Educación Física y saber nadar - Universidad Nacional de Tucumán

Anuncio
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
Educación Física y saber nadar
Prof. Andrew Wheeler - 2005
Historia del saber nadar
El origen de la natación se remonta hasta las culturas mas antiguas. Indudablemente que
el dominio del medio acuático es uno de los fenómenos de adaptación mas destacados en el
hombre.
Los animales en su gran mayoría, saben nadar instintivamente y el hombre
conserva ciertos resabios de este tipo de adaptaciones (reflejo natatorio). Sin embargo no ha
poseído esta facultad instintiva para adaptarse al medio acuático, sino que ha sido adquirida
a través de mecanismos de adaptación del sistema nervioso central a las demandas del
medio circunstancial.
En la cultura egipcia el saber nadar constituía uno de los pilares dentro de la educación
pública y a la natación se le reconocían beneficios terapéuticos importantes. También en
las culturas Griega y Romana se distinguía socialmente como persona culta a aquel que
sabía nadar y leer, además de tener una relevante importancia en el entrenamiento militar.
Esta relación entre la natación y la preparación para la guerra se identifica también en la
segunda guerra mundial con el desarrollo de técnicas que significaron avances estratégicos
para el cruce de ríos con armamento y en forma sigilosa. En la cultura fenicia, los hombres
se caracterizaban por ser grandes navegantes, preparaban y disponían en los barcos y
puertos equipos de nadadores que cumplían funciones de salvataje, limpieza y atención de
estos lugares.
En la edad media, a partir de concepciones de la iglesia, la actividad física decayó en
forma importante y también todas las prácticas natatorias. Entren ellas las desarrolladas en
piscinas construidas en los imperios Romano y Griego que dieron lugar a prácticas
consideradas inmorales. Además a las piscinas artificiales y otras prácticas se les atribuyó
ser facilitadoras del contagio de epidemias que azotaban europa.
La natación como competición: La natación como competición aparece en el año 38 a/c
en japón en tiempos del emperador Sugiu, pero es a fines del siglo XVIII que se instituye la
primera organización de competición, la National Swimming Society, fundada en Londres
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
en 1837. En 1869 se creó la Metropolitan Swimming Association, que después se convirtió
en la Amateur Swimming Association (ASA). Los primeros Juegos Olímpicos de la era
Moderna, en Atenas, incluyeron la natación de hombres (1896); la competición femenina se
incluyó recién en el año 1912. La natación competitiva se asocia rápidamente con la
velocidad de nado, sin embargo existen actualmente otras formas y disciplinas: los saltos
ornamentales, el waterpolo, la natación sincronizada. Otras especialidades son la natación
en aguas abiertas con distancias que van de los 5 a los 25 km; la natación equipada en la
cual se utilizan algunos implementos como aletas, manoplas, máscara y tubos para respirar.
En otras disciplinas deportivas se la incluye como parte del esfuerzo total que debe realizar
el atleta y es el caso del Triatlon o los deportes de aventura.
A partir del siglo XIX la natación empezó a ser considerada cada vez con mayor
relevancia dentro de las posibilidades de actividad física del hombre, tanto desde el punto
de vista deportivo, educativo, recreativo, entrenamiento, salud, terapéutico como de
seguridad. Indudablemente que muchos de estos avances se lo debemos al desarrollo de la
natación competitiva, pero no podemos pensar solo en este aspecto en el tratamiento de la
natación postmoderna.
Evolución de los estilos crol de frente y crol de espalda:
Nadar es la conducta de
trasladarse en el agua manteniendo una técnica que permita la respiración. En grabados
antiguos se pueden identificar formas rudimentarias del crawl (reptar) en el que el
individuo se desplazaba con movimientos alternados de manos y pies en un plano
ligeramente inclinado manteniendo la cabeza fuera del agua. En la Odisea de Homero el
autor describe como “Odiseo extiende los brazos en el agua” para impulsarse; lo que
sugiere el uso de un estilo parecido al actual pecho. Esta forma de nado se supone deriva
de la observación del nado de la rana y otros batracios.
También el estilo espalda se supone que se debió utilizar pero no existen evidencias o
descripciones de cómo se lo realizaba. En 1840 aproximadamente se desarrolló el nado de
costado o lateral, donde las piernas realizan un movimiento de tijera y los brazos se mueven
por dentro del agua, mas tarde uno de los brazos se lanza por fuera del agua. Actualmente
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
el nado lateral se utiliza en salvamento y no se constituyó nunca como nado de
competición.
En 1873 el inglés Trudgen incorpora el conocimiento de una forma de nado muy
parecida al crol actual pero con la cabeza totalmente fuera del agua y escaso o nulo
movimiento de los pies, traída de observaciones realizadas en tribus de Sur de América.
Esta técnica denominada “trudgeon” se utiliza como forma de desplazamiento en el
waterpolo, pero con vigoroso movimiento de piernas. En Alemania se conoció esta técnica
como “brazo levantado” que implica el recobro aéreo de brazos y movimiento de piernas
tipo pecho. Healy, demostró en un festival acuático en Australia una técnica igual pero con
movimiento alternado de piernas donde los talones superaban la superficie del agua. Una
mejoría importante de este estilo se señala en 1912 introducida por Kahanamoku al realizar
la patada tipo aleteo totalmente por debajo de la superficie. No se menciona ni registra el
momento en que se introduce la respiración de costado introduciendo la cara en el agua.
El estilo espalda se ha desarrollado junto con el estilo braza o pecho. Mientras se
mantenía la posición decúbito dorsal, se realiza la patada tipo “rana” y los brazos con
recobro aéreo empujan simultáneamente hacia atrás, lateralmente y hasta los muslos, para
luego reiniciar el ciclo. Guts Muths enseñó estos estilos en Schepfenthal desde inicios del
siglo XVIII. Junto con la evolución del estilo crawl, castellanizado “crol”, (arrastrarse o
reptar) se desarrollo el “crol de espalda” demostrado por Hebner en los Juegos Olímpicos
de Estocolmo en 1912 quien se adjudicó el primer lugar. El anterior estilo quedó solo
como una forma utilizada popularmente como mantenimiento o recreación.
Evolución de las salidas: originalmente las salidas se realizaban desde dentro del agua. En
1912 se introducen las salidas desde afuera de la pileta. En 1920 se utilizaba para todos los
estilos la salida desde fuera pero en 1924 la salida de espalda volvió a ser realizada desde
dentro de la pileta. En los Juegos Olímpicos de Helsinki algunos nadadores utilizaron
aprovechando las condiciones del reglamento, una salida desde parados del rebosadero
impulsándose con un salto hacia atrás.
Las reglas de la Federación Internacional de
Natación restringieron esta forma obligando a salir con los pies totalmente sumergidos,
forma utilizada hasta nuestros días.
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
Las salidas desde fuera de la pileta fueron evolucionando para alcanzar en primer
término mayor distancia. Así se introducen movimientos amplios de impulso de brazos con
medias o completas circunducciones de brazos. En la búsqueda de mayor instantaneidad en
la salida surgen movimientos de impulso de brazos contra el taburete de salida llevándolos
directamente hacia delante con una flexión y extensión de codos. El apoyo de los pies en la
plataforma de salida, fue paralelo desde sus inicios, se introduce en la última década del
siglo XX el apoyo de los pies tipo salida de “atletismo” con la finalidad de reducir la
posibilidad de pérdidas de equilibrio, lo que acarrearía actualmente la descalificación. Por
otro lado se logra un mayor tiempo de aplicación de fuerza para alcanzar mayor distancia
en detrimento de la instantaneidad de la salida.
Evolución de los virajes o giros (vueltas): las piletas internacionalmente válidas son de 50
metros, por lo tanto las distancias de competición serán múltiplos de estas. Esto genera
desde el nadador y entrenador a considerar la vuelta o giro como una parte importante para
el rendimiento en pruebas de más de 50 metros. Desde un inicio los nadadores se paraban
sobre sus pies y giraban impulsándose en la pared. La técnica de las vueltas fue afectada
principalmente por las reglas que se fueron imponiendo. La vuelta ortodoxa de crol de
frente se constituía en un giro lateral generado a partir del apoyo de una mano en la pared,
mientras el otro brazo se dirigía en sentido contrario para luego juntar las manos y realizar
el impulso desde la pared. Posteriormente el reglamento habilita el tocar la pared con
cualquier parte del cuerpo, se desarrolla así la vuelta libre (tipo rol) sin toque de la mano en
la pared y el apoyo directo de los pies en la misma, denominada “americana”. Esta
evolución marco un importante progreso en las marcas. Parecida evolución se dio en la
vuelta del nado espalda en la que reglamentariamente se obligaba a tocar la pared con una
mano. Inicialmente se realizaba un giro sobre la espalda (eje anteroposterior) luego de
realizar el toque en la pared con una mano. Esto evolucionó a una especie de voltereta (eje
transversal) lanzando los pies por fuera del agua hacia atrás luego de realizar el contacto
con la mano y finalmente con la modificación reglamentaria de permitir abandonar la
posición sobre la espalda, se llegó a la vuelta actual con voltereta completa tipo
“americana” luego de realizar un giro sobre el eje longitudinal del cuerpo.
Como
característica distintiva de los últimos pasos dentro de la evolución de la vuelta espalda
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
aparece luego del primer deslizamiento, la ejecución de la patada simultanea de ambos pies
tipo delfín invertido.
Educación Física, actividad acuática y saber nadar:
Debemos en primer lugar definir el término actividad acuática.
Teniendo en cuenta
conceptos vertidos por Moreno Murcia, entendemos la actividad acuática como todas las
manifestaciones motrices con o sin elementos que se desarrollan en este medio, y por lo
tanto implican saberes de diferente orden. Estos saberes han sido y son identificados en el
campo de la Educación Física con el saber nadar, es decir en relación al aprendizaje de
movimientos para desplazarse o flotar en el agua. Se prioriza el conocimiento motor con
una marcada tendencia deportiva:
la preparación para un futuro de participación en
competición. Esto se demuestra a partir de que la actividad de natación en las escuelas se
centra en el aprendizaje de las formas de nado, dejando de lado o minimizando la oferta
lúdica, la danza o la salud. Sin embargo creo que debemos adentrarnos a una concepción
de Educación Física y actividad acuática mas amplia, integradora e inclusiva con un
carácter educativo mucho mas abarcativo que el saber nadar.
Sostenemos una concepción de la actividad acuática en forma diferenciada del deporte
Natación, que se estructura sobre la base de una perspectiva educativa social, inclusiva, no
discriminadora frente a otra casi permanentemente ofrecida sobre una base de exclusión,
eficientismo y rendimiento. Esta última perspectiva de enfoque de la oferta ha determinado
a lo largo de muchos años, un estrechamiento de las posibilidades de llegar con la actividad
acuática a una gran cantidad de personas y por lo tanto ha cercenado amplias posibilidades
de desarrollo social. Este nuevo enfoque contempla la riqueza psicomotriz que implica el
contacto con algún ambiente acuático, y resaltando el aspecto actitudinal, se conforman
competencias motrices, que representan una importante área de desarrollo de la actividad
educativa, que no debe ser descuidada. Así es que por ejemplo, enseñar a nadar como
comportamiento motor1 puede implicar, mas que un elemento de seguridad, una situación
de alto riesgo al no desarrollar conjuntamente hábitos de seguridad tanto referidos a la
persona como a los otros. Comprobaciones realizadas por el proyecto sobre Seguridad en
1
Conocimiento motor entendido solamente como el aprendizaje de la habilidad para el desplazamiento en el
agua sin entrar en ningún otro aspecto de orden social o cognitivo.
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
los ambientes acuáticos del Noroeste Argentino, desarrollado en la Facultad de Educación
Física (1998), arroja resultados en este sentido, donde casi el 100 % de las personas que han
sufrido trauma acuático o han estado comprometidas en situaciones de riesgo de ahogo,
¡sabían nadar!. Por lo tanto entendemos que la búsqueda de aprendizajes integrados en el
sentido de competencia motriz implica contemplar el aprendizaje de todos los aspectos
mencionados anteriormente que se integran en la formación de la personalidad. Es decir
que no se trata solo de contemplar y priorizar el desarrollo de algunos patrones motores
relacionados con el movimiento de las manos y/o los pies o el desarrollo de algunos
ejercicios de organización del esquema corporal, espacial, temporal. Si fuera de esta última
forma, estaríamos considerando el cuerpo como un instrumento con una mirada muy
similar que a la máquina. Atendiendo las demandas actuales deberíamos ampliarnos hacia
una concepción de Educación Física que considere que “...el hombre no solo es capaz de
captar la realidad con una forma de conciencia ingenua que guarda datos y memoriza
situaciones, sino también con una forma de conciencia crítica que le permite la
comprensión y, por lo tanto, la acción sobre ella...”. “...Considerando a la educación un
acto político, que tiende a emancipar al hombre de una condición existencial, elevándolo
hacia formas de vida plenamente humanas, y teniendo en cuenta las graves situaciones de
desigualdad e injusticia social en las que se desenvuelven los países del tercer mundo, se
torna imperioso para sus comunidades forjar y desarrollar políticas educativas y proyectos
pedagógicos al servicio del interés nacional y popular hacia la formación de individuos
críticos, solidarios y con un alto espíritu colectivo...”2
Debemos entonces establecer una diferenciación con el paradigma deportivo o de
rendimiento que principalmente ha influido nuestro concepto con respecto a la actividad
acuática. La necesaria relación con los otros, la cooperación, el cuidado del compañero en
las situaciones de riesgo controlado que ofrece el medio acuático, el cuidado del medio
ambiente, la higiene personal y de los espacios, como elementos que intervienen le otorgan
un valor pedagógico significativo. Por aprendizaje significativo entendemos el desarrollo
de competencias
2
que resuelven adecuadamente el cambio de las concepciones y las
Raul Gomez, Educación Física. Propuesta de enfoque para la integración de contenidos de la educación
física y deportiva a los contenidos básicos comunes.
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
conductas de los alumnos en formación y de su relación con el ámbito real, marcando una
adecuada progresión y momento oportuno para su apropiación.
Todo docente, intermediando la actividad acuática, puede y debe tratar de cumplir los
objetivos inherentes a la disciplina Educación Física bajo esta concepción educativa.
Podemos identificar dentro de estos objetivos de la actividad acuática educativa para la
enseñanza general básica, el abordaje de contenidos como conductas de higiene, orden,
seguridad, comportamiento social cooperativo, respeto por las normas, conciencia
ecológica, comunión y conocimiento en y con el medio ambiente, desarrollo de capacidades
y estructuras para el control y conducción del movimiento, etc.
Existen otras posibilidades de aplicación de programas acuáticos mas allá del deportivo
y educativo, pero es en el ámbito de la Educación Física donde se estructuran las
principales confusiones. Así que hemos tratado de marcar estas diferencias.
Al decir de Moreno Murcia, los programas educativos son un escalón previo que todo
sujeto debe pasar en su etapa de formación. El carácter educativo diría que se constituye
como base de muchos otros programas, sin embargo podríamos diferenciarlo asociándolo
con los niveles formales de educación.
La ambientación para saber nadar:
Cuando hablamos de ambientación en natación, nos referimos al desarrollo de
competencias relacionados con el dominio del medio acuático en una fase inicial. Es la
apropiación de los saberes iniciales a fin de lograr las primeras adaptaciones de conductas
al medio acuático. Estos saberes iniciales los podemos agrupar en líneas de aprendizaje
íntimamente relacionados. Así siguiendo a Moreno Murcia en su clasificación desde el
punto de vista de la motricidad acuática específica, distinguimos en primer orden (por su
implicancia primaria y directa con el dominio del cuerpo en el agua) Equilibrio con
aplicación a la flotación y respiración; y Desplazamiento con aplicación a la propulsión, el
salto y giros. En un segundo orden podemos distinguir Habilidades Manipulativas como
lanzamiento, recepción, conducción. Este segundo orden de importancia se da por su
carácter secundario para desenvolverse en el medio acuático y por implicar en nuestra
cultura, adquisiciones anteriores a los 3 o 4 años de vida. Sin apartarnos del concepto de
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
competencia motriz debemos considerar el desarrollo de otras capacidades que se implican
en estas habilidades, identificamos la apropiación de nuevas sensaciones externas e internas
referidas al esquema corporal, y en relación a los otros y los objetos, modificaciones
afectivas y dominio de si en situaciones de riesgo, pensamiento táctico y estratégico,
operaciones de pensamiento y conocimientos que se derivan de crear, recrear y enriquecer
todas las interacciones con el medio acuático.
Basándonos en la concepción de Educación Física que desarrollamos anteriormente
entendemos que podemos establecer una serie de objetivos orientadores de las actividades
acuáticas en un nivel de desarrollo básico.
Obtención de una motricidad suficiente (cantidad y calidad de experiencias) y
adaptada a los requerimientos de diferentes espacios acuáticos.
Adquisición de conductas de cooperación, seguridad e higiene personal y ambiental.
Disposición placentera y autonomía para enfrentar desafíos.
Facultad para organizar estratégicamente la solución de problemas y formas de
relación con los otros y el medio.
Los lineamientos curriculares vigentes en la provincia de Tucumán respecto a la EGB 1
y 2, contemplan un eje organizador denominado el cuerpo y el medio natural. Dentro del
mismo se incluyen contenidos relacionados con el medio acuático.
Transcribimos a continuación los contenidos conceptuales y procedimentales
establecidos en el Diseño Curricular Jurisdicción Tucumán:
Contenidos conceptuales: el medio acuático , posibilidades motrices . Riesgos
Contenidos procedimentales: juegos con el agua y en el agua. Exploración y ajuste de
posibilidades de adaptación al medio acuático tales como respiración, equilibrios,
desplazamientos , flotación , inmersión.
A partir de estos planteamientos previos haremos algunas aproximaciones didácticas y
conceptuales sobre los diferentes apartados y el contenido que entendemos debería incluirse
en un programa de ambientación básico.
Equilibrio:
El medio acuático presenta una situación de ingravidez, de disminución de la audición y
visión. Por lo tanto la sensación de peso corporal percibida, la pérdida de la base de
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
sustentación, la orientación y la diferenciación de los movimientos, exige marcadamente
todo el sistema equilibrador. Esta situación además de novedosa cambia rápidamente. De
acuerdo a lo estudiado en principios físicos la flotabilidad del cuerpo humano se puede
proyectar en un centro de flotación que es estable, ya que está determinado por el centro del
volumen del cuerpo humano. El centro de gravedad del cuerpo está determinado por el
centro de la masa. El cambio de la posición de algún segmento hacer variar el centro de
gravedad y el sacar o introducir algún segmento en el agua hace variar el centro de
flotación.
Podemos entonces lograr cambios en la posición de flotación a partir de
aproximar o alejar en diferentes sentidos el centro de gravedad y el centro de flotación.
Luego de una modificación determinada la persona tenderá a buscar una posición de
equilibrio o a contrarrestarla con movimientos si esta posición fuera indeseada. Estas
experiencias y vivencias proveen de controles básicos de la motricidad en el agua que luego
se constituirán en patrones de mayor complejidad en un proceso de modularización 3 por un
lado y por otro irán forjando la personalidad y todas las operaciones necesarias para
facilitar esos ajustes.
Prácticamente esta capacidad para desequilibrar y reequilibrar, en una palabra, de
controlar el equilibrio, tanto desde posturas estáticas o dinámicas se va desarrollando en
todas las actividades que se plantean en el agua, sin embargo nos referiremos a dos ámbitos
mas específicos en los cuales entendemos se requieren con mayor énfasis: por un lado la
respiración, que incluye el introducir la cabeza en el agua y por lo tanto presenta problemas
para el control del equilibrio desde el momento en que se pierde o dificulta la visión; por
otro lado la flotación, por el hecho que se altera la sensación de peso y control corporal.
Respiración:
Dentro de la respiración mencionamos las siguientes habilidades: introducir la cabeza
en el agua, apneas prolongadas, espirar debajo del agua, realizar respiraciones rítmicas con
espiración subacuática, realizar respiraciones adaptadas a diferentes movimientos.
El introducir la cabeza en el agua, implica una disminución de la audición, de la visión y
una sensación total de ingravidez. La disminución de la audición, reduce la capacidad de
orientación en el espacio, por alteración de la sensación de diferencia sonora entre un oído
3
Proceso en el cual una estructura de movimiento o patrón básico se combina con otro para conformar un
tercero de mayor grado de complejidad.
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
y otro4. La disminución de la visión, produce una merma importante de información para
el control del equilibrio. Será de importancia el uso de anteojos de natación o si las
condiciones ambientales lo permiten incentivar a abrir los ojos debajo del agua, cosa que
desaconsejamos en los natatorios públicos que no dispongan de un elevado control de
higiene y concentración de cloro y otros productos. La habilidad de apnea prolongada, se
inicia con cortos tiempos de apnea donde la principal dificultad está en la sensación de
contacto de la cara y especialmente la nariz en el agua. Se evoluciona luego a apneas
prolongadas con búsqueda de elementos y a diversas profundidades, con y sin ayuda de
elementos auxiliares para facilitar la inmersión. Espirar debajo del agua, implica una
dificultad para el alumno que realiza sus primeros pasos, ya que el agua ofrece resistencia a
la salida del aire, y en algunos casos se debe contemplar que abrir la boca debajo del agua
genera temor de que el agua se introduzca produciendo ahogo. La espiración se deberá
dominar por boca y nariz. Una vez desarrolladas estas habilidades y modularizando el
proceso, es que se pueden construir habilidades de mayor complejidad como
las
respiraciones rítmicas. Estas implican inspirar y espirar sucesivamente sin interrupciones
por períodos cada vez mas prolongados. Finalmente, estas habilidades podrán hacerse mas
complejas cuando se combinen con diferentes formas de traslación en el medio, con
movimientos de piernas brazos o saltando en el fondo de la pileta, o la flotación.
Flotación:
Los ejercicios de flotación, incluyen en primera instancia la vivencia de la flotabilidad
natural del cuerpo. Estas vivencias se realizan en diferentes posiciones, como un primer
paso inicial hacia las posiciones de los diferentes tipos de nado, o sea posiciones en
decúbito dorsal y ventral. Además y anteriormente a estas, se tratará de lograr la flotación
vertical. Esta última afirmación, tendrá sus consideraciones especiales en el caso de la
enseñanza de la natación a niños muy pequeños, ya que las posiciones en decúbito dorsal y
ventral, preceden a la flotación vertical.
La flotación ventral implica mantener unos
segundos la posición horizontal del cuerpo con la cabeza introducida en el agua, para luego
4
Cuando queremos determinar con exactitud la procedencia de un sonido solemos colocar las manos
rodeando el pabellón de la oreja a fin de aumentar la diferencia de percepción sonora entre un oído y otro, y
así poder determinar el lugar del cual proviene el sonido. Esta determinación se ve totalmente alterada en el
medio acuático.
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
evolucionar a levantar rítmicamente la cabeza y respirar. La flotación dorsal, implica
mayores dificultades en niños mayores y adultos. En este sentido será necesario asegurarse
a través de diferentes actividades en la parte baja de la pileta, que el alumno sea capaz de
analizar y descubrir las maniobras necesarias para recuperar la posición de pie o la
verticalidad. Esta es una habilidad de suma importancia ya que de no poder controlar los
movimientos para recuperar la verticalidad se corre peligro de ahogo acuático en zonas de
baja profundidad.
Las actividades de flotación exigen progresividad de acuerdo a la
evolución psíquica del alumno en cuanto a su sensación de seguridad y dominio. Así es
que nuestra propuesta debe ir generando paulatinamente las adaptaciones necesarias que
permitan abandonar las sujeciones de seguridad al borde, compañeros, elementos flotantes
y aumentar las distancias entre estos “puertos seguros” y el alumno.
Desplazamientos
El desarrollo de las habilidad para los desplazamientos, implica el análisis y exploración y
descubrimiento de posiciones horizontales mas eficientes e hidrodinámicas y la propulsión
de manos y pies. Por otro lado si bien el objetivo fundamental apunta al desplazamiento
sobre la superficie, se deben tener en cuenta en las tareas los desplazamientos subacuáticos.
Deslizamientos:
Los momentos iniciales consisten en la adopción de posiciones horizontales mediando
impulsos de pies o manos en la pared o utilizando ayudas de compañeros y materiales que
faciliten la noción de deslizamiento en forma pasiva. Estas actividades si bien son
desplazamientos, no solicitan al alumno generar fuerza propulsora.
Enfatizan por su
pasividad la sensibilidad para lograr posiciones hidrodinámicas y la culminación en el
desarrollo de conceptos tales como la flotabilidad y sustentación del cuerpo en movimiento
dentro del agua
Propulsión:
Ya en el desplazamiento propiamente dicho, este se produce por acción de los brazos,
funcionando las piernas con función equilibradora. Sin embargo las observaciones de
alumnos en etapas iniciales permiten apreciar que existe la tendencia a aplicar los
movimientos de la carrera al desplazamiento en el agua, observándose una especie de
movimiento circular de los pies, con una marcada rigidez en los miembros superiores. Esta
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
rigidez se debe a la intención de asirse de algún elemento seguro.
Paulatinamente y
transitando sucesivas vivencias el alumno evoluciona a formas de “aleteo” o “batido”de
piernas. Esto denota el nivel de evolución y apropiación y verdadero dominio del medio
acuático y deben ser tenidas muy en cuenta por el docente. Los movimientos de manos
también evolucionarán a movimientos de tipo “hélice”5, los estadios iniciales de estos
patrones propulsivos consisten en movimientos de impulso rectilíneos con recobros
circulares; en un estadio maduro estos movimientos son helicoidales, tratando de generar
fuerza ascensional6.
Los movimientos de piernas que se logren generan automáticamente una evolución en la
posición de desplazamiento, pasando de la verticalidad a la horizontalidad, sin que
signifique esto una etapa evolutiva única, pudiéndose presentar casos a la inversa.
La propulsión de brazos y piernas presentará desde su inicio formas relacionadas con
los diferentes nados (alterna o simultanea), si bien existe una mayor tendencia a aplicar
movimientos alternos por su parecido con el gateo, la caminata o la carrera, existen casos
en que tales movimientos se realizan en un primero momento en forma simultanea. El
docente debe respetar la forma de propulsión adoptada por el alumno y generar las
situaciones que permitan enriquecerla y ampliarla.
Si el proceso de ambientación se desarrolla en parte profunda, los miembros inferiores
precederán a los miembros superiores en su evolución, cumpliendo estos últimos funciones
de prensión de elementos que den seguridad. Si el proceso se desarrolla en la parte de poca
profundidad se anula las evolución primaria de los miembros inferiores dado que cumplen
igual función que en los desplazamientos terrestres.
Será necesario alternar ambas
experiencias o bien utilizar elementos flotantes en los brazos (bracitos) o tipo mochila para
dejar libres manos y pies y acelerar así el proceso de evolución de la propulsión.
Continuando con la ampliación de las posibilidades motrices en cuanto a los
desplazamientos, será conveniente proponer ya dentro de una fase final del proceso de
5
Movimientos curvilíneos de las manos, manteniendo un determinado ángulo de ataque en relación a la
trayectoria de la mano en el agua que permite generar una fuerza sustentadora utilizada para propulsarse en el
medio.
6
Es una fuerza resultante de generar diferencia de presión entre el dorso y la palma de la mano a través de
movimientos de la mano en un mismo plano y con un ángulo de inclinación óptimo. Según Ernest Maglischo
este ángulo óptimo oscila entre los 30º y 40º.
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
ambientación, los desplazamientos libres en la parte profunda de la pileta. Sin bien no se
espera hasta último momento para brindar al alumno la experiencia de explorar la parte
profunda, esta fase de desplazamiento sin elementos flotantes se constituye en el avance
casi primordial para el logro de un dominio del medio acuático.
Salto:
Este patrón motor básico se desarrolla alrededor de los dos años de edad cronológica.
En la actividad acuática reviste una importancia particular ya que permite vivencias poco
posibles en la vida terrestre. Implica entonces una tarea muy atractiva para los alumnos ya
que no requiere soportar el impacto de la caída. Es importante destacar que no puede
incluirse el salto como una de las primeras formas de introducirse en la pileta. Será
necesario establecer una cierta progresividad en los descubrimientos previos. De hecho que
el salto se debe proponer una vez que se hayan dominado al menos básicamente las formas
relacionadas con la respiración. La introducción repentina y abrupta en el medio acuático
puede generar una sensación desagradable por la introducción de agua en la nariz o bien
por la sensación de cambio repentino de medio. Un desfase entre el tipo de salto propuesto
y el nivel de habilidad del alumno puede generar miedo y disminuir o atenuar su espíritu
explorador, al mismo tiempo que es probable observar un retraso en el desarrollo de la
habilidad para el dominio acuático. Dado que el salto genera un alto nivel de acatamiento
por el disfrute que propicia, se debe invitar a la exploración de todo tipo de formas y
progresivamente, desde las posiciones mas bajas hasta inclusive saltos desde pequeñas
elevaciones adoptando todas las posiciones posibles.
Giros:
Los giros son casi una consecuencia del dominio directo de formas de flotación y
propulsión. Se pueden proponer en relación al propio cuerpo o con la utilización de
materiales flotantes o de referencia sobre los cuales girar. Es necesario el dominio de las
espiraciones por nariz a fin de evitar la sensación desagradable de introducción de agua.
Un posibilidad atractiva son los giros y volteretas en parejas o pequeños grupos. El giro
constituye en si una situación de desequilibrio muy grande que demanda de nuevos y
variados ajustes de los movimientos de manos y pies a fin de lograr mantener el control del
equilibrio.
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
Manipulaciones:
Ya desde las primeras experiencias de manipulación del material flotante y las
prensiones necesarias para asirse a estos, el alumno interactúa con los objetos y personas.
Lanzar, recibir, rodear, empujar, asir, deben ser las formas que resulten de las propuestas de
exploración y relación ( abajo, adentro, entre, arriba afuera, antes, después, etc) que haga el
docente. Es importante que las propuestas permitan ampliar el campo de estas formas de
movimiento a la exploración de todas las partes del cuerpo y no circunscribirla solamente a
respuestas con las manos o brazos. Por otro lado la propuesta irá asociada a todo tipo de
exploraciones con respecto al material y su acción en el medio acuático. El buceo, las
construcciones diversas, como puentes balsas, o debajo del agua, deberán ser algunos de los
resultados de las propuestas de los docentes. Estas tareas serán orientadas a la resolución en
equipos o pequeños grupos en donde se pongan en juego, el respeto por las posibilidades
del compañero, el liderazgo, y diferentes roles, etc.
Como se aprende en las primeras etapas.
El período critico de los aprendizajes: la noción de período crítico según Scott(1969)
indica que si en un momento mas o menos preciso del desarrollo de un individuo no
ocurren ciertos hechos particulares, en él se produce un déficit importante e irreversible.
En nuestra realidad socioeconómica, y solo hablando en el ámbito de la actividad acuática,
podemos asegurar que los ambientes en que se desarrollan los niños no contribuyen
directamente a que estos periodos críticos sean saturados a pleno con la estimulación
adecuada. Por ejemplo mas del 90% de los niños que llegan a 7mo grado en las escuelas
públicas de Tucumán, no saben nadar y tienen serias dificultades para desenvolverse en
este tipo de ambientes. (Proyecto Seguridad En Ambientes Acuáticos Del Noroeste
Argentino. EUDEF. 1998)
La adaptabilidad de los niños se encuentra condicionada por factores biológicos y
culturales. En este sentido queremos destacar los condicionantes que ejercen los padres y
la sociedad en general a la práctica de actividad acuática debido a su peligrosidad.
Peligrosidad mal concebida y acumulada generación tras generación.
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
Para explicar la adaptabilidad al medio acuático sostenemos que el individuo a través de su
capacidad de filtrar, almacenar, codificar, transformar y recuperar las informaciones que
provienen del medio, va organizando sus acciones. Hacemos al igual que Juan Antonio
Moreno Murcia7, la salvedad de que el proceso de adaptación se realiza sobre alguna base
de actividad cognitiva y de comprensión por parte del alumno y no como una percepción
directa sin necesidad de ninguna elaboración mental previa.
El docente debe
permanentemente exigir y proponer las operaciones de pensamiento que las circunstancias
requieran propendiendo al aprendizaje de conceptos y normas, como al desarrollo de
competencias.
El shock en las experiencias de actividad acuática.
Cuando un niño enfrenta un ambiente acuático, lo hace en la mayoría de los casos con un
alto grado de alegría y disfrute. El mismo selecciona su forma de proceder de acuerdo a sus
posibilidades. Sin embargo en una situación social y/o de enseñanza, el docente o las
circunstancias exigen un proceso mas acelerado para enfrentar situaciones nuevas. Esta
mayor exigencia, se percibe como desequilibrio entre lo que el niño cree que puede ejecutar
y lo que la situación exige. Este desequilibrio genera un shock en el que se pueden
identificar aspectos emocionales, sensoriales y cognitivos.
Los aspectos emocionales se relacionan con la sensación de temor asociada a la
inseguridad-seguridad, confianza-desconfianza con las personas circundantes y en relación
a uno mismo. Principalmente este aspecto del shock está condicionado por el conjunto de
relaciones afectivas que se hayan establecido con el ambiente social inmediato y que tiene
como base las relaciones afectivas que se hayan establecido en el ambiente social mas
alejado espacialmente y temporalmente y que constan en la memoria del individuo. En este
sentido queremos destacar que un niño que se siente seguro, puede avanzar en forma
impetuosa en sus exploraciones y aprendizajes sin medir las consecuencias a veces
desagradables que genera el shock a nivel sensorial. Este aspecto sensorial está relacionado
con la estimulación de los mecanismos receptores externos como internos. La sensación de
ingravidez, el contacto de la cara en el agua, el ligero ardor que puede producir el agua en
los ojos, la temperatura ambiente, etc. son nuevos estímulos que pueden ser fácilmente
7
Actividades acuaticas educativas. Edit. INDE. 1998
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
receptados si la actividad se desarrolla sobre una base emocional altamente agradable,
resaltando dentro de esto los aspectos de seguridad. La carga emocional desagradable
(principalmente signada por el temor), indudablemente puede provocar la inhibición para
actuar. Sin embargo la rigidez en los miembros y el exceso de tensión en todo el cuerpo, no
nos hablan de la sensación de agradable o desagradable sino del conjunto de toda la carga
emocional del momento o situación a explorar. Podemos denominar esta rigidez “tensión
de espera” frente a una situación que se está explorando. Se demuestra esto en que ningún
niño que sufra trauma acuático se queda tieso esperando hundirse debido a la gran carga
emocional que puede generar la situación, por el contrario echará mano a todos sus recursos
motrices disponibles a fin de salvar las circunstancias. Esta “tensión de espera” estaría
relacionada con los tiempos latentes de organización del acto motor. La evolución se
establece desde algunos movimientos de las extremidades que son desorganizados al
principio hasta movimientos mas o menos eficientes para el desempeño en el medio
acuático.
En este sentido será conveniente solicitar operaciones de interpretación,
comparación, análisis, discriminación, etc que permitan al niño interiorizar el resultado de
sus movimientos. La verbalización se identifica como la culminación de este proceso.
Al decir de Moreno Murcia, hay que favorecer la toma de conciencia, solicitando
alternativamente el hemisferio derecho y el izquierdo. Primero con una fase de exploración
activa global, donde se busca la acción y la entrega espontánea del alumno y luego una fase
de análisis y de afinamiento de la percepción. Las operaciones globales del hemisferio
derecho sirven a las operaciones más finas y abstractas del hemisferio izquierdo, así el
aprendizaje debe efectuarse de derecha a izquierda, es decir de lo concreto a lo abstracto, de
lo global a lo analítico. Se establece entonces que las primeras adaptaciones responden a
procesos globales donde hay que priorizar la acción y el objetivo de esa acción a fin de
lograr la adaptabilidad.
Como criterio general del aprendizaje, enfocamos la necesidad de que el docente
“acuerde” con el alumno la tarea a realizar basándose en el objetivo de dicha acción. Por
ejemplo, cruzar el ángulo de la pileta por un soporte rígido, puede cobrar mayor sentido si
se hace para transportar elementos de un borde al otro; generando inicialmente una
adaptación inconsciente.
Por contraparte meter las manos en el agua y realizar
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
movimientos circulares alternados con ellas, estando acostado fuera de la pileta, puede
carecer totalmente de sentido y hacer que el alumno desestime la propuesta pedagógica.
Avanzando en este proceso de adquisiciones es que se podrá solicitar aproximadamente
a partir de los 7 u 8 años procesos de mayor abstracción a fin de interiorizar mayor cantidad
de sensaciones (Schmitt P,1995).
El docente solicitará entonces procesos de análisis,
observación, comparación, anticipación de resultados, etc.
Juego y jugar en el agua.
Citando a Victor Pavía: “No en todos los juegos se juega, y no siempre participo de un
juego cuando juego”. Semánticamente no tenemos un término que identifique la actitud de
jugar. Este autor acuñó el constructo “modo lúdico” para identificar esa actitud de la
persona caracterizada por espontaneidad, libertad, integralidad y disfrute que se da cuando
una persona juega. Generalmente los juegos competitivos caracterizados por espacios,
reglas, técnicas y/o estrategias definidas coartan la posibilidad de “entrar” o “ponerse” en
“modo lúdico”. Además cuando las presiones, los objetivos del juego, el ambiente, la
exigencia de ganar, los miedos, etc. ejercen una influencia alejada de los principios del
modo lúdico es difícil hasta diría imposible entrar en modo lúdico.
Una situación
característica en la cual podemos identificar este concepto es aquella en que un docente o
un padre demasiado ansioso, exige una actividad determinada sin tener en cuenta el nivel
de evolución del alumno o sus intereses particulares sobre “como y con que jugar” en un
momento determinado.
El jugar en si se puede dar sin necesariamente participar en un juego que se caracteriza
por la competitividad y el establecimiento de reglas en un espacio determinado. El criterio
general que sostenemos sobre el juego en el agua està referido a este entrar en modo lúdico
con el ambiente, los demás, los objetos y el propio cuerpo. Es decir jugar en las diferentes
categorías de la acción del alumno: en relación consigo mismo; en relación con el entorno
físico; en relación con el entorno social.
En lo que respecta al juego propiamente dicho, resaltamos la importancia del juego
cooperativo, donde el foco de la competencia no se deposita sobre el compañero sino sobre
la tarea a realizar, objetivo de todo el grupo. Por ejemplo todo el grupo participa de
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
transportar una determinada cantidad de material (tablas o botellas) de un lado a otro de la
pileta en un tiempo determinado.
Es necesario resaltar que en general la oferta de juegos en el agua que sobreabunda
enfatiza el carácter competitivo entre pares. No descartamos esta posibilidad, dentro del
espectro de actividades pedagógicas.
Sin embargo creemos que no debemos
permanentemente exacerbar la competencia entre pares y mucho menos cuando estas
competiciones perduran en el tiempo, por ejemplo cuando los equipos se mantienen a lo
largo de un mes o más de colonia de vacaciones. Investigaciones de Sherif y otros8
demuestran que estas situaciones más alla de tener un efecto catártico, aumentan la
agresividad y las acciones violentas entre los grupos.
Bibliografía
Shmitt, P, Nadar, del descubrimiento al alto nivel. Barcelona. Hispano Europea (1995)
Moreno Murcia,JA y Gutierrez Sanmartin, M, Actividades acuáticas educativas. Barcelona.
INDE (1998).
Ibáñez Albert, P. (recopilador), Sobre el agua, Madrid, Comunidad de Madrid (1985)
Ruiz Perez M., Desarrollo motor y actividades físicas, España, Gymnos.
Durand, Marc, El niño y el deporte, Barcelona, Paidos (1988).
Balcells, Marta y Foguet Oleguer Camerino, La Educación Física en la enseñanza primaria,
España, Inde publicaciones.
8
en Intergroup conflict and cooperation, The robbers cave experiment, Norman, University of Oklahoma,
1961. citado por Durand Marc.
Universidad Nacional de Tucumán
Facultad de Educación Física
Cátedra de Natación – Nivel Introducción – Año 2005
Trabajo Práctico de Ambientación.
El trabajo práctico de ambientación consiste en una propuesta de actividad acuática para
alumnos del primer ciclo de la EGB. Estas actividades son diseñadas por los alumnos de
primer año de la FACDEF asesorados y acompañados didácticamente por alumnos de la
orientación en Natación (alumnos coordinadores). Los alumnos tendrán a su cargo el
diseño de las actividades y la ornamentación y diseño de materiales flotantes diversos a ser
utilizados en la propuesta.
Desarrollo del trabajo:
La pileta estará dividida en ocho espacios delimitados con
andariveles, cada uno de los cuales estará asignado a dos grupos de alumnos. Uno de los
grupos tendrá a cargo la realización de las actividades mientras el otro realizará un registro
de las reacciones de los alumnos frente a la propuesta. Luego de 40 minutos de actividad
se cambiarán los roles.
La función de los alumnos coordinadores será la de
permanentemente indicar y cuidar los aspectos didácticos de la propuesta. Previo a la
actividad este alumno coordinador mantendrá reuniones con el grupo a fin de aunar
criterios para el diseño y desarrollo de la propuesta.
Descargar