Trabajo final de Micromorfología de Suelos. “El proceso de Argiluviación” Introducción El proceso de iluviación de arcilla o ilimerización representa la migración mecánica de la arcilla de los horizontes superficiales a los horizontes profundos del perfil. Este proceso se puso de manifiesto al analizar la distribución de los contenidos en arcilla de los suelos en función de la profundidad. Se comprobó que en numerosos suelos se producía un fuerte incremento de los porcentajes de arcilla en los horizontes subsuperficiales. Hoy día esta distribución se justifica prioritariamente por la acción de las aguas de infiltración que arrastran parte de la arcilla de los horizontes superiores y la depositan en las zonas más profundas. Desarrollo GENESIS El proceso de eluviación-iluviación de arcilla, se puede explicar básicamente de una manera muy simple: El agua de las precipitaciones atmosféricas moviliza a la arcilla de los horizontes superiores, la cual al dispersarse pasa a la solución del suelo en forma de suspensión. Por la acción de la gravedad, las suspensiones se infiltran por el suelo a través de los macroporos. Al alcanzar estas suspensiones horizontes profundos en los que el suelo se encuentra seco (imagen A de la siguiente figura), el agua de las suspensiones que migran por los macroporos es succionada por los microporos de las zonas circundantes (imagen B; el agua pasa a estos microporos por presentar fuerzas de succión mucho mayores que las existentes en los macroporos). Las paredes de los macroporos actúan como filtros, ya que las partículas de arcilla no pueden pasar a través de los microporos y son retenidos y se concentran formando delgadas películas acuosas que rodean las paredes de los macroporos (imagen C). Finalmente al ser succionada la totalidad del agua del macroporo, las partículas quedan materialmente aplastadas sobre sus paredes y forman unas finas películas de arcilla con sus partículas dispuestas paralelamente entre si y a su vez paralelas a las paredes del poro, quedando fuertemente retenidas (imagen D). Luego, en la siguiente fase húmeda, el proceso se repite y se forman de esta manera periódica unas películas de arcilla orientadas, cada vez más espesas y que muestran fuerte brillo. Estas películas se denominan clay-skins, o revestimientos o cutanes de arcilla, o arcilanes. De igual manera, al entrar el agua de las suspensiones en el interior de los agregados edáficos va depositando sobre la superficie de estos a las partículas de arcilla, formando también arcilanes de iluviación que recubren los agregados. El clima tiene una influencia decisiva en el proceso de iluviación. Así de la propia génesis de este proceso se deduce que para que tenga lugar es absolutamente imprescindible que el suelo pase por unas fases húmedas los suficientemente intensas como para que haya un exceso de agua de gravedad que se infiltre a través del suelo, ya que de no ser así no se produciría el arrastre de la arcilla. Además usualmente es necesario que el suelo pase por períodos de sequedad lo suficientemente largos e intensos como para que se produzca la total desecación de los macroporos de los horizontes inferiores del suelo. Un clima mediterráneo, sobre todo si es húmedo o subhúmedo, se considera como el más favorable para el desarrollo de la iluviación de arcilla. En cuanto a las características favorables de los otros factores formadores, destacamos: Roca madre. Permeable y con arcillas (o con minerales inestables que por alteración originen arcillas en suficientes cantidades). • Relieve. Llano o suavemente inclinado. • Tiempo. Como es un proceso intermitente y recurrente en el tiempo, necesita tiempos largos • para manifestarse con suficiente intensidad. Típicamente en superficies muy estables. • TIPOS DE ILUVIACIÓN En la iluviación de arcilla se distinguen dos tipos que corresponden a dos fases con condiciones diferentes. 1. Iluviación primaria o normal se presenta típicamente en suelos desarrollados sobre material original sedimentario no consolidado, con buenas condiciones de drenaje, en medios débilmente humíferos, neutros o débilmente ácidos y biológicamente activos. En estas condiciones, si las características climáticas son las adecuadas, las partículas de arcilla se unen al hierro formando complejos estables que pueden migrar conjuntamente a capas más profundas. Esta fase de iluviación se caracteriza micromorfológicamente, por la existencia de ferriarcilanes de colores rojizos o amarillentos (según que contengan mucho o poco hierro, respectivamente); colores que también aparecen con los nicoles cruzados. Muestran fuertes orientaciones y son homogéneos, observándose solamente microlaminaciones debidas a variaciones en el contenido en hierro que nos delimitan claramente las sucesivas fases de acumulación. El desarrollo de esta iluviación conduce a la formación de suelos ilimerizados (luvisoles, acrisoles,...) no hidromórficos. 2. Iluviación secundaria o hidromórfica Durante la fase anterior, el suelo presentaba una buena estructura, en bloques muy finos y estables pero al desarrollarse la iluviación de arcilla hasta alcanzar el máximo desarrollo, es tanta la arcilla acumulada en los poros que éstos quedan completamente rellenos; la porosidad decrece drásticamente, la estructura comienza a degradarse y van apareciendo propiedades hidromórficas. El medio se va acidificando progresivamente y disminuye la actividad biológica, con lo que los compuestos orgánicos solubles son más estables. Se provoca una cierta reducción, y por tanto, parte del hierro férrico se transforma en ferroso, que como ya es soluble se separa de la arcilla. Ahora la arcilla se compleja con la materia orgánica, formando complejos muy estables que pueden migrar, a pesar de la acidez del medio, a zonas mucho más profundas que en la fase anterior. Esta fase se caracteriza por la presencia de arcilanes de color blanco o gris verdoso, que son más heterogéneos y presentan bastante limo y materia orgánica, que dificultan la orientación de las partículas de arcilla. Las condiciones para que se desarrolle la iluviación hidromórfica son: escasa porosidad (mal drenaje, impermeabilidad), estructura degradada, medio ácido, biológicamente poco activo y condiciones anaeróbicas. CARACTERISTICAS El arrastre de las partículas de arcilla de los horizontes superficiales y su acumulación a una determinada profundidad, origina cambios visibles de coloración, textura, estructura y consistencia. macromorfológico, la translocación de las partículas de arcilla de un punto a otro, produce importantes efectos en el suelo, que podemos considerar a nivel macroscópico y microscópico. Su manifestación macromorfológica más significativa es la de producir un fuerte cambio textural en el perfil, apareciendo un horizonte superior empobrecido en partículas finas, de textura gruesa (es el horizonte eluvial u horizonte E) y un horizonte subsuperficial donde se acumula la arcilla iluvial, por tanto de textura fina (horizonte iluvial, Bt o árgico). 1. Desde un punto de vista La deposición de la arcilla iluvial concentrada en determinadas zonas, da lugar a los revestimientos de arcilla (clay-skins o cutanes), que recubren las paredes de los macroporos o la superficie de los agregados. Así, un perfil en el que la iluviación de arcilla ha sido muy intensa muestra una secuencia típica de horizontes A, E y Bt. El horizonte eluvial E se presenta decolorado, a veces de color blanco neto, de textura arenosa y estructuras poco desarrolladas. Por el contrario, el horizonte iluvial, presenta coloración parda o roja de altos cromas, su textura es arcillosa y presenta un fuerte desarrollo de la estructura, con amplias y numerosas grietas, de tipo en bloques angulares gruesos o prismática. 2. El estudio del suelo en el microscopio (micromorfología) constituye, a nuestra manera de ver, la técnica más eficaz para el reconocimiento de la arcilla iluvial, pues en lámina delgada es donde los revestimientos de arcilla muestran el conjunto de sus características, y tras un detenido estudio de su naturaleza, morfología, localización y contextura, es generalmente posible diferenciarlos de los cutanes de arcilla de presión . Debido a su hábito laminar, las partículas de arcilla tienden a orientarse paralelamente. El resultado es que al atravesarlas la luz polarizada, los fenómenos ópticos de cada partícula individual se suman a los de las partículas vecinas, comportándose el dominio arcillosos orientado como si se tratara de un único cristal, mostrando propiedades ópticas distintivas: color de interferencia, fenómenos de extinción (el modelo de extinción es una medida del grado de orientación), continuidad óptica, etc., que permiten hacer interpretaciones acerca del ambiente en el cual la partículas se han distribuido, así como la forma de acumularse. Las características por las cuales se reconoce el origen iluvial de la arcilla en lámina delgada son: continuidad óptica fuerte orientación preferida intenso color de interferencia existencia de laminaciones contraste textural con la matriz adyacente límite abrupto color natural propio (amarillo o rojizo, dependiendo del Fe que las acompaña) localización siempre recubriendo las paredes de los macroporos o las superficies de los agregados. Las dificultades en el reconocimiento de los arcilanes iluviales mediante el microscopio petrográfico son debidas a dos situaciones distintas. Por un lado tenemos la propia estabilidad de las películas, que regulará su permanencia (los arcilanes al cabo del tiempo se destruyen desapareciendo totalmente) y por otra parte pueden existir problemas de confusión con otros arcilanes y dominios arcillosos de muy distintos orígenes (en general con orientaciones menos marcadas, de borde difusos, etc). Clasificación de las acumulaciones iluviales Las acumulaciones de arcilla iluvial se clasifican a nivel microscópico teniendo en cuenta distintos aspectos: Según sus rasgos morfológicos Revestimientos. Se trata de películas, más o menos gruesas, que recubren las paredes de los poros o las superficies de los agregados y de los granos minerales. Cuasirrevestimientos . Son películas relacionadas con los poros pero depositadas a una determinada distancia. Rellenos. Son huecos completamente (o casi) rellenados de arcilla iluvial. Fragmentos. Son restos de acumulaciones de arcilla iluvial, deformados por los procesos edáficos. Se trata de fragmentos mas o menos deformados que en zonas presentan la fuerte orientación característica de la arcilla iluvial, sus bordes frecuentemente son netos y se encuentran incorporados en la masa del suelo, sin relación aparente con los poros. Según el tamaño de las partículas arcillosas Según que las acumulaciones estén constituidas por arcilla pura o esta este acompañada de partículas de tamaño limo. Se pueden distinguir dos tipos principales: Arcilla limpia. Arcilla impura o sucia. Según su contextura interna No laminadas. Las masas homogéneas son las acumulaciones de arcilla iluvial más frecuentes. Microlaminadas. Muy frecuentemente las acumulaciones de arcilla iluvial muestran una fina laminación, con capas alternantes de arcilla de diferentes coloraciones. Compuestas. Capas compuestas por varios tipos de materiales (con capas de limos, o con capas de diferente mineralogía, por ejemplo con carbonatos). Conclusión El estudio micromorfológico de los argilanes es de tamaña importancia para poder reconocer variaciones climáticas ocurridas en una región, características del relieve, así como también estimar el grado de pedogenesis que ha sufrido a lo largo de su evolución. El reconocimiento del proceso de Argiluviación en suelos antiguos posee importancia paleogeográfica y paleoambiental. El horizonte argílico en uno de los horizontes mas fácilmente identificables y por ende se lo utiliza, muchas veces, como nivel guía en el establecimiento de paleosuperficies. Bibliografía Bullock, P ; N. Fedoroff; A. Jongerius ; G. Stoops ; T. Tursina, 1985. Handbook for soil thin section description. Waine Research. Buol, S.W y F. D Hole, 1959. Some characteristic of clay skins on peds in the B horizon of a Grey Brown Podzolic soil. Argilic horizon expression and classification in the soils of two Michigan hydrosequences. Jamagne, M y C. Jeanson, 1978. Illuviation primare et secondaire dans les sols lessivés sur materiaux. En : Delgado, M. Soil micromorphology. Granada, España. Fotos: Internet