Acústica de los edificios. La acústica de salas y el aislamiento acústico Autor Gaspar Alloza. Arquitecto Técnico y Músico. Posgraduado en Acústica Arquitectónica (PAA) por la Business Engineering School La Salle (URL). 1. La acústica de los edificios La acústica de los edificios se divide en dos partes claramente diferenciadas, aunque muy relacionadas en la práctica: La acústica de los espacios que lo componen (acústica de salas) y los aislamientos acústicos entre éstos y respecto al exterior (aislamiento acústico). El diseño acústico de los espacios definirá, ente otros parámetros, el tiempo de reverberación, la curva tonal resultante (brillo i/o calidez de los espacios), la definición (o la inteligibilidad de la palabra), la claridad musical de éstos… Por otra parte su diseño además deberá resolver fenómenos como las focalizaciones, las reflexiones especulares, zonas de sombra, etc, en función del programa de usos previsto y que ayudaran a definir el confort acústico final conseguido, generando en su caso una óptima comunicación y experiencia de usuario en ellos. La acústica de salas definirá por consecuencia como responderán éstos ante las fuentes sonoras existentes en su interior, y condicionará el comportamiento energético de éstas, controlando o acentuando los niveles de presión sonora en su interior, dato importantísimo a tener en cuenta posteriormente cuando afrontemos los aislamientos necesarios respecto a los espacios colindantes o exteriores a éste. 2. El estudio acústico de una sala. Las tres teorías. Existen tres maneras, complementarias entre ellas, para abordar el diseño acústico de un espacio. La teoría estadística, la teoría geométrica y la teoría ondulatoria. La teoría estadística es la más usada, aunque sencilla y aproximada, su formulación es útil para obtener datos de referencia. Permite hacer sencillos cálculos teóricos para la previsión de tiempos de reverberación en las salas en función del volumen y los coeficientes de absorción de superficies y objetos existentes de ésta. Por otra parte es la utilizada por el CTE DB-HR para el cálculo de tiempos de reverberación de los espacios por lo que profundizaremos en ella más adelante. La teoría geométrica es la usada por los programas informáticos, y cada vez se aproxima más a la realidad (éstos también incorporan formulación de la teoría estadística). Se basa en equiparar el fenómeno de la reflexión sonora como la reflexión de rayos, siguiendo las bases de la óptica geométrica (reflexión especular). La última de ellas, la teoría ondulatoria, parte del comportamiento ondulatorio del sonido. Da soluciones para los casos con problemas de coloraciones acústicas (densidad y distribución de modos propios) que suelen darse en salas pequeñas. Como podemos ver, en todos los casos los fenómenos principales que influyen en el comportamiento acústico de una sala, además de la reflexión, difusión y difracción de las ondas sonoras ya definidas anteriormente, son la absorción acústica que aportarán los materiales y soluciones constructivas de que se compone ésta, así como su volumetría y dimensiones. 3. El balance energético Al incidir una onda sonora en una superficie, como podría ser una pared o un forjado, la energía sonora de esa onda, llamada energía incidente [Ei], se distribuye de la siguiente forma: Figura 14. Fenómeno del balance energético Una parte de la energía que incide sobre esa pared se refleja desde ella hacia el interior del recinto, siendo ésta la energía reflejada [Ere]. Otra parte de la energía incidente se transmite parcialmente a través del citado paramento, saliendo del recinto y siendo la energía transmitida [Et]. El resto de la energía se pierde en el mismo material, transformándose en otros tipos de energía y siendo la energía absorbida [Ea]. Por el principio de balance energético, la suma total de energías resultantes (reflejada, transmitida y absorbida) será siempre igual a la energía incidente inicial. De la misma forma, de la relación entre la energía absorbida, respecto a la energía incidente inicial, resultará el coeficiente de absorción acústica (α). Asimismo, de la relación entre la energía reflejada, respecto a la energía incidente inicial resultará el coeficiente de reflexión (r). Y por último, de la relación entre la energía transmitida, respecto a la energía incidente inicial resultará el coeficiente de transmisión (τ). Siendo la suma de los tres coeficientes siempre igual a 1, así como cada uno de éstos valores siempre inferior o igual a éste valor (1), al tratarse de relaciones energéticas adimensionales. 4. El aislamiento acústico en la edificación Además del correcto diseño acústico de los espacios, como ya hemos comentado, el otro gran objetivo de la acústica arquitectónica son los aislamientos acústicos conseguidos entre los espacios que componen una edificación y respecto al exterior de éstos. El diseño de les soluciones constructivas utilizadas (masas y composiciones) definirá los aislamientos conseguidos, a ruido aéreo y por transmisión de vibraciones (también estructurales), de los cuales resultaran los niveles de inmisión sonora que se transmitirán a los espacios adyacentes, siendo muy importante poner atención en la eliminación de puentes acústicos. Aislamiento a ruido aéreo Según Higini Arau (Abc de la acústica arquitectónica, ‘99) “Cuando la perturbación del medio, representada por un frente de ondas, incide sobre las paredes de una sala que se halla conectada a otra por una pared común, éstas se ponen en movimiento vibratorio radiando energía hacia la sala receptora”. El principio del aislamiento sería la oposición del paramento intermedio (pared o forjado) a que esto suceda. Hay que tener en cuenta que la pared o paramento intermedio vibra porque se la excita acústicamente por una de sus caras (transducción acústico-vibracional), así como que por la otra cara la pared es un objeto en movimiento, por lo que radia ondas acústicas (transducción vibro-acústica). Como decíamos, la facilidad u oposición a vibrar que presenta una pared depende de características como su masa, su elasticidad, su forma, sus dimensiones… Hay que señalar que el aislamiento no va a acabar dependiendo solo del paramento divisorio (transmisión directa), sino que veremos que hay otros caminos (transmisiones indirectas) por donde se puede transmitir energía de una sala a otra, lo que provocará que exista una gran diferencia entre el aislamiento que ofrece una solución constructiva en laboratorio y en su instalación in situ. También es importante remarcar que no todas las paredes van a ser homogéneas, sino que estarán compuestas por diferentes elementos (puertas, ventanas, instalaciones…), así como que cada elemento podrá ser simple (una sola capa) o múltiple (dobles o triples capas…), siendo de hecho éste camino (añadir una capa o trasdosado a una pared existente) una solución muy común a la hora de reforzar los aislamientos existentes en una solución inicial. Debemos tener en cuenta que los aislamientos conseguidos dependerán del contenido frecuencial de la onda acústica incidente en ella, pues éstos serán diferentes para cada frecuencia, así como los niveles de inmisión sonora resultantes dependerán de las características de la sala receptora, pues su nivel de presión sonora (SPL) dependerá del tiempo de reverberación (TR) de ésta.