ADA BALCÁCER: MAESTRÍA Y OSADÍA DE UNA ARTISTA EXCEPCIONAL. Figura cimera del arte nacional y latinoamericano. ` Por Myrna Guerrero* Ada Balcácer es reconocida dibujante, diseñadora, grabadista, pintora, muralista, gestora cultural, teórica y profesora que ha diseminado sus saberes y experiencias en varios puntos de la República Dominicana, el Caribe, América Latina, Europa y los Estados Unidos, donde reside en la actualidad. Se trata de una personalidad artística de dimensión caribeña cuyos planteamientos estéticos, teóricos y la calidad de sus realizaciones la convierten en figura imprescindible en la historia del arte del Caribe y Latinoamérica. BREVE HOJA DE VIDA. LOS AÑOS DE FORMACIÓN. Ada Balcácer es mujer, de piel negra, nacida en la pobreza de padres que creían en la importancia de la educación para la superación humana. Nació en Santo Domingo, el 16 de junio de 1930, en la Villa de San Carlos de Tenerife, y vivió en Villa Francisca, dos barrios populares de la capital dominicana. Sus primeros años de infancia transcurrieron entre Santo Domingo y San Juan de la Maguana, la tierra de Anacaona y Canoabo -cacique taíno de Maguana- y de Olivorio Mateo, el rebelde curandero de principios del siglo XX que el tiempo ha transformado en mito mágico-religioso dominicano. Creció al amparo de su abuelo Catedral de los Santos, miembro de la Cofradía del Espíritu Santo y mayoral de la finca de Domingo Rodríguez y sus descendientes durante tres generaciones. Gracias a la sólida educación inicial recibida ingresó a la educación formal directamente en el cuarto curso de primaria. Entonces se estableció en Santo Domingo definitivamente pero mantuvo el vínculo con San Juan de la Maguana, que se convirtió entonces en su residencia vacacional. De sus maestras iniciales, las hermanas Cambero, Matilde García de Ricart y Musetta Peynado -todas formadas en el método pedagógico de Eugenio María de Hostos de educación liberadora- aprendió Ada Balcácer a conquistar espacios y libertad, aunando trabajo, disciplina y excelencia. Positivista y pragmática, intuitiva y suspicaz, la joven estudiante leía con avidez a clásicos y contemporáneos, aprendió a amar la poesía y asimiló la importancia de aunar oficio y formación intelectual como instrumentos de los pueblos para salir de la pobreza, principio que retomaría posteriormente en un exitoso proyecto de formación y creación para mujeres desposeídas. La inquieta adolescente soñaba con ser médica cirujana. Un hecho cambió su vida y alteró sus planes profesionales. Durante las vacaciones de la Semana Santa de 1946, en un accidente, perdió el brazo izquierdo. Había acordado con sus amigas de infancia asistir juntas al desfile del Domingo de Ramos en San Juan de la Maguana. La adolescente Ada Balcácer montaba un caballo, se deslizó con la silla, se golpeó con un contén de la calle y se fracturó la muñeca. Una jugada del destino le hizo perder el brazo izquierdo fracturado y convertirse en pintora, como el gran muralista mexicano José Clemente Orozco quien, igualmente, solo tenía el brazo derecho. “…Cuando perdí el brazo estuve como dos meses desorientada en mis decisiones. Una amiga me empujó hacia Bellas Artes. Y encontré mi destino…” Ada Balcácer, 2011. Afianzada en esa formación hostosiana con la que aprendió a aprender, en Ada Balcácer se encarna un espíritu de búsquedas constantes y transformación de limitaciones en 2 fortalezas. La observación crítica es uno de sus pilares. Observa minuciosamente cuanto le rodea y conforma su esencia: tradiciones, paisaje, naturaleza, ser humano, el acontecer social, los movimientos políticos, las esperanzas y frustraciones de la mujer en particular y de la sociedad en la que se desenvuelve. Unas destrezas iniciales para el dibujo se transformaron en fuente de creatividad permanente con las orientaciones de dibujo de Manolo Pascual, la pintura de Josep Gausachs y Gilberto Hernández Ortega y el gesto del pincel de Celeste Woss y Gil, en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo, academia de donde egresó en el 1951. El trazo, el gesto y el pigmento se moldean en sus dedos a voluntad. Estudia, participa, analiza con el microscopio de un científico clínico, lo engulle todo para entonces retornar sus resultados en líneas, formas y colores propios y distintivos. Circunstancias personales le ofrecieron nuevas oportunidades de crecimiento en su formación artística. Gracias al matrimonio con un jugador de béisbol pudo viajar a Puerto Rico. Allí pudo compartir con artistas como Eugenio Fernández Granell en el Taller Mural de la Universidad de Puerto Rico y participar con José Alicea y Rafael Trufiño en la Primera Bienal del Ateneo de Puerto Rico. De San Juan viajó a los Estados Unidos de América y se estableció en Nueva York, donde permaneció hasta 1961 trabajando como diseñadora textil lo que la convirtió en la primera diseñadora textil dominicana. Unos años más tarde, la visita al taller de Mauricio Lasansky en Iowa -considerado el padre del grabado contemporáneo-, le pemitió ensanchar nueva vez su horizonte plástico y formativo. 3 Hija, esposa, madre, amante, revolucionaria, tenaz, mujer total y totalizadora, tan sensible y tierna como dura y voraz, generosa y solidaria, en Ada Balcácer tenemos a un ser humano excepcional. EVOLUCIÓN Y DESARROLLO DE UNA OBRA SINGULAR. Ada Balcácer posee una recia formación académica ejercitada a través de setenta años de trabajo permanente con destrezas excepcionales para el dibujo, la gráfica y el grabado. Su obra Intención gráfica. 1966. Primer Premio Dibujo Concurso de Arte Eduardo León Jimenes es obra fundamental en la liberación del dibujo como lenguaje expresivo en sí mismo en el arte dominicano. Su producción de los años sesenta, Mitos y leyendas del Caribe, recupera la memoria oral y tradiciones y le crea registros visuales que han quedado fijados en el imaginario dominicano tales como sus series de Señas, Taticas, Bacá derribando el mito y Robalagallina, Rey del carnaval. Orgullosa de sus ancestros africanos Ada Balcácer elabora un discurso plástico donde afloran reminiscencias de máscaras africanas entremezcladas con elementos de la imaginería mítica de las primeras culturas mediterráneas que dan forma a contenido imbricados en la mitología dominicana. Posteriormente introduce a su producción investigaciones en torno a las formas y sus relaciones espaciales que derivan en la serie Espacios participantes (1970) y, en 1979, la devastación ambiental producida por el Huracán David provoca la orientación de su 4 mirada hacia el paisaje e inicia un recorrido de varias décadas en las que desentrañó las formas y colores tropicales en la vegetación, serie Palmira (1979-85) y la luz, serie Ensayos de Luz (1986-2000). Para esos años, al conjugar su experiencia gráfica con el convencimiento de la necesidad de popularizar el arte realizó varias series de serigrafías con las temáticas de la flora y la fauna nativas, en un esfuerzo de revalorización de nuestras flores, aves y frutas. Una obra de este período, el Mago del Paisaje, fue elegida por la ONU en 1989 para un sello conmemorativo del Banco Mundial, obra que ha recorrido el mundo llevando consigo el paisaje tropical, la luminosidad del Caribe y la diversidad de los ecosistemas de la República Dominicana. En su devenir creativo ha aportado obras emblemáticas a la pintura nacional e internacional tales como el Bacá derribando el mito, El Bacá azul sus Palmiras y sus Ensayos de Luz, verdaderos poemas visuales a la luminosidad, el espacio y el color tropicales. ADA BALCÁCER, MAESTRA EN TODA CIRCUNSTANCIA Graduada de maestra de primera enseñanza en el 1947 y de maestra de dibujo en el 1951 durante la década del setenta Ada Balcácer compartió su labor creativa con la práctica docente, tanto en la cátedra de grabado en la Escuela Nacional de Bellas Artes como en la cátedra de dibujo en la carrera de arquitectura de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, experiencia esta última que fue determinante para la producción de su serie Espacios Participantes (1973-78). 5 Su condición de formadora intrínseca le ha llevado desarrollar importantes aportes teóricos para las artes visuales del Caribe. Ada Balcácer ha dotado sus investigaciones plásticas Espacios participantes y Ensayos de luz tropical de fundamentaciones teóricas que proponen el establecimiento de una Academia de Luz tropical donde se analicen y transcriban las particularidades de la luz en el trópico y sus diferenciaciones con las teorías del color tradicionales aplicadas en las academias de arte. Hasta el momento es el único artista dominicano que ha elaborado teorías para su obra. ADA BALCÁCER Y EL MURAL Muralista de primer orden su obra Palmira va al Citibank resultó galardonada en el concurso convocado por el Citibank 1983. Ada Balcácer ha recibido además múltiples encargos de arte público en las ciudades de Nueva York, Puerto Plata y Santo Domingo, patrimonio artístico hoy perdido o en muy malas condiciones de conservación. La excepción la constituye el mural La eterna primavera, realizado en el 2008 para la Cámara de Diputados de la República Dominicana estupendo trabajo mural donde la artista canta a la vida y a la libertad, mantenido en óptimas condiciones. ADA BALCÁCER, MUJER COMPROMETIDA. Junto a sus actividades creativas y docentes Ada Balcácer ha desarrollado una permanente labor de compromiso social y político. Se integró al Frente Cultural junto a Silvano Lora y Ramón Oviedo durante la Revolución de Abril de 1965. Única mujer y alentadora principal del grupo artístico PROYECTA (1968), colectivo conformado junto a Domingo Liz, Fernando Peña Defilló, Leopoldo Pérez, Thimo Pimentel, Gaspar Mario Cruz, Félix Gontier y Ramón Oviedo. 6 Una década más tarde sus preocupaciones por el bienestar y superación de las mujeres en situación de pobreza la llevan a incorporarse como voluntaria al proyecto de desarrollo artesanal de la Fundación Dominicana de Desarrollo en las comunidades de Higüerito y Reparadero, en Moca. En el mismo 1979 diseñó y desarrolló el proyecto artesanal Mujeres Aplicadas a la Industria (MAI) que tenía como objetivo dotar a mujeres de un oficio que les permitiera ganar su sustento y salir de la pobreza. Desde los años noventa Ada Balcácer ha invertido parte de su energía en la consolidación y posicionamiento nacional e internacional del arte dominicano, al desarrollar la propuesta de la Casa Jardín de Ada Balcácer (1996-2000) y, actualidad, en la Abro Gallery (2008) en la ciudad de Miami, desde donde realiza una actividad permanente de difusión y promoción internacional del arte dominicano. ADA SUELTA SUS ALAS Desde el año 2000 Ada Balcácer estableció su residencia en Miami, Florida, Estados Unidos, donde continúa sus investigaciones cromáticas y formales incursionando, con nuevos temas, recursos pictóricos y técnicas en temas como Nympheas (2001-2010) y Subtropical (2010). Alerta a cuanto acontece en el orden internacional y escudriñadora de las particularidades socio culturales de su nuevo hábitat la Balcácer es capaz de sorprendernos de nuevo con una lozanía, experimentaciones y arrojo propias de una juventud renovada. La línea de trazo firme y decidido, con un pulso certero que delinea las formas en el espacio -papel o tela- y las hace dialogar entre sí y con el espectador, la multiplicación de líneas ensortijadas, el dominio de la punta seca, del carboncillo y la acuarela, la osadía en la aplicación del pigmento, el uso del collage y del intaglio, constituyen 7 constantes formales que se suceden a lo largo de la producción artística de Ada Balcácer. La provocación, la sublevación, la recuperación de la memoria oral, el rescate de la memoria visual del paisaje tropical, el éxtasis ante el paisaje insular-caribeño, la codificación de la luz del trópico, el replanteamiento de códices de la infancia y la asimilación de nuevos contextos proporcionan los temas a una mujer-artistaexcepcional, solidaria y generosa, identificada siempre con su tiempo-espacio vital. Julio 2011 *Myrna Guerrero Villalona es artista visual, historiadora y crítica de arte. Miembro de la Asociación Dominicana de Críticos de Arte (ADCA) y de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA). En la actualidad es Directora del Museo Bellapart en Santo Domingo, República Dominicana 8