CELIA VINAS OLIVELLA Catedrática de Lengua y Literatura, escritora y poetisa. Nació en Lérida en 1915, su infancia y adolescencia transcurren en Mallorca. Cursa estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona, es allí donde toma contacto con una actividad que siempre le había gustado, el teatro. Durante sus años universitarios participa activamente en todos los foros en los que la poesía y la literatura estaban presentes. Tras obtener la licenciatura en 1941, trabajó como becaria en el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) a la vez que prepara las oposiciones a cátedra. En 1943 aprueba las oposiciones con el número uno y elige como destino Almería, ciudad que ya no abandonará hasta su muerte. A partir de su llegada como Catedrática de Lengua y Literatura al Instituto de Segunda Enseñanza, comienza una intensa labor cultural que se reflejará dentro y fuera del Centro. Enseguida toma parte en cuantas actividades realiza el Instituto, animando con su presencia excursiones, certámenes y conversaciones de arte. Comienza también su producción literaria, los años más productivos son entre 1944 y 1950, años en los que escribe su novela Tierra del sur, viento de Levante y multitud de poemas que publica en diversas revistas literarias. En 1953 salen a la luz sus Palabras sin voz y una selección de poemas suyos en mallorquín con el título de Del foc i la Cendra. Fue una mujer muy avanzada y a la vez respetuosa con la tradición liberal, de gran independencia política, buscadora de cosas nuevas y rebelde ante las injusticias. Tal era su vitalidad, de tal fuerza creadora, que implicaba a profesores y alumnos en numerosas actividades a lo largo del curso. Destacan las representaciones teatrales de obras que ella misma escribía como Plaza de la Virgen del Mar que representó con gran éxito en el Teatro Apolo en abril de 1949. Pero también hizo adaptaciones de obras clásicas para que las representaran sus alumnas. La radio fue otro de sus campos de actividad literaria, preparaba guiones y las emisiones con las alumnas de los últimos cursos que sentían inquietudes. Muy importante para ella fueron sus conferencias, a las que dedicaba mucha atención en su preparación. Tanto alumnos como antiguos alumnos tenían en el Instituto su tertulia literaria “la tarde de los sábados”, con lectura de poemas, comedias, novelas, etc. Murió en Almería tras una operación en junio de 1954.