Noticias del 17 al 23 de Marzo

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Jóvenes y alcohol
CONSUMO DE ALCOHOL: LA ARREMETIDA DE LAS ADOLESCENTES
ABC1
Todos los intentos por contrarrestar la alta ingesta juvenil de alcohol en Chile, que
lo sitúa entre los de mayor consumo en América Latina, se tornaron insuficientes.
Las iniciativas que hoy se discuten en el Parlamento pretenden remozar este
escenario, en el que las mujeres ahora son protagonistas.
En medio de la reforma a la Ley de Alcoholes y la polémica iniciativa de publicar en
las botellas fotos de accidentes de tránsito causados por la ingesta en exceso, el
panorama que ofrecen los "carretes" juveniles es desalentador. En él resalta un
significativo dato: las jóvenes, especialmente de estrato social alto, alcanzaron a los
varones en el consumo de bebidas alcohólicas. Un camino que muchas veces también
lleva a las drogas y que ellas comenzaron a transitar sin miedo.
La conclusión pertenece al Sexto Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar de
Chile (8º básico a 4º medio) del Conace (Consejo Nacional de Control de
Estupefacientes), que sacó la foto de la tendencia: las mujeres entre 12 y 18 años
ingieren alcohol a la par que los hombres de ese mismo rango de edad. Se trata de un
43,6% de jóvenes de ambos sexos, que reconocen haberlo ingerido al menos una vez al
mes. Lo alarmante es que las escolares siempre estuvieron por debajo de sus pares
varones en cuanto a consumo, según los registros de la entidad gubernamental.
El tema cobra importancia mientras se discute una reforma a la Ley 19.925 que busca
limitar el consumo de alcohol en el país, especialmente entre los jóvenes. La moción
está hoy en la comisión de agricultura tras ser votada en la cámara baja, sin llegar a
acuerdo. La discrepancia surgió a raíz de la propuesta de incluir en las etiquetas de los
envases, además de advertencias sobre los riesgos de beber en exceso, impactantes
fotografías de accidentes de tránsito causados por su consumo. La industria del alcohol
se opone a la medida por la predecible baja en las ventas, pero quienes la defienden,
como el senador por el Partido Socialista (PS) Alejandro Navarro, subrayan la
necesidad de inculcar la ingesta moderada de un agente que provoca daño y
dependencia y que justifica un tratamiento similar a la ya conocida campaña antitabaco.
"La medida es un mecanismo de desincentivo, advertencia e información. Queremos
que el 25% de la etiqueta de las bebidas alcohólicas de consumo masivo tenga imágenes
con testimonios de jóvenes que sufrieron las consecuencias de beber en forma
desmedida", explica Navarro.
Sobre el grueso de las indicaciones presentadas en el proyecto de ley, en cambio, hay
consenso. La idea es prohibir la publicidad relativa a alcoholes en todo acto masivo
relacionado con el deporte, recreación y cultura y toda actividad destinada a menores de
18 años; además de la total restricción de pasar avisos comerciales relativos al alcohol
en televisión y radio entre las 10 p.m. y las 6 a.m. De ser aprobada por el Senado, la
normativa podría entrar en vigencia durante el segundo semestre de este año.
Daniel Contreras, jefe del área de prevención del Conace, enfatiza la poca conciencia
del chileno de lo que llama un consumo responsable de alcohol. "El criterio al beber
queda al arbitrio de cada uno, de los valores individuales y de la familia, y por lo
general se termina incentivando el consumo", alega.
En el caso de las adolescentes, el mayor interés por las bebidas alcohólicas estaría dado
por un cambio social en el que ellas aprecian que el género femenino ha alcanzado una
serie de derechos. Francisco Aguayo, sicólogo e investigador del Centro
Interdisciplinario de Estudios de Género de la Universidad de Chile (CIEG) explica:
"Las jóvenes notan que los hombres consumen alcohol y comienzan a cuestionarse su
derecho a acceder a este 'placer'", comenta.
Sin embargo, ellas conservan una mayor percepción sobre los riesgos del beber que los
varones. Por eso, aunque hay un aumento de consumo, en lo referido a volumen siguen
liderando los hombres. Un 15,2% de los estudiantes varones entre 12 y 18 años declara
consumir más de cinco vasos un sábado por la noche, frente a un 8,4% de féminas.
Según los expertos, esta distancia se explica en el hecho de que todavía esta conducta
está más validada socialmente entre los hombres. Pero también existirían razones
biológicas, porque los niveles hormonales, el metabolismo y la estatura de las mujeres
limitan el consumo: a igual ingesta entre hombre y mujer, ellas obtienen una
concentración más alta de alcohol en la sangre y son más susceptibles a enfermedades
del hígado.
Ellas también serían más propensas a desarrollar una "resaca", según un estudio de
Wendy Slutske, profesora de sicología de la Universidad de Missouri-Columbia. Se
trata de la conocida "caña", que trae malestares como fatiga, dolor de cabeza,
deshidratación, vómitos, debilidad y falta de concentración. Las hipótesis, por lo tanto,
apuntan a que el organismo femenino desarrolla alertas naturales al ser más propenso a
sufrir los efectos del alcohol.
Una realidad es que el alcohol hoy es clave en numerosos rituales de placer y diversión
juvenil. Parten reuniéndose en alguna casa a beber colectivamente antes de ir a algún
carrete; continúan con la preparación de la "mamadera", una botella de gaseosa que
mezclan, generalmente, con pisco o ron para llevar consigo y, reunidos en plazas, pubs
o dentro y fuera de las discoteques, siguen el consumo con "chelas" (cervezas),
"ronaldos" (ron y cola) o la infaltable "piscola" (pisco con cola).
Rodrigo De la Fabián, sicólogo del Centro Juvenil SerJoven, aclara que toda esta
escenificación contiene un profundo sentido de amistad y también constituye una
manera de validarse. Así, al reprocharles a los adolescentes su ingesta de alcohol se
estaría cuestionando a sus amigos, sus afectos, sus valores y muchos factores
significativos para ellos. "Realidad a la que los padres deben ser muy sensibles",
advierte.
Los adolescentes también utilizan el alcohol para suplir afecto o sobrellevar las
exigencias que les hace el medio. "A menudo, los que más consumen son jóvenes con
padres muy demandantes en lo académico. Y cuando esa exigencia no se acompaña de
afecto y comunicación se forma un lastre para los adolescentes", detalla. Los jóvenes
arrastran la culpa de no poder cumplir con esas expectativas y la ira que les provoca su
fracaso, llevándolos a caer en excesos. "Es importante entender que estos problemas son
índices de otra cosa y en eso debieran centrarse los padres", agrega.
La condición socioeconómica es otro factor de consumo juvenil, según analiza el
estudio del Conace. Mientras más alto es el estrato social del adolescente, mayor es el
consumo. "El problema no es de las clases más populares, como se piensa. Al contrario,
se presenta en las familias con mayores ingresos y en jóvenes de colegios particulares",
comenta De la Fabián. Tener a la mano recursos económicos permite a los jóvenes
adquirir alcohol con mayor facilidad, a pesar de que está sancionada la venta a menores
de 18 años.
Perder el control...
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define el comportamiento de los
jóvenes como "consumos Irregulares severos". Es decir, personas que ingieren
irregularmente alcohol pero cuando lo hacen se exceden, exponiéndose al peligro de
sufrir accidentes, participar de acciones violentas o vivir experiencias sexuales
riesgosas, entre otras. "La distinción es importante, porque decirle a una chiquilla que
va camino a ser una alcohólica no la va a identificar. Hay una gran distancia con el que
se levanta a tomar vino a las nueve de la mañana", reflexiona el jefe del área de
prevención del Conace. Sin embargo, los adolescentes caen en el alcoholismo mucho
más rápido que un adulto. Si a estos últimos les toma 10 años, a los primeros sólo les
podría tomar meses debido a su inmadurez física y biológica.
Pero antes del daño biológico y una conducta adictiva, el primer riesgo que enfrenta un
adolescente tras la ingesta etílica es caer en conductas imprudentes, las que se detonan
por el estímulo de la bebida en la corteza cerebral. Tras desvanecerse los efectos de la
euforia se desencadena una pérdida de autocontrol que los puede llevar a riñas,
accidentes e incluso un coma etílico. El doctor Gustavo Hein, jefe de la Unidad de
Urgencias de Clínica Las Condes, señala que estos casos generalmente se producen en
la madrugada de los fines de semana y feriados, donde "un número equivalente de
hombres y mujeres adolescentes consultan por distinta causa y en donde se puede
percibir clínicamente que han bebido alcohol".
Según el médico, los casos de adolescentes bebidos que llegan a la unidad han
aumentado sostenidamente en los últimos cinco a ocho años, básicamente por
accidentes de tránsito. "Un 20% de los pacientes que han participado en un choque o
colisión, presentando evidencia alcohólica, son adolescentes", dice, y se apura en aclarar
que probablemente la cifra no refleje la realidad exacta ya que, según estadísticas
nacionales, alrededor de un 40% de los que fallecen por accidentes de tránsito se
encontraban bajo la influencia del licor.
Los especialistas consultados coinciden en que este tipo de consumo se debe asumir
como un problema social importante en un país donde cerca de un millón de ciudadanos
es "bebedor problema", en edades que fluctúan principalmente entre los 15 y 35 años.
Dato relevante cuando el 52% de los actos criminales, el 45,4% de los suicidios y el
60% de los homicidios son cometidos por personas en estado de ebriedad. Además,
alrededor del 30% de los accidentes de trabajo se produce bajo los efectos del alcohol.
Según un estudio realizado por el Ministerio de Salud y la Universidad de Chile, el
abuso de las bebidas alcohólicas le cuesta al país aproximadamente 3 mil millones de
dólares al año. Recursos que bien podrían destinarse a una mejor causa.
Familia: factor protector
Los padres cumplen un rol fundamental en la prevención y tratamiento de conductas
adolescentes inapropiadas, según enfatizan los expertos, quienes consideran esencial
que la familia sea muy consecuente con la postura que mantiene frente al consumo de
alcohol. "No seamos cínicos. Lo más probable es que cuando digamos 'no tomes',
estemos con una copa de vino en la mano", ejemplifica De la Fabián. "Los adolescentes
son muy sensibles a estas contradicciones y así se pierde la autoridad frente a ellos",
agrega.
Los padres serían más permisivos que las madres en esta área y, según estudios, incluso
algunos estimulan a sus hijos hombres a iniciarse en la bebida. La conducta adecuada,
según Daniel Contreras, jefe de prevención del Conace, es la de mantener un contacto
más próximo con los hijos, porque estimula en ellos un efecto inhibidor del consumo o
al menos una conducta más responsable. "Este acercamiento se traduce en conocer a los
amigos, y no en la lógica de prevenir las malas juntas, sino en el sentido de que el hijo
perciba que en su casa su mundo es bienvenido", explica.
El especialista también aconseja a los padres de adolescentes tener un régimen de
normas y límites claro: "que den permiso hasta una hora fija y que sea una decisión que
se respete". "Estas reglas puedan ser dialogadas, pero no discutidas cada vez que se pida
permiso. Es muy importante que la violación de estas pautas tenga consecuencias. Así
forjaremos una conducta más responsable en los jóvenes".
"Beber engorda"
Las campañas internacionales de prevención de consumo de alcohol en adolescentes
contienen mensajes que se están incorporando en el país. Éstos permiten dirigirse a
poblaciones específicas con la idea de afinar su eficacia. La distinción de género en
adolescentes es una de las variables. Se ha descubierto una relación importante entre la
autopercepción (cómo uno se quiere ver) y la prevención en el caso de las mujeres. En
palabras simples, el alcohol es un agente que engorda, producto de su alta proporción de
calorías, y ese es el punto que las campañas destacan y que inhibe el consumo en las
mujeres. Las estrategias de prevención del consumo de alcohol en adolescentes en
EE.UU. están muy centradas en "verse bien", tras descubrirse como un elemento clave
de persuasión.
La Nación, 20 de marzo de 2007
670 estudiantes asisten a clases en salas instaladas provisoriamente en una plaza
ESCUELA DE EMERGENCIA
Implementar la jornada escolar completa se transformó en toda una experiencia
en el Colegio Roosevelt, de Cerro Navia. Demolieron la construcción anterior y
como no tenían espacio para hacer clases, simplemente se instalaron en una plaza
aledaña. Todo por no perder clases.
Dalia Rojas
A las 3:20 de la tarde suena la campana del primer recreo en el Colegio Roosevelt, en la
comuna de Cerro Navia. Con los tañidos, los alumnos salen al patio a jugar y se
abalanzan sobre unos juegos multicolores con resbalines.
Por los parlantes, una voz femenina comunica que las colaciones que se están
repartiendo son para los alumnos de primero y segundo básico. Los más grandes, en
cambio, tienen que esperar hasta el segundo recreo, o sea, unas dos horas. Una escena
típica de un colegio municipal, salvo porque todo ello transcurre en una plaza, en la que
la sombra de un sauce cobija a la sala de profesores, lugar en el que hasta hace poco
funcionaba la dirección del establecimiento educacional. “Hoy acabamos de trasladar
esta oficina para acá”, dice Myriam Allendes, la directora del colegio, mostrando las
nuevas instalaciones donde está su escritorio. “No era malo estar debajo del sauce
inglés, pero el problema es que se volaban los papeles”, dice riendo.
Desde el inicio de clases el colegio ha funcionado así, y la situación se prolongará hasta
septiembre, cuando la construcción del establecimiento que reemplazará al
recientemente derruido esté lista para poder iniciar la jornada escolar completa.
“Nuestro colegio tenía buenas instalaciones, pero no alcanzaba para la implementar la
JEC, por eso fue demolido. Como parte de las condiciones con los contratistas,
levantamos las salas de emergencia acá en la plaza. El director de educación comunal
conversó con la junta de vecinos y con la municipalidad y acordaron poder hacerlo”,
dice Allendes. Todo con tal de que los 670 alumnos de educación básica matriculados
en la escuela no pierdan ni un día de clases. “Ellos deben tener sus clases, sino, ¿cómo
las recuperamos? Hay que pasar un programa, y no se puede hacer a medias, además, no
íbamos a decirle a los apoderados que se cerraba el colegio, hay mucho apego de parte
de ellos a la institución”, continúa.
Horas libres
Myriam Allendes, quien reconoce que es precisamente con los padres de los estudiantes
con quienes ha habido cierto nivel de problemas: “Un apoderado retiró a su alumno
porque no le gustó, pero en general, ellos saben que es temporal y han tenido muy
buena disposición”.
Las salas de emergencia son de madera y amplias, aunque profesores y alumnos saben
que luego de un tiempo van a estar mejor. Sin duda estos últimos son los más felices
con esta escuela de emergencia. Tanto así que Javiera Rodríguez (7) del 2º B no quiere
cambiarse. Al igual que varios de sus compañeros de curso: “Es más libre, nos gusta, es
más vivo y nos da sombrita con los árboles, además que hay columpios. No me quiero
cambiar”, dice.
Un compañero de ella complementa, diciendo que “es por poquito tiempo, es mejor,
porque después vamos a tener un colegio más bonito”.
Juanita Acevedo es profesora de religión, y lamenta que no haya sala de profesores,
pero reconoce que no es mayor problema. “Las salas a pesar de ser de emergencia están
muy buenas. Y hay que entender que lo que pasó fue que se atrasó la construcción del
edificio. Nosotros lo hemos tomado en el fondo como un juego. Los niños se están
adaptando, ellos están contentos, primero porque están cerca de la tierra, tienen los
juegos de la plaza y los árboles. Para ellos eso ha sido novedoso”.
El seremi de Educación, Alejandro Traverso, dijo no tener detalles de esta escuela en
particular, pero cuando la solución para la jornada completa pasa por demoler el
edificio, se deben instalar establecimientos transitorios que se mantengan durante el año
escolar. Eso sí, tienen que cumplir con requisitos mínimos de higiene y seguridad.
“Espero recibir hoy (ayer) en la noche un informe más completo. En todo caso, había
ocurrido antes que una escuela se instalara en una plaza, incluso en canchas de fútbol.
Todo depende de si cumplen o no con los requisitos básicos. Por ejemplo, una vez nos
pasó que en Pudahuel, la solución transitoria era tan buena, que se usó para distintas
escuelas en distintas épocas.
La Nación, 22 de marzo de 2007
Alternativas de desayunos, almuerzos y alimentos sanos para sus hijos
COLACIONES SALUDABLES
Carmen Eugenia Bravo
Bebidas, papas fritas, dulces y otros productos ricos en grasas, azúcares, sal, aditivos y
colorantes artificiales son parte de la mayoría de las colaciones de los escolares y ellas
explican -en parte- por qué entre el 20% y 30% de los estudiantes chilenos presenta
algún grado de sobrepeso, una cifra preocupante que pone de manifiesto la poca
atención que existe sobre la nutrición de los pequeños. La Junji y Junaeb entregan a La
Nación sus minutas ideales para desayunos, almuerzos y colaciones.
Alimentación y salud mental:
PESCADO AYUDARÍA A TRATAR LA DEPRESIÓN
A los muchos beneficios de los ácidos grasos Omega 3, ahora se agrega la
disminución de los síntomas de esta enfermedad, según las últimas investigaciones
sobre el tema.
Pamela Elgueda
Los beneficios de los ácidos grasos omega 3 -que se encuentran en pescados como el
atún y salmón y en algas- para el sistema cardiovascular son ampliamente reconocidos y
validados. Tanto así que la Asociación Americana del Corazón recomienda consumos
específicos de estos compuestos para quienes padecen enfermedades cardíacas.
Sus bondades para tratar otras afecciones aún están en investigación y no dejan de
causar polémica. Basta recordar la reacción provocada por una carta al director de "El
Mercurio" en la que el doctor Fernando Orrego atribuía a una dieta rica en pescado los
logros académicos de los niños de la Isla Huar (X Región).
Uno de los efectos del omega 3 que está en pleno estudio y también debate es su
influencia en la disminución de los síntomas de enfermedades psiquiátricas como la
depresión.
"Esta relación comenzó a estudiarse a partir de investigaciones poblacionales que
mostraban que en regiones donde hay bajo consumo de pescado hay más prevalencia de
depresión", explica el doctor Alexis Tapia, quien está a punto de terminar su tesis de
doctorado en Nutrición, con un estudio acerca de depresión y omega 3 en pacientes de
un consultorio de Puente Alto.
Un tema relevante si se considera el estudio entregado por la Superintendencia de Salud,
en el que el 42% de los entrevistados (beneficiarios de Fonasa e isapres) dijeron tener
depresión de leve a severa.
El doctor Tapia explica que el nexo entre omega 3 y depresión nace de la comprobación
clara de que dos de sus componentes más importantes (los ácidos DHA y EPA) se
encuentran con más frecuencia en el cerebro, y específicamente en las neuronas.
La hipótesis es que cuando baja la presencia de esos ácidos grasos en las neuronas,
aumenta la rigidez de las membranas de estas células, lo que disminuye la liberación de
neurotransmisores, como la serotonina y la noradrenalina. Y eso redundaría en la
aparición de síntomas depresivos.
Bajo esta premisa, el doctor Tapia investiga si en pacientes con depresión moderada
existe una baja presencia de omega 3, y si se logra un beneficio terapéutico al
suplementarlos con este compuesto.
"Los resultados de estudios como éste se deben interpretar con cuidado, porque son
mediciones válidas para el tipo de pacientes en los que se investiga y no se puede
extrapolar a la población en general", advierte.
No generalizar
Por eso, cree el doctor Tapia, es que aún no es posible hacer recomendaciones de
consumo de suplementos de omega 3 para tratar enfermedades como la depresión u
otras patologías psiquiátricas en las que se han investigado sus efectos: "Aún falta más
investigación y evidencia para llegar a eso".
Lo mismo debe ocurrir para asegurar un efecto benéfico de este compuesto en la
capacidad intelectual: "Se ha visto en estudios que hacen seguimientos de niños, durante
seis años, una leve preponderancia intelectual en aquellos que recibieron ácidos grasos
en forma de suplemento respecto de los que no".
Sin embargo, agrega, no se sabe qué pasa con esos niños unos años después, cuando se
podría producir una equiparación de la capacidad intelectual entre ambos grupos. Y
menos se sospecha qué sucede en la adultez.
Embarazo y ácidos grasos
"Se ha comprobado que la ingesta elevada de ácidos grasos durante la gestación mejora
el desarrollo del sistema nervioso central y de la visión del feto", dice Carmen Gloria
Parodi, bioquímica y magíster en Nutrición. Ella es parte del equipo de investigación
del doctor Jaime Rozowski, de la Universidad Católica, que estudia los beneficios de
suplementar con omega 3 a madres con diabetes gestacional (y una carencia de ácidos
grasos), para aumentar la transferencia de este compuesto de madre a feto.
Dato: 100 gramos de salmón aportan 1,8 gramo de omega 3. La misma cantidad de
merluza tiene sólo 0,2 gramo de ese compuesto.
Terra, 18 de marzo de 2007
PATOLOGÍA DUAL: CUANDO PROBLEMAS SIQUIÁTRICOS GENERAN
ADICCIÓN
La relación entre consumo de drogas, adicciones y enfermedades psiquiátricas es
estrecha y sólo empeora el problema.
El éxito del tratamiento de un problema siquiátrico depende del control de la adicción al
alcohol y las drogas, que muchas veces interactúa con este trastorno.
Es lo que se llama Patología dual, que lleva a la persona de la psicopatología a la
adicción, o viceversa. "El consumo de sustancias en general vulnerabiliza la salud
mental y puede hacer aparecer problemas que están latentes y se desencadenan con las
drogas", explica el doctor Mariano Montenegro, experto en adicciones y jefe de la
Unidad de Tratamiento y Rehabilitación de Conace.
Problemas desencadenados por drogas
El abuso de drogas, explica el doctor Montenegro, "puede producir problemas de
psicosis tóxica que pueden generar una pérdida de juicio por drogas; así como provocar
intoxicaciones y síndromes de abstinencia severos".
Las drogas también pueden desencadenar otras enfermedades psiquiátricas como
consecuencia del uso. "Aumenta la probabilidad de que se desencadenen cuadros
esquizofrénicos en las personas que tienen una predisposición para esa enfermedad",
explica.
Finalmente, la droga en exceso "aumenta los problemas afectivos como la depresión; se
pueden gatillar enfermedades bipolares que sin uso podrían no haberse gatillado; así
como crisis de pánico y algunas fobias".
Aumento del consumo
También se da la relación inversa. "Se ha asociado al consumo de drogas los diferentes
tipos de trastornos de personalidad y muchas veces las enfermedades bipolares, ya que
se trata de personas que consumen más drogas que quienes no padecen estas
enfermedades".
Sus efectos en estos casos, son más complejos. "Estas patologías podrían aumentar el
consumo de sustancias, y con peores consecuencias, ya que agravan la patología de
base", explica el doctor.
Enfermedades asociadas al uso de drogas:
Psicosis tóxica: Psicosis causada por substancias tóxicas producidas por el cuerpo o
introducidas en la forma de químicos o drogas. Se presentan alteraciones profundas de
la realidad, desorganización de la personalidad, alteraciones del juicio crítico, ideas y
construcciones delirantes y, frecuentemente, alucinaciones.
Esquizofrenia: Se caracteriza por una disgregación del pensamiento, despersonalización,
delirios, alucinaciones y autismo. El consumo de drogas como la marihuana, el LSD o
la mezcalina pueden causar psicosis tóxica con modelo esquizofrénico.
Trastorno bipolar (o maníaco-depresivo): Trastorno del estado del ánimo, que cuenta
con períodos de depresión repetitivos alternadas con temporadas de gran euforia. En
algunos casos la euforia es tal que pueden llegar a cometer acciones que en un estado de
conciencia normal no harían, como consumir drogas.
Trastorno Limítrofe de Personalidad: Condición caracterizada por acciones impulsivas,
inestabilidad en el estado de ánimo y relaciones interpersonales caóticas. Una de sus
complicaciones es el abuso de drogas.
Crisis de pánico: Es un tipo de neurosis de angustia. Debido que las personas que sufren
esta enfermedad no la reconocen en sus primeras etapas, es muy fácil que para mitigar
su angustia caigan en la dependencia de fármacos o alcohol.
Depresión: El abuso del alcohol y la depresión tienen lugar simultáneamente. En el
cerebro, el alcohol interactúa con centros responsables del placer y después de una
exposición prolongada al alcohol, el cerebro se adapta a los cambios que produce el
alcohol y se vuelve dependiente de él.
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