LA GESTA DE LOS HíBRIDOS SIMPLES EN MAíZ

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INFOCAMPO
Semana del 15 al 21 de marzo de 2013
| Nota de tapa | 11
una herramienta que ayudó a duplicar los rindes
La gesta de los híbridos simples en maíz
Hace 25 años, en abril de 1988,
el ingeniero agrónomo Alejandro
Bibiloni ingresaba a la semillera
Pioneer, de la que llegaría a ser
country manager a partir de agosto
de 2004.
Mucha agua ha corrido bajo el
puente desde entonces. Un fenomenal proceso de fusiones y
adquisiciones se dio en la industria
semillera global, que llevó a que la
firma hoy forme parte de DuPont.
En ese lapso, y al compás del desembarco de la biotecnología, se
masificó la siembra directa en la
Argentina, el uso de fertilizantes
y de los híbridos simples en maíz.
Hoy Bibiloni repasa este intenso
periodo y las dificultades que hubo
que superar hasta llegar a la actual
coyuntura.
-¿Cómo era este
mismo negocio 25
años atrás?
-Donde hoy ves
agricultura antes
estaba lleno de
vacas, y en la
Facultad te enseñaban que la rotación era 4 años de
agricultura y 4 años de pasturas, y
eso siguió por muchos años más.
Era muy interesante porque recibíamos -como seguimos haciendo- a investigadores norteamericanos para recorrer los ensayos
de maíz, y ellos no entendían
cómo podía ser que en esos campos hubieran vacas, lo que para
nosotros era obvio. Hoy, mirado en
retrospectiva, no ha quedado una
sola vaca. En esa época, Pioneer y
Cargill vendíamos cientos de miles
de kilos de semilla de alfalfa, para
millones de hectáreas, de las cuales hoy no queda una. Y los maíces
eran de 5 o 6.000 kilos, que era un
muy buen rinde, pero todos llenos de malezas, con mucho arado,
barbecho, girasol con treflán, cosas
bastante básicas.
braba con híbridos dobles, o de
tres líneas en el mejor de los casos.
Nosotros fuimos muy innovadores en esa época, porque en los
EE.UU. y otras partes del mundo
ya no se usaban los dobles o de tres
líneas y nosotros fuimos innovadores al ofrecer el simple, pero vender el simple no era tan fácil acá.
Además teníamos mucha genética
dentada, que acá era mala palabra
porque nos jactábamos del colorado duro, el Flint. Y llevó mucho
trabajo, diría que Pioneer y Nidera
fueron las empresa que más trabajaron para imponer los maíces
semidentados, para que pudieran
ser comercializables, y a partir de
allí poder venderse. Ahí sacamos
un híbrido simple semidentado,
muy estable y de alto rendimiento,
y provocamos un cambio importante sobre los
que dominaban
el mercado, que o
pasaban a híbridos simples o
Pioneer se quedaba con todo.
“Hasta que no se
logró estabilidad no
fue fácil difundir los
híbridos simples.”
-¿Cómo era el márketing de la
semilla de maíz?, ¿es lo mismo o
cambió?
-Siempre fue un tema la estabilidad; el productor siempre buscó
la estabilidad de rendimiento. Y
en esa época, cuando empecé a
trabajar en Pioneer, el país se sem-
pioneros
Pioneer fue fundada en
1926 por Henry Wallace, aunque el nombre es adoptado
en 1936.
En 1973 incorporó el negocio
de la genética de soja.
Cotiza en NYSE desde 1995.
En 1999, DuPont adquirió el
control de la compañía.
En su programa de mejoramiento de maíz se destaca
la resistencia a sequía, protección a coleópteros y lepidópteros, tolerancia múltiple
a herbicidas y eficiencia en el
uso del nitrógeno.
-¿Cuál era ese
híbrido y cuándo
ocurría todo esto?
-Fue el 3456, y calculo que sería
para el 93 o por ahí. Este híbrido
obligó a la competencia a pasarse al simple, y ahí empieza toda
una nueva etapa en rendimiento,
comienzan los cruces con semidentados, porque para lograr esos
rindes había que mezclar sangre
dentada. Por otra parte, hubo un
cambio en la producción de semilla de maíz, porque empieza la
cosecha en espiga, el tratamiento de la semilla y se cambia el
concepto de “kilos por hectárea” a
cantidad de semillas por hectárea,
o sea de densidad.
-¿Cómo es el trabajo de obtención
de las líneas?
-Ahí hay otro cambio gigantesco.
Cuando empecé a trabajar el mejoramiento se basaba en observar
el fenotipo, era algo muy lento.
Hoy todo se hace con marcadores moleculares y el mejorador
prácticamente va prediciendo lo
que le va a servir y lo que no.
Eso explica los grandes avances
que estamos teniendo y que es un
cambio monstruoso, además de la
transgénesis.
-Antes mencionaste un tema
del cual no se habla mucho: de
una campaña a otra, los productores se vuelcan masivamente a
un híbrido. ¿Cómo funciona esa
comunicación entre productores
para el márketing?
-Es evidente que lo que siempre
tiene más peso es lo que un productor le dice a otro. Y tiene su
lógica. Hoy hay mejores medios
para esa comunicación y más
veloces; el mail, por ejemplo,
tanto para que entre como para
que salga un producto. Siempre
hay razones para una cosa y la
otra, aunque a veces también
hay mala suerte, buenos productos que les toca un mal año, eso
existe, y para todas las marcas.
Foto: Archivo Infomedia
En los 80 dominaban los dobles o triples. Cómo fue el proceso
de difusión de los materiales simples es lo que recuerda en
la siguiente entrevista, Alejandro Bibiloni, country manager
de la semillera Pioneer.
Convengamos que la agricultura
argentina es muy defensiva.
-¿Aun en la actualidad la ves
defensiva?
- Yo creo que sí, en comparación
con otros países. Pesa mucho el
atributo de la estabilidad, la tolerancia a enfermedades, más caña.
Un producto que logra entrar le
toma más tiempo salir.
-¿Cuánto está un híbrido en promedio en nuestro mercado?
- La lógica indica no más de 6 o 7
años. Un híbrido que está más de
eso significa que en algo te estás
empastando con tu programa de
mejoramiento.
-¿Y la realidad?, ¿cambió a lo largo
del tiempo?
-Anda por ahí. El programa de
Pioneer ha mejorado fenomenal-
mente, entonces los productos
que entran al mercado tienen una
probabilidad menor de salida y te
vas acercando más a ese ideal de
duración.
-¿Cuál
es
tu
expectativa respecto de la tendencia en la
siembra del maíz
en la Argentina?
-Me sorprendió
que el año pasado, con las condiciones ideales
para hacer maíz, por diferentes
motivos, el área se haya reducido. Este año, las condiciones son
también favorables, aunque no
sean noticia; sigue habiendo faltante de maíz en el mundo y eso
debería impactar sobre el área
sembrada en la Argentina.
-¿Imaginás una Argentina de 50
millones de toneladas de maíz,
por ponerle un número?
-Los Estados Unidos no lo pueden
producir y el mundo lo quiere consumir, con lo cual queda por definir quién lo produce, si la Argentina
o Brasil. La lógica
es que Brasil sea
más productor de
soja y la Argentina
más de maíz, por
ambiente, por costos de producción.
Si bien 25 millones de toneladas más de maíz es
nada para lo que es el consumo
mundial, no quedan muchos países para hacerlo, y allí estamos
nosotros.
“El uso de los
marcadores
moleculares aceleró
la mejora genética.”
j. p. p.
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