La belleza no hace feliz al que la posee Sino a quien puede amarla y adorarla Rebeca Espinosa Hernández COLEGIO BRITÁNICO DE CARTAGENA LA BELLEZA REBECCA ESPINOSA 12 - B CARTAGENA DE INDIAS – COLOMBIA 2013-2014 "Quitad de los corazones el amor por lo bello, y habréis quitado todo el encanto a la vida" Jean Jacques Rousseau CONTENIDO I. La belleza filosófica Valor estético: Nietzsche - Kant - La metafísica de lo bello Hegel David Hume - II. La crítica del juicio Lo bello y lo sublime Schopenhauer - Lo bello y el sentido de la existencia La teoría del gusto La belleza y el impacto social Concepto de belleza Discriminación social Ámbito psicológico La Belleza Rebeca Espinosa Hernández Abstract Beauty have been studied from different views, the philosophical, historical, sociological and psychological. David Hume, Schopenhauer, Hegel and Kant among others, have sustained with their theories the origin, characteristics and sciences that determine the concept of beauty. More specifically, Nietzsche studies the meaning of existence, Kant's Criticizes the judgment, the beautiful and the sublime, Schopenhauer establishes the metaphysics of what beautiful is and David Hume exposes his theory of taste. All of them have aimed at finding a response based on art and therefore aesthetic. Society imposes on us clear and rigid parameters to define what beautiful means. Resumen El concepto de belleza tiene varias aristas, la rama filosófica, histórica, sociológica y psicológica son las encargadas de estudiarla y definirla. Nietzsche, David Humé, Schopenhauer, Kant y Hegel entre otros, sustentaran con sus teorías de donde proviene, que caracteriza y que otras ciencias se ven involucradas en la lo bello. Específicamente, Nietzsche es quien estudia el sentido de la existencia, Kant la crítica del juicio, lo bello y lo sublime, Schopenhauer la metafísica de lo bello y David Humé la teoría del gusto. Todos ellos encaminados hallar una respuesta basándose en arte y por consiguiente estética. Así mismo la sociedad nos impone claros y rígidos parámetros para definir lo que es bello. INTRODUCCIÓN Como cualquier otra idea que apunta a algo directamente relacionado con las acciones del ser humano, la belleza debe ser entendida siempre en el marco de un determinado contexto social, en el que tiene sentido y forma parte de las diversas relaciones sociales establecidas entre las personas, incluidas las relaciones de dominación. Es más, el uso y delimitación de lo que en cada caso se entiende por belleza, esta desempeña un papel muy importante en las relaciones de dominación: los de la clase alta se han preocupado siempre de contribuir y controlar la producción de belleza, convirtiéndola en un instrumento más al servicio directo de su conservación en el poder y de su distinción como clase privilegiada.1 No es posible, sin embargo, profundizar aquí en el carácter socialmente mediado de la belleza. Si se va más allá de lo que se acaba de mencionar, se puede aproximar a lo que se entiende por belleza. Se Alude, en primer lugar, a una experiencia que se presenta en todas las culturas. Es más, se puede considerar que esa experiencia de lo que es sumamente placentero, de la belleza como una abstracción, es un universal cultural; y, al mismo tiempo, que la delimitación de la belleza tiene siempre pretensiones de universalidad. Incluso se puede decir que más allá de las modas, que van cambiando en diferentes épocas dentro de un mismo marco cultural, y más allá de las divergencias que se dan entre culturas, dado que cada una posee unos códigos de creación e interpretación diferentes, se puede encontrar una cierta convergencia transcultural 1 Tomade de: http://www.elmundo.es/ciencia/2014/02/21/53072d1422601ddf3d8b456d.html Fecha: 02/02/2014 en determinados estándares de belleza. Una última consideración previa hace referencia a que, si bien es en el arte, como actividad específicamente humana, donde se da una preocupación explícita por la producción de la belleza, algo que ya señaló Aristóteles, no es conveniente establecer una identidad entre la belleza y el arte. En primer lugar, porque con mucha frecuencia el arte, y en especial el arte contemporáneo, ha pretendido hacer algo que no guarda una relación estricta con la belleza; en algunos momentos la producción de la fealdad, por no decir ya de lo extraño o sorprendente, se convierte en objetivo prioritario de una obra de arte. En segundo lugar, porque se dejaría fuera la rica experiencia estética que se produce en la contemplación de la belleza en la naturaleza: hay, por tanto, cosas que no son producidas por el ser humano, pero que este considera indiscutiblemente bellas. Los tratados de estética suelen abordar el concepto de belleza desde dos ópticas diferentes. Por un lado se trata de describir cuáles son las características que poseen determinados objetos que nos llevan a reconocerlos como bellos. Aunque pueden darse algunas divergencias, siguen gozando de especial consideración las que ya fueron definidas en el mundo clásico griego y recogidas por Platón: orden, medida, proporción, equilibrio, luminosidad, etc. Lo importante, en todo caso, radica en el hecho de que se sitúa el análisis de la belleza en las cosas que consideramos bellas; y desde luego son muy variadas las definiciones, tantas que en algún momento se ha propuesto renunciar a un análisis del concepto de belleza. Por otra parte, a partir del siglo XVII se comienza a conceder una importancia considerable al gusto cuando se trata de hablar de la belleza. Lo importante no son ya las características del objeto, sino más bien el efecto que la contemplación de ese objeto produce en nosotros. Se retoma algo que ya estaba presente entre los griegos; la contemplación de la belleza es sumamente placentera, provoca en nosotros un estado de gozo y sosiego que no se alcanza en otras experiencias. De ahí se pasa a afirmar que son bellos aquellos objetos que producen en nosotros el placer, independientemente de que luego un análisis de esos objetos nos ayude a detectar las mismas características que antes mencionábamos. Siguiendo la línea de reflexión iniciada por Hume, la belleza se estudia desde una perspectiva psicológica y epistemológica, procurando desvelar los procesos mentales que acompañan a la percepción del placer estético. Esta distinción entre la belleza como característica de los objetos, y la belleza como algo relacionado con la sensación de placer no prejuzga en ningún momento la otra distinción básica: la belleza como algo objetivo, independiente de nosotros, y la belleza como producto de una convención arbitraria de los seres humanos. Podemos decir que la belleza es una característica de los objetos, y, a la vez, mantener una posición relativista o subjetivista, en la medida en que consideramos que esas características dependen del contexto social o incluso de opciones individuales, que se resisten a cualquier intento de elaborar unos criterios objetivos. Igualmente, podemos defender que la belleza es una sensación o una emoción que aparece en nosotros ante la contemplación de determinados objetos y, al mismo tiempo, mantener que ese gusto estético es universal, propio de la naturaleza humana, y susceptible de una educación y de ser valorado de acuerdo con unos criterios que nos permiten distinguir entre buen y mal gusto. Un análisis riguroso del concepto de belleza debe hacerse cargo de ambas contraposiciones, si no quiere dejar fuera gran parte del ámbito de la realidad afectado por la belleza. Hay, sin duda, algunas características recurrentes en los objetos que consideramos bellos, y ya he tenido ocasión de aludir a ellas. Cualquier artista, sea cual sea el campo en el que trabaja, puede conocer con cierta facilidad unas reglas elementales de composición, que debe tener en cuenta si quiere que la obra producida muestre un cierto grado de belleza. Ahora bien, la belleza es también el resultado de un determinado sentimiento o afecto, lo que concede una especial importancia a la educación de los sentimientos y del gusto, si no queremos que nuestra capacidad de percepción estética quede seriamente disminuida. Será imposible percibir la belleza que nos rodea si no hemos educado nuestra capacidad de observar el mundo, del mismo modo que nos aburriremos hasta el sopor contemplando una bella obra de arte, si no realizamos el necesario esfuerzo de interpretación y comprensión que depende de unas determinadas capacidades cognitivas y afectivas. Al mismo tiempo, la belleza es algo que nos sale al encuentro, algo que se nos impone con una fuerza tal, que nos obliga a un reconocimiento y provoca en nosotros un profundo sentimiento de placer. La belleza en la naturaleza, es un ejemplo de esta independencia de la acción humana. Pero esto no es todo; la percepción de la belleza es algo específicamente humano, de tal manera, que el momento de la subjetividad es inseparable de la definición de la belleza. Incluso si hablamos de la belleza de la naturaleza, hace falta un progresivo esfuerzo del ser humano para ir desvelando esa belleza que, en principio, permanece oculta. Basta leer lo que decían los viajeros del s. XVIII cuando contemplaban los Alpes, para darse cuenta de que sólo el creciente trabajo de comprensión de lo que nos rodea ha permitido descubrir la belleza de la naturaleza existente en esas montañas. Si pasamos a considerar la belleza como resultado de una obra de arte, el momento de la subjetividad se impone con total claridad: son. Los propios seres humanos los que realizan un considerable esfuerzo por sacar a la luz la belleza que potencialmente está escondida en la realidad, algo que bien analizó Heidegger. Quizás en ningún otro ámbito se recojan mejor los dos momentos de la belleza que en el propio ser humano y en su esfuerzo por hacer de sí mismo un ser bello. Capítulo I. Ámbito filosófico Pensadores como Nietzsche, Kant, Schopenhauer, Hopper entre otros escribieron documentos tratando de descifrar que quería decir la belleza para el mundo. Este concepto dentro de este campo siempre ha formado parte de la estética. La belleza es un término mutante en el tiempo según la idiosincrasia y la filosofía de vida de un momento histórico determinado. Nietzsche afirma que;”No hay nada más condicionado e incluso más limitado que nuestro sentido de la belleza”. Quien trate de concebirla al margen del placer que un hombre produce a otro, sentirá que no pisa tierra firme. Lo «bello en sí» no es más que una expresión, ni siquiera es una idea. En lo bello el hombre se toma a sí mismo como medida de perfección; y en determinados casos selectos se adora al admirar lo bello”.2 Básicamente la posición de lo bello para este filosofo es considerada y aplicada en el contexto del subjetivismo. Lo que Nietzsche siempre quiso investigar era en donde se encontraba el valor estético, lo bello, en el sujeto o en el objeto. Finalmente después de la observación se dio cuenta que el valor estético es el producto de las experiencias estéticas del sujeto, que es quién construye los juicios de valor. Un objeto posee propiedades materiales y tiene una presencia palpable, pero el valor útil se lo atribuye un sujeto cuando el objeto le resulta conveniente; así un objeto puede existir, pero sin la presencia del sujeto no surge el valor lógico. Pues las cosas pueden ser, pero su valor está limitado al tiempo y al espacio del sujeto. Sólo así se explica como un objeto hoy tiene un valor; pero tuvo otro en el pasado, y tendrá otro en el futuro, mientras su existir 2 Tomado de: http://www.dustinmunoz.com/index.php/escritos/estetica/72-lo-bello-y-lo-feo-en-nietzsche Fecha: 20/10/13 sigue siendo el mismo en sí. En ese contexto podemos colocar a Nietzsche cuando sostiene: “El hombre cree que el mundo está rebosante de belleza, y olvida que él es la causa de ella. Solo él le ha regalado al mundo la belleza; aunque, lamentablemente, se trate de una belleza humana, demasiado humana... En el fondo el hombre se mira en el espejo de las cosas y considera bello todo aquello que le devuelve su imagen. El juzgar algo «bello» constituye la vanidad característica de nuestra especie.”3 Tomando esta idea de Nietzsche, los objetos tienen “posibilidad estética” o “potencia estética”, entonces el valor estético es totalmente dependiente del sujeto, esto debido a que para hablar del valor estético de un objeto siempre será necesario la participación del sujeto, pues este construye el juicio estético. La postura de Nietzsche sugiere que lo bello está sujeto a determinadas circunstancias. Deducimos que para él los juicios pueden ser diferentes si la experiencia estética es producto de otros gustos, puesto que la otra interrogante que él hace no es neutra, ella conserva la problemática del supuesto que produjo su formulación. ¿Quién sabe qué aspecto ofrece el hombre a los ojos de un juez más elevado del gusto? La interrogante plantea una condición escéptica, pues ella deja implícita la incertidumbre sobre la permanencia o no de valores. Esto nos recuerda la postura de Jenófanes de que los etíopes creen que sus dioses son negros y con nariz aplastada; para los tracios, los suyos son rubios y con ojos azules. Y que si los bueyes, los caballos y los leones tuviesen manos y pudiesen pintar y producir obras de artes como los hombres, los caballos reproducirían las 3 Tomado de: http://www.dustinmunoz.com/index.php/escritos/estetica/72-lo-bello-y-lo-feo-en-nietzsche Fecha: 2/02/2014 figuras de los dioses como su propia figura, los bueyes según las suya, y cada uno haría los cuerpos de acuerdo con su especie. De ello se deduce que cada individuo construye su propio patrón de acuerdo a las circunstancias vividas, sin separarse claro, del paradigma de los gustos generales que día a día impone su cultura. Para Nietzsche nada es bello, sólo el hombre lo es; pero también nada es feo, excepto el hombre que degenera, y sobre esa idea traza el juicio estético. Aunque sugiere otra problemática cuando plantea: En términos fisiológicos, todo lo feo debilita y entristece al hombre. Le recuerda la decadencia, el peligro y la impotencia. Ante lo feo el hombre pierde energía.. Por lo general, cuando el hombre se siente deprimido, es porque olfatea la proximidad de algo “feo”. Su sensación de poder, su voluntad de poder, su valentía y su orgullo disminuyen a la vista de lo feo, y aumentan a la vista de lo bello. Y más adelante continúa diciendo: Se concibe lo feo como un indicio y un síntoma de degeneración, lo que recuerda la degeneración, aunque sea en un grado mínimo, nos induce a que lo juzguemos “feo”. El asunto está en que para Nietzsche lo feo aparece en una relación de comparación como una destrucción de lo bello, pero a nuestro entender no es que lo feo persigue eso, sino que esa es su propia esencia. Viéndolo de esa manera, la belleza también tendría existencia con relación a lo feo y no es así. Tanto lo bello como lo feo, son dos momentos independientes. Cuando alguien experimenta belleza no está pensando en que tal deleite se da porque carece de las características de lo opuesto, en ese caso lo feo, o viceversa, que contempla un objeto y experimenta fealdad porque carece de las características de la belleza. Es el hombre en su afán de crear dualidad, que en el lenguaje crea el término agradable para lo que le es bello y en vez de crear un término nuevo para referirse a lo feo, lo descompone y crea el término desagradable. De esa manera bello y feo en el lenguaje quedan unidos siendo lo feo algo dependiente de lo bello. Como las experiencias bellas mayormente le resultan más útiles, o más bien, más convenientes al hombre, este hace de lo feo un valor negativo. Además de todo, Nietzsche, a través de la zaratrustra4, destruye la filosofía y las ideas más comunes sobre la religión, Dios, el arte (estética), la literatura, los doctos, los virtuosos, la cultura y la poesía. Nietzsche emplea la figura de un profeta: Zaratustra, para usarlo como portavoz de sus propias ideas. El personaje va conversando con diferentes hombres, mujeres y criaturas que se encuentra por el camino y a las cuales lleva su mensaje. En zaratustra el laberinto de la concepción nietzscheana del arte se enriquece con nuevos elementos. Zaratustra dice que está cansado y nauseado ante la mentira. Recoge una carga lista de indicios que motivan a este juicio, pero la razón central aparece inequívoca: el poeta miente demasiado porque se siente en consonancia con la naturaleza. El poeta que miente demasiado es por un lado, aquel que le da forma a pensamientos sublimes, pero también, por otro lado, aquel que exalta más allá de la medida la potencia falsificarte de su arte. Aquel que vive en el símbolo de la creatividad. La formación del arte descansa sobre un fondo terrible, dice el propio filosófico que “a fin de que haya un suelo amplio, profundo y fértil para el 4 n. 1 Zaratustra: Un libro para todos y para nadie (título original en alemán: Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen) es una obra escrita entre 1883 y 1885 por el filósofo alemánFriedrich Nietzsche. desarrollo del arte, la inmensa mayoría ha de someterse en régimen de esclavitud al servicio de una minoría, que explotará más allá de la medida de sus necesidades individuales y necesarias para la vida”. Entonces para Nietzsche, lo bello termina por diluirse con lo malo. Hay que decir, para tener una clara visión del conjunto, que tres han sido variantes del modelo estético de Dios. 1) sustituye a dios por la estética excelente, 2) comunista, que constituye a Dios por el estado y la plebe, además tiene como resultado la destrucción del arte y la 3), es nihilista, la nada. De estas tres proposiciones la más audaz es la de Nietzsche, porque en ellas de intenta salvar a costa de toda la excelencia del arte mismo, un arte que aparece como nuevo dios para el hombre y quiere del hombre que sea Dios. El arte en otras palabras, es para Nietzsche, un colmo, un exceso de poder plasmarte y formarte, una fuerza capaz de armonizar los contrastes más violentos, y por tanto, en grado de teorizarlos, de estar frente a ellos con ojo despejado. Kant por otro lado habla de lo bello y lo sublime más que de la estética. En ambos sentimientos la emoción es agradable, pero un modo diferente. Para que algo que realmente expresa tempestad, soledad, furia, terror se necesita de un sentimiento sublime de este modo todas esas cosas producirán agrado unido al miedo. En cambio para la apreciación de lo agradable, tal como la descripción del elíseo o la pintura del cinturón de Venus en Homero, es necesario el sentimiento de lo bello. “La noche es sublime, el día es bello” dice Kant. La expresión del hombre, dominado por lo sublime, es, a veces fija y asombrada. A veces expresa melancolía y en otros casos tranquilidad o una nostalgia profunda. Dentro del hombre en general lo bello es la astucia, el ingenio, la amabilidad y la broma. Estas cualidades infunden amor, en cambio las de lo sublime infunden respeto. La inteligencia, la audacia son propiedades de lo sublime. Aquellos que poseen ambas cualidades, encontraran que la emoción de lo sublime es más poderosa que la de lo bello. Para ser agradable y poder ser exitoso se necesitan de ambos sentimientos, una cantidad equivalente hará que tu comportamiento sea el adecuado. Cuando se refiere a el aspecto externo del hombre, se dice que una elevada estatura refleja respeto, una pequeña confianza. Los rasgos oscuros tienen más relación con lo sublime, los ojos claros y el tono rubio más con lo bello. Lo mismo ocurre con la diferencia de clases sociales. Dentro de la igualdad de fortuna y rango, deben mostrar sencillez y el hombre de estado la mayor grandeza. En las circunstancias externas de felicidad existen también, por lo menos en la imaginación de los hombres, algo que cae dentro de estas emociones.5 Un alto nacimiento y un título inclinan a los hombres al respeto. La riqueza, aun sin merecimientos, inspira veneración. El problema es que esta clase de personas abusan de ese aprecio y admiración que tienen los pobres sobre ellos, los menosprecian y los falsean ventajosamente para cada vez tener más. Esta clase de sentimientos ha vuelto al hombre cada vez más ambicioso y egoísta. Dentro de los intereses de Kant también nació la necesidad de comparar lo bello y lo sublime en la relación recíproca de ambos sexos. La mujer fue descrita con el 5 Tomado de: http://www.ugr.es/~encinas/Docencia/Kant_sublime.pdf Fecha: 20/10/13 nombre de lo bello sin tener en cuenta que físicamente su figura es más delicada y afectivamente más amable que el hombre. Sin embargo el hombre tiene aquel encanto secreto que lo diferencia claramente del género femenino. La mujer no solo posee el sentimiento de lo bello, ambos géneros poseen lo bello y lo sublime unidos. Sin embargo sobre la mujer las características de lo sublime ayudan a resaltar las de lo bello y en el hombre las cualidades priman sobre lo sublime. La mujer tiene un sentimiento innato para todo lo bello, bonito y adornado. Son limpias y muy delicadas, gustan de bromas, y les distrae una conversación alegre y risueña.6 Muestran un interés muy afectuoso, bondad natural y compasión; prefieren lo bello a lo útil y son muy sensibles a la menor ofensa. Ambos géneros comparten algunas características sin embargo las cualidades masculinas tienen algunas cualidades diferentes por el hecho de ser más sublimes que bellos. La inteligencia del hombre es profunda y aplicada. El hombre siempre está un paso atrás a la mujer, son diferentes aspiraciones. El hombre es más preciso y reservado hace las cosas utilizando la razón sin importar si son bellas o no. Según Kant la belleza de la mujer reprime a el hombre en su sublimidad. Mucho más general aun Emmanuel Kant plantea la situación dividendo a las naciones en estos dos sentimientos. Los italianos y franceses se distinguen por el sentimiento de lo bello, y los alemanes ingleses y españoles en lo sublime.7 Teniendo en cuenta las artes y las ciencias, Italia y Francia se han destacado en la música, la pintura, la escultura y la arquitectura. En estas artes 6 Tomado de: http://www.ugr.es/~encinas/Docencia/Kant_sublime.pdf Fecha: 20/10/13 7 Tomado de: http://www.ugr.es/~encinas/Docencia/Kant_sublime.pdf Fecha: 20/10/13 se refleja la delicadez y la magnificencia. En Francia es menos impresionante ya que encuentran lo realmente bello en la poesía y oratoria. En cambio Inglaterra considera lo bello en la tragedia y la poesía épica. Viajando hacia otra cultura, idioma y hasta religión, España era un país serio, callado y veraz. Los españoles Tienen un alma orgullosa y sienten más los actos grandes que los bellos. En los italianos pareciera que hubiera una mezcla de sensibilidad española y francesa. Es más sensible a lo bello que el primero y más a lo sublime que el segundo, por ende se contrarrestan ambos sentimientos y queda una combinación de ambos. En los franceses predomina lo bello. Es amable, cortes y complaciente. Es tratable, aun sus emociones sublimes están subordinadas a lo bello. Es un ciudadano pacífico y principalmente es la mujer quien recibe los meritos y las condiciones nacionales del pueblo. Esto gracias a su amabilidad, ingenio y buenos modales. Los ingleses también tienen sus características propias, son fríos y se muestran indiferentes con quienes no conocen, aunque cuando es amigo está dispuesto a servir incondicionalmente. Son juiciosos, no se preocupan por lo que los demás piensan. Con respecto a la mujer, no son amables como las francesas pero son audaces y constantes. Así como los italianos tienen una mezcla de cualidades, los alemanes también. En ellos hay sensibilidad tanto de los ingleses como de los franceses. Une lo bello con lo noble, es lo suficientemente frio en el sentimiento de ambos para preocuparse en considerar la conveniencia, el lujo y la apariencia. Los alemanes le dan importancia simplemente a la familia, a el titulo y al rango. Es inseguro, se rinde demasiado ante la opinión de los demás, esto le quita toda la solidez de sus cualidades morales haciéndolas falsas e inconstantes. Por último pero no menos importante el holandés es ordenado y activo. La particularidad de los holandeses es que al solo considerar lo útil suprimen cualquier sentimiento de lo bello y lo sublime. Por esta razón muestra contraste con el inglés y el francés. A medida que fueron pasando los años todas estas cualidades que tenían aquellas naciones se fueron modificando. Hoy, después que el espíritu humano se alzó de nuevo en una especie de renacimiento de una destrucción casi completa, vemos en nuestros días florecer el verdadero gusto de lo bello y de lo sublime, tanto en las artes y las ciencias como en las costumbres. Sólo es de desear que el falso brillo, tan fácilmente engañador, no nos aleje de un modo insensible de la noble sencillez y, sobre todo, que el secreto aún oculto de la educación consiga ser sustraído a los antiguos errores, para elevar temprano el sentimiento moral en el pecho de todo joven ciudadano a una sensibilidad activa, de suerte que toda la delicadeza espiritual no vaya a parar en el placer ocioso de juzgar con mejor o peor gusto lo que acontece fuera de nosotros. ¿Qué es lo bello para Kant? Para resolverlo, Kant se refiere a la representación, no tratando de entender al objeto para conocerlo, sino utilizando la imaginación respecto al sentimiento de placer o dolor. Su juicio pues, no es lógico, es estético, entendiendo que su base determinante no puede ser más que subjetiva. Es decir, se debe tener conciencia de la representación del objeto, y unirla a la sensación de satisfacción, para lo cual, no hace falta el conocimiento del tal objeto.8 Kant es uno de los autores que se contraponen a este interés estético. Cuando se quiere determinar si algo es bello, no se requiere darle importancia a su existencia, sino a la contemplación que le damos y la satisfacción que nos causa tal contemplación. Por tanto, para determinar si algo es bello debe bastar con saber si la mera representación del objeto va acompañada en quien contempla de satisfacción, aun si le es completamente indiferente la existencia del objeto representado. Esto, según Kant, porque cuando se mezcla el interés, el juicio es parcial y no un juicio del gusto. Por la misma situación, Kant diferencia lo bello de lo agradable y de lo bueno. Definiendo como agradable a lo que place a los sentidos en la sensación. Cuando un objeto es declarado agradable, expresa un interés mediante la sensación. La satisfacción proporcionada por lo agradable presupone entonces, la relación de su existencia con la afectación que pueda dar a quién le agrada 4. Es decir, lo agradable agrada por interés, y como lo bello no es bello por interés, para Kant lo agradable, no es lo bello. Schopenhauer también quiso dar su punto de vista frente a la belleza, para esto escribió sobre la metafísica de lo bello y la estética en el arte. Junto con la ética y la mística, el arte constituye una de las posibles soluciones de la filosofía ante la miseria del mundo. En la filosofía schopenhaueriana la estética tiene un ideal 8 Tomado de: http://viruzbader.wordpress.com/2010/12/13/la-estetica-de-kant/ Fehca: 2/02/14 vinculado con figuras alemanes. Se dice que el arte es el medio más adecuado para el conocimiento del mundo. El conocimiento a través del arte, se contrapone al conocimiento cotidiano que para Schopenhauer resulta ser un mecanismo al servicio de la conservación de la voluntad individual, y del conocimiento científico donde el predominio de la voluntad se revela inmediatamente. En cuanto al objeto, el arte ya no atiende ni a las cosas particulares ni a los conceptos, sino que vuelca su mirada sobre las ideas. La subjetividad del arte es aquella que ha logrado suprimir la voluntad. Esta subjetividad no radica en su valor cognoscitivo sino en su valor existencial. Solo se puede considerar el aspecto subjetivo de la experiencia artística a través de un análisis del sujeto estético, es decir, del sujeto puro de conocimiento.9 A este sujeto le corresponde un objeto del cual hay que ocuparse. la teoría de la belleza de este filosofo expresa, con precisión. La belleza de un objeto para Schopenhauer es, la condición que tiene de propiciar el conocimiento de su idea. Si por esto fuera no habría nada que no perteneciese a lo bello, por esto defiende la especificidad de lo bello. Se plantearon dos condicionamientos para la belleza en un sentido específico. El primero se denomina simplicidad expresiva, es decir, la idea debe expresarse a través de las vías más simples. El segundo se denomina complejidad representacional, es decir, la propia idea gana en interés estético, esto es, en belleza, en la medida en que expresa una forma más compleja y más específica. 9 Tomado de: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.5106/pr.5106.pdf Fecha: 20/10/13 El pensamiento estético de A. Schopenhauer se encuentra, por lo visto, en consonancia con este espíritu de la época. El propósito de este trabajo es desarrollar la filosofía del arte schopenhaueriana a partir de un interés estéticometafísico. En primer lugar, analizaremos cuál es la contradicción que el arte debe subsanar. Luego, centraremos nuestra atención en el modo en que el arte reconcilia los conflictos de la realidad. Por último, y a modo de conclusión, realizaremos un balance evaluativo de la solución schopenhaueriana. Schopenhauer desarrolla su filosofía desde un peculiar talante existencial: el pesimismo. Dicha disposición anímica es la perspectiva a partir de la cual nuestro autor juzga al mundo y lo encuentra miserable. Sin embargo, como sostiene C. Rosset, este pesimismo en realidad se apoya en “el rechazo de toda interpretación intelectualista del mundo”.10 Existe, por tanto, en la obra del filósofo alemán un fenómeno más originario y fundamental que el pesimismo. Schopenhauer es en mayor medida que un filósofo pesimista, un filósofo del absurdo. La descripción metafísica de la realidad ofrecida en El mundo como voluntad y representación responde a la experiencia del absurdo. El mundo, para Schopenhauer, es la constante lucha que la Voluntad entabla consigo misma para alcanzar su máximo grado de expresión. A este fin universal se supeditan todos los fenómenos particulares. Sin embargo, este proceso cósmico, de acuerdo con Schopenhauer, despierta un juicio radicalmente negativo. Estos tres filósofos ya mencionados, Nietzsche, Schopenhauer y Kant constituyeron las teorías más trascendentales de la historia. Sin embargo Hegel y 10 Tomado de: http://viijif.fahce.unlp.edu.ar/programa/ponencias/RODRIGUEZ%20Pablo.pdf Fecha: 02/02/14 David Hume también dieron una vuelca a este concepto de belleza. Tal como plantío Schopenhauer, Hegel considero que el objeto de la estética es lo bello y que su dominio es el arte. Las obras de arte son producto del espíritu humano y por ende son más bellas que las bellezas de la naturaleza, que son imperfectas, reflejo de la belleza del espíritu verdadero; porque si el espíritu es el Ser verdadero, lo bello es bello en cuanto es creado por él.11 Las bellas artes no son dignas de ser tratadas en forma científica porque por su naturaleza no pueden someterse a los rigurosos procedimientos de la ciencia. El arte anima las ideas y la ciencia las reduce a pura abstracción y las desvaloriza. El mundo del espíritu es el de la imaginación y de lo irregular, por lo tanto, la ciencia no es posible porque el arte no cumple con sus principios. Sin embargo hay aspecto que la ciencia y el arte comparten, tienen en común el poder ser empleados para otro fin que el que les corresponde, cuando ambos son libres, independientes y verdaderos. Una de las características que Hegel encuentra en el arte es, el carácter de apariencia, ésta no es una cualidad negativa del arte, por el contrario, gracias a este carácter aparencial el arte nos libera de aquello que considerábamos como la realidad verdadera (las cosas corporales, la naturaleza). Permaneciendo aún en el plano de lo sensible, el arte emplea lo sensible para señalar lo espiritual, Hegel, llama a esto la transparencia de lo sensible. Así la apariencia del arte nos ayuda a superar el mundo de la apariencia. Liberándose de la pura apariencia, el arte posee una realidad superior y una existencia más verdadera que la realidad ordinaria. 11 Tomado de: http://filosofia.laguia2000.com/el-idealismo/la-estetica-segun-hegel Fecha: 19/10/13 En la meditación filosófica hegeliana, la realidad en tanto Idea, lo universal e infinito, necesita autorrealizarse a través del retorno a su interioridad luego de atravesar la exterioridad de la multiplicidad de lo finito y las determinaciones particulares. Lo real es universalidad del espíritu. La idea se realiza en un para sí donde el todo es pensamiento auto determinado, libre conciencia de sí. En el pensamiento y el concepto es donde se consuma la plenitud de la realidad. La imagen y lo sensible son sólo un momento dialéctico previo necesario, cuyo destino es ser superado por la superioridad sapiente del concepto. En la estética filosófica hegeliana, la Idea no puede contentarse con una manifestación de la verdad en el plano de la imagen artística. La obra de arte es únicamente un instante provisional dentro de la evolución dialéctica de la Idea. En Hegel la imagen se subordina al pensamiento. La estética hegeliana se mueve en tres niveles de reflexión: la idea de lo bello en general; las formas particulares o históricas que reviste lo bello en el arte; y los sistemas de las artes particulares. La obra de arte es, en principio, forma particular. Por lo que debe trascender su particularidad y reflejar la Idea. Así, el más alto destino del arte es "aprehender y representar lo real como verdadero; es decir, en conformidad con la Idea". Hegel impugna la mimesis, el arte como imitación de las formas naturales. Así, "la verdad en el arte no es pues la simple idealidad a la cual se limita lo que se llama imitación de la naturaleza".12En su máxima plenitud o destino histórico el arte es imagen de la belleza corpórea. Es el momento del arte clásico griego. Pero esta belleza no se funda a sí misma. Lo bello corpóreo o sensible es el 12 Tomado de: http://bellezayfilosofia.blogspot.com/2010/08/estetica-y-kant.html Fecha: 02/02/14 aparecer de una belleza trascendente o ideal. El origen de lo bello en la Idea supone a su vez la comprensión de una esencia general de la belleza que no se detiene ni cosifica en los objetos de la experiencia sensible. Se debe considerar lo bello, y no los objetos particulares calificados de bellos. Entonces, si lo bello o la belleza comienza en la Idea, en la Idea "eliminamos al mismo tiempo la dificultad, la molestia que podría crearnos la gran variedad, la infinita multiplicidad de los objetos que se califican de bellos". David Hume también utiliza el arte como una herramienta para establecer que es lo bello. El gran dilema de Hume es, determinar si existe alguna manera de demostrarle a alguien que está en un error si de lo que se trata es de juzgar su evaluación estética de un trabajo artístico cualquiera. Una filosofía que nos lleva a la conclusión de que lo que diga cada quien está bien, que cualquier evaluación es incuestionable o incorregible, es poco interesante y seguramente falsa. Hume quiso argumentar de manera racional en cuestión de gustos. Por consiguiente el problema ya no es solo el de demostrar que hay formas de argumentar en lo que a gusto y arte afecta, sino en hacer ver cómo procedemos en esos casos, como diferenciamos entre el buen gusto y el mal gusto, y por ende, entre lo bello y lo deforme. En relación con esto Hume presento una propuesta para la superación del conflicto. Capítulo III. – La belleza y su impacto social El concepto de belleza depende del punto de vista de cada ser humano. Se dice que es una apreciación subjetiva que no necesariamente implica perfección. Desde el principio de la humanidad el hombre creó algunos criterios para evaluar que es lo bello. Según el génesis, la belleza es un arte trasmitido por el ángel Azazel quien, luego de la expulsión de Eva del Paraíso, mostró a las mujeres el arte de pintarse el contorno de los párpados con antimonio. No obstante los criterios del arte de la belleza han evolucionado según las creencias, la religión, la moral y hasta la tecnología, definiendo nuevos parámetros de belleza distintos en cada época. A medida que pasaba el tiempo este concepto se fue aferrando a las diferentes ciencias. Durante la edad media el hombre asociaba lo bello con la teología, el estudio de las cosas o hechos relacionados con Dios. Esto gracias a que el santo, padre y doctor de la iglesia católica San Agustín estimaba que la belleza era atributo de Dios. Hoy en día, la sociedad nos impone claros y rígidos parámetros para definir lo que es bello. Y, sin embargo, algunos se atreven a ser diferentes. El gran desafío intelectual es, quién realmente puede definir a la belleza; La sociedad, la familia, los medios de comunicación, los hombres o las mujeres. Dentro de este mundo lleno de tantas preguntas el hombre ha buscado todos los medios para tratar de encontrarle un sentido a las cosas. Son precisamente ideologías filosóficas y sociales las que construyeron doctrinas para definir la belleza. En la filosofía se crearon muchas contradicciones frente a cada postura, por esta razón se dice que la belleza para la filosofía es subjetiva y no objetiva, es un deleite espiritual. Además de esta característica de subjetividad, la sociedad describió lo bello teniendo en cuenta muchos más elementos. El concepto varía dependiendo de cada grupo social y dentro de cada uno de ellos ya que no se puede llegar a un acuerdo de belleza teniendo en cuenta dos o más grupos sociales diferentes porque nunca encontraran compatibilidad por el hecho que cada uno tiene un concepto y un fin diferente. A pesar de seguir los mismos principios en un mismo conjunto existen competencias comparativas que poco a poco destruyen a quien no puede lograr obtener el prototipo perfecto. En este momento es donde la psicología juega su papel más importante ya que se encarga de explicar los fenómenos sociales teniendo en cuenta una integridad, es decir, la personalidad. El desarrollo de la psicología, como ocurre con otras ciencias, está determinado por las demandas de la práctica social, es por ello que esta ciencia es un sistema de disciplinas que se ha desarrollado en vinculación con las diferentes esferas de la actividad humana. Sin embargo, la creciente importancia de la psicología no solo es consecuencia directa de la evolución lógica de la ciencia misma, sino que de cierta forma está determinada por los problemas que surgen en la sociedad y para cuya solución se requieren cada vez más de los conocimientos de las particularidades psíquicas del hombre. Varias son las características que permiten definir la belleza y paso a llamar la atención sobre las que consideramos más significativas. Siguiendo una doctrina clásica, la belleza debe ser considerada como uno de los trascendentales del ser Toda realidad es una, es verdadera, es buena y es bella; es cierto que no se da una absoluta conversión entre los diferentes trascendentales, y que es posible encontrarlos de forma separada y en diferentes niveles de interrelación. 13 No obstante, desvincular la belleza de los otros trascendentales lleva a una depreciación de la misma, a un esteticismo diletante que termina siendo autodestructivo. En la producción y contemplación de la belleza, las personas avanzamos un paso más en la búsqueda y donación de sentido que debe guiar nuestra existencia en el mundo. Tolstoi fue contundente en la necesaria vinculación de la belleza al marco global del sentido, entendido en su caso como experiencia religiosa; pero del mismo modo debemos entender la propuesta kantiana, pues Kant corona el enorme esfuerzo desplegado en la crítica de la razón pura y de la razón práctica con una crítica del juicio que amplía las posibilidades de autorrealización del ser humano en el ámbito de la creación estética. La belleza tiene que ver fundamentalmente con la forma. El ámbito de la belleza no es el ámbito de las verdades declarativas, ni algo que podamos expresar. De hecho, y estas mismas reflexiones son una buena prueba de ello, el gran problema de la crítica artística consiste en que es difícil hablar de la belleza, aunque no lo es tanto percibirla. En cualquier producción humana, la belleza tiene que ver con unas determinadas características que afectan a la forma en que esa producción se presenta. La disposición de los objetos, las relaciones que se establecen entre las partes y el todo, el equilibrio armónico entre los diferentes 13 Tomado de: http://www.taringa.net/posts/videos/14317207/Efecto-Halo-la-Psicologia-de-la-Belleza.html Fecha: 02/02/2014 elementos, estas y otras características son las que definen la belleza de un objeto. Aunque habitualmente se suele vincular la belleza al libre juego desinteresado y, por tanto, se insiste en que la belleza es algo que va más allá de las consideraciones meramente utilitarias,esto es una visión reduccionista del tema. El ámbito de la belleza está abierto, sin duda, a un libre juego de la creatividad humana. También es cierto que nada añade a la utilidad inmediata de un objeto el hecho de que, además, sea bello. Sin embargo, desde los orígenes más remotos, los seres humanos se han esforzado por dotar a todas sus producciones, incluidas las más simples y cotidianas, de ese plus de belleza, conscientes de que, desprovistos de belleza, los objetos terminan perdiendo su utilidad en un proyecto global de vida dotada de sentido. La belleza tiene un carácter simbólico. Siendo siempre algo particular y concreto, remite a una totalidad, a una plenitud de sentido. Ante la presencia de algo bello, nos vemos embarcados en una actividad constante de comprensión, en la medida en que siempre hay en ese objeto algo que se nos manifiesta, pero también algo que permanece oculto; lo que hace posible que podamos contemplarlo una y otra vez sin agotar sus posibilidades expresivas. Es posible aplicar a todo objeto bello el concepto de aura que Benjamin aplicaba a las obras de arte; o mantener, como hace Heidegger y después Gadamer, que una obra de arte es un acontecimiento en el que la verdad llega a ser algo que se mantiene por sí mismo y que no puede agotarse en una comprensión única, exigiendo aceptar el círculo hermenéutico de la comprensión e interpretación inacabables. La percepción de la belleza supone una ruptura en la percepción de la temporalidad y la fugacidad. Al contemplar un objeto bello, parece como si la temporalidad se suspendiera, como si dejaran de pasar los momentos e irrumpiera en nuestra vida un fragmento de la eternidad, o de la plenitud del sentido. Es por eso por lo que la belleza puede ser considerada como la coronación de los esfuerzos del ser humano por alcanzar una vida dotada de sentido, por realizar su propia identidad personal, consumando la relación entre la verdad y la bondad que, junto, con la belleza, constituyen el fondo de su ser y de su relación con el mundo. Resuenan en esta última consideración el ideal griego de la bondad y la belleza, como también el esplendor de la forma,con el que los pensadores cristianos medievales se referían a la belleza para destacar en ella el momento de perfección que la acompaña: un ser es bello cuando ha desplegado la plenitud de las posibilidades a las que está llamado. Y también podemos entender en este sentido la gran aportación estética de Nietzsche.14 En definitiva, puede uno optar por el ideal romántico de Schiller, que veía en la belleza el objetivo fundamental de la educación del ser humano; puede igualmente optar por las propuestas de Marcuse, quien también descubría en la belleza las aspiraciones de plenitud y reconciliación que animan a los seres humanos; o puede uno coronar su reflexión sobre la belleza con las aportaciones de von Balthasar acerca de la gloria de ,Dios, a la que apunta toda la creación. En todo caso, al aproximarnos a la belleza, estamos aproximándonos al ámbito en el que los seres humanos podemos dar lo mejor de nosotros mismos. 14 Tomado de: http://www.taringa.net/posts/videos/14317207/Efecto-Halo-la-Psicologia-de-la-Belleza.html Fercha: 02/02/2014 La sociedad es el medio que ha transformado la historia de la belleza. Hay tantas contradicciones en cuanto a estereotipos de belleza que no se sabe realmente quien es o no bello. Por esta razón no es posible juzgar a ninguna sociedad. Una gran porción del planeta tiene un concepto de belleza asociado a lo físico más que algo interior o intrínseco en el ser humano, como lo pensaba platón y Pitágoras. Hoy en día la belleza es un concepto que se relaciona con una gran parte de las actividades del hombre. Actualmente incluso se considera que los medios de comunicación, las industrias de la moda, la publicidad y el cine, son los principales generadores de conceptos asociados a la belleza. Hay quienes nacen en un cuerpo con características únicas, que rompen los parámetros de lo que se considera normal y deben enfrentarse a la discriminación de una sociedad en la que lo diferente tiende a ser apartado. Cuando la fisonomía humana escapa a los estándares de normalidad un cuerpo se puede convertir en tabú. La belleza siempre ha sido una de las obsesiones del ser humano. Pero, ¿existe un ideal absoluto, capaz de trascender épocas y culturas? ¿O se trata, inevitablemente, de una expresión subjetiva? Suele decirse que la belleza está en el ojo del que mira. Pero, qué sucede cuando aquello que miramos rompe todas nuestras reglas sociales. He ahí el gran problema discriminatorio que vive una gran parte de la población. La discriminación es un fenómeno social que vulnera la dignidad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas. Ésta se genera en los usos y las prácticas sociales entre las personas y con las autoridades, en ocasiones de manera no consciente.15 Esta se origina en las distintas relaciones sociales, muchas veces desde las familias, a través de la formación de estereotipos y prejuicios. En cuanto a la belleza hay quienes se ven afectados por tener características “diferentes” a las usuales. Uno de los ejemplos más vistos dentro de una sociedad es la discriminación racial. Se utiliza para abarcar a el racismo y se identifica con él, aunque son dos conceptos diferentes. La discriminación racial es un acto, que aunque suele estar fundado en una ideología racista, no siempre lo está, porque se dan ocasiones en las que esta discriminación está destinada a combatir el racismo. Las actitudes, valores y sistemas racistas establecen un orden jerárquico entre los grupos étnicos o raciales, utilizado para justificar los privilegios o ventajas de las que goza el grupo dominante. Aunque el racismo no se haya erradicado, la ideología en la que se basa ha sido sometida a una crítica radical en la segunda mitad del siglo XX. La ciencia ha rechazado el concepto de raza poniendo en evidencia su carácter subjetivo, basado en perjuicios. Antropólogos, biólogos, genetistas y sociólogos han demostrado que la noción de la raza carecía de sentido en la medida en que el género humano es uno e indivisible. 16 Organizaciones antirracistas nacionales e internacionales luchan contra cualquier forma de discriminación. Las actitudes racistas que combaten numerosas organizaciones tienen en buena medida razones psicológicas. En casi todo el 15 Tomado de: http://inadi.gob.ar/promocion-y-desarrollo/publicaciones/documentos-tematicos/racismohacia-una-argentina-intercultural/que-es-la-discriminacion/ Fecha: 02/02/14 16 Tomado de: http://www.taringa.net/posts/videos/14317207/Efecto-Halo-la-Psicologia-de-la-Belleza.html Fecha: 02/02/2014 mundo hay indicios de racismo, pero sobre todo en América, aunque también en Europa, sobre todo contra los gitanos, incluyendo a España, donde muchos cabezas rapadas dan brutales palizas a los que no son igual que ellos, es decir, homosexuales y personas de color. La belleza en la Psicología La belleza es un concepto tradicionalmente asociado a la estética. Tomás de Aquino definía lo bello como aquello que agrada a la vista. Además, generalmente se admite que la belleza es subjetiva y que depende de los ojos que miran y no del objeto/persona en que se observa. De hecho, lo considerado bello ha ido variando a lo largo de las épocas, culturas, no habiendo un cánon de belleza que se haya mantenido invariable a lo largo del tiempo. Así mismo el concepto de belleza femenina ha variado desde la Venus de Willendorf en la prehistoria, fuertemente asociado a la maternidad (barriga abultada, cadera ancha y senos abundantes), a Angelina Jolie (se mantienen los pechos abultados, pero combinados con una delgadez extrema), pasando por Marylin Monroe o Kate Moss. Tradicionalmente, se ha presionado exageradamente a las mujeres para estar bellas. Es una manera de estar controladas, pensar que no valen para nada más o que es su valor fundamental, e incluso que no valen tampoco para guapas a no ser que sean perfectas (esté de moda el cánon que esté), y de paso muchas industrias se forran a costa de crear unas necesiadades artificiales y cambiantes. En los últimos años, el culto a la estética y a la cosmética, esta misma presión y todo lo que conlleva, se está ejerciendo también sobre los hombres. Y los hombres están entrando al trapo. ¿Por qué sacarle el dinero sólo a la mitad de la población si se lo puedo sacar a la población entera? Han debido pensar que eso era la igualdad que estábamos pidiendo. Bien, pues no, no lo es. No queremos que sean esclavas ni queremos que sus compañeros lo sean. Lo que está claro es que el concepto actual de belleza física produce mucha tensión y son muchas las voces y colectivos que no están de acuerdo con éste. En el artículo, El problema de la belleza real, Proyecto Kahlo, una revista femenina, tratan la belleza de las mujeres, afirmando que cualquier ideal al respecto es perjudicial. Otra de estas voces disonantes es la de Dense Jolly, que aboga por redefinir la belleza. Para ello ha creado “Be Beautiful Project, en el que la artista propone redefinir el concepto de belleza celebrando el propio cuerpo y el reconocimiento de la belleza individual. Otra propuesta también pasa por redefinir el concepto de belleza, pero desvinculándolo de un punto de vista estético. Para algunos la belleza es un concepto afectivo. Es decir, está ligado al afecto que se siente hacia una persona, y ese afecto varía la percepción que se tiene de la belleza de esa persona u objeto. Que la belleza está en el interior, es algo que muchas personas creen, En 1920, Edward L. Thorndike acuñó el término “efecto halo”, a raíz de un experimento en el que pidió a algunos oficiales que calificaran a sus soldados y encontró que tendían a formarse opiniones globales, en lugar de realizar análisis variados de los soldados, y que la percepción de una cualidad en una persona influía notablemente en la percepción de las demás cualidades. Nisbett y Wilson, también estudiaron el efecto halo. Pidieron a estudiantes (62 chicos y 56 chicas repartidos aleatoriamente en grupos de 6-17 personas) que calificaran el aspecto físico, los gestos e incluso el acento de un profesor tras ver una cinta de vídeo donde dicho profesor se comportaba de una manera fría-distante o cálida-amable respectivamente (los gestos y el acento se mantuvieron igual en las dos grabaciones). Los resultados (no disgregados por sexos) fueron que las estudiantes que vieron el vídeo del profesor mostrando un comportamiento cálido y amable, lo evaluaron como más atractivo físicamente que las estudiantes que visionaron el otro vídeo. Otro resultado fue que las estudiantes pensaban que en su evaluación del atractivo físico del profesor no había influido el comportamiento de éste.17 Uno de los aspectos más importantes en los que se especializa el cerebro humano es, justamente, la capacidad de juzgar a los demás. El efecto Halo es la tendencia de los rasgos positivos o negativos de una persona para "extenderse" a otras áreas de su personalidad en la percepción que los demás de ellos. La gente asume que las personas atractivas poseen otras cualidades socialmente deseables, como la felicidad, el éxito y la inteligencia. A la gente atractiva se le da un trato de privilegio como mejores oportunidades de empleo y salarios más altos. En este extracto del programa Redes llamado "La psicología de la belleza" ilustra muy bien este tipo de sesgo cognitivo: En otras palabras, no somos lo suficientemente hábiles como para separar un atributo aislado que tiene un fuerte impacto emocional, de nuestra visión global de la persona o el hecho en cuestión. Las personas que nos rodean y la realidad en sí misma es muy compleja, nada es 17 Tomado: http://www.proyectopv.org/2-verdad/bellezafispsic.htm Fecha: 02/02/2014 en blanco y negro y en ocasiones esta variedad de matices nos resulta abrumadora, entonces tendemos a simplificar y nos dejamos llevar por la primera cualidad que conocemos o imaginamos de una persona. En muchas ocasiones este mecanismo funciona de manera no consciente, por lo que ni tan siquiera nos percatamos del Efecto Halo, pero el mismo es un intento que nuestra mente utiliza para darle un sentido estructurado, lógico y sencillo a una persona que no conocemos con profundidad. Así funciona nuestro cerebro. Aún cuando ahora sepamos qué es el efecto halo, no vamos a ser conscientes de su presencia casi en ninguna situación. Donde se detenga la razón, allí continuará el efecto halo, porque a la mente no le gusta dejar espacios vacíos; hay que rellenarlos aunque sea a base de imaginación. Construimos la realidad con nuestras mentes. Veamos otro ejemplo típico en las evaluaciones de los empleados: mi empleado, Juan ha llegado tarde al trabajo en los últimos tres días, me doy cuenta de esto y la conclusión de que Juan es perezoso y no le importa su trabajo. Hay muchas razones posibles por las que Juan llegara tarde, tal vez su coche se averió, su niñera no se presentó, o ha habido mal tiempo. El problema es que, a causa de uno de los aspectos negativos de Juan, pero ya he supuesto que es un mal trabajador. El Efecto Halo no sólo se advierte en nuestra relación con las personas. La publicidad está llena de ejemplos, que utilizan famosos/as para decirnos lo buenos y magníficos que son. Así, mejoran la imagen de los productos o para posicionar una marca en el mercado. Bibliografía: Tomado de: http://www.fertilab.net/ginecopedia/belleza/aspectos_generales/que_es_bell eza_1 Fertilab 1974 – Que es la belleza Fecha: 16/10/13 Tomado de: http://www.dustinmunoz.com/index.php/escritos/estetica/72-lobello-y-lo-feo-en-nietzsche Lo bello y lo feo de Nietzsche Fecha: 16/10/13 Tomado de: http://www.ugr.es/~encinas/Docencia/Kant_sublime.pdf Lo bello y lo sublime de Kant Fecha: 16/10/13 Tomado de: http://www.luventicus.org/articulos/02A027/schopenhauer.html Lo bello de la metafísica Fecha: 16/10/13 Tomado de: http://www.discoverymujer.com/relaciones/actitud-y superación/que-es-la-belleza/ La belleza Fecha: 16/10/13 Tomado de: http://www.inspirulina.com/belleza-y-filosofia.html La belleza en la filosofía Fecha: 16/10/13 Tomado de: http://www.filosofia.org/aut/003/m49a1518.pdf Filosofía de la belleza- génesis Fecha: 17/10/13 Tomado de: http://filosofia.laguia2000.com/el-idealismo/la-estetica-segunhegel Estética de Hegel Fecha: 20/10/13