LEER + - Asociación de militares españoles AME

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ACTUALIDAD-OPINIÓN
ASOCIACIONES DE MILITARES
“El militar que se sintiese
agraviado podrá promover
recurso, haciéndolo por sus
jefes y con buen modo, y
cuando no lograse de ellos la
satisfacción a que se considera
acreedor, podrá llegar hasta el
Rey con la representación de su
agravio.”
De las Reales Ordenanzas
para las Fuerzas Armadas.
A
lo largo de los siglos la
Institución Militar ha
sufrido numerosas
transformaciones para adaptarse a los
cambios sociales, tanto en el reclutamiento de sus miembros, como en su
organización, dependencia y misiones, pero hay un espíritu que se ha
mantenido a lo largo de los siglos, que
ya el gran rey Carlos III lo plasmó en
sus legendarias Reales Ordenanzas
que llegaron a nosotros y fueron
nuestro código de conducta durante
muchas generaciones, si bien complementadas por multitud de disposiciones, como las Leyes Constitutivas del
Ejercito de 1821 y1878; el
Reglamento del Servicio de Campaña
de 1882; el Código de Justicia Militar
de 1890; el Reglamento para el Detall
y Régimen Interior de los Cuerpos,
etc. Ninguna de estas disposiciones
estaba dirigida a alterar los principios
de orden y disciplina que señalaban
las Reales Ordenanzas, “guía permanente para que numerosas generaciones militares ejercieran con ejemplaridad la profesión militar.”
La promulgación de la
Constitución del Estado, hizo sentir al
poder político, las Cortes españolas,
la necesidad de adaptar las RR.OO de
Carlos III, para que quedara claramente promulgado que la Legislación
militar quedaba subordinada al poder
político, si bien en este primer intento
se cuidó que pareciera que existía una
línea de continuidad entre el pasado y
el porvenir, manteniendo la fuerza del
patriotismo y las virtudes militares.
He de aclarar que la expresión
“primer intento”, se refiere al periodo
de nuestra actual Constitución, pues a
lo largo del desastroso periodo para
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España que abarcaron los años 19311936, los dirigentes de la II Republica
realizaron continuos esfuerzos no ya
para regular la Legislación militar,
sino también para destrozar el Ejercito
y Armada, siendo el Sr. Azaña, el
ejecutor-legislador referente de estos
hechos que figuran en numerosas
publicaciones y hemerotecas.
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Expuestas estas ideas voy a entrar
en el tema ASOCIACIONES. No
obstante la transformación que a lo
largo de los siglos experimentan los
ejércitos, siempre subsiste un
principio general, cuando eran
mesnadas reclutadas por un noble o
un señor poderoso, los reclutados
juraban lealtad a su Jefe y la llevaban
hasta dar su vida, impartía justicia,
regulaba los dineros y atendía las
peticiones de sus soldados como
Comandante en jefe. Mas adelante se
organizaron ejércitos de más entidad
que estaban a las ordenes del
Soberano de turno, en iguales
condiciones, luchando siempre a las
ordenes de un caudillo designado que
conducía a las tropas a la victoria,
obteniendo grandes éxitos a lo largo
de las fronteras europeas y del
Continente americano.
Ya entrado el siglo XIX el Ejercito
se constituye como el brazo armado
del Estado, manteniendo una cierta
independencia que vino a constituirse
como un “poder militar”, se impartía
Justicia con un Código especial, se
dictaban las disposiciones por los
Generales en jefe que a su vez
resolvían las quejas de los uniformados, que como señalaban las RR.OO
sino obtenían satisfacción podían
llegar hasta el Rey con la representación de su agravio.
Dejo en blanco el periodo de la II
Republica, porque no es digno de
comentarse el lamentable espectáculo
de entregar nuestra Patria a los
poderes soviéticos, aun a costa de
destruir la Institución militar.
Refundado el Estado español, en
1º de octubre de 1936, transformado
posteriormente en Reino de España,
se restablecieron las tradiciones
militares, y entre ellas las RR.OO de
Carlos III que fueron nuestra Norma
Básica de actuación en todas las
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Academias y Escuelas militares hasta
el mes de mayo de 1979, en el que se
retocan, para adaptarlas a la nueva
situación política y se aprueban en las
Cortes por Ley 85/1978, de 28 de
diciembre, siendo posteriormente
sustituidas por las nefastas y sucesivas
Leyes promulgadas para regular el
funcionamiento, la organización y la
carrera del personal militar. La
experiencia de la ultima promulgada,
me obliga a modificar el vocablo
“regular” por el de “desregular”,
como atestiguan los 19.000 recursos
presentados y que no han sido todavía
resueltos y que lleva a algún ministro/a afirmar con satisfacción “que se
había llegado a mucho más de lo que
pretendía Azaña.“
De la exposición realizada, salta a
la vista que las quejas que podrían
tener los militares, eran resueltas por
sus jefes militares con unos valores
identificados con las RR.OO, al igual
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que los de sus subordinados y por si
fuera poco, además de lo que regula la
Ordenanza que figura como inicio de
este articulo, otra señala “Todo militar
podrá interponer recurso por vía
administrativa o judicial, contra
aquellas resoluciones que le afecten y
que considere contrarias a derecho”.
Las quejas que considerasen
lesivas tenían un cauce legal para su
resolución, que incluso da origen a un
Decreto que regula el Derecho de
Petición del Personal de las Fuerzas
Armadas y el redactor de este artículo
puede dar fe de su eficacia, por
haberlo utilizado con exito en varias
ocasiones. Queda claro que para los
asuntos militares que han de ser
resueltos por militares no se precisaba
para nada de la existencia de ningún
tipo de asociaciones.
Sin embargo, la irrupción del
poder político en la regulación de los
temas militares y la obsesión de
incorporar conceptos mal llamados
“democráticos”, para conseguir una
intervención “de las bases” en la
toma de decisión, lleva a la Comisión
de Defensa del Congreso, violentando la Constitución hasta límites que
posiblemente no soportarían un
recurso al Tribunal Constitucional, a
organizar unas “asociaciones profesionales”, para integrarlas en un
Consejo de Personal, dotándolas de
atribuciones para informar sobre
legislación y someter al mismo los
anteproyectos, constituyendo estas
asociaciones profesionales un
pseudo-sindicato, (liberados,
prebendas, quejas por cuestiones del
servicio, manifestaciones públicas,
etc.), que curiosamente canalizan, en
su mayoría, quejas y reivindicaciones
referidas a los Mandos militares. Y
por si esto fuera poco, se inventan un
llamado “Observatorio” que resulta
jocoso, porque mas que “observan”
los mandos militares a sus subordinados dudo lo hagan los políticos
designados que lo conforman, pero ya
el colmo es que el Congreso designe
como Vocal del mismo a un abogado
Secretario general de la Asociación
Unificada de Militares Españoles,
(AUME), “asociación profesional”
con representación en el Consejo de
Personal. ¡Un esperpento!.
Lo anterior, se puede resumir así:
“los militares no necesitan ningún
tipo de “asociación” para resolver
las quejas o reclamaciones en
materia de servicio que tengan de
sus jefes militares”. Pero la incorporación legal de actuantes políticos en
la administración militar, empezando
por el legislativo que elabora Leyes
para regular lo militar, con gran
desconocimiento del ámbito , ya que
ni siquiera han conocido una unidad
militar al estar en suspenso el Servicio
Militar y sin atender al que sería buen
consejo de los Altos Mandos militares, continuando por altas responsabilidades en el Ministerio de Defensa
cuyas decisiones afectan de lleno al
personal militar, dejando aparte o
ignorando el criterio del los Consejos
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Superiores, hace necesario establecer
un mecanismo de defensa de los
intereses sociales, económicos y
profesionales ante las decisiones que
se consideren lesivas dictadas por
estas autoridades civiles que copan los
altos cargos ministeriales.
Con esta idea, nació la Asociación
de Militares Españoles (AME) cuya
andadura comienza en el año 1987,
para defender los intereses del
personal en la situación de Reserva
Transitoria, a los que de manera ilegal
se desalojaba de sus viviendas
militares. Posteriormente ante el éxito
de las sentencias favorables, aprovechando un cambio de denominación
se pretendió negar su inscripción en el
Registro nacional de Asociaciones del
Ministerio de Interior, obteniendo
AME un nuevo éxito con la Sentencia
d e l Tr i b u n a l C o n s t i t u c i o n a l
219/2001, que ordenaba inscribirla,
en el Registro citado, dando absoluta
legalidad al funcionamiento de esta
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asociación desde el 28 de diciembre
de 2001.
No vamos a relacionar aquí, los
éxitos logrados por su excepcional
Gabinete Jurídico, mas de 9.000
recursos ganados permitieron que
numerosos compañeros permanecieran en sus viviendas y que el Día de la
Pascua Militar del año 1988, el
Ministro de Defensa anunciara que el
problema de los desahucios quedaba
resuelto, elaborando una ley, la de la
Movilidad de las FAS que zanjó el
problema, que no era de los Mandos
militares sino del entramado político
que regia los aspectos sociales del
personal militar. A lo largo de los
años el Gabinete Jurídico ha resuelto
multitud de problemas de sus socios,
como ascensos, trienios, retribuciones, viviendas, etc. Como asociación
libre e independiente que no participa
en la lucha partidista política, ni en la
sindical y solo persigue la satisfacción de los intereses sociales, económicos y profesionales de los militares
y sus familias permaneciendo
siempre fiel a la lealtad que todos los
miembros de las FAS deben profesar a
los Mandos militares, no inmiscuyéndose en las actividades militares. Ver
más sobre AME en su página web.
De lo expuesto, se deduce que, las
“asociaciones profesionales”,
controlados por el Ministerio de
Defensa, creadas en base a una
dudosa interpretación de la
Constitución, (ya que en los artículos
8,22 y 28 no se encuentra mención
alguna a estas “asociaciones profesionales”, cuyo nombre solo aparece en
la Constitución en el art. 127 , cuando
regula las “asociaciones profesionales” de Jueces, Magistrados y
Fiscales), impide a los militares en
activo asociarse salvo que lo hagan en
estas “profesionales” controladas por
el Ministerio lo que lógicamente hace
inviable una concurrencia general a la
afiliación y por ello pierden toda
representatividad.
No se puede establecer una
comparativa con lo legislado en los
países que forman parte de la Alianza
Atlántica, pues hay tantas regulaciones distintas como países, pero si hay
que destacar un hecho coincidente,
especialmente en los Estados Unidos,
Reino Unido y Canadá, las asociaciones de veteranos, como AME, están
para apoyar a los Mandos militares,
basta examinar sus páginas de
internet, para comprobar la comunión
existente, como no puede ser de otra
manera, entre los mandos militares y
estas asociaciones. La razón es obvia,
los militares en activo en todos los
países tiene limitada su libertad de
expresión, máxime los altos mandos
que encima soportan de modo directo
la presión de poder político, y que en
numerosos ocasiones disienten del
modo en que se regulan las FAS, en
materia presupuestaria, social, de
personal, etc., y por ello utilizan a
estas asociaciones de veteranos para
hacer oír, de forma indirecta, su voz
en la prensa y en los órganos legislativos, para apoyar iniciativas militares.
En nuestra Patria, donde además no
hay ningún partido que incorpore en
sus listas a militares retirados, pese a
existir cientos que desempeñarían un
excelente papel, estas asociaciones
pueden servir de gran ayuda a nuestros mandos militares.
Como contrapartida, estas
asociaciones deben ser apoyadas, sus
medios económicos son escasos, la
afiliación de nuevos retirados no es
mucha, por ello un apoyo en locales
para sus oficinas y reuniones, y una
colaboración económica, que podría
incluirse en las tablas de subvenciones existentes para determinadas
actividades socio-culturales, permitiendo así mejorar su labor que
siempre se realiza en beneficio de los
miembros de las FAS y sus familias
cuando lo precisan.
No quiero terminar, sin mencionar
otras asociaciones de militares
retirados, veteranos, que en sus
estatutos abarcan actividades
culturales y lúdicas; las que engloban
a los disminuidos en acto de servicio,
que perdieron su histórico nombre de
Mutilados de guerra por la Patria; las
que agrupan a veteranos de determinadas Unidades o Campañas; las que
agrupan a los escritores militares; las
múltiples de antiguos miembros de las
Milicias Universitarias, las de
soldados de quintas. etc. Todas ellas
de acuerdo con sus peculiares estatutos, profesan un gran amor a España,
lealtad con las Fuerzas Armadas,
respeto a la profesión militar y
cumplimiento estricto de la legalidad
vigente, al igual que lo hace AME.
Ángel L. Díaz Balmori
Coronel del E.A, DEM (R)
I.- Introducción histórica a la 1ª edición de las Reales Ordenanzas, de 30/05/1979.
II.- Ley Orgánica 9/2011, de 27 de julio, de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas,
III.- La Hermandad de Personal de las Fuerzas Armadas en Situación de Reserva Transitoria, fue creada el 29 de octubre de 1987 e
inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior el 20 de julio de 1988, con el Número Nacional 80.680.La
Hermandad de Personal de las Fuerzas Armadas en Situación Ajena al Servicio Activo (HEPERMISA) fue inscrita el 28 de diciembre
de 2001, en cumplimiento de la Sentencia del Tribunal Constitucional 219/2001 de 31 de octubre. La Asociación de Militares
Españoles (AME) se inscribió el 17 de mayo de 2002 con su nombre actual. Su número de orden es el de la primera Hermandad, Nº
80.680.
IV.- http://www.ame1.org/quienes.asp
V.- Artículo 127. 1.………. La ley establecerá el sistema y modalidades de asociación profesional de los Jueces, Magistrados y Fiscales.
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