En la punta de los dedos

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América Economía
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28-07-2008 PYMES GLOBALES / HERRAMIENTAS
En la punta de los dedos
por Daniela Cid Mayorga
Supongamos que el dueño de
una Pyme necesita saber en
detalle a qué horas entran y
salen los trabajadores de su
empresa sin depender de un
El lector biométrico de
reloj control que lo obligue a
Microexpertos está disponible para
traspasar información en
toda América Latina (Foto:
forma manual a planillas Excel
Microexpertos).
o tener que gastar grandes
sumas de dinero en máquinas biométricas. La respuesta a esta inquietud podría ofrecerla
Biosign, un software biométrico desarrollado por la consultora –y también Pyme–
chilena, Microexpertos, y que se ofrece como un servicio que incluye la aplicación, el
soporte técnico en caso de ser requerido y, naturalmente, los lectores biométricos (en la
foto) que se conectan a cualquier computador a través de una conexión USB.
“Capturamos los datos de las marcaciones de las personas y las transferimos a un
software central de tal manera que se pueda gestionar fácilmente y se pueda saber
quiénes están llegando al lugar de trabajo, quiénes no han llegado, quiénes trabajan
horas extras y quiénes están cumpliendo con los turnos”, dice el gerente general de
Microexpertos, Víctor Rosas.
Todo gracias a (o por culpa de) la huella digital de cada trabajador, cuya información
queda registrada cada vez que presiona el lector biométrico con su dedo índice derecho,
acción que garantiza en un 100% la autenticidad de la información capturada. “Esto
puede ser un poco inquisidor”, reconoce Víctor Rosas, “porque lo que ocurre con un
sistema así es que los empleados empiezan a sentirse demasiado controlados”, agrega. Y
esta es precisamente la razón por la que Rosas recomienda a los directivos de las
empresas estar absolutamente convencidos de las ventajas de este sistema antes de
implementarlo, porque “puede pasar que ciertos trabajadores no marquen simplemente
porque no quieren hacerlo y ante esa resistencia inicial será muy importante que la alta
gerencia de la empresa apoye la implementación del sistema”, explica Rosas.
El gerente general de Microexpertos precisa que si el sistema detecta anomalías como
que una persona no marcó o que cierto empleado llegó a trabajar en circunstancias que
no tenía turno, el software avisa inmediatamente –como si se tratara de una verdadera
radiografía– para que el supervisor aclare qué es lo que ocurrió realmente. Además, si
por algún motivo se pierde la conexión a internet, el software de Biosign mantiene los
registros históricos por un período de hasta seis meses.
Contratar el servicio de Microexpertos puede costar entre US$40 y US$80 al mes,
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dependiendo del número de puntos en que opere el sistema. En este sentido, Rosas
aclara que en cuantas más sucursales, oficinas o puntos de venta de una empresa se
instale el sistema, mayores serán los descuentos sobre la tarifa inicial.
Otra ventaja del sistema destacada por Rosas es que el software no ocupa los recursos de
los computadores de las empresas que los contratan porque la aplicación funciona en
internet y los datos se almacenan en un servidor central que cuenta con respaldo de dos
o tres enlaces. “Lo que cobramos es el derecho de uso del software, como si se tratara
de un arriendo mensual”, apunta Víctor Rosas, quien destaca que al contratar Biosign, no
hay ninguna necesidad de invertir en infraestructura ni personal que recolecte los datos
captados por el lector biométrico.
Desde el lanzamiento comercial de Biosign hace dos meses, Microexpertos ya ha logrado
instalar el software en 60 puntos y entre sus clientes se cuentan pequeñas y medianas
empresas chilenas como IntimeTiendas, confecciones Wados y la cadena de productos
para salones de belleza Gama Italy, entre otras. “Queremos cerrar 2008 con 300 puntos
instalados en distintos lugares”, dice Rosas, tras destacar que ya ha recibido
requerimientos para conocer Biosign desde Pymes de otros países de la región. Y es que,
según reconoce el propio empresario chileno, “no importa desde dónde nos contacten
sino que quienes lo hagan sean empresarios realmente interesados en controlar la
asistencia de sus trabajadores”.
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