La promesa de apoyar a nuestros compañeros cristianos

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La promesa de apoyar a
nuestros compañeros cristianos
SERVICIOS MUNDIALES 2016
SEGUNDA SEMANA
INTRODUCCIÓN
Esta mañana nuestra misión en nombre de “otros” es un desafío. Las instrucciones
de Jesús fueron: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones” (NVI)
[ayuden a las personas a que me conozcan, a que crean en mí y a que obedezcan mi
palabra] (Mateo 28:19) Tenemos un papel que desempeñar en esta misión.
¿Alguna vez le han dicho a alguien: “Voy a orar por ti”, y luego se les olvida? Aunque
no pretendamos ser descuidados, a veces lo somos. De la misma manera, esta
mañana queremos hallar formas de apoyar a nuestros compañeros cristianos, no
solo con decir que lo haremos sino reforzándolos en verdad. Queremos ser fieles, no
descuidados.
Debemos enfrentar cualquier brecha entre lo que decimos y lo que hacemos. Y si la
hay, debemos enfrentarla como una cuestión espiritual. Jesús nos ayudó a entender
eso. Veamos cómo lo hizo:
LECTURA BÍBLICA
Colosenses 1:3-12 (NTV)
ESCRITURAS
Colosenses 1:9 (NTV)
Así que, desde que supimos de
ustedes, no dejamos de tenerlos
presentes en nuestras oraciones.
Le pedimos a Dios que les dé
pleno conocimiento de su voluntad
y que les conceda sabiduría
y comprensión espiritual.
Primero, elogió la fe del líder militar romano. Este creyó que Jesús podía ayudar a su siervo moribundo. El centurión buscó a Jesús y le
pidió ayuda, actuando por tanto en su fe y hasta le dijo a Jesús que solo tenía que dar la orden para sanar a su siervo. Jesús lo sanó.
Luego, asombrado por la fe de este hombre, dijo: “Les digo la verdad, ¡no he visto una fe como esta en todo Israel!” (Mateo 8:10
NTV).
Jesús hizo algo importante. Estaba diciendo que los líderes religiosos judíos debían haber sido líderes espirituales, pero su fe trataba
más acerca de sus costumbres y sus prácticas que de saber cómo Dios obraba en el presente. Por otro lado, el centurión hizo algo:
buscó a Jesús en nombre de su siervo moribundo.
La semana pasada hablamos de la dicha que tenemos al compartir las buenas nuevas del Evangelio. Esta semana el desafío es hacer
algo en nombre de “otros” por nuestra fe. Después de todo, al reaccionar frente a la fe del centurión, Jesús indicó que se espera que el
pueblo de Dios sepa todo sobre Él y cómo obra.
Pablo repite este punto importante en el pasaje bíblico de hoy, dándonos un ejemplo de este tipo de fe activa. Él dice: “Así que, desde
que supimos de ustedes, no dejamos de tenerlos presentes en nuestras oraciones. Le pedimos a Dios que les dé pleno conocimiento
de su voluntad y que les conceda sabiduría y comprensión espiritual” (Colosenses 1:9 NTV).
Este pasaje revela características de una persona que entiende cómo obra Dios, cómo debemos estar motivados por la misión y cómo
actuar en consecuencia. Una persona que realmente apoya a los hermanos y hermanas cristianas podrá decir:
“ME ENCANTA SABER SOBRE LOS COMPAÑEROS CRISTIANOS”
Colosenses 1:3-6 (NTV): “Siempre oramos por ustedes y le damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque hemos
oído de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todo el pueblo de Dios. Ambas cosas provienen de la firme esperanza puesta
en lo que Dios les ha reservado en el cielo. Ustedes han tenido esa esperanza desde la primera vez que escucharon la verdad de la
Buena Noticia.”
Su amor y su interés por los compañeros cristianos implican aprender sobre su fe, su amor y su esperanza en Cristo.
LA FE DE LOS COMPAÑEROS CRISTIANOS
Cuando escuchamos personas que testifican de su fe cristiana sentimos una conexión inmediata, ¿no es así? Hoy en día, cualquier
persona destacada que dé testimonio de su fe en Cristo debe estar preparada para que la escruten, la califiquen y estereotipen. Aun
así, agradecemos sus testimonios, porque requieren valentía. Pero no solo nos interesan las personas famosas.
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Al igual que Pablo, le damos gracias a Dios por aquellos que han puesto su fe en Cristo. Pablo dijo: “Le damos gracias a Dios... porque
hemos oído de su fe en Cristo Jesús...”
Permítanme contarles sobre Sylvie y cómo se convirtió en cristiana.
Sylvie vivía con sus padres, su hermana y su hermano. Su padre era un alcohólico que, a veces, golpeaba a su esposa. Las visitas de
la banda de bronce del Ejército de Salvación, acompañadas por oficiales que les contaban historias bíblicas a los niños del vecindario,
eran una grata distracción de la situación volátil imperante en el hogar de Sylvie.
Sus padres no eran cristianos pero accedieron, a pedido de Sylvie, a que participara en la escuela dominical del Ejército de Salvación.
Ella decía: “Mi casa era lo que llamaba un ‘infierno’ y el Ejército de Salvación era el ‘cielo.’ Aun antes de saber realmente sobre Jesús,
sabía que el Ejército de Salvación era algo diferente, un lugar seguro.”
Sylvie tenía 13 años cuando su madre murió. Su padre les prohibió ir al Ejército de Salvación. “Recuerdo que saltaba por la ventana
para ir al grupo de jóvenes”, cuenta ella. “No solo era diversión; estábamos aprendiendo acerca de Dios. Con la ayuda del Ejército
de Salvación, llegué a ver el día en el que le entregué mi vida a Cristo, y en que pude orar y amar a mi padre.” El compromiso de
convertirme en soldado fue una progresión natural y la forma de sanar las heridas del pasado. (Este testimonio aparece en la página
web del Ejército de Salvación de Nueva Zelandia.)
¿Sienten algún tipo de conexión con esta persona? Si la llegarán a conocer, ¿no afirmarían su fe en Cristo?
Este es solo un ejemplo de la bendición que recibimos cuando oímos de aquellos que se entregan a Cristo. Sus historias varían
enormemente, pero todas son una fuente de bendición.
EL AMOR DE LOS COMPAÑEROS CRISTIANOS
En su carta, Pablo reconoció a los colosenses por “el amor que tienen por todo el pueblo de Dios”. Al igual que Pablo, nosotros
también afirmamos a aquellos que muestran ese amor.
Rebekah Allen, de Canadá, asistió al Congreso en Londres el año pasado. Reportó lo siguiente: “Estaba participando en un concierto
nocturno como miembro del coro de la juventud en la segunda noche del ‘Congreso Boundless’ del Ejército de Salvación en Londres,
Inglaterra. La banda nacional de Angola estaba ejecutando una canción apropiada para danzar que inspiraba y colmaba el lugar;
y, al prestar atención, vi que todas las personas allí estaban sonriendo, danzando y glorificando a Dios. En ese momento, recordé
Apocalipsis 7:9, que dice que las personas de toda tribu y toda nación estarán de pie frente al trono de Dios. Me fui del Congreso
Boundless con el recuerdo de que vivo en un pequeño rincón del vasto y hermoso mundo que Dios creó; un mundo con una multitud
de lenguajes, culturas y personas. Y aun así, todos adoramos al mismo Dios. El desafío que me queda es: ¿cómo voy a difundir el
amor incondicional de Dios en mi pequeño rincón del mundo?”
¿Acaso se sienten bendecidos cuando escuchan de cristianos que tienen este tipo de amor que compartir?
LA ESPERANZA DE LOS COMPAÑEROS CRISTIANOS
¿Cómo pueden continuar y seguir creciendo dicho amor y dicha fe? Pablo sabía el secreto y nos dice en las Escrituras que el amor y la
fe “provienen de la firme esperanza puesta en lo que Dios les ha reservado en el cielo.” Él aplaudió su esperanza; ellos vivían con una
perspectiva vinculada al cielo. Nos encanta saber sobre esa clase de esperanza en los creyentes.
Ellos vivían a diario con absoluta confianza en las palabras de Jesús: “Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo.
Así ustedes estarán donde yo esté” (Juan 14:3 NVI). Nosotros también podemos vivir con esa esperanza segura. Y por lo que se le dijo
al centurión, sabemos que llegará el día diferente a cualquier otro, cuando “muchos vendrán del oriente y del occidente, y participarán
en el banquete con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos” (Mateo 8:11 NVI).
Esperar con ansias ese día nos une con los cristianos alrededor del mundo. Nos motiva a actuar.
Nos encanta saber de “otros”. Somos bendecidos por su fe, su amor y su esperanza. Y si usted es una persona que realmente apoya a
los compañeros cristianos podrá decir:
“ESTOY COMPROMETIDO CON LA MISIÓN MUNDIAL DE DIOS”
Colosenses 1:6-8 (NVI): “Este evangelio está dando fruto y creciendo en todo el mundo, como también ha sucedido entre ustedes
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desde el día en que supieron de la gracia de Dios y la comprendieron plenamente. Así lo aprendieron de Epafras, nuestro querido
colaborador y fiel servidor de Cristo para el bien de ustedes. Fue él quien nos contó del amor que tienen en el Espíritu.”
Las Escrituras revelan una segunda característica que constituye el compromiso con la misión mundial de Dios. Ello nos recuerda que
donde se comparte el Evangelio hay resultados poderosos. ¡Nos alegramos por eso! No es obra de una iglesia en particular, cultura
o raza. Es la secuela de la presencia de Jesús. Es el poder mundial de Dios. Pablo lo notó cuando afirmó: “Este evangelio está dando
fruto y creciendo en todo el mundo.”
Esto no sorprende, ya que Jesús dijo: “Pero yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo” (Juan 12:32 NVI).
Las últimas palabras del Maestro antes de volver al cielo están grabadas en Hechos 1:8 (NTV). Dijo: “Pero recibirán poder cuando
el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén,
por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.” ¡Debemos ser testigos aun en los lugares más remotos de la
tierra!
No es de extrañar que William Booth haya incluido las palabras: “el mundo entero redimido, tan rico y tan libre”, en su canción en
inglés “O Boundless Salvation”. Su hija, Evangeline Booth, captó esa verdad con sus palabras: “¡El mundo para Dios! ¡El mundo para
Dios! ¡Entrego mi corazón! ¡Haré mi parte!” ¡Qué clase de compromiso!
Tenemos la oportunidad de ser parte del más grande plan de la historia. Queremos participar en él. Podemos responder con nuestro
propio compromiso a esta misión mundial.
Es por esa razón que oramos por el mundo entero. Sin embargo, al decir esto, entiendan que puede que su compromiso los lleve al
extranjero, pero también los puede llevar al próximo bloque de su vecindario. Ambos conllevan un compromiso de su parte. Ustedes
son llamados a ser fieles a donde sea que el Señor los guíe a servir; al igual que Epafras, que aparece en el pasaje. Aunque solo era
uno, era una persona leal y productiva.
¿Están orando por el mundo entero? Deberían hacerlo. ¿Y cómo encajan ustedes en eso? Se ha dicho que un representante de Jesús
“no busca vanagloriarse, sus ganancias son pequeñas, sus comodidades pocas; no tiene armas excepto un libro, el nombre de Jesús y
una vida de santidad; y se mueve hacia la victoria del mundo” (Bevan). Si me comprometo con su misión mundial, ¡es suficiente!
Si ustedes son personas que realmente apoyan a los compañeros cristianos podrán decir …
“CUMPLO MIS PROMESAS”
Una tercera característica que revelan las Escrituras es ser confiable. ¿Son ustedes capaces de decir: “Puedes contar conmigo”?
¿Cumplen ustedes sus promesas?
Cuando Pablo dijo: “Así que... no dejamos de tenerlos presentes en nuestras oraciones,” aquellos a los que les estaba escribiendo
sabían que él realmente hablaba de corazón. Podían confiar en él.
Las palabras de Pablo fueron las siguientes: “Así que, desde que supimos de ustedes, no dejamos de tenerlos presentes en nuestras
oraciones. Le pedimos a Dios que les dé pleno conocimiento de su voluntad y que les conceda sabiduría y comprensión espiritual”
(Colosenses 1:9 NTV).
¿Cuáles son las implicaciones de estas palabras? ¿Pueden ustedes, como Pablo, asegurarles a “otros” su apoyo y su preocupación?
¿Han obtenido el “pleno conocimiento de [la] voluntad [de Dios], la sabiduría y comprensión espiritual” que les permitirá ser de
confianza? Recuerden que el centurión tuvo una fe que lo llevó a hacer algo a cambio. Los líderes religiosos judíos no eran confiables.
Se suponía que debían saber cómo obra Dios, pero no lo sabían.
¿Qué es lo que se espera que hagan ustedes? He aquí cómo es que el discípulo puede seguir hasta el final:
EL DISCÍPULO RESPONDE ENSEGUIDA
Una vez que escuchamos de alguna situación y el Espíritu nos insta a actuar, no lo postergamos. Una vez que sabemos algo, somos
responsables de ello. Pablo les dijo a los colosenses que su preocupación comenzó desde el primer día que escuchó de ellos. ¿Lo
estaba diciendo para hacerlos sentir bien o realmente reaccionó de forma inmediata?
Si una persona tiene una necesidad, obviamente que va a apreciar una respuesta inmediata de usted, pero este tipo de acción también
es importante para nosotros espiritualmente. Cuando vivimos con el Espíritu Santo, aprendemos a responder a Su dirección y a no
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ignorar Su guía. A través de la experiencia aprendemos a distinguir la voz de Dios de nuestros pensamientos.
Deténganse y piensen: ¿qué saben ustedes qué requiere su atención hoy? ¿Hay alguien que se sienta solo y necesite un amigo? ¿Hay
alguna necesidad en otro país que les tocó el corazón y se les ha pedido que respondan por medio de su ofrenda al programa de
Servicios Mundiales? ¿Hay alguien que necesite más ayuda en lo práctico; por ejemplo, una mamá que necesite un descanso con el
cuidado de los niños? ¿Hay alguien por quien necesitemos orar y a quien ofrecerle nuestra amistad; alguien que necesite conocer al
Señor? ¿Hay algún programa en el Cuerpo que realmente requiera su apoyo para ofrecerse como voluntario?
¿Cómo responderán? El discípulo responde enseguida.
EL DISCÍPULO MUESTRA PERSISTENCIA
Pablo continuó diciendo: “no dejamos de tenerlos presentes en nuestras oraciones”. Esto es importante.
¿Qué sienten que les ha pasado que se debería tomar como una cuestión de oración? ¿Siguen orando? ¿Han cumplido con la promesa
que quizá hicieron de orar por alguien? ¿Han ahorrado el dinero de la ofrenda para el programa de Servicios Mundiales porque les
interesa el ministerio o su ofrenda es una idea tardía? ¿Ha sentido alguien el desafío de realizar un viaje misionero o de apoyar a un
grupo que viaje con dicha misión y qué es lo que está haciendo al respecto? ¿Con qué parte de la frase de Pablo —“no dejamos de
tenerlos presentes en nuestras oraciones”— se identifican?
Un día, un hombre llamado George Muller, decidió empezar a orar por cinco de sus amigos. Luego de muchos meses, uno de ellos
se entregó al Señor. Diez años después, otros dos se convirtieron. Pasaron 25 años para que el cuarto hombre se salvara. Muller
perseveró en sus oraciones por su quinto amigo hasta que murió ¡y en esos 52 años nunca perdió la esperanza de que este aceptara a
Cristo! Su fe fue premiada ya que poco después del funeral de Muller, el último fue salvado. (Del devocional en inglés Our Daily Bread.)
¿Lo ven? El discípulo muestra persistencia.
EL DISCÍPULO BUSCA LO MEJOR PARA “OTROS”
Lo que Pablo quería para los colosenses era “que [Dios] les dé pleno conocimiento de su voluntad y que les conceda sabiduría y
comprensión espiritual.”
Recuerden que en la historia del centurión la gente religiosa no pudo ganarse el respeto de Jesús, pero el forastero sí. No fueron
honrados porque sus mentes y sus espíritus no armonizaban con la voluntad de Dios. Debemos valorar el respeto de Jesús por todo
lo demás y buscar que los compañeros cristianos tengan esta misma oportunidad.
A veces no sabemos cómo podríamos ayudar a “otros”. La Coronela Marcella Carlson relata un viaje a Kenia. Viajaba para participar de
un Instituto Brengle de Santidad en el que le asignaron el tema: “Santidad en la vida diaria”, el cual es muy frecuente en dichos eventos.
Ella preparó su corazón y su mente. Sin embargo, al llegar al sitio de la conferencia en el centro urbano de Nairobi (más de 7.000
millas de casa), comprendió que ese era un estilo de vida, cultura y experiencia muy diferente de lo que había dejado en Estados
Unidos. Recuerda que se preocupó mucho y que le dijo al Señor: “¿Qué se yo de la vida diaria en Kenia? ¿Cómo puedo cumplir con
esta tarea?” Pero el Señor respondió y le dio paz a su corazón. “La naturaleza humana es la misma en todos lados y la necesidad de
un Salvador es la misma en todas partes.” Con esa confianza, enseñó fielmente a sus compañeros oficiales y los amó profundamente.
¿Lo ven? buscamos hacer lo mejor que podamos para que beneficie a “otros” y el Señor nos bendice.
Pablo entendió eso. Y dijo: “ya que me debo por igual a civilizados y a no civilizados, a sabios y a ignorantes. Así que, en cuanto de mí
depende, estoy enteramente dispuesto a proclamar la buena noticia también entre ustedes, los que residen en Roma” (Romanos 1:1415 BLPH). Él quería lo que beneficiara a “otros”.
¿Están dispuestos a decir: “Cuenten conmigo”, al ser un discípulo que puede responder, que es persistente y que busca lo mejor para
los “otros”?
APLICACIÓN
Cuándo Jesús le habló al centurión, le reveló que lo que le importaba era la fe verdadera, no solo la religión. A los judíos les faltaba
realmente comprender cómo opera Dios. Pero nosotros somos llamados a tener fe, con comprensión. Si lo hacemos, el resultado ha de
ser que oremos por “otros” porque queremos que tengan el mismo entendimiento sobre cómo obra Dios. Sabemos la bendición que
es nuestra fe para nosotros. ¿Prometen que apoyarán a nuestros compañeros cristianos?
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Si realmente quieren saber de sus compañeros cristianos, ¿ha puesto el Señor una carga o preocupación en sus corazones por alguna
persona, país o ministerio? ¿Cómo pueden responder para ayudar hoy? ¿Cómo pueden ayudar a afirmar la fe, el amor y la esperanza
en “otros”?
Si verdaderamente están comprometidos con la misión mundial de Dios, ¿abarca al mundo entero su visión en cuanto a la propagación
del Evangelio de Jesucristo? ¿Están dispuestos a dar para fomentar esta misión y para alentar a “otros”?
Si verdaderamente desean cumplir sus promesas, ¿son personas confiables? ¿Cumplen sus promesas? ¿Pueden, tanto Dios como otras
personas, depender de ustedes? ¿Están dispuestos a decir: “Cuenta conmigo”?
Las personas de nuestro vecindario y de todo el mundo se reunirán un día en el banquete del reino de los cielos. Ustedes serán parte
de esa gran celebración. En lo que esperamos con ansias ese día, los dejo con esta inquietud:
¿Prometen que apoyarán a sus compañeros cristianos?
CANCIONES Y COROS
HR 429
“Anhelo trabajar por mi Señor”
SASB 648/494 “I Would Be True”
HR 559 “Dime Como Amarte” (Coro)
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Ideas para el tiempo de los niños
SERVICIOS MUNDIALES 2016
SEMANA #2
Vamos a hablar sobre las promesas que han hecho. Cuéntenme algunas de las
promesas que les han hecho a otras personas.
(Nota para el narrador: Puede que hayan dicho que ayudarían a sus padres a hacer
los oficios del hogar, arreglar sus camas, recoger sus juguetes, ayudar a cuidar a un
niño más pequeño, sacar a caminar al perro, etc.)
¿CUMPLEN USTEDES
SUS PROMESAS?
Para acompañar el sermón
“La promesa de apoyar a nuestros
compañeros cristianos”
RELATE UNA HISTORIA DE LA BIBLIA
Uno de los discípulos se llamaba Pedro. Él amaba a Jesús, pero una vez no cumplió la
promesa que le hizo a Jesús.
Jesús les dijo a Pedro y a sus discípulos que algunas personas vendrían a buscarlo y
que estarían muy enojadas. Jesús les dijo que cuando eso sucediera, los discípulos
dirían que ni siquiera conocían a Jesús, porque no querían que la gente se enojara con
ellos también.
Estas ideas para el tiempo de los
niños corresponden a los temas
de las reuniones de santidad en
la serie de sermones “El banquete
del reino de los cielos”.
Reúna a los niños cada semana y
hágalos partícipes de la conversación.
Cuando Pedro escuchó a Jesús decir eso, le dijo: “Nunca diré que no te conozco”
(Mateo 26:35)
Cuando las personas que estaban en contra de Jesús llegaron con los soldados, lo arrestaron. Esa noche, alguien le preguntó a Pedro
sobre Jesús. Él dijo: “¡Ni siquiera lo conozco!” Tenía miedo y quería que lo dejaran en paz. Pero recuerden que Pedro había dicho:
“Nunca diré que no te conozco”. Esa noche no cumplió su promesa. Lo que hizo que se entristeciera mucho.
¿Alguna vez se les olvidó cumplir una promesa? ¿O hubo un momento en el cual no tenían ganas de hacer lo que prometieron? ¿Qué
sucedió como resultado? ¿Cómo se sintieron? ¿Alguna vez les han dicho a sus amigos que los ayudarían con cosas como las tareas de
la escuela, o que se encontrarían a la hora del almuerzo, o que irían a su casa? ¿Creyeron sus amigos que los iban a ayudar? ¿Piensan
ellos que ustedes son personas que cumplen sus promesas?
(Nota para el narrador: Permita unos momentos para que respondan.)
Nuestros padres y maestros también necesitan saber que pueden confiar en lo que decimos y que pueden contar con nosotros. Hoy,
vamos a pedirle a Jesús que nos ayude a cumplir nuestras promesas para que nuestros amigos, padres y otras personas puedan
confiar en que diremos la verdad y que mantendremos nuestras promesas.
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