MATERIAL CURSO INTERVENCIÓN CON FAMILIAS Y MENORES TRABAJO FAMILIAR ENCUADRE DE REFERENCIA PARA LA ITERVENCION PSICOSOCIAL CON FAMILIAS 2.1. ¿Qué es intervención? De las muchas definiciones que existen sobre lo que es intervención, he querido destacar la que la entiende como “la acción llevada a cabo con conocimientos y habilidades para conseguir una meta específica. Es además el “qué hacer” de una realidad” (Pérez Ayala, 1999) 2.2. ¿Qué es familia? El concepto de familia ha evolucionado a lo largo de la historia y se ha ido adaptando a los cambios sociales y nuevas estructuras sociales, por ello se concibe como un grupo de personas ( dos o más), que están unidos por vínculos o no, con dos funciones determinantes: promover una proteccción psicosocial de sus miembros y facilitar la acomodación a la cultura en la que se desarrollan y transmitirla. 2.3. El trabajo social con familias El trabajo social con familias está ligado a la historia del trabajo social, siendo éstos profesionales los primeros técnicos que profesionalmente plantean ocuparse de la familia como un todo. El trabajo social con familias ha evolucionado debiéndose adaptar a las nuevas realidades y problemáticas sociales, siendo una de ellas la drogodependencia, que ha supuesto la innovación y estructuración de nuevos modelos, técnicas, estrategias, en el abordaje. 2.4. ¿Qué enfoque, orientación, modelo seguir? Generalmente los terapeutas se adhieren a una orientación teórica, pero recientemente se pone énfasis en la práctica integradora (Lebon, 1987). Se debe considerar que la forma en que un terapeuta se relaciona con el paciente, es tan importante o quizás más que el enfoque específico o la escuela de pensamiento en la que se fundamenta( Cartwright, 1981)., y por ello desarrollar una empatía adecuada está asociada a afectos terapéuticos positivos (Gordon, 1970) El éxito de la intervención está estrechamente relacionado con las habilidades del terapeuta, que las podemos clasificar en tres categorías y que son facilitadoras del cambio: conceptual (comop piensan), percptual (cómo y lo que observan) y ejecutivas (cómo se comportan), así como es relevante el rol que desempeñan, pues éste determina el cambio, siendo este operacionalizado a través de: el uso de preguntas, la localización de secuencias interactivas, la reformulación ( reinterpretación del problema o síntoma) y las directrices o prescripciones. Dejando claro que el enfoque, modelo de referencia, etc., no es tan relevante como otros aspectos en el proceso de intervención psicosocial para promover 2 el cambio, la literatura científica del momento destaca que lo que hace que una persona que ayuda tenga éxito, se debe a elementos entre los que se destacan: La familiarización que tenga con muchos enfoques y estrategias, pues su repertorio de alternativas es más amplio para dar respuesta a la diversidad de problemas. Las percepciones, actitudes, pensamientos y sentimientos que influyen en la interpretación y aplicación que hace de la teoría. La capacidad de empatía con el cliente y de motivarle para que se proponga un cambio Capacidad de relacionarse con los demás en los dominios afectivos (sentimientos y emociones), cognitivo (los procesos de pensamiento o intelectuales), y conductual (que comprende las acciones o los hechos) Capacidad de renovar los conocimientos de sí mismo, así como auto evaluación de sus valores, creencias, actitudes, etc. Etc. 3. PROCESO METODOLÓGICO DEL DIAGNÓSTICO-VALORACIÓN E INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL CON FAMILIAS DE DROGODEPENDIENTES DESDE EL TRABAJO SOCIAL: En el proceso de intervención psicosocial debemos considerar los siguientes elementos: 3.1. Él / la Remitente: Es preciso considerar el papel que puede desempeñar la persona (profesional o no) que nos envía a la familia. Una intervención social ordinaria tiende a obviarla, no consideran significativas las intervenciones procedentes de agentes externos al sistema familiar, aunque son intervenciones que han llegado a establecer unos determinados vínculos entre la familia y la persona que la remite. Con relación a los remitentes, los podemos clasificar entre profesionales de servicios o recursos (trabajadores sociales, médicos, psicólogos, psiquiatras,...) y mediadores naturales (vecinos, amigos, voluntarios, etc.) Luego en el propio proceso metodológico se considerará la inclusión del remitente, a través: De un contacto con el remitente, solicitando información sobre la familia. De un conocimiento del remitente desde el sistema familiar; relación con la familia, rol que desempeña, tiempo de relación. De la inclusión del remitente en el diagnóstico-valoración así como en la intervención, sobre todo cuando éste pasa a ser casi un miembro de la familia (esto es, cuando se 3 configura con un papel “regulador” en las épocas de crisis del sistema familiar) y pasa a ser un miembro clave del sistema, por lo que se considerarán aspectos tales como: No proponer la ruptura de la familia con el remitente No descalificarlo No aconsejar una posible ruptura. De debe continuar con una coordinación y establecer contactos con el remitente, donde se le informe del proceso que se lleva con la familia, para así evitar solapamientos, injerencias, etc. 3.2. La Demanda: Es preciso definir que se entiende por la demanda y por ello su dimensión contempla sinónimos como petición, solicitud, ruego, súplica, etc. En el proceso metodológico de intervención socio-familiar se considera la piedra angular o punto desde donde parte el proceso. En la misma han de consolidarse multitud de elementos que determinarán posteriormente el proceso de intervención. La demanda familiar generalmente puede presentarse de diversas formas: Demanda de delegación clara, donde se expone el problema o dificultad con total claridad. Demanda de derivación con angustia: el remitente se encuentra angustiado con el caso y lo envía al servicio. Demanda de presión familiar o institucional: la familia acude al servicio por presión, y para que se atienda su caso y se le trate. La demanda de desafío: el remitente envía el caso por considerar que no se puede hacer nada y tampoco cree que en nuestro servicio se pueda lograr algo. Demanda de poder: el remitente considera que el caso es intratable, pero lo envía esperando que quizás se pueda lograr algo. Demanda de segregación: la familia es enviada por considerarla problemática para la Comunidad, y se espera que se le “recluya”. A pesar de que se logran mejoras el remitente niega los progresos. Demanda con ausencia: El remitente hace la demanda para la intervención, pero se mantiene ausente en el proceso, y cuando se decide intervenir, el remitente bloquea las intervenciones. Otro aspecto a considerar en la demanda es la importancia de clarificarla, teniendo en cuenta que: Es preciso clarificar el tipo de demanda. 4 Mantener una actitud de escucha activa, para empatizar en lo posible. Procurar dar mensajes positivos (realistas) ante la demanda. No intentar minimizar o negar la situación problema. No se debe imponer la ayuda o realizar el diagnóstico-valoración forzado. Previo a la intervención psicosocial propiamente dicha, pues ésta se inicia desde el momento en que se nos remite el caso, es muy importante conocer la motivación de la misma para someterse al tratamiento, por ello la primera entrevista debe promover la motivación a iniciar dicho tratamiento, se trataría de ayudar a que adquieran un compromiso y alcancen el deseo de cambiar y por ello las aproximaciones motivacionales efectivas pueden ser: Ofreciendo consejo: debe incluir como mínimo: Identificar claramente el problema o área problemática Explicar porqué el cambio es importante Recomendar un cambio específico Eliminando obstáculos Eliminar los obstáculos de los esfuerzos hacia el cambio (acceso al tratamiento, horario, etc.) Ofreciendo alternativas: Ayudar a asumir la responsabilidad en la decisión Disminuyendo la deseabilidad Referida a las ventajas de mantenerse en la misma situación decisional) y no cambiar (balance Practicando la empatía Un buen nivel de empatía reduce las resistencias al cambio Aclarando los objetivos que tiene para el cambio. Ofreciendo ayuda activa (preocupación, ayuda y acompañamiento en el proceso al cambio o decisión para cambiar) 3.3. Diagnóstico – valoración: 5 Es preciso partir desde la compleja concepción del diagnóstico que trata de comprender la realidad de la/s persona/s y de los problemas que presentan, y llega a ser la forma en que se estructura toda esa información. Debe de tener en cuenta a la propia persona integrando sus aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Northen, señala, que el diagnóstico debe de contar; con el problema presente o demanda con la que acude la persona al profesional, otras necesidades o problemas relacionados con las diferentes áreas de su vida, desarrollo psicosocial o funcionamiento familiar y los límites que definan a la persona, y que se den tanto en el grupo familiar como aquellos otros grupos de relación externa. El diagnóstico familiar no es la suma de los diagnósticos de sus miembros, sino que tiene que ver con la forma en que dicha familia interactúa internamente (roles, comunicaciones, relaciones entre sus miembros, patrones de conducta, etc...) y externamente, quiere decir, como aparece la familia como unidad ante el medio en que se desenvuelve, (patrones de comunicación y de relación familiar con el contexto,...). Para la elaboración del diagnóstico-valoración socio-familiar puede tener en cuenta dos niveles que constituyen el conjunto del sistema familiar y son: Nivel de desarrollo y crecimiento familiar: Este nivel abarca los diferentes ámbitos y áreas vivenciales desde donde la familia se desarrolla. a) Área Laboral: Dentro de ésta, se contemplarán: los miembros de la familia que trabaja, condiciones, sus metas,... b) Área Educativa: Incluye los diferentes aspectos de la familia en relación a; su nivel educativo, rendimiento escolar, absentismo,... c) Área Alimenticia: Se observa este aspecto como un área importante dentro de la familia. d) Área de higiene familiar y doméstica: Dentro de esta área se observan pautas de higiene personal y del hogar. e) Área de organización familiar: Engloba aspectos tales como: reparto de tareas, responsabilidades, etc., f) Área de Economía y Administración Doméstica: Contempla desde los diferentes ingresos familiares hasta cómo son empleados éstos. g) Área de Salud: Abarca los diferentes aspectos sanitarios y la importancia que se le da desde la familia. 6 h) Área de Ocio y Tiempo Libre: Contempla el aprovechamiento del tiempo de ocio y tiempo libre. i) Área de Infraestructura o de Vivienda: Recoge todos los aspectos referentes a una necesidad tan básica como es la de vivienda, considerada espacio referencial para el desarrollo de las interacciones familiares. Nivel de estructura, funcionamiento y forma de interrelación con el medio dentro del sistema familiar: El diagnóstico-valoración socio-familiar centrado en este nivel debe considerar los siguientes aspectos: o Diagnosticar la interacción entre las familias y el trabajador social, ya que ésta puede facilitar el cambio. o El diagnóstico no es lineal, sino relacional, teniendo en cuenta a todos los factores en su contexto. o No etiquetar conductas o pautas de funcionamientos familiar. o La necesidad de promover el deseo de cambio. o Entender la realidad de la familia como circular (relacional). 3.4. Intervención psicosocial : objetivos y estrategias durante el proceso. 3.4.1 Fases del proceso de intervención psicosocial: El proceso de derivación (remitente) El proceso de participación El contrato terapéutico La recogida de información La formulación de hipótesis Las intervenciones formalizadas La evaluación inicial o diagnóstica (continuo) 3.4.2 Elaboración de objetivos para la intervención psicosocial A. Priorizar áreas de cambio: ¿Cuál es el problema de mayor importancia para la familia? ¿Qué problema presenta las mayores consecuencias negativas si no se interviene de inmediato? ¿Qué problema puede corregirse con mayor facilidad teniendo en cuenta los recursos y las limitaciones? ¿Sobre qué problemas se debe intervenir en primer lugar para que posteriormente se resuelvan otros? C. Construir sobre la base de los puntos fuertes existentes 7 3.4.3 Procesos durante la sesión para promover el cambio A.Foco de atención: de la información ofrecida por la familia, la que examina el terapeuta B.Aumentar la intensidad: Grado en que siente una emoción durante la sesión. Técnicas que generan intensidad (Minuchin y Fishman, 1981): Usar una repetición simple del mensaje Favorecer la continuación de la intervención más allá del límite de comodidad de la familia Evitar aceptar las expectativas de la familia sobre el modo en el que el terapeuta debería relacionarse con ellos Manipular el espacio físico de la sesión terapéutica. C.Establecimiento de límites: Cambiando el orden de los asientos Reformulando el problema Bloqueando los patrones de interacción D.Desequilibrio (tratar el romper el equilibrio en algún subsistema o entre los subsistemas) Aliándose con el miembro de la familia que menos poder tiene Negarse a reconocer a un miembro de la familia E.Descubrir lo encubierto Pedir que hablen en primera persona y que adopten la “postura del yo” Qué su lenguaje verbal y no verbal no sea discrepante Ayudarle a esculpir la estructura de la familia 3.4.4 Proceso a seguir para la reconstrucción del sistema de creencias (Entender el sistema de creencias, ayuda a comprender el problema subyacente y formular objetivos de cambio) A. Se identifica el sistema de creencias actual Identificar las creencias que contribuyen al problema (Ej. , ¿En qué piensan cuando.....? ¿Qué lo mejora?) Pedir que completen frases incompletas Identificar el auto discurso de los miembros B. Reformular el significado de los síntomas: 8 Reformular las conductas problemáticas para darles significados más positivos Reformular los déficit como puntos fuertes Reformular el contexto del problema Tareas para reforzar las nuevas creencias C. Subrayar la naturaleza complementaria (roles) Pidiendo a un miembro que comparta su conducta con la de otro miembro Felicitando a un miembro de la familia por los logros de otro miembro. D.Subrayar los puntos fuertes: Subrayando esas cosas que la familia hace bien Pedir que relaten formas que usaban para mejorar satisfactoriamente el problema Pidiendo que describan sus actividades diarias. E. Usar metáforas (pasos para diseñarlas según Cormier, 1991) o Examina la naturaleza del problema que presentan o Selecciona un personaje representativo para la metáfora o Seleccionar los términos de la metáfora para que puedan coincidir con el marco de referencia visual, auditivo y kinestésico (movimientos) del miembro de la familia. o Desarrollar un proceso interaccional en la metáfora para que coincida con el proceso interaccional del problema o Ampliar o adornar al personaje para promover el cambio conductual o Elaborar una historia que incluya un elemento de misterio. 3.4.5 Examinar nuevas conductas A.Generar soluciones alternativas Examinar las posibles soluciones al problema Animara a los miembros a mejorar la idea de otros miembros Preguntar como podrían combinarse dos o más ideas para obtener una idea mejor B.Resolver conflictos Escogiendo una solución que sea aceptable para los miembros de la familia Decidiendo como se implementará la solución Evaluación de la solución propuesta Renegociando el contrato si fuera necesario. C.Adiestramiento en comunicación Modelar una delineación clara de la conducta deseada Modelar conductas que capten y mantengan la atención 9 Pedir que comenten lo que han observado Reforzar la conducta modelada D.Instrucción: Sugiriendo conductas específicas que probarán los miembros Ayudando a decidir cuando ha de darse retoalimentación (feed – back) E.Práctica: Preparar al miembro de la familia para la práctica Comenzar con una situación que la familia pueda ejecutar con poca dificultad Fragmentar la conducta en pequeños pasos Hacer sugerencias para cuando no pueden pensar en lo que pueden hacer o decir. F.Feed – back (retroalimentación) Solicitar ideas sobre el feed – back antes de la práctica Descubrir en vez de evaluar las conductas de los miembros de la familia Reforzar las respuestas de un miembro y al mismo tiempo sugerir respuestas similares G.Asignar tareas: Pueden incluir ( consejo, explicaciones o sugerencias, directrices para cambiar la secuencia interaccional de la familia, Papp,1980). Según J. Haley, para que las familias cumplan las tareas se debe hacer: Comentar todo lo que ha hecho la familia para tratar de resolver el problema Pedir que comenten las consecuencias negativas, si el problema no es manejado ahora (¿ Qué sucederá sí el problema no se resuelve ahora?) Aignar una tarea que sea razonable y difícil de cumplir Asignar un atarea que se adapte al nivel de habilidad y actuación de los miembros de la familia Usar la autoridad para que la familia cumpla la tarea o directriz Ofrecer instrucciones claras a cada miembro de la familia. H. Elaborar rituales Prescribir uno o más aspectos del problema. Esos pensamientos y conductas problemáticas se convertirán después en el contenido del ritual. Justificar para aumentar la probabilidad del cumplimiento 10 II) UNA EXPERIENCIA DE TERAPIA DE GRUPO E INDIVIDUAL CON MUJERES DESDE EL TRABAJO SOCIAL CLÍNICO NOMBRE DE AUTORES : Juan Manuel Herrera Hernández, Fátima León Rodríguez, Mª de la Sierra Rivera Ruz, Alicia Pérez Gómez, Inmaculada Rodríguez Matos, Ruth María Herrera Hernández . LUGAR DE TRABAJO: Centro Superior de Ciencias Políticas y Sociales. Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales. Universidad de La Laguna. DIRECCIÓN: Camino La Hornera s/n, Campus de Guajara. 38071. La Laguna. e- mail: [email protected] TF: 922 31 73 23 1. INTRODUCCIÓN: Antes de iniciar consideramos necesario definir los que entendemos por intervención y citando a Pérez Ayala, 1999, la concebimos como: “La acción llevada a cabo con conocimientos y habilidades para conseguir una meta específica” En 1978 la N.A.S.W. afirmaba que el Trabajo Social Clínico es la aplicación profesional de la teoría y los métodos del Trabajo Social para el tratamiento y la prevención de disfunciones psicosociales, la invalidez o el deterioro, incluyendo desórdenes emocionales y mentales... e incluye intervenciones dirigidas a las interacciones personales, dinámicas intra psíquicas y soporte / apoyo social y management issues... La perspectiva de persona -en- situación es central en la práctica del Trabajo Social Clínico. Un trabajador social clínico está, según esta organización, por formación y experiencia, profesionalmente cualificado a un nivel de práctica autónoma, para proveer servicios directos de diagnóstico, preventivos y de tratamiento a individuos, familias o grupos cuyo funcionamiento está amenazado o afectado por stress social o psicológico o por deterioro de salud. A la hora de la intervención con las mujeres nos preguntamos siempre los/ as terapeutas que ¿Qué enfoque, orientación, modelo seguir? y para ello , según Lebón, 1987, “Los terapeutas se adhieren a una orientación teórica, pero recientemente se pone énfasis en la práctica integradora” y sobre todo: “La forma en que un terapeuta se relaciona con el paciente, es tan importante o quizás más que el enfoque específico o la escuela de pensamiento en la que se fundamenta “ ( Cartwright, 1981). El éxito de la intervención con las mujeres tanto individual como en grupo dependerá de factores como: o La familiarización que tenga el / la profesional con muchos enfoques y estrategias (mayor repertorio de alternativas) o Las percepciones, actitudes, pensamientos y sentimientos que influyen en la interpretación y aplicación que hace de la teoría. o La capacidad de empatía con el cliente y de motivarle para que se proponga un cambio o Capacidad de relacionarse con los demás en los dominios afectivos (sentimientos y emociones), cognitivo (los procesos de pensamiento o intelectuales), y conductual (que comprende las acciones o los hechos) 11 o Capacidad de renovar los conocimientos de sí mismo, así como auto evaluación de sus valores, creencias, actitudes, etc. Cabe mencionar que la intervención clínica con mujeres desde el trabajo social clínico, no dista de los estadios de cualquier experiencia terapéutica que se resumen en: El proceso de derivación (remitente) La demanda (tipología) El proceso de participación ( joining) El contrato terapéutico La recogida de información La formulación de hipótesis Las intervenciones formalizadas (simples y elaboradas) La evaluación inicial o diagnóstica (continuo) La práctica de la terapia puede considerarse como una serie de procesos interaccionales que se producen entre terapeutas flexibles y competentes que emplean cuatro habilidades básicas: preguntas, localización de secuencias, reformulación y directrices. De la aplicación de éstas habilidades se deriva el proceso relacional con individuos y familias, procesos que persiguen cambios preceptúales y conductuales en la vida de los clientes3 Respecto al trabajo grupal con las mismas nuestra intervención se podría ubicar en las llamadas intervenciones formalizadas elaboradas, es decir, se precisa conocer a las mismas (mujeres) para poder integrarlas en el grupo terapéutico. Las características de los grupos psicoeducativos se podrían resumir en los siguientes apartados: Los grupos psicoeducativos con mujeres son una estrategia de intervención psicosocial válida y contrastada. Se debe trabajar en los mismos las relaciones interpersonales, la comunicación, la autoayuda, el compromiso y el autoconocimiento. El éxito de los grupos psicoeducativos no depende de un rígido seguimiento de unas técnicas psicoterapéuticas dadas, sino del estilo de conducción grupal y de la interacción de los miembros del grupo. Los dos pilares de la psicoeducación son la información y la liberación emocional junto al apoyo de los participantes. La información que se aporta en los grupos psicoeducativos incrementa el conocimiento de los participantes, haciendo reducir los conflictos en el grupo. Los mecanismos de acción más significativos de los grupos psicoeducativos son: Eliminación del sentimiento de llevar o de ser portadora de un estigma Reducción de la carga emocional 3 Midori Hanna, S; Brown, J ( 1998): La práctica de la terapia de familia: elementos claves en diferentes modelos, Ed Desclee De Brouwer, Bilbao, p.p. 80 12 Reestructuración indirecta Normalización de la comunicación Respecto a las intervenciones simples y elaboradas que llevamos con las mujeres tanto individual como en grupo se concretan en el siguiente cuadro: Intervenciones formalizadas Intervenciones formalizadas elaboradas simples o Apoyo, soporte, sostén, o Entrenamiento en comunicación, ventilación, seguimiento, clarificación, confrontación relajación, visualización, interpretación y uso del identificación de miedos irracionales, silencio del /la terapeuta reestructuración sobre el sistema de creencias, o Orientación en las gestiones entrenamiento en comunicación, tareas o Preguntas, reformulaciones, preceptúales o conductuales, mediación, directrices psicoeducación, directrices, asignación de tareas o Información, escucha o Intervenciones indirectas: preguntas, tareas o Etc. estratégicas, connotaciones positivas, paradojas 2. MATERIAL Y METODO 2.1. OBJETIVOS: 2.1.1. Objetivo general Desarrollar intervenciones desde el trabajo social clínico con mujeres en riesgo o dificultad social. 2.2. PROCEDIMIENTO La intervención se ha desarrollado en el ámbito grupal: o Grupo psicoeducativo una vez en semana ( sesiones todos los jueves de 10 a 11:30 a.m.), conducido por un terapeuta, coterapeuta y observadoras ( todos/ as trabajadores sociales) o Grupo psicoeducativo con dos sesiones al mes En el ámbito individual: o Mujeres que asisten al grupo o no y que son remitidas por los Servicios Sociales Municipales o se enteran por la información que se hace de éste servicio. ( tratamiento terapéutico llevado a cabo por un trabajador social clínico) 2.3.2. Selección de la muestra: 13 Respecto al grupo psicoeducativo, la selección no existe, pues está abierto a cualquier mujer y en el caso de que el grupo no se le sirva se le orienta a otros servicios. Respecto a la intervención individualizada depende de la demanda que se presenta ante los Servicios Sociales Municipales, ocasionada por la promoción del proyecto, la divulgación que hacen las propias mujeres, la publicidad repartida, etc. 3. RESULTADOS A continuación se presenta un cuadro que recoge los resultados generales a lo largo de éstos tres años de intervención: INTERVENCIONES AÑO 2001 ( a AÑO 2002 AÑO 2003 partir de octubre) ( hasta agosto) Mujeres que han pasado por el grupo psicoeducativo de 18 sesiones semanales Mujeres que han pasado por el grupo psicoeducativo de dos 0 sesiones al mes Mujeres que han recibido intervenciones formalizadas 15 simples Mujeres que intervenciones elaboradas han recibido formalizadas 9 43 34 30 40 40 35 30 38 Recoger todos los resultados obtenidos a lo largo de la intervención y plasmarlos en éste espacio es una tarea difícil, pero creemos necesario destacar los siguientes resultados por ser indicativos del progreso en las intervenciones. RESULTADOS DE PROGRESO MEDIA Media de permanencia en el grupo psicoeducativo 7 meses Media de asistencia a intervenciones individualizadas 3 meses elaboradas Media de mujeres que empiezan como nuevas en el grupo 8 Media de abandonos en el grupo psicoeducativo 3(*) Media de abandonos en las intervenciones individuales 0 elaboradas (*) Una vez una mujer abandona el grupo nos ponemos en contacto para conocer las razones y éstas han sido: inicio de una actividad laboral que coincide con el horario de las sesiones, traslado a otro municipio, tener que cuidar a enfermos/ as. Queremos resaltar otros resultados que nos parecen indicativos y hacen referencia a un indicador de evolución: la autoestima. Todas las mujeres cuando empiezan en el grupo se les mide la misma haciendo uso del Cuestionario de autoestima 14 AUT-17 (Herrero y Musitu, 1996) que mide tipos de autoestima como: autoestima familiar, autoestima social, autoestima emocional, autoestima intelectual, autoestima física y la autoestima global y cuando llevan en el grupo 6 meses se les vuelve a medir. Al igual que éste indicador de evolución, cada 3 meses se hacen sesiones de autoevaluación sobre cambios percibidos en las mismas, así como uso de escalas de logro de objetivos expresados al inicio, uso de auto-informes y cuestionarios de evaluación. En general podemos destacar en el siguiente cuadro los cambios cuantitativos y cualitativos que acontecen a las mujeres que permanecen el grupo 6 o más meses TIPOS DE AUTOESTIMA Autoestima familiar Autoestima social Autoestima emocional Autoestima intelectual Autoestima física AUTOESTIMA GLOBAL Media de puntuación Media de cuando llegan puntuación después de seis meses 15 16 12 15 7 12 10 12 10 13 53 64 CAMBIOS CUALITATIVOS Dificultades que expresan en el Percepción y cambios expresados por primer mes de asistencia al grupo las mismas tras seis meses de intervención Baja autoestima global ( se sitúan Puntúan entre 56 y 68 en autoestima entre 48 y 55) global Bajo protagonismo en la dirección Empoderamiento y mayor de su vida ( incoherencia entre lo que coherencia entre lo que quieren y quieren, sienten y hacen realmente) sienten (percepción de control de su guión de vida) Sentimientos de fracaso, resignación, Planteamientos de metas, objetivos, frustración, etc. terreno por recorrer, iniciativas... Bajo autoconocimiento Mayor autoconocimiento 4. CONCLUSIONES: o Desde el trabajo social clínico se puede hacer intervención en distintos niveles de orientación o intervención familiar como los que Ríos Martín, 1987, clasifica: Nivel Educativo de la Orientación (Escuela de Padres y Educación Permanente de Adultos), Nivel de Asesoramiento en la Orientación( Servicios Sociales, Gabinetes de Orientación Familiar, etc.), Nivel de Tratamiento Terapéutico en la Orientación ( Terapia familiar, terapia de grupos, psicoeducación, etc....). 15 o Es importante resaltar que el rol o papel que jugamos los terapeutas puede operacionalizarse mediante cuatro intervenciones que se encuentran en todas las principales escuelas de terapia familiar: el uso de las preguntas, la localización de secuencias interactivas, la reformulación y las directrices, además de otras técnicas simples y elaboradas ya mencionadas. o La práctica integradora a la hora de intervenir y sobre todo la forma en que él / la terapeuta se relaciona con él/ la cliente es más importante que el enfoque específico o la escuela de pensamiento en la que se fundamenta. o En el ejercicio del trabajo social clínico, las intervenciones simples y elaboradas deben formar parte del arsenal terapéutico profesional, además de las intervenciones tradicionales. o El mantenimiento y la permanencia de las mujeres en los grupos es más compleja que lograr que asistan a alguna sesión y por ello las claves principales de nuestra experiencia se basan en: la empatía es más importante que el enfoque, la práctica integradora ( adaptación a las necesidades de cada persona), trabajar el dolor psicológico, evitar la catarsis ( explosión emocional) que en el grupo parece liberadora pero una vez lleguen a casa les revuelve y no regresan donde sienten que para ayudarles primero se les hace sufrir), no entrar y abordar lo personal directamente en el grupo (dejar que ellas decidan el nivel de exposición que deseen sobre su historia) y complementar con una atención individualizada desde el trabajo social clínico cuando lo demanden. Evitar las dependencias al grupo y al / la terapeuta potenciando el autoconocimiento, la independencia y el “empoderamiento” psicosocial ( capacidad y percepción de que puedo controlar mi vida psicológica y social) 16 III) INFORMACIÓN RELEVANTE PARA LAS FAMILIAS ACERCA DE ADOLESCENCIA LA ASPECTOS BÁSICOS RESPECTO A LA ADOLESCENCIA CAMBIOS BIOLOGICOS DE LA ADOLESCENCIA CAMBI0S EN LA PUBERTAD Estirón Puberal (20 – 25% talla adulta) Aumento de peso (50% peso absoluto) Cambio en la composición corporal Aparición caracteres sexuales MUJERES VARONES + (10 o 11 años) ++ (12 o 13 AÑOS) + ++ Aumento del tejido adiposo Aumento de la masa muscular Crecimiento de mamas Cambio de voz. Vello pubiano. Vello pubiano. Crecimiento Crecimiento testicular cintura pélvica Menarquía Desarrollo de genitales Fuente: Adaptado de Brañas (1997) 17 18 DESARROLLO PSICOSOCIAL ADOLESCENTE Primera adolescencia Área de desarrollo Independencia Aspecto Corporal Relación ( 10 – 14 años) Menor interés en las actividades paternas Inicio de conflictos con los padres y las normas Preocupación por aspecto físico Sensibilización ate los defectos: (Chicas: desean perder peso, chicos: ser altos y musculosos) Intensas relaciones con amigos del mismo sexo. Poderosa influencia de los amigos Identidad Desarrollo del pensamiento formal Objetivos vocacionales idealistas Necesidad de intimidad Escaso control de los impulsos Labilidad y crisis de identidad Sexualidad Autoexploración Contacto limitado con el otro sexo Adolescencia Media (15 – 17 años) Adolescencia tardía (18 – 21 años) Punto máximo de conflictos con los padres Cambio de relación padre- hijo por adulto adulto Aceptación general del cuerpo Preocupación por hacer el cuerpo más atractivo Receptación de los consejos y los valores paternos Aceptación e identificación con la nueva imagen corporal Máxima integración con los amigos. Pandillas. Conformidad con los valores de los amigos. Mayor ámbito de sentimientos Consolidación de una identidad personal Desarrollo de la conducta moral Sentimiento de omnipotencia Adquisición de una autoidentidad Grupo de amigos menos importante. Formación de parejas. Objetivos vocacionales más prácticos y realistas Delimitación de los valores morales, religiosos y sexuales Capacidad para comprometerse y establecer límites Se forman relaciones estables Capacidad de reciprocidad afectiva Mayor actividad sexual Actividad sexual con múltiples parejas Prueban su feminidad o masculinidad Fantasías románticas Inicio de relaciones coitales Fuente: Adaptado de Neistein (1991) y Brañas (1997) 19 ADOLESCENCIA: PERIODO DETERMINADO POR: Edad Cronológica ( 12 – 21 años) Edad biológica: los ritmos de la aparición de la pubertad se han acelerado El sexo: construcción de identidad personal y de género siguen caminos TRANSICIÓN DE LA ADOLESCENCIA : CRISIS distintos El contexto educativo Transición de desarrollo o transición evolutiva ( Slaikeu, 1988) TAREAS ENTRELAZADAS EN LA ADOLESCENCIA A) Búsqueda de identidad: La respuesta del adolescente de quien quiere ser está determinada por: Aspectos innatos de la personalidad ( influenciados por familia, escuela y sociedad) Rasgos de personalidad: oportunidad de ensayo o error para asumir responsabilidades Identificación con modelos y modos de afrontar conflictos (padres, profesores, hermanos, ídolos...). La copia empieza externa y llega a procesos internos no conscientes (ropa estética, género...) Adopción de papeles de género, sociales y vocacionales B) Establecimiento de autonomía: Independencia de criterio respecto al grupo y familia Se sitúa frente a reglas, costumbres no cuestionadas hasta ahora Toma de postura (egocéntricas) a veces extremas o irreales, pero necesarias para lograr autonomía en la juventud C) Toma de decisiones: centrada en dos áreas: la vocacional y papel sexual o identidad de género Área vocacional ( la más estudiada) y complicada por cuatro factores: Cambios en el sistema educativo (LOGSE) Gran número de población adolescente ( pirámide demográfica) Masificación universitaria (limitación plazas versus vocación, economía familiar...) Oferta y demanda mercado laboral (orienta la decisión vocacional ) Área papel sexual o identidad de género ( sexo y género generalmente coinciden): Estrés o sufrimiento a veces por su orientación sexual 20 a) Impacto o gravedad del inicio de la adolescencia ( mecanismo explicativo, modelo T de Kalish (1989) Pérdidas y acontecimientos que tiene que afrontar T Recursos personales Recursos sociales b) Recursos personales de que dispone el sujeto al comienzo y en el transcurso de la transición Recursos materiales: vivienda , comida... Recursos biológicos: salud, fortaleza, estilo de vida Recursos psicológicos: habilidades cognitivas y emocionales Socialización anticipatoria del suceso (aprendizaje previo de conductas , actitudes y valores) c) Recursos sociales disponibles del contexto inmediato (familiar, amigos, profesores....). Ofrecen 3 tipos de apoyo: Instrumental ( material), emocional y de información. ENFOQUES TEÓRICOS DE LOS PROBLEMAS DE LAS ADOLESCENCIA ENFOQUE BIOLÓGICO: los problemas son causados por la interacción entre la predisposición genética de la persona y su medio. ENFOQUE CONDUCTUAL: Los problemas con producto de experiencia de aprendizaje ENFOQUE COGNITIVO – CONDUCTUAL: Las dificultades son el producto de procesos cognitivos ( pensamientos, creencias, expectativas, actitudes y atribuciones) desadaptativos. Formas de intervención; Terapia racional emotiva ( Ellis, 1990) Terapia cognitiva de Beck ( 1976) Entrenamiento autoinstructivo de Melchenbaum (1977) Entrenamiento en resolución de problemas de D,Zorilla (1986) Enfoque del aprendizaje social de Bandura (1977) ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA ( Rogeriano): Autoconciencia reflexiva o experiencia subjetiva de la persona) 21 ENFOQUE PSICODINÁMICO: Proceso inconscientes, mecanismos de defensa, relaciones ( transferencia o contratransferencia ) , fantasías. Freud, Bolwlby ( vínculo seguro e inseguro) ENFOQUE ECOSISTÉMICO: La persona influye en su medio y éste en las personas. Teoría general de sistemas, enfoque ecosistémico de las dificultades emocionales y conductuales IV) APUNTES SOBRE EL DIALOGO TERAPÉUTICO COMO PROCESO DE NORMALIZACIÓN DEL OTRO1 CONCEPTO: “Es un proceso de personalización , de valoración del paciente, usuario, cliente..., del reconocimiento de su valor como ser humano, al margen de su comportamiento y de su pasado” CLAVES A CONSIDERAR EN EL PROCESO: Durante el proceso diagnostico: Si me limito a interpretar su vida, comportamiento, los traigo a mi terreno, desde mi p.v (despersonalizo) y convierto el diagnóstico en una sentencia Nuestra misión es no juzgar, ni justificar, sino CONOCER, COMPRENDER Y COMPARTIR para intervenir La intimidad, comunicación bidireccional, conocimiento mutuo, claves del proceso como PROBLEMAS DEL DIALOGO TERAPÉUTICO2 a) Relativos del terapeuta El poder como problema: reducir el desequilibrio entre el/ella y yo Dependencia Síndrome de Estocolmo: la vinculación afectiva lleve a justificar el comportamiento desadaptado Autoestima del terapeuta Interpretación sesgada (interpretar las observaciones de la manera más beneficiosa para corroborar nuestras expectativas) 1 Valverde Molina, J (2002): El diálogo terapéutico en exclusión social: aspectos educativos y clínicos. Narcea. Madrid, p.p.67 2 Valverde Molina, J (2002): El diálogo terapéutico en exclusión social: aspectos educativos y clínicos. Narcea. Madrid, p.p.67 22 b) Relativos del paciente, usuario, cliente: Estado físico Bloqueo cognitivo (embotamiento de su capacidad de razonamiento) Déficit lingüístico Bloqueo emocional Ausencia de proyecto de vida Ausencia de fantasía (ha vivido en un mundo concreto dónde no cabe la fantasía) Desvaloración personal ( autoestima) Primariedad y escasa resistencia a la frustración Soledad Ausencia de contexto afectivo y relacional CLAVES A CONSIDERAR EN EL PROCESO: Importancia del contexto terapéutico (intimidad, espacio personalizador) Enseñarle a pensar (reflexionar) Importancia del lenguaje (enriquecimiento lingüístico) La historia de vida como instrumento terapéutico (la primariedad ha impedido ver más allá del aquí y ahora, con una visión de pasado y futuro limitada) Reelaboración del recuerdo (se puede buscar un nuevo significado al pasado) Escenificación Ayudarle a rehacer su emocionalidad ( intimidad de encuentro de persona a persona, trabajarlo con respeto, sutileza, cercanía, compromiso) Ir dejando en sus manos el protagonismo del diálogo terapéutico (hablar menos conforme habla más) Aceptación del alejamiento como última etapa del diálogo terapéutico Dejar una puerta abierta ( pero que no se entienda como desconfianza) 23 V) LA ENTREVISTA MOTIVACIONAL (William R. Miller y Stephen Rollnick. Compiladores) La E.M: es una aproximación destinada a ayudar a pacientes que adquieran un compromiso y alcancen el deseo de cambiar. La forma como un terapeuta se relaciona con el paciente es más importante que el enfoque terapéutico ( Cartwright, 1981) Los factores no específicos son principios del cambio no delimitados Una empatía adecuada está asociada a unos efectos terapéuticos positivos (Gordon, 1970) Prochaska y DiClemente: Etapas de cambio y tareas del terapeuta Etapa del Paciente Precontemplación Contemplación Determinación Acción Mantenimiento Recaída Tareas Motivacionales del Terapeuta Aumento de la duda, aumento de la percepción del paciente de los riesgos y problemas de su conducta actual. Inclinación de la balanza, evoca las razones para cambiar y los riesgos de no cambiar, aumenta la autoeficacia para el cambio de la conducta actual Ayuda al paciente a determinar el mejor curso de acción que hay que seguir para conseguir el cambio Ayuda al paciente a dar los pasos hacia el cambio Ayuda al paciente a identificar y utilizar las estrategias para prevenir una recaída Ayuda al paciente a renovar el proceso de contemplación , determinación y acción, sin que aparezca un bloqueo o desmoralización debidos a la recaída 24 PRINCIPIOS GENERALES DE LA ENTREVISTA MOTIVACIONAL PRINCIPIOS Expresar una empatía CARACTERISITICAS La aceptación facilita el cambio Una escucha activa La ambivalencia es normal Crear una discrepancia Tomar conciencia de las consecuencias es importante Una discrepancia entre la conducta actual y los objetivos a conseguir motivará al cambio El paciente debe presentar sus propias razones para cambiar Evitar la discusión Las discusiones con contraproducentes Defender un argumento provoca defensividad La resistencia indica que hay que cambiar la estrategia No es necesario utilizar etiquetas Darle un giro a la resistencia Aprovechar el momento actual para conseguir el mayor beneficio Las percepciones se pueden cambiar Los nuevos puntos de vista se sugieren no se imponen El paciente es una fuente valiosa a la hora de encontrar soluciones al problema Fomentar la autoeficacia La creencia en la posibilidad de cambiar s un factor motivacional importante El paciente es responsable de escoger y lleva a cabo un cambio personal Existe un cierto grado de esperanza en la amplia variedad de tratamientos de los que se dispone 25 VII) INTERVENCIÓN ANTE LAS PÉRDIDAS TITULO: EL TRABAJO SOCIAL EN LOS CUIDADOS AL FINAL DE LA VIDA Autores: Juan Manuel Herrera Hernández. Profesor del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales. Universidad de La Laguna. Miguel Miranda Aranda. Profesor de Trabajo Social y Servicios Sociales. Universidada de Zaragoza Cruz Videgaín Más. Profesora de Trabajo Social y Servicios Sociales. Universidada de Zaragoza 1. INTRODUCCIÓN: 2. ANTECEDENTES Y PANORAMA ACTUAL DEL TRABAJO SOCIAL CON ENFERMOS CRONICOS Y TERMINALES. 2.1. Una introducción necesaria. A pesar de que el Trabajo Social es una profesión y una disciplina con más de cien años de trayectoria, un periodo similar a la mayoría de las profesiones "modernas" (y desde luego igual a las ciencias sociales en cuyo seno nace y se desarrolla), cuando nos referimos al Trabajo Social en un contexto interdisciplinar, todavía resulta obligado al menos en nuestro país, hacer mención a las señas de identidad de nuestra disciplina, aunque sólo sea para colaborar en la progresiva desaparición de algunas definiciones erróneas y de roles asignados o asumidos que poco tienen que ver con lo que fue y tiene que ser el Trabajo Social. Dicho de otra manera, demasiado a menudo se sigue relacionando a los Trabajadores Sociales con la mera gestión de recursos y de prestaciones sociales, sometiendo a estos profesionales a un reduccionismo insostenible que deja libre el espacio para que otras profesiones extiendan sus límites cuando así les conviene, en terrenos ocupados a principios del siglo XX por las primeras generaciones de Trabajadoras Sociales -casi todas mujeres- y todavía no suficientemente reivindicados -por diferentes motivos- por los trabajadores sociales españoles. De la misma manera que molesta a los médicos su identificación con la expedición de recetas, a las enfermeras con la administración de inyectables y a los psicólogos con la aplicación de test, molesta a los trabajadores sociales su adscripción a la mera gestión de los recursos porque además dicho reparto de funciones siempre es en beneficio de otros y aun más, es políticamente significativa. Como mantienen distintos autores, desde Foucault (1999:335) a Menéndez por ejemplo1, y Payne (1991) en el caso del Trabajo Social, las profesiones son construcciones sociales que responden a condiciones sociales y políticas concretas y en esencia, son construcciones históricas que sólo se entienden en un contexto determinado. Ello explica las diferencias que en el ejercicio de una profesión, incluida la Medicina o la Enfermería o la Psicología, y por supuesto el Trabajo Social, son plenamente observables en diferentes ámbitos geográficos. En muchas ocasiones el desarrollo de unas u otras funciones no tiene que ver con una cualificación específica de 1 Ver el capítulo titulado "Definiciones, indefiniciones y pequeños saberes" en Menéndez, Eduardo L.: La parte negada de la cultura. Relativismo, diferencias y racismo. 2002. Edicions Bellaterra. Barcelona. Este autor es reconocido como uno de los padres de la Antropología de la Medicina y sus publicaciones han tenido una gran influencia en la Antropología latinoamericana y europea. 26 una profesión o de un profesional concreto, sino con el estatus y el poder de uno u otro colectivo profesional aunque a menudo se enmascaren determinadas decisiones en función de pretendidos -reales o no- saberes científicos. Es cuestión de saber quien está en una posición hegemónica y quien está en una posición de subalternidad. Y aquí, en el terreno de las profesiones que tienen que ver con la ayuda y los cuidados, la cuestión del género resulta imprescindible en el análisis. Pues bien, en julio de 2000, la FITS y posteriormente la I.A.S.S.W.2 han adoptado esta definición: "La profesión del Trabajo Social promueve el cambio social, la solución de problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y la liberación de las personas para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de teorías sobre el comportamiento humano y los sistemas sociales, el trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los derechos humanos y la justicia social son fundamentales para el Trabajo Social". Como estas organizaciones reconocen, trataban de consensuar una definición válida para abarcar la diversidad del Trabajo Social en el contexto internacional, lo que implica obligatoriamente una definición muy general. No obstante, y más allá de las diferencias culturales que, como también en otras profesiones, son observables en diferentes ámbitos geográficos, el Trabajo Social tiene unas características comunes que van desde la definición de su objeto de intervención hasta una serie de valores que tienen carácter identitario, que no tienen otras profesiones, hasta un cuerpo común de conocimientos teórico-prácticos (Payne 1995) que lógicamente no es algo estático, sino que está en permanente evolución. Pero en el terreno que nos movemos en esta ocasión, el de la cronicidad y las situaciones terminales, tenemos que concretar más, porque estamos hablando del ejercicio profesional en un sector concreto: el que los anglosajones llaman clínico.3 (Ewalt 1980:26; Rosenblatt y Waldfogel 1983; Nomme Russell; 1990; Ituarte Tellaeche 1992.) En 1978 la N.A.S.W. afirmaba que el Trabajo Social Clínico es la aplicación profesional de la teoría y los métodos del Trabajo Social para el tratamiento y la prevención de disfunciones psicosociales, la invalidez o el deterioro, incluyendo desórdenes emocionales y mentales... e incluye intervenciones dirigidas a la interacciones personales, dinámicas intrapsíquicas y soporte/apoyo social y management issues... La perspectiva de persona -en- situación es central en la práctica del Trabajo Social Clínico. Un trabajador social clínico está, según esta organización, por formación y experiencia, profesionalmente cualificado a un nivel de práctica autónoma, para proveer servicios directos de diagnóstico, preventivos y de tratamiento a individuos, familias o grupos cuyo funcionamiento está amenazado o afectado por stress social o psicológico o por deterioro de salud.4 En la misma línea están las aportaciones de Jerome Cohen: "El Trabajo Social Clínico implica una amplia gama de servicios psicosociales para individuos, familias y pequeños grupos en relación a una variedad de problemas humanos vitales. Tal práctica puede realizarse bajo auspicios tanto públicos como privados. Tiene que ver con la valoración de la interacción entre la experiencia biológica, psicológica y social del individuo, que proporciona una guía para la intervención clínica. Una característica distintiva es el interés del clínico por el contexto 2 Se trata de la Federación internacional de Trabajo Social y de la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social. 3 Ver http://www.cswf.org/info.html y también http://www.webcom.com/nfscsw/cswj/cswj.html 4 Ver http://www.naswdc.org/ 27 social dentro del cual se producen o son modificados los problemas individuales o familiares. El Trabajo Social Clínico por consiguiente, puede implicar intervenciones en la situación social tanto como en la situación de la persona. Los tres fundamentos principales por los que el Trabajo Social clínico produce el cambio o el mantenimiento de la función son: 1) por medio de la relación interpersonal con el clínico, 2) por medio de cambios en la situación social; 3) por medio de cambios en las relaciones con personas significativas en el espacio vital de los individuos." Es significativo el énfasis del concepto el hombre-en-situación, que es muy recordado en diferentes disciplinas y en general poco tenido en cuenta. En Trabajo Social, desde luego es fundamental y nada novedoso. Las primeras generaciones de Trabajadoras Sociales lo aprendieron de Thomas, uno de los profesores de la famosa Escuela de Chicago5, a principios del siglo XX y fue realmente fructífero para la teoría y la práctica de la profesión. Forma parte del universo conceptual de los pragmatistas y del interaccionismo simbólico en el que aquí no podemos extendernos. 2.2. Un encuentro...olvidado. Pero no solamente es en las ciencias sociales donde aparece el claro convencimiento de la necesidad de situar al ser humano en su contexto sino que también en la Medicina comparten esta perspectiva por la vía de los hechos. Es decir, cuando se plantea la cuestión de la eficacia de la intervención los médicos, que también quieren ajustar sus intervenciones a las obligaciones que impone una actitud científica, se dan cuenta de sus limitaciones profesionales y de las que trae consigo el modelo médico con el que trabajan desde los hospitales o desde los dispensarios. En la lucha contra la tuberculosis, dos médicos franceses, Grancher y Calmette, partiendo de bacteriología, comprendieron que era necesario "conocer la familia y las condiciones de existencia del enfermo en su casa, a fin de cuidarle bien cuando se presente en el dispensario, y que este conocimiento debía ser aplicable a toda clase de enfermedades", en palabras de Richard Cabot. En lugar de limitarse a actuar con la información que podían obtener de la exploración médica realizada en el dispensario antituberculoso se plantearon otras cuestiones, como no podía ser menos, cuestiones tales como las características de la vivienda del enfermo, su habitabilidad, si había o no hacinamiento, con quien y en qué condiciones compartía habitación, el tipo de trabajo que desarrollaba, la dieta que seguía, los alimentos de los que disponía, los hábitos de higiene, es decir una serie de variables que tenían que ver con factores sociales y culturales. Para ello, los médicos franceses se inventaron una figura mezcla de enfermera y trabajadora social, que recogía toda esa información, la aportaba en el dispensario y además intervenía en la 5 Se trata del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Chicago, la primera escuela influyente en las incipientes ciencias sociales que ejerció su influencia intelectual hasta bien entrada la década de los 30. Por ser la primera y la más importante fue la principal fuente de inspiración del Trabajo Social. Recientemente se ha planteado que su verdadera fundadora y una de las figuras más importantes fue Jane Addams, una asistente social que recibió el Nobel de la Paz. El Pragmatismo era la filosofía de fondo, con James y Dewey, y el interaccionismo simbólico uno de sus frutos más conocidos, entre muchos otros, como por ejemplo, la elección del medio urbano como objeto de estudio, su convencimiento de que la ciencia debía servir para la reforma social, su acercamiento etnográfico como método de investigación, su opción por las técnicas cualitativas, la importancia concedida al punto de vista del actor, y en general, el compromiso de sus profesores con diferentes organizaciones de acción social, como los settlement houses donde por cierto apareció, creada por las trabajadoras sociales, una auténtica red de dispensarios que ofrecían servicios de salud a los trabajadores y a los pobres en general. El Hull House de Chicago era el más emblemático y su fundadora y directora, Jane Addams. 28 medida de sus posibilidades para modificar los factores que impedían o retardaban una evolución favorable del enfermo. Estamos hablando de finales del siglo XIX. Esta experiencia francesa es un antecedente indispensable para entender la incorporación de los trabajadores sociales al equipo de salud pero quien dio un impulso definitivo al Trabajo Social en Salud, fue Richard Cabot, Jefe de Medicina del Massachusset General Hospital en Boston. Se inventó una figura profesional a la que llama Medical-social workers partiendo de los antecedentes franceses que conocía de primera mano y de su propia experiencia como médico de dispensario y como voluntario en una organización que trabajaba con infancia marginada. De esta manera, cuando en 1920 escribe "Ensayos de Medicina Social" ya informa de que hay más de 20.000 trabajadoras sociales en el sistema hospitalario norteamericano. La decisión que tomó en 1905, de incorporar al hospital esta figura tuvo éxito y su sistema de trabajo fue copiado en los hospitales modernos norteamericanos que se estaban configurando a imagen y semejanza del dirigido por Cabot. Así cuenta el propio Cabot las razones de esta decisión: "En esta época, es decir, en 1903, era yo, desde hacía ya muchos años, médico de dispensario; interesándome, sobre todo, el mejoramiento de los métodos de diagnóstico seguidos en estos establecimientos y tratando de asegurar al enfermo un diagnóstico tan científicamente establecido, tan correcto, como se si tratara de un cliente particular. En el curso de los esfuerzos así hechos para tratar al enfermo según le convenía, me encontré bien pronto con una dificultad. Para el conocimiento del enfermo eran necesarios conocimientos respecto a su hogar, a su habitación, sus alimentos, su familia, sus tristezas, sus costumbres, detalles que no podía obtener viéndole solamente en el dispensario (...), mis diagnósticos debieron continuar siendo superficiales e incompletos. Cuando era necesario instituir un tratamiento en estos casos, y en todos en los que el examen físico sólo, no daba más que una ínfima parte de los elementos necesarios para el diagnóstico, era cuando me sentía desanimado y abatido. Durante estos años de estudio de dispensario he podido darme cuenta que en más del 50 por ciento de los casos un tratamiento racional era imposible sin un conocimiento exacto de la situación económica del enfermo, y más aun, de su psicología, de su carácter, de su pasado mental e industrial (su trayectoria laboral), de todo lo que había contribuido a colocarlo en su situación presente, a entregarle a la enfermedad, a la desesperación, a la inquietud, a la pobreza. Mis preocupaciones estaban con frecuencia, casi con entera seguridad, fuera del alcance de mis enfermos... Puesto así frente a mis fracasos cada día, viendo que mis diagnósticos no representaban, más que tiempo perdido, puesto que mis enfermos no podían seguir mis prescripciones, se me hizo el trabajo casi insoportable. No podía mirar a mis enfermos tranquilamente sabiendo lo poco que podía darles; me parecía que yo era un cómico o un impostor. Fue entonces cuando me di cuenta de la necesidad de una trabajadora social para completar mi diagnóstico, estudiando más profundamente la enfermedad de los que me consultaban y su situación económica, haciendo un llamamiento a la caridad voluntaria, utilizando las fuerzas de las diferentes asociaciones de caridad que ya había visto antes de trabajar de común acuerdo fuera del hospital. En 1905 hice entrar en el Hospital General de Massachussetts una trabajadora social, retribuida, destinada a 29 trabajar todo el día en cooperación conmigo y otros médicos del dispensario... Durante trece años que han pasado, doscientos hospitales han seguido mi ejemplo en los Estados Unidos yhan comenzado a ejercer este género de Trabajo Social, empleando algunos hasta cuarenta o cincuenta trabajadoras sociales remuneradas".6 Así se produjo el encuentro. Es cierto que desde una posición hegemónica, Cabot se da cuenta de que ya no sólo en el caso de la tuberculosis, sino en cualquier enfermedad, la intervención sanitaria necesita contextualizar, tener en cuenta al hombreen-situación, de Thomas y Richmond, para entender lo que le está pasando, para establecer un proceso de ayuda y para poder ser eficaz, y para ello echa mano de las trabajadoras sociales, una profesión que está dando los primeros pasos como tal en aquellos años. Pero en pocas décadas se produjo el desencuentro de la Medicina con las Ciencias Sociales, no ya con el Trabajo Social.7 A la conquista de las mayores cuotas posibles de poder y de estatus social la Medicina, deja de ser una ciencia social y copia los modelos de las ciencias más duras. Siguiendo a Menéndez (19819 y a Comelles (1993)8 "El nuevo modelo de práctica enfatiza las dimensiones biológicas de la enfermedad frente a las socioculturales y pretende excluir a las variables socioculturales de la gestión y la configuración de la enfermedad. Pretendiendo resolver las contradicciones del modelo clásico y su incapacidad en cumplir su gestión integral de la salud, abandona el proyecto colectivo del higienismo ilustrado, y se limita a enfocar el problema de las enfermedades particulares, individuales. El error del nuevo modelo fue olvidar que lo que cuenta en la resolución de la enfermedad no son sólo los indicadores biológicos, sino también las vivencias sobre la misma y su caracterización social". (...) "El modelo hospitalario es una fase en la evolución del Modelo Médico Hegemónico y se caracteriza por considerar al hospital y por extensión a la institución, como el eje de la práctica sanitaria. Su objetivo es aislar al enfermo de su entorno social y cultural y situarle en un espacio en el que completar el conjunto de las tareas necesarias para la resolución o la gestión de su trastorno concebido como una alteración exclusivamente biológica. .." 6 La cita, un poco larga, pero de un valor argumental decisivo, procede del Libro de Richard Cabot Ensayos de Medicina social. La función de la inspectora a domicilio, sorprendentemente traducido y editado al castellano en 1920. 7 Sin ignorar que en muchos países, sobre todo allí donde nació, sigue disfrutando de una posición inestimable. No hay que ver más que su inmensa producción bibliográfica y su papel social a pesar de todas las dificultades que siempre traen consigo las políticas neoliberales. 8 Ver Menéndez, E. L. (1981): Poder, estratificación social y salud. Ediciones de la Casa Chata, México. También El modelo médico hegemónico: transacciones y alternativas . Hacia una fundamentación teórica del modelo de autocuidado en salud. Arxiu d´Etnografía de Catalunya, 3: 83-120. También De algunos alcoholismos y algunos saberes. Atención primaria y proceso de alcoholización. Ciesas, México. De Comelles La utopía de la atnción integral en salud. Autoatención, práctica médica y asistencia primaria, en Revisiones de Salud Pública 1993: 162-192 . Comelles, y Martínez, A. Enfermedad, cultura y sociedad. Un ensayo sobre las relaciones entre la antropología social y la medicina. Eudema , Madrid. También Medicina y cultura. Estudios entre la antropología y la medicina. 2000. Bellaterra. Barcelona 30 Algunas características de este Modelo Médico Hegemónico, son su biologicismo casi absoluto en detrimento de lo psicológico, lo cultural y lo social, su concepción metodológico-positivista, su ignoracia de la sociabilidad, su orientación curativa-asistencial, situando la enfermedad, no al individuo en el centro, su simpatía hacia el silencio del paciente que no sabe o sabe mal, y se deja hacer..., la frecuente percepción del paciente como responsable de su propia enfermedad, su poco interés en las actividades preventivas que no van más allá de la declaración de intenciones y los discursos académicos, su escisión entre la teoría y la práctica, la desligitimacion de otros saberes, ... Por un lado es volver a tratar a la gente como miembros de un género o una especie, (compartir el género, la etiqueta, diríamos en términos más modernos, supondría recibir idéntico trato y tratamiento) como denunciaba Cabot, en lugar de individualizar, de poner al hombre particular-en-su situación particular y por otro lado niega los factores patógenos de la sociedad, no plantea intervenciones de conjunto sobre la población, sino únicamente un dispositivo de gestión de la crisis, del periodo agudo de la enfermedad en el que despliega todo el potencial tecnológico. Todo se confía a la Biología (de la que se espera que proporcione la explicación de cualquier etiología) y a la Farmacología como casi único recurso terapéutico milagroso. 2.3. La realidad social impone cambios. Pero este modelo está encontrando sus propios límites por la evolución de la propias sociedades occidentales. Un dato clave es el aumento de la esperanza de vida de las poblaciones, consecuencia de los mejores niveles de salubridad, la mejora de la alimentación y el control sanitario de los alimentos, de la educación y de la mejora en los estilos de vida y del bienestar social de la mayoría de la población, además de los evidentes avances en las ciencias, no sólo la medicina, relacionada con los cuidados y la atención en el proceso salud-enfermedad. Una consecuencia pues, es que las personas viven más tiempo, aun arrastrando enfermedades crónicas que causan más o menos dificultades en la vida de la población. Precisamente la atención a la cronicidad y a la enfermedad terminal pone en cuestión el rol asignado a la institución hospitalaria convertida en el eje fundamental de la práctica sanitaria. Entonces el hospital, y por extensión el Modelo Médico Hegemónico, reconoce sus límites, al declarar su premura por proceder al alta del enfermo que deja de ser agudo para convertirse en crónico o del enfermo con el que la atención superespecializada ya no puede hacer más y por tanto deja de justificar su estancia en el Hospital. Es entonces cuando aparece un problema que ya no se define como específicamente sanitario, es entonces cuando se reclama la intervención de otros sistemas de ayuda o se cae en la cuenta de la importancia de la red social y de la autoayuda y el autocuidado, es entonces cuando se empieza a recurrir al llamado espacio "soniosanitario" o la atención sociosanitaria definida como: "el más nuevo y amplio de los espacios del sistema de bienestar social, cuya finalidad es participar activamente en la construcción de la sociedad del bienestar. Su función esencial se define como el estudio, diagnóstico, tratamiento y atención continuada de los problemas y dificultades de las personas o sus familias cuando tienen que enfrentarse a pérdidas importantes de salud y/o autonomía". (Colom 1997:19) Se producen así, por imperativo de la propia evolución social, las condiciones para otro reencuentro sobre el que, a decir verdad, somos poco optimistas 31 dado que está visto que, al menos en nuestro medio más próximo, la biomedicina, en su búsqueda de legitimación científica, sigue mirando sólo de reojo, hacia las Ciencias Sociales, que siguen siendo vistas como ciencias blandas y a las que sólo se acude cuando no queda más remedio o como guinda que adorna la tarta. Los factores sociales, culturales e incluso psicológicos presentes en el proceso salud-enfermedad siguen siendo absolutamente secundarios. No es que no sean prioritarios es que son simplemente olvidados. El Trabajo Social es la profesión/disciplina víctima más directa de esta concepción hegemónica de este modelo de atención sanitaria, excluyendo al paciente, claro, que es considerado como un organismo enfermo del que se reconoce que es un ser bio-psico-social enlos discursos académicos pero difícilmente en el tipo de atención que recibe. Otra característica del cambio social al que nos estamos refiriendo, que resulta obligatorio citar en este espacio, necesariamente reducido, es la exigencia de calidad de la atención. La población deja de ser sumisa y pasiva y exige permanentemente mejoras en la calidad de la asistencia, y por tal no sólo entiende el rápido acceso a las pruebas complementarias, a un diagnóstico certero y a un tratamiento rápido. Exige además un trato humano, es decir individualizado, cercano, respetuoso, y transparente -en el sentido de hacer accesible la información-. Y todo ello con mayor énfasis en el caso de los enfermos crónicos y terminales. En este terreno, el modelo de atención sanitaria tiene muchas asignaturas pendientes. Justo cuando se espera del paciente -y de su familia- mayor protagonismo en el proceso saludenfermedad, es cuando éste se siente más legitimado para exigir una mayor atención y de mayor calidad. La presencia de los trabajadores sociales en el equipo de salud, como vamos a ver a continuación, puede ayudar sustancialmente a responder adecuadamente a estas demandas, desde su identidad profesional, como lo viene haciendo, cuando le dejan, desde hace ya un siglo. 3. PROBLEMÁTICA SOCIOSANITARIA EN TORNO A LA ENFERMEDAD TERMINAL La enfermedad y la muerte generan, sin lugar a dudas, la interrupción de un proyecto vital de una persona con enormes repercusiones en su familia y entorno. Cada individuo responde a esta agresión dependiendo de sus capacidades y recursos pero el proceso del morir se pone en marcha y es irreversible. La sociedad desarrollada de hoy actual tiene un distanciamiento importante del mundo del dolor y la muerte. Los avances de la medicina actual son insuficientes para dar respuesta a las enfermedades crónicas de ancianos que ven prolongada su vida, de nuevas enfermedades como el sida, del cáncer, etc. Surgen problemas numerosos en torno a la atención de los enfermos en su etapa final. Detallaremos a continuación los más frecuentes, aunque seguramente podríamos reseñar muchos más por la complejidad de las situaciones en torno a la enfermedad terminal. Problemas de afrontamiento de la enfermedad y de comunicación Problemas derivados del cuidado del enfermo Problemas laborales Problemas legales Problemas económicos 32 Problemas sociales Problemas derivados de la utilización de prestaciones y servicios del Sistema Sanitario. Problemas religiosos 3.1.1. Problemas de afrontamiento de la enfermedad y de comunicación que afectan a la persona enferma.Cuando una persona se le comunica que sufre una enfermedad irreversible, presenta una crisis personal que le deja expuesto a una gran vulnerabilidad. El enfrentamiento a una muerte segura puede llegar a vivirse como una pérdida, como una amenaza ó como un desafío9, dependiendo de la propia personalidad del individuo, de su momento vital, de su entorno, etc. El proceso de adaptación a la muerte está sujeto a múltiples factores de índole personal, familiar y social que fluctúan durante toda esta etapa Es importante el conocimiento de la personalidad de la persona enferma, de su capacidad adaptativa en otras etapas dificultosas de su vida, de su respuesta ante las dificultades anteriores. La interpretación de cómo vive su proceso será de gran ayuda para tratarle adecuadamente; si responde con agresividad y rabia, si lo hace con tristeza o con llanto, si lo hace de forma resignada, etc. Estas manifestaciones pueden ayudar a sus familiares y a los profesionales sociosanitarios para tratarle adecuadamente y ayudarle a morir dignamente. Este proceso exige un esfuerzo importante para la comunicación de las “malas noticias” por parte de la familia y de los profesionales sanitarios-el enfermo tiene derecho a conocer ó no conocer el diagnóstico y pronóstico de su enfermedad-, para ello la familia y el equipo profesional deberán estar atentos, no solo al lenguaje verbal si no también al simbólico- mirada, gestos, etc. En muchas ocasiones, la falta de sensibilidad de profesionales y sanitarios hacia esta comunicación no verbal “tan importante” hace que existan interferencias en la comunicación y se proporcione una atención yatrogénica. Por otra parte es necesaria una buena coordinación de este equipo para trabajar con eficacia, dando los mismos mensajes al enfermo, estando a su lado, respondiendo a sus preguntas y a sus miedos, tolerando su dolor y su pena. L comunicación ajustada a la realidad del enfermo es el pilar básico que sustenta la atención a los enfermos terminales. Las conspiraciones del silencio que se dan en muchas familias que prodigan “mentiras piadosas” para que no sufra su enfermo, son perjudiciales para las personas que desean conocer la verdad; esto es causa del aumento de malestar psicosocial y aislamiento; por el contrario, pueden ser favorable para las personas que desean ignorar su estado. Los problemas de afrontamiento de la enfermedad, repercuten también directamente en la familia. El brutal acontecimiento hace tambalear el equilibrio familiar; se vive un clima de fracaso, frustración y rabia contra un Sistema Sanitario que no puede curar a su familiar, solo ayudar a cuidarlo. Cada uno de los miembros de la familia responde a esta agresión, como dice Bowlby10, en razón de los vínculos Ramirez de Mingo, J. (1994) “La intervención profesional en situación de crisis”. Docum. De T. Social, 1 cuad., n 1 Colegio Oficial de T. S. Y AA. SS. De Málaga. 9 10 Bowlby, J.( 1983) La pérdida afectiva. Edt. Paidos, 1ª ed. Buenos Aires. 33 afectivos que le unen a la persona enferma y del rol desempeñado por esta persona dentro del contexto familiar, . La muerte de un niño presenta repercusiones mucho más dramáticas a las de la muerte de un anciano. Son frecuentes los conflictos y rupturas familiares durante el proceso. La opinión más generalizada nos habla de que son las familias con un funcionamiento democrático y participativo de sus miembros y con una historia familiar positiva en la superación de crisis y dificultades anteriores las que tienen mayores posibilidades de superar la situación. Por el contrario, las familias que se relacionan de forma conflictiva y con escasa comunicación entre sus miembros, con incidencia de sentimientos de fracaso por la resolución negativa de otras vivencias( fallecimientos, drogadicción, separaciones, hijos discapacitados, etc.) estarían consideradas como de “riesgo “ en la superación de esta crisis que altera la homeostasis familiar. Para Minuchin11 la problemática no estriba tanto en los patrones de conducta y la patología familiar como en la capacidad que presente para superar el stress y adaptarse a la nueva situación. 31.2. Problemas derivados del cuidado del enfermo. Otros problemas que afectan a la enfermedad terminal, están relacionados con el cuidado del enfermo. Tradicionalmente, las mujeres han asumido la atención a las personas dependientes, niños, enfermos y discapacitados. Hoy día, la incorporación de la mujer al mundo laboral y la transformación de la familia han variado los problemas en torno al cuidado de los enfermos crónicos y terminales. En una familia patriarcal eran normalmente varias las mujeres que atendían a las personas dependientes, actualmente, el cuidado sigue mayoritariamente en manos de la mujer, madre, hija ó hermana del enfermo. Son frecuentes las riñas entre familiares por este tema. La mujer cuidadora presenta frecuentemente cansancio por el cuidado prolongado por la falta de ayuda de otros familiares, trastornos depresivos, somatizaciones generalizadas, algo que se conoce como “stress del cuidador”. Generalmente son mujeres de mediana edad, educadas en la responsabilidad del cuidado de los demás, con falta de autonomía y de autoestima personal que, muy difícilmente, comprenden la necesidad de compartir, sin culpabilidad, el cuidado de” su enfermo”. Otros enfermos deben ingresar Unidades de Cuidados Paliativos, residencias privadas y públicas, bien por “claudicación familiar”, temor a la muerte, ( sobre todo en la última fase de la enfermedad), por abandono de los familiares que debían cuidarle ó simplemente por no tener familiares ni amigos que puedan atenderle. También queremos hacer referencia al aumento del cuidado en el propio domicilio, (existen gran número de mujeres, muchas de ellas inmigrantes, que se dedican hoy día a la atención de mayores y enfermos y que dan respuesta a la necesidad social de atención a las personas dependientes). Serían necesarias políticas socio-sanitarias coordinadas que garantizarán el control institucional sobre residencias privadas y en atención domiciliaria a estos colectivos, por su especial indefensión y riesgo de abusos. Minuchin, S.(1996), cit. por Barreto Martin y ot. En “La familia del paciente terminal” En Medic. Aliativa, vol. 3 n 4. SECPAL. Edimsa. Madrid. 11 34 3.1.3. Problemas laborales.Son los derivados de la pérdida del trabajo del enfermo y que, en muchas ocasiones, le suponen un duelo añadido. Son frecuentes las consultas sobre los trámites para la obtención de la incapacidad laboral. Por parte de las personas cuidadoras, igualmente constituye una gran dificultad el tener que abandonar el trabajo para atender al enfermo . No existe legislación que ampare estas situaciones, salvo algunas excepciones en Instituciones Públicas que contemplan los permisos sin empleo y sueldo. En muchas ocasiones se recurre a las bajas por enfermedad que palian situaciones críticas ó a las reducciones de jornada que implican una disminución considerable de ingresos. 3.1. 4. Problemas legales. En la fase terminal afloran las situaciones irregulares en el ámbito jurídico que el enfermo ó la familia desean solucionar y que pueden también ser tema de conflictos. temas de herencias hijos ilegítimos regularización de uniones consensuadas Hay que hacer constar el dolor que produce a las familias en muertes súbitas, violentas, etc. la intervención judicial- forense etc.-También se constatan dificultades en la expedición de certificados de defunción cuando no existe cobertura de Atención Primaria, hecho que incrementa la claudicación familiar y la hospitalización del enfermo en los últimos días. 3.1.5. Problemas económicos. “La carencia absoluta de recursos personales y sociales empeora la situación. El bajo nivel socioeconómico se asocia a factores de riesgo añadidos a cualquier situación de enfermo terminal”12. Las familias con precariedad económica incrementan su sufrimiento. La disminución de los ingresos, el aumento de los gastos debidos a la enfermedad, disminuyen la calidad de atención del enfermo y de la familia. 3.1.6. Problemas sociales.Los problemas más frecuentes están ligados al aislamiento progresivo de la familia ó de alguno de sus miembros. En enfermedades mal aceptadas socialmente – sida-, etc.,producen en la familia un sentimiento vergonzante que aumenta el dolor y, en definitiva, la exclusión social. Otros problemas tienen que ver con la ausencia de redes familiares y sociales de soporte. Hay enfermos , ancianos , etc. que se enfrentan a la enfermedad terminal sin contar con apoyos de familiares ni amigos. Estas circunstancias aumenta el sufrimiento final. También existen enormes carencias en los servicios sociales comunitarios. a pesar de su incremento en las últimas décadas. No existen recursos específicos generalizados, salvo iniciativas puntuales y escasas de apoyo al cuidador, apoyo para levantar y 12 Saunders, E y ot. ( 1993) cit. por Montoya y Carrasquilla en “ Facilitando el duelo normal en el adulto” Psicogeriatria vol. 9, pag. 19. Madrid 35 acostar, que, tímidamente comienzan a aparecer para paliar la falta de objetores de conciencia y voluntarios. 3.1.7.Problemas derivados de la utilización de las prestaciones y servicios del Sistema Sanitario. Podríamos incidir en primer lugar en aquellos derivados del distanciamiento y falta de sensibilidad de algunos profesionales que no se identifican con los Cuidados Paliativos. . Los derivados del desconocimiento de los servicios y recursos existentes en el Sistema Sanitario Público, especialmente en poblaciones y grupos desfavorecidos. . Falta de Unidades generalizadas y de atención domiciliaria al enfermo terminal. Si bien van generalizándose en España las Unidades de Cuidados Paliativos, todavía en muchas comunidades autónomas no cuentan con los recursos adecuados ni la consideración que merece el tema. Se potencia la atención domiciliaria tanto dependiendo de las Unidades Paliativas Hospitalarias como las Unidades Específicas, pero su crecimiento ha sido desigual , dependiendo, seguramente, de los recursos utilizados y del grado de implementación conseguido por la Atención Primaria. Existe descoordinación entre niveles asistenciales y el enfermo, a veces, está sometido a los circuitos convencionales hospitalarios, con el disconfort que esto conlleva . 3.1.8. Problemas religiosos.En ocasiones se originan conflictos entre el enfermo y la familia por la atención religiosa. 3.2. Recursos y Organizaciones españolas en Cuidados Paliativos 3.2.1. Sanitarios. Atención Primaria.- La más cercana al enfermo. El equipo sociosanitario que atendía con anterioridad al enfermo y a su familia, proporciona la atención en esta etapa final, en el domicilio, de forma global y continuada. Unidades hospitalarias de Cuidados Paliativos. Dan cobertura especializada y deben proporcionar el tratamiento durante la estancia hospitalaria y, a veces, si se requiere, en hospitalización domiciliaria. Hospitales de Cuidados Paliativos específicos. Atienden en la etapa final a todos los pacientes que, por diferentes circunstancias, no pueden ser atendidos en su domicilio. Son todavía escasos. 3.2.2Sociales. Ayuda domiciliaria , levantamiento, aseo, etc. dependientes por lo general de los Ayuntamientos y los correspondientes a la iniciativa privada. 36 Residencias asistidas. Públicas. Dependientes de las Comunidades Autónomas. atienden a enfermos en fase terminal institucionalizados con anterioridad. Residencias privadas. Son escasas las que acogen enfermos en fase terminal. A pesar de los cambios sociales, las redes sociofamiliares siguen siendo el principal recurso y apoyo para la atención del enfermo terminal. Incrementar estas redes de apoyo, de asociaciones de voluntarios, de afectados y familiares de enfermos crónicos, son imprescindibles para cubrir con eficiencia todas las necesidades de los seres humanos en esta última etapa de su vida 3.2.3. Principales organizaciones españolas en Cuidados Paliativos ACTUA. Asociación Catalana en Cuidados Paliativos ASOCIACION ESPAÑOLA EN CUIDADOS PALIATIVOS.secpal Secretaria técnica Hospital El Sabinal LAS PALMAS DE GRAN CANARIA SCAMPI Sociedad Canaria en Cuidados Paliativos SCBCP Sociedad Catalano-balear en Cuidados Paliativos AECC Asociación Española contra el cáncer CANCERMON Cooperación internacional en Cuidados Paliativos CENTRO DE ESTUDIOS EN CUIDADOS PALIATIVOS< Hospital de la Sta. Creu Rambla Hospital, 32 Vich. Barcelona FUNDACION ONCOLOGICA INFANTIL ENRIQUETA VILLAVECHIA< Avda S A Mª Claret, 167 Barcelona ASOCIACIONES DE ENFERMOS Y FAMILIARES Con sede en toda España 3.TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN PROFESIONAL Es evidente que dentro de nuestra disciplina y a través del Trabajo Social Clínico la intervención terapéutica en los procesos de relación de ayuda y los cuidados al final de la vida, tanto con los afectados como con su entorno inmediato (familia, amigos, vecinos, etc.), es posible, por ser un profesional que ayuda y apoya a otras personas para que puedan enfrentarse a sus problemas a través de la exploración, la comprensión y la acción. 37 Es cierto que los conocimientos de los que disponemos las profesiones de ayuda respecto a la agonía, muerte y duelo son aún incompletos, pues todavía conocemos demasiado poco sobre cómo mueren las personas; cómo desean morir; y cómo diferentes clases de atención física, emocional, espiritual podrían ayudar mejor a los enfermos en situación terminal13. Pudiendo afirmar que cualquier profesión de ayuda debe seguir ampliando horizontes en su intervención con el fin de proveer la mejor atención a los/ as afectados/ as y su entorno más inmediato y para ello, desde el Trabajo Social, se hace uso de la supervisión clínica, que es definida como “ un proceso interactivo en el que supervisor y supervisando van a reflexionar conjuntamente sobre el trabajo clínico de éste, prestando especial atención a la relación cliente – trabajador social, con el objeto de ayudarle a lograr una práctica profesional que asegure la atención más adecuada a la situación de malestar o conflicto psicosocial del cliente y que sea, a la vez, lo más correcta y satisfactoria posible. (Ituarte, A., 2001:.31). La intervención profesional en la relación de ayuda debe considerar cómo elemento clave, el sufrimiento que vive el afectado y que ha sido definido por Chapman C.R. y Gravin, J. (1999) como: “ un estado afectivo, cognitivo y negativo complejo caracterizado por la sensación que experimenta la persona de encontrarse amenazada en su integridad, por su sentimiento de impotencia para hacer frente a ésta amenaza y por el agotamiento de los recursos personales y psicosociales que le permitirían afrontarla” Ante todo, se sufre por el temor a que suceda un daño físico o psicosocial que el paciente valora como una amenaza importante para su existencia o integridad psicosocial y/u orgánica, y al mismo tiempo, piensa que carece de recursos para hacer frente con éxito a ésta amenaza. Por ello el Trabajo Social Clínico considera el sufrimiento como la base para la intervención psicosocial, siendo éste, el centro y prioridad en las actuaciones a la vez que se abordan otros problemas relacionados que pueden incrementarlo: problemas legales, laborales, económicos, de desorganización familiar, conflictos familiares, duelos anticipados....) A la hora de la intervención, el asesoramiento en los procesos de duelo ocasionados por la pérdida, definida ésta por John Harvey y Ann Weber (1998) como: “cualquier daño en los recursos personales, materiales o simbólicos con los que hemos establecido un vínculo emocional”, el objetivo general de la intervención por parte del Trabajador/ a Social Clínico debe ser: ayudar al/los supervivientes a completar cualquier cuestión no resuelta con el fallecido y a ser capaz de decir un adiós final. Y los objetivos específicos de la intervención social serían: Aumentar la realidad de la pérdida Ayudar a la persona asesorada a tratar tanto las emociones expresadas como las latentes Ayudarla a superar los diferentes obstáculos para reajustarse después de la pérdida 13 Institute of Medicine (1997), Approaching dead: Improving care at the end of life, Washington, DC: National Academy Press. Citado por M. McCarthy, US patients do not always get the best end- of- life care, The Lancet, 349, 1747. 38 Ayudar a la hora de decir un adiós apropiado y a sentirse cómodo/a volviendo otra vez a la vida La intervención psicosocial por parte del/ la Trabajador/ a Social Clínico/ a en el entorno más inmediato del fallecido (familia, amigos, vecinos..) pretende cubrir los siguientes desafíos respecto al duelo: Ayudarles a reconocer la realidad de la pérdida y abrirse al dolor Ayudarles a revisar su mundo de significados Ayudar a reconstruir la relación con lo que se ha perdido Ayudarles a reinventarse a ellos mismos Otro aspecto a considerar en la intervención son las actuaciones a llevar a cabo con enfermos crónicos y terminales y con sus entornos más inmediatos( familia, amigos, vecinos..). En las intervenciones con los enfermos/ as crónicos será necesario conocer su calidad de vida relacionada con la salud (CVRS): física, emocional y social y promover actuaciones para prolongar y mantener esa calidad de vida. Respecto a la intervención con los enfermos/ as en situación terminal, será necesario conocer su grado de bienestar y sensación global de satisfacción o alivio de las necesidades físicas, cognitivas, emocionales, sociales y espirituales, que puede experimentar el enfermo, de forma intermitente, continua o esporádica a lo largo de la última etapa de su existencia. Respecto a la intervención psicosocial, existen muchas técnicas y/o estrategias para la misma, pero que deben adaptarse a la problemática que se presenta y por ello es preciso antes de enumerarlas, identificar la problemática psicosocial más frecuente que afecta a los pacientes en situación terminal y crónicos y su entorno inmediato ( familia, amigos, vecinos..) y que en el apartado anterior ha sido descrita de manera detallada y ahora se presenta de manera resumida en el siguiente cuadro y que puede ser abordada desde el Trabajo Social Clínico: (figura 1) Figura 1: Problemática psicosocial más frecuente en pacientes crónicos y terminales y su entorno más inmediato ( familia, amigos, vecinos...) Desestructuración y desorganización familiar Problemas de adaptación Sufrimiento psicológico del paciente y entorno inmediato Problemas laborales, legales, económicos, etc. Falta de redes familiares y sociales Problemas de comunicación Depresión, ansiedad y conflicto familiar Duelo anticipado y duelos patológicos Pérdidas ambiguas Para pasar a enumerar las técnicas o estrategias posibles a desarrollar desde el Trabajo Social Clínico, las hemos ordenado o clasificado de acuerdo con el momento de la intervención para poder establecer un criterio metodológico coherente, pero que en la práctica pueden intercalarse: 39 Figura 2: Dentro del alcance de la función Preventiva (Actuando sobre las causas inmediatas o detección de los problemas específicos) las estrategias o técnicas de intervención pueden ser: Educación y entrenamiento sobre cuidados al final de la vida en la comunidad Conductor de grupos de apoyo y asesoramiento Asesoramiento e intervención en procesos de duelo para evitar su patologización Figura 3: Dentro del alcance de la función Asistencial y Promocional (facilitando información, orientación, asesoramiento y apoyo y promoviendo la autonomía personal, la educación y la participación) las estrategias o técnicas de intervención pueden ser: Estrategias para reducir el sufrimiento: La empatía auténtica Las habilidades de comunicación y apoyo emocional ( counselling) Adiestramiento en estrategias para afrontar el estrés Técnicas de relación Preguntar: las preguntas pueden ser cerradas, abiertas, neutras, de influencia La escucha y ésta puede ser: escucha pasiva, utilización de monosílabos, comunicación no verbal, reconocimiento, abre puertas – aperturas, escucha activa Dar información: dar información útil ayuda a ser comprendido y realizar planteamientos efectivos requiere: inspirar confianza en la otra persona, estar en sintonía con la comunicación del otro, exponer las ideas con lógica ( razonar de forma directa, descriptiva e imparcial) Técnicas de aproximación para la relación de ayuda: La empatía: La comprensión de las emociones y sentimientos de otras personas poniéndose en su lugar y asumiendo su punto de vista. Es la comunicación afectiva y efectiva entre personas. Consiste en ir escuchando al otro e ir resumiendo sus ideas y sus sentimientos, pero sin añadir nada propio o personal. El feedback: La importancia de lo que devolvemos al otro del mensaje que ha emitido y por ello le hacemos saber que: entendemos, sentimos, y reaccionamos ante él / ella Técnicas y estrategias de tratamiento psicosocial: Apoyo, ventilación, confrontación, clarificación, interpretación y uso del silencio del /la terapeuta Gestiones varias: ayuda a domicilio, ayudas y prestaciones, servicio de ayuda a domicilio, cuidados, educación sanitaria, respiro familiar, etc. Educación Familiar para la reestructuración Entrenamiento en comunicación, tareas preceptúales o conductuales, mediación, resolución de conflictos Negociación y motivación para la implicación de familiares ausentes Figura 4: Dentro del alcance de la función Rehabilitadora (Promoviendo procesos de reinserción y normalización) Para trabajar el duelo14: Biografías 14 Neimayer Robert A. (2002): Aprender de la pérdida: Una guía para afrontar el duelo. Paidos. Barcelona. P.p. 180-256 40 Caracterizaciones de la pérdida Cartas que no se envían Diarios Dibujos e imágenes Entrevista de reconstrucción de significado Epitafios Galería de fotografías Historias metafóricas Huella vital Imágenes metafóricas Lecturas reflexivas Libros de recuerdos Objetos de vinculación Peregrinación personal Poesía de la pérdida Rituales Técnicas de apoyo y estrategias de ayuda: Apoyo, soporte, sostén y seguimiento Orientación en las gestiones Intervenciones simples: preguntas, reformulaciones, directrices Intervenciones elaboradas: entrenamiento en comunicación, ventilación, relajación, visualización, identificación de miedos irracionales, reestructuración sobre el sistema de creencias, etc. Entrenamiento en comunicación, tareas preceptúales o conductuales, mediación Dentro de la intervención del Trabajo Social Clínico no hemos querido dejar atrás un campo de intervención que está relacionado con el sufrimiento y el asesoramiento en el duelo: la pérdida ambigua. La premisa en la que se fundamentan las investigaciones15 y la intervención es: cuanto mayor la ambigüedad que rodea la pérdida, más difícil resulta dominarla y mayores son la depresión, la ansiedad y el conflicto familiar Existen dos tipos básicos de pérdida ambigua: En la primera, los miembros de la familia perciben a determinada persona como ausente físicamente pero presente psicológicamente, pues no es seguro si está viva o muerta (desaparecidos, catástrofes donde no se encuentra en el cuerpo, etc.) y la segunda tipo de pérdida ambigua, se percibe a la persona como presente físicamente, pero ausente psicológicamente (demencia senil, alzheimer, trastornos psiquiátricos que requieren institucionalización, etc.) La intervención del trabajador/ a social clínico se centra en familias que han sufrido una pérdida ambigua y se les ha dejado abandonadas a su propia suerte para que encuentren una salida, porque los ritos existentes y los apoyos de la comunidad no se dirigen más que a las pérdidas bien definidas, como la muerte. Por ello desde el trabajo social se adopta un modelo preventivo para ayudar a esas familias a aprender a gestionar sus vidas, a pesar de la pérdida ambigua y para ello se hace uso de las mimas estrategias y técnicas enumeradas anteriormente. 15 Boss, P. ( 2001): La pérdida ambigua: cómo aprender a vivir con un duelo no terminado. Gedisa. Barcelona p.18- 34 41 BIBLIOGRAFIA Aguirre de Cárcer, A. N. ( 2000). Trabajo Social en Cuidados Paliativos. Madrid. Arán. Bayés, R ( 2002). Psicología del sufrimiento y de la muerte. Madrid. Martínez Roca.. Boss, P. ( 2001). La pérdida ambigua: cómo aprender a vivir con un duelo no terminado. Barcelona. Gedisa. Colom, D. (1997) La atención sociosanitaria del futuro. Zaragoza. Mira Editores. Chapman C.R.., Gravin, J. (1999). Suffering: the contributions of persistent pain. The Lancet, 353,2233-2237. Dhooper, Surjit, S (1997) Social Work in Health in the 21st Century. London. Sage Publications. Ewalt, P. (comp). 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Ituarte, A ( 2001b) La Supervisión Clínica en Trabajo Social: espacio de reflexión y encuentro intersubjetivo. Madrid. Jehu, D ( 1979).Moodificación de la Conducta en el Trabajo Social. México. Limusa. Meyer, C.H. (comp) (1983). Clinical Social Work in the Eco-Systems Perspective. New York. Columbia University Press. Midori Hanna, S., Brown, J. ( 1998). La práctica de la Terapia de Familia: Elementos clave en los diferentes modelos. Bilbao. Desclée de Brower. Neimayer Robert A. (2002). Aprender de la pérdida: Una guía para afrontar el duelo. Barcelona. Paidos. O´Hagan K. (1986) Crisis Intervention in Social Services. British Association of Social Workers. London. Macmillan. Parkes, C.M. (1980). Bereavement counselling: Does it work?. British Medical Journal, 281, 3-6 42 Payne, M. (1991) Teorías contemporáneas del Trabajo Social. Una introducción crítica. Barcelona. Paidos Richmond M. E. ( 1995). El Caso social Individual: El Diagnóstico Social: Textos Seleccionados. Madrid. Talasa. Rosenblatt A. Y Waldfogel D. (comps.) (1983) Handbook of Clinical Social Work, San Fracisco. Jossey-Bass. Rubí , C. (1989): Introducción al Trabajo Social. Barcelona. Euge, p.34 Russell, M ( 1984) Clínical Social Work. Research and Practice. London Sage Publications. Smith Carole, R. (1988). Trabajo social con moribundos y sus familias. México. PAX, William Wordem, J ( 1997). El tratamiento del duelo: asesoramiento psicológico y terapia. Barcelona. Paidos. 3. BIBLOGRAFIA CONSULTADA Y RECOMENDADA Amigó Borrás,S (2000) Guía del uso racional de las drogas. Oikos-Tau. Barcelona. Amorós, P; Ayerbe, P (editores), (2000): Intervención educativa en inadaptación social. Síntesis. Madrid. Cyrulnik, B ( 2002): Los patitos feos: La resiliencia: una infancia infeliz no determina la vida. Gedisa. Barcelona Fernández del Valle, J; Fuertes Zurita, J ( 2000): El acogimiento residencial en la protección a la infancia. Pirámide. Madrid. Garrido Genovés, V ( 1993): Técnicas de Tratamiento para delincuentes. Ed.Centro de Estudios Ramón Areces. Valencia, Gobierno de Canarias. Consejería de Empleo y Asuntos Sociales. Problemática del Menor y la Familia en Canarias, 1997 Gobierno de Canarias. Consejería de Empleo y Asuntos Sociales.Ley de Atención Integral a los menores ( Ley 1/1997 de 7 de Febrero). Goldstein A, (1995) Adicción. Ediciones neurociencias. Barcelona. Graña Gómez, J, (1994) Conductas adictivas: Teoría, Evaluación y Tratamiento. Debate. Madrid. Hanna, S., Brown, J., ( 1998): La Práctica de la Terapia de Familia: Elementos claves en diferentes modelos. Desclée De Brouwer. Bilbao. Herrera Hernández, J.M (2001): (sin editar): Material del Seminario de Libre Elección. “Uso Racional de las Drogas”. Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales. Universidad de la Laguna. Herrera Hernández, J.M., Rodríguez Matos, I., Mesa Expósito, J.R. (2002).: “¿Es Etica la la intervención psicosocial para el uso racional de de las drogas con jóvenes consumidores como estrategia de reducción de daños y riesgo?”. Revista Nacional de Trabajo Social y Salud,40, pp. 315-321. Miller, W., Rllnick, S., ( 1999): La entrevista Motivacional: preparar para el cambio de conductas adictivas.Paidos, Barcelona. O,Hare, P.A. Newcombe R. et al. (1992) La reducción de los daños relacionados con las drogas. Grupo IGIA. País Vasco. Okun, B.,( 2001): Ayudar de forma efectiva. Counseling: Técnicas de terapia y entrevista. Paidos. Barcelona. Orte Socías, C; March Cerdá, M; ( 2001): Pedagogía de la Inadaptación Social. Nau Llibres, Valencia. Trevithick, P ( 2002): Habilidades de comunicación en intervención social: Manual práctico Ed.Narcea. Madrid 43 Vanistendael, S; Lecomte, J ( 2002): La felicidad es posible: Despertar en niños maltratados la confianza en sí mismos: construir la resiliencia. Gedisa. Barcelona. 44 4. ANEXOS CUSTIONARIO DE AUTOESTIMA (AUT 17) SEXO: Hombre ( ) Mujer ( ) ) Edad ( ) Estudia ( ) Trabaja ( ) Pareja: Si No A continuación se ponen una serie de frases debiendo responder en cada una de ellas con una sola opción de las que te damos a elegir. Las respuestas a utilizar son: Significa que estás muy en desacuerdo Significa que estás en desacuerdo Significa que estás en parte de acuerdo y en parte en desacuerdo Significa que estás de acuerdo Significa que estás muy de acuerdo PREGUNTAS Tengo poca resistencia física Me excito (alterarse, mosquearse...)con facilidad Me siento muy querido en mi familia Tengo mala memoria Pierdo fácilmente amigos Tengo una salud excelente Soy nervioso Me siento feliz en mi familia Tengo dificultades para concentrarme En general no se valora mi amistad Tengo partes de mi cuerpo que me gustaría cambiar Soy equilibrado emocionalmente Mis relaciones familiares son insatisfactorias Soy inconstante (me aburro pronto) en el trabajo intelectual (escuela, leer, estudiar) Mis relaciones sociales son insatisfactorias Me cuesta controlarme Mis ideas, consejos y opiniones son muy bien recibidos en mi familia ESCALA DE CORRECCIÓN TIPOS DE AUTOESTIMA Autoestima familiar Autoestima social Autoestima emocional Autoestima intelectual Autoestima física AUTOESTIMA GLOBAL 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 PUNTUACIÓN 45 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 ESCALA DE CORRECCIÓN CUESTIONARIO AUTOESTIMA TIPOS DE AUTOESTIMA Autoestima familiar ( item 3+ item 8+ item 17) + 6 – (item 13) Autoestima social : 18 – ( item 5 + item 10 + item 15) Autoestima emocional : item 12 + 12 - ( item 2 + item 7) Autoestima intelectual: 18 – ( item 4+ item 9+ item 14) Autoestima física : (item 6) + 12 – ( item 1 + item 11) AUTOESTIMA GLOBAL: familiar + social + emocional + intelectual + física 46 CUESTIONARIO DE APOYO SOCIAL COMUNITARIO Sexo: Varón ( ) Hembra ( ) Edad ( ) Ocupación: Estudia ( ) Trabaja: Cuenta propia ( ) Cuenta ajena( ) Pareja: Si ( ) NO ( ) A continuación se ponen una serie de frases debiendo responder en cada una de ellas con una sola opción de las que te damos a elegir. Las respuestas a utilizar son: 1.Significa que estás muy en desacuerdo 2.Significa que estás en desacuerdo 3.Significa que estás en parte de acuerdo y en parte en desacuerdo 4.Significa que estás de acuerdo 5. Significa que estás muy de acuerdo ESCALA 1: PREGUNTAS Me encuentro a disgusto dentro de mi bario o comunidad Me siento identificado con mi barrio o comunidad Mis opiniones son bien recibidas en mi barrio o comunidad Muy pocas personas de mi comunidad o barrio saben quién soy yo Siento el barrio o comunidad como algo mío Colaboro en las organizaciones y asociaciones de mi barrio o comunidad Participo en actividades sociales de mi barrio o comunidad Participo en algún grupo social o cívico No participo en las reivindicaciones sociales que se llevan a cabo Acudo a las llamadas de apoyo que se hacen en mi comunidad o barrio No participo en las actividades sociorecreativas de mi comunidad o barrio 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 Como sabe, las asociaciones, organizaciones ( asociaciones de vecinos, culturales, deportivas, de padres y madres, comisiones de fiestas, ONG, etc.. son una parte importante en la que desarrollan la vida social las personas. En éstas organizaciones: ESCALA 2: Podría encontrar personas que me ayudarán a resolver mis problemas No encontraría comprensión y apoyo Podría encontrar personas que me ayudaran a sentirme mejor No pediría consejo No podría compartir mis problemas Encontraría a alguien que me escuche cuando esté decaído/ a Encontraría una fuente de satisfacción para mí Lograría animarme y mejorar mi estado de ánimo Me relajaría o olvidaría con facilidad mis problemas cotidianos No solicitaría ayuda 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 Los Servicios Sociales, Centros Educativos, Centros de Salud, Centros de Rehabilitación, etc. son organizaciones y servicios que la comunidad pone a disposición de sus miembros 47 ESCALA 3: Si tuviera problemas (personales, familiares...) podría encontrar personas en estas 1 2 3 organizaciones que me ayudarían a resolverlos Estos servicios y organizaciones no me inspiran la suficiente confianza 1 2 3 Estas organizaciones y servicios son una importante fuente de apoyo 1 2 3 En caso de necesidad acudiría a estas organizaciones o servicios 1 2 3 4 5 4 5 4 5 4 5 ESCALA DE CORRECCIÓN CUESTIONARIO Integración comunitaria: (escala 1): ( item 2 + item 3 + item 5) + 12 – ( item 1+ item 4) Participación comunitaria: (escala 1): ( item 6+ item 7+ item 8 + item 10) + 12 – (item 9 + item 11) Apoyo social en los sistemas informales: ( escala 2): (item 12+ item 14+ item 17+ item 18+ item 19 + item 20) + 24 – (item 13+ item 15+ item 16 + item 21) Apoyo social en los sistemas formales: (escala 3): (item 22 + item 24 + item 25) + 6 – (item 23) 48 TITULO: Un estudio sobre la influencia de los medios de comunicación en desarrollo evolutivo de la infancia y adolescencia y su relación con la violencia el AUTORES/ AS: Herrera Hernández, Juan Manuel, Pastor Maestro Alberto, Rodríguez Matos Inmaculada, Herrera Hernández Ruth María, De la Rosa Hormiga Milagros, Sanz Sánchez Inmaculada, Rodríguez Peña Carlos Alberto, Marrero Cabrera Diana PRESENTACIÓN Se presenta un estudio realizado por un equipo de profesionales del campo social, psicológico, sanitario y educativo durante les meses de noviembre y diciembre de 2004, para identificar la violencia presente en la publicidad y programas de televisión que se ofertan en las horas de audiencia de la población menor y adolescente y cómo ésta pude afectar a su desarrollo evolutivo y condicionar para la violencia. 1. RESUMEN La violencia que se expone a través de los medios de comunicación puede ser un factor que predisponga a la violencia entre los menores y adolescentes, si está unido a factores de personalidad predisponentes a la violencia y que pueden afectar al desarrollo evolutivo y la salud mental de los mismos. También es preciso resaltar que se pude hacer una prevención eficaz de la violencia desde el campo psicosocioeducativo y sanitario en combinación con el trabajo de padres, madres y /o tutores/ as. Para ello se requiere conocer los factores predisponentes y neutralizarlos, así como potenciar factores de protección como la autoeficacia, la autoestima, la asertividad, las habilidades sociales y cognitivas, la competencia social y la resiliencia. 2. PALABRAS CLAVES Violencia, ,medios de comunicación, resiliencia, prevención, desarrollo evolutivo, salud mental. 3. ABSTRACT Violence that is exposed via the media may be a factor that provokes to violence between minors and adolescents, if it is linked to factors such as predisposed personalities to violence and that may affect the evolutionary development and health of these minors and adolescents. As well it should be recognised that one could prevent violence effectively via the professional psycho-social-educational and health field, combined with the work of fathers, mothers and/ or tutors. Which is why it is required to be familiar with the predisposed factors in order to neutralise these. It is equally required to strengthen factors that may protect one self like self efficiency, self esteem, assertiveness, social and cognitive abilities, social competition and resilience. 49 4. KEY WORDS Violence, media, resilience, prevention, evolutionary development, mental health. 5. INTRODUCCIÓN La televisión en los últimos años se ha convertido en un símbolo preferente en todas las familias, al que condicionan el resto de las actividades diarias. Con esto queremos decir que la televisión es muy vista por los individuos y algunos casos en los niños, la televisión puede convertirse en su segunda madre. "Una de las características de los medios de comunicación es su capacidad de influir en los espectadores. Entre los diferentes tipos de influencia a las que se encuentra expuesto destaca la de generar comportamientos violentos. Los investigadores y el público en general se han planteado con frecuencia la siguiente cuestión: ¿La visión de violencia en los medios de comunicación, contribuye a generar un comportamiento violento?. La televisión es el instrumento de comunicación con más receptores en el mundo que la contemplan. Lo que era hace pocos años una novedad ahora es una necesidad. (Gonzalo Músitu Ochoa, Enrique Berjano Peirats, Errique García Fuster, Fernando García Pérez, Juan Martínez Torvisco, Rosa Estarelles Rodríguez. 1987:143) Es evidente que como medio comunitario de comunicación ha sobrepasado la etapa experimental y ejerce en muchos países una poderosa influencia sobre la vida social. (Gonzalo Musitu Ochoa, Enrique Berjano Peirats, Errique García Fuster, Fernando García Pérez, Juan Martínez Torvisco, Rosa Estarelles Rodríguez. 1987:143) La televisión cumple mejor que ningún otro medio la función de reexpresar, reintegrar o mantener los símbolos comunes. Se puede decir, que es el instrumento más poderoso para hacer participar a la masa en sistemas de símbolos, cuya difusión común es necesaria para la cohesión social. (Halbran, 1969). El objetivo de los procesos de comunicación de masas está en su destino -la audiencia-. Es el componente más estudiado y más analizado de la comunicación en masas. Gracias a ello numerosos programas sobreviven a lo largo de los años en antena, debido a su poder son capaces de llevar al éxito o al fracaso cualquier cosa que se emita en la televisión, independientemente de que sea buena o mala. Hoy en día, lo que la mayoría de los espectadores quieren ver es morbo, con lo cual las grandes empresas hacen caso omiso de horarios y de ética, y emiten y transmiten ciertos valores que deberían estar prohibidos. Para conseguir altas audiencias, las empresas recurren a captar aquella parte que sea más vulnerable y fácil de manejar, en este caso los niños y jóvenes. Surgeón Genaral elaboró un informe sobre la violencia juvenil en la que se apoya la tesis de que la exposición a la violencia que aparece en los medios puede aumentar a largo plazo. Se ha llegado al consenso en cuanto a la asistencia de una serie de factores que 50 contribuyen a que se produzcan comportamientos violentos; entre éstos hay que destacar la proliferación de pandillas, drogas y armas y el aumento de la pobreza y el racismo. Hay que señalar que la violencia en los medios de comunicación siempre se ha aceptado como uno de los factores que influyen decisivamente. También sabemos que la violencia mediática no es el factor más importante, y que además, ni todos los actos violentos de televisión o cine son peligrosos, ni todos los niños o adultos reaccionan agresivamente tras contemplar un acto violento en los medios de comunicación. Recientemente, algunos estudios han aportado más pruebas que confirman que los medios de comunicación contribuyen a generar conductas de actitudes agresivas. Algunas de las conclusiones a las que se ha llegado son: Que tras cuatro décadas de estudio de la televisión y sobre otros medios, se han dado cuenta que casi todos los niños estadounidenses están expuestos a altos niveles de violencia mediática. Los niños agresivos que tienen problemas en los estudios y en las relaciones con otros niños tienden a ver más televisión y la violencia que ellos presencian, refuerza a su vez, esa tendencia a la agresión. Además de aumentar la conducta agresiva hacia los demás, ver violencia en televisión cambia la actitud y el comportamiento hacia dos diferentes formas. La primera se refiere a la insensibilización emocional hacia la violencia y sus víctimas en el mundo real, lo que puede desembocar en una actitud insensible y cruel respecto a las agresiones que pueden sufrir otras personas, y en una menor inclinación a proteger activamente a las víctimas de un acto violento. Según las revisiones de la American Psycological Society y otras organizaciones, hay tres efectos principales que resultan de la exposición a la violencia en los medios. Primero, provocan que se incrementen la violencia hacia los demás, La violencia se relaciona a la frustración política, a la falta de poder personas, a la desviación social, a la urbanización, a la impotencia cultural, al stress individual, a la proclividad hacia la conducta agresiva, a la pobre salud mental y a una falta de control familiar, así como también. a las películas televisadas, debido principalmente al efecto del aprendizaje e imitación. Segundo, existe una mayor insensibilidad hacia la violencia contra los demás, esto es lo que se ha llamado el efecto de insensibilización. Tercero, aumenta el miedo a convertirse en víctimas, o el así llamado el efecto miedo. Este que hemos nombrado indica, por una parte, que la violencia mediática puede tener tres tipos diferentes de efectos dañinos en los espectadores y, por otra, que los diferentes contenidos televisivos pueden producir diferentes efectos en el espectador. Sin embargo, no todas las representaciones son iguales, ya que sólo hace falta comparar una película como "La lista de Schindler" con una película como" Terminator". Con todo ello, los investigadores vienen a mostrar que cuando un niño observa la televisión reduce otras actividades lúdicas. Otra observación es que el niño que está muy pegado al televisor es menos creativo en el juego y tiene menos voluntad para perseverar en el aprendizaje que es difícil o que no tiene recompensas inmediatas. Es 51 más, el niño promedio de 5 años de edad, observa la televisión alrededor de 23 horas semanales, y ve aproximadamente 5.000 anuncios al año en televisión, una cifra exagerada y que ha provocado presiones desde las diferentes entidades sociales para controlar la cantidad y los tipos de reclamos en la publicidad. La televisión ha llegado a ser un agente fundamental en la socialización de los niños y para algunos de estos, rivaliza la influencia de la escuela y de los padres en sus actitudes y conductas. La televisión ha mejorado las habilidades verbales, pero algunas investigaciones sostienen que pueden formar a niños pasivos. La violencia se relaciona a la frustración política, a la falta de poder personas, a la desviación social, a la urbanización, a la impotencia cultural, al stress individual, a la proclividad hacia la conducta agresiva, a la pobre salud mental y a una falta de control familiar, así como también a las películas televisadas. Existen nueve factores contextuales que demuestran que ciertas representaciones suponen un mayor riesgo para los espectadores: - La naturaleza del agresor: Cuando ocurre un suceso violento suele haber un personaje inidentificable como agresor y son precisamente las características de esos personajes los que determinan en gran medida el significado que se le da a la violencia. Las investigaciones indican que los niños y los adultos prestan atención y aprenden de los modelos percibidos como atractivos. ¿Qué tipo de personaje se perciben como atractivo en los programas de entretenimiento televisivo? Los estudios señalan que los espectadores valoran más positivamente a los personajes prosociales que a los crueles. Así mismo los niños, saben distinguir entre el prototipo de personaje bueno y el malo en un programa de televisión. - La naturaleza de la víctima: Las características de las víctimas son rasgos contextuales importantes. La respuesta de los espectadores es mayor si la víctima es percibida como simpática o atractiva. Las características de las víctimas influyen decisivamente sobre el miedo del espectador, y no tanto sobre el aprendizaje de conductas violentas. Así, las investigaciones indican que los espectadores sienten preocupación por los personajes percibidos como atractivos. - El motivo de la violencia: Las razones que motivan a un personaje a cometer un acto violento influyen en gran medida sobre la interpretación del espectador, así pues los actos violentos llevados a cabo para proteger o vengar deberían alimentar la agresividad del espectador, ya que estos actos parecen justificados. Los estudios han afirmado que cuando la violencia se representa como moralmente justa, disminuye las inhibiciones del espectador contra la agresión. El prototipo de guión justificado es el del héroe que emplea la violencia para proteger la sociedad contra los villanos. Por contraste, la violencia no merecida o puramente maliciosa debería disminuir el riesgo de que el espectador aprenda la agresión. 52 - La presencia de alguien: Existen determinados estímulos visuales que pueden activar pensamientos o comportamientos agresivos, uno de estos es la aparición de armas. La presencia de armas convencionales genera más violencia que las no convencionales ya que las primeras están asociadas con actos violentos almacenados plenamente en la memoria. - La extensión y el carácter gráfico de la violencia: La violencia contenida en los programas de televisión y especialmente en las películas varía mucho dependiendo de su extensión y carácter gráfico. Una interacción violenta puede durar sólo unos segundos o puede prolongarse durante varios minutos y contener muchos primeros planos. Se ha confirmado que la exposición a grandes dosis de violencia grafica disminuye la activación y la sensibilidad hacia las escenas violentas. - El realismo de la violencia: Las representaciones realistas entrañan mayor riesgo para el espectador que los pocos realistas. Tanto adulto como niño tienen respuestas diferentes de acuerdo con el grado de realismo de la escena. El realismo puede potenciar la reacción de miedo en el espectador. - Recompensa y castigo: La violencia recompensada fomenta el aprendizaje de actitudes y comportamiento agresivos en los espectadores. En cambio, cuando la violencia se castiga sirve para inhibir o reducir el aprendizaje de la agresión. - Las consecuencias de la violencia: Los espectadores interpretan las escenas violentas en las que se hace ostensible el daño y el dolor de las víctimas como más seria y más violenta que las escenas que no muestran estas consecuencias. Los gritos de dolor y otros signos de sufrimiento pueden influir en la imitación de las conductas agresivas. - Humor: A veces la violencia va acompañada de un cierto sentido del humor. La presencia de humor contribuye en general al aprendizaje de agresión y la conclusión es que los medios de comunicación contribuyen a que se produzcan ciertos efectos antisociales en niños y adultos. Es posible mitigar y controlar el impacto de los medios de comunicación sobre los niños o través de la supervisión y explicación de los contenidos televisivos por parte de los padres así como a partir de la responzabilización de los propios medios. La relación ente televisión y la violencia ha sido uno de los tópicos más estudiados en el campo de la investigación sobre los efectos de los medios. El impacto y la omnipresencia de la televisión en los hogares de todo el mundo han hecho que expertos en el desarrollo humano se hayan preguntado como puede afectar los comportamientos violentos que se ven en televisión a las actitudes y comportamientos agresivos de niños y adolescentes. 53 El tema de la violencia en televisión es uno de los temas más polémicos entre los educadores. Para algunos la televisión es el responsable directo del aumento de la violencia y delincuencia de los últimos años. Esto es, porque una persona a la hora de elegir un programa de televisión, no lo hace de forma arbitraria sino que se elige en función de si se ve reflejado en el personaje o no, es decir, que comparta con él sus ideas, intereses, pulsiones, esperanzas u problemas. De este modo el espectador puede imitar conductas del protagonista en ese programa. Entre 1952 Y 1972 en EE. UU. El arresto por delitos graves aumentó en un 16% coincidiendo en los mismos años con un aumento de escenas televisivas de violencia en un 15%. Entre 1954 Y 1961 el porcentaje de acciones con violencia pasó de una del 17% al 60% del conjunto de programas. Sin embargo aunque haya correlación entre los hechos no significa que se pueda establecer una relación de causa efecto, la cuestión es algo más complicada. Hay teorías que explican que la violencia se aprende en el entorno social y no en la televisión. En la televisión se aprende un estilo de violencia, la televisión por tanto sería una excusa, sería un recurso fácil para eludir unas responsabilidades que en realidad debería asumir el entrono social, frustrante, competitivo y agresivo. A la ahora de evaluar los efectos de la violencia en los programas de televisión se definen tesis diversas y hasta contradictorias: Tesis de la estimulación: se aprende a través de modelos sociales. Los programas violentos incitan a la imitación, estimulan las conductas agresivas o sus aprendizajes. Tesis de la habituación: los programas violentos llaman a la habituación y al embotamiento, al paralizar la sensibilidad emocional. Se acaba considerando la violencia como un medio moral para imponer lo propios intereses y para resolver los conflictos. Tesis de la inhibición: las escenas violentas presentadas en la televisión tienen sobre el espectador efectos intimidadores, inhiben la manifestación de emociones y de conductas agresivas, sobretodo si el propio medio las reprueba. Tesis de la catarsis: las escenas violentas permiten al espectador descargar sus tensiones de su agresividad. Cumple una función de sustitución, de válvula de escape. La participación emotiva en la conducta agresiva mostrada la permite renunciar a la propia agresividad. Las guerras de audiencia han convertido la televisión en un cajón de sastre donde todo vale para tener más espectadores frente a la pantalla. Los dibujos animados, al igual que el resto de la programación, muestran comportamientos antisociales para enganchar al público de todas las edades olvidándose en potencial educativo que tiene la televisión y que no necesariamente está regido con entretenimiento del espectador. (Torres, E.; Conde, E. Ruiz, C. (2.002: 120) 54 Violencia y sexo en los dibujos animados. No es fácil disponer de unos incontestables baremos objetivos con los que poner de acuerdo a todos a la hora de definir y analizar los niveles de violencia existentes en la programación televisiva y lograr un consenso sobre la relación causa-efecto entre la ficción y las conductas sociales que de ellas pueden derivarse. La ley de la oferta y la demanda ha venido a condicionar los planteamientos artísticos, la calidad y la investigación estética en el campo del dibujo animado. Los mensajes emitidos por los telefilmes de animación son altamente inmovilizadores. La violencia se utiliza para restablecer el orden. Las situaciones anómalas se reconducen para que todo continúe como estaba, sin que se establezca ninguna revisión crítica Sobre cuales fueron las causas que desencadenaron el conflicto y si los medios empleados para reinstalar el orden fueron correctos y/o des proporcionados. Una visión maniqueísta de la sociedad, domina la concepción de los personajes. Buenos, buenísimos y malos, malísimos se constituyen en los dos único polos de referencia. Raramente se refleja, sentimientos como la contradicción la duda o la evolución interna. Prácticamente no existen personajes secundarios que puedan ejercer un contraste o equilibrio entre las fuerzas del bien y el mal, reflejados en una forma tan real. Es prácticamente imposible hallar situaciones de negociación, de pacto o de acuerdo mutuo. Tanto los buenos como los malos utilizan la violencia como medio legítimo para lograr los fines deseados e imponer su visión del mundo y las conductas que en el deben ser exigidas por los poseedores de la verdad única. Cualquier concepción divergente de la sociedad es anulada o enmascarada por visiones manipuladoras de la realidad. A continuación ponemos varios ejemplos de agresividad y elementos eróticos que tienen lugar en distintas series de dibujos animados japoneses emitidas en las televisiones de nuestro país, teniendo en cuenta que los dibujos japonenses son los más visionados en España. En la serie "Campeones" convierten un juego colectivo como es el fútbol, en una pugna de los líderes de las formaciones rivales. El individualismo y las malévolas estrategias priman sobre la labor de conjunto. En esta producción, lo importante no es participar, sino ganar. Otro ejemplo que hace referencia al erotismo, es la también serie japonesa de "Chicho Terremoto". Este protagonista cobra fuerzas como un jugador de baloncesto levantando las faldas de las niñas para contemplar su ropa interior. 55 Durante el tiempo que duró la serie, diferentes profesoras de preescolar, detectaron el rechazo, de algunas niñas a vestir faldas durante el horario escolar, alegando que los niños intentaban levantar su falda. (Alonso, M. Matilla, L. y Vázquez, M. 1995: 70- 78). También es importante añadir, a este punto, que la violencia en los medios es masculina y en muchas ocasiones contra las mujeres. Se favorece así la identificación de los varones con el agresor y de la mujer con la víctima. (Torres, E. Conde, E. y Ruiz, C. 2002:83) 6. METODOLOGÍA 6.1. Objetivo general. Analizar la publicidad y programas de televisión para conocer la tipología de mensajes que transmiten . 6.2. Objetivos específicos: Identificar los estereotipos que se transmiten a través de los anuncios y programas de televisión. Conocer el grado de intensidad con que se transmiten los estereotipos. 6.3. Procedimiento: Se confeccionó un estadillo para llevar a cabo una observación sistematizada durante los meses de noviembre y diciembre de 2004 ( periodo pre navideño y navideño), sobre la publicidad y programas que se emitieron en horario de audiencia para menores y adolescentes. Una vez obtenidos los datos se vació en una base de datos y se analizó con el programa informático SPSS, 11. 6.4.Técnicas e instrumentos utilizados TÉCNICA Análisis programas de televisión publicidad en la temporada navideña y Observación Sistematizada INSTRUMENTO Estadillo observación (Anexo 1) de 56 7. RESULTADOS A) ANÁLISIS GENERAL Como se puede observar en la tabla 1 se han analizado, en diferentes horarios, 31 programas de reality shows, 68 series, 39 informativos, 42 de dibujos animados, 10 documentales, 34 programas del corazón, 25 concursos, 34 telenovelas, 21 talk shows, 58 películas, 53 anuncios y 5 programas de diferente tipo. Las series y las películas son los programas que más se emiten. Los que menos, los documentales y los talk shows. Tabla 1. Frecuencia y porcentaje de los programas de televisión analizados. TIPO Reality Show Series Informativos Dibujos Animados Documentales Programas de Corazón Concursos Telenovelas Talk Show Películas Anuncios Otros Total Frecuencia 31 68 39 42 10 34 25 34 21 58 53 5 420 Porcentaje 7,4 16,2 9,3 10,0 2,4 8,1 6,0 8,1 5,0 13,8 12,6 1,2 100 En la tabla 2 se recoge el número de programas analizados en los diferentes horarios. Se han analizado 37 programas en hora 1, 233 en hora 2 y 150 en hora 3. Tabla 2. Frecuencia y porcentaje de las horas en las que se han analizado los programas de televisión. HORA 1 2 3 Ns/nc Total Frecuencia 37 233 150 1 420 Porcentaje 8,8 55,4 35,7 0,2 100,0 En la tabla 3 se puede observar que se han encontrado acciones extremistas sobre las diferencias de género en un grado elevado en 98 programas, normal en 119 y nada en 202. 57 Tabla 3. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado machismo en los programas de televisión analizados. MACHISMO Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 202 119 98 1 420 Porcentaje 48,1 28,3 23,3 0,2 100,0 En la tabla 4 se expone el grado de dependencia (aparece algún sujeto que obedece a otro sin cuestionarse lo que se le ordena, anulándolo como persona autónoma) encontrado en los programas de televisión. En un 20,7% de los programas se ha detectado de forma elevada, en un 40,7% en grado normal y en un 37,6% no se ha observado. Tabla 4. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado dependencia en los programas de televisión analizados. DEPENDENCIA Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 158 171 87 4 420 Porcentaje 37,6 40,7 20,7 1,0 100,0 Como se puede observar en la tabla 5 se ha analizado en qué medida existen programas en los que se muestra una superioridad de las personas que consumen un determinado producto y se transmiten valores de la importancia de consumir. En un 26% de los programas se ha detectado en un grado elevado, en el 29,8% en un grado normal y en el 43,1% no se ha detectado. Tabla 5. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado consumismo en los programas de televisión analizados. CONSUMISMO Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 181 125 109 5 420 Porcentaje 43,1 29,8 26,0 1,2 100,0 En la tabla 6 se recoge la frecuencia y el porcentaje de programas en los que se percibe un sentimiento por llevar a cabo una acción justificándolo como una respuesta a un daño anterior. En muchos de ellos (38,3%) aparece de forma elevada, en un 26,4% normal y en el 33,3% nada. 58 Tabla 6. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han detectado acciones de venganza en los programas de televisión analizados. VENGANZA Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 140 111 161 8 420 Porcentaje 33,3 26,4 38,3 1,9 100,0 En la tabla 7 se puede observar el número y porcentaje de programas en los que se observa en las personas inquietud, desasosiego, etc. En un 43% no se detecta nada, en un 39% algo y en un 16,7% mucho. Tabla 7. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han detectado escenas de miedo en los programas de televisión analizados. MIEDO Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 182 164 70 4 420 Porcentaje 43,3 39,0 16,7 1,0 100,0 En la tabla 8 se expone la frecuencia y porcentaje de los programas en los que se ridiculiza un acto violento de forma irónica o chistosa. En el 16,2% aparece de forma elevada, en el 27,1% normal y en el 55% nada. Tabla 8. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han detectado escenas en las que se ridiculiza un acto violento de forma irónica o chistosa en los programas de televisión analizados. BURLA Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 231 114 68 7 420 Porcentaje 55,0 27,1 16,2 1,7 100,0 En la tabla 9 podemos apreciar en qué medida son realistas las imágenes (el grado de veracidad o similitud existe entre lo que se ve y lo que realmente es). En el 18,8% de los programas analizados aparece de forma elevada, el 36,2% normal y en el 44% no existe realismo. 59 Tabla 9. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado realismo en la agresión en los programas de televisión analizados. REALISMO Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 185 152 79 4 420 Porcentaje 44,0 36,2 18,8 1,0 100,0 En la tabla 10 se presenta en qué medida se presentan personas que cometen una agresión héroes. En el 12,9% de los programas analizados sucede en elevadas ocasiones, en el 31% de forma normal y en un 55,7% no sucede. Tabla 10. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han detectado imágenes en las que se presentan como héroes personas que cometen una agresión en los programas de televisión analizados. HÉROE Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 234 130 54 2 420 Porcentaje 55,7 31,0 12,9 0,5 100,0 Como se puede observar en la tabla 11 en el 18,8% de los programas analizados aparecen episodios que suscitan risa, diversión de forma elevada, en el 55% de manera normal y en el 26% no aparece. Tabla 11. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado humor en los programas de televisión analizados. HUMOR Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 109 231 79 1 420 Porcentaje 26,0 55,0 18,8 0,2 100,0 En la tabla 12 se recoge la frecuencia y el porcentaje de programas en los que se han detectado escenas de amor. En el 15,2% ocurre en numerosas ocasiones, en el 58,3% de forma normal y en el 25,2% no ocurre. 60 Tabla 12. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado amor en los programas de televisión analizados. AMOR Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 106 245 64 5 420 Porcentaje 25,2 58,3 15,2 1,2 100,0 En la tabla 13 se presenta la frecuencia y porcentaje en que se han detectado acciones de solidaridad (se ven acciones en las que las personas se ayudan a otras, sin ningún tipo de interés) en los programas analizados. En el 19,5% de los casos se ha detectado en grado elevado, el 56,4% de forma normal y en el 23,1% no se ha detectado. Tabla 13. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado solidaridad en los programas de televisión analizados. SOLIDARIDAD Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 97 237 82 4 420 Porcentaje 23,1 56,4 19,5 1,0 100,0 En la tabla 14 se expone la frecuencia y porcentaje de los programas en los que se detectado algún tipo de recompensa por la agresión (después de realizar un acto violento éste se premia). En el 30,7% de los programas analizados sucede de manera elevada, en el 32,4% de forma normal y en el 36,4% no ocurre nunca. Tabla 14. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado recompensa por la agresión en los programas de televisión analizados. RECOMPENSA Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 153 136 129 2 420 Porcentaje 36,4 32,4 30,7 0,5 100,0 En la tabla 15 se presentan los resultados referentes a las escenas en las que se ha detectado castigo por la agresión (después de realizar un acto violento éste se castiga). En el 16,9% ocurre de forma elevada, en el 53,8% de forma normal y en el 28,6% no ocurre nunca. 61 Tabla 15. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado castigo por la agresión en los programas de televisión analizados. CASTIGO Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 120 226 71 3 420 Porcentaje 28,6 53,8 16,9 0,7 100,0 En la tabla 16 se puede observar la frecuencia y el porcentaje de programas en los que se ha detectado el dolor de la víctima (aparecen imágenes de agonía y sufrimiento de la victima. Ejemplo: una chica se queda llorando porque se novio la agredió). En el 25,5% aparece de forma elevada, en el 48,3% de manera normal y en el 25,2% no aparece. Tabla 16. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado dolor de la víctima en los programas de televisión analizados. DOLOR Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 106 203 107 4 420 Porcentaje 25,2 48,3 25,5 1,0 100,0 En la tabla 17 se recoge la frecuencia y el porcentaje de los programas en los que se han visualizado vísceras y sangre. En el 25,5% aparece en repetidas ocasiones, en el 31,4% de forma normal y en el 42,4% de los programas no aparecen escenas de este tipo. Tabla 17. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han visualizado vísceras y sangre en los programas de televisión analizados. VÍSCERAS Nada Normal Mucho Ns/nc Total Frecuencia 178 132 107 3 420 Porcentaje 42,4 31,4 25,5 0,7 100,0 En la tabla 18 se expone la frecuencia y el porcentaje de los programas en los que aparecen armas. En el 35,7% de los mismos aparecen de forma reiterada, en el 26,2% aparecen en algunas ocasiones y en el 37,6% no aparece ninguna. 62 Tabla 18. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han visualizado armas en los programas de televisión analizados. ARMAS Frecuencia Nada Normal Mucho Ns/nc Total 158 110 150 2 420 Porcentaje 37,6 26,2 35,7 0,5 100,0 B ) ANÁLISIS POR HORAS: Como se puede observar en la tabla 19 los programas de reality show son más frecuentes en la hora 3, las series en la hora 3, los informativos en la hora 1, los dibujos animados en la hora 1, los documentales en la hora 2, los programas del corazón en la hora 1, los concursos en la hora 2, las telenovelas en la hora 2, los talk show en la hora 2, las películas en la hora 3 y los anuncios en la hora 1. Tabla 19. Frecuencia y porcentaje de los programas de televisión analizados. TIPO Reality Show Series Informativos Dibujos Animados Documentales Programas del Corazón Concursos Telenovelas Talk Show Películas Anuncios Otros Total HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % 1 6 5 9 2,7 16,2 13,5 24,3 14 10 24 32 6,0 4,3 10,3 13,8 16 52 9 1 10,7 34,7 6,0 0,7 1 5 2,7 13,5 7 19 3,0 8,2 2 10 1,3 6,7 0 0 0 1 9 0 37 0 0 0 2,7 24,3 0 100,0 22 33 16 25 30 0 232 9,5 14,2 6,9 10,8 12,9 0 100,0 3 1 5 32 14 5 150 2,0 0,7 3,3 21,3 9,3 3,3 100, 0 En la tabla 20 se recoge el grado de machismo detectado en los programas de televisión en los distintos horarios. Como se puede observar, en la hora 1 y en la 2 es cuando más se detecta acciones extremistas sobre las diferencias de género. Cuando menos es en la hora 3. 63 Tabla 20. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado machismo en los programas de televisión analizados. MACHISMO Nada Normal Mucho Total HORA 1 Frecuencia 15 11 11 37 % 40,5 29,7 29,7 100, 0 HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % 103 64 65 232 84 45 21 150 44,4 27,6 28,0 100,0 56,0 30,0 14,0 100, 0 Como podemos observar en la tabla 21 es en la hora 2 cuando se puede contemplar mayor grado de dependencia (aparece algún sujeto que obedece a otro sin cuestionarse lo que se le ordena, anulándolo como persona autónoma). En la hora 3 es cuando tenemos menos ocasiones de contemplar dichas conductas de dependencia. Tabla 21. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado dependencia en los programas de televisión analizados. DEPENDENCIA Nada Normal Mucho Ns/nc Total HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia 17 14 4 2 37 78 93 60 1 232 33,6 40,1 25,9 0,4 100,0 84 45 21 0 150 45,9 37,8 10,8 5,4 100, 0 % 56,0 30,0 14,0 0 100, 0 En la tabla 22 se expone la frecuencia de los programas en los que se muestra una superioridad de las personas que consumen un determinado producto y se transmiten valores de la importancia de consumir según los horarios analizados. Es en la hora 1 cuando se observa esto en mayor proporción y en la hora 3 cuando menos. Tabla 22. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado consumismo en los programas de televisión analizados. CONSUMISMO Nada Normal Mucho Ns/nc Total HORA 1 Frecuencia 15 8 12 2 37 % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % 40,5 21,6 32,4 5,4 100,0 97 69 63 3 232 68 48 34 0 150 41,8 29,7 27,2 1,3 100,0 45,3 32,0 22,7 0 100,0 64 Como podemos apreciar en la tabla 23 se han detectado acciones de venganza en mayor proporción en la hora 3 y con menor proporción en la hora 1. Tabla 23. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han detectado acciones de venganza en los programas de televisión analizados. VENGANZA Nada Normal Mucho Ns/nc Total HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia 14 9 13 1 37 85 54 86 7 232 37,8 24,3 35,1 2,7 100,0 % HORA 3 Frecuencia % 36,6 23,3 37,1 3,0 100,0 40 48 62 0 150 26,7 32,0 41,3 0 100,0 En la tabla 24 se recoge en qué hora es más fácil contemplar escenas de miedo. Es en la hora 3 cuando ocurre esto con mayor frecuencia y en la hora 1 cuando menos. Tabla 24. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han detectado escenas de miedo en los programas de televisión analizados. MIEDO HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % Nada Normal Mucho Ns/nc Total 22 13 1 1 37 95 96 38 3 232 64 55 31 0 150 59,5 35,1 2,7 2,7 100, 0 40,9 41,4 16,4 1,3 100,0 42,7 36,7 20,7 0 100,0 Como se puede observar en la tabla 25 es más probable contemplar escenas en las que se ridiculiza un acto violento de forma irónica o chistosa en la hora 3 y cuando existe menor probabilidad en la hora 1. 65 Tabla 25. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han detectado escenas en las que se ridiculiza un acto violento de forma irónica o chistosa en los programas de televisión analizados. BURLA Nada Normal Mucho Ns/nc Total HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % 21 10 4 2 37 126 66 35 5 232 83 38 29 0 150 56,8 27,0 10,8 5,4 100,0 54,3 28,4 15,1 2,2 100,0 55,3 25,3 19,3 0 100,0 En la tabla 26 se recoge la frecuencia de emisión de escenas en las que existe un elevado realismo en la agresión. Como se puede observar estas escenas son más frecuentes en la hora 3 y menos frecuentes en la hora 2. Tabla 26. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado realismo en la agresión en los programas de televisión analizados. REALISMO HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % Nada Normal Mucho Ns/nc Total 14 19 2 2 37 111 75 44 2 232 59 58 33 0 150 37,8 51,4 5,4 5,4 100,0 47,8 32,3 19,0 0,9 100,0 39,3 38,7 22,0 0 100,0 En la tabla 27 se expone el grado en que se presentan como héroes personas que cometen una agresión. No hay grandes diferencias según las horas de emisión. Tabla 27. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han detectado imágenes en las que se presentan como héroes personas que cometen una agresión en los programas de televisión analizados. HÉROE HORA 1 Frecuencia % Nada Normal Mucho Ns/nc Total 22 10 5 37 59,5 27,0 13,5 HORA 2 Frecuencia % 128 73 29 2 100,0 232 55,2 31,5 12,5 0,9 100,0 HORA 3 Frecuencia % 83 47 20 0 150 55,3 31,3 13,3 0 100 Como podemos observar en la tabla 28 existe mayor frecuencia de programas de humor en la hora 3 y menor frecuencia en la hora 1. 66 Tabla 28. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado humor en los programas de televisión analizados. HUMOR HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % Nada Normal Mucho Ns/nc Total 10 20 6 1 35 59 139 34 0 232 40 71 39 0 150 27,0 54,1 16,2 2,7 94,6 25,4 59,9 14,7 0 100,0 26,7 47,3 26,0 0 100,0 En la tabla 29 se recoge la frecuencia de programas en los que se muestra afecto, cariño, complicidad, etc. Son más frecuentes en la hora 3 (grado normal o mucho). Tabla 29. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado amor en los programas de televisión analizados. AMOR HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % Nada Normal Mucho Ns/nc Total 10 18 8 1 35 61 131 38 2 232 35 95 18 2 150 27,0 48,6 21,6 2,7 94,6 26,3 56,5 16,4 0,9 100,0 23,3 63,3 12,0 1,3 100,0 En la tabla 30 se expone el grado de solidaridad detectado en los programas de televisión según el horario de emisión. Se detecta más en la hora 2 y menos en la hora 1. Tabla 30. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado solidaridad en los programas de televisión analizados. SOLIDARIDAD HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % Nada Normal Mucho Ns/nc Total 13 18 6 0 37 54 126 50 0 2 30 92 26 2 150 35,1 48,6 16,2 0 100,0 23,3 54,3 21,6 0 0,9 20,0 61,3 17,3 1,3 100,0 En la tabla 31 se recoge el grado en que se ha detectado recompensa por la agresión en los programas de televisión analizados. Se ha detectado en mayor proporción en la hora 1 y en menor en la hora 2. 67 Tabla 31. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado recompensa por la agresión en los programas de televisión analizados. RECOMPENSA HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % Nada Normal Mucho Ns/nc Total 15 4 18 0 37 79 80 71 2 232 59 51 40 0 150 40,5 10,8 48,6 0 100,0 34,1 34,5 30,6 ,9 100,0 39,3 34,0 26,7 0 100,0 En la tabla 32 se presenta la frecuencia y proporción de programas en los que se ha detectado castigo por la agresión. Como se puede observar es en la hora 1 es en la que más se ha detectado. Tabla 32. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado castigo por la agresión en los programas de televisión analizados. CASTIGO HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecuencia % Nada Normal Mucho Ns/nc Total 9 16 11 1 37 62 129 39 2 232 48 81 21 0 150 24,3 43,2 29,7 2,7 100,0 26,7 55,6 16,8 0,9 100,0 32,0 54,0 14,0 0 100,0 En la tabla 33 se recoge la frecuencia y porcentaje de los programas en los que se ha detectado dolor en la víctima. En la hora 2 es donde más se ha detectado y en la hora 3 cuando menos. Tabla 33. Frecuencia y porcentaje del grado en que se ha detectado dolor de la víctima en los programas de televisión analizados. DOLOR HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia HORA 3 Frec % uencia Nada Normal Mucho Ns/nc Total 13 17 6 1 37 35,1 45,9 16,2 2,7 100,0 58 108 63 3 232 25,0 46,6 27,2 1,3 100,0 35 77 38 0 150 23,3 51,3 25,3 0 100,0 En la tabla 34 se recoge el grado en que se han visualizado vísceras y sangre en los programas de televisión analizados. Se ha detectado en mayor proporción en la hora 1 y en menor en la hora 3. 68 Tabla 34. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han visualizado vísceras y sangre en los programas de televisión analizados. VÍSCERAS HORA 1 Frecuencia HORA 2 Frecuencia % % HORA 3 Frecu % encia Nada Normal Mucho Total 18 9 10 37 48,6 24,3 27,0 100,0 101 69 59 3 43,5 29,7 25,4 1,3 59 54 37 150 39,3 36,0 24,7 100, 0 En la tabla 35 se recoge el grado en que se han visualizado armas en los programas de televisión analizados. Se ha detectado en mayor proporción en la hora 1 y en menor en la hora 2. Tabla 35. Frecuencia y porcentaje del grado en que se han visualizado armas en los programas de televisión analizados. ARMAS HORA 1 Frecuencia % HORA 2 Frecuencia % HORA 3 Frecue % ncia Nada Normal Mucho Ns/nc Total 8. 14 7 16 0 37 37,8 18,9 43,2 0 100,0 87 58 85 2 232 37,5 25,0 36,6 0,9 100,0 57 45 48 0 150 38,0 30,0 32,0 0 100,0 CONCLUSIONES Podemos resaltar que en general los estereotipos y proclamación de conductas insanas están presentes en la programación televisivos observados. Se destaca que en el horario de mayor audiencia de los menores y adolescentes los estereotipos están más presentes. Es preciso remarcar que la exposición reiterada a la violencia no es el único factor que condiciona la violencia en los menores y adolescentes, sino que también entran en juego factores de personalidad Se desprende de las revisiones y estudios realizados que los elementos potenciadores de la violencia son los que a continuación se detallan y qye la mayor presencia de éstos en un menores o adolescente, unido a una mayor 69 exposición de situaciones violentas ante la televisión pueden condicionar y proveer las conductas y respuestas violentas en los mismos: Temperamento: disposición previa a dar un tipo de respuesta (búsqueda de sensaciones) Personalidad ( extraversión) : búsqueda sensaciones, baja percepción riesgo y baja capacidad para diferir la gratificación Impulsividad: tendencia a responder sin reflexionar y cometiendo grandes errores en la respuesta, emocionalidad, no capaz diferir gratificación Depresión: acompañada de baja autoestima y desconfianza Sexo: más hombres que mujeres Baja autoeficacia: no sentirse capaz de llevar a cabo sus propósitos Poca empatía, autocontrol, pocos lazos afectivos, etc. La labor educativa y preventiva de padres, madres, y/o tutores/ as, así como la intervención temprana de los/ as profesionales del campo psicosocieducativo juega un papel primordial para identificar éstas características de forma precoz e incidir en ellas con el fin de eliminarlas o neutralizarlas. Es preciso destacar que también es necesario valorar la resiliencia existente en los /as menores y adolescentes, por considerarla un factor de protección y que pude ser promocionada. Esta es definida como: la capacidad humana para enfrentar, sopreponerse y ser fortalecido o transformado por experiencias de adversidad. Los aspectos a tenerse en cuenta para trabajarla deben ser: Atenerse a las etapas del desarrollo humano como líneas de orientación , para saber que pueden hacer o no los niños acorde a su edad No existe conexión entre nivel socioeconómico y resiliencia No existe relación alguna entre inteligencia y resiliencia, y/ o clase social y resiliencia ( Vsillant y Davis, 2000) La resiliencia es efectiva no sólo para enfrentar adversidades sino también para la promoción de la salud mental y emocional La resiliencia puede ser desarrollada y promovida, mientras que la invulnerabilidad es considerada un rasgo intrínseco del individuo ( Rutter, 1991) Características del sujeto resiliente: habilidad, adaptabilidad, bajas susceptibilidad, enfrentamiento efectivo, capacidad, resistencia a la destrucción , conductas vitales positivas, temperamento especial y habilidades cognitivas Los pilares de la resiliencia según Suárez Ojeda (1997:230) serían: Introspección: ate de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta 70 Independencia: saber fijar límites entre uno mismo y el medio con problemas, capacidad de mantener distancia emocional o ficha sin caer en el aislamiento Capacidad de relacionarse: habilidad para establecer lazos e intimidad con otros, para equilibrar la propia necesidad de afecto con la actitud de brindarse a otros. Iniciativa: gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente más exigentes Humor: encontrar lo cómico en la propia tragedia Creatividad: capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y el desorden Moralidad: desear el bienestar a todos y compromiso con valores ( importante a partir de los 10 años) Autoestima consistente: base de los demás pilares y fruto del cuidado afectivo por parte de un adulto significativo para el menor 9. DISCUSIÓN Pese a la complejidad del tema se pueden dar algunas pautas de acción al respecto: No hay que negar toda la violencia televisiva para lo niños, el niño que se asusta al leer o ver una situación de violencia aprende de manera implícita que en la vida hay maldad, dolor, violencia,... Es un problema de cantidad por lo tanto hay que dosificar las escenas de violencia. Una cosa es que el niño aprenda que en la vida hay violencia y otra cosa es que prenda que la vida es violencia. La violencia explicita: en este caso el problema es "la calidad de la violencia" El sentido de la violencia también supone un problema, es decir, la valoración que a ella se le da. En algunos casos se justifica la violencia por el hecho de que se pone al servicio de las causas justas. Puede ser aconsejable prestar atención no solamente a la presentación de violencia en programas de diversión, sino también en las noticias, documentales y programas históricos, ya que las imágenes del mundo que nos ofrece estos programas pueden hacer de la televisión una fuerza influyente en relación con la violencia en la sociedad. Parece razonable suponer que como la mayoría de nosotros tenemos poco contacto personal con la violencia, entonces la televisión será uno de nosotros principalmente maestros y fuente de información de cómo es realmente. Para algunos puede incluso reforzar normas violentas e incluso llegar a imitar los hechos violentos de su más reciente héroe agresivo en el programa de televisión que acaba de ver. No se trata de responsabilizar en exclusiva a los medios de comunicación del incremento de la violencia de las sociedades modernas, pero sí considerarlo un importante factor que influye en el desarrollo de comportamiento agresivo en la 71 infancia y la adolescencia, ya que la televisión posee la capacidad de recrear la realidad a su antojo. Ante esto, padres y educadores manifiestan una preocupación por los efectos que puede llegar a tener en niños y adolescentes esta explotación de violencia, no obstante la industria televisiva responde y justifica de forma más sencilla el uso de la violencia, declarando que la televisión no es más que un reflejo de la realidad de la sociedad vidente en la que vivimos. Sin embargo, los datos señalan que no es así, ya que la televisión ofrece un nivel de violencia superior al que se produce. Cuanto más realista sea la imagen mayor impacto producirá es espectador. Las imágenes que recrea situaciones y personajes parecidos a la vida cotidiana favorecen a la identificación del espectador. No obstante, las escenas de violencia que se prolonga y el abuso de primeros planos puede llegar tras una exposición repetitiva a cansar el espectador, también influyen la forma de exponer los motivos y las consecuencias de la violencia siendo clave para su propia evaluación moral y para la imitación de los niños. No toda la violencia que se ve por televisión instiga a ser violento, puede tener el efecto de sensibilizar al espectador con la víctima. Muchas de las películas más violentas de la historia del cine, han sido marcadamente antibelicista y provocan en una mayoría de personas sentimientos de horror y rechazo a la violencia, también resulta ser una escuela de formas violenta con aquellos que se identifica con el agresor; las concepciones previas sobre la violencia son, en este supuesto, esenciales para determinados aspectos. 10. BIBLIOGRAFÍA · CARRASCO, M.A., BARRIO, V. DEL Y RODRÍGUEZ, J.F. (2001). Autoeficacia y agresividad en población infantil adolescentes. Simposio sobre Psicología Clínica Infantil. Granada · DOMÍNGUEZ BILBAO, R Y COL (1998): “Jóvenes violentos”. Icaria Antrazyt, S.A. Barcelona. · FERNÁNDEZ VILLANUEVA, C ( 1998):. Jóvenes violentos. Causas psicológicas de la violencia en grupo. Edt. Icaria Antrazyt. Barcelona · GARRIDO.V,STANGELAND,P., REDONDO.S. ( 1999): “Principios de criminología” Ed. Tirant Lo Blanch. Valencia.. · RENES AYALA, V (2003). “Violencia y sociedad”. Cáritas Española Editores. Madrid. · RUTTER, M (2000). “La conducta antisocial de los jóvenes”. Cambridge. Madrid. · SANMARTÍN, J. (2004). “El laberinto de la violencia. Causas, tipos y efectos. Edt. Ariel. Barcelona. 72 11. ANEXO LEYENDA DE OBSERVACIÓN 1. - Reality Show: Gran Hermano, La Granja... 2. - Series: Aquí no hay quien viva, 7 vidas,... 3. - Informativos: Antena 3 noticias, Informativos Tele 5... 4. - Dibujos Animados: The Simpsons, Shinchan... 5. - Documentales: Documentos Tv., Nathional Geography... 6. - Programas de Corazón: Salsa Rosa, ¿Dónde estás Corazón? 7. - Concursos: Allá Tú, Pasapalabra... 8. - Telenovelas: La Gorda Bella... 9. - Talk Show: El Diario de Patricia... 10. - Películas. 11. - Anuncios. 12. - Otros. Específicar. Leyenda de Ítems: - Recompensa por la agresión: después de realizar un acto violento éste se premia. Ejemplo: todos aplauden que le hallan pegado a Manolo. - Castigo por la agresión: después de realizar un acto violento éste se castiga. Ejemplo: ir a la cárcel por violar a una persona. Abuchear por tirar un vaso de agua a otro. - Se muestra dolor de la victima: aparecen imágenes de agonía y sufrimiento de la victima. Ejemplo: una chica se queda llorando porque se novio la agredió. - Se muestran vísceras o sangre: aparecen imágenes en las que esto se ve claramente. - Se utilizan armas: en que grado aparecen objetos de agresión: cuchillos, pistolas o cualquier otro que se utilice para agredir. - Realismo en la agresión: que grado de veracidad o similitud existe entre lo que se ve y lo que realmente es. Ejemplo: visionas que una chica está siendo violada y que similitud tiene con una violación real. La cortan la cabeza y sigue vivo. - Héroe/malo: una persona que comete una agresión es interpretado como un héroe. Ejemplo: los militares de Estados Unidos que matan en Irak son considerados como héroes. - Humor: aparecen episodios que suscitan risa, diversión. Ejemplo: contar una anécdota simpática. - Amor: se muestra afecto, cariño, complicidad, etc. Entre dos o más personas. Ejemplo: una relación de amigos estable e intensa. - Solidaridad: se ven acciones en las que las personas se ayudan a otras, sin ningún tipo de interés. Ejemplo: una persona que va por la calle e invita a un bocadillo a un persona que vive en la calle. - Machismo / feminismo: acciones extremistas sobre las diferencias de género. Ejemplo: un padre que le dice a su hija que se ponga a fregar los platos que el se va ver un partido con su hijo. - Dependencia / sometimiento: Si aparece algún sujeto que obedece a otro sin cuestionarse lo que se le ordena, anulándolo como persona autónoma. Ejemplo: una mujer que obedece a su marido que le impide ponerse una falda. - Consumismo / moda: se muestra una superioridad de las personas que consumen un determinado producto y se transmiten valores de la importancia de consumir. Ejemplo: 73 una persona que se ve y también la ven, más guapa porque lleva una colonia de la marca X. - Venganza / rencor: se percibe un sentimiento por llevar a cabo una acción justificándolo como una respuesta a un daño anterior. Ejemplo: “por haber comentado mi secreto, yo desvelo tus intimidades. - Miedo: observar en las personas inquietud, desasosiego, etc. Ejemplo: miedo a sentirse perseguido por el malo de la película. - Burla para interpretar la violencia: realizar o ridiculizar un acto violento de forma irónica o chistosa. Ejemplo: en mitad de un programa uno arremete a otro y el resto se ríen. 74 PROGRAMACIÓN SEMANAL: DEL DÍA AL DÍA DE 2004-05 Día: Tipo de programa: Horario de emisión: Día: Tipo de programa: Horario de emision: Realismo en la agresión. Nada: esa situación que observas en realidad no se trata de una agresión. Por ejemplo: que en un programa de TV una persona le dé a otra un golpe por la espalda en señal de saludo. Normal: se observa claramente que una persona ejerce una agresión hacia otra u otras. Ejemplo: en una película un hombre le da un empujón a su esposa. Mucho: por ejemplo: en las noticias se anuncia que un grupo de jóvenes ha apaleado a un chico/a. Héroe/malo. Nada: no se observa que una persona ha hecho el bien común perjudicando a alguien. Normal: una persona considerada héroe utiliza la violencia contra el malo o villano para conseguir el bien en la comunidad. Mucho: el héroe perjudica de forma exagerada al que se considera malo para conseguir el bien común. Humor. Nada: no se observan situaciones que produzcan felicidad, risas… Normal: se perciben situaciones que producen felicidad o risas… Mucho: por ejemplo: una película o serie, etc. que en todas o en la mayoría de sus escenas muestre felicidad, risas… Amor. Nada: no se perciben muestras de cariño, afecto, atención… Normal: se exponen imágenes en las que existen situaciones cordiales, afectuosas, besos, abrazos… Mucho: las muestras de afecto, cariño… que se muestran son exageradas. Solidaridad. Nada: no se perciben situaciones de apoyo, ayuda, respaldo, protección… Normal: se observan algunas de las situaciones antes mencionadas. Mucho: que las situaciones de apoyo, ayuda, respaldo, protección… son muy evidentes. 75 Día: Tipo de programa: Horario de emisión: Recompensa por la agresión Nada: No considero agresivo que alguien utilice la violencia para conseguir una recompensa. Normal: Es correcto que alguien tenga una conducta violenta en un momento determinado cuando con ello se consigue el bien común. Por ejemplo, un héroe de ficción lucha contra villanos para conseguir el bien de la humanidad. Mucho: Me parece inaceptable que se utilice la violencia para conseguir un determinado fin, aunque con ello se consigan beneficios. Castigo por la agresión: Nada: Me es indiferente que se utilice el castigo contra una agresión. Normal: Es correcto que ante una agresión se tomen medidas oportunas contra la persona que comete dicha agresión. Mucho: Me parece inadecuado que ante una conducta violenta se castigue con una conducta represiva. Se muestra dolor de la víctima: Nada: No creo que ver la realidad de la violencia deba herir los sentimientos de las personas. Por ejemplo. Paginas Web donde se muestran mutilaciones, deformaciones corporales… Normal: Mostrándose el dolor de las víctimas se pueden conocer situaciones reales de la vida cotidiana. Por ejemplo, programa de Tele 5, 24 Horas, donde se muestran casos reales de las urgencias hospitalarias en el Estado español. Mucho: Me parece excesivo que se muestren imágenes violentas de personas, porque intimidan y hieren mi sensibilidad. Se muestran vísceras o sangre: Nada: Me es indiferente observar sangre o vísceras en cualquier situación televisiva. Por ejemplo, “El silencio de los corderos”. Normal: por ejemplo ver un parto real por televisión en el que se vea sangre y vísceras. Mucho: me parece repugnante ver sangre y vísceras en una situación televisiva. Por ejemplo, desmayos ante la sangre, vómitos, encogimiento del estómago… Se utilizan armas: Nada: ante una situación de violencia utilizar un arma es un aspecto adecuado de defensa. Normal: es aceptable el uso de un arma en determinados contextos. Por ejemplo, cuando se consigue un fin, la guerra, la policía… Mucho: es inadecuado utilizar un arma en cualquier situación, independientemente de que te sientas en situación de amenaza. 76