al excmo. sr. consejero de empleo y mujer

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Acta:
Expte:
AL EXCMO. SR. CONSEJERO DE EMPLEO Y MUJER
DE LA COMUNIDAD DE _________________
RECURSO DE ALZADA
D/Dª ___________, mayor de edad, provisto de DNI núm. ____________, en calidad
de representante legal de la mercantil ____________, y con domicilio a efectos de
notificaciones en _____________, ante el órgano competente para resolver
comparece y como mejor proceda en Derecho,
DIGO:
Que en fecha ________, recibe notificación de la Dirección General de Trabajo de la
Comunidad de Madrid, por medio de la cual se resuelve imponer a la mercantil
__________________, la sanción de ________________ euros, por la comisión de una
falta grave, por medio de este escrito y de conformidad con lo establecido en los
artículos 116 y 117 de la LRJAPyPAC, y dentro del plazo de un mes establecido para la
interposición, vengo a formular recurso de alzada por no encontrarla ajustada a
derecho.
A)- ANTECEDENTES DE HECHO:
1.- Que en fecha _____________, la mercantil ____________ recibe notificación de
Acta de Infracción de Seguridad y Salud Laboral.
2.- Que en fecha _________, el administrado presenta escrito de alegaciones contra la
notificación recibida.
3.- Que en fecha _________, el administrado recibe notificación de resolución del acta
promotora del presente expediente sancionador.
B)- ALEGACIONES:
I.- La Administración actuante ha vulnerado el derecho a la presunción de inocencia
que asiste a los ciudadanos en los procedimientos sancionadores.
II.- La Administración actuante no ha respetado las normas y principios que gobiernan
dicha potestad sancionadora, en el ámbito laboral.
III.- Que la Administración no ha tenido en cuenta los documentos aportados por el
administrado en su escrito de Alegaciones.
IV.- Que la Administración actuante no ha cuantificado correctamente la sanción
impuesta, en relación con el grado de la infracción.
V.- Que el procedimiento se encuentra caducado, por cuanto ha transcurrido el plazo
legalmente establecido para resolver el expediente sancionador.
C)- FUNDAMENTOS DE DERECHO:
PRIMERO.- Debemos invocar el derecho a la presunción de inocencia, que no ha sido
respetado en este expediente; regulado en el artículo 137 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común, al prescribir que “los procedimientos sancionadores respetarán
la presunción de no existencia de responsabilidad administrativa mientras no se
demuestre lo contrario”. En aplicación de este derecho de presunción de inocencia la
Administración sancionadora tiene la carga de acreditar los hechos constitutivos de la
infracción, no bastando afirmaciones genéricas, teniendo que acreditar la
responsabilidad del presunto infractor a través de una actividad probatoria de cargo,
con todas las garantías, cuya ausencia o ineficacia determina la ilegitimidad de la
sanción.
Indicar que:
“Según reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, los
principios inspiradores del orden penal son de aplicación, con ciertos matices, al
derecho administrativo sancionador, dado que ambos son manifestaciones del
ordenamiento punitivo ius puniendi del Estado y demás Administraciones Públicas, de
tal modo que los principios esenciales reflejados en los art. 24 y 25 de la Constitución
han de ser trasvasados a la actividad sancionadora de la Administración en la medida
necesaria para preservar los valores fundamentales que se encuentran en la base de
tales preceptos y alcanzar la seguridad jurídica preconizada en el artículo 9 del mismo
texto, y, entre dichos principios, ha de destacarse el de presunción de inocencia,
recogido en el artículo 24-2º, que configurado como una presunción iuris tantum,
susceptible, como tal, de ser desvirtuada por una prueba en contrario, constituye un
verdadero derecho fundamental, inserto en la parte dogmática e la Constitución, que
vincula a todos los poderes públicos y, especialmente, a la Administración, con más
razón cuando ejercita su potestad sancionadora”. Sentencia TS 6-07-1988.
La STSJ Andalucía (Sev), sec. 1ª, S 22-11-1999, señala expresamente que:
“Los procedimientos sancionadores respetarán la presunción de no existencia de
responsabilidad administrativa mientras no se demuestre lo contrario. Y es que el
derecho a la presunción de inocencia reconocido en el articulo 24 de la Constitución
implica que no puede imponerse sanción alguna en razón de la culpabilidad del
imputado si no existe una actividad probatoria de cargo que, en la apreciación de las
autoridades y órganos llamados a resolver no destruya esa presunción de manera que
cualquier duda beneficia al acusado que puede presentar las pruebas en contrario que
estime conveniente. Por tanto, los informes oficiales -o los boletines de denuncia- no
gozan de una presunción de veracidad, con efecto de prueba de cargo, que haya de ser
desvirtuada por el denunciado, sino que como las demás actuaciones del expediente
administrativo constituyen un material probatorio que se incorpora al proceso y como
tal ha de ser valorado por el Tribunal este material sólo puede destruir la presunción
de inocencia cuando se haya aportado con las debidas garantías ya que la carga de la
actividad probatoria pesa sobre los acusadores puesto que no existe nunca carga del
acusado sobre la prueba de inocencia" .
Asimismo, también debemos invocar el principio de proporcionalidad es un principio
inherente al Estado de Derecho, derivable de la interdicción de la arbitrariedad de los
poderes públicos establecida en el art. 9. 3 CE. Justamente por razón de su contenido
resulta trascendente en el Derecho sancionador administrativo, toda vez que lo normal
es que éste regule las sanciones de forma flexible, es decir, otorgando cierto margen
de apreciación a la Administración para la graduación de la sanción a la entidad de la
infracción y de sus efectos. Dicho Derecho debe significar adecuación entre la
gravedad de la infracción y sus efectos y de las consecuencias sancionatorias (en este
sentido STC 154/1990, de 15 de octubre). Por ello mismo, la jurisprudencia del
Tribunal Europeo de los Derechos Humanos lo ha declarado principio del Derecho
sancionador y nuestra jurisprudencia contencioso-administrativa lo declara y aplica,
con claridad y decisión, ejerciendo un control sobre la actividad administrativa de los
hechos determinantes y, sobre todo, de fijación de la sanción. La base para el control
la proporciona la negación de discrecionalidad a la potestad administrativa
sancionadora. En este sentido: STS de 3 de febrero, 24 de octubre y 21 y 29 de
diciembre de 1984, 19 de abril de 1985 y 29 de diciembre de 1987; extendiendo el
principio a la potestad disciplinaria STS de 13 de mayo de 1986.
Para la imposición y graduación de las sanciones debe atenderse no sólo a la gravedad
de los hechos cometidos en razón a posibles riegos creados, sino también a la ausencia
de intencionalidad, así como a la ausencia de reincidencia por parte del empresario.
En el caso que nos ocupa _______________ cumple con todos los criterios de
graduación recogidos en el Texto Refundido de la Ley de Infracciones y Sanciones en el
Orden Social, aprobado por el RD Legislativo 5/2000, atendiendo sobre todo a su falta
de intencionalidad, así como a la ausencia de reincidencia por parte del empresario.
SEGUNDO.- En primer lugar, se viene a infringir lo dispuesto en el art. 53 del Real
Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el texto refundido de
la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social, relativo al contenido de las
actas y de los documentos iniciadores del expediente, según el cual:
1. “Las actas de infracción de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social,
reflejarán:
a) Los hechos constatados por el Inspector de Trabajo y Seguridad Social o
Subinspector de Empleo y Seguridad Social actuante, que motivaron el acta,
destacando los relevantes a efectos de la determinación.”
5. “Cuando el acta de infracción se practique como consecuencia de informe
emitido por los funcionarios técnicos a que se refiere el artículo 9.2 de la Ley 31/1995,
de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, se incorporará a su texto el
relato de hechos del correspondiente informe así como los demás datos revelantes de
éste, con el carácter señalado en el artículo 9.3 de la citada ley”.
En el caso que nos ocupa, el Acta impugnado no contiene una relación circunstanciada
de los hechos que motivan la apertura del procedimiento sancionador y que pudieran
tener cabida en la tipificación de la infracción administrativa supuestamente cometida
en materia de seguridad y salud laboral. De igual forma tampoco se hace referencia al
número de trabajadores que supuestamente se verían perjudicados, siendo éste un
elemento determinante en la valoración de la gravedad de la infracción y,
consecuentemente, en la imposición de la sanción que corresponda.
En el mismo sentido, se consideran infringidos los siguientes preceptos del Real
Decreto 928/1998, de 14 de mayo, Reglamento general sobre Procedimientos para la
imposición de sanciones por infracciones de orden social y para los expedientes
liquidatorios de cuotas de la Seguridad Social:
Artículo 14. Contenido de las actas de infracción.
“b) Los hechos comprobados por el Inspector de Trabajo y Seguridad Social o
por el Subinspector de Empleo y Seguridad Social actuante, con expresión de los
relevantes a efectos de la tipificación de la infracción, los medios utilizados para la
comprobación de los hechos que fundamentan el acta, y los criterios en que se
fundamenta la graduación de la propuesta de sanción; asimismo, consignará si la
actuación ha sido mediante visita, comparecencia o por expediente administrativo.
d) Número de trabajadores de la empresa y número de trabajadores afectados
por la infracción, cuando tal requisito sirva para graduar la sanción o, en su caso,
calificar la infracción.”
Tal y como se desprende del Artículo 17. 1 Real Decreto 928/1998, de 14 de mayo,
Reglamento general sobre Procedimientos para la imposición de sanciones por
infracciones de orden social y para los expedientes liquidatorios de cuotas de la
Seguridad Social, que recoge la notificación de las actas de infracción y alegaciones
“Las actas de infracción serán notificadas al presunto sujeto o sujetos responsables
en el plazo de 10 días hábiles contados a partir del término de la actuación
inspectora, entendiéndose por ésta la de la fecha del acta, advirtiéndoles que podrán
formular escrito de alegaciones en el plazo de 15 días hábiles contados desde el
siguiente a su notificación, acompañado de la prueba que estimen pertinente, ante el
órgano competente para resolver el expediente”. En este caso el acta se notificó en
fecha 5 de Noviembre de 2007, realizándose el propio Acta en fecha 30 de Octubre de
2007, habiendo realizado la actividad inspectora los días 17 y 24 de Septiembre de
2007, por lo que se ha rebasado ampliamente el plazo de 10 días establecidos
legalmente. El informe remitido por la Inspección considera que no es competente
para la contestación de esta alegación, pues se desconoce la fecha de notificación del
acta y no se dispone del acuse de recibo. Esta parte discrepa de lo anteriormente
expuesto por la Inspección, por cuanto considera que si es competente por el mero
hecho de iniciar la acción inspectora y levantar el Acta de inspección que ha dado lugar
a este procedimiento sancionador.
Según lo establecido en el Artículo 63.1 y 3 de la Ley 30/1992, de la LRJAPyPAC, el cual
indica “Son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier
infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder”. No cabe duda
que el acto es anulable ya que ha se ha incurrido en la infracción del Artículo 17. 1 Real
Decreto 928/1998, de 14 de mayo, Reglamento general sobre Procedimientos para la
imposición de sanciones por infracciones de orden social y para los expedientes
liquidatorios de cuotas de la Seguridad Social.
A mayor abundamiento, hacemos nuestra la Jurisprudencia relativa a la nulidad de los
actos administrativos por omisión del procedimiento legalmente establecido,
considerando que:
“Para declarar la nulidad de la omisión del procedimiento legalmente
establecido, la misma se tiene que dar de forma clara, manifiesta y ostensible, lo que
supone que dentro del supuesto legal de nulidad, se comprenden los casos de ausencia
total de trámite o de seguir un procedimiento distinto (Sentencias del Tribunal
Supremo, de 17 de octubre de 2000, 10 de octubre de 1997, 21 de marzo de 1998).”
TERCERO.- La incoación del presente procedimiento administrativo sancionador es
contraria a los legítimos intereses del administrado y al ordenamiento jurídico en vigor.
Ello se debe a que el requerimiento formulado por el inspector actuante en su visita
del día ___________ se encontraba satisfecho en su integridad el día __________.
Así con respecto a los riesgos apreciados presuntamente en el Acta notificada a la
dicente, es preciso resaltar lo siguiente:
1.- En relación a las protecciones del patio inglés: es necesario poner en conocimiento
que en la parte de abajo del mismo se encontraba instalado un andamio que en las
fotografías que se adjuntan al Acta de Inspección no se aprecia. De igual manera la
altura, a diferencia de lo afirmado por el Acta; es inferior a dos metros.
Así las fotografías aportadas junto con el Acta de Inspección son claramente
insuficientes para considerarse prueba de cargo suficiente y válidamente para quebrar
la presunción de inocencia, por cuanto los medios de prueba aportados por la
Inspección no reflejan la realidad en que se encontraban las medidas de seguridad y
protección en esta zona de la obra.
2.- En relación a la protección del borde de los patios ingleses: es necesario mencionar
que los operarios se habían desenganchado sus cinturones de seguridad de forma
temporal; al ser necesario proceder al ajuste y apriete de las barras de tensión.
De modo que no se puede apreciar infracción al no existir riesgo para los trabajadores
mencionados.
En este sentido la Administración actuante no ha tenido en cuenta los documentos
aportados por el administrado en su escrito de alegaciones. Este hecho, que para la
Administración parece intrascendente, no lo es para los intereses del administrado,
debido a que, a tenor de lo expuesto en la notificación de la resolución del expediente
no se ha pronunciado acerca de la documentación que presentó el empresario en su
escrito de alegaciones, por lo que indirecta y tácitamente no ha considerado la
pertinencia de la prueba solicitada, estando establecido en el artículo 80. 3 de la
LRJAPyPAC, de forma clara y precisa que “El instructor del procedimiento sólo podrá
rechazar las pruebas propuestas por los interesados cuando sean manifiestamente
improcedentes o innecesarias, mediante resolución motivada”. Es por tanto necesaria
una resolución expresa por parte del órgano instructor, en relación con la
documentación aportada por el administrado, debido a que se están sustanciados
principios esenciales de cualquier procedimiento sancionador. A tenor de lo anterior,
hay que resaltar que dentro de la de la notificación de la resolución del expediente y
en su motivación no se ha hecho mención alguna a la documentación aportada, sin
posicionarse la Administración frente a los mismos, estando en este segundo caso
obligado por ley a motivar la innecesariedad de la prueba propuesta, extremo este que
no se encuentra recogido en la citada resolución. Por tanto, y a tenor de lo expuesto
anteriormente nos encontramos ante un caso claro y palmario de nulidad de pleno
derecho del acto administrativo, como así establece el artículo 62. 1 e) de la
LRJAPyPAC, el cual señala que “Los actos de las Administraciones Públicas son nulos
de pleno derecho en los casos siguientes: e) Los dictados prescindiendo total y
absolutamente del procedimiento legalmente establecido o de las normas que
contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos
colegiados”.
La Jurisprudencia contencioso-administrativa entiende la motivación como la exigencia
de exteriorización de las razones que sirven de fundamento a la decisión
administrativa; exteriorización necesaria para conocer la voluntad de la
Administración, tanto en aras de la debida defensa del administrado (que, de omitirse
la motivación, se vería privado de o, al menos, limitado en los medios y argumentos
defensivos), como del ulterior control judicial en caso de recurso contra el acto. De ahí
que considere la motivación como un medio de control de la causa del acto y, por
derivación, del procedimiento seguido para su adopción (STS de 15 de octubre de 1981
y 22 de marzo de 1983).
El cumplimiento del requisito formal de la motivación no exige la consignación de una
argumentación prolija, extensa y detallada, bastando con que sea racional y suficiente,
conteniendo desde luego las debidas referencias a los hechos y a los fundamentos de
Derecho (STS de 24 de mayo y 9 de junio de 1986, 31 de diciembre de 1988 y 4 de
noviembre de 1988 que admite la motivación por el procedimiento de aceptación de
informes o dictámenes). En cualquier caso, deben considerarse radicalmente
insuficientes las fórmulas genéricas y puramente formularias.
CUARTO.- El artículo 40 del Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de Agosto, por el que
se aprueba el Texto Refundido de la Ley sobre las Infracciones y Sanciones en el Orden
Social establece en su punto 2 que:
Las infracciones en materia de prevención de riesgos laborales se sancionarán:
a. Las leves, en su grado mínimo, con multa de 40 a 405 euros; en su grado
medio, de 406 a 815 euros; y en su grado máximo, de 816 a 2.045 euros.
b. Las graves con multa, en su grado mínimo, de 2.046 a 8.195 euros; en su
grado medio, de 8.196 a 20.490 euros; y en su grado máximo, de 20.491 a
40.985 euros.
c. Las muy graves con multa, en su grado mínimo de 40.986 a 163.955 euros; en
su grado medio de 163.956 a 409.890 euros; y en su grado máximo de
409.891 a 819.780 euros Las sanciones impuestas por infracciones muy
graves, una vez firmes, se harán públicas en la forma que se determine
reglamentariamente.
La Administración actuante ha procedido a imponer una sanción de __________ al
administrado, al considerarla GRAVE en grado MININO. Discrepamos profundamente
con la cuantificación de la sanción, debido a que tenemos que tener muy en cuenta
que el administrado procedió a rectificar todo aquello que se le requirió en fecha
_________, tal y como lo acredita la posterior visita realizada por el Inspector
actuante. Por ello consideramos que habida cuenta de la voluntad manifestada por el
administrado al rectificar lo interesado por el Inspector, la sanción aplicable sería en su
caso por importe de __________ euros, tal y como recoge el artículo 40 del RD 5/2000.
El órgano instructor no ha tenido en cuenta las alegaciones vertidas por el interesado
respecto a la graduación de la posible sanción impuesta. A este respecto hay que
señalar que el principio de proporcionalidad es un principio inherente al Estado de
Derecho, derivable de la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos
establecida en el art. 9. 3 CE. Su ámbito central de aplicación es justamente el de la
actividad administrativa de intervención de la de los ciudadanos, singularmente la de
policía del orden general. Demanda la adecuación de los medios empleados a los fines
perseguidos. Justamente por razón de su contenido resulta trascendente en el
Derecho sancionador administrativo, toda vez que lo normal es que éste regule las
sanciones de forma flexible, es decir, otorgando cierto margen de apreciación a la
Administración para la graduación de la sanción a la entidad de la infracción y de sus
efectos. En dicho Derecho debe significar adecuación entre la gravedad de la infracción
y sus efectos y de las consecuencias sancionatorias (en este sentido STC 154/1990, de
15 de octubre). Por ello mismo, la jurisprudencia del Tribunal Europeo de lo s Derechos
Humanos lo ha declarado principio del Derecho sancionador y nuestra jurisprudencia
contencioso-administrativa lo declara y aplica, con claridad y decisión, ejerciendo un
control sobre la actividad administrativa de los hechos determinantes y, sobre todo, de
fijación de la sanción. La base para el control la proporciona la negación de
discrecionalidad a la potestad administrativa sancionadora. En este sentido: STS de 3
de febrero, 24 de octubre y 21 y 29 de diciembre de 1984, 19 de abril de 1985 y 29 de
diciembre de 1987; extendiendo el principio a la potestad disciplinaria STS de 13 de
mayo de 1986.
El interesado en su escrito de alegaciones, indicó que en caso de producirse sanción al
respecto, la Administración de conformidad con el artículo 131 de la LRJAPyPAC,
guardaría la debida adecuación entre la gravedad de los hechos y la sanción aplicable.
Esa adecuación tiene su base en la existencia de una serie de criterios como son la
intencionalidad del administrado, trascendencia social o perjuicio relevante, situación
de riesgo para cualquier persona, así como la reincidencia en la comisión de
infracciones de la misma naturaleza.
Es importante señalar, al respecto que constituye un deber, como así lo contiene el
citado artículo, que la Administración actuante gradué de forma adecuada los hechos y
sanción aplicable, pero en este caso nos encontramos con el hecho consumado de la
actuación arbitraria de la Administración, no teniendo en cuenta lo mas mínimo, los
criterios recogidos en la LRJAPyPAC, ya que la Administración no ha constatado que el
administrado haya sido reincidente. Para la aplicación de estos criterios, la
Administración no tiene que esperar a que concurran todos a la vez, sino que con la
existencia de uno de ellos, se encuentra obligada a graduar la sanción, volviendo a lo
antes dicho, no se ha constatado la reincidencia, aun más tampoco conocemos la
naturaleza de los perjuicios causados, como lo establece la letra b) del punto 3 del
artículo 131, y es más tampoco hay constancia por parte de la Administración de la
intencionalidad del administrado, como lo recoge la letra a) del mismo apartado y
artículo. Por todo ello, debemos indicar que la Administración no ha actuado conforme
con lo establecido legalmente, y consideramos que al administrado, le son de
aplicación los criterios de graduación de sanciones recogidos en el artículo 131 de la
LRJAPyPAC, hay que indicar que no habiendo constatado la Administración otros
elementos concurrentes para aumentar la sanción cabe más que imponer el mínimo
de la misma, es. Además es de mencionar el hecho de que la Administración actuante
considera que las alegaciones efectuadas por el administrado no desvirtúan los hechos
imputados, sin que la Administración haya probado que no concurren criterios de
graduación de la sanción, sin que el administrado tenga la obligación de probarlos, ya
que corresponde a la Administración probar la inexistencia de los mismos como así lo
recoge el artículo 1214 del CC. También hay que señalar el artículo 1215 del CC, en el
cual se establece que las pruebas se pueden hacer valer a través de presunciones, de
acuerdo con esto, el administrado considera que hay indicios suficientes para que la
Administración gradué la sanción hasta la cuantía mínima, debido a que no se ha
constatado o demostrado que el administrado no haya cumplido los requisitos
establecidos para graduar la sanción que le ha recaído injustamente.
QUINTO.- El examen de las actuaciones practicadas en el procedimiento sancionador
que es objeto del presente recurso pone de manifiesto que entre el Acta y la fecha de
notificación de la Resolución sancionadora, ha transcurrido, con exceso, el plazo
máximo para resolver que es de seis meses, conforme al artículo 42. 5 c) de la Ley de
Régimen Jurídico de Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo
Común, sin que procede aplicar interrupciones en su cómputo por causas imputables
al interesado, lo que determina la caducidad del procedimiento, por lo que el órgano
competente para dictar la resolución debió declarar caducado el procedimiento y, sin
más trámites, disponer el archivo de las actuaciones, sin perjuicio de la posibilidad de
iniciar uno nuevo si la infracción no hubiera prescrito. En este sentido el artículo 20. 3
del Real Decreto 928/1998, de 14 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento
general sobre procedimientos para la imposición de sanciones por infracciones de
orden social y para los expedientes liquidatorios de cuotas de la Seguridad Social,
establece:
“3. Si no hubiese recaído resolución transcurridos seis meses desde la fecha del
acta, sin cómputo de. las interrupciones por causas imputables a los interesados o de
la suspensión del procedimiento a que se refiere este Reglamento, se iniciará el
cómputo del plazo de treinta días establecido en el artículo 43.4 de la Ley de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
Transcurrido el plazo de caducidad el órgano competente emitirá, a solicitud del
interesado, certificación en la que conste que ha caducado el procedimiento y se ha
procedido al archivo de actuaciones”.
SEXTO.- El administrado se encuentra en una posición de indefensión ante las
manifestaciones consignadas en el acta de inspección, de tal forma que de estas no se
puede solicitar o realizar prueba efectiva, por tanto nos encontramos ante
afirmaciones vertidas por el inspector en el acta imposible de probar, ya que se someta
al administrado a una prueba diabólica. De las manifestaciones contenidas en el acta
de inspección no se desprenden las obligaciones incumplidas de la empresa
______________, no se constatan cuales han sido, ni tampoco se enumeran
únicamente se manifiestan de forma genérica, sin especificar cuales son las carencias
de formación del trabajador accidentado.
“que es también reiterada la jurisprudencia de este Tribunal que ha limitado el valor atribuible a las
Actas de la Inspección, limitando la presunción de certeza a sólo los hechos que por su objetividad son
susceptibles de percepción directa por el Inspector, o a los inmediatamente deducibles de aquéllos o
acreditados por medios de prueba consignados en la propia acta como pueden ser documentos o
declaraciones incorporadas a la misma (sentencia de 24 de junio de 1.991). Estos criterios de aplicación
jurisprudencial han sido ratificados en la Sentencia de la Sala Tercera, Sección Primera de 18-12-1995, al
resolver un recurso de revisión.” TS (S. 05/10/1998).
En el presente caso el acta de infracción, que daría lugar al procedimiento
sancionador, no señala los hechos constatados por el Inspector actuante, no
destacando los relevantes a los efectos de la tipificación de la infracción y graduación
de la sanción; sin embargo si señala las infracciones presuntamente cometidas, de
forma genérica y sin precisar extremos importantísimos, como son la formación e
información que precisa el trabajador para el desarrollo de la actividad que
desempeñaba el trabajador; y efectúa la propuesta de sanción, su graduación y
cuantificación. De lo anteriormente expuesto, se desprende que del acta de Inspección
no se proyecta la presunción de veracidad de las mismas, debido a que no ha habido
una percepción directa, ni tampoco un constatación de hechos directos por parte del
Inspector, que únicamente señala los preceptos infringidos, sin precisar, las carencias
por él observadas de formación e información, en relación con las tareas que efectúa
el trabajador accidentado.
“Como se dijo en sentencia de esta Sala de 6 de mayo de 1996, y más recientemente en la sentencia de
6 de marzo de 1998, se plantea de nuevo el problema del alcance de la presunción de veracidad de las
actas, siendo reiterada la doctrina de este Tribunal, al interpretar el art. 52.2 de la Ley 8/88, que viene
señalando, de forma extractada, que la presunción de veracidad atribuida a las Actas de Inspección se
encuentra en la imparcialidad y especialización que, en principio, debe reconocerse al Inspector
actuante (sentencias, entre otras, de 18 de enero y 18 de marzo de 1991). Y es también reiterada la
jurisprudencia de este Tribunal que ha limitado el valor atribuible a las Actas de la Inspección, limitando
la presunción de certeza a sólo los hechos que por su objetividad son susceptibles de percepción directa
por el Inspector o a los inmediatamente deducibles de aquéllos o acreditados por medios de prueba
consignados en la propia acta como pueden ser documentos o declaración es incorporadas a la misma
(sentencia de 24 de junio de 1991). Doctrina que ha sido ratificada por la Sentencia de la Sección 1ª de
esta Sala Tercera, de 18 de diciembre de 1995, dictada en el recurso extraordinario de revisión nº
6.904/92”. TS (S. 23/03/1998).
En consecuencia el acta de infracción impugnada no es consecuencia directa de la
apreciación personal del Inspector, que, comprueba los hechos que describe, por lo
que, ante la falta de circunstanciación detallada en el acta de infracción, sobre la falta
de información, así como de la falta de formación, debe entenderse que ésta adolece
de los mínimos elementos probatorios.
“De la aplicación de la doctrina jurisprudencial expuesta al supuesto que nos ocupa resulta que no está
acreditado el hecho al que se anuda el levantamiento del acta. Como ya dijo esta Sala en su sentencia de
21 de marzo de 1997, la Administración tendría que haber acreditado que no se prestaba la formación
precisa a las trabajadoras, ya que el acta de liquidación se levanta por tal motivo, y tal circunstancia no
queda constatada.” TS (S. 06/03/1998).
En efecto, el Inspector giró la visita que refleja el acta el 11/02/2002, sin comprobar
como se deduce del Acta, ya que no se refleja este extremo en la misma, si se ha
proporcionado o no formación e información al trabajador accidentado en particular, o
al resto en general, máxime cuando no consta que se hubiera efectuado ninguna otra
inspección anterior realizada para constatar este extremo. Por tanto, no hay un reflejo
válido circunstanciado al que poder anudar con carácter de presunción "iuris tantum"
la ausencia de la formación cuestionada.
Asimismo, hay que insistir en el hecho de que el Inspector no ha constatado en el Acta
que la mercantil _________________ no ha cumplido la obligación del empresario de
protección eficaz del trabajador en su trabajo, no ha probado que la empresa no ha
cumplido con su obligación genérica protección del trabajador. En el Acta impugnada
no se han consignado las mínimas averiguaciones, relativas a la posesión y puesta a
disposición de los trabajadores cuando los mismos lo requiriesen, de la documentación
informativa de la máquina _____________. Además hay que resaltar como un hecho
importantísimo que la empresa tiene realizado y presentado el plan de prevención de
riesgos laborales.
En virtud de lo expuesto, y de conformidad con lo establecido en los artículos 107 y
114 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, conforme a la redacción dada por Ley
4/1999, de 13 de enero, SOLICITA AL EXCMO. SR. CONSEJERO DE EMPLEO Y MUJER
DE LA COMUNIDAD DE _________________:
Que tenga por interpuesto el presente RECURSO DE ALZADA, dentro del plazo
establecido y tras las actuaciones que sean necesarias de conformidad con las normas
de procedimiento y sustantivas aplicables, se dicte resolución en la se declare la
invalidez de la resolución que se impugna y el archivo de las actuaciones practicadas,
sin perjuicio de la posible interposición de los demás recursos que se tengan por
conveniente.
Que, subsidiariamente, en caso de no estimar la pretensión formulada en el párrafo
anterior, se acuerde rebajar la cuantía de la multa inicialmente propuesta para
adecuarla al principio de proporcionalidad vigente en esta materia, sin perjuicio de la
posible interposición de los demás recursos que se tenga por conveniente.
Lo que pido en justicia en ___________________-.
Fdo.
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