Obligaciones negativas incluidas en la Ley de Propiedad Intelectual

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M.cS' ANGELES EGUZQUIZA
OBLIGACIONES NEGATIVAS
INCLUIDAS EN LA LEY DE
PROPIEDAD INTELECTUAL
1.
INTRODUCCION
L a propiedad , de rech o subje tivo por anto no masia, ha experime nta do el ava nce
imparabl e de los tiempos , y las idea s. E l des arrollo tecnológico y la sen sibilización
social han co ntribuido a la mut ación de un con cepto qu e revi ste ca racte res peculiares
cuando se liga a bien es de contenido inm at erial.
Este es e l mar co gen eral donde los de rechos deri vad os de la ac tivida d int electu al
tien en su sede l . L a propiedad so bre los mismos difícilm ente puede ser asimil ada a los
par adigm as del dom ini o . Es ta singularida d ha origina do su distinto tr at amiento
legislativ o e n el siste ma del «co mmo m law» (de re cho inglés y norte american o) , fre nte
al siste ma del «civil law» (de rec ho co ntine nta l). A sí, mientras e l primero ha pu esto el
ace nto en la tutel a del aspecto inm at erial, protegiéndose el dominio de estos bien es a
través de su con figuraci ón co mo monopoli o ; en el continente su regul ación queda
ínsita en el ámbito de la pr opi ed ad , lo qu e indudablemente acarrea probl em as por
trat ars e de bienes int angibles.
Nuestra vigent e ley de propi edad intelectual, es fiel a esta segunda corriente", e
incluso con serva su antigua den ominación". En cons onancia con este talante se
co nte m pla n en e lla , en ara s del reco nocimie nto y preservación de los derech os que
corresponden a los pr opi etarios y autores de una obra , múltiples co nductas abstencio­
nistas que tienden a precaver el daño, y evidencian al mismo tiempo la crisis de ciertos
e lementos del concepto tradicion al de propiedad .
2. LOS DERECHOS DIMANANTES DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL RECO­
NOCIDOS EN LA LEY
Los dere chos reconocidos e n la ley pueden ser agrup ados fund amentalmente en
torn o a do s cate gorías: la pecuniaria , aquí se incluyen todos aque llos derechos que
sea n cuantificables econ ómicamente y susce ptibles de re ndim ie nto pecuniario (dere­
chos de expl ot ación en su acepci ón más ampli a) , y la den ominada moral , en laque se
l . L,ICRU Z y o tro s . Eleme ntos de derecho civil /11, v. 1., 3.-' part . , 2 ." ed . , 19B9, p . 13 se ñala q uc : «E l
de recho de pr o p ied ad . tal co rno lo regul a nuestro Cód igo civil . supo ne un a cosa cor po ra l sob re la cua l
recae, y la obra int electu al no es una cosa , a unq ue lo sea n sus extrinsecaci ones mat eri ales: e l manu scrit o ,
libr o, e l disco o casse tt e; cosas co rpo ra les estas, qu e so n o bje to de un a ve rda de ra propiedad . E n la c reac ión
int electual , e n cam bio , e l o bjeto a rg uye siem p re un «q uid» de natural eza es piritua l qu e e n algun a forma se
co munica, o pu ed e comunicar se; recayendo so bre ese « qu id» indefinida me nte multipl icabl e e n sus ma ni­
festacion es físicas (sa lvo la ob ra plástica o rigina l) , y no sobre éstas, el der ech o subj et ivo , el c ual au n siendo
a bso luto (oponi ble erija omnes] no es e l der ech o de propi ed ad qu e pensó nues tro legis lado !"» .
2. E n tal se nr ido C HICO Ounz , « Los asp ectos hum ano , soc io lóg ico y jurídico d e la propiedad
intel ectual », R .l .e. , 19RB. pp. 11 ¡; Yss.: CA¡¡'¡¡' ASCO P F-RF-I( A , «.Co me ntario al a rt. 123» e n Comen tarios a /a
Ley de Prop iedad Intelectual, M adrid . 19R9, pp . 1.634 Y ss . : R OD RÍGUEZ T API A , «La nue va Ley de
Propi ed ad Intelectu al», A.D .e. , 198B, p . 24íL
3. Den omin ación qu e no ha dejado de se r ob je to de cr íticas. GU A!. DEL SOJO, «La Le y d e Pr o pied ad
Int electu al de II de noviembre de 1987 . Es tud io Críti co », R.e.D.I ., 1988. pp. 878-882.
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MARIA ANGELES EGUZaUIZA
insertan aquellos otros qu e tienden a pr es ervar la libertad e identid ad del c re ado r y s u
obra (e s en este segundo ámbito d onde las modificaciones de la nueva le y so n má s
patentes):'.
El primer tipo está integrado por sup ues tos muy diversos , contempl ad os en los
art s. 10-13, 17 Y ss . , 42 Y ss . , 58 y ss. , 74 Y ss., 88, 95, 102 , 109, 113, 11 6, 118, 119 LPI ,
etc. ; en tanto que los segund os se recogen en los arts . 14 y J 07 LPI.
A ambos se les ha caracte rizado como derechos de talante abs o luto , sie ndo
objeto de protección en cuant o tal es, y no en razón a la posible vu lnera ció n de las
reglas de competenci a, lealtad o concurrencia del mercado; consecu en tem ente , son
oponibles «e rga ornne s», y tendencialmente ilimitados y ab stract os". Aunque la
función social pergeñada e n mate ri a de propiedad ha impreso tambi én su hu ell a en
es te tipo de dominio al fijar e n los ar ts . 31 al 40 ciertas limit aciones a la po sición
j uríd ica del autor o titula r de un derecho , en principio ex clus iva y ex cl uye nte,
manifestadas e n la permi sión de ciertas activid ades inmi sori as que en otro ca so
es ta ría n ved adas . El sust rat o común de aq ué llas es e l interés gen erala parti cular e n la
utili zaci ón, sin a fá n de lucro , de obra s y trabajos por pa rt e d e sujetos a je nos al
dominio . Se e nt ie nde qu e el derecho qu e asiste a todo propiet ari o no pu ede revertir
únicamente e n é l, cuan do la so cie dad y su s miembros posean int ereses legítimos e n el
disfrute de esos bien es inmaterial es".
Es evidente qu e e n la ley se h a intentado alcanzar un ra ci on al eq uilib rio e n tre la
protección de los der echos d el autor y propi etario, sa lvagua rda n do el principio
general que asiste al dominus de «ne mine rn laedere », co n e l «usus iunocui » que todo
propietario ha de o bse rva r en el desarrollo de sus d er echos .
3. CONDUCTAS OMISIVAS RECONOCIDAS EN LA LEY. EN ESPECIAL LAS
OBLIGACIONES NEGATIVAS
La configuración de un derecho como es el de propi edad , cu yo ejercicio está
sometido al respeto de los su jetos integrantes de la sociedad, genera que és te sea uno
de los lugares comunes de prescripción de actividades ornisivas.
La ley fija multitud de comportamiento s ab st encioni st as que se pu eden sistemati­
za r en :
a) A ctividad es tend entes a la reparaci ón del dañ o de co n te nido negativo ( art.
124.1 a Y b LP T) .
b) C o m po r ta m ie ntos ornisivos generales qu e protegen los interese s pecuniarios
del autor, precautorios de los posibles perjuicios (arts . 17 ,109 ,114 Y 118 LPI).
e) Actividades limitativas en beneficio del autor, de cont enido moral que deben
ser permitidas por los poseedores o explotadores de las obras (art. 14.4 y 5, 22, 56.2,
78 , 93 .2 , 107 LPI).
d) Comportamientos en beneficio de terceros que debe so porta r el autor (arts.
31 al 44 ,48 Y 98 LPI) .
4. C ARR ASCO P EIH'I{A , op . cit. , p. 1.637 d istingue tres tipos:
- Der echos de expl or aci ón de perten en cia origina ria al auto r el e obras incluid as e n e l a rt o 10 .
susce ptihles de ces io nes ex p res as o presun tas, ínte r-v ivos o monis ca usa .
- De rec hos de expl ot ación de o bra s no prot egid as sob re productos indu st riale s qu e incorporan o b ras
protegid as y activid ade s artísticas .
- Derech o mor al de los autores (art. 14) , artistas-int érpretes y ejecut ant es (a rt . 107).
5. M O NTÉS , L a propiedad p rivad a en el sistema del Derech o civil contemporáneo , Madrid . [980 , p. 78..
6. M ONT ÉS , op . cit., pp . 93 op ina al resp ecto qu e : «cua ndo la llama da fun ción socia l de la propi ed ad
es as um ida co mo mom ento ce ntra l de la disciplina del do minio co mo ocu rre e n e l art . 33 .2 de la
Co nstitució n . hem os de obten er la con secu enci a de que el recon ocim iento d e la propi ed ad tien e co mo
p resupuesto su po sible co r re lació n a un fin no individu alista . de tal mod o qu e es ta co rre lació n, con exión o
corre spo nde ncia llega a se r fundamento del de rech o de propied ad , q ue gozar á así de una tutel a residual y
co ndicio nada , en e l se ntido de que la protecci ón oto rgada al propiet ario llega has ta dond e e mpiece la
es fe ra de utilida d so cial y es tará subordin ad a a la sa tisfacción de és ta ».
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Intentaremos de slind a r de las abstencio nes de scr itas qu é comportamientos so n
co ns titutivos de obligaciones de índole negati va y cuá les poseen una naturaleza
diversa .
A.
Actividades abstencionistas tendentes a la reparación del daño
Co n te mpla la le y co mo med ida s de protección a los derech os , co n ca rác ter
accesorio o prin cip al , la posibilida d de suspe nder cua lquier ex plo tac ió n. infracto ra y la
pr ohib ición de reanud ar las activi da des de co nte nido lesivo (arts . 124. i a y b) ; tanto si
se ge ne ra un daño , com o si exis te fundado tem or e n su aca ecimiento (a rt. 126.2) , ya
se a aqué l moral o pecun iario (art. 123).
E l origen de estos co mpo rta mie ntos orni sivos a rra nca de la activid ad j uris­
diccion al del Estado , por lo qu e se precisa qu e sea n impe t rados , bien co mo me d ida
ca ute lar o de rep ar ación del dañ o, a fin de fij ar s u co n te nido y límit es . Es te car áct er
j ud icia l ha inducido , por e nde, a pen sar qu e tales ac tuac io nes no se co rresponde n co n
la institución obligac io na l de tip o negat ivo, sino qu e so n conform ad o ras de las
cond enas ornisivas requerid as par a el logr o del éxi to de la acció n real del pr opi et a rio,
cua ndo tenga por o bje to derech o s inm at eri ale s". Así se pien sa qu e la cesación y
abs te nció n no con stituyen un pronunc ia miento judicial co n un co ntenido propio , y
men os a ún qu e se ge ne re nin guna o bligac ió n de p restación para el sujeto p asivo ,
pu esto que, en defin itiva , la infracció n de la co nde na no conlleva con secuenci a alguna
distint a a la vuln er ación del derech o de pr opi ed ad int electual. Tal ac tivida d es, en
su ma, seg ún se dice , un a de las manifest aciones es pec íficas de la acción re ivindica to­
ria (a rt. 348 Ce) , e n su aplicac ión a los bien es inma te ria les , y no un a obligac ión
negati va".
A esta opi nión cabe efec t ua r las siguientes pun tu alizacion es:
1. E l punto de inflex ión e ntr e e l d eb er ge ne ra l de «no dañ ar» la pr op ied ad de
o tro , y el deb er jurídico particular de contenid o se meja nte, radica en la det e rmin a­
ción de los suje tos qu e han de efectu ar ese comportamiento , así co mo e n su ex ­
tensión . Base de re para ció n del daño en los d erechos inmateriales de creac ión es
precisam ente este deber ge né rico , cu ya exigibil idad procede del directo so metimie nto
a las norm as. D e es ta forma , cuando acaece e l ac to infractor se vulnera un deber
ge ne ra l qu e no ha ten id o un a con cr et a sing ular ización hasta ese momento. Pe ro e n el
instante e n e l qu e e l ju ez fija las activi dades qu e han de se r observadas, a fin de
preservar tal p rincipio , y determinar quién debe efectuarlas, indudablem ente ese
deber trasp asa e l marco general , conform and o un a relaci ón e ntre dos sujetos, en la
que el pod er ju rídico de uno , para exigir tal ac tua ción o rnisiva, se co rrespo nde con e l
deber de pr estación de ese comportam iento por parte d e o tro" .
2. A unq ue, por tratarse de de rech o s de co nte nido intangibl e , la repetición de la
situación posesoria deba enc aminarse, ya que no es posible la restitución a l mom ento
anteri or del incumplimiento , a la cesación de la intromisión de los te rce ros en la
es fe ra del titul ar , tal peti ción qu eda defin ida e n co nduc tas concretas y fren te a suje tos
determin ad os. La decl ar ación del ju ez sobre estos ext remos conll eva un mandat o de
abste nció n cuya inobservan cia difí cilm ente podría se r o bte nida e n e jecución fo rzo sa .
7. Ta l es el pensami ent o de C AI ~R A SCO
PEREKA .
op . cit., p. l.óSO y
J U FRESA P A lI-M AR 1E LL PUH•.z·
A l CALO c , «La p rot ección judicial y extrajudicial de los derechos
R. CA RKASCO P ERERA. op . cit., p. 1.6RO ~ p()ya estas ide a s
de auto r». R.J .C. , 19RR-2. p. 12B.
argumenta ndo que «dice al respecto el
ar tíc ulo 925 LE C que cn este tip o de cond enas de abstenció n, si el conde nado qu ebr antare l a sente ncia. se
ente nderá que opta por el resarci mi ento de perjuicio s. E ste artíc ulo pru eba qu e la prop ia sentencia de
condena no es e jecutable, ya que la remoc ió n de efectos del ar t. 124 no es consecuencia de la in fracc ió n de
la sentencia ev e ntual de conde na del a rt . 124.l. a y b , si no de l a lesión del derecho . La inde mn izac i ón a
pagar por el ar t. 125 tampoco es el susti tutivo de aquella ob ligació n negat iva . su pr ecio en di nero . De ahí
qu e. si el conde nado in frin ge en un futuro la co ndena de abstenció n , no será pr op iamente ésta la obligació n
infri ngid a. si no , de nuevo , el derecho dc propiedad int electu al , con todas las consecue ncias de los arts. 124
v 125».
.
9. l-JERN Á NIJE Z G IL . Derecho de Obli gaciones, M adr id , 1960, p p. 60 Y ss.
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11 MARIA ANGELES EGUZQUIZA
Las actuaciones de carácter ne gativo poseen un talante person al ísimo , en consecu en­
cia , nadie puede suplir la falt a de omisió n de otro sujeto ; implicando , además, el no
des arroll o de ese comportami ent o e l incumplimiento . Las dos únicas opciones en este
tipo de actuacio nes son o cumpl ir , abstenié ndose , o rea lizar el acto contrario , y
quebrant ar la actividad d ebid a . E ste es el motivo , y no otro , por el que e l art. 925
LEC establece como medida alte rnativa, si el conden ado no cumple lo prescrito en
sentencia , el resarcimiento pecuni ario de los danos y perjuicios, «nem a praecesit ad
cogit potest», la voluntad de tod o sujeto resulta inc oercible si éste se obstina en un
comportamiento vulnerador !".
3. Si bien la declaraci ón judicial se limita , cuando se emplean lo s med ios
es tab lec ido s en el art. 124 , 1 a y b, a fijar conductas que constituyen comportamientos
exigibles a todo sujeto , com o cons ecuencia de la situ ación d e propiedad de un autor o
titul ar de un derecho de crea ción , por ello no cabe concluir que el mandato del j uez
no vincu la a las part es de forma diferente a la qu e se deriva del derech o general de
pr opi edad , e n otro caso tal precepto se ría supe rf luo, por inn ece sario . Indudabl em en­
te e l sopo rte d e la deci sión judicial es ese es ta do de dominio , pero las conduc tas
o m isivas especifi cad as poseen un a entidad propi a , for ma l y separada del deb er
ge ne ral de omisión ; raz ón por la qu e, su infracci ón , au n cuando no sea ins eparable de
la vuln eración del derech o de autor y tampoco se pu ed an d iferenciar unos efec tos
típico s, corresponde al qu ebrantami ento de una abstención precisa .
4. El contenido de una o bligació n no siem pre corresponde a conductas de tipo
po siti vo o negativo que so n indiferentes, en principio , a l derech o , y que a través de su
determinación se mod alizan en un se ntido concret o , vinculando esa conducta. En
algunas ocasiones , la rela ción j ur íd ico obli gaci onal se fundamenta en un deber
general de observanci a qu e resulta especificado, piénsese en las obligaciones nacidas
de la reparación del daño causa do (art. 1902 CC). E n és tas los comport amientos
exigibl es que se establecen para lograr la reparación pu eden poseer una multiplicidad
de formas y contenidos, a unq ue también cabe la prescripción de actuaciones carentes
de una manifestación distinta y propia de tal deber general (así , por ejemplo , el daño
originado con la extracción abusiva de arena de una playa puede generar , ad emás de
la correspondiente indemnización pecuniaria , el mandato de cese de tal actividad que
ya estaba vedado antes de que aconteciera el daño) .
E n definitiva si los comportamientos abstencionistas dictados por el ju ez , cre an
rel aciones concretas entre sujetos determinados , con la imposición de deberes de
omisión específi cos , siend o ad emás exigibles en cuanto tales, no se ob serva razón
alguna que disuada de la idea de que los mismos pueden ser calificados com o
obligaciones negativas " ; sí bien, las vicisitudes de su existencia innegablemente
estarán ligadas a la din ámica de los derechos diman antes de la propiedad intelectual ,
constituyendo concreciones de los deberes que la integran .
B. Comportamientos abstencionistas generales que protegen los intereses
pecuniarios del autor
Establece con caráct er general el a rt . 17 LPI que «co rr espo nde al autor el
eje rcicio exclu sivo de los derechos de explo tació n de su obra en cualquier form a y, en
10. Sobre esta cuestió n in cidí ampliamente en la obra Configuracián juríd ica de las ob ligaciones
negativos, editorial Bosch, B arcelona (en pr ensa).
11. MOR O ALMARAz , «I nstru mentos para la protección de los derechos reconocid os en la L P¡ ,., Poder
Judicial, n. 16, 1989, p. 70 señala a este respecto: «L a cesación sólo puede alcanzar a la acti vidad in corporal
(repre sent ación , recit ación , proy ección , exhibici ón , etc.) y a los medios que la hi cieron posibl e (los
aparatos serán medios in strum ental es de comunicació n, los recur sos indirecto s no lo son (d isco. libro .
cint a) . Se tratará, por tanto de una condena a una ob lig ació n de no hacer y prohib ición de continuar en el
futuro. Esto es difícil de cumpli r; no cabe ej ecució n de sentencia (art . 925 LEC) , por lo qu e lo pr ocedente
será acudir al fort alecim ient o por una ser ie de garantías; la ind emni zación del artíc ulo 125 no puede ser un
sustit utivo . Si el condenado infringe en el Futuro la co ndena de abstenció n, no infringe esta obligac ión . si no
de nuevo el d erecho de propiedad in telectu al. A unque. a pesar de lo afirmado por Carrasco, tambi én
incumpl e la ob ligació n que se deriva de la sentencia».
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ID!IIII
especia l, los derechos de reproducción , distribución , comunicació n pública y tran s­
formación, q ue no podrán ser rea lizadas sin su au tor ización , salvo e n los casos
previstos en la prese nte ley». Así , el derecho de un a utor a la exp lo taci ó n de su obra
se con temp la co n ca rác ter ge nera l, prohibiéndose todo co mpo rta mient o q ue dañe a la
int eg ridad de su der ech o. Co ncurren de es ta man era junto con e l de rec ho de ex plota ­
ción , y com o reverso del mism o , un de ber ge nera l de ab stenció n, exi gib le fre nte a
tod os , de contenido ind et er min ad o , cuanto se pu ed e requ erir su obs erva ncia a través
de co nd uctas omisi vas pr ecaut or ias de l dañ o .
D e las car acteríst icas descritas se pue de n co legi r qu e el co mporta mie nt o abs te n­
cionista confi gura un «de be r gen é rico » de res peto a la propi ed ad , q ue si poster ior ­
mente no resulta especificado en cuan to a los sujetos y las acti vid ad es , d ifícilmente
pod rá co nsti tui r una obligaci ón de tipo negat ivo . So lución que se ma nt ien e también
e n los su puestos de los arts . 109 12 y 1141:1 LPI , a pesa r de estar referi do s a ma terias
precisas, porq ue ta nto e l conte nido de las abs te nciones , como los suje tos que de ben
prest arl os , carece n de co ncreción y de termina bilida d .
C. Actividades limitativas en beneficio del autor de carácter moral
Se inclu yen en este apartado tod as aque llas ab stencione s , bie n en su modalidad
de «p ati» , bie n de «no n fac er e », q ue el tit ula r de un a exp lotación debe efectuar fre nt e
a las inj eren cias legítimas, fij adas e n la ley por e l creador de un a obra . E stas
act ua cione s del autor compre nden un a mplio es pectro de co nteni do s cuyo de no mina ­
dor co m ún se ce ntra e n el de recho a la imagen del autor a tr avés de su o bra.
R econ oce el ar t . 14.4 , e n tal sentido, qu e el autor pued e exigir respeto a la integr ida d
de la obra e impedi r cua lq uie r deformaci ón , modificación , alte ra ción o ate ntado
co ntra e lla qu e suponga perj uicio a sus legítim os int ereses o men osca bo a su reputa­
ción ; con secu entem en te , tant o los tercero s, com o e l exp lotador de un a o bra , deberán
abstene rse de rea lizar ac tivida des qu e puedan da ña r a la cre ació n en los térm inos
descritos" . E n con son an cia co n la teleol o gía de la ley se per mite , asimismo , en el art.
14. 5 q ue e l creador ten ga la posibilidad de mod ificar aque llos as pec tos de su obra que
no le sa tisfaga n. E l te rcero e n es te caso debe pad ecer las variaciones pe rtine ntes del
autor , dentro de l ma rco ge ne ra l del ejercicio no abusivo de los der ech os y los límites
contem p lados en la ley (derecho s adquiridos por los terceros e int e rés ge neral) .
Los co mportamiento s o misivos a desarrollar , en los supuestos del art. 14 .4 y
107 15, co nsiste n e n un «no n facere ». Esta es la ese ncia fundam en ta l del mandat o , a
pes ar de qu e dich a actividad hay a sido plasm ad a en la ley de for ma positiva , puesto
qu e la man era de alcanzar la int egridad de un a obra precisa necesa riam ente el
respeto , y, en sum a, e l «no hacer », de qu ien es tien en el pod er de a lte ra rla . Sin
emba rgo, la abstención de scrita en el arto 14.5 , co ntrapartida del derecho atribuido al
autor en la modificación de su obra , actividad complementari a , perten ece al ámbito
del «pa ri», ya qu e la misma se debe como con secu enci a del desar rollo de un de recho
positivo .
12 . Art , 109.1 . E l produc to r tien e resp ecto de sus fono gram as e l de recho e xclus ivo de a uto riza r su
re pr o du cción , direct a o ind irecta men te. la distrib ució n de co pias de aqué llos y la co mu nica ción pública de
un os u o tras .
2. E l derecho de d istr ibución co m pre nde espe cialme nte la fac ultad de auto rizar la impo rtación y
expo rt ació n de co pia s de l fonogra ma co n fines de co me rcializació n .
13 . Art . 114: Le co rres po nde n, asimis mo , al pr o d uct o r los de rec hos de e xplotación de las fotogra ña s
q ue fue ren re al izadas e n e l p roce so de producción de la gra bació n au diovisu al.
14 . M ORO ALM A RAZ, op. cit., p . 84 critica la a mbi güedad de la le y e n la regul ación de los de rech os
mo rales de auto r y la parc ial pr otecció n qu e a los mism os se ofrece n . E n igua l sentido C A RRASCO P ERER A,
op. cit., pp . 1.658-1.662.
15. Se ña la este precep to q ue «E l a rtista inté rp ret e o ej ecu tante goza de l derec ho de recon ocim ien to
de su nom br e so bre sus inte rpr et acion es o ejecucio ne s y a opo nerse, du rante su vida , a tod a de fo rm ació n,
muti lación o cua lqu ie r otro ate nta do sobre su act uaci ó n qu e lesio ne su p rest igio o reputació n. A su
fallecimien to y dur a nte e l plazo de los veinte años sigu ientes, e l eje rcicio de es tos der ec ho s co rr espo nde rá a
los he rede ro s. Ser á necesa ria la a utorización exp resa del a rt ista par a e l do blaje de su actuac ión e n su propi a
le ngua» .
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11 MARIA ANGELES EGUZaUIZA
Ambas activid ades están perfect am ente delimit adas tanto en su co nte nido (res ­
pet o a la integrid ad de un a ob ra, o la perm isión de su modifi cación ), co mo en rel ación
a los sujetos; de un a parte , nos encontrar em os co n el autor y, de ot ra, vinculados por
el co rr espo ndiente co mpo rta miento , se situa rá n aquellos que pu ed an impedir la
ejecuc ión de los de rech os reconocidos , al poseer una situ ación de dominio so bre la
creació n . La co rr elac ió n entre e l pod er de uno s so bre los ot ros , par a log rar un a
co ncre ta activida d, y e l deb er de cumplimie nto de la mism a, junto co n la det ermin a­
ción de los sujetos , nos ind uce a co legir q ue ta les comportam ie ntos so n constitutivos
de obligaciones negativas, bien de carácter prin cip al (a rt. 14 .4 y 107), bien accesori o
(a rt . 14.5).
Asiste tambi én al a utor el der ech o de publicar sus obras co mple tas o escogid as,
aun cuand o és te hay a ced id o los der ech os de ex plo tación e incluso la titularidad de la
o bra . Comport a tal de recho un deb er de permisión exi gible , accesorio, y qu e pu ed e
co nlleva r con secuen cias ec onó micas tan gibl es. Asi mis mo , se aprecia en la ley el
mand at o de cie rtas activida des de abstención basad as en la ide a de que tod a crea ción
deb e ser pr esent ada co nfo rme a la vo luntad de su cre ad o r. A es te respecto e l art . 58 .2
L PI imp on e al p rop iet ar io de un a obra de arte un co mpo rta mie nto «ad pa tiendurn »,
en caso de qu e la expos ición de la mism a se efectúe e n co nd icio nes qu e perjudiqu en el
honor O reputa ción profesion al de su crea do r; y e l 78.2 LPI acumulativa me nte
requiere la no a lteració n de la int egrid ad de la crea ción , así co rno su e xpos ición
técnica adec uada (no ate nta to ria del derecho mor al) , e n de finiti va , se conmin a a
llevar a caho pr est acion es de «no n facere». E n lino y o tro caso las det erm ina cion es de
la le y so n co nf igura do ras de obligacio nes, e n tanto co nte mplan de be res j urí d icos
particul ar es singulariza dos respecto a su co nte nido y ob je to .
Cur iosa es la a bste nción impu est a en el art. 93.2 LPI , diri gida frente a tod os,
incluso al cr ea do r, por la que se pro hi be la de strucción del soporte ori gin al de un a
obra audiovis ua l e n su ver sión definitiva . Con st itu ye éste un límit e a la pr opi ed ad
deriv ad o de la naturaleza del bien sob re el qu e recae , ya qu e habl ar de domin io no
significa ha blar de libre albe dr ío so bre e l mismo. La omi sión de scrita se encuadra así
dentro del ám bito de las pr ohibicion es leg ale s qu e de fin en la pr opi ed ad de acuerdo
co n Jos par ám et ro s de int erés social 11,.
D. Comportamientos en beneficio de terceros que debe soportar el autor
Ob ed ecen estos , bien al espíritu qu e ha mod el ad o e l con cepto actua l de propi e­
dad , bien al res peto exigido a tod o deudor en ar as de la consecució n del int erés
persegu ido por el acreedor con e l es ta blecimie nto de un a relación jurídico obli gacio­
na!.
Los primeros qu ed an reco gido s e n los ar ts. 3 1-44 baj o la rúbri ca gené rica dc
«límites» . D ich os comportam ientos no so n con figurad ores por sí de rela cio nes o bliga­
torias , ya que se impon en a la vo lunta d de los sujetos y deb en ser o bserv ados
necesariam ent e , integrando el concepto de pr opi ed ad ".
L os segundos, incluidos asim ismo en este ma rco , so n cesiones e n ex clusiva qu e se
han fijad o entre el titul ar de un a obra y el cesion ar io , po r las qu e el ced ente se obli ga
él no autoriza r a nin gun a o tra person a por tiempo determ inado la ex plotac ió n de un a
creació n (a rt . 48). Cabe destaca r qu e e l con te nido del derecho qu e se fija para el
cesio na rio e n e l citado pr ecepto es mu y a mplio , pue de o torga r auto rizacio nes no
exc lusivas a tercero s , prot e giénd osel e tan amp lia me nte co mo perm iten los ar ts. 123 y
l li . M ONTÉS,Op. cit., p. 254 se úa!a: «Es evide nte qu e en la modern a co nfig uració n del derecho de
dominio no se co mprende y~ el carácter absolu to del señorío, en el sentido de legi timar lit destrucció n o
det eri oro del bien, por lo menos en los casos en que las leyes hayan señalado de modo específico su
importa ncia o trascendencia para la comu nidad» .
17. R OGEL V IlJE, «D e los límit es a las inf raccio nes del D erecho de auto r en España», la L ey . n . 2. 14fi
(20 de enero (989) , pp . I -S.
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ss. La situación que se le otorga mediante est a obli gación de «no n Iacere » se ace rca
casi a la de propietario , pudiendo excl uir incluso al propio ce de n te en cu alquier
explotación de la obra .
4.
INCUMPLIMIENTO Y REPARACION DEL DAÑO
Todo acto omisivo se incumple desde el mom ento que se de sarroll a e l ac to
positivo contrario, esto es, no se efectúa la abstenci ón del acto veda do . En el tema
que nos ocupa éste puede surgir bien porque el crea do r impida que se le límite e n el
goce o explotaci ón de su obra , bien porque no se permita al au to r e l disfrute o
ej erci cio de sus prer ro gati vas . Las dos únicas o pcio nes posibl es en rela ción a los
mandatos fijados por ley o establ ecidos por las partes son cumplir o incumplir , y en
este últim o caso de fo rma total , ya que los actos o rnisivos se define n conforme al
tiempo y los suje tos vinculados con la relación. Na d ie puede omitir por otro lo debido
por él. ni tampoco e jecutarlo en tiempo diferente . La mora qu ed a exc luida por ell o ,
dad o qu e si no se cumple en tiempo lo debido po steri orment e no se podrá cumpl ir , a l
haberse llev ado a cabo ya la activid ad vulneradora co n traria. Los co mpo rta mientos
ornisivo s o se cumpl en o se incumpl en, pero no se pueden ef ectu ar a media s " .
Ah or a bien ni tod as las vulneracion es de una ab stención tien en la misma entid ad,
ni origin an los mismos ef ect os , depend e de la configuración institu cional en la que se
encuadren.
Si se tr ata de d ebe re s generales co mo los co nte m pla dos en los arts . 17, 109, 114 Y
188 LPI , la dinámica que desencadena la infracción tiende a reintegrar al titul ar al
estado en el cual se e nco n traba . Las medidas qu e par a tal men este r se han establecido
en la ley so n enormemente ampli as (a rt. 123) , y abarca n de sd e la indemnización de
los dañ os tanto materi ale s como morales hasta el cese d e la actividad ilícita (ar t 124) :
esta últim a en cuanto se a concret ad a por los tribun ales , bien e n la su spe nsió n de la
explotación infractora , bien en una p rohibición al infractor par;¡ rea nud arla , confi gu ­
rará un a o bliga ció n de carácter negativo" .
Sin e mba rgo , si la vulneración a fecta a una obli gación de «no n facere » o «pati»
aplicar a es tas las medid as del a rt. 124 LPI puede suscital' algun a duda so bre su
oportunidad , ya qu e se incide en la esfera person al a tr avés de ellas de forma
compulsiva, y la definición propia de o bligación implica un vínculo inmateri al , un a
relaci ón qu e debe ser cumplida pe ro qu e puede no se rlo:".
So b re es ta cue stión se debe ten er e n cu enta la evo lució n sufrida desd e la época
de la co dificación franc esa hasta nu estro s días. D el pr incipio d e la incoercibilidad de
la voluntad como axiom a básico , que co mpo rtaba el máx imo respe to para e l deud or
de un a obli gación omisiva y su resoluci ón en la val or aci ón pe cuni a ria si éste se ne gaba
a efectu arl a , se ha pas ad o a entender que no es posibl e que el cumplimiento de una
rel ación dependa del caprich o del o bligado, y, e n co nse cue ncia , se tiende a qu e e l
deud or ef ectue los acto s qu e son debidos , mediante la a rticulació n de medid as que
posean efectividad real": Acorde co n este espíritu se han fij ado los medi os descr itos
en el art. 124 LPI, frut o de la necesid ad de cumpl ir los deberes y obligaciones dc la
18. C u es tió n so b re la q ue tr at é ampliam ente e n e l capítul o 1II de la o bra «La co nfigur ació n j u ríd ica
de las o bligac io ne s negat iva s», ed ito ria l Bo sch (e n pr en sa ).
19. M ORO ALMARAz , op , cit., p. 73 des taca a e ste respect o qu e : «se trat ar á, por tanto . de un a
co nde na a una o b liga cin n de no hacer y p roh ibición de continu ar e n e l futuro . E sto e s difí cil de cu mp lir; no
ca be la e jec uc ión de se nte nc ia (ar!. 925 LEC) , por lo que lo pr o cedente se rá acu di r ¡Ii forta lecimi ento por
una se rie de ga ra ntías ; la ind emni zación del art , 12.'i no pu ed e se r un sus ti tu tivo si e l co ndenado infr inge
es ta obli ga ción . sino de nue vo e l de rec ho de pro p ieda d int e lectu al. A u nq ue a pe sar de lo afirm ado po r
Ca rra sco , tam bién incumpl e 1" o bliga ció n qu e se de r iva de la se nte ncia» .
20. L ¡\C RUZ y o tros, Elementos de Derecho civil 11, v. 1., 2:' cd ., Bar cel on a, 1985 , p. 14.
21 . S ILVESTRI, «R iliev i co rnpa ra tist ici int e ma d i es ec uzion c forz a ra degl i o b blig hi di tar e e di non
[are », Ri v . D ir. C iv.. 1988-1, pp. 532-551 ; FIOGNANI , " Le pcn alit á d i mora e le 'astre in tes' nei d ir itli che si
ispiran o al modello fran ce se » , Riv. Dir. C iv ., 19R1, 1, p . 501 Y SS. ; DONDI, «Efferiv it á dei provvedim enti
isrruttori dei giud ice civil e », P ad ova , 1985, pp . 71-131.
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11I
MARIA ANGELES EGUZaUIZA
ley , que re caen sob re unos bienes tan peculi ares como so n los de la intel e ctualid ad ; y,
si bien tanto e n las obliga c ion es de dar co m o e n las de hacer (no person alísim as) es
p osible la ejecución fo rzos a d e la pre stación a co sta del deudor (a rts. 1.096, 1.0 98 Y
1.161 C C) , en la s activida de s orni si vas" , o po sitivas person alí sima s , no cabe tal
co mp u lsió n , puest o que nadi e pued e sus tit uir la activ id ad del d eudor vinc u lado, só lo
é l pu ed e c um plir y sa tisface r e l inter és del acreedo r, así como afe cta r la re lació n co n
su incumpl imiento . Veamos cuando se produce éste e n cada un o de los tipos obliga­
cion ale s.
A.
Obligaciones negativas de contenido moral.
E l in cumplimiento o b ligacio na l devi en e to ta l de sd e el m omento e n qu e se
produce e l de sarroll o de la actividad ve da da, ya qu e se puede cumplir o incumplir
per o no cumplir a media s, si bien no to do incumpl im iento o rigina los m ism os e fe ctos .
Ca da ac to co ntra rio a la o m isió n posee vir tua lidad propi a , y frus t ra e l interés
perseguid o por e l acreedor" , la razón de e llo es tr iba en la es truc tu ra de la o b liga ció n
negat iva ya qu e p o r ser indivi sibl e r esulta in su sceptibl e de un cumplimiento parci al" :
Las fo rm as del in cumplim iento so n múltipl es , sin e m ba rgo , tod as e llas pose en
como característ ica co mú n, e l tal ante usurpat orio de tal es ac tivi da des, e n t ant o
de sarroll an derech os d e con tenido re se rv ado". A sí la vulneració n de la o b liga ció n
e numera da e n e l art, 14.4 proced er á p or a ct os po siti vos qu e de forme n, a lte re n, o
ate nte n co nt ra un a creació n o su integr id ad , siemp re y cua ndo t en gan la e n tidad
suf icie nte p a r a men oscabar la re p utació n o los legítim os interese s del au to r". L a
formul aci ón de los comport ami entos infractore s e s a m p lia, p ero la ne cesidad de
a pre cia r un a c ierta importan cia e n e l d añ o origi na do limita la e xte ns ió n del d erech o .
En suma , si tal es ac tuacio nes no cau san un de trimento e xcesivo n ada podrá hacer el
auto r a p esar de qu e di screp e de t a l com po rtamiento e impetre la protección ju ris­
diccion aL Igu almente , e n e l su p ues to d el art. 14.5 , si e l daño surgido a raíz de la
oposición a mod ifica r una o bra vien e ad m it ido por los límites recogido s e n la le y ,
dere cho s adq uiridos por terceros y protección a lo s biene s de interés cultural, é ste no
será es tim ado. Id éntica so luc ió n ca be apunt ar e n r el aci ón a los preceptos 56.2, 78. 2 Y
107 LP I, si la present aci ón de una o bra o su inte gri da d no sufr e co nside ra b le
quebranto con la realización de un a cto vulnerador ; la ra zó n es tr ib a en que lo
tutel ad o po r la ley es la protección de ob ras co nc re t as y lo s d ere ch os so b re la s
mi sm as , y no los intereses que e n ge nera l pu eda t e ner un au to r sobre su o bra, o las
faculta des cr e ativas de éste" .
Por otra parte , e l dañ o m or al irrogad o no p re cisa p a ra su estim ación que ge nere
perjuicio eco n ómico" . C onstitu ye la indemni za ción de és te un a form a d e reparaci ón
o comp ensación por la ag resió n suf r id a , y sus parámetros d e valoración corre sp onde­
rán a cr ite r ios t an gen éricos como las cir cu ns ta nc ias de la infracci ón , grave dad de la
lesi ón , o el g ra do de di fusión de la obra:"; ad em ás la infracció n de un a o b ligac ió n
22. No consti tuye óbice algu no para considera r a tod a ob ligació n de abstenció n como de
carácter
per son al ísimo lo descrit o en el ar t. 1.099 c.e. . ya que tal actuació n co nfigura no la ejec ución for zosa de la
prestación omisiva , de im posible reali zación llar haberse efect uado la actividad con t raria, sino la repara­
ció n «in natu ra" del daño pro duc ido .
23. E n tal sent ido CAKKASCO PERER A. op . cit., p. 1.642 Y ss.
24. C fr. Capítulo TI de «Co nfigur ación j urídica de las ob ligacio nes negati vas», edito ria l Bosch (en
pr ensa).
25. CARRASCO PERERA, op, cit., pp. J.639-1. ó41.
26. CARRASCO PEllERA, op . cit.. p . 1.659 comenta que ni el honor ni la reputación del autor en tran en
el régim en pr ot ector de l a LPI. Por esa razón . el «honor» y «rep utació n" a que se refi ere el ar tículo 56.2 de
la LPr como lím it e al derecho de exposició n del pro pie tario no se constit uye en la ley co mo un derecho
mo ral de autor, sino como un límite ex ar t. 1982 a los derechos de explotación de un tercero .
27. CARRASCO PERERA . op . cit. , p. 1.659.
28. Reco noce GUAL DEL SOJa, op . cit., pp. 54-55, qu e esta es una de l as novedades más no tables de la
ley.
29. M ORO A LM,\RAZ, op . cit. , p. 78.
-
- - - -- - - - - - -- -- - - - -IDIIII
negativa moral puede afectar tanto a los aspectos económicos como morales de la
propiedad int electual",
B. Obligaciones negativas de contenido pecuniario
Los supuestos más relevantes son los contemplados en los arts. 48 y 51.3 LPI, la
cesión en exclusiva de un derecho. Se plantean varios problemas en esta sede , ya que
la base de desarrollo de este tipo o bligacio nal de «no n facere» procede de una
rel ación contractual, la cesión en exclusiva de la explotación de una obra , y la
infracción de la obligación tradicionalmente se ha entendido que afecta a los integran­
tes de la relación pero no a los terceros . ¿Serán ineficaces las concesiones efectuadas
por el cedente posteriores a la atribuci ón de la exclusiva ? Formalmente con sidero qu e
no , ya que lo vedado en la regulación de la ley no es tanto la conclusión de negocios
det mismo contenido como su explotaci ón" . Ahora bien , si el tercero desarroll a esa
actividad competencial frente al cesionario , el art. 48 de la ley le concede a éste
legitimación para perseguir las violaciones qu e afecten a las facultade s que le so n
atribuidas , en suma, puede instar el cese de la actividad ilícita conforme a las medidas
prescritas en el art. 124 LPI frente a ese tercero que contrató con el cedente . Esta
facultad descubre un viej o dilema en materia de negocios con pacto de exclusiva , la
fuerza y alcance que gene ra la obligación negativa de no contratar. El criterio
tradicional del Supremo sobre esta cue stión ha sido el de apreciar la concurrencia de
responsabilidades , contractual entre las partes , y extracontractual frente a terceros ,
dependiendo de la buena o mala fe de estos ultimes" , pero respetando en todo caso
los negocios concluidos y la explotación derivada de ellos'). Indudablemente en la
materia de cesión en exclusiva de derechos intelectuales, no se ha desconocido la
rel atividad de la relación entre las partes, cuando existe una base contractual que
prohibe la explotación concurrente, pero la posibilidad de ejercicio y extensión de las
medidas contempladas en el art. 124 LPI incita a pensar que aun cuando formalmente
se acepte la validez de la nueva cesión , materialmente se niega , al transcender hasta
terceros las consecuencias de la infracción des arrollada frente al cesionario exclusivo.
Se aplica de esta forma una suerte de concreción del art. 1.099 CC., que había sido
utilizado en los caso s en que el incumplimiento de la obligación negativa generaba
una obra de carácter material , respetándose en todo caso el patrimoni o de quien era
aje no a la relación obligatoria .
Por otra parte, cada uno de los actos contrarios a la obligación de no ceder
configurarán un incumplimiento total de la obligación , en tanto frustra el interés
creditorio , aunque no se puede valorar de la misma forma la producción de uno solo o
varios actos de los prohibidos . Lo debido es una actividad omisiva de insusceptible
división , aquí se ob serva con mayor nitidez porque no se puede asegur ar que hay
parcial cumplimiento cuando por razón de la cesión de determinada obra infringe un
sujeto el derecho de explotació n exclusiva . El cumplimiento parcial de una obligación
implica la satisfacción también parcial de la misma, si media un único vínculo la
vulneración del «(10 hacer» no posibilita observar la integridad del comportamiento
exigido. Cuestión distinta es si se ha fijado tale s actividades por zonas o frente a
sujetos determinados, en ese supuesto la pluralidad de rel aciones permite que se
valoren independientemente las concretas actividades omisivas que serán conforma­
doras de tantas obligaciones negativas como correspondan.
30 . Co mpart imo s plenamente el cri ter io de M OR O ALMAI< AZ, op. cit .. p. 76, qu ien acertadam ent e
cr i tica la po stura de Dí EZ PICAZO (Com entario al art . 124 de LPI... cit . , p. 1.698) Y de CARRASCO PERERA
(op . cit., p . 1.6(0) quienes iden ti fican la no ción de daño mo ral con dere cho moral, excluyendo la
posibilidad de produc ci ón de perjuici os cuando aco n tezca aqu él.
31. C AI< II.ASCO PERERA. op . cit., p . 1.643 i nd ica que «la di sposici ón ind ebid a de un det erm in ado
dere cho por quien no está legitimado para ello no es de por sí un acto usurpatorio .. . esta usurpaci ón sólo se
dará cu and o, en vi rtud de la cesión el tercero explote de determin ada man er a el derecho en cuest ió n» .
32 . S. 23 de m ar zo de 1921.
33. S. 29 de octubre de 1955.
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MARIA ANGELES EGUZQl!IZA
5.
CUMPLIMIENTO POR EQUIVALENTE
A.
La indemnización
Uno de los mayores logros de la ley, de sde e l p unt o de vista dogm áti co de la
relaci ón jurídi ca negativa, es la de fini ción esb ozada e n e l art . 125 LPl sob re e l
co n te nido qu e int egra la valoración d el daño gene ra do po r la infracción de un
d er ech o de ex plotación, co ns iste n te bien e n el beneficio que se hubiera o bte nido
presumi blem ente d e no mediar la ut ilización ilícit a , bien e n la remuner ación qu e se
hu biera pe rcibi do de no haber au torizado la expl otación . Igu almente , e n caso de
daño moral la ley se muestra receptiva y ad mite la po sibilid ad ele indemni zación, aun
no habiéndo se prob ado la existen cia del perjuicio eco nómico , sie mp re y cu ando se
pu eda valorar cier ta e ntidad al perjui cio ca usad o conform e a las circunst anc ias de la
infracci ón , la graveda d de la lesión , y el gra do de difu sión ilícita de la o bra .
Así se o bse rva qu e la finalid ad qu e pe rsigue la indemnización no co nsiste ta nto
e n la re pa ración del dañ o pert inen te , co mo en int enta r qu e el cread or o titular de un
d er ech o qu ed e e n un a sit ua ció n equ iparabl e a la qu e se goza ría si no se hubi ese
efect ua do la ac tivida d infr act o ra , por e llo e l derecho a la ind emni zación se le ha
hech o surgir a unq ue los actos generad ores del daño se efectú en sin culpa o negligen ­
cia, simple me nte por desconocimiento , erro r. .. .14. La le y ha intent aelo qu e se sancio­
nara as í toda int romisión ilegítim a de los derech os recono cid os . Esta a mplitud de
ac tos sa nciona b les d espej a la incó gni ta so bre e l alcance qu e e l legislador ha q ue rido
d ar a la rep ar ación , e n tod o caso no limitad a a los parám et ro s de la culpab ilidad d el
ar t . 1.902 Ce. E n o tro o rde n d e cosas, e l car ácter de ín teg ra rep ar ación qu e se de be
o frece r a l auto r o titul ar dañ ad o y la pe rmisió n establ ecid a e n e l propio precepto «sin
perjuici o de o tras acciones qu e correspondan », ha hecho pen sar en la factibil id ad d e
un concurso de accion es qu e sa tisfaga n e l int er és d e aq ué l. Po r eso, junto a la acción
de re pa ra ción del d añ o se ha jugad o co n la idea de qu e e ra po sible la utili zación de la
acción d e enriquecimie nto; aunque acepta r o desech ar tal hipótesis dep en de en b ue na
pa rte de la naturaleza qu e se atribu ya a es ta acció n, necesari am ente su bsid iaria o
no" .
Un o de los as pectos que atinadamente ha pu esto de relie ve la ley respecto a las
ac tivida des ornis ivas es e l claro «lucro cesante » que corresp on de a l contenido ind em­
niza to rio del daño o riginado por el incurnplirn iento". Tradici on alment e e l estudi o de
est a cue stió n. así co mo de la materia del cumplimiento e incumplimien to, ha sido
aborda do desde la per specti va de las obl igac ion es o debe res posit ivo s, lo qu e con­
lle vaba un a not a ble falt a de rigor , y la u tilización no del tod o adecuad a de la
es truct ura y din ámica obl igaci onal ne gati va . Así, se con sid era qu e tod a reparación del
d añ o es tá int egr ada po r do s as pec tos (a rt. 1. 106 Ce): el d añ o e merge nte y el lucro
cesa nte , ap re ciándose es te último con extrao rdinaria restricci ón po r los tribunales.
Ambas partidas pu ed en co ncu rr ir si se infringe un a activid ad debid a de signo positi­
vo ; sin embargo, si lo debid o es un comportami ento abstenci on ist a el ele me nto del
d añ o eme rgente desdibuj a sus perfiles confundi éndo se con el lucro cesante , porqu e
pr ecisam ente es est e últ imo e l que se pretende asegura r a través de tales omision es.
El deud or vinc ulado por una relaci ón de carácte r negati vo debe a l ac ree do r el
manten imiento de un a situac ión ínt egr a sin alte ración a lgu na, el interés d e és te radi ca
e n e l goce de ese estad o de cosas . E l in cumpl imiento , por la re a lizació n del acto
34. Ta l cr iterio ha sido seguido por parl e de la doct ri na. Cír.: M ORO A I.MAl<A7., op . cit., p. IW:
PEREI1A . op. cit ., p. 1.674; en sentido cont rari o BA ViOS COl< IWLA, Tratado de Derecho ind ustrial,
M adri d. 1971> . p . ))99.
35. D IEZ PICAZU. "Co mentario al art . 125 L P¡" ... . cir.. p. 1.696.
36. .lIMeNE7- V n.I.AIUÓJO, " L a respo nsab ilidad civi l di manante de las in fr accion es de la prop iedad
i ntelectu al y las vías ju di ci ales para su exigencia» , Pod er Judi cial , n. IX . 19KK. p. 364 reco noce qu e "e l
perj uicio patrimo nial que puede derivarse de las infraccion es de l derecho de autor rev iste siempre la forma
de lucro cesante puesto que esta es la co nsecuencia econó mica desfavo rable de qu e un extra ño exp lote. sin
la deb ida aut or ización y en su exclusivo beneficio. el fru to del talento aje no» .
C\l(l lA~<':O
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po sitivo contrario , no comporta propiamente la pérdid a de un bien o beneficio del
patrimonio creditori o pero sí e l acrecimiento material o moral de algo que podía
exigir y le era debido. Se col ige de lo expuesto que la rep aración del año originada po r
la infracción de los deberes orni sivo s corresponde fund amentalmente a la noción
tr adici onal de lucro cesante , que en tanto supone el efecto inme d ia to y principal a
res arcir en las prestaciones omisivas configurará para éstas e l co ntenido del concepto
clásico de daño emergente:" .
Los do s criterios opcional es qu e establece la ley para el cálculo de la indemni za­
ción son el beneficio obtenido de no medi ar aque lla utili zación ilícita o la remunera­
ción que hubi era percibido con la a uto rizació n de la e xp lo taci ón.".
En rela ción al pr imero la jurispru de ncia ha sido e no rmeme nte cautelosa y
re strict iva en su valora ción, debido qu izá a que el mismo , co mo co nte nido del lucro
cesa nte , concurría junto al dañ o eme rge nte, plenamente apreciad o , de forma comple­
me nt ari a y res id ual. Como en las o bligaciones negativas qu e se derivan de la ley este
es el único efe cto, ya que el dañ o devien e de la falta de percepci ón de la gan ancia
ans iad a , entiendo que los tribun ales , sin desconocer que tal ben efi cio deb e se r seguro
tendr án qu e estim ar con mayor flexibilid ad y amplitud este parám etro .
El seg undo criterio con stituye lo qu e se ha dado en llamar e l daño mínimo]') , ya
qu e se legitim a par a pedir del ju zgador la remuneraci ón qu e le hubi er e co rres po nd ido
al da ñado co n Id autori zación de la ex plota ció n y no los ben efi cios a lca nza dos con
ésta, cuyo monto pu ed e se r superio r.
La o pció n por un a u otr a vía depender á del caso concret o , las circunstancias del
merc ad o , usos de los negocios o activida d, así como del int er és del acr eed or. D e esta
form a , po r eje m plo, la valoración del re sarcimiento debido po r la infracción de una
obligaci ón de «no hacer concurrencia» discurrirá por el primer ca uce si a través del
mismo pu ede alca nza r su satisfacción plenamente e l acreedor , ya que e l valor del
daño infl ingid o no qu ed a circunscrito al pr ecio qu e pueda pose er la auto rización de
tal act ivid ad en e l mercado. El seg undo , e n cam bio, será de apli cación cu ando no se
experimente un detrimento patrimonial s upe rio r a l valor de la licencia de ese co mpo r­
tamient o.
El aspec to más interesante de la va loració n del dañ o moral , en la nueva regula­
ción , es la independencia de su recon ocimi ento y apreciación , hast a ahora ligada a la
nece sid ad de rep ar ar el perjuicio económ ico que se hubiese origin ado" . Los paráme­
tros fijados para e llo o to rga n un amplio margen de discrecionalidad al ju ez, por lo
que ha br á de es ta rse a las soluciones dad as por los tribunales sobre esta disciplina .
B.
Otras medidas complementarias
El punto en e l qu e el legislador ha sabido capt ar con mayor niti dez las peculiari­
dad es de la abste ncio nista vien e reflejado e n e l ar t. 124 LPI. Este precepto , innegabl e
co ncrec ión del art . 1.096 Ce. , establ ece la posibilidad de articu la r co nductas que
tiendan a paliar o evita r la agra vación del daño , Confi guran, por tanto , medi os de
reparación e n form a espe cífica de la vulneración de los mandatos absten cionistas , qu e
cuando sean con stitu tivo s de obligaciones int egrarán también el «id qu od int erest» .
37 . Esta peculiarid ad de las o misiones ex p lica e l po rq ué la ley par ece refundir las dos nocion es de
da ño e me rge nte y lucro ce sa nte. hecho del qu e se extra ña DiEZ P ICAZO , op . ult. cit ., p . 1.697.
3iL Se ha cues tio nado si tal o pció n co r responde a dos criteri os de l cálcul o del dañ o, o con stituye n
más bien dos accion es di fer ent es . A este res pe cto D lI~Z P ICAZa , op. cit.. p . 1.697 ha se ña lado qu e «habid a
cue nta de que IJ u tilización de una u otra línea pu ed e co nducir a resultados a ritmé tica me nte distintos , hay
qu e co nclui r e n qu e pu ed en dar se dos prestacion es distint as y qu e . po r co ns iguiente , e l títul o par a recla ma r
un a u otra es un a acció n . Si fuer an criter ios normati vos . habría qu e con sid er ar ap licable la regla «iura no vit
curia", y por ende , qu e dentro del mar gen de la peti ción del de ma nda nte e l ju ez podría , para enj uicia rla ,
acudir a uno u o tro c rite rio . Lo que ocu rre es qu e habl a r ele dos acciones distintas no dej a de result ar
inarm ón ico y contradictori o».
39. DiEZ PI CAZO, op. cit., p. 1.698 ; Me s o AL MARAZ , op , cit., p. SO.
40 . M ORO AL M A~ A Z, op . cit.. p. 79 .
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MARIA ANGELES EGUZQUIZA
Su aspec to más dest acable qui zá sea e l de la exten sión qu e se le ha co nferi do ya
que so n susceptibles de adopció n aun cu ando afecte n a terceros aje nos a la rel ación
jurídica , a diferencia de lo que acontece en la aplicación del art. 1.096 Ce.
Se detecta así que la regul ación efec tuada en es ta materi a tien e como pun to de
fundame nta l refe rencia e l derecho de propi ed ad " , y es es te ca rác te r e l qu e ha
preval ecido e n toda la normativa , inte ntando pr ot e ger la vuln erabl e posición del
titular de esos derech os inm ateriale s de la m an era más plen a posibl e. Por eso . incluso
para las o bligacione s negativas es ta blecidas en la ley se defiend e la situ ación del
titul ar O a uto r de un a ob ra de man er a se mejante a l derecho real de propi ed ad .
La pro longación temporal del co mpo rtamie nto ex igible ta mbié n ha mod alizad o
la op ortunidad de tajes medid as e n tant o e l int er és del suje to d añ ad o pu ed e verse
satisfech o mediante e l cumplim iento po r equivalen te de la pr estac ión.
Consisten éstas, bien e n la conminación de co mpo rtam ie ntos orni sivos para
evitar la ca usac ión posterior de un dañ o ma yor , bie n en actividades destructi vas que
borren los efe ctos cau sad os por la infracción . No pue de n, sin e mbargo , se r co nside ra ­
das corno medidas de ejecución en forma específica de la o bligació n ne gati va ya qu e
configuran comport am ientos diver sos a los fij ados en la re lació n jurídica , si bien
persigu en la reparación de l daño , precisando en todo caso el previo pronunci amiento
judicia l.
41. C ARR ASCO PE RE R,A , op . cit.. p. 1.677 se ñala en relación a es te precept o qu e en el mismo se «regu la
la acción real de cesación en cua nto derivad a de la titul ari dad de un der echo absoluto , la pro piedad
intelectual. Su species iuris en nues tro D e re cho es la negat or ia . O mejor la acció n re ivind icat or ia , co n
co nte nido diverso de un a res tituc ión poseso ria , qu e en el ámbito de los derech os inm ate ria les, se trans­
form a e n acció n de ce sac ión de inj er en cia" .
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