4 LA VANGUARDIA M O N O G R Á F I C O E S P E C I A L MARTES, 30 SEPTIEMBRE 2014 disciplinas Yoga para niños, jugando al equilibrio La práctica regular del yoga aporta a los pequeños ventajas tanto físicas como emocionales. En esta enseñanza se utilizan juegos y experiencias lúdicas para lograr que vean el yoga como algo no solo saludable, sino también muy divertido. bién un excelente entrenamiento físico que aporta múltiples ventajas. En esta disciplina se ejercita la conciencia corporal, y se hace especial hincapié en la correcta alineación de las diferentes partes del cuerpo, lo cual mejora la postura corporal y ayuda a evitar futuros problemas en la columna vertebral. Además, la práctica regular de yoga ayuda a los niños a desarrollar la elasticidad, la f lexibilidad de las articulaciones y el equilibrio físico, lo cual, subraya Fontova “también repercute en el equilibrio mental. El yoga ayuda a los niños a desarrollar la flexibilidad, la coordinación y el equilibrio y también a ser más expresivos y creativos Por otro lado, mejora la coordinación y les ayuda a expresarse, a poder soltar, a poder crear, e incluso a ser más dinámicos”. De hecho, el yoga está recomendado tanto para niños introvertidos y retraídos –a los que ayuda a ganar confianza en sí mismos y a abrirse a su entorno– como para niños muy activos e inquietos, a los que les puede enseñar a relajarse y a encontrar momentos de reposo y de calma. NO COMPETITIVO Al tratarse de un yoga especialmente adaptado para ellos, los niños pueden empezar a practicarlo L os benef icios del yoga abarcan un amplio espectro. Como escribe el presidente de la Asociación Sh iva- Sha kt i de Yoga Integral, José Manuel Vázquez Díaz, en la introducción a su libro Manual de Yoga Integral para occidentales, “el yoga es una manera de estar en forma física y mentalmente; una manera de descansar, de recuperar energía y lucidez. Además, a poco que profundicemos, el yoga se convierte en una herramienta de reflexión y toma de conciencia de uso diario”. Por estas razones, esta dis- ciplina ancestral ofrece beneficios físicos y mentales de los que, sin duda, también pueden disfrutar los niños. Sin embargo, el yoga parece en un primer momento una práctica alejada de lo que puede interesarles. ¿Cómo convencer a los más pequeños, siempre en busca de emociones y movimiento, de que una actividad basada en la serenidad y la concentración también puede ser muy divertida? “La clave –responde Mar Fontova, profesora de Kundalini Yoga y de yoga para niños– es que tiene que ser un juego. Porque los niños aprenden jugando”. Encontrar la calma LAS CLAVES DE YOGA... Al igual que en el caso de los adultos, las prácticas de yoga con niños se basan en tres grandes pilares: • La respiración. • Las asanas, o posturas. • La relajación. ... PARA REDUCIR EL ESTRÉS Hoy en día, los niños viven, al igual que los adultos, rodeados de estímulos. Desde la pantalla del iPad a la del ordenador o la del móvil, pasando por los mil y un reclamos de la televisión, todo parece invitarles a la dispersión. Además, las exigencias escolares –especialmente a partir de cierta edad– y los entornos ruidosos y bulliciosos de las grandes ciudades hacen que sus niveles de estrés sean, a menudo, más altos de lo que imaginamos. La práctica del yoga se convierte así también para ellos en una válvula de escape y en una forma de aprender a recuperar la serenidad. APRENDER JUGANDO El juego se convierte así en la llave de acceso para que los niños disfruten de una prácitca milenaria que no solo les ayuda a mejorar su condición física, sino también su autoconocimiento, e incluso su autoestima. Así, Mar Fontova, que imparte clases en el centro Anandaioga y en diferentes escuelas de Lleida, apunta que en las clases de yoga con niños “ jugamos a respirar, jugamos a saltar y soltar emociones, jugamos a meditar, jugamos a hacer asanas de yoga que les dan equilibrio... Y, jugando, ellos incorporan estos ejercicios a su día día de una manera divertida”. Aprovechando el hecho de que muchas de las posturas de yoga (asanas) están inspiradas en el movimiento de los animales, o que pueden relacionarse con ellas, los juegos implican a menudo imitar el movimiento de un determinado animal, para lograr así captar la atención de los niños. A través del juego, los niños y niñas se familiarizan con el yoga, y poco a poco van incorporando ese aprendizaje a su vida diaria PARA TODA LA VIDA La infancia es un momento idóneo para iniciarse en el yoga, porque, como se suele decir, los niños son como esponjas, están en un proceso de aprendizaje constante, aprendiendo no solo a descubrir el mundo, sino Yoga en las escuelas Cada vez son más los centros de educación primaria que ofrecen a sus alumnos la posibilidad de seguir cursos de yoga y meditación para mejorar su rendimiento y ayudarles a gestionar mejor el estrés. Es el caso de la escuela Sant Josep, en Sant Vicenç dels Horts, donde, desde 2010, se imparten clases de yoga en horario escolar. Según diferentes estudios, la práctica regular del yoga aumenta la atención y la capacidad de concentración de los niños, y con ellas sus resultados académicos. En Francia, la Asociación RYE (Recherche sur le Yoga dans l’Education), reconocida por el Ministerio de Educación francés, lleva treinta y cinco años formando a profesores para que puedan practicar técnicas de yoga y relajación a sus alumnos. también a relacionarse con él. Las enseñanzas que incorporan del yoga –entre ellas, aprender a concentrarse, a relajarse, a escucharse y a gestionar mejor sus emociones– les serán beneficiosas a lo largo de toda la vida. Un aprendizaje que, al hacerse a través del cuerpo, de forma práctica y lúdica, les resulta mucho más accesible y fácil de asimilar. “Si le dices a un niño que tiene que relajarse o tranquilizarse, muchas veces no es fácil para él porque no sabe exactamente qué es lo que le estás pidiendo –explica Fontova–. En las clases de yoga lo experimentan, tienen momentos de relajación, se tranquilizan, paran por unos momentos, y después, cuando quieren tranquilizarse en la vida diaria, saben qué emociones tienen que buscar y qué hacer para lograrlo”. CUERPOS EN FORMA Pero los beneficios del yoga para los pequeños de la casa no solo se reflejan a nivel mental. El yoga es tam- muy pronto. De hecho, se aconseja comenzar las primeras clases con cuatro años, aunque pueden incluso empezar antes con el yoga en familia. Este se refiere a las clases en las que padres e hijos comparten ejercicios sencillos y divertidos a los que luego pueden jugar en casa, cuyosbeneficiosrepercutenentodala familia. Para asistir a una clase de yoga, el niño debe usar un pantalón y una camiseta cómodos, y la práctica se realiza, normalmente, con los pies descalzos. Una vez aprendidos los ejercicios, pueden practicarse en casa. Por otro lado, y a diferencia de otras prácticas físicas habituales en los niños, el yoga no es competitivo, porque en él lo importante es la evolución personal de la persona, tanto física como mental. Así, los niños se divierten y liberan estrés, en vez de alimentar nuevas presiones ligadas a la práctica de una actividad con ganadores y perdedores. Nuria Berlanga