breve análisis del mercado del trabajo

Coyuntura Laboral nº 100/Febrero 2012
BREVE ANÁLISIS DEL MERCADO DE TRABAJO
El año 2011 comenzó con una suave recuperación de la economía, que tuvo su
reflejo en un comportamiento algo más favorable del mercado de trabajo,
llegando incluso a aumentar el empleo y a caer el desempleo en el segundo
trimestre. Sin embargo, a partir del tercer trimestre este proceso se detuvo,
para invertirse de forma patente y manifiesta al finalizar el año.
De acuerdo con las cifras de la Contabilidad Nacional Trimestral del Instituto
Nacional de Estadística, la economía española habría crecido en el año 2011
un 0,7%. No obstante, han sido los dos primeros trimestres los más dinámicos,
con crecimientos intertrimestrales del 0,4% y del 0,2%, mientras que a partir
del tercero se estanca, registrándose en el cuarto trimestre un descenso del
0,3%, después de seis trimestres consecutivos de crecimiento, desde el primer
trimestre de 2010. Paralelamente, el empleo, expresado en puestos de
trabajo equivalente a tiempo completo, desciende en media anual un 2,0%,
así como el número de horas efectivamente trabajadas, un 1,0%, en un
contexto de crecimiento de la productividad, 2,8%, y de reducción de los
costes laborales unitarios, en un 1,9%.
Al comenzar el año 2012, los organismos internacionales han revisado a la
baja las perspectivas de crecimiento. Todos ellos ponen de manifiesto la
situación actual de incertidumbre y el posible riesgo de que las economías
vuelvan a caer en un proceso de recesión. En el caso de España, el Banco de
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España ha publicado sus previsiones revisadas para los dos próximos años,
estimando para el año 2012 un descenso del PIB del 1,5%, acompañado de
una caída del empleo del 3,0% y una subida de la tasa de paro hasta el
23,4%, para iniciarse la recuperación, si bien muy lentamente, a partir de la
segunda mitad del año 2013. Estas previsiones, se han elaborado en un
escenario macroeconómico basado en el cumplimiento estricto de los objetivos
de consolidación fiscal para 2012 y 2013 derivados de los compromisos con
la Unión Europea. Reflejan, asimismo, el impacto negativo que está teniendo
la política de ajuste en la economía española, así como el débil crecimiento
presentado por las economías europeas, en especial de la zona euro.
La Encuesta de Población Activa refleja esta situación. Mientras que hasta el
verano se redujo sustancialmente el ritmo de caída del empleo y de aumento
del paro, en un contexto de lenta incorporación de población activa al
mercado de trabajo, a partir del tercer trimestre y, de forma más acusada,
en el cuarto trimestre, coincidiendo con el retroceso observado en la actividad
económica, se ha registrado una caída intensa del empleo y un fuerte
incremento del paro.
El resultado, no obstante, como consecuencia del comportamiento más
favorable observado en la primera mitad del año, ha sido, en términos de
medias anuales, mejor a los registrados en años anteriores. En este sentido, en
el conjunto del año 2011 se perdieron 352.000 puestos de trabajo, lo que
supuso una caída de un 1,9% respecto al año 2010, y el paro aumentó en
367.000, un 7,9%. En el año 2009, año en que la crisis se manifestó con
mayor intensidad, el empleo se redujo en 1.370.000, un 6,8%, y el paro
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aumentó en 1.559.000, un 60,2%, mientras que en 2010 el empleo descendió
en 431.000, un 2,3%, y el paro aumentó en 483.000, un 11,6%.
El ajuste en el mercado de trabajo, no obstante, está siendo desigual, de
forma que más de los cuatro quintas partes del empleo perdido desde que se
inició la crisis ha sido entre los jóvenes y entre los hombres, así como en los
niveles de estudios bajo y, casi la mitad, en el sector de la construcción.
Al terminar el año 2011, en el cuarto trimestre, la población activa se
mantiene en unos niveles estables, 23.081.200, mientras que la población
ocupada desciende por debajo de los dieciocho millones, situándose en
17.807.500, a la vez que la población en desempleo supera los cinco
millones, 5.273.600.
En términos de tasas, para la población de 16 a 64 años la tasa de actividad
se estabiliza en el 74,8%, mientras que la tasa de empleo baja casi dos
puntos con respecto al nivel alcanzado hace un año, situándose en el 57,6%, a
la vez que la tasa de paro sube dos puntos y medio, hasta el 22,9% sobre la
población activa.
De acuerdo con los criterios de la Estrategia Europa 2020, para la población
de 20 a 64 años la tasa de empleo se sitúa en el 60,7%, el 54,9% en el caso
de las mujeres, en contraste con los objetivos marcados para el año 2020, el
74% y el 68,5%, respectivamente, según se recoge en el Programa Nacional
de Reformas de España 2011.
Si se analiza la evolución de la población activa durante el año 2011se
observa que, a pesar de la contracción del mercado de trabajo, ha
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continuado el proceso de incorporación de población activa, si bien,
exclusivamente entre las mujeres mayores de 30 años, 270.000 en cifras
medias anuales, y entre la población con estudios superiores (205.000), ya
que entre los hombres y entre la población joven, así como entre aquéllos con
un nivel de estudios bajo y medio, desciende sin interrupción.
La tasa de actividad, sin embargo, sigue siendo elevada entre las edades
centrales, alcanzado los niveles más altos los varones de 30 a 54 años, el
93,3%, y las mujeres de 25 a 29 años, con el 83,5%.
En relación con la población ocupada, en el último trimestre de 2011 se ha
acelerado la caída del empleo, con la pérdida de 600.000 puestos de
trabajo respecto a un año antes, cuantía muy superior a las registradas en los
trimestres anteriores, tan solo equiparable a la registrada en el primer
trimestre de 2010, cuando el empleo descendió en casi setecientos mil.
Siguiendo la tendencia observada desde que se inició la crisis, la mayor parte
del empleo perdido en el último año se registra entre los hombres, para los
que desciende en 404.000, y entre los trabajadores de hasta 29 años
(357.000), junto con los de 30 a 34 años (185.000). Se registra, también, un
descenso importante en construcción (296.000), entre los asalariados
indefinidos (389.000), los cuales toman el relevo frente a los temporales para
los que desciende en algo menos de cien mil, entre los asalariados del sector
privado (485.000) y entre los asalariados a tiempo completo (470.000).
En el último año, los únicos colectivos para los que el empleo aumenta es el de
los mayores de 50 años (86.000), en su mayoría mujeres, entre los que tienen
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un nivel de estudios superior (17.000) y entre los empresarios sin asalariados
(7.000), mientras que para el resto de colectivos desciende. Por ramas de
actividad, sin embargo, aumenta en varias de ellas, en Agricultura, en
Suministro de agua, en Hostelería, en Comunicaciones, en Actividades
inmobiliarias, en Educación y en Sanitarias, si bien en pequeña cuantía.
Trimestralmente, en el cuarto trimestre de 2011 el empleo ha descendido en
349.000 personas. El descenso se concentra, como viene sucediendo desde
que se inició la crisis, con algunas excepciones, entre lo hombres (228.000),
entre los jóvenes de hasta 29 años (215.000), en los niveles de estudios bajos
y medios aunque también desciende en el nivel alto, entre los asalariados del
sector privado (266.000), entre los temporales (246.000) y entre los
asalariados con jornada a tiempo completo (390.000). Sectorialmente,
desciende más intensamente en el sector servicios (306.000) y en construcción
(94.000).
Por el contrario, a lo largo del último trimestre el empleo aumenta únicamente
entre las mujeres de 45 a 54 años (17.000) y los hombres de 55 y más
(5.000), entre los empresarios sin asalariados (26.000) y entre los ocupados a
tiempo parcial (60.000).
En cuanto a la evolución de la población en desempleo, al igual que ha
sucedido con la población ocupada, en el último trimestre se ha acelerado el
ritmo de aumento del paro, después de trimestres consecutivos de
desaceleración, registrándose 295.000 parados más que en el trimestre
anterior y 577.000 en relación con un año antes.
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En el último año el paro ha aumentado de forma generalizada, en cuantías
similares entre hombres y mujeres. Los aumentos han sido más intensos entre la
población de edad intermedia de 25 a 54 años, con 470.000 parados más,
entre los que tienen un nivel de estudios medio (270.000) y alto (168.000), en
los sectores no agrarios de la economía (220.000) y entre los que perdieron
su empleo hace más de un año (270.000). Se observa, asimismo, una
prolongación del tiempo de permanencia en paro y una mayor incidencia del
paro de larga duración. En este sentido, la mitad de los parados, el 50%,
llevan en esta situación más de un año, porcentaje que en el caso de los
jóvenes se eleva al 44%. Del total de PLDs, la mayoría ha trabajado
anteriormente, el 83%, si bien este porcentaje es inferior al de hace un año
(93%).
Trimestralmente, el paro ha aumentado más entre los hombres que entre las
mujeres, 166.000 frente a 129.000, entre los mayores de 25 años, más
intensamente entre los trabajadores de 25 a 54 años (287.000), en la
medida que es este grupo de edad el que tiene un mayor peso sobre la
población activa dentro del mercado de trabajo, y en los sectores no agrarios
de la economía (151.000) y, al igual que ha sucedido en términos anuales,
entre los que perdieron su empleo hace más de un año (202.000). El paro ha
descendido, sin embargo, en agricultura (42.000) y entre los que buscan su
primer empleo (15.000).
Territorialmente, todas las Comunidades Autónomas presentan descensos en el
nivel de empleo y aumentos del paro, más elevados en Baleares, Cataluña y
Madrid, si bien son estas Comunidades Autónomas las que presentan una
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mayor actividad dentro del mercado de trabajo con unas tasas de empleo
mas elevadas, junto con Navarra y País Vasco, superiores a la media, y unas
tasas de paro relativamente más bajas, por debajo del 20%, a excepción de
Baleares donde alcanza ya el 25,2%.
En relación con la población extranjera, ante las dificultades observadas en el
mercado de trabajo, están siendo los extranjeros los que concentran la
totalidad de la caída de la población activa frente a la población española,
para la que se mantiene. Paralelamente, presentan un ritmo de caída de la
población ocupada muy superior, mientras que el paro aumenta en una
proporción similar. Como resultado, a lo largo del año 2011 se ha producido
una aproximación de la tasa de empleo con la presentada por el conjunto de
la población, apenas tres puntos superior, frente al inicio de la crisis, cuando
esas diferencias eran de más de doce puntos a favor de los extranjeros. La
tasa de paro, sin embargo, es significativamente más elevada, alcanzando
casi el 35%.
Las otras fuentes estadísticas sobre el mercado de trabajo en el año 2011
muestran unos comportamientos similares a los estimados por la EPA: una
pequeña recuperación de la economía a lo largo del primer semestre,
creándose incluso empleo y reduciéndose el paro en el segundo, y, a partir
del tercer trimestre, un estancamiento acompañado con un fuerte retroceso
dentro del mercado de trabajo, de mayor intensidad al finalizar el año.
La Encuesta de Coyuntura Laboral, relativa al tercer trimestre, último dato
disponible, mostraba una caída del empleo en el último año de 283.600 y de
86.200 en relación con el trimestre anterior, si bien de menor cuantía que la
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reflejada por la EPA, a la vez que las previsiones declaradas por las
empresas en el corto plazo seguían siendo negativas respecto a la evolución
del empleo.
En cuanto al número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, ha
presentado una tendencia descendente a lo largo del año, si bien en términos
de medias anuales la tasa de caída ha sido menor: 1,5% frente a 1,9% en
2010. Al terminar el año, el número de trabajadores afiliados se sitúa en
17.111.800. En enero de 2012 ha vuelto a descender, situándose por debajo
de los diecisiete millones, en 16.946.200.
Respecto a las empresas inscritas en la Seguridad Social, entre febrero y julio
aumentan para descender en los meses restantes. Al terminar el año 2011
hay 1.210.527 empresas inscritas, treinta mil menos que en 2010. La mayoría
de ellas son empresas con menos de 6 trabajadores, el 78%, y únicamente el
0,4% son empresas con más de 249 trabajadores.
En relación con la evolución de la contratación durante el año 2011, si bien
hasta el verano ha presentado pequeñas oscilaciones, a partir de octubre
comienza a acumular descensos sucesivos. En el conjunto del año 2011 se han
registrado en los Servicios Públicos de Empleo 14.433.232 contratos, apenas
dieciséis mil contratos más que el año 2010. De ellos, la mayoría, el 92%, han
sido temporales, y el 31% contratos a tiempo parcial, observándose una
tendencia hacia jornadas de trabajo más reducidas. El año 2012 ha
comenzado con un descenso en la contratación, registrándose en enero
1.038.601 contratos, 77.000 menos que en enero de 2011. El paro
registrado, por su parte, ha ido acumulando incrementos sucesivos, con la
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excepción de los cuatro meses centrales del año, entre abril y julio,
alcanzando en enero de 2012 los 4.599.800 personas en desempleo.
El 25 de enero los interlocutores sociales firmaron el Acuerdo para el Empleo y
la Negociación Colectiva 2012, 2013 y 2014 (AENC), estableciendo las
pautas a seguir en la negociación colectiva en los tres próximos años, con una
vigencia hasta el año 2014. El Acuerdo recoge el compromiso firme por la
moderación salarial y la distribución de beneficios, así como la promoción de
la flexibilidad interna en los convenios, como mecanismo de ajuste en la
coyuntura actual, para promover una mayor estabilidad en el empleo frente
al despido.
En materia salarial, se recomienda que los incrementos salariales pactados no
excedan el 0,5% en el año 2012, el 0,6% en 2013, ajustándose en el año
2014 al ritmo de actividad de la economía española sin superar el 1,5%, a la
vez que se establece un vínculo más estrecho con la evolución de la
productividad y de los resultados de la empresa. Se recoge, asimismo, la
posibilidad de inaplicar temporalmente, no solo los incrementos salariales
pactados en el convenio colectivo de referencia, sino lo relativo a las
condiciones de trabajo, en relación con el horario y la distribución de jornada,
el trabajo a turnos, el sistema de remuneración, el sistema de trabajo y
rendimiento, así como las funciones, para promover la flexibilidad interna y
evitar el despido, cuando la situación y las perspectivas económicas de la
empresa se vea afectada negativamente, en el actual contexto excepcional
de la economía española.
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Posteriormente, el 10 de febrero, se aprobó en Consejo de Ministros la
denominada reforma laboral, recogida en el Real Decreto-Ley 3/2012, de 10
de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral. Tomando
como referencia, no obstante, el AENC recién firmado, se establece, bajo un
enfoque integral, un conjunto amplio de medidas sobre todos aquéllos
aspectos que inciden sobre el mercado de trabajo: la mayor empleabilidad a
través de la mejora de la intermediación laboral y de la formación; la
creación de empleo en la pequeña empresa y la promoción del trabajo a
tiempo parcial; el fomento del empleo de jóvenes y PLDs; la flexibilidad
interna en las empresas para garantizar la permanencia en el empleo cuando
la empresa atraviesa dificultades, como alternativa a la destrucción de
empleo; el predominio del convenio de empresa previéndose la posibilidad
del descuelgue respecto del convenio en vigor, de forma que la negociación
colectiva permita adaptar las condiciones laborales a las circunstancias
concretas de la empresa; la clarificación de los procedimientos por despido
con prevalencia del despido procedente, así como en relación con el sistema
de formación profesional para el empleo orientado hacia una formación en
sectores más innovadores.
El objetivo último, tanto del AENC como de la reforma, es conseguir un
mercado de trabajo más eficiente, estableciendo las bases para un
crecimiento de la actividad económica que permita crear empleo en el menor
tiempo posible.
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