11-c.qxd 07/12/06 06:55 p.m. Page 1 Interés General La Plata, viernes 8 de diciembre de 2006 11 UN FISICO DEL BALSEIRO BRINDO UN SEMINARIO EN LA PLATA Inventos y patentes de Albert Einstein Arturo López Dávalos investiga la otra actividad del genio mundial: sus creaciones, que fueron patentadas en distintos países y aún siguen siendo desconocidas. Entre otras, la máquina fotográfica automática y los sistemas de refrigeración. La influencia de su familia y del ambiente laboral “Las teorías físicas tienen mucho de invento, más que descubrimientos”. La frase es de Albert Einstein y sintetiza una faceta poco estudiada del sabio alemán: las patentes, una actividad que generó logros importantes tanto para el genio de la física, como en las generaciones futuras que hicieron uso de su inventos. Qué hubiera sido del arte de la fotografía si Einstein no hubiese imaginado la máquina automática. Un ejemplo de lo que el físico pergeñó en sus horas de curiosidad y que demuestra que había otro mundo, más allá de la famosa Teoría de la Relatividad. “Tal vez la Teoría de la Relatividad opacó un poco esta faceta, pero fue importante para Einstein” “Las patentes de Einstein son una actividad interesante porque completan su personalidad que es poco conocida, hasta por lo propios físicos”, señala a Hoy el doctor en Física Arturo López Dávalos, investigador del Instituto Balseiro-Centro atómico Bariloche. López Dávalos llegó de la ciudad rionegrina para dar un seminario llamado Inventos y patentes de Albert Einstein, invitado por la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP. El coloquio se desarrolló ayer en el Aula Chica del Departamento de Física, frente a estudiantes, docentes e investigadores. “Es un mito eso de que Einstein pensaba sólo en cosas intangibles”, señala el investigador del Balseiro. Los inventos fueron muy importante para el genio de la física, “no sólo por su rédito económico”. El primer acercamiento de Einstein al mundo de los inventos lo tuvo como mediador, allá por 1915, cuando un juez le pidió que fuera perito de parte en un litigio por el uso indebido de una patente. La inventiva en cuestión era una brújula giroscópica “que muchos se la adjudican a Einstein porque él quedó muy vinculado con los fabricantes de esos aparatos”, señala López Dávalos. Pero el físico no inventó la brújula. Sus creaciones fueron otras. De la década del 20 hay varias patentes sucesivas: distintos sistemas de refrigeración doméstica. “Las tradicionales heladeras”, aclara el docente de la Universidad Nacional de Cuyo, que comenzó a indagar sobre este temática hace varios años por “curiosidad”. En 1937 el físico patentó, en Estados Unidos, la máquina fotográfica automática (regula el diafragma), aunque su fabricación tardaría décadas en hacerse realidad. De familia Otra patente que lleva el sello Einstein es la vieja pickup eléctrica que permitía a los disco de vinilo, púa mediante, convertir el movimiento electromecánico en una señal eléctrica. Nada menos que la posibilidad de captar el sonido mediante el fonógrafo. Ese litigio por la brújula giroscópica y las horas que pasó en la oficina de Patentes, en Bernal, Suiza -trabajó entre 1902 y 1909-, motivaron a Einstein a inmiscuirse en el mundo de los inventos. “Muchos toman el trabajo de la oficina de Patentes como un trabajo más, pero allí aprendió muchísimo”, dice López Dávalos. Sin embargo, el físico argentino apunta a una sed inventiva “desde los cuatro años”. Es que Einstein venía de una familia dedicada a la industria. El genio mundial creció entre motores y generadores eléctricos. En total, la cantidad de patentes que tiene Einstein son 48, “porque muchas fueron revalidadas en otros países”. Mientras que en Alemania están la mayoría de las originales, en otros lugares como Francia, Hungría, Inglaterra y Estados Unidos, también quedó el registro de sus creaciones. En la construcción de los sistemas de refrigeración, el físico iba a la fábrica y aportaba consejos Einstein no pudo ver fabricadas la mayoría de sus invenciones, pero en aquellas que sí lo hizo -dicen-, “se interesaba mucho y participaba de la construcción”. En el proceso de construcción de los sistemas de refrigeración, el físico se daba una vuelta por la fábrica y aportaba consejos para mejorar la tecnología. Einstein dominaba las leyes de la física clásica. “Hoy, uno se especializa en alguna disciplina; antes se conocía la física completa”, dice López Dávalos. Visita. El físico Arturo López Dávalos en el Departamento de Física (UNLP)