Revista Peruana de Pediatría Publicación Oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría La Revista Peruana de Pediatría, publicación oficial de difusión científica de la Sociedad Peruana de Pediatría desde 1942, tiene como objetivo la publicación de la producción científica en el contexto pediátrico en todas las áreas, especialmente en trabajos de investigación con el fin de contribuir a mejorar la calidad de atención del paciente pediátrico en el país. Además propicia el intercambio de información con entidades similares en el país y en el extranjero, a fin de promover el avance y la aplicación de la investigación en salud. Los artículos son arbitrados por pares. Está prohibida la reproducción total o parcial de los artículos publicados en esta revista, solo se hará mediante autorización del Consejo Editorial. El contenido de cada artículo es de responsabilidad exclusiva del autor o autores y no compromete la opinión de la revista. Rev. peru. pediatr. 66 (1) 2013 ISSN 1993-6826 FUNDADOR Dr. Carlos Krumdieck Evin DIRECTOR HONORARIO Dr. Manuel Ytahashi Córdova DIRECTOR Dr. Rafael Gustin García Médico Pediatra del Grupo Pediátrico. Profesor de Pediatría de la Facultad de Medicina Alberto Hurtado Universidad Peruana Cayetano Heredia. COMITÉ EDITORIAL Dr. Luis Huicho Oriundo Médico Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Magister y Doctor en Medicina. Profesor de Pediatría de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Universidad Peruana Cayetano Heredia. Dra. Theresa Ochoa Woodell Médico Infectólogo Pediatra. Profesor Auxiliar de Pediatría de la Facultad de Medicina Alberto Hurtado Universidad Peruana Cayetano Heredia. Profesor Asociado de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Texas Houston. Dr. Miguel Chávez Pastor Médico Endocrinólogo Pediatra y Genetista del Instituto Nacional de Salud del Niño. Profesor Asociado del Departamento Académico de Ciencias Morfológicas de la Facultad de Medicina Alberto Hurtado Universidad Peruana Cayetano Heredia. Dra. Virginia Garycochea Cannon Médico Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Profesor Auxilar de Pediatría de la Facultad de Medicina Alberto Hurtado Universidad Peruana Cayetano Heredia. Dr. Carlos Álamo Solís Médico Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Maestría en Medicina. Profesor de Pediatría en la Universidad de San Martín de Porres. Jefe de la Unidad de Diseño y Elaboración de Proyectos de Investigación del Instituto Nacional de Salud del Niño. Dr. Raúl Rojas Galarza Médico Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Magister en Salud Pública con Mención en Gestión Hospitalaria. Auditor Médico. Diplomatura en Salud Ocupacional y Seguridad en el Trabajo. Docente del Diplomado de Auditoría Médica Basada en la Evidencia (Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas). Revisor Cochrane. Miembro del Critical Appraisal Skills Programme (CASP) - Perú. Dr. Daniel Torres Vela Médico Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño.Maestría en Salud Pública. Secretario del Comité de Bioética Clínico del Instituto Nacional de Salud del Niño. Dr. Carlos Gonzáles Saravia Médico Pediatra del Instituto nacional de Salud del Niño. Magister en Nutrición Clínica. Miembro del Comité de Evaluación, Monitoreo y Asesoría de Proyectos de Investigación y Asesor en Valoración y Elaboración de Guías de Práctica Clínica del Instituto Nacional de Salud del Niño. COMITÉ HONORARIO Dr. Melitón Arce Rodríguez Dr. Alejandro Castro Franco Dr. Carlos Manuel Díaz Rodríguez Dra. Rosa Elvira Jiménez La Rosa Dra. Rebeca Kuniyoshi Kiyan Dr. Eduardo Balbín Luna Victoria Dr. Roberto Rivero Quiroz Dra. Lidia Hernández Barba COMITÉ CONSULTIVO Dra. Nelly Valenzuela Espejo Médico Pediatra Nefróloga. Magíster en Salud Pública Universidad Nacional Federico Villarreal. Dirección Dr. José Tantaleán Da Fieno Médico Pediatra Intensivista del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN). Magíster en Medicina Universidad Nacional Federico Villarreal. Dra. Elsa Chea Woo Médico Pediatra. Magíster en Medicina Universidad Peruana Cayetano Heredia. Dra. Angela Castillo Vilela Médico Pediatra del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen. Magíster en Medicina. Dr. Juan Francisco Rivera Medina Médico Pediatra Gastroenterólogo del Instituto Nacional de Salud del Niño. Magister en Nutrición Infantil. Los Geranios 151, Lince. Lima 14, Perú. Teléfono: 51-1-4411570 Telefax: 51-1-4226397 E-mail [email protected] [email protected] Sitio Web http://www.pediatriaperu.org Distribución Gratuita a nivel nacional Frecuencia Trimestral Tiraje 1000 Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2007-01985 SOCIEDAD PERUANA DE PEDIATRÍA CARGOS DIRECTIVOS JUNTA DIRECTIVA Presidente Vicepresidente Secretaria General Secretario de Actas Tesorero Secretaria de Acción Científica Pro Secretarios de Acción Científica Secretario de Publicaciones y Biblioteca Vocales de Ética y Calificación Profesional Past-Presidenta Secretaria de Filiales Dr. José Alberto Tantaleán Da Fieno Dra.Sarah María Vega Sanchez Dr. Abel Hernán Salinas Rivas Dr. Oscar Alfredo Aller Fernandini Dr. José Luis Wong Mayuri Dra.Claudia María Ugarte Taboada Dra.María Esther Castillo Díaz Dr. Mario Humberto Encinas Arana Dr. Rafael Gustin García Dra.Angela Castillo Vilela Dra.Carmen Manuela Risco Denegri Dra.Giovanna Alida Punis Reyes Dra.Carmen Rosa Maldonado Faverón Dr. Ildauro Aguirre Sosa COORDINADORES DE CAPÍTULOS Capítulo de Alergia e Inmunología Capítulo de Cardiología Capítulo de Endocrinología Capítulo de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Capítulo de Infectología Capítulo de Medicina del Adolescente Capítulo de Neumología Capítulo de Neonatología Capítulo de Neuropediatría Capítulo de Pediatría Ambulatoria Capítulo de Oncología Capítulo de Terapia Intensiva Capítulo de Pediatría Social Dr. José Gereda Solari Dra.María Lapoint Montes Dra.Cecilia Bonilla Suárez Dra.Janetliz Cucho Jurado Dra.Olguita Del Aguila Del Aguila Dra.Rosario Del Solar Ponce Dra. Lucrecia Monsante Carrillo Dra.Carmen Dávila Aliaga Dra. Inés Caro Kahn Dra.Emma Obeso Ledesma Dra. Clara Pérez Samitier Dra.Rosa Arana Sunohara Dra. María Del Carmen Calle Dávila FILIALES Arequipa Ayacucho Cajamarca Chiclayo Chimbote Cusco Huancayo Ica Iquitos Juliaca Piura Tacna Tarapoto Trujillo Ucayali Dra. Maritza Ramos Medina Dr. Juan Rondinelli Zaga Dr. Rubén Alvarado Revoredo Dra. Carmen Gutiérrez Gutiérrez Dra. Carmen Ormaeche Macassi Dr. Jimmy Borja Castro Dr. Fernando Gonzáles Vivas Dr. Otto Chuy Castro Dr. Jhonny Flores Chávez Dra. Licelly Aguilar Zuñiga Dr. Ricardo Olea Zapata Dra. Lourdes Lombardi Bacigalupo Dra. Mirtha Huayanca Navarro Dra. Herminia Lázaro Rodriguez Dr. Óscar Mendoza Sevilla Revista Peruana de Pediatría Publicación Oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría Rev. peru. pediatr. 66 (1) 2013 ISSN 1993-6826 Contenido Pág. Editorial Guerra y Medicina. José Tantaleán. 6 Trabajos originalES NACIONAL Tiempo en el diagnóstico y referencia de niños con enfermedades neoplásicas de 1 mes a 14 años de edad atendidos en el Instituto Nacional de Salud del Niño en el periodo 2008-2010 y referidos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. Deborah Eskenazi, Antonio Wachtel,Omar Galdos. 8 Sepsis en recién nacidos pretérmino de madres con ruptura prematura de membrana que recibieron corticoide prenatalmente. Jenny Ponce Gambini, Karen Sotil Bindels, Manuel Munaico Abanto. 17 Patologías más frecuentes asociadas a los recién nacidos pretérminos tardíos y a los recién nacidos a término en el periodo setiembre 2009 – marzo 2010 en el Hospital Nacional Cayetano Heredia.Patricia Reyes, Fabiola Rivera, Ana María Castañeda Guarderas. 23 Lactancia materna continuada y entrenamiento en alimentación complementaria en la prevención del riesgo de talla baja en lactantes de 12 meses, Hospital II Pucallpa 2010-2011. Jackeline del Rosario Ashiyama Vega, Javier Ángel Ravichagua Ramos. 30 CASO CLÍNICO Adrenoleucodistrofia: Reporte de Caso. Carlos de la Fuente Hidalgo, Judy Melissa Piscoya Moncada. 39 ÉTICA La Investigación y el Derecho de los Animales. Miguel Chávez. 46 rEGLAMENTO DE PUBLICACIóN 51 Revista Peruana de Pediatría Publicación Oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría Rev. peru. pediatr. 66 (1) 2013 ISSN 1993-6826 CONTENT Pag. Editorial War and medicine. José Tantaleán. 6 original ARTICLES Time in the diagnosis and referral of children with neoplastic disease from 1 month to 14 years old treated at the Instituto Nacional de Salud del Niño in 2008-2010 and referred to the “Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. Deborah Eskenazi, Antonio Wachtel, Omar Galdos. 8 Sepsis in preterm newborns on mothers with premature rupture of membranes who received antenatal corticosteroids. Jenny Ponce Gambini, Karen Sotil Bindels, Manuel Munaico Abanto. 17 Pathologies most frequently associated with late preterm infants and term infants in the period September 2009 - March 2010 at the Hospital Nacional Cayetano Heredia. Patricia Reyes, Fabiola Rivera, Ana María Castañeda Guarderas. 23 Continued breastfeeding and complementary feeding training in the prevention of the risk of short stature in infants at 12 months old, Hospital II Pucallpa 2010-2011. Jackeline del Rosario Ashiyama Vega, Javier Ángel Ravichagua Ramos. 30 CasE REPORT Adrenoleukodystrophy: Case Report. Carlos de la Fuente Hidalgo, Judy Melissa Piscoya Moncada. 39 ETHICS The investigation and the right of animals. Miguel Chávez. 46 PUBLICATION GUIDELINES 51 Editorial 6 GUERRA Y MEDICINA “…la ciencia, es decir, … el conocimiento imaginario de la verdad absoluta” León Tolstoi, en Guerra y Paz En su obra maestra, el autor ruso relata las reflexiones de uno de sus personajes sobre los planes de los militares en la próxima batalla. Mientras los generales discutían acaloradamente cómo habrían de enfrentar a las fuerzas de Napoleón y exponían sus estrategias, algunas veces opuestas a las de sus pares, Andrey consideraba que no podían existir teorías o ciencia en las batallas, debido a que las circunstancias que definen la victoria o la derrota dependen de condiciones imprevisibles que sólo aparecen en esos momentos. Desde hace más de 2 décadas, pareciera que los médicos enfrentamos una situación análoga al tratar a nuestros pacientes: usamos la Medicina Basada en Evidencias (MBE) o preferimos nuestra experiencia? En una definición sencilla, la MBE es la integración de la mejor evidencia disponible + experiencia clínica individual + las preferencias del paciente. Como se ve, la MBE no desecha nuestra experiencia, pero su aplicación se ha visto obstaculizada, por un lado, por la percepción por algunos que es una “camisa de fuerza” que amputa la libertad del médico, y por otro, por la aplicación aislada de sólo el primer principio de los tres a integrarse. Considero que uno de los aspectos más gratificantes en Pediatría es observar como mejora un niño con la aplicación de una estrategia terapéutica. Cuando usamos las nuevas evidencias, debemos ser muy cuidadosos en vigilar la respuesta del paciente, y la MBE, sin duda, contempla ello en su segundo principio. La aplicación rígida de una Guía puede conducir a fracasos que los paga el paciente y a desencuentros entre los profesionales de la salud. De este modo quedaría, como un reto aún por conquistar, el incluir la opinión del paciente (o sus familiares más próximos) en la decisión. En este primer número de la Revista de la SPP del 2013, presentamos algunas evidencias que nuestros investigadores han recopilado en su práctica. Un aspecto notable es que estas experiencias se han logrado en lugares cercanos con limitaciones muy parecidas, lo que las hace más enriquecedoras. Es por ello que invitamos a todos aquellos profesionales que tienen que ver con la atención de los niños, niñas y adolescentes del país a compartir sus experiencias por medio de nuestra Revista. Este primer número es, a la vez, el primero del actual Consejo Directivo de la SPP, de tal modo que también presentamos nuestro saludo a la comunidad pediátrica, invitándolos a participar en las actividades de la Sociedad. Más aún, les invitamos a incorporarse a una de las Sociedades Científicas más importantes del país (si no la más importante), gozando así de las ventajas que ello implica. Nuestro actual Consejo Directivo tiene una tarea que deseamos profundizar: el alcance de la SPP a nivel nacional. Obviamente, ello no será viable si no se cuenta con la participación de las 15 Filiales (y de las que puedan incorporarse) a través de sus respectivos Presidentes y miembros. Luego de la reunión sostenida al día siguiente de asumir el cargo, acordamos constituir una Comisión que establezca el marco de las relaciones entre la SPP y las Filiales. Nos es grato comunicarles que al momento de publicarse este primer número del 2013 de nuestra Revista ya se han efectuado dos reuniones (vía virtual) entre los 9 miembros de la Comisión. También hemos visto con agrado la excelente recepción del anuncio que uno de los cursos internacionales que realizamos todos los años en Lima, se realizará en Piura, en Octubre del presente año. Ello también forma parte del deseo de la SPP de involucrar a las filiales en la tarea de capacitar a los Pediatras de todo el país en las áreas que más lo requieren. Es probable que si los resultados, como esperamos, son favorables, se amplíe la frecuencia de realización de eventos en diversas ciudades del país. La tarea es pues, laboriosa. Sin embargo, gracias al excelente grupo de Pediatras que conforma el Consejo Directivo, estoy seguro de continuar con los éxitos de Consejos anteriores. “…en la multitud de consejeros está la victoria” (Proverbios 24:6) José Tantaleán Presidente de la Sociedad Peruana de Pediatría 7 Rev. peru. pediatr. 66 (1) 2013 8 TRABAJOS ORIGINALES Tiempo en el diagnóstico y referencia de niños con enfermedades neoplásicas de 1 mes a 14 años de edad atendidos en el Instituto Nacional de Salud del Niño en el periodo 2008-2010 y referidos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. Time in the diagnosis and referral of children with neoplastic disease from 1 month to 14 years old treated at the Instituto Nacional de Salud del Niño in 2008-2010 and referred to the Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. Deborah Eskenazi1, Antonio Wachtel2, Omar Galdos1 . RESUMEN Introducción: El cáncer infantil en los últimos años ha ido adquiriendo gran importancia en el ámbito de la pediatría. Sin embargo las neoplasias pediátricas pueden ser difíciles de diagnosticar en la consulta del pediatra. El índice de sospecha suele ser bajo sobre todo por la relativa rareza de estas patologías. Objetivo: Conocer el tiempo en el diagnóstico y referencia de niños con enfermedades neoplásicas de 1 mes a 14 años de edad atendidos en el Instituto de Salud del Niño (INSN) en el periodo 2008-2010 y referidos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas(INEN). Métodos: Se revisaron 225 historias de pacientes con diagnóstico de Neoplasia Maligna diagnosticada entre los años 2008 a 2010. Resultados: El tiempo de enfermedad referido por los pacientes antes de la primera evaluación en el Instituto Nacional de Salud del niño fue en promedio de 77.5 días. Los diagnósticos más frecuentes fueron Leucemias en el 43% de los casos seguido por tumores cerebrales en el 20%. El tiempo de hospitalización promedio de todas las neoplasias fue de 10 días. El tiempo de diagnóstico promedio fue de: 10 días. El 49% de las neoplasias en general se diagnosticaron en los primeros 5 días de hospitalización, siendo la Leucemia la neoplasia diagnosticada en mayor frecuencia dentro de los primeros 5 días de hospitalización. El tiempo de referencia promedio fue de 8 días. Conclusiones: El tiempo de diagnóstico de los pacientes pediátricos con diagnósticos de neoplasias malignas es prolongado en general, pero depende del servicio de hospitalización y diagnóstico del paciente. Palabras Clave: Oncología Pediátrica, Tiempo, Diagnóstico, Referencia SUMMARY Introduction: Recently childhood cancer has been gaining importance in the field of pediatrics. Médico Pediatra, Asistente del Servicio de Medicina “C” del Instituto de Salud del Niño (2) Médico Oncólogo Pediatra, Asistente del Servicio de Oncología Pediátrica del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (1) However pediatric malignancies can be difficult to diagnose in the doctor's office. The index of suspicion is often low especially for the relative rarity of these diseases. Objective: To know the time of diagnosis and referral of children with neoplastic disease from 1 month to 14 years old treated at the Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) in 2008- Deborah Eskenazi, Antonio Wachtel, Omar Galdos. 2010 and referred to the Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN). Methods: We reviewed 225 charts of patients with a diagnosis of malignancy diagnosed between 2008 and 2010. Results: The time of illness reported by the patients before the first evaluation at the Instituto Nacional de Salud del Niño averaged 77.5 days. The most common diagnoses were leukemias in 43% of cases, followed by brain tumors in 20%. The mean hospital stay of all malignancies was 10 days. About the time of diagnosis of neoplasms, the average time to diagnosis was 10 days. 49% of neoplasms generally diagnosed in the first 5 days of hospitalization, with leukemia the most frequently diagnosed malignancy within first 5 days of hospitalization. The reference time average was 8 days. Conclusions: The time of diagnosis of pediatric patients with diagnoses of malignancies is longer overall, but service dependency hospitalization and patient diagnosis. Key Words: Pediatric Oncology, Time, Diagnosis, Reference. INTRODUCCIóN El cáncer infantil en los últimos años ha ido adquiriendo gran importancia en el ámbito de la pediatría. Hasta hace algunos años, el cáncer infantil era considerado una rareza por los médicos generales e incluso por muchos pediatras sobre todo a nivel de asistencia primaria. En ese momento, las causas de mortalidad infantil diferían bastante de las actuales1. La incidencia del cáncer es baja en el niño en comparación con otras patologías pediátricas como las enfermedades respiratorias e infecciosas, únicamente el 2% de todos los tumores malignos que se diagnóstica en los países industrializados corresponden a pacientes en la edad pediátrica2,3.Lo que explica que el pediatra no considere al cáncer dentro de sus posibilidades diagnósticas, que a su vez incide en que el diagnóstico sea tardío4. En nuestro país, no tenemos registros del tiempo de diagnóstico de neoplasias en niños. Se ha constatado una disminución significativa de la mortalidad para las neoplasias malignas en niños como consecuencia de los avances en los tratamientos antitumorales, en el tratamiento de soporte y en la detección precoz de le enfermedad de tal forma que actualmente se puede hablar de una supervivencia global del 75% de los pacientes a los cinco años2. 9 Los pediatras juegan un papel fundamental en el diagnóstico precoz. Para ello deben tener en consideración dentro de sus posibilidades diagnósticas el cáncer, para evitar diagnósticos en estadios avanzados, lo que repercute en el pronóstico del paciente 5,6. Sin embargo las neoplasias pediátricas pueden ser difíciles de diagnosticar en la consulta del pediatra. El retraso diagnóstico es multicausal y puede deberse no sólo al propio médico si no también al paciente, a la familia, al comportamiento biológico de la enfermedad, atención deficiente en centros de salud entre otros.2 Por ello con este estudio se quiere conocer el tiempo en el diagnóstico y referencia de niños con enfermedades neoplásicas de 1 mes a 14 años de edad atendidos en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) en el periodo 2008-2010 y referidos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN). Es fundamental conocer inicialmente esta situación para en un futuro poder intervenir en ella y mejorar el pronóstico de las neoplasias infantiles que cada vez son una patología más frecuente y con más opciones de tratamiento si se diagnostica en estadios tempranos de la enfermedad. MATERIAL Y METODOS Se revisaron 225 historias de pacientes con diagnóstico de neoplasia maligna diagnosticada entre los años 2008 a 2010 hospitalizados en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) y referidos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) para su manejo especializado. Se excluyeron los pacientes que finalmente no hayan sido referidos al INEN ó no se haya confirmado el diagnóstico de neoplasia maligna. Con el nombre del paciente se buscó en el INEN, el diagnóstico definitivo del paciente y el estadio diagnóstico de la neoplasia al llegar al INEN (si correspondía). Todos los datos de los pacientes fueron confidenciales. Además se consignó si el paciente había fallecido, había sido dado de alta o había abandonado el tratamiento durante su estadía en el INEN. El procesamiento de datos y análisis estadístico se realizó con los programas Microsoft Excel versión 2007, SPSS versión 17.0. RESULTADOS Del total de pacientes referidos (225), solo 211 pacientes fueron evaluados y manejados Tiempo en el diagnóstico y referencia de niños con enfermedades neoplásicas de 1 mes a 14 años de edad atendidos en el Instituto de Salud del Niño en el periodo 2008-2010 y referidos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. 10 en el INEN, el resto fue referido al alta de la hospitalización del INSN y consignado en la Historia Clínica que se refirió al INEN, al buscarlos en el archivo del INEN no se encuentra registro de atención de estos pacientes. A continuación se resumen las variables epidemiológicas en la tabla 1. TABLA N° 1: Variables epidemiológicas Variables Pacientes con diagnóstico de neoplasia maligna referidos al INEN (n=211) Sexo 59% masculino Edad media (min-max) 6.2 años (2.4 meses – 14.8 años) Procedencia 46.6% Lima en el Gráfico N°1 y acudieron por sus propios medios al INSN. GRÁFICO 1. : Lugares previos a evaluación en el Instituto Nacional de Salud del Niño. El 31% (69) de los pacientes fue evaluado inicialmente en algún hospital del Ministerio de Salud y referidos al INSN. El 24% (55) no tuvo evaluación inicial y acudió directamente al Instituto Nacional de Salud del Niño. El resto de pacientes fueron evaluados inicialmente como se muestra El tiempo de enfermedad referido por los pacientes antes de la primera evaluación en el Instituto Nacional de Salud del niño tuvo una media de 77.5 días, con un rango entre un 1 día y 1460 días. El tiempo de enfermedad de acuerdo al diagnóstico se especifica en la tabla N°1. TABLA N° 2: Tiempo de enfermedad de acuerdo al diagnóstico. Tiempo de enfermedad (días) <7 8-14 15-30 31-60 61-90 >90 TOTAL DIAGNOSTICO LEUCEMIA n 16 % 15.5% TUMORES TUMORES HEPÁ ÁTICOS CEREBRALES 2 7 25.0% 14.9% TUMORES RENALES 3 TUMORES ÓSEOS 0 18.8% .0% 1 TUMORES ABDOMINALES 1 11.1% 10.0% LINFOMA OTROS TOTAL 2 32 8.0% 14.2% n 14 2 5 2 0 1 0 0 24 % 13.6% 25.0% 10.6% 12.5% .0% 11.1% .0% .0% 10.7% n 46 2 14 4 1 2 4 2 75 % 44.7% 25.0% 29.8% 25.0% 14.3% 22.2% 40.0% 8.0% 33.3% n 11 0 8 2 5 1 3 3 33 % 10.7% .0% 17.0% 12.5% 71.4% 11.1% 30.0% 12.0% 14.7% n 11 1 3 0 1 0 1 4 21 % 10.7% 12.5% 6.4% .0% 14.3% .0% 10.0% 16.0% 9.3% n 5 1 10 5 0 4 1 14 40 % 4.9% 12.5% 21.3% 31.3% .0% 44.4% 10.0% 56.0% 17.8% n 103 8 47 16 7 9 10 25 225 % 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% Deborah Eskenazi, Antonio Wachtel, Omar Galdos. 11 Los diagnósticos más frecuentes se exponen en la tabla N°3 TABLA N° 3: Diagnósticos más frecuentes Diagnósticos N % Leucemia 97 43.1 Tumores Cerebrales 45 20.0 Tumor de Wilms 16 7.1 Linfomas 10 4.4 Tumores abdominales 16 7.1 Tumor Testicular 5 2.2 Histiocitosis de Languerhans 3 1.3 Otras neoplasias 33 14.7 TOTAL 225 100 Los síntomas y signos principales precoces más frecuentes en el diagnóstico de leucemia (n=97) fueron fiebre (21%) y palidez (18%). Los síntomas y signos principales precoces más frecuentes en el diagnóstico de tumor cerebral (n=44) fueron cefalea (48%), vómitos (14%), ataxia (11%), convulsiones (11%). Los síntomas y signos principales precoces más frecuentes en los diagnósticos de tumores abdominales, óseos, linfomas, histiocitosis, tumor de Wilms, etc. (n=78) fueron tumoración (40%), dolor abdominal (14%) y fiebre (9%). La media en el tiempo de hospitalización de todas las neoplasias fue de 10 días con un rango de 1 día a 171 días. El promedio de días de hospitalización en pacientes con leucemia fue de 7.8 días. En la tabla N°4 se ilustra el tiempo de hospitalización de acuerdo a cada neoplasia. TABLA N° 4: Tiempo de hospitalización de acuerdo a cada neoplasia TIEMPO DE HOSPITALIZACIÓN LEUCEMIA (días) <7 8-14 15-30 31-60 >60 TOTAL n 60 % 58% DIAGNOSTICO TUMORES TUMORES TUMORES HEPÁTICOS CEREBRALES RENALES 4 4 3 50% 9% 19% TUMORES ÓSEOS 3 43% 0 TUMORES ABDOMINALES 5 % 50% LINFOMA OTROS TOTAL 7 86 28% 38% n 31 1 4 6 1 2 3 6 54 % 30% 13% 9% 38% 14% 22% 30% 24% 24% n 10 3 16 5 2 5 1 7 49 % 10% 38% 34% 31% 29% 56% 10% 28% 22% n 2 0 13 2 1 2 1 5 26 % 2% 0% 28% 13% 14% 22% 10% 20% 12% n 0 0 10 0 0 0 0 0 10 % 0% 0% 21% 0% 0% 0% 0% 0% 4% n 103 8 47 16 7 9 10 25 225 % 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% Sobre el tiempo de diagnóstico de las neoplasias, el tiempo de diagnóstico promedio fue de: 10 días. El 49% de las neoplasias en general se diagnosticó en los primeros 5 días de hospitalización, siendo la Leucemia la neoplasia diagnosticada en mayor frecuencia dentro de los primeros 5 días de hospitalización. El tiempo de diagnóstico de cada neoplasia se ilustra en la tabla N°5 Tiempo en el diagnóstico y referencia de niños con enfermedades neoplásicas de 1 mes a 14 años de edad atendidos en el Instituto de Salud del Niño en el periodo 2008-2010 y referidos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. 12 TABLA N° 5: Tiempo de diagnóstico de pacientes con neoplasias DIAGNOSTICO Tiempo (días) <7 8-14 15-30 31-60 >60 TOTAL TUMORES TUMORES HEPÁTICOS CEREBRALES LEUCEMIA TUMORES RENALES TUMORES ÓSEOS LINFOMA TUMORES ABDOMINALES OTROS TOTAL n 60 4 4 3 3 0 5 7 86 % 58% 50% 9% 19% 43% % 50% 28% 38% n 31 1 4 6 1 2 3 6 54 % 30% 13% 9% 38% 14% 22% 30% 24% 24% n 10 3 16 5 2 5 1 7 49 % 10% 38% 34% 31% 29% 56% 10% 28% 22% n 2 0 13 2 1 2 1 5 26 % 2% 0% 28% 13% 14% 22% 10% 20% 12% n 0 0 10 0 0 0 0 0 10 % 0% 0% 21% 0% 0% 0% 0% 0% 4% n 103 8 47 16 7 9 10 25 225 % 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% En la Tabla N°6 podemos observar el tiempo de referencias de los pacientes desde el INSN hacia el INEN. El tiempo de referencia promedio fue de 8 días. TABLA N° 6: Tiempo de referencia desde el Instituto Nacional de Salud del Niño hacia el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas de acuerdo al diagnóstico del paciente TIEMPO DE REFERENCIA(días) <5 5-10 11-20 >20 TOTAL DIAGNOSTICO LEUCEMIA TUMORES TUMORES HEPÁTICOS CEREBRALES TUMORES RENALES TUMORES ÓSEOS LINFOMA TUMORES ABDOMINALES OTROS TOTAL n 83 7 14 8 6 7 8 16 149 % 80.6% 87.5% 29.8% 50.0% 85.7% 77.8% 80.0% 64.0% 66.2% n 18 1 7 4 0 1 1 7 39 % 17.5% 12.5% 14.9% 25.0% .0% 11.1% 10.0% 28.0% 17.3% n 2 0 12 3 0 0 1 1 19 % 1.9% .0% 25.5% 18.8% .0% .0% 10.0% 4.0% 8.4% n 0 0 14 1 1 1 0 1 18 % .0% .0% 29.8% 6.3% 14.3% 11.1% .0% 4.0% 8.0% n 103 8 47 16 7 9 10 25 225 % 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% En las tablas 7 y 8 podemos apreciar el tiempo de referencia de acuerdo al servicio que estuvo hospitalizado el paciente, separando servicios médicos de quirúrgicos. Siendo el servicio de emergencia el que refirió al 95% de los pacientes en menos de 5 días. TABLA N° 7: Tiempo de referencia en áreas quirúrgicas TIEMPO DE REFERENCIA(días) <5 5-10 11-20 >20 TOTAL LUGAR DE HOSPITALIZACIÓN CABEZA Y CUELLO CIRUGÍA CIRUGÍA DE TÓRAX GINECOLOGÍA NEUROCIRUGÍA OTORRINO PEDIÁTRICA Y CARDIOVASCULAR 9 1 2 11 3 n 3 % 50 82 50 100 TRAUMATOLOGÍA UROLOGÍA TOTAL 6 1 36 27 75 100 25 47 11 n 2 1 0 0 7 0 0 1 % 33 9 0 0 17 0 0 25 14 n 0 1 1 0 10 1 0 1 14 % 0 9 50 0 24 25 0 25 18 n 1 0 0 0 13 0 0 1 15 % 17 0 0 0 32 0 0 25 20 n 6 11 2 2 41 4 6 4 76 % 100 100 100 100 100 100 100 100 100 Deborah Eskenazi, Antonio Wachtel, Omar Galdos. 13 TABLA N° 8: Tiempo de referencia en áreas médicas y emergencia TIEMPO DE REFERENCIA(días) <5 5-10 11-20 >20 TOTAL LUGAR DE HOSPITALIZACIÓN NEUROPEDIATRÍA GASTROENTEROLOGÍA OTROS TOTAL n 3 16 8 7 18 3 2 6 2 5 42 1 113 % 75 64 73 78 62 100 67 60 50 100 95 50 76 n 1 6 3 2 9 0 0 3 1 0 2 1 28 % 25 24 27 22 31 0 0 30 25 0 5 50 19 INFECTOLOGÍA MEDICINA A MEDICINA B MEDICINA C MEDICINA D NEFROLOGÍA DERMATOLOGÍA HEMATOLOGÍA EMERGENCIA n 0 3 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 5 % 0 12 0 0 0 0 33 0 25 0 0 0 3 n 0 0 0 0 2 0 0 1 0 0 0 0 3 % 0 0 0 0 7 0 0 10 0 0 0 0 2 n 4 25 11 9 29 3 3 10 4 5 44 2 149 % 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 En la tabla N°9 se muestra el estado de los pacientes referidos al INEN al momento de la búsqueda de datos de los mismos en este Instituto. TABLA N° 9: Estado de los pacientes transferidos al INEN Estado actual del paciente N % Vivo sin evidencia de enfermedad 19 8.4 En tratamiento 80 35.6 Fallecido 45 20.0 No neoplasia 1 0.4 Pacientes perdidos de vista 64 28.4 Nunca llegaron al INEN 16 7.1 TOTAL 225 100 DISCUSIÓN El pediatra juega un papel fundamental en el diagnóstico precoz y por ello debe conocer y saber detectar los signos precoces de cáncer infantil para de esta forma evitar los retrasos diagnósticos con la enfermedad en estadios más avanzados 4,7. En nuestro estudio los principales síntomas y signos iniciales de los pacientes con leucemia fueron fiebre (21%), palidez (18%), dolor óseo (8%), adenopatías (5%). En el grupo de los tumores cerebrales, encontramos que el síntoma principal fue cefalea (48%), seguido de vómitos (14%), ataxia (11%) y convulsiones (11%). En el grupo de otras neoplasias como osteosarcomas, tumores renales, hepáticos y abdominales, el principal síntoma fue tumoración (40%), seguido de dolor abdominal (14%) y fiebre (9%). De acuerdo a un artículo de revisión del Hospital Universitario de Sevilla, los principales síntomas y signos guía de sospecha de un cáncer en pediatría son: la fiebre prolongada y/o de origen desconocido, la cefalea, las linfadenopatías, las masas (abdominales, mediastínicas, cutáneas y de partes blandas), el dolor osteoarticular, las alteraciones hematológicas (pancitopenia, leucocitosis, hemorragias), y otros como alteraciones oculares u óticas y lesiones cutáneas3, coincidiendo con nuestros resultados. El diagnóstico de neoplasias en pacientes pediátricos es raro y generalmente no se tiene en cuenta dentro del diagnóstico diferencial. Pudiendo deberse no sólo al propio médico sino también al paciente, a la familia, al comportamiento biológico de la enfermedad y a las condiciones socio sanitarias12. Es nuestro caso el 54.4% de los pacientes procedía de provincias donde no tienen acceso muchas veces ni a una evaluación pediátrica inicial. A su vez el tiempo de enfermedad previo a la evaluación en el INSN 77.5 días con una mediana de 30 días, pudiendo deberse a múltiples evaluaciones previas en diferentes hospitales o centros de salud, siendo los lugares más frecuentes los hospitales del MINSA (31%) y médicos particulares (19%) o no haber acudido precozmente a una consulta médica como en el 24% de los casos, los cuales no recibieron evaluación previa a la primera atención en el INSN. En un estudio sobre el algoritmo diagnóstico del cáncer infantil realizado en Brasil, donde describieron las historias de padres y madres de pacientes pediátricos con cáncer, la mayoría de las veces la atención inicial no llevó al diagnóstico correcto en el niño o adolescente y persistieron los síntomas, a pesar de la conducta médica adoptada3. En un estudio chileno sobre los aspectos generales del cáncer en pediatría, refieren que al sospechar una enfermedad maligna en un niño, el deber del médico general o del pediatra es referirlo a un 14 Tiempo en el diagnóstico y referencia de niños con enfermedades neoplásicas de 1 mes a 14 años de edad atendidos en el Instituto de Salud del Niño en el periodo 2008-2010 y referidos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. centro de oncología con el objeto de no demorar más el diagnóstico y por ende el tratamiento2. Por ello es importante tener niveles de atención primaria adecuados, que hagan un diagnóstico oportuno y una referencia rápida para manejo y tratamiento. En nuestro estudio, muchos pacientes son referidos de provincia hacia el INSN con un diagnóstico probable de neoplasia, sin nosotros contar con un servicio de Oncología Pediátrica y teniendo finalmente que referirlos al INEN, que dependiendo de la patología, el tiempo de referencia es variable. En general, el tiempo de referencia en el 66.2% de los casos fue menor a 5 días. Pero si lo vemos por patología, en los pacientes con diagnóstico de leucemia el tiempo de referencia fue en el 80% de los casos menor de 5 días mientras que en los pacientes con tumores cerebrales el tiempo de referencia en el 55% de los casos mayor a 10 días. Si finalmente juntamos el tiempo de enfermedad previo a la evaluación en el INSN, el tiempo de diagnóstico desde el ingreso y luego el tiempo desde el diagnóstico hasta la referencia, podemos apreciar que es una cifra considerable y darnos cuenta el valioso tiempo que perdemos en las diferentes etapas de diagnóstico e inicio de tratamiento. Un estudio realizado por pediatras oncólogos del Departamento de Pediatría del Hospital del Cáncer de Sao Paulo mostró que el espacio de tiempo entre la aparición del primer síntoma y el diagnóstico de la neoplasia es de 9 a 22 semanas en Brasil, dependiendo del tipo de enfermedad, siendo este tiempo mayor que en otros países como Inglaterra, Suecia y Estados Unidos3. En nuestro estudio el tiempo de diagnóstico desde la primera evaluación en el hospital fue de 10 días, si lo sumamos al tiempo de enfermedad previa a la evaluación, que en promedio fue de 77.5 días, vemos que el tiempo promedio desde la aparición del primer síntoma hasta el diagnóstico es de 87.5 días, aproximadamente 12.5 semanas, lo cual es un tiempo considerable el cual podría ser acortado significativamente teniendo un servicio de oncología pediátrica en nuestro Instituto o haciendo las políticas de referencia al INEN mucho más simples, para un inicio más rápido del tratamiento y no retrasos en el diagnóstico. El diagnóstico precoz es fundamental para mejorar pronóstico de la enfermedad, pero es imprescindible considerar la preparación del profesional que atenderá inicialmente ese niño o adolescente. Como, en la mayoría de las veces, la primera atención no es realizada por un pediatra, y si por un médico general, hay mayor dificultad en relacionar el síntoma presentado por el niño con el cáncer3. El objetivo principal de los médicos que atienden inicialmente al paciente sea el caso de médicos generales o pediatras, debe ser el disminuir el tiempo de latencia entre los primeros síntomas y el diagnóstico final, lo que redundará en: mejorar el pronóstico final, conseguir una menor mortalidad precoz, someter al paciente a un tratamiento menos intenso y con menos complicaciones, y disminuir las secuelas orgánicas y psicológicas propias en una enfermedad oncológica 13. Existen pocos estudios sobre la sintomatología, el tiempo que trascurre entre los primeros síntomas y el diagnóstico definitivo, y sobre los errores más comunes en el diagnóstico 13. Si se sospecha o se confirma un diagnóstico de cáncer en un niño a nivel del centro de salud, es fundamental la derivación urgente del paciente a un centro hospitalario de tercer nivel con asistencia onco-hematológica pediátrica13. Un artículo español sobre detección y derivación precoz de niños con sospecha de cáncer refiere que es muy recomendable ponerse en contacto telefónico con los pediatras encargados de las enfermedades oncohematológicas a nivel del hospital de tercer nivel de referencia, para agilizar la valoración del paciente en la consulta externa, o con los pediatras de urgencias, en una situación de emergencia. Incluso ante la sospecha de un tumor cerebral u óseo, se prefiere que la primera valoración a nivel hospitalario la haga un oncólogo pediatra. No es buena práctica clínica la de demorar el envío del paciente hacia una consulta hospitalaria especializada, realizando exámenes complementarios que aseguren el supuesto diagnóstico a través de vías ordinarias de petición de pruebas, habitualmente mucho más lentas de lo necesario12. En general, se considera una buena práctica clínica si entre el inicio de la sospecha de la enfermedad y su confirmación diagnóstica, no hay una demora superior a una semana12. En nuestro estudio el tiempo promedio de diagnóstico desde que ingresa el paciente al INSN fue de 10 días, siendo mayor a lo esperado y dependiendo de la patología. En el caso de las leucemias el 58% de los casos se diagnóstico en menos de 7 días, y en el caso de tumores cerebrales, el 83% del diagnóstico demoró más de 30 días. Es poco probable que un pediatra de atención primaria vea pacientes con diagnóstico probable de cáncer frecuentemente, un estudio inglés del 2004 refiere que para sobrepasar el problema de la rareza del diagnóstico y para asegurar un diagnóstico rápido y una referencia oportuna, sería Deborah Eskenazi, Antonio Wachtel, Omar Galdos. esencial contar con guías clínicas de diagnóstico y manejo primario en niños 14. Finalmente, en los pacientes transferidos al INEN, se pudo observar que el 35% se encuentran aún en tratamiento, el 18% han fallecido y el 8% se encuentran vivos libres de enfermedad por lo que finalmente nos preguntamos si estos porcentajes podrían cambiar mejorando el sistema de diagnóstico y referencia de nuestros pacientes, para hacer diagnósticos más precoces y acertados, para luego referir a los pacientes oportunamente sin demoras administrativas. CONCLUSIONES 1) Los pacientes referidos con más frecuencia desde el INSN al INEN fueron aquellos que presentaron diagnósticos de leucemia y tumores cerebrales. 2) El tiempo de diagnóstico de los pacientes pediátricos con neoplasias malignas es prolongado en general, pero depende del servicio de hospitalización y diagnóstico del paciente. 3) El tiempo de referencia en promedio fue de 8 días, siendo más rápido en los pacientes con diagnóstico de leucemia (menor a 5 días) y más prolongado en pacientes con diagnóstico de tumores cerebrales (mayor a 5 días). 4) Este estudio refleja el tiempo de diagnóstico y 15 referencia desde el INSN hacia el INEN, viendo que en nuestro Instituto, a pesar de contar con personal médico capacitado, aún hay demoras en diagnóstico y referencia de los pacientes, es probable que la demora sea mayor en otros centros de salud, agravando el problema. De ahí la necesidad de contar una vez más con personal capacitado y sistemas de referencia más eficaces. RECOMENDACIONES 1) Es importante el entrenamiento de los médicos generales y pediatras, en reconocer los signos y síntomas precoces del cáncer infantil, para así hacer diagnósticos más rápidos y precisos. 2) Sería de mucha utilidad y acortaría significativamente los tiempos de diagnóstico e inicio del tratamiento el contar con un área de oncología pediátrica en el INSN para así evitar demoras y ofrecer un mejor pronóstico al paciente. 16 Tiempo en el diagnóstico y referencia de niños con enfermedades neoplásicas de 1 mes a 14 años de edad atendidos en el Instituto de Salud del Niño en el periodo 2008-2010 y referidos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 1. Pacheco M. Madero L. Oncología Pediátrica. Psicooncologia Pediátrica. 2003; 0(1):107-116. 2. Lopez B. Aspectos médicos, psicológicos y sociales del Cáncer infantil. Psicooncologia Pediátrica. 2009; 6(2-3):281-284. 3. López R. Detección y derivación precoz de niños con sospecha de cáncer. BSCP Can Ped. 2007; 1(31):7-21. 4. Fernández A. Signos de sospecha de neoplasia. Artículo de revisión. Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla 66:71. http://www.sepeap.org/imagenes/secciones/ Image/_USER_/MR_Hematologia_oncologia_ signos_sospecha_neoplasia.pdf. 5. Rodrigues K, De Camargo B. Early diagnosis of childhood cancer: a team responsibility. Rev Assoc Med Bras. 2003; 49: 29-34. 6. Quero A, Coronado R, Pérez, Reyes U. Neoplasias malignas en niños en dos hospitales del estado de Oaxaca, México 1996-2002. Acta Pediatr Mex 2006;27(4):183-9 7. Feltbower RG, Lewis IJ, Picton S, Richards M, Glaser AW, Kinsey SE, McKinney PA. Diagnosing childhood cancer in primary care-a realistic expectation?. Br J Correspondencia: Cancer 2004; 90: 1882-4. 8. Dixon-Woods M, Findlay M, Young B, Cox H, Heney D. Parent´s accounts of obtaining a diagnosis of childhood cancer. Lancet 2001; 357: 670-4. 9. Gurney JG, Severson RK, Davis S, Robison LL. Incidence of cancer in children in the United States. Cancer 1995; 75:2186-2195. 10.García B. Sospecha de cáncer en Pediatría. Pediatr Integral 2008; XII(6):537-544. 11. Sierrasesúmaga L. El pediatra general ante el diagnóstico de cáncer. An Esp Pediatr 1999; 130:289-91 12.Cavicchioli A, Menossi M, Garcia de Lima R. Cancer in children: the diagnostic itinerary. Rev Latinoamericana de Enfermería. 2007 SeptiembreOctubre; 15(5):1025-32 13.Feltbower R, Lewis I, Picton S, Richards M, Glaser M, Kinsey S et al. Diagnosing childhood cancer in primary care – a realistic expectation? British Journal of Cancer. 2004; 90: 1882–1884 14.Howard S, Metzger M, Wilimas J. Childhood Cancer Epidemiology in Low-Income Countries. Cancer. 2008; 112(3). Dra. Deborah Eskenazi Servicio de Medicina “C” – Instituto Nacional de Salud del Niño Av. Brasil 600 – Breña, Lima - Perú Telf. 3300066 anexo 4100 Correo electrónico: [email protected] Recibido: 05.02.13 Aceptado: 08.03.13 Rev. peru. pediatr. 66 (1) 2013 17 Sepsis en recién nacidos pretérmino de madres con ruptura prematura de membrana que recibieron corticoide prenatalmente. Sepsis in preterm newborns on mothers with premature rupture of membranes who received antenatal corticosteroids. Jenny Ponce Gambini1, Karen Sotil Bindels2, Manuel Munaico Abanto3 RESUMEN Introducción: La utilidad del corticoide prenatal ha sido demostrado en varios estudios, principalmente en cuanto a reducción de la mortalidad neonatal y síndrome de distrés respiratorio (SDR) en prematuros de madres con membranas íntegras. El efecto en prematuros de madres con ruptura prematura de membranas (RPM) es controversial, existiendo discrepancias en diferentes estudios con respecto al incremento de sepsis neonatal temprana. Objetivo: Determinar si el uso de corticoide prenatal en el contexto de RPM incrementa el riesgo de sepsis neonatal. Materiales y Métodos: Se estudió una cohorte retrospectiva de embarazos con RPM entre las 24 y 34 semanas de gestación, dividiéndose en grupos de acuerdo a la exposición al corticoide prenatal. El resultado primario fue la presencia de sepsis neonatal. Se utilizó t student para la comparación de medias y Chi cuadrado para evaluar la asociación estadística entre las variables cualitativas. Resultados: Se analizaron 130 registros de prematuros con antecedente de RPM, ingresando al estudio sólo 93, de los cuales 9% desarrollaron sepsis neonatal temprana y 13% sepsis neonatal tardía. No se encontró diferencia significativa en la incidencia de sepsis neonatal temprana con el uso de corticoide prenatal en RPM (p = 0.59), ni tampoco un mayor incremento de neumonía congénita (p = 0.93) o muerte neonatal (p = 0.56). Conclusiones: el uso de corticoide prenatal en RPM es seguro, no produciendo un incremento de la incidencia de sepsis neonatal ni de muerte en el prematuro. Palabras Clave: sepsis neonatal, corticoide prenatal, ruptura prematura de membranas. ABSTRACT Introduction: The utility of antenatal corticosteroids has been shown in several studies, mainly in reducing mortality and neonatal respiratory distress syndrome (RDS) in infants of mothers with intact membranes. The effect on mothers with preterm premature rupture of membranes (PRM) is controversial, due to the discrepancies on the Nefróloga Pediatra del Servicio de Subespecialidades Pediátricas del Hospital Docente Madre Niños San Bartolomé – Lima. (2) Médico Pediatra del Departamento de Pediatría del Hospital Docente Madre Niños San Bartolomé – Lima. (3) Pediatra Intensivista del Departamento de Emergencias y Cuidados Críticos, Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Docente Madre Niños San Bartolomé – Lima. Estudio Ganador del Primer Puesto en el XXVII Congreso Peruano de Pediatría (1) increase of early neonatal sepsis in different studies. Objective: To determine whether the use of antenatal corticosteroids in the context of PRM increases the risk of neonatal sepsis. Materials and methods: A retrospective cohort of pregnancies with PRM between 24 and 34 weeks were studied. Participants were divided into three groups according to their exposure to antenatal steroids. The primary outcome was the presence of neonatal sepsis. Student's t was used to compare means and chi-square statistic to assess the association between qualitative variables. Results: 130 records of preterms with a history of PRM were analyzed. Only 93 were included to the study, of which 9% developed early neonatal sepsis and 13% late neonatal sepsis. No significant difference were found in the incidence 18 Jenny Ponce Gambini, Karen Sotil Bindels, Manuel Munaico Abanto. of early neonatal sepsis (p = 0.59), nor congenital pneumonia (p = 0.93) or neonatal death (p = 0.56) with antenatal corticosteroid use in PRM. Conclusions: Antenatal corticosteroids in RPM is safe. An increase in the incidence of neonatal sepsis and death in preterms were not found. Key Words: neonatal sepsis, antenatal corticosteroids, premature rupture of membranes. de linfocitos y desordenes funcionales de estas células, así como, con muerte relacionada a sepsis nosocomial en niños críticamente enfermos (16). La exposición prenatal del corticoide está asociada con disminución del número de células T en el timo y bazo y un incremento del ratio de timocitos CD4+/CD8- sobre CD4-/CD8+, así como con una disminución en el número absoluto y proliferación de linfocitos fetales (17,18). Asimismo, los prematuros son muy susceptibles a las infecciones neonatales, y cualquier contribución a esta susceptibilidad, como por ejemplo por el uso del corticoide prenatal, podría tener implicancias en cuanto a su supervivencia, de ahí la controversia en cuanto a su uso en gestantes con ruptura prematura de membranas, pues existen discrepancias en cuanto al incremento de sepsis neonatal en dicho grupo (6,8,9,10,11), debido a que los corticoides podrían alterar la respuesta del huésped sobre la infección y disminuir el efecto terapéutico de los antibióticos (7,19). Por tales motivos, el objetivo de este estudio es determinar si el uso del corticoide prenatal en el contexto de RPM, incrementa la incidencia de sepsis neonatal. INTRODUCCIÓN La ruptura prematura de membrana (RPM) en prematuros ocurre en el 3% de todos los embarazos y es responsable de aproximadamente un tercio de todos los partos pretérmino (1), siendo una importante causa de morbilidad y mortalidad neonatal, la cual además es dependiente de la edad gestacional al momento del parto (2,3). El uso de corticoide y de antibióticos son dos intervenciones efectivas, sin embargo, el uso del primero ha estimulado un prolongado debate desde su introducción. El uso de corticoide prenatal fue primero introducido por Liggins y Howie en los años 60, quienes demostraron que su uso podría reducir la incidencia de síndrome de distrés respiratorio en prematuros, con una asociada disminución en la mortalidad perinatal en recién nacidos antes de las 34 semanas de gestación (4). A partir de este estudio, numerosos estudios y metaanálisis se han realizado para evaluar los riesgos y beneficios de dicho medicamento (5,6,7,8,9,10, 11,12). Además de su efecto sobre el distrés respiratorio, se ha probado su utilidad en la disminución de la incidencia de hemorragia intraventricular (HIV) grado III – IV, enterocolitis necrotizante (NEC), retinopatía de la prematuridad (ROP) y muerte neonatal cuando éstos son empleados en gestantes con membranas íntegras (12,13,14). Sin embargo, debido a su efecto sobre el sistema inmune se podría postular que tendría un efecto perjudicial sobre el incremento de la sepsis neonatal, ya que el sistema inmune es un importante blanco de los glucocorticoides, produciendo un efecto inmunosupresivo (15). Su actividad antiinflamatoria, el cual involucra tanto la inhibición de mediadores proinflamatorios y la sintesis de citoquinas antiinflamatorias y la inducción de la apoptosis de linfocitos son las dos acciones principales de dicho medicamento. La apoptosis juega un rol importante en el desarrollo de las células T y B y la preservación de una tasa apoptótica normal de linfocitos es esencial para el desarrollo y función del sistema inmune. Sin embargo, un incremento en la apoptosis de linfocitos está asociado con un menor número MATERIALES Y METODOS Se realizó un estudio observacional, analítico retrospectivo, cohorte retrospectiva (o cohorte histórica), para lo cual los pacientes fueron seleccionados del Sistema de Información Perinatal del Hospital Nacional Docente MadreNiño San Bartolomé. Se obtuvieron las historias clínicas de todas las gestantes con RPM entre las 24 a 34 semanas de edad gestacional, cuyos bebes nacieron entre enero del 2005 y julio del 2008. Se revisaron las historias clínicas tanto de la madre como del recién nacido. Se incluyeron al estudio a todos los recién nacidos entre las 24 a 34 semanas de gestación, de madres que tuvieran un tiempo de RPM mayor de 12 horas. De ellos, se excluyeron a aquellos que nacieron antes de completar un curso de dos dosis de betametasona, aquellos que recibieron más de 2 cursos completos de corticoides, aquellos que hubieran recibido dexametasona en lugar de betametasona, aquellos que nacieron con anomalías congénitas no compatibles con la vida, aquellos con datos incompletos registrados en las historias clinicas y a quienes no se les hubiera tomado muestra para análisis de hemocultivo. Para el análisis los pacientes fueron divididos en tres grupos de acuerdo a la exposición al corticoide prenatal. El grupo 1 estaba conformado por los prematuros que no recibieron corticoide Sepsis en recién nacidos pretérmino de madres con ruptura prematura de membrana que recibieron corticoide prenatalmente. prenatal; el grupo 2, por los que recibieron un curso completo de corticoide con un tiempo máximo de 7 días entre la última dosis y el parto; y el grupo 3, por los prematuros que recibieron un curso completo de corticoide con un tiempo mayor de 7 días entre la administración de la última dosis y el parto. La RPM fue confirmada mediante el test de nitrazina o fern o por historia de pérdida de líquido evidenciado a través de la maniobra de valsalva o realización de ecografía obstétrica con un ILA < 5. Todas las gestantes recibieron antibióticos según el protocolo del Servicio de Gineco-obstetricia del hospital: ampicilina 1 g EV cada 6 horas asociado a eritromicina 500 mg VO cada 8 horas hasta el parto o hasta completar tratamiento por 7 días. En caso de sospecha clínica de corioamnionitis se iniciaba o rotaba el tratamiento antibiótico a clindamicina 600 mg EV cada 8 horas asociado a gentamicina 160 mg IM cada 24 horas. Asimismo, si las condiciones clínicas de la madre lo permitía se iniciaba maduración pulmonar con corticoide. Se consideró dosis completa de corticoide a la administración intramuscular de 2 dosis de betametasona, cada una de 12 mg, con un intervalo de 24 horas entre dosis. El diagnóstico de corioamnionitis fue confirmado mediante histopatología de la placenta. La edad gestacional del recién nacido se estimó mediante la fecha de última regla o ecografía del primer trimestre de gestación. En caso de no contar con estos datos, se utilizó la edad determinada por el neonatólogo mediante el test de capurro. El diagnóstico de sepsis neonatal temprana fue determinada mediante el crecimiento bacteriano en sangre o líquido cefalorraquídeo, tomados previos a la administración de los antibióticos, dentro de las primeras 72 horas de vida. Luego de este periodo de tiempo se consideró sepsis neonatal tardía. El diagnóstico de neumonía congénita fue dado por el neonatólogo en base a las manifestaciones clínicas y hallazgos radiográficos. Los datos se registraron en una base elaborada en la hoja de cálculo del programa SPSS versión 16.0, con el que se realizó el análisis descriptivo y analítico. Para el análisis inferencial se evaluó la existencia de asociación estadística entre las variables principales del estudio, el uso de corticoide prenatal y el desarrollo de sepsis neonatal, aplicando la prueba de comparación de proporciones Chi cuadrado. Se consideró significativo un valor p < 0,05. RESULTADOS Se obtuvo del Sistema de Infomación Perinatal 130 registros de gestantes con diagnóstico de ruptura prematura de membrana, entre las 24 y 34 semanas de edad gestacional, que dieron a luz 19 entre enero del 2005 y julio del 2008. 93 casos ingresaron al estudio, no habiendo diferencia significativa en las características de base de los grupos estudiado, excepto en el tiempo de latencia de la ruptura de membranas y el tiempo de uso de antibióticos (tabla 1). De todos los casos, 8 prematuros (9%) tuvieron un diagnóstico confirmado de sepsis neonatal temprana, a través de la positividad del hemocultivo. Los gérmenes involucrados se describen en la tabla 2. Doce casos tuvieron un diagnóstico confirmado de sepsis neonatal tardía (13%), siendo el germen involucrado con mayor frecuencia el estafilococo coagulasa negativo (33%) (tabla 3). Con respecto a la relación entre el uso de corticoide prenatal y el incremento de sepsis neonatal, no se encontró diferencia significativa en la incidencia de sepsis neonatal temprana (p = 0.59) ni sepsis neonatal tardía (p = 0.89). Tampoco se observó un incremento en la incidencia de neumonía congénita o de muerte neonatal (p = 0.93 y 0.56, respectivamente) (tabla 4). Por otro lado, tampoco se encontró diferencia significativa en la incidencia de corioamnionitis, confirmado a través de la histopatología de la placenta, en los grupos estudiados (p = 0.89) (tabla 1). Jenny Ponce Gambini, Karen Sotil Bindels, Manuel Munaico Abanto. 20 TABLA N° 1: Características demográficas de los grupos estudiados. Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 p 19 52 22 31,2 ± 2,8 30,7 ± 2,8 31,2 ± 2,4 0.28 1725 ± 524,6 1690,5 ± 518,8 1739,3 ± 563,3 0.45 Sexo Femenino 53% 42 % 50% 0.68 Parto (% cesárea) 68% 67% 77% 0.68 93,9 ± 168,6 109,9 ± 111,4 348,8 ± 164,4 0.04 9,5 ± 21,4 64,5 ± 53,3 44,1 ± 82,9 < 0.01 75% 64% 61% 0.89 N° pacientes Edad gestacional (ss) * Peso al nacer (g) * Tiempo de latencia de RPM (horas) * Administración de antibiótico (horas) * Corioamnionitis * Media ± desviación estándar. TABLA N° 2: Gérmenes encontrados en los hemocultivos de pacientes con sepsis neonatal temprana. Gérmenes Frecuencia TABLA N° 3: Gérmenes involucrados en sepsis neonatal tardía. Gérmenes (%) Frecuencia (%) E. coli 2 25% Estafilococo coagulasa negativo 2 25% Estafilococo coagulasa negativo 4 33% 25% Klebsiella pneumoniae 3 25% Estreptococo spp 2 Estreptococo alfa hemolítico 1 Pseudomona aeruginosa 2 17% Estreptococo viridans 1 E. coli 1 8% Klebsiella spp. 2 Enterobacter clocae 1 8% Klebsiella pneumoniae 1 Candida albicans 1 8% Klebsiella oxytoca 1 25% TABLA N° 4: Morbimortalidad en prematuros de madres con antecedente de Ruptura Prematura de Membrana según grupo de estudio. Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 19 52 22 Sepsis neonatal temprana 1/19 (5,3%) 4/52 (7,7%) 3/22 (13,6%) 0.59 Sepsis neonatal tardía 3/19 (15,8%) 6/52 (11,5%) 3/22 (13,6%) 0.89 Muerte neonatal 3/19 (15,8%) 5/52 (9,6%) 4/22 (18,2%) 0.56 Neumonía congénita 2/18 (11,1%) 6/48 (12,5%) 3/20 (15%) 0.93 N° pacientes p Sepsis en recién nacidos pretérmino de madres con ruptura prematura de membrana que recibieron corticoide prenatalmente. DISCUSIÓN La RPM es una importante causa de morbilidad y mortalidad neonatal. El uso concomitante de corticoide y antibióticos en prematuros ha desencadenado una controversial discusión desde su introducción. Liggins y Howie fueron los primeros en reportar el beneficio del uso de corticoide prenatal en la maduración pulmonar fetal (4); desde esta publicación ha habido mucho debate sobre la eficacia y seguridad de este tratamiento en condiciones específicas como RPM, siendo muchos de estos estudios contradictorios. Crowley, en un metaanálisis de ensayos randomizados de 1972 a 1994, reportó que el uso de corticoide prenatal disminuía significativamente la frecuencia de SDR, HIV y mortalidad neonatal, incluso en el contexto de RPM, con un efecto impreciso sobre la incidencia de sepsis neonatal (OR 0.82, p>0.05) (12). Del mismo modo, Vermillon y colaboradores encontraron beneficio en la disminución del SDR y HIV sin un incremento en la incidencia de infecciones perinatales; sin embargo, dicho hallazgo no fue estadísticamente significativo (8). Por otro lado, Nelson y colaboradores, reportaron un incremento de sepsis neonatal sin un aparente beneficio neonatal (5). Geun A Song y colaboradores, tampoco encontraron beneficio en la incidencia de SDR, HIV, NEC, ROP, neumonía y displasia broncopulmonar, pero si una mayor incidencia de sepsis (20). Del mismo modo, Harding y colaboradores, en su metaanálisis concluyeron que la administración del corticoide es beneficial, disminuyendo la incidencia de SDR en aproximadamente 30%, así como de HIV y muerte neonatal; no produciendo un incremento en el riesgo de infecciones neonatales o maternas; sin embargo, los hallazgos no fueron estadísticamente significativos (9). Lewis y colaboradores, observaron que el uso de corticoide luego de 12 horas de la administración de los antibióticos disminuyó la frecuencia de SDR sin aparentes secuelas adversas, sin diferencia en la ocurrencia de infecciones neonatales, concluyendo que si la infección es la causa de la RPM, el uso de antibióticos inicialmente controlaría la infección antes de la administración del corticoide (10). El grupo de estudio Dexiprom, en un ensayo randomizado multicéntrico en Sudáfrica, en 102 gestantes que recibieron en forma concomitante dexametasona y antibióticos, observaron una mejora en los resultados perinatales comparados con el grupo placebo, no encontrando un incremento en las infecciones perinatales (21). Muchos de estos trabajos han sido criticados por ser pequeños estudios con definiciones y 21 aletearizaciones inconsistentes; siendo estos imprecisos para alcanzar alguna conclusión con respecto a la eficacia de los esteroides en el contexto de RPM; por lo que el propósito de nuestro estudio fue evaluar si el uso de corticoide administrado prenatalmente incrementaba el riesgo de sepsis neonatal en recién nacidos prematuros de madres con RPM, no encontrándose en nuestro estudio un incremento significativo de efectos adversos en el neonato con respecto a la incidencia de sepsis neonatal. En nuestro trabajo, no se encontraron diferencia significativa en las características de base de los grupos estudiados, excepto en el tiempo de latencia de la ruptura de membranas y el intervalo entre la primera dosis de antibiótico y el parto entre los grupos estudiados. La diferencia encontrada con respecto a estos items fue debido a que los pacientes que formaron el grupo 1 fueron aquellos que llegaron en parto inminente, por lo tanto tuvieron un menor tiempo de ruptura de membranas y un tiempo corto entre la administración del antibiótico y el parto, a diferencia de los otros dos grupos en quienes se esperó administrar las dosis completa de corticoide, como protocolo para acelerar la maduración pulmonar del prematuro y quienes las condiciones clínicas les permitieron llegar hasta una edad gestacional más próxima a las 34 semanas. Pese a estas diferencias, no se encontró diferencia significativa en la incidencia de sepsis neonatal entre los grupos, probablemente debido al efecto atenuador del uso de antibióticos sobre la infección, hallazgos que también fueron observados en los estudios de Lewis y del grupo Dexiprom (10,21). Por otro lado, Charalampos Agakidis y colaboradores, encontraron que con un único curso de corticoide prenatal (betametasona), administrado a lo menos 24 horas antes del parto, no se presenta ningún impacto significativo en la apoptosis y número de linfocitos circulantes en neonatos pretérminos, lo que explica el no incremento de la incidencia de infecciones (22). CONCLUSIONES El uso de corticoide prenatal en el contexto de RPM, en gestantes entre las 24 y 34 semanas, es seguro tanto para el recién nacido como para la madre, no incrementando la incidencia de sepsis neonatal, neumonía congénita, muerte neonatal o corioamniontis materna. Jenny Ponce Gambini, Karen Sotil Bindels, Manuel Munaico Abanto. 22 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Meis PJ, Ernest JM, Moore ML. Causes of low birth weight births in public and private patients. Am J Obstet Gynecol 1987, 156:1165-8. 2. Mercer BM. Preterm premature rupture of the membranes. Obstet Gynecol 2003, 101:178–193 3. Vidaeff A, Doyle N y Gilstrap L. “Antenatal corticosteroids for fetal maturation in women at risk for preterm delivery”. Clin perinatol 2003, 30: 825-840. 4. Liggins GC, Howie RN. “A controlled trial of antepartum glucocorticoid treatment for prevention of RDS in premature infant”. Pediatrics 1972, 50: 515-525. 5. Nelson LH, Meis PJ, Hatjis CG, Ernest JM, Dillard R, Schey HM. “Premature rupture of membranes: a prospective, randomized evaluation of steroids, latent phase, and expectant management”. Obstet Gynecol 1985, 66: 55–58 6. Vermillion S, Soper D y Xhasedunn-Roark J. “Neonatal sepsis after betamethasone administration to patients with preterm premature rupture of membranes”. Am J Obstet Gynecol 1999, 181 (2): 320-327. 7. Leitich H, Egarter C, Reisenberger K, Kaider A, Berghammer P. “Glucocorticoids reduced the benefits of antibiotics for preterm premature rupture of membranes”. Am J Obstet Gynecol 1998, 178: 899-908. 8. Vermillion S, Soper D, Bland M y Newman R. “Effectiveness of antenatal corticosteroid administration after preterm premature rupture of the membranes” Am J Obstet Gynecol. 2000, 183: 925-929. 9. Harding J, Pang JM, Knight D y Liggins G. “Do antenatal corticosteroids help in the setting of preterm rupture of membranes?”. Am J Obstet Gynecol 2001, 184: 131-139. 10.Lewis D, Brody K, Edwards M, Brouillette R, Burlison S y London S. “Preterm premature ruptured membranes: a randomized trial of steroids after treatmen with antibiotics”. Obstet Gynecol 1996, 88 (5): 801-805. 11.Elimian A, Verma U, Beneck D, Cipriano R, Visintainer P y Tejani N. “Histologic chorioamnionitis, antenatal steroids and perinatal outcomes”. Obstet Gynecol 2000, 96 (3): 333-336. 12.Crowley P. “Antenatal corticosteroids therapy: A metaanalysis of the randomized trials, 1972 to 1994”. Am J Obstet Gynecol 1995, 173: 322-325. 13.Elimian A, Verma U, Canterino J, Shah J, Visintainer P y Tejani N. “Effectiveness of Antenatal Steroids in Obstetrics subgroups”. Obstet Gynecol 1999, 93 (2): 174-179. 14.Foix-L H, Baud O, Lenclen R, Kaminski M y LacazeMasmonteil T. “Benefit of antenatal glucocorticoids according to the cause of very premature birth”. Arch Dis Child Fetal Neonatal 2005, 90: F46-F48. 15.Kavelaars A, Cats B, Visser GHA et al. “Ontogeny of the response of human peripheral blood T cells to glucocorticoids”. Brain Behav Immun 1996, 10: 288297. 16.Tuckermann JP, Kleiman A, Mc Pherson KG y Reichardt HM. “Molecular Mechanisms of glucocorticoids in the control of inflammation and lymphocyte apoptosis”. Crit Rev Clin Lab Sci 2005, 42: 71-104. 17.Chabra S, Cottrill C, Rayens MK, Cross K, Lipke D y Bruce M. “Lymphocyte subsets in cord blood of preterm infants: effect of antenatal steroids”. Biol Neonate 1998, 74: 200-207. 18.Kavelaars A, Van der Pompe G, Bakker JM et al. “Altered immune function in human newborns after prenatal administration of betamethasone: en hanced natural killer cell activity and decresed T cell proliferation in cord blood”. Pediatr Res 1999, 45: 306-312. 19.Leitich, Harald; Egarter, Christian; Reisenberger, Klaus y Kaider, Alexandra. “Concomitant use of glucocorticoids: A comparison of two metaanalyses on antibiotic treatment in preterm premature rupture of membranes”. Am J Obstet Gynecol 1998, 178 (5): 899-908. 20.Geun A Song y Myoung Seok Han. “Effect of antenatal corticosteroid and antibiotics in pregnancies complicated by premature rupture of membranes between 24 and 28 weeks of gestation”. J Korean Med Sci 2005, 20: 88-92 21.Pattinson RC, Makin JD, Funk M, Delport SD, Macdonald AP, Norman K, et al. “The use of dexamethasone in women with preterm premature rupture of membranes, a multicentre, double-blind, placebo-controlled, randomised trial. Dexiprom Study Group. S Afr Med J 1999, 89: 865– 70. 22.Charalampos Agakidis, Sarafidis K, Tzimouli V, Agakidou E, Taparkou A, Kanaloudi-Tsakalidou F y Soubasi-Griva V. “Antenatal betamethasone does not influence lymphocyte apoptosis in preterm neonates”. Am J Perinatol 2009, 26: 485-490. Correspondencia: Dra. Jenny Ponce Gambini Hospital Docente Madre Niños San Bartolomé. Av. Alfonso Ugarte 825, Lima 01, Lima – Perú Correo electrónico: [email protected] Recibido: 13.02.13 Aceptado: 02.03.13 Rev. peru. pediatr. 66 (1) 2013 23 Patologías más frecuentes asociadas a los recién nacidos pretérminos tardíos y a los recién nacidos a término en el periodo setiembre 2009 – marzo 2010 en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. Pathologies most frequently associated with late preterm infants and term infants in the period September 2009 - March 2010 at the Hospital Nacional Cayetano Heredia. Patricia Reyes1, Fabiola Rivera2, Ana María Castañeda Guarderas3. RESUMEN Objetivo: Describir y comparar las patologías más frecuentes asociadas a los recién nacidos pretérminos tardíos y a los recién nacidos a término en el periodo setiembre 2009 – marzo 2010 en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. Material y métodos: estudio retrospectivo de registros de pacientes recién nacidos pretérminos tardíos y a término nacidos en el periodo setiembre 2009 – marzo 2010 en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. Los pacientes con malformaciones congénitas severas incompatibles con la vida y los reingresos fueron excluidos del estudio. El análisis estadístico se realizó con el programa STATA. Resultados: De los 2406 pacientes que ingresaron a nuestro estudio, se reclutaron a 77 pacientes entre 34 0/7 a 36 6/7semanas de edad gestacional (3.2%). Dentro de las características de la población se observa que hay mayor RNPT PEG en comparación con los RNAT (49.35% vs. 6.31%), el 33.76% de los RNPT requirieron ser hospitalizados (27,27% en UI y 6.49% en UCIRN) y de los RNAT el 14.47% (14.26% en UI y el 0.21% en UCIRN). En cuanto a morbilidad neonatal, se observa mayor incidencia de ictericia fisiológica, taquipnea transitoria (TT), infección e hipoglicemia en RNPT (p<0,00000). La incidencia de policitemia e hipernatremia no fue estadísticamente significativa al comparar entre ambos grupos de neonatos. En cuanto al compromiso renal, neurológico y cardiovascular no se vio en ningún RNPT afectado. Conclusiones: Los recién nacidos pretérmino tardíos de nuestro medio tienen mayor riesgo de presentar complicaciones que hacen necesario su ingreso hospitalario en el periodo neonatal temprano como dificultad respiratoria, ictericia, infección e hipoglicemia. Palabras Clave: Recién Nacidos Pretérminos Tardíos, Recién Nacidos a Término, Enfermedades Asociadas y Morbilidad. SUMMARY Objective: To describe and compare the diseases most frequently associated with late preterm infants and term infants in the period September 2009 - March 2010 at the National Hospital Cayetano Heredia. Médico Cirujano, Universidad Peruana Lima, Perú. (2) Médico Neonatólogo. Asistente del Cayetano Heredia. Profesor Asociado Medicina Alberto Hurtado. Universidad Heredia. Lima, Perú. (3) Médico Cirujano, Universidad Peruana Lima, Perú. (1) Cayetano Heredia. Hospital Nacional de la Facultad de Peruana Cayetano Cayetano Heredia. Materials and methods: A prospective descriptive study of patient records late preterm and term infants in the period September 2009 - March 2010 at the Hospital Nacional Cayetano Heredia. Patients with severe congenital malformations incompatible with life and readmissions were excluded. Statistical analysis was performed using STATA. Results: There were 2406 patients admitted to our study, we recruited 77 patients between 34 0/7 to 36 6/7ss gestational age (3.2%). Among the characteristics of the population is observed that there is greater RNPT PEG compared to RNAT (49.35% vs.6.31%), the 33.76% of RNPT 24 requiring hospitalization (27.27% in IU and 6.49% by UCIRN) and RNAT the 14.47% (14.26% in IU and 0.21% in UCIRN). With regard to neonatal morbidity, there is increased incidence of newborn jaundice, transient tachypnea (TT), infection and hypoglycemia in preterm infants (p <0.00000). The incidence of polycythemia and hypernatremia was not statistically significant when comparing both groups of infants. With regard to renal impairment, neurological and cardiovascular was not affected in any PN. Conclusions: Late preterm infants are at increased risk our environment for complications that require hospital admission in the early neonatal period as respiratory difficulty, jaundice, infection and hypoglycemia. Keywords: Late Preterm Newborns, Near Term Newborns, Associated Diseases and Morbidity. INTRODUCCIÓN Dentro del grupo de partos prematuros, existe una clasificación de neonatos nacidos entre la semana 340/7 a 36-6/7 que se han definido como "prematuros tardíos" (RNPT), estos neonatos representan el 70% de todos los partos prematuros (1). Los RNPT a menudo son atendidos de la misma manera que los recién nacidos a término (RNAT) de tal forma que permanecen con sus madres después del parto. Sin embargo, los RNPT son fisiológica y metabólicamente inmaduros, lo que conlleva a un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad e incluso estudios a largo plazo indican que estos pacientes tienen un bajo rendimiento escolar en comparación a los neonatos a término (1). Diversos estudios realizados en los últimos años en forma de la conciencia de que los infantes prematuros tardíos necesitan intervenciones más médicos que los bebés a término, debido a su inmadurez. El objetivo de este estudio fue determinar la morbimortalidad de los recién nacidos pre-término tardío y compararla con los recién nacidos a término. MATERIAL Y MÉTODOS El presente es un estudio retrospectivo y descriptivo de los registros de pacientes egresados del Hospital Nacional Cayetano Heredia (HNCH) desde el 1 de setiembre del 2009 al 31 de Marzo del 2010. Se incluyeron los registros de los neonatos pretérmino tardíos y a término nacidos en este periodo y fueron excluidos los registros de los pacientes con malformaciones congénitas severas incompatibles con la vida y registros de paciente en el que no quedó claro el diagnóstico causante de hospitalización o alguna de las demás Patricia Reyes, Fabiola Rivera, Ana María Castañeda Guarderas. variables a recolectar. La información extraída de las historias clínicas fue recolectada en una ficha (anexo 1) la cual fue elaborada por los autores en base a la bibliografía, (1,2,3,4,5,6,7,8) los diagnósticos obtenidos de éstas figuraba como código CIE 10. Se registró la edad gestacional según el método Capurro, género, peso, adecuación gestacional (se utilizaron las tablas de Olsen), necesidad de hospitalización, condición al alta, así como los siguientes diagnósticos clínicos: dificultad respiratoria, hiperbilirrubinemia, hipoglicemia, hipernatremia, presencia de infección, infección intrahospitalaria, policitemia, compromiso neurológico, compromiso cardiaco y compromiso renal. Se obtuvieron los registros con los datos deseados, los cuales fueron registrados en una hoja de cálculo en el programa EXCEL® y posteriormente transferidos al programa estadístico STATA 10.0® para su análisis. Los pacientes fueron divididos en dos grupos de acuerdo a si eran recién nacidos a término (RNAT) o recién nacidos pretérmino tardíos (RNPT). Se analizaron las variables género, edad, condición de egreso, tipo de parto, peso para edad gestacional y condiciones asociadas (variables de morbilidad) realizándose primero un análisis univariado, de tal forma que se analizaron las variables cualitativas con distribución de frecuencias, mientras que las variables cuantitativas fueron examinadas con medidas de tendencia central y de dispersión. Finalmente se realizó un análisis bivariado exploratorio tomando como variable dependiente el ser prematuro tardío considerándose un p significativo <0,05. RESULTADOS Se obtuvieron 2406 registros de pacientes que nacieron durante el periodo establecido, luego de haber excluido a los que no nacieron en el HNCH, por tener malformaciones congénitas y por ser reingresos. Finalmente de los 2406 pacientes que ingresaron a nuestro estudio, se reclutaron a 77 pacientes RNPT (rango entre 34 0/7 a 36 6/7) los cuales representan 3.2% de toda la población. Las características de la población, género, peso promedio, adecuación gestacional, tipo de parto, necesidad de hospitalización y mortalidad, pueden ser apreciadas en la tabla 1. Observamos que en los RNAT se encontró una mayor proporción de varones (50.7%) y un mayor porcentaje de partos eutócicos (66.5%). En el grupo de RNPT se observa que hay un mayor número de pacientes pequeños para edad gestacional (PEG) Patologías más frecuentemente asociadas a los recién nacidos pre-términos tardíos y a los recién nacidos a término en el periodo setiembre 2009 – marzo 2010 en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. en comparación con los RNAT (49.3% vs 6.3%, respectivamente, p<0.001), El 33.76% de los RNPT requirieron ser hospitalizados (27,2% en la unidad de cuidados intermedios y 6.4% en la unidad de cuidados intensivos de recién nacidos) y de los RNAT el 14.4% (14.2% en UI y el 0.21% en UCIRN). Se evidencia que la necesidad de ingreso a UCIRN es 30 veces mayor en RNPT, siendo la frecuencia inversamente proporcional a la edad gestacional. No hay diferencias significativas en cuanto a la condición de alta entre los RNPT y los RNAT. En la tabla 2 se muestran las complicaciones por edad gestacional en los RNPT y se comparan las complicaciones de los RNPT y RNAT. La ictericia fue más frecuente en RNPT que en los RNAT (58% vs 45% respectivamente, p=0,025). La ictericia patológica fue más frecuente en los RNPT vs RNAT (31% vs 21% respectivamente, p=0.042). En el grupo de pacientes RNPT se observa que la ictericia patológica iba en aumento progresivo al aumentar la edad gestacional, desde 17% a las 34 semanas, 30% a las 35 semanas y 33% a las 36 semanas. En cuanto a la dificultad respiratoria (DR) se observa que los RNPT tienen mayor incidencia de taquipnea transitoria (TT) en comparación con los RNAT (9% vs. 1.6%) p<0.00. Hallamos una relación inversamente proporcional entre los pacientes RNPT, a menor edad gestacional se observó mayor incidencia de TT, sin embargo esto no se observa en el grupo de pacientes RNAT. Ningún paciente presentó Síndrome de Membrana Hialina (SMH) o Síndrome de Aspiración Meconial (SAM). En lo que respecta a la presencia de hipoglicemia podemos ver que esta es más frecuente en los pacientes RNPT (14.29%) que en los RNAT (3%) p<0.00, y dentro de este grupo se observó que los pacientes con edad gestacional de 35 semanas tuvieron mayor frecuencia de hipoglicemia comparada con edad gestacional de 34ss (16,6%) y 35ss (29.4). En lo referente a frecuencias de condiciones infecciosas que complican al recién nacido podemos apreciar en el Tabla 2 que hubo mayor incidencia de neonatos potencialmente infectados (NPI) y de pacientes con sepsis confirmada en el grupo de RNPT, quienes además recibieron antibióticos con tratamiento completo a diferencia de los RNAT. Si bien se observó la presencia de policitemia en ambos grupos de neonatos, los RNPT presentaron esta patología con mayor frecuencia que los RNAT. 25 Durante el estudio no falleció ningún pretérmino tardío, más si 19 RNAT que fallecieron por malformaciones asociadas y en sala de partos desconociéndose la causa exacta. DISCUSIÓN La morbilidad y la mortalidad de pacientes recién nacidos "prematuros tardíos” ha sido descrita en estudios internacionales los cuales indican que existen diferencias importantes entre los nacidos a las 34, 35 o 36 semanas en comparación con los recién nacidos a término.1,3,4,5 Nuestros resultados muestran que en 6 meses tuvimos 2406 pacientes, de los cuales 3.19% representan a los RNPT. Si bien este es el primer estudio que muestra la incidencia de pacientes RNPT hemos observado que en comparación con estudios internacionales las cifras son muy similares con algunos de ellos (3.19% vs. 4.1%). Si bien Khashu et al. describen una mortalidad neonatal cinco veces mayor, Kramer et al. tres veces mayor y McIntire et al. dos veces mayor en el grupo de los RNPT en comparación con los RNAT, en este estudio no se ha podido evidenciar esta diferencia dado que la mortalidad general fue baja (0.04%) y la población de RNPT es pequeña. Se documentó un peso promedio de 2373.15 ± 538.72 gr. siendo este resultado similar al descrito por Dimitriou G, et al. en el 201011. En lo que respecta al término de la gestación, el grupo de RNPT finaliza la misma en su mayoría mediante cesárea, a diferencia de los RNAT, así mismo se observa que estos pacientes tienen una mayor tasa de hospitalización y con frecuencia ingresan a la UCI. Estudios como los de Wang ML, et al; Khashu M, Et al. y McIntire DD, et a l.,2,3,4,5 coinciden con los datos encontrados en este trabajo. Esto implica que en esta población de neonatos existe una alta necesidad de cuidados y recursos hospitalarios durante el periodo neonatal temprano, y por consiguiente esto implica un incremento de costos 1,3, lo que repercute en la planificación de los servicios sanitarios. Así mismo, se encontró una mayor frecuencia de pacientes RNPT pequeño para edad gestacional, lo cual se ha asociado a una probabilidad 2.7 veces mayor de morbilidades en comparación con sus homólogos AEG 1. En lo que respecta a las morbilidades encontradas en los recién nacidos podemos apreciar que la dificultad respiratoria es una de las patologías más importantes que se presenta, siendo esta 5 veces más frecuente en los RNPT en comparación con los RNAT, cifras similares pueden ser encontradas en la literatura,1 y dentro de esta patología encontramos que la TT Patricia Reyes, Fabiola Rivera, Ana María Castañeda Guarderas. 26 TABLA N° 1: Características generales Recién Nacidos Pretérmino Tardíos (n=77) Recién Nacidos a Término 34ss (n=6) 35ss (n=17) 36ss (n=54) RNPT (n=77) RNAT (n=2329) P Sexo (varón) 4 (66.67) 8 (47,06) 25 (46,30) 37 (48,05) 1182 (50,75) 0,641 Peso mediana (gr) 1792 (15353270) 2105 (20002495) 2327,5 (20752665) 2280 (2020-2665) 3350 (3070-3630) 0,000 AEG 2 (33,33) 10 (58,82) 27 (50) 39 (50.65) 2010 (86.30) PEG 4 (66.67) 7 (41.18) 27 (50) 38 (49,35) 147 (6,31) GEG 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 172 (7.39) Parto eutócico 2 (33.33) 8 (47.06) 21 (38.89) 31 (40.26) 1550 (66.55) Cesárea 4 (66.67) 9 (52.94) 33 (61.11) 46 (59,74) 772 (33,15) Uso de fórceps o vacum 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 7 (0.30) Necesidad de Hospitalización 4 (66,67) 6 (35,29) 16 (29,63) 26 (33,77) 337 (14,47) Cuidados Intermedios 3 (50.00) 4 (23.53) 14 (25.93) 21 (27,27) 332 (14,26) UCIN 1 (16,67) 2 (11.76) 2 (3.70) 5 (6.49) 5 (0.21) Vivo 6 (100.00) 17 (100.00) 54 (100.00) 77 (100.00) 2326 (99.87) Fallecido 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 1 (0.04) Adecuación gestacional 0,000 Tipo de parto Condición al alta Los datos se expresan como número y porcentaje (%) P Se refiere a la comparación de los RNPT con los RNAT. 0,000 0,000 Patologías más frecuentemente asociadas a los recién nacidos pre-términos tardíos y a los recién nacidos a término en el periodo setiembre 2009 – marzo 2010 en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. 27 TABLA N° 2: Morbimortalidad neonatal Recién Nacidos Pretérmino Tardíos (n=77) 34ss (n=6) 35ss (n=17) 36ss (n=54) Ictericia Recién Nacidos a Término RNPT (n=77) RNAT (n=2329) P 45 (58,44) 1059 (45,47) 0,025 Fisiológica 2 (33.3) 6 (35.3) 13 (24) 21 (27.2) 559 (24) Patológica 1 (16.6) 5 (29.4) 18 (33.3) 24 (31.1) 500 (21.5) 0,0421 8 (10,39) 44 (1,89) 0,000 Dificultad Respiratoria Taquipnea Transitoria 1 (16.6) 2 (11.8) 4 (7.4) 7 (9) 38 (1.6) Neumonía 0 (0) 0 (0) 1 (1.8) 1 (1.2) 4 (0.17) Fuga de Aire 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 2 (0.08) Hipoglicemia 1 (16.67) 5 (29.41) 5 (9.26) Infección NPI 11 (14,29) 70 (3,01) 0,000 4 (5,19) 9 (0,39) 0,000 14 (18.2) 154 (6.6) 0 (0) 8 (0.34) 1 (16.6) 3 (17.6) 10 (18.5) Sepsis Posible 0 (0) 0 (0) 0 (0) Sepsis Probable 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 11 (0.47) 1 (16.6) 0 (0) 3 (5.5) 4 (5.1) 4 (0.17) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 1 (0.04) 2 (2,6) 18 (0,77) Sepsis Confirmada Sepsis Intrahospitalaria Policitemia Sin ETP 1 (16.6) 0 (0) 1 (1.85) 2 (2.6) 18 (0.77) Con ETP 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 4 (0.17) 4 (5,2) 128 (5,5) Hipernatremia 0 (0) 0 (0) 4 (7.4) Asfixia 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 8 (0.34) ITU 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 6 (0.25) Compromiso Cardiovascular 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 27 (1.16) Los datos se expresan como número y porcentaje (%). P Se refiere a la comparación de los RNPT con los RNAT. ETP = exanguìneo transfusion 0,151 0,909 28 fue la más frecuente (9%). El riesgo de presentar dificultad respiratoria disminuye marcadamente a partir de las 36 semanas de edad gestacional, Escobar G1 et al. también obtuvieron datos similares. La hiperbilirrubinemia es la patología que más frecuentemente requiere atención y tratamiento en el periodo neonatal. En este estudio, la incidencia de hiperbilirrubinemia fue mayor en los recién nacidos pretérmino tardíos respecto a los términos, acorde con lo descrito por la serie de Wang et al y McIntire et al.1. En los pretérmino tardío de nuestro estudio, el riesgo de hipoglucemia no fue estadísticamente significativo con respecto al de los nacidos a término. Este hallazgo es similar al estudio de P. Rojas Feria y difiere del estudio de Wang et al 1, que comunicaron un riesgo tres veces mayor en el grupo de pretérmino. El riesgo de policitemia, de hipernatremia, infecciones o complicaciones cardiológicas así como renales no son variables que se hayan evaluado en los estudios ya realizados. Siendo en este estudio no estadísticamente significativo el riesgo de policitemia e hipernatremia. En relación con la mortalidad neonatal, es mayor en el grupo de los pretérmino tardíos según lo descrito en la literatura (cinco veces mayor según Khashu et al, tres veces mayor según Kramer et al, una vez mayor según McIntire et al, que en este estudio no se ha podido evidenciar. No se ha encontrado una diferencia significativa en cuanto a la mortalidad neonatal en ambos grupos de nuestra muestra. Las diferencias encontradas pueden deberse a que en el estudio de Khashu et al se recogieron neonatos de menor edad gestacional como recién nacidos pretérmino tardíos. Todas las referencias son internacionales, sin embargo existe una presentación de la Dra Bellomo, no publicada, realizada en el año 2010 en la cual se encuentran datos similares. No se ha podido corroborar la determinación de la edad gestacional para los neonatos incluidos en el estudio ya que eso dependió de los Clínicos que los evaluaron en el momento del nacimiento por el método Capurro. Dentro de las limitaciones del estudio están que los datos han sido recolectados retrospectivamente, además que hubo una población pequeña de pretérminos tardíos. CONCLUSIONES Los recién nacidos pretérmino tardíos de nuestro medio representan un colectivo bien definido de riesgo para presentar complicaciones que hacen necesario su ingreso hospitalario en el periodo Patricia Reyes, Fabiola Rivera, Ana María Castañeda Guarderas. neonatal temprano, por lo que deben disponerse los recursos necesarios para su atención diferenciada. Éstos tienen mayor riesgo de presentar complicaciones en comparación con los recién nacidos a término que hacen necesario su ingreso hospitalario como la dificultad respiratoria, ictericia e hipoglicemia. Además nuevas evidencias de que no sólo presentan mayor riesgo de morbilidad durante el período neonatal, si no que pueden ser a largo plazo por lo cual se crea la necesidad de tener un programa de seguimiento estrecho. Patologías más frecuentemente asociadas a los recién nacidos pre-términos tardíos y a los recién nacidos a término en el periodo setiembre 2009 – marzo 2010 en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. 29 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 Definitions of “late preterm” and “early term.” Adapted from Engle W, Kominiarek M. Clin Perinatol. 008;35:325–341. Percent distribution of preterm births: United States, 2005. Centers for Disease Control and prevention. National Center for Health Statistics Final Natality Data 2005. 2 Optimizing care and outcome for late-preterm (nearterm) infants: a summary of the workshop sponsored by the National Institute of Child Health and Human Development. Stark AR. Levels of neonatal care. Pediatrics 2004; 114: 1341–7. Raju TN, Higgins RD, Stark AR, Leveno KJ. Pediatrics 2006; 118: 1207–14. 3 Wang ML, Dorer DJ, Fleming MP, Catlin EA. Clinical outcomes of near-term infants. Pediatrics 2004; 114: 372–6. 4 Early discharge among late preterm and term newborns and risk of neonatal morbidity. Tomashek KM, Shapiro-Mendoza CK, Weiss J, KotelchuckM, Barfield W, Evans S, et al. Early discharge among late preterm and term newborns and risk of neonatal morbidity. SeminPerinatol 2006; 30: 61–8. 5 Short-term neonatal outcome in lowrisk, spontaneous, singleton, late preterm deliveries. Melamed N, Klinger G, Tenenbaum-Gavish K, Herscovici T, Linder N, Hod M, et al. ObstetGynecol 2009; 114: 253–60. 6 Risk factors for neonatal morbidity and mortality among ‘healthy’, late preterm newborns. Shapiro-Mendoza Correspondencia: CK, Tomashek KM, Kotelchuck M, Barfield W, Weiss J, Evans S. SeminPerinatol 2006; 30: 54–60. 7 Neonatal morbidity in late preterm and term infants in the nursery of a tertiary hospital. Dani C, Corsini I, Piergentili L, Bertini G, Pratesi S, Rubaltelli FF. Acta Paediatr 2009; 98: 1841–3. 8 Early term and late preterm birth are associated with poorer school performance at age 5 years: a cohort study. Quigley MA, Poulsen G, Boyle E, Wolke D, Field D, Alfirevic Z, Kurinczuk JJ. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed. 2012. 9 Definitions of “late preterm” and “early term.” Adapted from Engle W, Kominiarek M. ClinPerinatol. 2008;35:325–341. Percent distribution of preterm births: United States, 2005. Centers for Disease Control and Prevention. National Center for Health Statistics Final Natality Data 2005. Stark AR. Levels of neonatal care. Pediatrics 2004; 114: 1341–7. 10 Early term and late preterm birth are associated with poorer school performance at age 5 years: a cohort study. Quigley MA, Poulsen G, Boyle E, Wolke D, Field D, Alfirevic Z, Kurinczuk JJ. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed. 2012. 11 Determinants of morbidity in late preterm infants Gabriel Dimitriou, Sotirios Fouzas, Vassilis Georgakis, Aggeliki Vervenioti, Vassilis G. Papadopoulos, George Decavalas, Stefanos Mantagos. Early Human Development 86 (2010) 587–591. Patricia Reyes Montezuma Calle Carlos Rodrigo 1013, Surco, Lima - Perú. Correo electrónico: [email protected] Recibido: 27/01/13 Aceptado: 10/ 03/13 Rev. peru. pediatr. 66 (1) 2013 30 Lactancia materna continuada y entrenamiento en alimentación complementaria en la prevención del riesgo de talla baja en lactantes de 12 meses, Hospital II Pucallpa 2010-2011. Continued breastfeeding and complementary feeding training in the prevention of the risk of short stature in infants at 12 months old, Hospital II Pucallpa 2010-2011. Jackeline del Rosario Ashiyama Vega1 Javier Ángel Ravichagua Ramos2 RESUMEN Introducción: Las madres de lactantes de 6 meses no tienen habilidades para alimentarlos e inician destete, reduciendo así beneficios de la lactancia materna continuada (LMC). Mal alimentados y desprotegidos enferman continuamente y se desnutren. Objetivo: Evaluar efecto de LMC y entrenamiento en alimentación complementaria en prevención del riesgo de talla baja (RTB) en lactantes de 12 meses, Hospital II Pucallpa 2010-2011. Métodos:Diseño experimental. El tipo de lactancia luego de entrevista se clasificó en LMC (único alimento lácteo bebible) y LMNC (otros lácteos también). Se entrenó a madres del grupo intervención en alimentación complementaria; al grupo control no. Se talló a los 6 y 12 meses de edad y se registró en WHO ANTRHO. Se analizó con SPSS, calculándose prevalencia de LMC a los 12 meses, incidencia de RTB y estableciéndose nivel de riesgo a través del RR. Resultados: A los 12 meses en el grupo control (sin entrenamiento) los que tuvieron LMNC encontramos 7 veces más RTB que los que tuvieron LMC del grupo intervención (madres entrenadas) Conclusión: La aplicación conjunta de LMC y el entrenamiento, crean un sinergismo positivo a favor de la prevención del RTB imprevisible a partir de los valores de cada uno aplicados aisladamente. Palabras clave: Lactancia materna continuada, riesgo de talla baja, alimentación complementaria. SUMMARY Introduction: Mothers of 6 months breastfed babies are not able to feed them properly, so they start weaning, reducing that way the large benefits of continued breastfeeding (LMC). Diseases and undernourishment appear as consequences of poor feeding and immunologic vulnerability. Objective: To evaluate the effect of continued breastfeeding and complementary feeding training in preventing the risk of short stature (RTB) in 12 months old infants, Essalud Pucallpa Hospital II, 2010 - 2011. Methods: Experimental design. The type of feeding after interview qualified in LMC (only food dairy beverage) and LMNC (other dairy too). Mothers were trained in the intervention group in supplementary Enfermera Pediátrica Hospital II EsSalud Pucallpa y Centro Médico Del Rosario (2) Médico Pediatra Hospital II EsSalud Pucallpa y Centro Médico Del Rosario Segundo lugar categoría C del “Premio Kaelin 2011” (1) feeding; the control group had no training. Their height at 6 and 12 months old and registered in ANTRHO WHO. Were analyzed with SPSS, calculated prevalence of LMC at 12 months old, RTB incidence and risk level established through the RR. Results: At 12 months old, in the control group (no training) which had LMNC, RTB found 7 times than those with LMC in the intervention group (trained mothers) Conclusion: The joint application of LMC and training, create a positive synergy for RTB prevention, unpredictable from the values of each applied separately. Key Words: continued breastfeeding, complementary feeding, risk of short stature. Introducción Este estudio se hizo con la finalidad de que sus aportes contribuyan a prevenir la desnutrición crónica, empleando para ello dos estrategias: La lactancia materna continuada, sin la adición de otros lácteos bebibles, hasta los 12 meses de edad Lactancia Materna Continuada y Entrenamiento en Alimentación Complementaria en la Prevención del Riesgo de Talla Baja en Lactantes de 12 Meses, Hospital II Pucallpa 2010-2011. y el entrenamiento a las madres de los lactantes que inician alimentación complementaria. En la literatura disponible se halla escasa información sobre las bondades de ofrecer leche materna como único lácteo bebible después de los 6 meses, complementada adecuadamente con mazamorras, papillas y purés. Salvo algunas publicaciones extranjeras que han posibilitado la ampliación del componente teórico de este estudio. En los primeros meses de vida, ocurre un período crítico de crecimiento en el niño, el que nunca se volverá a repetir con la misma celeridad, es por ello que en esta etapa la desnutrición afecta de manera irreversible la capacidad física, intelectual, emocional y social de los niños, y genera un mayor riesgo de enfermar y de morir. El deterioro que causan las enfermedades y la malnutrición reducen su capacidad de aprendizaje en la etapa escolar y limita sus posibilidades de acceder a otros niveles de educación. Convirtiéndolos luego en adultos con poca productividad económica. Diversos programas de apoyo alimentario que nacieron con el propósito de reducir la desnutrición crónica (talla baja) en los niños menores de cinco años se vienen ejecutando desde hace varias década en el Perú. Sin embargo, ésta ha permanecido casi invariable alrededor del 25.0% (1). En un estudio, que utilizó el marco conceptual de UNICEF, se observó que una de las variables que determinaron que los niños no se encontraran con desnutrición crónica (talla baja) fue la mayor duración de la lactancia materna (2). La OMS, apoyándose en la evidencia científica actual, recomienda la lactancia materna exclusiva durante 6 meses, seguida de la introducción de alimentos complementarios y la continuación de la lactancia materna hasta los dos años o más. Lactancia Materna. Guía para profesionales. Monografías de la AEP Nº 5. 2005, Cap.A-7 Pag. 85. A partir de ese momento, a fin de satisfacer sus requisitos nutricionales en evolución, los lactantes deberían recibir alimentos complementarios adecuados e inocuos desde el punto de vista nutricional, sin abandonar la lactancia natural hasta los dos años de edad, o más tarde. Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño. OMS. 2003. Pág. 8 Sin embargo esta recomendación se puede interpretar de diversas formas, desde la madre que continúa amamantando y complementa con alimentos que excluyen los lácteos bebibles, hasta aquella que privilegia la alimentación con fórmulas artificiales e inicia el destete. La continuación de la Lactancia materna luego de los primeros seis meses confiere una serie de ventajas en el lactante, como prolongar la protección frente a infecciones graves, y también en la madre, prolongando el período de infertilidad (3). Por ello, es importante mantener la succión, en 31 tanto que la reducción de la succión induce una disminución en la síntesis de prolactina y de leche materna (4). Al punto que al cabo de una semana de falta de estimulación del pecho materno el tejido mamario muestra regresión (4). El tumulto de publicidad de múltiples marcas de lácteos, orillan a las madres de lactantes de 6 meses al uso de esos productos y es común que los profesionales sanitarios tengamos que responderles, la inquietud siguiente ¿Qué leche le debo dar ahora? En la creencia de que la leche materna debe ser remplazada y que necesariamente el inicio de la alimentación complementaria es sinónimo de destete. Surgen por ello una serie de cuestionamientos sobre la continuación de la lactancia materna a partir de los seis meses: ¿Es imprescindible el uso de otra leche además de la materna?, ¿Los niños que continúan con leche materna y alimentos complementarios no lácteos corren riesgo de desnutrición?, ¿El uso de otras leches podría desplazar el consumo de la leche materna y disminuir su importante aporte de factores protectores?. El inicio de la alimentación complementaria a menudo es un evento importante y esperado con grandes expectativas por cada madre, sin embargo un 83% de madres ucayalinas tienen un nivel de conocimientos insuficientes sobre alimentación y nutrición infantil (5), lo que les impide realizar preparaciones nutritivas o dificulta su capacidad de lograr que el lactante acepte lo ofrecido, corriendo el riesgo de practicar hábitos alimenticios erróneos y como consecuencia de ello contribuir a la desnutrición en sus hijos. Esto podría explicar porque Ucayali concentra un buen número de indicadores de desnutrición infantil: la desnutrición crónica (talla baja) es del 24.4% (6), la anemia ferropénica de 43.9% (6), existe un 45% de déficit en la ingesta de calorías (6), 22% de niños presenta déficit de proteínas de alto valor biológico (6), 95% de consumo muy pobre de hierro en los menores de 5 años (6). Esto podría ser porque la desnutrición crónica, es el resultado de un efecto acumulativo de una larga data de inadecuada alimentación y aunque suele ser más prevalente después de los 24 meses; el problema comienza generalmente a los 6 meses de edad, cuando el lactante debe empezar a alimentarse complementando la leche materna y se presentan dos situaciones críticas: madres que no tienen habilidades para alimentarlos, esto incluye conocimientos sobre alimentación y estrategias para lograr la aceptación de los alimentos ofrecidos, y equivocadamente se desplaza la leche materna por el consumo de otros lácteos, con lo que el lactante deja de percibir las ventajas nutricionales e inmunológicas de la leche materna, quedando a merced de las afecciones de diverso orden. Jackeline del Rosario Ashiyama Vega, Javier Ángel Ravichagua Ramos. 32 empleaba como único alimento lácteo bebible y Lactancia materna no continuada la que no usaba leche materna como único alimento lácteo bebible. Se incluyen las lactancias mixta y artificial (nada de leche materna) Las madres del grupo de intervención fueron entrenadas en alimentación complementaria (preparación, estrategias de alimentación, uso de la leche materna como ingrediente y como único lácteo bebible) en tres sesiones, a los 6, 7 y 9 meses de edad de sus hijos. Al grupo de control se le atendió con atenciones estandarizadas: control de crecimiento y desarrollo, vacunas y consejería en alimentación complementaria; pero no se le hizo el entrenamiento en alimentación complementaria, lo cual no se encontraba estandarizado como parte del protocolo de atención. En ambos grupos se tomó talla a los 6 y 12 meses de edad, estos datos fueron registrados en el programa WHO ANTRHO. Se consideró talla baja cuando la talla/edad corresponde al puntaje Z de – 2 DE y riesgo de talla baja cuando la talla/ edad corresponde al puntaje Z entre –1 y –2 DE. Se analizaron estadísticamente los datos con SPSS, calculándose en ambos grupos prevalencia de lactancia materna continuada a los 12 meses de edad, incidencia de riesgo de talla baja y estableciéndose el nivel de riesgo para cada clasificación de las variables independientes a través del Riesgo Relativo. Esta investigación cumple con la Declaración de Helsinki y se obtuvo el permiso de los parientes responsables. La información recabada fue de uso confidencial, privado y anónimo. MATERIALES Y MÉTODOS El diseño fue experimental de estímulo repetido, con pre y post -prueba, un grupo de intervención y otro de control. El grupo de control recibió la atención estandarizada: control de crecimiento y desarrollo, vacunas y consejería en alimentación complementaria. El grupo de intervención recibió además un entrenamiento en alimentación complementaria, no estandarizado como atención preventiva. Se excluyeron a los lactantes con factores de riesgo y se incluyó sólo a los sanos, eutróficos y con autorización de sus progenitores. La decisión de continuar o no con el amamantamiento fue de libre albedrío de sus padres. Se tomó el 100% de la población atendida en CRED entre julio y octubre del 2010 equivalente a 216 lactantes de 6 meses. Se usó la ficha individual codificada para verificar los criterios de selección y se empleó como fuente primaria de información a la madre y secundarias al carné de atención integral del niño (a) y a la historia clínica en caso de existir dudas al respecto. Se excluyeron los que no desearon participar, BPN, PEG, RCIU, RNPT, enfermos crónicos y riesgo de talla baja o talla baja al cumplir los 6 meses de edad; quedando la población con 180 lactantes, a los que se distribuyó aleatoriamente en dos grupos: grupo de intervención y grupo control. Luego un grupo se retiró del estudio (por viaje, inasistencia al entrenamiento, enfermedades y situaciones imprevistas diversas de la familia) reduciéndose a 153 lactantes. El tipo de lactancia de 6 a 12 meses de edad se identificó por medio de una entrevista a la madre (cuestionario estructurado). Clasificándose en dos: Lactancia materna continuada la que se RESULTADOS DESCRIPCIÓN DEL COMPORTAMIENTO EPIDEMIOLÓGICO DE LAS VARIABLES EN LOS GRUPOS DE ESTUDIO TABLA N° 1: Conformación inicial y final de los grupos de estudio GRUPOS DE ESTUDIO INICIAL RETIROS N° % Intervención 120 67 Control 60 180 33 100.0 N° FINAL % 2 7.4 25 92.6 27 100.0 N° % 118 77 35 153 23 100.0 TOTAL Fuente: Estudio Lact. Mat. Cont. y Ent. en Alim. Comp. en prev. del RTB en lact. de 12 m. Hospital II Pucallpa 2010-2011. Lactancia Materna Continuada y Entrenamiento en Alimentación Complementaria en la Prevención del Riesgo de Talla Baja en Lactantes de 12 Meses, Hospital II Pucallpa 2010-2011. 33 La conformación inicial de 180 lactantes, tuvo un 67% en el grupo de intervención en función de la experiencia de que del grupo de intervención es de donde suelen retirarse más sujetos de estudio, porque demanda mayor responsabilidad y compromiso de asistencia a los controles regulares de CRED y vacunas, consejerías en alimentación complementaria y las sesiones de entrenamiento, en comparación con el grupo de control que sólo tenían que acudir a la atención estandarizada (controles regulares de CRED y vacunas, consejerías en alimentación complementaria); pero ninguna sesión de entrenamiento, por ello este grupo tuvo 33 % participantes. La conformación final quedó reducida a 153 lactantes en uso de los criterios de retiro del estudio. Y como vemos finalmente un 77% del total conformó el grupo de intervención y un 23% el de control, esto fue contrario a lo que se había proyectado, en vista de que del grupo de control hubo más retiros. TABLA N° 2: Razones de retiro de los participantes del estudio GRUPOS DE ESTUDIO Voluntario Por viaje Por situaciones imprevistas Por enfermedad INTERVENCIÓN N° % 1 3.70 1 3.70 0 0.00 0 2 0.00 7.40 CONTROL N° % 10 37.04 10 37.04 3 11.11 2 7.41 25 92.60 TOTAL N° % 11 40.74 11 40.74 3 11.11 2 27 7.41 100.00 TOTAL Fuente: Estudio Lact. Mat. Cont. y Ent. en Alim. Comp. en prev. del RTB en lact. de 12 m. Hospital II Pucallpa 2010-2011. De los 27 retiros, estos fueron los motivos: 11 retiros voluntarios, 11 por viaje fuera de Pucallpa, 3 por situaciones imprevistas familiares de otro tipo y 2 por enfermedad moderadamente severa que requirió en uno de los casos referencia a Lima. TABLA N°3: Prevalencia de lactancia materna continuada (LMC) versus lactancia materna no continuada (LMNC) a los 12 meses de edad en ambos grupos TIPO DE LACTANCIA GRUPOS DE ESTUDIO N° Intervención 86 LMC % N° 73 32 LMNC TOTAL % N° % 27 118 100 Control 11 31 24 69 35 100 Fuente: Estudio Lact. Mat. Cont. y Ent. en Alim. Comp. en prev. del RTB en lact. de 12 m. Hospital II Pucallpa 2010-2011. La decisión de continuar o no con la lactancia materna fue libre y voluntariamente tomada por las familias. De los 118 lactantes que conformaron el grupo de intervención, 73% tuvieron lactancia materna continuada (LMC) y un 27% tuvo lactancia materna no continuada (LMNC). De los 35 lactantes que conformaron el grupo de control, 31% tuvieron lactancia materna continuada (LMC) y un 69% tuvo lactancia materna no continuada (LMNC). Jackeline del Rosario Ashiyama Vega, Javier Ángel Ravichagua Ramos. 34 TABLA N° 4: Incidencia de Riesgo de Talla Baja y Talla Baja según tipo de lactancia a los 12 meses en ambos grupos TALLA PARA LA EDAD GRUPO INTERVENCIÓN (con entrenamiento) NORMAL TALLA BAJA TOTAL N % RIESGO TALLA BAJA N % N % N % Lact. Mat. Cont. (LMC) 84 98 2 2 0 0 86 100 Lact. Mat. No Cont. (LMNC) 29 91 3 9 0 0 32 100 TIPO DE LACTANCIA CONTROL Lact. Mat. Cont. (LMC) 10 91 1 9 0 0 11 100 (con atención Lact. Mat. No Cont. (LMNC) 19 79 4 17 1 4 24 100 estandarizada/sin entrenamiento) Fuente: Estudio Lact. Mat. Cont. y Ent. en Alim. Comp. en prev. del RTB en lact. de 12 m. Hospital II Pucallpa 2010-2011. En el grupo de intervención (con entrenamiento), del sub grupo de los que tuvieron LMC el 98% permaneció con talla normal. La incidencia de riesgo de talla baja es de 2% para este sub grupo. Del sub grupo de los que tuvieron LMNC un 91% mantuvieron la normalidad. La incidencia de riesgo de talla baja es de 9% para este sub grupo. Ninguno de los sub grupos tuvo talla baja. En el grupo control (con atención estandarizada), del sub grupo de los que tuvieron LMC el 91% permaneció con talla normal. La incidencia de riesgo de talla baja fue de 9%. Del sub grupo de los que tuvieron LMNC un 79% mantuvieron la normalidad. La incidencia de riesgo de talla baja fue de un 17% en los que tuvieron LMNC. La incidencia de talla baja fue de un 4 % en los que tuvieron LMNC hasta los 12 meses. COMPARACIÓN DEL COMPORTAMIENTO DE LAS VARIABLES ENTRE LOS GRUPOS DE ESTUDIO Se aplicó el riesgo relativo para medir el efecto de las variables independientes. TABLA N° 5: Riesgo de talla baja (RTB) en los que tuvieron Lactancia Materna No Continuada (LMNC) a los 12 meses en ambos grupos GRUPO INTERVENCIÓN CONTROL EXPOSICIÓN A INCIDENCIA RTB RR Lactancia Materna No Continuada 9.4 4.1 Lactancia Materna Continuada 2.3 Lactancia Materna No Continuada 17 Lactancia Materna Continuada 9 1.8 En el grupo de intervención, el riesgo relativo de presentar Riesgo de Talla Baja es 4.1 veces mayor en el grupo de LMNC comparado con el grupo de LMC, es decir existe un claro efecto protector de la LMC. Y en el grupo de control el riesgo relativo de presentar Riesgo de Talla Baja es 1.8. Continua la LMC siendo un factor protector contra el Riesgo de Talla Baja, pero en menor medida que con un entrenamiento adecuado en la alimentación complementaria. En ambos casos la LMC parece ser un elemento protector de riesgo de tallla baja, siendo mas ostensible en el grupo intervenido. Lactancia Materna Continuada y Entrenamiento en Alimentación Complementaria en la Prevención del Riesgo de Talla Baja en Lactantes de 12 Meses, Hospital II Pucallpa 2010-2011. 35 TABLA N° 6: Riesgo de talla baja (RTB) en los que tuvieron Lactancia Materna Continuada (LMC) y no Continuada (LMNC) deL Grupo de contro versus el grupo de intervención. EXPOSICIÓN A INCIDENCIA RTB RR CONTROL Lactancia Materna Continuada 9.1 3.95 INTERVENCIÓN Lactancia Materna Continuada 2.3 CONTROL Lactancia Materna No Continuada 16.6 INTERVENCIÓN Lactancia Materna No Continuada 9.4 GRUPO 1.8 Por otro lado, si nos referimos al grupo de LMC con intervención, y sin intervención, vemos que la no intervención incrementó en 3.95 veces el riesgo. Lo mismo puede decirse para el grupo con LMNC, aunque en menor medida. TABLA N° 7: Riesgo de talla baja (RTB) en los que tuvieron Lactancia Materna No Continuada (LMNC) del Grupo de Control versus Lactancia Materna Continuada (LMC) del Grupo de Intervención GRUPO CONTROL INTERVENCIÓN EXPOSICIÓN A Lactancia Materna No Continuada Lactancia Materna Continuada INCIDENCIA RTB RR 16.6 7.2 2.3 En el grupo de control, en los que tuvieron LMNC hubo 7 veces más riesgo de presentar riesgo de talla baja que los que tuvieron LMC del grupo de intervención. Se presenta un claro sinergismo en contra de la desnutrición cuando se combina la LMC con el entrenamiento en alimentación complementaria. DISCUSIÓN No existen estudios similares, que evalúen la combinación del entrenamiento en alimentación complementaria y la duración de la lactancia materna, donde la leche materna sea el único lácteo bebible usado después de los 6 meses. Por ello se establecen comparaciones con estudios que usan variables cercanas. Pero sí se encuentra información coincidente entre la duración de lactancia materna y la disminución de la desnutrición crónica infantil, en un estudio, que utilizó el marco conceptual de UNICEF y observó que una de las variables que determinaron que los niños no se encontraran con desnutrición crónica (talla baja) fue la mayor duración de la lactancia materna (7). Unicef postula que entre las causas inmediatas más importantes de la desnutrición crónica (talla baja), se encuentra la inadecuada ingesta alimentaria y que su interacción con las enfermedades infecciosas tiende a crear un círculo vicioso, ya que cuando el niño desnutrido, cuya resistencia a las enfermedades es inferior, contrae una enfermedad, su desnutrición empeora (8) . Las enfermedades prevalentes de la infancia condicionan la desnutrición crónica y estudios diversos de todo el mundo las han relacionado indirectamente con una menor duración de la lactancia materna (9, 10, 11, 12 y 13). De otro modo también se ha asociado la lactancia materna con la prevención de la desnutrición al demostrar como la leche materna impacta el estado nutricional de forma evidente durante los periodos de enfermedad, cuando el apetito de los niños por otros alimentos desciende pero la ingesta de leche materna se mantiene (14). En este estudio se obtiene resultados que demuestran la disminución del riesgo de la desnutrición crónica (riesgo de talla baja) entre los que hacen lactancia materna continuada sin adición de otros lácteos bebibles y cuyas madres son entrenadas en alimentación complementaria. Jackeline del Rosario Ashiyama Vega, Javier Ángel Ravichagua Ramos. 36 RIESGO DE TALLA BAJA (RTB) EN LOS QUE TUVIERON LACTANCIA MATERNA NO CONTINUADA (LMNC) EN EL GRUPO DE INTERVENCIÓN En el grupo de intervención (recibió el entrenamiento) algunas madres optaron por no continuar con la lactancia materna como único lácteo bebible (LMNC). Este sub- grupo entrenado, pero sin lactancia materna continuada (LMC) presentó 4 veces más Riesgo de Talla Baja (RTB) que los que mantuvieron la LMC hasta los 12 meses. El hallazgo de menor incidencia de RTB del estudio se encuentra en el grupo de intervención, entre los que tuvieron LMC; porque se combinan las dos estrategias y a la vez variables independientes del estudio: LMC y entrenamiento en alimentación complementaria. La comparación de incidencias de RTB entre los que tuvieron LMNC y LMC, demuestra que aún entrenando a las madres en alimentación complementaria, el hecho de haber conferido LMNC incrementó hasta 4 veces la incidencia del riesgo de talla baja. LMNC HASTA LOS 12 MESES + ENTRENAMIENTO = 4 VECES MÁS RTB QUE CON LMC Y ENTRENAMIENTO RIESGO DE TALLA BAJA (RTB) EN LOS QUE TUVIERON LACTANCIA MATERNA NO CONTINUADA (LMNC) EN EL GRUPO CONTROL En el grupo de control, se presenta lo siguiente: entre los que tuvieron LMNC hasta los 12 meses hubo 1.8 veces más riesgo de presentar RTB que los que tuvieron LMC hasta los 12 meses, pero sin entrenamiento. Estos resultados demuestran que en situación de no recibir entrenamiento en alimentación complementaria, la LMNC incrementó 1.8 veces la incidencia de RTB que cuando hubo LMC hasta los 12 meses (reiteramos en situación de no entrenamiento para ambos sub grupos) Este resultado es menor que el RR 4 del grupo de intervención porque en el grupo control, ninguno de los sub grupos de LMC ni LMNC recibieron el entrenamiento y sólo se evidencia la fuerza de asociación con el RTB de la LMNC. Por lo tanto, si sólo promovemos la LMC hasta los 12 meses; pero sin entrenamiento, la reducción de la RTB será inferior, porque como vemos la fuerza de asociación es menor que cuando también se entrena a las madres. LMNC HASTA LOS 12 MESES + SIN ENTRENAMIENTO = 1.8 VECES MÁS RTB QUE CON LMC Y SIN ENTRENAMIENTO RIESGO DE TALLA BAJA (RTB) EN LOS QUE TUVIERON LACTANCIA MATERNA NO CONTINUADA (LMNC) DEL GRUPO DE CONTROL VERSUS EL GRUPO DE INTERVENCIÓN En el grupo de control, el mismo que no recibió el entrenamiento, entre los que tuvieron LMNC hasta los 12 meses hubo 1.8 veces más riesgo de presentar RTB que los que tuvieron LMNC hasta los 12 meses en el grupo de intervención. Estos resultados demuestran que sin entrenamiento en alimentación complementaria y con LMNC se incrementó 1.8 veces la incidencia de RTB que con entrenamiento y con LMNC. Este resultado es similar al obtenido aplicando sólo LMC sin entrenamiento. Por lo tanto si sólo entrenamos a las madres y éstas no hacen LMC hasta los 12 meses la reducción de la RTB será inferior, porque como vemos la fuerza de asociación es menor que cuando las madres entrenadas hacen LMNC. Lactancia Materna Continuada y Entrenamiento en Alimentación Complementaria en la Prevención del Riesgo de Talla Baja en Lactantes de 12 Meses, Hospital II Pucallpa 2010-2011. LMNC HASTA LOS 12 MESES + ENTRENAMIENTO = 37 1.8 VECES MÁS RTB QUE CON LMNC Y ENTRENAMIENTO RIESGO DE TALLA BAJA (RTB) ENTRE LOS QUE TUVIERON LACTANCIA MATERNA CONTINUADA (LMC) DEL GRUPO DE CONTROL VERSUS EL GRUPO DE INTERVENCIÓN En el grupo de control, el mismo que no recibió el entrenamiento, entre los que tuvieron LMC hasta los 12 meses hubo 4 veces más riesgo de presentar RTB que los que tuvieron LMC hasta los 12 meses del grupo de intervención. Estos resultados demuestran que sin entrenamiento en alimentación complementaria y con LMC se incrementó 4 veces la incidencia de RTB que con entrenamiento y con LMC. Este resultado es similar al obtenido aplicando sólo entrenamiento, pero sin LMC. Por lo tanto si no entrenamos a las madres, aunque éstas hagan LMC hasta los 12 meses la reducción de la RTB será inferior, porque como vemos la fuerza de asociación es menor que cuando las madres entrenadas hacen LMC. LMC HASTA LOS 12 MESES + SIN ENTRENAMIENTO = 4 VECES MÁS RTB QUE CON LMC Y ENTRENAMIENTO RIESGO DE TALLA BAJA (RTB) ENTRE LOS QUE TUVIERON LACTANCIA MATERNA NO CONTINUADA (LMNC) DEL GRUPO DE CONTROL VERSUS LOS QUE TUVIERON LACTANCIA MATERNA CONTINUADA (LMC) DEL GRUPO DE INTERVENCIÓN En el grupo de control, el mismo que no recibió el entrenamiento, entre los que tuvieron LMNC hasta los 12 meses hubo 7 veces más riesgo de presentar RTB que los que tuvieron LMC hasta los 12 meses del grupo de intervención. Estos resultados demuestran que entrenando a las madres en alimentación complementaria y logrando que ellas practiquen la LMC hasta los 12 meses habrá menos RTB que cuando las madres no son entrenadas y practican LMNC. LMNC HASTA LOS 12 MESES + SIN ENTRENAMIENTO CONCLUSIONES El grupo que se entrenó en alimentación complementaria presentó un riesgo relativo de Riesgo de Talla Baja 4.1 veces menor cuando se continua con la lactancia materna; frente a los que no lo hacen, es decir existe un claro efecto protector de la LMC. Situación similar sucede en el grupo de control donde la LMC sigue siendo un factor protector contra el Riesgo de Talla Baja, pero en menor = 7 VECES MÁS RTB QUE CON LMC Y ENTRENAMIENTO medida que con un entrenamiento adecuado en la alimentación complementaria. En ambos casos la LMC parece ser un elemento protector de riesgo de tallla baja, siendo mas ostensible en el grupo intervenido. Por otro lado, si nos referimos al grupo de LMC con intervención, y sin intervención, vemos que la no intervención incrementó en 3.95 veces el riesgo. Lo mismo puede decirse para el grupo con LMNC, aunque en menor medida. Jackeline del Rosario Ashiyama Vega, Javier Ángel Ravichagua Ramos. 38 Pero el resultado más importantes es cuando se combinan la LMC con el entrenamiento en alimentación complementaria y se reduce el riesgo relativo 7 veces, frente a los que tuvieron LMNC del grupo de control. La APLICACIÓN CONJUNTA de la LMC (sin otros lácteos bebibles) y el entrenamiento en alimentación complementaria crean un sinergismo imprevisible a partir de los valores de la aplicación de cada uno por separado. RECOMENDACIONES 1. Fortalecer la políticas nacionales a favor de la práctica de la lactancia materna exclusiva. 2. Incorporar en la Norma Técnica de Control de Crecimiento y Desarrollo, el entrenamiento en alimentación complmentaria en sustitutición o adición a las consejerías sobre el mismo tema. 3. Impulsar la reactivación del Comité Nacional de Lactancia Materna y de los Comités Regionales. 4. Implementar medidas de vigilancia del cumplimiento del Reglamento de Alimentación infantil a través del MINSA e INDECOPI, así como de los comités de lactancia. 5. Promover Leyes que faciliten la lactancia materna de la madre trabajadora, con el fin de que puedan amamantar hasta por lo menos los dos años. Por ejemplo ampliar el periodo de licencia por maternidad hasta seis meses. 6. Crear indicadores que permitan la monitorización de los niveles de lactancia materna después de los 6 meses de edad. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. INEI. Informes de Encuestas Nacionales de Demografía y Salud del período 1996-2007. 2010. 2. UNICEF. Factores asociados a la desnutrición crónica infantil en el Perú. 1997 3. Short R. V: Breastfeeding. Sci Am 250 (4):35,1984. 4. Lawrence RA. Lactancia materna. Una guía para la profesión médica. 6ta ed. España: Elsevier; 2007. 5. Ashiyama J V. Conocimientos, actitudes y prácticas de lactancia materna y alimentación complementaria en madres ucayalinas. FAB. 2009. 6. CENAN. Monitoreo Nacional de Indicadores Nutricionales 2008-2009. Perú: 2010. 7. UNICEF. Factores asociados a la desnutrición crónica infantil en el Perú.1998. 8. UNICEF. Estado mundial de la Infancia. 1998. 9. Davis MK. Breastfeeding and chronic disease in childhood and adolescence. Ped Clin N Amer 2001; 48:125-42. 10.Meremikwu MM, Asindi AA, Antia-Obong OE. The Correspondencia: influence of breast feeding on the occurrence of dysentery, persistent diarrhoea and malnutrition among Nigerian children with diarrhoea. WAJM 1997;16(1):20-23. 11.Nacify AB, Abu-Elyazeed R, Holmes JL, et al. Epidemiology of Rotavirus Diarrhea in Egyptian Children and Implications for Disease Control. Am J Epidemiol. 1999; 150(7):770-777. 12.Scariati PD, Grummer-Strawn LM, Fein SB. A Longitudinal Analysis of Infant Morbidity and Extent of Breastfeeding in the United States. Pediatrics.1997;99(6). 13.Dewey KG, Heinig MJ, Nommsen-Rivers LA. Differences in morbidity between breast-fed and formula-fed infants. J Pediatr 1995;126:696–702. 14.Brown KH, et al. Effects of common illnesses on infants’ energy intakes from breast milk and other foods during longitudinal community-based studies in Huascar (Lima), Peru. Am J Clin Nutr 1990;52:1005-13. Lic. JACKELINE DEL ROSARIO ASHIYAMA VEGA Hospital II EsSalud Pucallpa Jr, Lloque Yupanqui 510 Pucallpa, Ucayali – Perú Correo electrónico: [email protected] [email protected] Recibido: 10/01/13 Aceptado: 25/03/13 Rev. peru. pediatr. 66 (1) 2013 39 CASO CLÍNICO Adrenoleucodistrofia: Reporte de Caso Adrenoleukodystrophy: Case Report Carlos de la Fuente Hidalgo1 Judy Melissa Piscoya Moncada2 Resumen Es una enfermedad peroxisomal ligada al cromosoma X, de carácter recesivo, clínicamente heterogénea, que va desde la forma cerebral infantil severa hasta personas asintomáticas, la cual se caracteriza por niveles elevados de ácidos grasos saturados de cadena larga , es decir, >C22:0, en particular gangliósidos y fracciones de éster de colesterol debido a la falta de acyl-CoAsintetasa, déficit provocado por una mutación en el gen ABCD1. El aumento de la concentración de los ácidos grasos de cadena muy larga (AGCML) en el plasma afecta básicamente la mielina, médula espinal, nervios periféricos, corteza adrenal y testículos. Su incidencia es de 1: 17000 varones, pudiendo presentarse en distintas etapas de la vida e incluso en mujeres portadoras y suele constituir una enfermedad de difícil diagnóstico debido a su presentación clínica. Palabras Clave: Adrenoleucodistrofia, ácidos grasos de cadena larga. SUMMARY Is a peroxisomal disorder X-linked recessive, clinically heterogeneous, ranging from the severe childhood cerebral form to asymptomatic persons characterized by elevated levels of saturated very long chain fatty acids , i.e., >C22:0, particularly in ganglioside and cholesterol ester fractions due the lack of acyl-CoA synthase deficiency caused by a mutation in the ABCD1 gene. The increased concentration of very long chain fatty acids (VLCFAs) in plasma affects mainly myelin, spinal cord, peripheral nerves, adrenal cortex and testis. Its incidence is 1: 17000 men and can occur at different stages of life and even in female carriers, is often a difficult disease to diagnose because its clinical presentation. Key Words: Adrenoleukodystrophy, very long chain fatty acids Introducción Es probable que Haberfeld y Spieler (1910) describieran el primer paciente con lo que ahora conocemos como Adrenoleucodistrofia (X-ALD) quien se desarrolló de forma normal hasta los 6 años y cuyo hermano mayor murió de una enfermedad similar; constituyendo probablemente el único X-ALD caso de los tres pacientes descritos por Paul Schilder en 1913 que fue quien proporcionó una 1 2 Médico Pediatra del Complejo Hospitalario San Pablo Interna de Medicina del Complejo Hospitalario San Pablo, Universidad de Trujillo descripción neuropatológica detallada , y condujo a la designación del cuadro como "enfermedad de Schilder” (1,4). Siemerling and Creutzfeldt, autores del reporte de un nuevo caso en el año 1923, nombraron al cuadro como "Bronzekrankheit und Encefalitis Sklerosierende" que significa " Enfermedad de Addison y encefalitis esclerosante" debido a la combinación única de insuficiencia suprarrenal primaria con un proceso desmielinizante inflamatorio que afecta a los hemisferios cerebrales. El nombre de "adrenoleucodistrofia" fue introducido por Michael Blaw 1970 y ahora se utiliza por lo general (4). Igarashi y col. (1976) y Moser y col. (1981) encontraron grandes cantidades de ésteres de colesterol y ácidos grasos saturados de cadena muy larga (AGCML) en muestras de tejido cerebral, tejido suprarrenal, fibroblastos, células sanguíneas, y especialmente en el plasma de pacientes con ALD-X, un descubrimiento de importancia crucial para la identificación de los mismos (5). CASO CLÍNICO Se trata de un niño de 7 años, nacido por parto eutócico, a término, sexo masculino, con peso y talla dentro de parámetros normales, cuya única intercurrencia en relación al trabajo de parto fue un tiempo de ruptura de membranas de aproximadamente 16 horas, motivo por el cual permaneció en UCI sus 5 primeros días de vida, luego de lo cual fue dado de alta sin mayor complicación Carlos de la Fuente Hidalgo, Judy Melissa Piscoya Moncada. 40 reportada, datos no informan sepsis. Antecedentes Maternos: Primigesta, con adecuado número de controles prenatales y embarazo llevado sin complicaciones, ausencia de patologías previas diagnosticadas. Antecedentes Paternos: Varón, sin descendencia ni patología previa diagnosticada. Antecedentes Familiares: No consanguineidad ni endogamia. Hermanos: Hijo único. Se niega enfermedades neurológicas en la familia. Llevó un desarrollo, crecimiento y modo de vida normales hasta aproximadamente 3 meses antes de cumplir los 7 años; es decir, 8 meses antes de su diagnóstico definitivo, momento en que cuadro inicia su expresión con discreta hipotonía en miembros superiores. Tres meses más tarde se presenta inestabilidad a la deambulación y labilidad emocional; al cabo de un mes se asocia pérdida de capacidad de atención y casi paralelamente desviación lateral de ojo izquierdo. Se agrega astenia, visión borrosa y agresividad ante actividades triviales, luego de lo cual se sumaría hiporexia y alteraciones en motricidad gruesa que le impedía interactuar adecuadamente. Un mes antes de diagnóstico se presenta hipoacusia bilateral, bradilalia y acentuación de inestabilidad a la deambulación, para finalmente, y a pocos días de su diagnóstico, hacerse evidente hiperpigmentación cutánea grisácea a predominio de rostro. Todo lo anteriormente descrito conllevó a variadas consultas médicas, acudiendo a especialistas de diversas áreas; tales como: traumatología, oftalmología, pediatría, terapias de lenguaje y psicología, quienes no otorgaban una respuesta o diagnóstico convincente; finalmente, es un neuropediatra quien avisora diagnóstico probable y ordena la realización de una Resonancia Magnética Nuclear. Examen Físico contemporáneo a diagnóstico en Junio del 2009: PC: 54 cm (P98) FR: 24 resp/min Peso: 28 Kg Tº: 37ºC FC: 96 lat/min PA: 84/62 mmHg Funciones superiores limitadas, con pobre iniciativa, abstracción y memoria. Lenguaje disártrico, bradipsiquia y bradilalia. Motilidad de úvula disminuida, disminución de la motilidad y fuerza en lengua. Fondo de ojo normal, pupilas reactivas a la luz. Presenta incoordinación motora en las cuatro extremidades, con torpeza en la motricidad fina y gruesa. Dismetría moderada a las pruebas dedo-nariz y talón-rodilla. Tono muscular discreto aumento del tono muscular en miembros inferiores, aunque hay presencia de hiperlaxitud articular en manos. Reflejo rotuliano y aquiliano positivos bilaterales, Babinski bilateral. No signo de Hoffman ni palmomentoniano. Signo de Romberg negativo, marcha tambaleante con aumento de la base de sustentación y ataxia de tronco. Exámenes Auxiliares 01/06/2009: Estudio Hormonal: ACTH: dosaje basal: 113.8 pg/ml (VN: < 46.0). Cortisol plasmático (a.m.): 15.4 (VN: 6.2 – 26.0) microg/dl. Cortisol plasmático (p.m.): 7.3 (VN: 2.3 – 12.3) microg/dl. Testosterona libre: 0.90 pg/ml. Androstenediona: 41 ng/dl 17- OH progesterona: 0.40 ng/ml. DHEA-SO4: 47 (VN: 50-300) ng/ml EEG: lentificado con presencia de ondas theta, no paroxístico. Potenciales Evocados Visuales (PEV): Dentro del rango normal. Potenciales Evocados Auditivos del tallo cerebral (PEAT): Dentro del rango normal. Electromiografía y velocidad de conducción nerviosa (EMG y VCN): Con Velocidades de conducción nerviosa dentro de rango inferior normal. Resonancia Magnética Nuclear Cerebral: Signos de desmielinización profusa a predominio parietooccipital compatible con Adrenoleucodistrofia. Adrenoleucodistrofia: Reporte de Caso A 41 B IMAGEN 1. A: Imagen hipointensa de localización parietooccipital en T1. B: Imagen hiperintensa de la misma localización en T2. Apréciese la distribución en alas de mariposa característica. TABLA N° 1. Valores de análisis de ácidos grasos de cadena muy larga en el paciente Ácido Graso Valores del paciente Controles Normales (± 1DS) C26:0 0,880 0,23 ± 0,09 µg/ ml C26:1 0,280 0,18± 0,09 µg/ ml Ácido Pitánico 0,240 < 3,00 µg/ ml Ácido Pristánico 0,020 < 0,3 µg/ ml C22:0 12,62 20,97 ± 6,27 µg/ ml C24:0 21,93 17,59 ± 5,36 µg/ ml C22:1 0,320 1,36 ± 0,79 µg/ ml C24/C22 1,738 0,84 ± 0,10 µg/ ml C26/C22 0,070 0,01 ± 0,004 µg/ ml Especialista en Genética a donde fue derivado indica la realización de Dosaje de ácidos grasos de cadena muy larga (AGCL) el cual reporta datos compatibles con enfermedad peroxisomal: Adrenoleucodistrofia. Estudio Genético Molecular, reporta el siguiente hallazgo: ABCD1→2262 G→A p: Ala 626 Thr Es decir, la existencia de una mutación en el gen ABCD1, específicamente en el nucleótido 2262 de la cadena de ADN, en donde guanina (G) se ve reemplazada por adenina (A). Esta mutación se refleja en el cambio del aminoácido 626 que en vez de Alanina se expresa como Treonina, generando la deficiencia proteica característica de este trastorno. Dicha mutación fue hallada en condición de novo en la madre del paciente, tal como se representa a continuación: Carlos de la Fuente Hidalgo, Judy Melissa Piscoya Moncada. 42 I 2 1 II 2 1 * 3 4 5 III 1 2 3 IMAGEN 2. Pedigree familiar de 3 generaciones. Flecha indica posición del paciente. Asterisco denota posición de madre portadora de mutación de novo Una vez establecido el diagnóstico certero de Adrenoleucodistrofia en su forma cerebral infantil, el paciente inició tratamiento dirigido a la insuficiencia suprarrenal, prevención y tratamiento de episodios periódicos de convulsiones tónico clínicas generalizados y manejo neuroprotector; estableciéndose su esquema terapéutico en: 25 ml NaCl, 1,175 mg de alprazolam, 18 mg de ácido valproico, 900 mg de carbamazepina y 15 mg de Hidrocortisona por día, con ajustes respectivos en base a eventualidades. Cabe resaltar que por iniciativa familiar, el paciente consumió 30 ml de aceite de Lorenzo diariamente por 5 meses, luego de lo cual fue suspendido debido a no observarse mejoría. DISCUSIÓN La adrenoleucodistrofia es una enfermedad ligada al cromosoma X, secundaria a una mutación en el gen ABCD1 que origina un defecto en la beta oxidación peroxisomal con la consecuente acumulación de ácidos grasos saturados de cadena muy larga (AGCML), en especial de ácido hexacosanoico (26:0) y ácido tetracosanoico (24:0), en todos los tejidos del cuerpo, principalmente en corteza suprarrenal, mielina del sistema nervioso central, y células de Leydig en los testículos(6). La mitad de las mutaciones identificadas no son recurrentes. Las mutaciones causales reportadas incluyen: mutaciones de sentido equivocado (~62%), mutaciones por cambio en el marco de lectura (~22%), mutaciones sin sentido (~10%), cambios por deleciones e inserciones (~3%) y grandes deleciones (~3%). Alrededor de un 93% de individuos que representan los casos índices han heredado la mutación ABCD1 de un padre y a lo sumo, un 7% de las personas con adrenoleucodistrofia tienen mutaciones de novo. Además, las mujeres portadoras tienen un 50% de probabilidad de transmitir la mutación ABCD1 en cada embarazo (7), que fue precisamente lo que ocurrió en el caso presentado, ya que se ubicó la mutación de novo en la madre y ésta fue trasmitida a su único hijo varón, producto de su primer y único embarazo. Las mutaciones sin sentido han mostrado mayor porcentaje de presentación en los estudios de genética molecular desde estudios realizados hace poco más de una década como Takano H. y col.(8) quienes encontraron un 69%, es decir 18 de 26 casos, presentaron mutaciones de sentido equivocado así como estudios posteriores como el Pan H. y col.(9) en donde se hallaron 32 distintas mutaciones en 34 pacientes; siendo un 62,5%, es decir 20 de 32 casos, las correspondientes a mutaciones del tipo antes mencionado. Se sabe además, que existe una falta de correlación entre el genotipo y fenotipo de mutaciones idénticas con variaciones en expresiones de leves a graves de la enfermedad, lo cual indica que factores adicionales podrían jugar un papel importante en su progresión, al actuar como modificadores genéticos(8,10). La adrenoleucodistrofia presenta una incidencia global de 1:17,000, incluyendo homocigotos y heterocigotos que son con frecuencia sintomáticos (4,11). Actualmente, en el Perú son muy pocos los casos confirmados y conocidos con este trastorno. Adrenoleucodistrofia: Reporte de Caso La presentación clínica es muy variada, teniéndose entre sus fenotipos principales: La forma cerebral infantil que se presenta en ~35% de los pacientes afectados, se manifiesta con mayor frecuencia entre las edades de cuatro y ocho años, tal como sucedió con nuestro paciente. En un principio se asemeja al trastorno de déficit de atención o hiperactividad, luego sobreviene el deterioro progresivo de la cognición, conducta, visión, audición y función motora; incluso a menudo conducen a una total discapacidad en aparente estado vegetativo dentro de los siguientes dos años conllevando a la muerte en periodos variables desde ese momento (1,7). Actualmente, nuestro paciente ha perdido total dominio de independencia a pesar de cuidados extremos y personalizados y es su audición en deterioro progresivo lo único que aún lo mantiene conectado con su entorno. El segundo fenotipo, adrenomieloneuropatía (AMN), se manifiesta con mayor frecuencia en la segunda década de la vida con paraparesia progresiva, trastorno de esfínteres, disfunción sexual, y, a menudo, deterioro de la función adrenocortical, cuadro que progresa durante décadas y se presenta en ~40% a 45% de los pacientes afectados. El tercer fenotipo, "la enfermedad de Addison único", se presenta con insuficiencia suprarrenal primaria entre la edad de dos años y la edad adulta, más comúnmente a la edad de 7.5 años, sin evidencia de anormalidad neurológica; sin embargo, algún grado de discapacidad neurológica (más comúnmente AMN) se desarrolla más tarde (7) .Aproximadamente el 20% de las mujeres que son portadoras desarrollan manifestaciones neurológicas que se asemejan a AMN, pero tienen un comienzo tardío (edad ≥ 35 años) y una enfermedad más leve que los varones afectados (7). Es de importancia mencionar que la presentación clínica puede variar dentro de una misma familia. Un paciente varón puede tener la forma infantil de la enfermedad y su hermano podría tener la forma adulta. Es evidente que ni la mutación genética ni el nivel de anormalidad bioquímica predicen la presentación fenotípica (6); Takano H. y col. (8) concluyeron por hallazgos de genética molecular que no existen diferencias en expresión fenotípica entre mutaciones de sentido equivocado que conservaran el producto del mismo aminoácido frente a los que produjeran uno distinto. El diagnóstico de Adrenoleucodistrofia se basa en la presentación clínica (7); sin embargo se requiere también de otras pruebas tal como el análisis de ácidos grasos de cadena muy larga en plasma, examen que permite identificar individuos afectados y brinda asistencia en la captación de indi- 43 viduos portadores, ya que valores normales no excluye esta última condición(6). La resonancia magnética nuclear también posee gran utilidad, pues en el 80% de individuos con afectación cerebral esta herramienta de imagen muestra un compromiso amplio y bilateral que incluye área periventricular y sustancia blanca de los lóbulos occipital y parietales posteriores. La RMN presenta la ventaja de ubicar la desmielinización desde estadios tempranos, correlacionar con precisión la relación estructura vs función y definir las zonas de desmielinización a medida que la enfermedad progresa. Histopatológicamente, el centro de la lesión está caracterizada por la pérdida casi completa de axones y mielina, acompañada de astrogliosis atenuada e inflamación de células perivasculares (12, 13). Finalmente una prueba genética molecular es la que confirmaría el compromiso del gen ABCD1, incluso se presume que es más de una variación genética la responsable de la modulación fenotípica; así han sido muchos los genes sugeridos como candidatos a modificadores sumados naturalmente a variables ambientales (14) . El caso presentado contó en primera instancia con Resonancia Magnética Nuclear cerebral, examen que dio las primeras luces al diagnóstico correcto, seguido del análisis de ácidos grasos de cadena muy larga y el estudio genético molecular que serían quienes finalmente confirmarían el diagnóstico y permitieran ubicar en su ascendencia la mutación causante de este trastorno. Aproximadamente el 70% de los pacientes varones con Adrenoleucodistrofia presentan insuficiencia adrenocortical primaria incluso antes del inicio de síntomas neurológicos; así, en pacientes afectados, la terapia de reemplazo hormonal es mandatoria y efectiva, siendo la dosis de glucocorticoides la misma usada en otras formas de insuficiencia adrenal primaria (15). Dubey y col. (16) hallaron una alta prevalencia de insuficiencia adrenocortical no reconocida en niños varones asintomáticos con adrenoleucodistrofia, concluyendo que sus efectos pueden ser prevenidos con un monitoreo cuidadoso que permita un inicio terapéutico temprano, sugiriendo incluso el beneficio del tamizaje neonatal. El uso de Aceite de Lorenzo ha sido controversial durante años, el fundamento de su beneficio sería la reducción de ácidos grasos de cadena muy larga y con ello su rol positivo en la evolución clínica (15). Han sido variados los estudios que concluyen en su falta de utilidad; sin embargo, Moser y col. (17) hallaron que la disminución del ácido hexacosanoico obtenida con el consumo de Aceite de Lorenzo presentó asociación con un riesgo disminuido de Carlos de la Fuente Hidalgo, Judy Melissa Piscoya Moncada. 44 desarrollar anormalidades cerebrales en RMN, recomendando su uso en pacientes varones asintomáticos con forma infantil y RMN normal. El ácido valproico ha sido propuesto por su rol neuroprotector, Fourcade y col (18) hallaron en pacientes con adrenoleucodistrofia, tratados a lo largo de 6 meses, una reversión del daño oxidativo proteico en las células mononucleares de sangre periférica otorgándole utilidad prometedora. Es el transplante de células hematopoyéticas el único tratamiento eficaz para Adrenoleucodistrofia a largo plazo, habiéndose concluido en grandes estudios como el de Mahmood y col (19) y Peters y col (20) en su beneficio para pacientes con adrenoleucodistrofia en su forma cerebral infantil en estadios tempranos. Nuestro paciente ha recibido los mejores cuidados posibles para mantener una adecuada calidad de vida dentro de lo posible, lo que incluye tratamiento farmacológico múltiple, terapia física y respiratoria constantes, es claro que la opción de transplante de células hematopoyéticas se encontró alejada debido al estadio de enfermedad en el que se encuentra. como a los obstáculos que se presentan para llegar a su diagnóstico, entre los que destacan: la variada expresión clínica, dificultad en el acceso y disponibilidad a las pruebas confirmatorias para todos los estratos sociales y la posición alejada que muestra la Adrenoleucodistrofia como candidata a opción diagnóstica de primera mano. El paciente presentado pasó por una serie de posibilidades diagnósticas durante varios meses, acudió a médicos de distintas especialidades a medida que se iba presentando un nuevo síntoma y es justamente el evitar esta demora en llegar al diagnóstico la razón para dar a conocer su caso. Si bien es cierto la evolución clínica habría progresado de forma similar con un diagnóstico previo, debe tenerse en cuenta que la ubicación de la mutación en la familia de un paciente podría hallar casos aún no sintomáticos, prestar beneficios en el campo de consejería genética y brindar una mejor calidad de vida desde sus inicios. COMENTARIO En el Perú, se considera un muy reducido número de casos de Adrenoleucodistrofia, esto podría deberse al reflejo de una baja incidencia real; así REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Berger J, Gärtner J. X-linked adrenoleukodystrophy: Clinical, biochemical and pathogenetic aspects. Biochimica and Biophysica Acta 2006; 1763 (12): 1721–1732. 2. Vachalova I, Chandoga J, Petrovic R, Copikova-Cudrakova D, Sykora M, Traubner P. Adrenoleukodystrophy – a new mutation identified. Bratisl Lek Listy 2007; 108 (10-11): 462-466. 3. Soardi F, Mangue Esquiaveto-Aun A, Gil Guerra J, Valente de Lemos-Marini S, Palandi de Mello M. Phenotypic variability in a family with x-linked adrenoleukodystrophy caused by the p.Trp132Ter mutation. Arq Bras Endocrinol Metab. 2010; 54(8):738-43. 4. Moser H, Raymond G, Dubey P.Adrenoleukodystrophy - New Approaches to a Neurodegenerative Disease. JAMA. 2005; 294:3131-3134. 5. Valadares E.R., Trindade A.L.C., Oliveira L.R., Arantes R.R., Daker M.V., Viana B.M., Haase V.G., Jardim L.B., Lopes G.C. y Godard A.L.B. Novel exon nucleotide deletion causes adrenoleukodystrophy in a Brazilian family. Genetics and Molecular Research. 2011; 10 (1): 65-74. 6. Online Mendelian Inheritance in Man, OMIM®. Johns Hopkins University, Baltimore, MD. MIM Number: # 300100: World Wide Web URL: http://omim.org/ 7. Steinberg SJ, Moser AB, Raymond GV. X-Linked Adrenoleukodystrophy. 1999 Mar 26 [Updated 2012 Apr 19]. In: Pagon RA, Bird TD, Dolan CR, et al., editors. GeneReviews [Internet]. Seattle (WA): University of Washington, Seattle; 1993-. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK1315/ 8. Takano H, Koike R, Onodera O, Sasaki R, Tsuji S. Mutational analysis and genotype-phenotype correlation of 29 unrelated Japanese patients with X-linked adrenoleukodystrophy. Arch Neurol. 1999; 56(3):295-300. 9. Pan H, Xiong H, Wu Y, Zhang YH, Bao XH, Jiang YW, Wu XR. ABCD1 gene mutations in Chinese patients with X-linked. Pediatr Neurol. 2005; 33(2):114-20. 10.Singh I, Singh A, Contreras M. Peroxisomal Dysfunction in Inflammatory Childhood White Matter Disorders: An Unexpected Contributor to Neuropathology. J Child Neurol. 2009; 24(9): 1147–1157. 11.Aubourg P. X-linked adrenoleukodystrophy. Ann Endocrinol (Paris). 2007; 68(6):403-11. Adrenoleucodistrofia: Reporte de Caso 12.Van der Voorn J. y col. Correlating Quantitative MR Imaging with Histopathology in X-Linked Adrenoleukodystrophy. AJNR Am J Neuroradiol. 2011; 32: 481– 89. 13.Ferrer I, Aubourg P, Pujol A. General Aspects and Neuropathology of X-Linked Adrenoleukodystrophy. Brain Pathology. 2010; 20 (4): 817–830. 14.Maier E. X-linked adrenoleukodystrophy phenotype is independent of ABCD2 genotype. Biochemical and Biophysical Research Communications 2008; 377: 176–180. 15.Berger J, Pujol A, Aubourg P, Forss-Petter S. Current and Future Pharmacological Treatment Strategies in X-Linked Adrenoleukodystrophy. Lancet Neurol. 2007; 6 (8):687-92. 16.Dubey P, Raymond G, Moser A, Kharkar S, Bezman L, Moser H. Adrenal insufficiency in asymptomatic adrenoleukodystrophy patients identified by very long-chain fatty acid screening. J Pediatr. 2005; 146(4):528-32. 17.Moser HW, Raymond GV, Lu SE, Muenz LR, Moser AB, Xu J, Jones RO, Loes DJ, Melhem ER, Dubey P, Bezman L, Brereton NH, Odone A. Follow-up of 89 Correspondencia: 45 asymptomatic patients with adrenoleukodystrophy treated with Lorenzo's oil. Arch Neurol. 2005; 62(7):1073-80. 18.Fourcade S., Ruiz M., Guilera C., Hahnen E., Brichta L., Naudi A., Portero-Otín M., Dacremont G., Cartier N., Wanders R., Kemp S., Mandel J. L., Wirth B., Pamplona R., Aubourg P. y Pujol A. Valproic acid induces antioxidant effects in X-linked adrenoleukodystrophy. Human Molecular Genetics. 2010; 19 (10): 2005-2014. 19.Mahmood A, Raymond GV, Dubey P, Peters C, Moser HW. Survival analysis of haematopoietic cell transplantation for childhood cerebral X-linked adrenoleukodystrophy: a comparison study. Lancet Neurol. 2007; 6(8):687-92. 20.Peters C., Charnas L. R., Tan Y., Ziegler R. S., Shapiro E. G., DeFor T., Grewal S. S., Orchard P. J., Abel S. L., Goldman A. I., Ramsay N. K., Dusenbery K. E., Loes D. J., Lockman L. A., Kato S., Aubourg P.R., Moser H. W. y Krivit W. Cerebral X-linked adrenoleukodystrophy: the international hematopoietic cell transplantation experience from 1982 to 1999. Blood. 2004; 104: 881-888 Dr. Carlos de la Fuente Hidalgo Complejo Hospitalario San Pablo Av. El Polo 798, Surco, Lima - Perú Correo electrónico: [email protected] Recibido: 10.10.12 Aceptado: 20.02.13 Rev. peru. pediatr. 66 (1) 2013 46 ÉTICA La Investigación y el Derecho de los Animales The investigation and the right of animals Miguel Chávez1 Resumen La investigación es un proceso mentalizado con el afán de proporcionar productos que permitan el bienestar del hombre, específicamente en el campo de la salud. Los animales constituyen instrumentos para la investigación en el campo médico, farmacológico y en otros. Aun así, como seres vivos, merecen y les asisten derechos y por ello es vital establecer mecanismos que permitan evitar su sufrimiento durante el acto experimental. Nuestra conducta ética es generalmente “humano centrista” y por ello hay que recurrir a la creación de una nueva mentalidad que permita caminar humanamente y valorar a los seres que la habitan en busca de no sólo de sostenibilidad sino de respeto a sus derechos, pero aún nos queda bastante por corregir, repensar y renovar. Los animales también tienen características, en diverso grado, que permiten ser calificados como “seres-en-relación”. Durante las tres últimas décadas han proliferado los estudios sobre el derecho de los animales, habría que precisar que se entiende por derechos. Las políticas de Estado no han tratado con solicitud esta demanda, que puede traer consecuencias nefastas en lo que se refiere al cuidado de la biodiversidad y a la regulación de la conducta de los ciudadanos respecto a la sana convivencia con los animales y el respeto de los investigadores hacia ellos. Clásicamente, el derecho de los animales no se hacía desde una perspectiva estricta de justicia e igualdad, sino de beneficencia. Si aceptamos dentro de un paradigma emotivista, que su nivel de inteligencia y los afectos y emociones que muestran son señales de que puedan ser considerados en alguna medida seres morales, entonces nuestro comportamiento hacía ellos exigiría un cierto respecto, de manera que nuestros deberes para con ello, serían de justicia y no beneficencia. Con estas consideraciones, los animales no son agentes morales, sino sujetos morales. En una sociedad donde no se respetan los derechos humanos es más difícil que se respeten la de los animales. En una sociedad con derechos humanos garantizados podrán y deberán protegerse institucionalmente las obligaciones humanas hacia los animales. Es un reto de nuestra sociedad, el tomar en cuenta estos aspectos, resaltando que hay que oponerse a toda crueldad injustificada, aun sea durante la investigación experimental. Palabras clave: Investigación, derecho de los animales. SUMMARY The investigation is a process psyched with the desire to provide products that enable human welfare, specifically in the field of health. Animals are tools for research in medical, pharmacological and others. However, as living beings, deserve and will have rights and it is therefore vital to establish mechanisms to prevent suffering during experimental act. Our ethical behavior is generally "human centrist" and therefore have to resort to creating a new mindset that allows humanity and valuing walking beings that inhabit in search of not only sustainability but respect 1 .Médico Asistente del Servicio de Genética del Instituto Nacional de Salud del Niño. Profesor Asociado Facultad de Medicina Alberto Hurtado, Universidad Peruana Cayetano Heredia. for their rights, we but still is enough to correct us, to rethink and renew. Animals have characteristics in varying degrees, to allow it to be classified as "beings-in-relation". During the last three decades have proliferated studies on animal rights, it should be stated that the term rights. State politic have not dealt with this demand application, which can bring dire consequences in regard to the protection of biodiversity and regulating the behavior of citizens about healthy living with respect animals and researchers to them. Classically, the animal rights was not made from a strict perspective of justice and equality, but charitable. If we accept within a paradigm emotivist, your level of intelligence and affections and emotions are showing signs that they may be considered to some extent moral beings, then Miguel Chávez our behavior towards them require some respect, so that our duties to It would be justice and not charity. With these considerations, the animals are not moral agents, but moral subjects. In a society where human rights are respected is more difficult to respect the animals. In a society with human rights guaranteed institutionally can and should protect human obligations to animals. It is a challenge to our society, taking into account these aspects, emphasizing that we must oppose all cruelty unjustifiable even be for experimental research. Key Words: Research, right of animals I. PROBLEMATICA En las últimas décadas, se ha reflexionado a nivel de diferentes foros, acerca de la tradición excesivamente “humano centrista” de nuestra conducta ética. Dentro del marco de la visión global de la Bioética, esta puede tener como objeto directo al hombre (bien sea a nivel de individuo, de población o de especie), al resto de los seres vivos (microorganismos, plantas y animales) o incluso, aunque parezca un contrasentido, a la propia naturaleza inanimada (tierra, agua, aire) como entorno de seres vivos y en tal sentido le compete promover la reflexión sobre el respeto a los animales. La Ciencia juega un papel importante y aunque no prescribe lo que es bueno ni le compete fijar criterios de valor, por ello, hay que recurrir a la creación de una nueva mentalidad que permita caminar humanamente y valorar el ambiente y los seres que la habitan en busca no solo de sostenibilidad sino de respeto a sus derechos. La exageración de la superioridad humana es consecuencia, entre otras causas, de haber acentuado hasta el extremo la exclusividad del puesto peculiar del ser humano en el conjunto del cosmos. Hoy día esa superioridad está en el banquillo de los acusados. Hace siglos que con toda naturalidad los humanos no sólo criamos y matamos otras especies por necesidades alimenticias, sino cazamos, por ocio, por placer. Más aún en la sociedad, en que vivimos, además de proporcionar diferentes tormentos a los animales -en los criaderos de granjas industriales, en los laboratorios biomédicos, en los experimentos farmacológicos y hasta en el ruedo-, nos comportamos de tal manera que ponemos cada vez en peligro, la continuidad de muchas especies animales. Cada vez se considera, esta preocupación como una ineludible responsabilidad ética, pero aún nos queda bastante por corregir, repensar y renovar. Nos estamos empezando a percatar que los animales también tienen características, en 47 diverso grado, que permiten sean calificados como “seres-en-relación”. Hoy no nos limitamos a decir que los animales son solo “seres sensibles”. Somos además conscientes de que es inexacto hablar de los “animales” en contraposición a “los humanos”, deberíamos decir más exactamente “las otras especies” o “los otros animales”, ya que también pertenecemos al reino animal. Este afán de exclusivismo humano frente a “otras especies” ha llevado a considerar ciertos comportamientos anómalos de la humanidad, como propio de “los otros animales”, al proyectar sobre ellos nuestra propia malicia y desorden. Sobre esto podríamos hacer una autocrítica, el león podrá ser agresivo pero no cruel, él león devora para comer; pero la especie humana tortura por sadismo, mata por odio, hace guerras injustas y, peor aún, da razón de todo esto usando su racionalidad para justificar sus acciones de un presunto “orden mundial” (1,2). Los humanos no nos caracterizamos por la superioridad en hacer las cosas mejor que los otros animales, sino por estar abiertos a la doble posibilidad de hacer mejor o peor. Somos por eso animales enormemente paradójicos y vulnerables (la especie frágil). Tendríamos que redescubrirnos como animales vulnerables, peculiarmente capacitados e increíblemente frágiles. Y, precisamente por ser animal de fragilidades, somos como decía Paul Ricoeur, animal de responsabilidades. No es lo más grave el complejo de superioridad de la especie humana, sino el haber hecho una ideología de ello, la cual está llevando al maltrato y explotación de las otras especies. Las políticas de Estado no han tratado con solicitud esta demanda, que puede traer consecuencias nefastas en lo que se refiere al cuidado de la biodiversidad y a la regulación de la conducta de los ciudadanos respecto a la sana convivencia con los animales. II. RESPETO A LA VIDA ANIMAL Durante las tres últimas décadas han proliferado los estudios sobre el derecho de los animales. Habrá que precisar que se entiende por derechos en este contexto. Algunos se limitarán a decir que también los otros animales son capaces de padecer dolor e incluso de sufrir y en ello reside el interés en su protección, lo cual origina derechos y la obligación humana de respetarlos. Pero, tras múltiples deliberaciones, se ha negado que pueda hablarse de derechos en sentido estricto. La prehistoria de los movimientos de protección a los animales se remonta de Plutarco a Schopenhauer, pasando por Francisco de Asís y Montaigne. 48 La Investigación y el Derecho de los Animales "La piedad, principio de toda moralidad, toma también a los animales bajo su protección. La pretendida carencia de derechos de los animales, el prejuicio de que nuestra conducta con ellos no tiene importancia moral, de que como se suele decir, no hay deberes para con los irracionales,…” Arthur Schopenhauer “No herir a nuestros humildes compañeros (los animales) es nuestro primer deber para con ellos. Pero parar no es suficiente. Tenemos una misión más grande -- servirles cuando lo requieran... si tienes hombres que excluirán a cualquier criatura de Dios del refugio de la compasión y la lástima, tendrás hombres que actuarán de igual manera con sus compañeros hombres”. Francisco de Asis (3) Desde la perspectiva de Hume, que conecta la moral con el sentimiento, es natural que no quiera excluir de la ética a los animales. En el Tratado sobre la naturaleza humana dice: “no solamente el odio son algo común a todos los seres dotados de sensación, sino sus causas son de naturaleza tan simple que se puede suponer que actúan también en los animales”. Para él, la simpatía o comunicación de pasiones tiene lugar tanto en animales como entre humanos. “Los brutos sienten mutuamente el dolor y el placer ajenos” Las corrientes de ética utilitarista representados por Paul Singer y Tom Regan, lo han afirmado. Hay un fuerte movimiento que apoya los derechos legales y morales de los animales, como el Frente para la Liberación de los Animales. P. Singer al igual que Jeremy Bertham, dice que los seres que merecen consideración moral son, no los que tienen razón, sino conciencia. Si somos conscientes, debemos recibir consideración moral. Bertham, manifiesta la capacidad de sufrimiento de los animales en su Introducción a los principios de moral y legislación y dice: “Un caballo o perro adulto es más racional que un niño de día, de una semana, o incluso un mes… La cuestión no es si pueden razonar o hablar, sino si pueden sufrir”. Paul Singer, desde su obra Liberación de los animales (1976) ha repetido el criterio de que “si un ser sufre hay que tener en cuenta su sufrimiento” Todas las criaturas conscientes poseen la capacidad de sufrir y por eso tienen derechos. Los animales como seres vivos merecen derechos: pueden sentir, pueden sufrir y son sujetos de sus propios intereses. “La igualdad de los seres vivos es una igualdad de consideración, no de trato” (4). Pero Singer no dice que nunca podamos usar un animal como recurso, a veces los intereses de los humanos van a ser más importantes. Se puede experimentar usando animales para tratar de hallar la cura para alguna enfermedad. La otra argumentación filosófica es la tesis deontológica, de Tom Regan. Su punto de vista de derechos iguales afirma que las mismas propiedades o características (deseo, memoria, inteligencia existen en todos los seres vivos) tanto en los seres humanos como en los animales; de modo que todos tienen igual e intrínseco valor. A diferencia de Singer, Regan dice que no hay derecho de experimentar con animales para satisfacción de los derechos humanos. No está a favor de las reformas, sino de la abolición de las normas que regulan la experimentación en animales, como de la pesca, la cacería y la crianza de animales para la alimentación. Esto solamente se aplica a mamíferos adultos, porque es claro que poseen la conciencia necesaria para su concepto de valor moral. Por otro lado, las corrientes kantianas, al poner en la libertad la característica del sujeto moral portador de derechos, han insistido en que solamente los humanos lo tenemos(5). Kant, que consideró a los humanos como fines en sí ya los animales como medios, opinaba que los deberes directos para con los animales son indirectamente deberes para con la humanidad. Llega a decir que “se puede conocer el corazón humano a partir de la relación con los animales”. Kant admitía cierto grado de experimentación, pero se oponía a la vivisección y a la experimentación caprichosa e irresponsable. En el Reino Unido hallamos una tradición de preocupación por proteger a los animales, que se ha cristalizado institucionalmente en diversos grupos protectores, como la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales, que admiten cierto grado de utilización de los animales-por ejemplo en la experimentación controlada-, pero poniendo coto a los abusos innecesarios. La Sociedad de Defensa de la Investigación, defienden procesos alternativos para que llegue a hacerse innecesario el uso de animales en los laboratorios. Hay grupos que se oponen a cualquier explotación de los animales, equiparándolos a los humanos, como la Unión Británica para abolir la Vivisección, que además insisten en la “liberación de los animales”. En 1882 ya se legisla respecto a la protección del ganado frente a los abusos y crueldades. En 1892 escribe H. Salt, “Los derechos del animal considerado en relación con el progreso social”. Actualmente en ese país se ha legislado también lo referente al trato de los animales de compañía y de parques zoológicos, caballos de carrera, y aquéllos para diversión en los Miguel Chávez circos. La finalidad es evitar los abusos, como decía Huxley (1972) “La frustración de la actividad natural del animal sería la peor forma de crueldad” ya llevado a considerar que el animal sufre y que su sufrimiento es innecesario en algunas circunstancias y que son dignos de deferencia moral, lo cual ha llevado a un nuevo concepto denominado coste ético de la producción animal. CONSIDERACIONES ÉTICAS Los movimientos de liberación animal de la últimas décadas plantearon con tenacidad los “derechos de los animales”, llegando a la Declaración Universal de los Derechos del Animal” proclamada en 1978 por la Liga Internacional de los derechos del animal y aprobada por la UNESCO y la ONU ¿Cuál es el estatuto moral de los animales? ¿Qué obligaciones tenemos para con ellos?. Es cierto que el que una persona tenga una obligación para con otra no conlleva necesariamente a que ésta tenga un derecho. Se ha dicho que tenemos obligación de alimentar a los animales, pero que éstos no son sujeto de derechos para reclamarlo. Solamente en el caso de los propietarios de estos animales tendría sentido hablar estrictamente de derechos. Una cosa es que solamente los humanos tengan concepto de derechos y otra que los animales no puedan, de ningún modo, tenerlos. Un neonato o una persona discapacitada psíquica tampoco tienen concepto de derechos ni lo entienden, pero tienen derechos(6,7). Otros pensadores refieren que se podría hablar de derechos animales si se tratase de algo en interés de ellos como seres sensibles capaces de sufrir, de darse cuenta de la carencia y, por lo tanto, de tener derechos. En cambio, una máquina no tiene derecho a que se la trate bien y se la respete. Al hablar de este modo de derecho de los animales no se hace desde una perspectiva estricta de justicia e igualdad, sino de beneficencia. Puesto que los animales no son agentes morales libres, ello significa que no pueden acatar deberes; sin embargo de forma similar a lo que sucede con los niños o los incapacitados mentales ello no significa que no tengan derechos. Como lo señala el profesor Diego Gracia, en la teoría clásica los animales no eran seres morales y, por tanto, teníamos deberes de beneficencia pero no de justicia. Sin embargo si aceptamos dentro de un paradigma emotivista, que su nivel de inteligencia y los afectos y emociones que muestran son señales de que puedan ser considerados en alguna medida seres morales, entonces nuestro comportamiento hacía ellos exigiría un cierto respecto, de manera que nuestros deberes para con ello, serían de justicia y no beneficencia., “Los animales tienen “derechos”, y por lo tanto nosotros tenemos “deberes” correlativos. Esto significa que nuestros deberes para con ellos son del tipo de los llamados “deberes perfectos” o de justicia. Pero estos deberes perfectos y derechos no son iguales que los de los seres humanos y por eso se han 49 elaborado catálogos de derechos de los animales” (8). Los animales no son agentes morales, pero si son sujetos morales. Veamos algunos derechos: Artículo 1 Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos de existencia. Artículo 2 a) Todo animal tiene derecho al respeto. b) El hombre, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a otros animales, o de explotarlos violando este derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales. c) Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre. Artículo 3 Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos de crueldad. Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia. Artículo 8 a) La experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, tanto si se trata de experimentos médicos, científicos, comerciales, o de cualquier otra forma de experimentación. b) Las técnicas alternativas deben ser utilizadas y desarrolladas. Artículo 9 Cuando un animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y transportado, así como sacrificado, sin que ello resulte para él motivo de ansiedad o dolor. Artículo 10 a) Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre. b) Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal. Artículo 13 a) Un animal muerto debe ser tratado con respeto. b) Las escenas de violencia en las que los animales son víctimas deben ser prohibidas en el cine y la televisión, salvo si ellas tienen como fin el dar muestra de los atentados contra los derechos del animal. Artículo 14 a) Los organismos de protección y salvaguarda de los animales deben estar representados a nivel gubernamental. b) Los derechos del animal deben ser defendidos por la ley como lo son los derechos del hombre. La Investigación y el Derecho de los Animales 50 Este texto definitivo de la Declaración Universal de los Derechos del Animal fue adoptado por la Liga Internacional de los Derechos del Animal, celebrada en Londres, del 21 al 23 de septiembre de 1977. La declaración proclamada el 15 de octubre de 1978 fue aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y posteriormente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Para que estos derechos, si se dan, sean derechos institucionales, tendrían que ser urgidos coactivamente dentro de un orden social; en este sentido dependen de leyes sociales. En una sociedad donde no se respetan los derechos humanos es más difícil que se respeten la de los animales. En una sociedad con derechos humanos garantizados podrán y deberán protegerse institucionalmente las obligaciones humanas hacia los animales. Hacerlo así no perjudicará a los humanos. Pero, en todo caso, lo que puede y debe exigirse en cualquier clase de sociedad es que no torturemos a ningún animal ni seamos crueles con ellos. Las crueldades son siempre inexcusables(9). Es importante además señalar que los humanos nos beneficiamos de tratar bien a los animales, puesto que la insensibilidad hacia ellos, especialmente hacia los dolores o posibles sufrimientos, redunda en crueldad hacia nosotros y es antieducativa(10). CONCLUSIONES Ante las interrogantes ¿Puede el sufrimiento constituir el fundamento para reconocer capacidad ético-jurídica a los seres capaces de sufrir? Si se contesta afirmativamente, ¿por qué seguir diciendo que los humanos son los únicos sujetos de derecho, dado que también los animales sufren? Como hemos mencionado anteriormente, la tradición de Rousseau, Kant y Fichte afirma que el ser humano es el único que posee derechos, que el único fin de la actividad moral no es la felicidad, sino la libertad, que la libertad es al que fundamenta el orden jurídico y no la mera existencia de intereses a proteger. La tradición utilitarista, por el contrario afirma que no es el ser humano el único sujeto de derechos, sino que se benefician de ellos todos los seres capaces de sentir placer o dolor, que el fin último de la actividad moral y política es maximizar la suma de felicidad en el mundo; que el derecho tiene como finalidad la protección de los intereses, se quién sea el sujeto de ellos. Por otro lado, la posición del profesor Gracia en ese sentido es muy aguda, en el sentido que tenemos deberes de justicia para los animales y no solo de beneficencia. Sea cual fuere la posición que tomemos, hay que resaltar su coincidencia en oponerse a toda crueldad injustificada. Considerando que tenemos que incorporar una nueva “sensibilidad ecológica” tenemos que aprender a respetar a los animales y por ello es vital que el hombre no deje de cultivar en nuestros días: respeto, estima y amor, conocimiento y comprensión, protección y cuidado, responsabilidad, identificación y unión; es decir “respeto hacia todo y hacia todos” REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Sgreccia, E. Manual de Bioética I. Biblioteca de Autores Cristianos. 2008. Madrid. 2. Vásquez, S. Diccionario de Bioética. Monte Carmelo.2006. Burgos 3. Merino, J.A. Francisco de Asís y la Ecología. PPC. Madrid. 4. Singer, P. Ética práctica. Ariel.Barcelona.1984 5. Lorentzen, L.A. Ética Ambiental. Colección hacia la sustentabilidad. Universidad Iberoamericana de Puebla.2001. Puebla 6. Morton, D.B. Animal consciente, bienestar animal y Correspondencia: Correo electrónico: Dr. Miguel Chávez Pastor Instituto Nacional de Salud del Niño Av. Brasil 600, Breña, Lima – Perú [email protected] Recibido: 01/03/13 Aceptado: 18/03/13 nuevo milenio. Anim Exp 5:28-29, 2000. 7. Schopenhauer, A. El amor, las mujeres y la muerte. Edaf. Madrid.1963 8. Lacadena, J.R.(Ed.). Los derechos de los animales. Dilemas Éticos de la Medicina Actual, 15. Universidad Pontificia de Comillas. Desclée De Brouwer.2002. Bilbao. 9. Masiá Clavel, J. La gratitud responsable. Universidad Pontificia de Comillas. Desclée De Brouwer.2004.Bilbao. 10. Aramini, M. Introducción a la Bioética. San Pablo.2007. Bogotá. Rev. peru. pediatr. 66 (1) 2013 51 Reglamento de publicación 1. DE LA REVISTA La Revista Peruana de Pediatría es la publicación oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría, destinado a divulgar y propagar los conocimientos sobre Medicina Preventiva y Asistencial entre los médicos pediatras y profesionales interesados. Dicha acción la ejerce a través de la publicación de trabajos científicos de sus asociados y profesionales médicos no asociados, nacionales e internacionales, que por su calidad y rigor científico merezcan su publicación para ser difundidos dentro y fuera del país. 2. DE LAS SECCIONES DE LA REVISTA La Revista Peruana de Pediatría cuenta con las siguientes secciones: 2.1. EDITORIAL Destinada a aspectos doctrinarios de la Sociedad Peruana de Pediatría o a temas que por su trascendencia y actualidad requieren su publicación. 2.2. TRABAJOS ORIGINALES Comprende la sección de trabajos originales e inéditos de las diversas áreas de la Pediatría o ciencias afines. No excederá de 15 páginas. Para considerar su publicación deben reunir los siguientes requisitos: El título debe estar en español e inglés. • • • • • • • RESUMEN: En el que se expondrá en forma precisa la esencia del trabajo y deberá incluir los siguientes subtítulos: Objetivo, Material y métodos, Resultados y Conclusiones, y tendrá su respectiva traducción al inglés, la cual no deberá exceder las 200 palabras. Al final se escribirán las palabras clave en número no mayor de cinco (http://www.nlm.nih.gov). INTRODUCCIÓN: Que incluye la exposición de motivos del trabajo y una breve referencia de la literatura, que debe ser clara, explícita y concisa. MATERIAL Y MÉTODOS: Se describen las características del material empleado en el trabajo y la metodología usada en el estudio en forma concreta y precisa. RESULTADOS: Deberán ser de carácter objetivo, con el análisis estadístico en los casos pertinentes, sin interpretación personal y serán acompañados de las tablas y/o figuras respectivas (figuras, radiografías, fotografías). DISCUSIÓN: Comprenderá la interpretación de los resultados comparándolos con los trabajos realizados por otros autores y las conclusiones que se derivan de ello cuando sea apropiado. AGRADECIMIENTOS (si viene al caso). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Se harán de acuerdo a las Normas de Vancouver y serán presentadas en el orden como aparecen en el texto. Todas las referencias deberán estar citadas ya sea en el texto o en las ilustraciones con un número arábigo entre paréntesis, en superíndice. Estas llamadas de cita precedidas de un espacio, se colocan antes del punto, coma u otro signo de puntuación. El máximo de referencias bibliográficas permitidas es de 40. 2.3. TEMAS DE REVISIÓN Son trabajos de actualizaciones sobre temas de la especialidad, en particular de trabajos originales o académicos o médico–quirúrgicos, no excederá de 12 páginas. Deberá acompañarse de un resumen con su respectiva traducción en inglés y palabras clave no más de 200 palabras. 2.4. CASOS O REPORTES CLÍNICOS Se considera para su publicación únicamente aquellos casos que signifiquen interés diagnóstico, anomalía de evolución, rareza de observación, evidente interés por la respuesta terapéutica. Deberá acompañarse de un resumen con su respectiva traducción en inglés y palabras clave. No excederá de 6 páginas. Se tomarán en cuenta los siguientes puntos: a) Introducción b) Reporte del caso clínico c) Comentario c) Bibliografía 2.5. SALUD MENTAL Se publicarán artículos sobre algún aspecto de salud mental del niño y el adolescente. No excederá de 4 páginas. Deberá acompañarse de un resumen con su respectiva traducción en inglés y palabras clave. 2.6. ÉTICA Se considera en esta sección algún tema de interés sobre ética médica. No excederá de 3 páginas. 2.7. CULTURAL Se consideran para esta sección artículos de interés en el área cultural. No excederá de 3 páginas. 3. NORMAS PARA SU PUBLICACIÓN Se refiere a los aspectos generales de los trabajos. 3.1. Los trabajos se reciben en el local de la Sociedad Peruana de Pediatría: Calle Los Geranios Nº 151, Urb. Jardín, Lince, Lima 14 – Perú; de lunes a viernes de 10 a.m. a 5 p.m. Teléfono Nº 4226397, correo electrónico: [email protected]. Al entregar el trabajo recibirá una constancia de recepción. 3.2. El artículo debe estar acompañado por una Carta de Presentación dirigida al presidente del Comité de Publicaciones solicitando la evaluación de dicho artículo para su publicación y debe certificarse mediante una Declaración Jurada que no ha sido publicado en otra revista y estar firmada por el autor y coautores. 3.3. La Revista Peruana de Pediatría acepta la solicitud de publicación de contribuciones nacionales y extranjeras de la especialidad siempre que se ajusten a los requerimientos del presente Reglamento. 3.4. La Revista Peruana de Pediatría se reserva el derecho de aceptar los trabajos que se presenten y de solicitar las modificaciones que considere necesarias para poder cumplir con las exigencias de la publicación. 3.5. La publicación de trabajos en la Revista Peruana de Pediatría, en sus diferentes secciones, no obliga necesariamente a solidarizarse con las opiniones vertidas por él o los autores. 3.6. Los trabajos presentados para su publicación en la revista son evaluados por árbitros externos. 3.7. El trabajo deberá enviarse en original impreso y en forma electrónica debidamente grabado en un disquete o CD en el programa Word para Windows 97 o posterior, letra Arial, tamaño de fuente 10 puntos, espacio sencillo. 3.8. El artículo debe usar el Sistema Internacional de Medidas. 3.9. Las ilustraciones (tablas, figuras, fotografías y otros documentos similares) no excederán de 10 y deben estar insertadas dentro del artículo en Word, con el título correspondiente y en el orden de aparición, con letra tipo oración. Ejemplo: Tabla 1. Índices de salud. 3.9.1 Las tablas, gráficas, radiografías, fotografías, etc., deben tener un título breve y claro, escrito en letra arial y serán numeradas según el orden de llamada que aparece en el texto. Precisar número de fuente en negrita. Ejemplo: Tabla 1. Letalidad de acuerdo al grado de hemorragia intraventricular. 3.9.2 Las tablas y las ilustraciones serán considerados para el entendimiento del texto y no deberán ser reiterativos entre sí o con relación al texto (no trace líneas horizontales ni verticales en el interior de los cuadros). 3.9.3Las figuras, radiografías, fotografías, etc. deben tener leyenda. 3.9.4Las publicaciones de reproducciones a color deben consultarse con el director responsable. 3.10.En la primera página del trabajo debe anotarse. Título: breve, que represente el contenido del articulo, en español y en inglés. Nombre y los dos apellidos del autor y coautores. Grado académico y afiliación institucional. Nombre del Departamento y/o institución en que se realizó el trabajo. Dirección del autor, adonde se le dirigirá la correspondencia, así como teléfono y dirección de correo electrónico. 3.11.Los autores que hayan presentado artículos recibirán una carta de la Secretaría de Comité de Publicación y Biblioteca, señalando la “aceptación” o “no aceptación” de dichos trabajos en un plazo máximo de 60 días. Los originales de los trabajos no aceptados serán remitidos con la carta de “no aceptación”. 3.12.Una vez aceptado y publicado el artículo, los derechos pertenecen a la Revista Peruana de Pediatría, y serán reproducidos por terceros sólo con la autorización correspondiente. 52