforme al articulo 27 de la Ley de Amparo, máxime
si dicha persona no es representante legal ni convencional del quejoso, y sin que sea
óbice para llegar a esta conclusión la circunstancia de que el promovente hubiera
sido autorizado por el quejoso para oir notificaciones en el juicio de amparo, pues
aquella autorización sólo puede tener efectos dentro del juicio en que se otorgó y no
puede dotar a tal persona de las facultades especiales que confiere la autorización
para oir.notiiicaciones a que se refiere el articulo 27 de la Ley de Amparo, facultades
entre las cuales si cabria incluir la de Iiacer promociones en el juicio de garantias. 14
12) Cumplimienfo de la senfencia recalda en el amparo.-De acuerdo con el articulo 80 de la Ley orgánica del juicio de garantías y la tesis sostenida por la Suprema Corte ni diversas resoluciones (dictadas en las quejas 24ü/942, 559/943,
492/944 y 522/942), cuando se trata de desposesiones. la restitución debe Iiaccrse
con todo loexistente cn el predio, sino es posible separarlo de la stiperficie del cuelo,
aun cuando pertenezca n personas extrañas al juicio, debiendo ese tercero deducir,
si asi le conviniere, las acciones que le competan y en la vía que corresponda,
pero si la entrega de la posesión no puede realizarse por existir en el predio una
barda q u e l o impide, la autoridad debe realizar todos los actos que atiendan al cumpliti~iento.abriendo. en lo estrictamente necesario, una brecha de entrada al predio,
pero sin que las propias responsables puedan de propia autoridad destruir dicha
barda, a 1)retexto de ejecución, ya que no es el recurso de queja el medio para
decidir sobre la brieiia o mala f e con que se Iiaya procedido a levantar la barda de
referencia. 15
. 13) Naturaleza de las Pensiones de los constituyentes.-La naturaleza de las
pcnsiones concedidas a los e x diputados de las Cortes Constituyentes de CJuerbtaro
13 Amparo directa 5952/1949. Resuelto el 26 de noviembre de 1952.
14 Amparo directo 3997/1940. Resuelto el 26 de noviembre de 1952.
15 Queja 516/1948. Resuelto el 26 de noviembre de 1952.
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JURISPRUDENCIA
Iza sido definida por la Sala Administrativa de la Suprema Corte en forma que debe
cerrar la puerta a toda discusión posterior sobre este tema.
Dice la referida Sala que aunque el Decreto de 2 de febrero de 1939 que
instituyó tales pensiones no expresa que tengan carácter de extraordinarias, y que son
compatibles con otras percel>ciones, tal punto quedó plenamente esclarecido con el
Decreto de 22 de enero de 1952, cuyo articulo 2 0 , concretamente dispone que la pensicin de los constituyentes de 1917 es cxtraordiiiaria y compntihle con cu:ilquiera
otra derivada de servicios civiles y militares, lo que quiere decir que este precepto
vino i dilucidar la naturale?a rl? 1;~ recompensa otorgada por el Estado a los constit~iyentcs, no pudiendo entenderse. desde el momento que la pensión iiabia sido
instituida por ley anterior y que la reforma 5610 :iiirnentaba sii cuantia, que Gnicaniente podia alilicarse tal preccpio a pensiones Futuras, sino que abarca por caricter
interprctativo, todas las pensiones concedidas ya o que se coiicedicrcn en lo sucesii.o
a los constituyentes de 1917. sin que esto implique rctroactividarl <le la ley, contraria
:iI articulo 14 de la Constituciiin, porque ia c i t i d ; ~disposiciún, e n lo que st reiiere al
carácter de la recompensa. es interljretativa de la ley que la instituy; y tiende euideiitementc a significar la gratitud nacional tiara los autores del r<i<ligo siipremo
qiie rige a la Nación, de manera que su natlirJeza es singular y extiaordiiiaria,
fuera de los ~irincipiosy reglas generales de las jubilaciones. 1"
14) Inter<;z y acci6n.-De aciierdo con !:i lcgislaciin proccs;il i;rr:<ic:in:i el int e r i s es un requisito indispensable para el ejercicio de la acciÍ,n. Z1 :irtia110 1- del
Cúdipo de Procedimientos Civiles para el Distrito Fedcral y Territorios, en so
iracciiin iv, lo declara asi de manera expresn. Dicho articiilu citablrce qcc iiltn
PI requisito del interés en cl actor sirnipre que no pueda alc:inz:~rse el ihjeto
de una acción, aun suponiendo favorable la seritcncii.
Aunque desde el plinto de vista doctrinal se liaya objet:idn el principio "sin
interes no Iiay acción", desde el punto de vista legal, este reqiiisitu es de iiecesaria
existencia, con vistas al derecho mexicano, para e1 ejercicio de las :icciones.
La Sala Civil de la S u p r e m Corte Iia declarado a este pro~~ijsitn:"Sicndo el
interés uii requisito esencial para el ejercicio de la acciún, si falta, (si:, iio puede
ejercitarse y el juzgador pucde, aun de oficio. abstenerse de estudiarla. por ser de
arden público el cumplimiento de los requisitos requeridos para el ejercicio de ia
acción.
"El requisito del in1ert.s Iia sido materia m u y controvertida erilre los procesnlistas, pues mientras unos opinan qiie no es necesaria para la proccdenci:~ de la
acción, otros sostienen que donde no Iiay interés no hay acción. Sucstrc Código
dc Pracediii~ientocCiviles adopta esta Última tesis al establecer, en la fracción Iv del
articulo lo, qiic el ejercicio de las acciones civiles requiere el interés eii el actor para
ilediicirlas, desvaneciendo así toda controversia sobre el particular. Aun niác, aclara
que falta cl requisito del interts sienipre qiie no pueda alcanzarse el objeto de una
:icción, aun suponiendo favorable la sentencia."
"Atenta lo anterior, es claro que en el caso está perfectamente comprobado
<]UC faltó el requisito del interks para ejercer sii acción, porque liabiéndosele negado
rl iicriiiiso para adrluirir bienes rnices por In Junta Intersccretarial Rclritir:i x !'ro-
16
Revisión 4230/1932. Ilerueltn el
11
de
rnero
de 1953.
196
JURISPRUDENCIA
piedades y Negocios del Enemigo, no podría comprar el actor a una de Inc deniaiidadas los inmuebles reclamados, aun suponiendo favorable la sentencia. 17
Garsonnct Iia expresado acerca de este punto que la máxima "el interés es In
medida de la acción", es una máxima de buen sentido, que significa que una persona
no tiene dereclio a promover litigios que no le interesen o sobre cuestiones que le
son indiferentes.
15) Fallo de la terceria.-La Sala Auxiliar de la Suprema Corte Iia declarado
que la terceria es un jiiicio incidental, es decir, secundario o accesorio, respedo del
proceso dentro del cual se entabla, y el juez, para fallarla con el debido conocimiento,
forzosamente debe tomar en cuenta las constancias del juicio principal. 18
16) Co»zpetenc& de la Suprema Corte.-El rccurso de revisión contra las scntencias de sobreseimiento dictadas por los jueces de Distrito en amparos contra
leyes -segiin la Sala de lo Civil- corresponde a la Su~iremaCorte de Justicia
no a los Tribunales Colegiados de Circuito. 1"
La Sala de referencia razona esta determinación en la forma siguiente:
"Si bien es cierto que conforme a la letra del articulo 92 de la Ley de Amparo es
necesario que se alegue como agravio en la revisión la inconstitucionalidad de la ley
impugnada, para que la Sala correspondiente pueda conocer del recurso en los términos del inciso a ) , de la fracción I del artículo 84 de la misma Ley de Amparo,
tamhién lo es que tina racional interpretación del expresado articulo tiene que conducir a la lógica conclusión de que en casos en qiie el Juez de Distrito sobresea por
causa de improcedencia, la parte quejosa, al expresar agravios, n o necesita referir
estos en forma alguna a la inconstitucionalidad, que sólo podría Iiacer en el caso de
que el Juez de Distrito entrara en el fondo de la cuestión, sino que basta que solamente los refiera a los motivos que sirvieron al propio Juez rara sobreseer, ya que
precisamente el agravio se causa, en caso de que exista. por dicho sobreseirniento;
de donde resulta que la Corte sí pucde conocer del recurso en los términos de los
invocados preceptos, ya que si estima que el sobreseimiento e5 infundado, se surte
plenamente la competencia al tenor del inciso a ) de la fracción I del repetido articulo 84, y si estima lo contrario, confirmando el sobreseimiento dará por ccncluídu
el juicio."
En apoyo <le las anteriores coiicideracioncs estima la Sala que debe agregarsc
esta otra: qiie la Suprema Corte debe obrar en rasos como el presente con pleriiturl
de jurisdicción, ya que de lo contrario se colocaría en situación que podria estimarse
como de subordinacii>n con felación a los tribunales colegiados de circiiito, al dejw
a éstos la faciiltad de decidir si el sobreseimiento es o no procedente, para conveticerse de lo cual basta con suponer la Iiipótesis de que el tribunal revocara 1113
sohreseimiento notoriamente legal y obligara a la Corte de este modo a entrar en cl
fondo de la c i i e ~ i ó nsin otra alternativa. ya qiie en tal hipótesis la propia Corte
carece legalmente de facultades para revocar In resolución del tribunal, todo lo cu:i!
es sencillamente ilógico y antijuridico, dado el sistema de jerarquía establecido por la
-
17 Amparo directo 5587/1951. Resuelto el 4 de febrero de 1953.
18 Amparo directo 9758/1949. Resuelto el 10 de febrero de 1953.
19 Amparo directo 476ót1949. Resuelto el 18 de febrero de 1953.
Co~lstitiiciiiiiy por la ley entrc Ir>s iIrg:iiii>.i del SiiIireino I'orlcr Jiiilici;il dc la Feder:iciOn, n cuya c;il>eza se enruentr:i 1;x Suprenia Corte.
1 7 ) 1.m iniurios c o * ~ ocausal de diuurciu-Como
es sabido, el Ciidigo Civil
p:ir;i el Distrito y Territorius Fedcralei. en su xrticulo 267, iracci<>ngr. seiiala como
c:itisa de clivorcio "la sevicia. las aiiienazas o I;is injurias graves". ¿ Q u é debe entenderse por injurias graves para los efectos rlcl divorcio? En opini0n de la S;iI;i de lo
Civil," es aritijiiridiro pretender estreclinr la ii>rrnula del articulo 267 del citado
C¿>difio a la tiiiificnción del delito de injiirixi contenida en el artícitlo 348 del Código
Penal para el Distrito y Territorios Federales. porque existen. evidentemente, lieclios
qile a k u n o rie los esl>osos cuiiiete contra el otro que, por cuanto significan violaci(>n
grave dc los deberes mútuos de respeto y de afecto, ;iún ciianrlo tio coiistituyan
injuria desile cl punto de vista del Ucreclio ~>ennl,sin embarEo, tio ~todrin ponersc
rri tcla de juicio de que si se rtinilirericlrri en In causal de divorcio por injuri;, grave
a que se refiere el CGdigo Civil.
De acuerdo con este critrrio, la injuria no debe entenderse para los eirctos del
divorcio, como la expreciiin ~ i r o f e r i d ao la :icriGn ejecutada par:, ~iinnifestar desprecio a otro o CUII el f i n (le causarle tina ofensa (injuria penal), silir> coiiio 1:~ex1"rsión proferida o la accibn ejecutada que se:, succel,tihle de ser iiiterpretaiki
conio una violación grave d r los deberes de respeto g afecio 1,roljios y c:ir:ictricticos
<le la rrl:irii>n existente entre las 1ierson:is unidas por los vinc~ilasjiii-irlicns y :iiornles del i~iatrinionio (injuria civil).
18) Reparación de1 do<".-En
virtud de scr de carácter ~,atrinioiii;il I:i ol>ligación de rcparsr el daíio, aunque tenga In calidad de pena pública por iml,oiicrse
en la sentencia condenatoria del proceso, el quc se establezca qiir, si 110 es ~i;igada
es;, relraraci6n. deberá sufrir el acusado, en substitución de ella, una pena corporal,
rnlraiia una manifiesta vialacicin ile In garantía qiie consagra el ;irtictilo 17 ion;titucional relativa a que nadie ~>iiedeser ;il,risii~nado por deukis de cnricter puraniente civil. márilnc si el cúdigo penal aplicable no autoriza tal substituciOri.
-'
19) Ordenes verbales.-Para la Sala Administrativa, el acto de :iutoridail consistente en las órdenes verbales dadas al supuesto causante :r fin de quc ciibra
detertnin;idos impuestos, es evidentemente violntorio de las garantías que consigna
el articulo 16 cunstitiicional, conforme nl cual nadie puede ser molestado en su
persona, í a ~ n i l i ao intereses sitio mediante orden escrita de autoridad competente,
que funde o motive In causa legal del procedimiento, pucs ron la orden verbal no se
le clan a conocer los fiindnmentos rle I;r niisnia, iniposibilitándole para interponer los
niedios ordinarios de deiensa, dcsconociendo, arlemás, con preciciún ante qué auturidad dehe Iiaccrlos valer. 2 2
20) Diliriencins para n i ~ j o rproveer m cl juicio laborol-la
Sala del Trabajo
Iia ar1ar;rdo nuevamente I;i natiiralera y finalidad de las diligencins para inejor
proveer en el juicio lahor:il. que no son ciertamente distintas de las quc se ~>ractican
en ciialquier otro juicio.
-
""
20 Amparo directo 3215/1932. Resuelto el 20 de febrero de 1953.
21 Amparo directo 444/1952. I<esucltu el 26 de fehrero de 1953.
22 Revisión 5078/1932. Resuelta cl 27 de irhrero dc 1953.
23 Amparo directo 1133/1952. 1:rsurlto el 6 de m:irz:> d r 1953,
198
JURISPRUDENCIA
Entiende la referida Sala que la Ley Federal del Trabajo conccde a los miembros de las Juntas ia facultad de solicitar el desahogo de diligencias para mejor
proveer, pero que ello no significa en manera alguna que a pretexto del ejercicio
de esa facultad se substituyan a las partes en sus cargas procesales, de suerte que
si el actor o el demandado no rinden pruebas de sus accioncs y excepciones, alguno
de los representantes puede hacerlo a título de que cxiste necesidad de mayor iiictrucción para mejor provcer, pues las pruebas que con este objeto se alleguen,
deben contraerse a las que hagan luz cobre aquellos Iiechos que no se han acreditado con toda claridad o precisión, mas no a tender a suplir las oniisiones o negligencias de los interesados,
21) Defensa legitin~adel gatri~rronin.-La Sala Penal de la Suprenia Corte 112
inter~iretadocon bastante amplitud la fracción III del articula 15 del Cidigo Penal
para el Distrito y Territorios Federales."
Si durante la noche 4 e c l a r a la Sala- un labrantin sorprende al abigeo en el
momento en que se lleva su tronco de mulas y para defciiderlas se arma de una
escopeta, le da alcance cuando el intruso, en compaíiia de otro, las mancuerna para
facilitar su traslado, el ofendido, al disparar sobre uno de los ladrones, cauc6ndole
la muerte. no comete delito a l a n o , ya que si el homicidio no tuvo luxar precisamente dentro dc la casa donde se hizo la extracción de los animales, sino en camino
desierto. a la una de la madrugada y estando sola la víctima del delito, el acta de
disparar era el único racionalmente indicado.
"Sin que puccla sostenerse que no hubo agresión actual, violenta y de la que
no resultara un peligro inminente para el acusado, ya que dijo haber perseguida a
los dos sujetos que llevaban sus acéinilzs, disparando sobre ellos; es inexacto que la
víctima del robo no corriera peligro caso de ser deccubierio por los ladrones, cuando
ya Iiahían emprendido la huida con los seinovientes; igualmente es contrario a la
verdad que el robo de las acémilas en la forma en que se perl~etróno constituyera
agrecibn actual al drreclio de propiedad, y que no constituyera un acto de violencia; ,-, por última. t-mbién es inexacto que el labrador fuese persiguiendo a los
inalliecliores, en lunar que decir que fue en seguimiento de los bienes que le habían
sido robadcc y que posiblemente constituían todo su haber patrimonial. Es verdad
que el homicidio no tuvo ocasión precisamente dentro de la casa donde se hizo la
extracción de los simovientes, y por ello aparentemente puede considerarse excluido
el caso de las modalidades en que el Iiabitante o dueiia de una cosa puede causar
dacio al intruso que penetra en ella por la noche lesionando su patrimonio.
"Aliora bien, en estas condiciones, el homicidio que se estiidia es de los que
la responsabilidad del autor, por ejecutarlo en la noche y contra un ladrón
que se ha introducido en su domicilio para lesionar su patrinionio."
22) La costunrbre en nroteria de trabajo.-La Ley Federal del Trabajo reconoce
a la costumbre la calidad de fuente legalB.subsidiaria en la materia que regula. 1.a
Sala del Trabajo dc la Suprema Corte aclarando el precepto relativo ha establecido,
en ejecutoria reciente, que para que una costumbre pueda invocarse coma tal, reclamaiida su reconocimiento e implantación definitiva como parte integrante de las condiciones de trabajo, es necesario que se trate efectivamente de una práctica ininte24 Ampara directo 3308/1952. Resuelto el 7 de marzo de 1953.
rriimlii<la por larga tiempo, y que Iinyi ~ ~ e r d u r n dcon
o la aquiescencia del patr6n
y dc los irabajaili,res, por ser ventajosa para las das partes; en cambio, si solamente
se trata de prácticas esporádicas y que contrarían lo pactado en el contrato colectivu de trabajo, sin que entrañen un verdadero beneficio para las factores de la pro~ I S C C ~110Í , puede
~.
cntonces alegarse que existe tina verdadera rostunihre, ni pretendeise qiie Ins autorikidec dcl trali;ijo obligiicn a ni reconociniic~ito e implantacióii
como modali<lnd <leiinitiv;i. 21.
23) .4z~toridod rcsjorisabie-L)e :iciierdo coi, el critcrin (le 1.1 S;Ja Adniini:;.
i r ; ~ l i \ a dc la Supreliia Corte, cuando sc sciisilc cn el mrip;iru conio niitoridiid res~>onsablea una dependencia oiickil eii geiieral, debe entcndcrse qiic los actos reclatna<ir,s se atribuyrii a todas y a cadr uiiü de sus oficina5 y iio solamente al titular
de ella. 2"
En es:os casos, el titular de la depeiidcncia oficial dclx comparecpr y rendir
los informcs quc ic corrcs11and:in; pera no en su carácter siiigular ile persona invcsti<in de autoridad, sino cn el de representante de la depmdmrin a que se atribuye
el acto canio autoridad or<lrnador;r. Eii eiccto, segiin la referida Srl;i, a falta de
:itiibrici¿n lcgal esliecifirn, de nlguiia oiicin;i intcrnicdi;i tiiri-e el tit~i!nr y el iuncicnnrio inferior, lo cual Iiace que el siúblico no pueda s a i w dc <;iii. funcionario
rri 11:irtirular emane l a orden qiie ejecute el inferior, tiene apIic:iri<;n lo ~,rrcqitundo
genéric:imciite por el articiilo 21 de la Ley <le Srcret;irias y Dep:+itntiicntos <Ic Estado. que dice: "E1 despaclio y rrioliicicin de toilnc los asun!<ts e:, 1;s Secretarias
y Departainentos <le Estado corresponderá origin;iliiientc a lo.: titiilnies de dicli;is
del,eiidcncias, pero, para I;i mejor orgaiiiiaciún del tr.ah+jo, y r i i :idcciia<l:i <livisiGn
rii 10s T C S I ~ C C ~ ~ Y Orrglnn;riitos
S
intrriores, i r ~ i o d i idelrg:ir e':, iaciili:id en caros
concrete?, o para deterniinados ranios, eii Icis f<incioniirioc iiil,:il:eri~ris".
24) C,idi<ridad cii i l 08iipnro.-El articiilo 5" trnnsitori:, <;VI Ilrcreio dc 31
de <!icicrirbrc de 1950, qiie rcforin0 difcrerites articulas ile In [Ley <le ,2nil,:ir<,, conio
?S i;;ihi<lo, d i i c : "SC <lecreiari sol>resrii;iienio en todos i<is jiiicioi ilc ;imli:?ro ;ictii;i;i~;ciitc eii trimitc, o pcriclieiites dc ieritencia, en que el arto liroie~la<le :iiitori<!a<les civiles o ndniiniitrativac y siciiiprc qiir i i c i cité rcclntnailn I;i coristiturionalid:id
de iiii:i ley, si la parte agraria<la no proiiaierr. por 1,rimcrn > e l , <Ictitro de ciento
oc1ici:t;i rli;;s coiisccutivos, contados a 11:irtir de In Ieclia cn <luo e i i t r c t i eri v i g t r ];,S
I~reccriicsrelurmac n la Ley Orfiiiiica dc los articillos 1íU >, 107 <le l;i Constitucihn
Fe<ler:il. y dcspuCs, conforme a lo qoe determina la frnccii.n V dcl :irticulo 74".
1:ii
torno a este articulo, sí. Ii:ihi;cri plaritradu, priiicil>:il<iientr, las sigiiientes
ri~c.ti<,ncs: la de iticlusión o iio de los diac ililiibilec cn el cbni~,iito <Ir los cierito
oclic~ila(lias a que se refierc cl citailo ;rrticiilo transitorio, 1:i <Ic irilcrriil,cii.n riel
ti.rinino para la caducidad por 1:is actii:iciones judiciales, y ia rrlxtiv:~ :i qi:é m<irrirnto debiera ser considerado corno inirial dc la caducidacl.
Irabiendo surgido discicpaiicia critre la Cala Scgii~i<l:i(le I:i Siipriilin Clirte y
I:i Cala Auxiliar cobrc estas ciiestiones, la Siil>reni;i Cortc, riiinida en jilenu tntraordinario, lia r ~ s u e l t u 27
:
.- c .A.niiinro directo 871311950. Ilrsuelto el 16 dc niarzo d: 1/53.
26 3Rivi.i<in 4060/1952. lleauclto el 18 de marzo de 19i.".
27 Acucrdur de 29 de abril dc 1953.
A ) Con fundaniento en las disposiciones de los articuloe 107, fracci6n X I I I ,
<le la Constitución General de la República, y 195 bis de la Ley de Arnj>aro. no dehen
iricluirse los dias inliábiles en el cómputo de los ciento ochenta diac a que se refiere
el articulo SV transitorio del Decreto reformatorio de dicha Ley, vigente desde cl
20 de mayo de 1951.
B ) Con fiiiidamento en los articulos 107, frncciOn XIII, de la Constitución
Federal y 195 bis <le la Ley de Amparo, y para los efectos y con las limitaciones
que estos I>receptas disponen, ki fracciún V del articiilo 74 de la Ley de Amprifo
iio e s t i en contradicción con la fracciún S I V del articiilo 107 de la Constitucii,ri;
y. por lo tanto, para qtie opere la causa de sohreimiento seiiñlada por el referido
articiilo 74. iracción V, es necesaria la inactividad de la parte agraviada y la :lo
ejecuciiio de actos ~>rocesnlesen el jiiicio, diirante el téniiinu de ciento oclienr:i
dkis. y
C ) Con fundamento cn los articulos 107. f r a c c i h XIII, de la Constiturii-:i
Federal, y 195 bis de la Ley de .Ampar<i,y 1,arn los efectos y l i s lirriitacioncs que los
mismos preceptos establecen, se declara que el termino 'le ciento oclienta dkrs i:iie
estatuye el articulo 74, fracci¿>n V de la Ley reglamentaria del juicio constitociari;,l.
comienza a correr a partir del momento de la notificación :a1 agraviado. del ;iuto
que dé entrada a la demanda.
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