Poder Judicial de la Nación ISSN 1850-4159 CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJO BOLETÍN TEMÁTICO DE JURISPRUDENCIA VIOLENCIA LABORAL Sumarios de sentencias de la CSJN y de la CNAT OFICINA DE JURISPRUDENCIA Dr. Claudio M. Riancho Prosecretario General USO OFICIAL Dra. Claudia A. Priore Prosecretaria Administrativa JULIO 2013 Domicilio Editorial: Lavalle 1554. 4°piso. (1048) Ciudad Autónoma de Buenos Aires Tel 4124 – 5705 / 4124 - 5703 EMail:[email protected] INDICE 1.- Violencia laboral: Generalidades (pág. 1) 2.- Ambiente de trabajo nocivo – hostil (pág. 3) 3.- Mobbing: configuración (pág. 5) 4.- Ley 26.485 (pág. 10) 5.- Prueba (pág. 14) 6.- Responsabilidad laboral y civil. Indemnizaciones (pág. 18) 7.- Deberes del empleador (pág. 30) 8.- Artículos de doctrina (pág. 32) ▬ 1.- Violencia laboral: Generalidades. Violencia laboral. Discriminación hostil. Un claro ejemplo de violencia laboral es el que surge de la discriminación como forma de lograr que otro cambie lo que no puede o no tiene por qué cambiar, violencia que se viene enseñoreando casi solapadamente y genera en las personas un estado de crisis, entendiéndose ésta como la latencia entre el peligro y la oportunidad. En rigor de verdad se trata de distintas formas de discriminación hostil que van desde el acorralamiento paulatino constituido por pequeños actos hasta hechos únicos instantáneos y definitivamente descalificantes. Procesalmente deberá tenerse en cuenta la existencia de indicios que puedan conducir a los hechos o al hecho 1 Poder Judicial de la Nación USO OFICIAL que hay que acreditar y tener presente que los indicios son indicadores o conductores que en el marco de pequeñas acciones guían a los hechos sometidos a prueba. CNAT Sala VII Expte Nº 2.512/05 Sent. Def. Nº 40.175 del 8/6/2007 “R., H. c/Banco de la Nación Argentina s/despido” (Ferreirós – Ruiz Díaz). Violencia laboral. Manifestaciones diversas. La violencia laboral en sus múltiples manifestaciones resulta idónea para generar daño y consecuentemente, activar la responsabilidad de los sujetos responsables, aun cuando no reúna determinadas características, ni se revele en facetas o etapas conforme lo sostiene abundante doctrina y jurisprudencia vigente en torno al mobbing o al acoso moral en el trabajo. En efecto, aun cuando no se configure un supuesto de “mobbing”, entendido éste como “el fenómeno en el que se ejerce una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente –estadísticamente, al menos una vez por semana- y durante un tiempo prolongado –más de seis meses- sobre otra persona en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr finalmente que esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo”, lo cierto es que la violencia en el ámbito laboral puede manifestarse de muchos modos, por ejemplo, a través de tratos discriminatorios, agresiones físicas, hostigamiento de índole sexual, mal trato organizacional, etc. CNAT Sala II Expte Nº 31.246/07 Sent. Def. Nº 99.504 del 17/8/2011 “A.,M.E c/Establecimiento Geriátrico Nuestra Señora de Luján SRL y otro s/despido” (González – Maza). En el mismo sentido, Sala II Expte Nº 31.939/09 Sent. Def. Nº 100.146 del 16/2/2012 “R.F., P c/Citytech SA s/mobbing” (González – Maza), Sala II Expte Nº 28.710/05 Sent. Def. Nº 100.689 del 29/6/2012 “S., G. S c/International Health Services Argentina SA IHSA s/despido” y Sala II Expte Nº 17.745/2010 Sent. Def. Nº 101.399 del 6/2/2013 “F., S.S. c/Dolores Gas SA s/despido” (González – Maza). Violencia laboral. Gesticulación de empleada de jerarquía superior. No constituye un supuesto de violencia laboral, la circunstancia de que una empleada de jerarquía superior “gesticule” o “diga mal las cosas”. CNAT Sala I Expte Nº 38.251/08 Sent. Def. Nº 87.006 del 19/9/2011 “V.M., V.A c/Kowzef SA s/despido” (Vázquez – Vilela). Violencia laboral. Trabajadora solicita traslado de sucursal. Denegación. Violencia contra la persona de la trabajadora. Constituye un acto de violencia contra la trabajadora, dejarle como única opción la renuncia a su puesto de trabajo, para concretar su proyecto de vida de comenzar una familia y ser madre a una edad en las que sus posibilidades son cada vez menores; puesto que ante la negativa formulada por la empleadora esta parecería la única salida factible para concretar su proyecto. Y esta elección, de llevarse a cabo, importaría sin lugar a dudas, un atentado contra su derecho a la permanencia en el trabajo y violencia contra su persona, en tanto la decisión que podría adoptar no sería tomada con libertad. No es ocioso destacar que el artículo 9 del CCT 967/08 “E” (aplicable en el ámbito de la demandada) determina que es obligación de la Obra Social la de garantizar a sus trabajadores ocupación efectiva, salvo por razones fundadas que impidan cumplir con esta obligación. En este sentido, no se advierte que la presunta inexistencia de vacantes constituya una razón fundada para denegar el pedido de la actora, pero sí implica incumplimiento de garantizar ocupación efectiva, en tanto la única alternativa es su renuncia. (Del voto del Dr. Pesino, en mayoría). CNAT Sala VIII Expte Nº 25.402/2010 Sent. Def. Nº 38.560 del 11/11/2011 “P., M. E. c/ OSPLAD Obra Social para la Actividad Docente s/ Acción de amparo”. (Catardo – Pesino – Ferreirós) Violencia laboral. Formas de maltrato. La violencia en el ámbito de las relaciones laborales se manifiesta en diferentes formas de maltrato, se relaciona con la utilización abusiva del poder para obtener un resultado concreto, mediante toda acción, conducta o inactividad ejercida o tolerada en el ámbito laboral por la parte empleadora, superiores jerárquicos o terceros que restringen la esfera de la libertad y constituyen un atentado a la dignidad, la integridad física, moral o sexual de la persona trabajadora. Asimismo, la Organización Internacional del Trabajo ha definido la violencia en el lugar de trabajo como toda acción incidente o comportamiento que se aparta de lo razonable mediante el cual la persona es agredida, amenazada , humillada o lesionada por otra en el ejercicio de su actividad profesional o como consecuencia directa de la misma (v. pto. 1.3.1. del "Repertorio de recomendaciones prácticas sobre la violencia en el lugar de trabajo en el sector de los servicios y medidas para combatirlas", elaborado en la Reunión de expertos en 10/2003 - Ginebra www.ilo.org./global/langen/index.htm-OIT). CNAT Sala I Expte Nº 9.148/2010 Sent. Def. Nº 87.370 del 13/02/2012 “V.P., M.A c/ Teletech Argentina S.A. s/ Despido”. (Pasten de Ishihara – Vilela). En el mismo sentido, Sala I Expte Nº 38.789/09 Sent. Def. Nº 87.631 del 25/4/2012 “A., A.K c/ Ekekens SA y otro 2 Poder Judicial de la Nación s/despido” (Pasten de Ishirara – Vilela) y Sala I Expte Nº 2.833/07 Sent. Def. Nº 88.038 del 31/8/2012 “Q.,V.B. c/Helcint SRL y otros s/despido” (Pasten de Ishihara – Vilela). USO OFICIAL Violencia laboral: modos de manifestación. Aun cuando no se configure un supuesto de “mobbing”, la violencia en el ámbito laboral puede manifestarse de muchos modos, por ejemplo, a través de tratos discriminatorios, agresiones físicas, hostigamiento de índole sexual, mal trato organizacional, etc,. (conf. Conceptualizaciones teóricas elaboradas por Toselli, C.A. - Grassis, P. M.- Ferrer, J. I., en Violencia en las relaciones laborales, Alveroni Ediciones, Córdoba, 2007) y todos ellos generan la responsabilidad del empleador que, en conocimiento o alertado de la situación, no arbitra los múltiples y variados medios a su alcance, a fin de revertirla para evitar daños a la integridad psicofísica y moral de sus dependientes. CNAT Sala II Expte N° 31.939/09 Sent. Def. N° 100.146 del 16/2/ 2012 «R. F., P c/ Citytech S.A. s/mobbing” (González – Maza). Violencia laboral. Violencia moral. Formas de manifestación. Muchas veces las manifestaciones de violencia moral incluyen componentes discriminatorios. La discriminación puede actuar como generadora de un proceso de acoso y también puede aparecer en algunos actos aislados durante el proceso desencadenado por móviles no típicamente discriminatorios (lograr el desánimo, la renuncia de un empleado, su traslado o simplemente satisfacer necesidades perversas o narcisistas del mover). También se reconoce como idóneo para provocar daño un ambiente de trabajo agresivo, hostil y denigrante, que puede ser consecuencia de inadecuados estilos de dirección basados en un liderazgo autocrático o climas organizacionales cargados hacia la competitividad y con fallas en los aspectos de comunicación, sistemas de recompensas, u otros factores que afectan a todos o a una gran mayoría de los trabajadores de la empresa. CNAT Sala II Expte N° 31.939/09 Sent. Def. N° 100.146 del 16/2/ 2012 «R. F., P c/ Citytech S.A. s/mobbing” (González – Maza). Violencia laboral. Stress. El stress solo es destructivo si es excesivo, por lo que el stress profesional generado por presiones e invasiones múltiples y repetitivas puede desgastar a una persona e incluso conducirla hasta un burnout, es decir una “depresión por agotamiento”. Si a ello se adicionan situaciones de maltrato y hostilidad por parte de otra persona dentro del mismo ambiente que se trate de un superior jerárquico, las consecuencias para la salud devendrán mucho más graves, generando un serio deterioro en la salud. CNAT Sala I Expte Nº 2.586/2011 Sent. Def. Nº 88.266 del 21/11/2012 “C., A.F. c/ Casa Hutton SA s/ Mobbing”. (Vázquez - Vilela) 2.- Ambiente de trabajo nocivo – hostil. Violencia laboral. Acoso sexual y moral. Supuesto en que no se configura el denominado “mobbing”. Ambiente de trabajo nocivo. Si bien el “mobbing” supone una violencia psicológica que tiene una dirección específica hacia la víctima con una intencionalidad subjetiva y perversa de generar daño o malestar psicológico, su destrucción psicológica y consecuente sometimiento y/o su egreso de la organización empresarial o del grupo, los motes despectivos empleados para con la actora tales como: “la loca”, “la chapi”, “la multiuso”, “la 22”, no permiten advertir una finalidad intencional de destruirla psicológicamente, es decir, no se encuentra probado el componente subjetivo perverso e intencional que permite definir lo que la jurisprudencia, medicina y sociología del trabajo han conceptualizado bajo la denominación de “mobbing”. Sin embargo, la nocividad del ambiente de trabajo activa la responsabilidad del empleador en los términos del art. 1109 CC. El empleador tiene el deber constitucional de garantizar condiciones de trabajo dignas y la obligación legal de lograr la seguridad e higiene en el empleo, conforme lo exigen los arts. 14bis CN, art. 75 LCT y 4 ap.1 de la ley 24.557. El principal no sólo se encuentra legitimado para tomar medidas en resguardo de la integridad de sus dependientes sino que ello constituye una exigencia derivada del principio de buena fe exigible al buen empleador y lo esperable de éste (arts. 62/63 y concs LCT). En el caso, el ambiente de trabajo hostil en que prestó servicios la reclamante como el maltrato personal que padeció de sus compañeros y superiores jerárquicos, han generado dolor moral,sufrimiento emocional y padecimientos que deben ser reparados. CNAT Sala II Expte Nº 7.358/05 Sent. Def. Nº 95.304 del 12/10/2007 “R., F. c/Cablevisión SA s/ despido” (Maza – Pirolo). Violencia laboral. Ámbito de trabajo nocivo y hostil. Habiéndose acreditado que existió un supuesto de violencia laboral configurado por una conducta persecutoria, discriminatoria, abusiva e injuriosa a la que fue sometida la actora en los últimos años de la relación laboral, y por haber permitido y tolerado la empresa accionada semejante clima de trabajo sin haber tomado ninguna medida preventiva o 3 Poder Judicial de la Nación sancionatoria, corresponde concluir que se encuentra comprometida su responsabilidad por resultar titular del pleno poder de organización y dirección de la empresa (arts. 64 y 65 LCT); por ello, debe responder por el hecho de sus dependientes, conforme lo prescribe la primera parte del art. 1113 CC. CNAT Sala I Expte Nº 2.149/09 Sent. Def. Nº 86.972 del 31/5/2011 “L., I.I. c/Instituto de Investigaciones Metabólicas SA y otro s/accidente – ley especial” (Pasten de Ishihara – Vilela). USO OFICIAL Violencia laboral. Actitud de la empleadora que no constituye mobbing. Configuración de un entorno laboral hostil. Responsabilidad del empleador. Si bien en el caso no quedó probado el componente subjetivo perverso e intencional que permitiría establecer que existió un supuesto de mobbing contra el trabajador, si quedó acreditada la nocividad y hostilidad del ambiente de trabajo, lo que activa de todos modos la responsabilidad del empleador en los términos del art. 1109 del Código Civil. Ello así, toda vez que el empleador no cumplió con su deber constitucional de garantizar condiciones de trabajo dignas ni la obligación legal de seguridad e higiene en el empleo, conforme lo exigen los arts. 14 bis de la C.N., 75 LCT y 4 apartado 1 de la ley 24.557, es decir que no garantizó la indemnidad psicológica de su dependiente, con lo que, al permitir condiciones y ambiente laboral nocivos, actuó culposamente. CNAT Sala II Expte. Nº 20.397/2008 Sent. Def. Nº 100.466 del 27/04/2012 “J., N.M. c/Icona SA y otro s/mobbing”. (Maza - Pirolo). Violencia laboral. Configuración de un entorno laboral hostil. Responsabilidad del empleador. Si se ha comprobado en la causa la responsabilidad personal del gerente de planta que implementó un clima general y personal hostil en el ambiente de trabajo, corresponde que el principal responda por resultar titular del pleno poder de organización y dirección de la empresa (arts. 1113 CC y 64/65 LCT). Esto es así puesto que el empleador debe velar irrestrictamente por la integridad psicofísica de sus dependientes mientras se encuentran dentro del establecimiento y/o cumpliendo sus tareas, obligaciones que dimanan del deber genérico de seguridad y del principio de indemnidad (arts. 75 LCT y 4 ap. 1 LRT), de la misma forma que debe preservar también la dignidad del trabajador cuyo fundamento no es otro que el dispositivo constitucional que le garantiza “condiciones dignas y equitativas de labor” (art. 14 bis CN). De ahí que el principal no solo se encuentra legitimado para tomar medidas en resguardo de la integridad de sus dependientes sino que ello constituye una exigencia derivada del principio de buena fe exigible al buen empleador y lo esperable de éste (arts. 62/63 y concs. LCT). CNAT Sala II Expte. Nº 20.397/2008 Sent. Def. Nº 100.466 del 27/04/2012 “J., N.M. c/Icona SA y otro s/mobbing”. (Maza - Pirolo). Violencia laboral. Caso en que media trato hostil que no llega a configurar “mobbing”. Comprobada la incapacidad psicológica de la actora debido a los malos tratos proferidos por su superior jerárquico ello no implica que resulte probada la existencia de un fin intencional de destruirla psicológicamente, someterla, degradarla, y/o lograr su egreso de la empresa. No está probado el componente subjetivo perverso e intencional que permita sostener la existencia de “mobbing”. En cambio, se activa la responsabilidad del empleador en los términos del art. 1109 del Código Civil por no cumplir con su deber de garantizar condiciones de trabajo dignas ni la obligación legal de seguridad e higiene en el empleo, conforme lo exigen los arts. 14 bis CN, art. 75 LCT y 4 apartado 1 de la, ley 24.557, es decir que no garantizó la indemnidad psicológica de su dependiente, debiendo responder por la conducta del superior jerárquico de la actora que implementó un clima personal hostil, por ser responsable por los hechos de sus dependientes (arts. 43 y 1113 Código Civil). CNAT Sala II Expte. Nº 35.178/08 Sent. Def. Nº 101.266 del 30/11/2012 “Q. V. V. c/Consolidar ART SA y otro s/accidente - acción civil”. (Maza - Pirolo). Violencia laboral. Ambiente de trabajo hostil. Persecución. Debe considerarse que el ambiente en el que se desempeñaban los trabajadores era hostil, si en la empresa existía una grave y permanente persecución hacia ellos y otros trabajadores, quienes fueron discriminados por su activismo sindical, conductas que consistieron en traslados que no obedecieron a necesidades funcionales, a ambientes de trabajo carentes de seguridad y salubridad, cambios de horario injustificados y presiones psicológicas en procura de renuncia, con presencia de tropas de Gendarmería en los locales de trabajo durante un año recorriendo los ambientes, junto con la “seguridad” de la empresa que patrullaba también. A lo que además, se sumaba el aislamiento de los trabajadores díscolos mediante un paredón levantado a tal efecto, la presión para que aceptaran el traslado a otro edificio, la negativa de tareas, la confección de listas con los nombres de los que asistían a asambleas, amenazas de pérdida de empleo, etc. 4 Poder Judicial de la Nación CNAT Sala VII Expte Nº 33.798/08 Sent. Def. Nº 45.495 del 28/6/2013 “B., F.J. M. c/Atento Argentina SA y otro s/despido” (Rodríguez Brunengo – Fontana). 3.- Mobbing: Concepto. Configuración USO OFICIAL Violencia laboral. Mobbing. Acoso moral. Conceptos. El acoso moral es definido en la doctrina médica, sociológica y jurídica como una situación creada por una persona o grupo de personas, que ejercen una violencia psicológica extrema, de forma sistemática, durante un tiempo prolongado y sobre una persona en particular. Así, el vocablo "mobbing" se utiliza precisamente para identificar las situaciones en las que una persona o un grupo de personas ejercen una violencia psicológica extrema de forma sistemática, con intencionalidad y durante un tiempo prolongado sobre otro sujeto, con la finalidad de lograr que la víctima quede aislada de su entorno y abandone el sector, el grupo o la empresa. Entonces, la agresión psicológica tiene una dirección específica hacia la víctima con una intencionalidad subjetiva y perversa de generar daño o malestar psicológico, su destrucción psicológica y consecuente sometimiento y/o su egreso de la organización empresarial o del grupo. CNAT Sala II Expte Nº 7.358/05 Sent. Def. Nº 95.304 del 12/10/2007 “R., F. c/Cablevisión SA s/ despido” (Maza – Pirolo). En el mismo sentido, Sala II Expte Nº 8141/05 Sent. Def. Nº 95.437 del 4/12/2007 “V., M. Á. c/Craveri SA s/despido” (Pirolo – Maza), Sala II Expte Nº 295/09 Sent. Def. Nº 99.674 del 16/9/2011 “D., J.B. c/ Coto CICSA s/despido” (Pirolo – González) y Sala I Expte Nº 30.848/2010 Sent. Def. Nº 88.280 del 28/11/2012 “C., S.M. c/BBVA Banco Francés y otro s/despido” (Vázquez – Pasten de Ishihara). Violencia laboral. Acto discriminatorio. Mobbing. Debe considerarse la existencia de mobbing ante el caso del trabajador que recibió un trato descomedido consistente en privarlo de su lugar y nivel de trabajo, con bloqueo de los elementos informáticos que de acuerdo a su labor tenía asignado, e imponiéndosele una posición de disminución y desvalimiento mantenida hasta el distracto. La situación se traduce en hechos como haber sido obligado a permanecer en el bar de la empresa durante un lapso e impidiéndosele la realización de lo que eran sus tareas habituales. (En el caso, el actor fue despedido mediante comunicación en la que se le informaba su responsabilidad en la deshabilitación de los registros de auditoría de un servidor, lo que permitió ocultar el envío del mail o correo electrónico masivo al personal de correo oficial de todo el país con un fuerte contenido injurioso hacia los directivos del área a la que el actor pertenecía y que se encontraba bajo su custodia o control. La imputación no logró probarse). CNAT Sala II Expte. N° 19.730/07 Sent. Def. N° 97.059 del 31/08 /2009 “B., P. M. c/Correo Oficial de la República Argentina S.A. s/despido”. (González - Pirolo) Violencia laboral. Acto discriminatorio. Mobbing. Supuesto en que no se configura. En el caso la actora, mucama en un hotel, alegó maltrato psicológico por parte de la gobernanta que calificó como una típica situación de mobbing. Dicho maltrato, según surge de los testimonios, consistía en que “le gritaba”, “la trataba muy mal”, “la retaba”, “la mandaba dos veces a hacer la habitación”, “no la saludaba”, “le pedía las cosas de muy mala manera”. Dichas declaraciones, si bien dejan traslucir que la gobernanta tenía un trato hacia la actora que pudiera calificarse como peyorativo, dicha actitud y proceder –que a lo sumo podría merecer algún reproche- no permite inferir válidamente la configuración de un supuesto de “acoso laboral”. Por otro lado, la gobernanta profería similar trato también a otros empleados del hotel, lo cual descarta que su actitud tuviera como particular destinatario a la persona de la actora, pues es posible advertir que esa era la forma o modo en que aquélla se relacionaba con los empleados en general, lo que impide sostener que existió acoso psicológico contra la actora. CNAT Sala IX Expte. N° 13.059/07 Sent. Def. N° 15.922 del 27/10 /2009 “V.A., R. c/Pinares de carrasco SA s/daños y perjuicios”. (Fera - Balestrini). Violencia laboral. Mobbing o acoso moral. Requisitos. Improcedencia. A los efectos de encuadrar el despido como resultante de maniobras de acoso moral resulta necesario que se aleguen circunstanciadamente -dejando de lado percepciones individuales y subjetivas- hechos inobjetables que denoten la actitud persecutoria que se denuncia. No revisten entidad suficiente los hechos aislados que no son repetidos y sistemáticos. En el caso, la circunstancia de que la accionada no hubiera logrado probar los motivos sobre los que sustentó la aplicación de la sanción impuesta a la actora no obra, por sí sola, como demostración lisa y llana del acoso laboral, pues la accionante tenía la posibilidad de cuestionar esa decisión y ver satisfecho su derecho a dejársela sin efecto. CNAT Sala IX Expte N° 8773/08 Sent. Def. N° 16050 del 30/12/2009 « D., A. c/ San Timoteo SA s/ salarios por suspensión” (Balestrini - Fera). 5 Poder Judicial de la Nación Violencia laboral. “Mobbing”. Configuración. Resulta legítimo el despido indirecto en que se colocara la trabajadora al probarse el “mobbing” al que fuera sometida, a través de actitudes por parte de la empleadora tales como: rotación constante de sucursal, comunicación hostil de manera sistemática por parte de la supervisora, trabajo bajo presión y desestimación peyorativa de su labor, teniendo en cuenta la experiencia con que contara para desempeñar sus tareas. CNAT Sala VII Expte. N° 21.552/07 Sent. Def. N° 42.452 del 19/02 /2010 “B., M. I. c/Medife Asoc. Civil y otro s/despido”. (Rodríguez Brunengo - Ferreirós). USO OFICIAL Violencia laboral. “Mobbing” o acoso moral. No toda desavenencia profesional implica o da origen al acoso moral, cuya característica principal se asienta “en la repetición de actitudes, palabras, conductas que, tomadas por separado pueden parecer anodinas, pero cuya repetición y sistematización las convierte en destructivas” (Irigoyen, Marie-France, “El acoso moral en el trabajo”, traducción de Nuria Pujol I. Valls, Barcelona-Buenos Aires-México, Paidós Ibérica SA, año 2001, pág. 30). Así el ejercicio del “ius variandi”, aún cuando resulte altamente discutible su legitimidad, no constituye “mobbing”. CNAT Sala IX Expte. N° 29.358/06 Sent. Def. N° 16.125 del 26/02 /2010 “C.,O. c/Danone Argentina SA s/despido”. (Balestrini - Fera). Violencia laboral. Acoso. Motivo de disolución del contrato de trabajo. El acoso supone una violencia sobre la mujer que esta intenta rechazar y da motivo a la disolución del contrato. Así lo entiende el art. 4 de la ley 26.485, cuando precisa que se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal (Del voto del Dr. Fernández Madrid). CNAT Sala VI Expte Nº 1.181/08 Sent. Def. Nº 62.343 del 21/9/2010 “A., R.A c/Hipódromo Argentino de Palermo s/despido” (Fontana – Fernández Madrid). Violencia laboral. Acoso moral. Concepto. Según el “Diccionario esencial de la lengua española”, el término acosar significa “perseguir sin darle tregua ni reposo a un animal o a una persona” como así también “perseguir, apremiar, importunar a alguien con molestias o requerimientos” (cfr. Diccionario Esencial de la lengua Española. Real Academia Española. Espasa. 2006). Asimismo, el acoso moral en el trabajo, se puede definir, siguiendo a la Dra. Marie France Hirigoyen como “toda conducta abusiva (gesto, palabra, comportamiento, actitud…) que atenta, por su repetición o sistematización contra la dignidad o integridad psíquica o física de una persona, poniendo en peligro su empleo o degradando el ambiente de trabajo”. CNAT Sala IV Expte Nº33.087/09 Sent. Def. Nº 95.089 del 30/12/2010 “O., U.P. c/Swiss Medical SA s/despido” (Guisado – Ferreirós). Violencia laboral. Acoso moral. Conductas incluidas. Las conductas mediante las cuales se materializa el acoso moral en el empleo, pueden ser, entre otras: a) Intentar someter o eliminar a una persona de su puesto de trabajo usando maquinaciones contra ella. b) Desestabilizar emocionalmente a una persona mediante todo tipo de estrategias buscando que ésta explote. c) Atacar sistemáticamente a una persona criticando destructivamente cuanto realiza en su trabajo. d) Maltratar verbalmente a una persona mediante amenazas, gritos o insultos para minarla psicológicamente atacando su dignidad. e) Deteriorar deliberadamente el rendimiento laboral de una persona. f) Hostigar sistemáticamente a una persona mediante acusaciones falsas acerca de su trabajo. g) Inducir intencionalmente a una persona a cometer errores. h) Destruir la reputación personal o profesional de una persona mediante calumnias. i) Forzar a una persona a un abandono prematuro o ilícito de un puesto de trabajo mediante coacciones o amenazas. j) Destruir la salud física o psicológica minando la autoestima y la confianza en sí misma de una persona. k) Aislar a una persona y reducir sus posibilidades de expresarse o de comunicarse con jefes o compañeros de trabajo; l) Sobrecargar de trabajo a una persona sistemáticamente o reducir los plazos de ejecución de las tareas para forzarla al fracaso en los objetivos; ll) Dejar a una persona sin nada que hacer, para desestabilizarla y acusarla después de falta de rendimiento; y m) Alterar el entorno laboral de la persona, envenenando a sus compañeros de trabajo en contra de ella CNAT Sala IV Expte Nº33.087/09 Sent. Def. Nº 95.089 del 30/12/2010 “O., U. P. c/Swiss Medical SA s/despido” (Guisado – Ferreirós). Violencia laboral. Burlas al trabajador por parte del personal jerárquico. Inexistencia de acoso moral. En el caso, el actor denunció haber sido objeto de “burlas” por parte de personal jerárquico de la accionada. En este sentido la “jefa” del accionante le manifestaba que se encontraba realizando gestiones para su reincorporación, y cuando éste se retiraba, se burlaba delante 6 Poder Judicial de la Nación de otros trabajadores asegurando que jamás volvería a trabajar. Estos hechos en modo alguno tipifican una figura de “acoso laboral”, ni implican la comisión de un acto ilícito, de allí que deba desestimarse el reclamo. CNAT Sala II Expte. N° 24.623/08 Sent. Def. Nº 98.955 del 28/12 /2011 “L., A.A. c/Adecco Recursos Humanos Argentina SA s/despido”. (Pirolo - Maza). Violencia laboral. Acoso moral o mobbing. El acoso moral o mobbing se configura cuando el trabajador es objeto repetido de abuso por parte de sus superiores y/o, en particular, víctima de prácticas destinadas a aislarlo del ambiente de trabajo y, en los casos más graves, de repelerlo. CNAT Sala V Expte Nº 16.127/08 Sent. Def. Nº 72.995 del 18/3/2011 “P., R.R c/Grupo Enaxion SRL y otro s/despido” (García Margalejo – Zas). USO OFICIAL Violencia laboral. Mobbing. Configuración. Para que se configure el mobbing resulta necesario que se presenten situaciones en las que una persona o grupo de personas ejerzan violencia psicológica extrema, de forma sistemática, con intencionalidad durante un tiempo prolongado sobre otro sujeto, con la finalidad de lograr que la víctima quede aislada de su entorno y sufra el abandono del sector, el grupo o la empresa. Su fin es generar un daño o malestar psicológico, lo que implicaría, por parte de la empleadora, un apartamiento de las obligaciones que la ley de contrato de trabajo pone a su cargo. CNAT Sala II Expte Nº 19.759/07 Sent. Def. Nº 99.086 del 31/3/2011 “T., D.F. c/Correo Oficial de la República Argentina s/despido” (González – Pirolo). Violencia laboral. Acoso laboral o mobbing. El acoso laboral, conocido por el uso del vocablo inglés mobbing se configura cuando una persona o grupo de ellas, de modo repetitivo y sistemático, adopta una conducta hostil o arbitraria contra el trabajador para disminuirlo o desprestigiarlo en el ámbito de la empresa con la finalidad o intención de que abandone el empleo o acepte una disminución en las condiciones de trabajo o sea eliminado del cargo que ocupa. Es decir que la presencia de una situación de mobbing con consecuencias jurídicas requiere la verificación de un reiterado y regular proceder perverso y además que tenga la finalidad de segregar o eliminar al acosado de la comunidad de trabajo. CNAT Sala X Expte Nº 45.311/09 Sent. Def. Nº 18.432 del 29/4/2011 “S., J.D. c/Fooprint SA s/despido”“ (Stortini - Corach). En el mismo sentido, Sala X Expte Nº 5.250/08 Sent. Def. Nº 18.608 del 21/6/2011 “C., B.M c/Mapfre Argentina Seguros SA s/daños y perjuicios” (Brandolino – Stortini) y Sala X Expte Nº 34.739/09 Sent. Def. Nº 19.012 del 30/9/2011 “D., L.I. c/Mapfre Argentina ART SA s/accidente – acción civil” (Stortini – Corach). Violencia laboral. Acoso sexual o “mobbing”. Configuración. El acoso sexual no es mobbing en sentido estricto ya que las causas que pueden motivarlo y el objetivo u objetivos finales son diferentes a los que se presentan en el acoso psicológico. No obstante, con relativa frecuencia, incidentes de acoso sexual se transforman con posterioridad en supuestos de mobbing. Así, es bastante probable que un episodio de acoso sexual en el que el acosador ha visto frustrado su objetivo, se transforme – sobre todo en aquellos casos en que la víctima no se atreve a denunciarlo o no tiene pruebas suficientes – en un proceso posterior de hostigamiento y acoso laboral con todas las características del mobbing, de tal manera que, el episodio de acoso sexual se convierte en el conflicto o disparador del ataque. CNAT Sala III Expte Nº 2.778/08 Sent. Def. Nº 92.694 del 24/8/2011 “G., L.M. c/Limpiolux SA s/accidente – acción civil” (Cañal – Catardo). Violencia laboral. Maltrato. Acoso sexual. El despido discriminatorio se inscribe en el fenómeno de violencia laboral y diversas formas de maltrato, y dentro de ellas se ubica el acoso sexual, respecto del cual para ser configurado se requiere que la conducta sea abusiva y se exprese, ya sea en un acto aislado que por su relevancia cumpla el fin perseguido, o mediante la repetición de comportamientos hostiles y técnicas de desestabilización que en definitiva atenten contra la dignidad y/o la integridad física o psíquica de la persona trabajadora, privándola poco a poco de su identidad, función y categoría. CNAT Sala I Expte. N° 47.748/09 Sent. Def. N° 87.016 del 21/09 /2011 “P., S. L c/La Pompeya SA s/despido”. (Pasten de Ishihara - Vilela). Violencia laboral. Acoso o mobbing. El acoso en el lugar de trabajo debe entenderse como cualquier manifestación de una conducta abusiva y, especialmente, los comportamientos, palabras, actos, gestos y escritos que puedan atentar contra la personalidad, la dignidad o la integridad física o psíquica de cualquier individuo, o que puedan poner en peligro su empleo, o degradar el 7 Poder Judicial de la Nación clima de trabajo (Hirigoyen, Marie France; El acoso moral. El maltrato psicológico en la vida cotidiana, Paidós, Barcelona, 1999, pág. 19). CNAT Sala III Expte Nº1.098/09 Sent. Def. Nº 92.823 del 21/10/2011 “C., J.A. c/Bosan SA s/despido” (Cañal – Rodríguez Brunengo – Catardo). En el mismo sentido, Sala III Expte Nº 48.062/09 Sent. Def. Nº 93.097 del 23/5/2012 “P., L. c/Bayton SA y otro s/accidente – ley especial” (Cañal – Pesino) y Sala III Expte Nº 29.386/09 Sent. Def. Nº 93.305 del 20/11/2012 “A., A.L. c/Fuerza Aérea Argentina y otro s/ accidente – Ley especial” (Cañal – Rodríguez Brunengo). USO OFICIAL Violencia laboral. Mobbing. En el caso, el actor denunció en la demanda hostigamiento de la demandada por intermedio de su gerente, quien cambiaba los destinos hacia otros más alejados en forma intempestiva, además de maltrato psicológico. Y, ante las protestas del trabajador lo trataba con calificativos agraviantes a su dignidad personal tales como “qué te pasa borracho”, “sos un mediocre” y “te voy a cansar hasta que renuncies”, todo lo cual fuera debidamente probado. Así, se está ante un supuesto de violencia laboral configurado por una conducta persecutoria, abusiva e injuriosa a la que fue sometido el actor en la relación laboral, menoscabándolo en su ámbito laboral lesionando sus legítimos derechos en violación a derechos fundamentales como la dignidad, el honor y el deber de no dañar (arts. 63,68 y conc LCT, 1 de la ley 23.592 y 14, 14bis, 16, 19 y 75 inc. 22 CN), derechos que le corresponden por su condición de ser humano y de persona trabajadora (art. 4 LCT). CNAT Sala I Expte Nº 39.630/08 Sent. Def. Nº 87.350 del 29/12/2011 “D.M., M.L.D. c/Mapemfi SA y otros s/despido” (Pasten de Ishihara – Vázquez). Violencia laboral. Mobbing. Concepto. La OIT reconoce al mobbing como concepto: es la persecución psicológica laboral y constituye una conducta hostil o intimidatoria que se practica hacia un trabajador desde una posición jerárquica superior o desde un grupo de iguales con respecto a los cuales éste mantiene una subordinación de hecho. Dicha conducta hostil es reiterativa y persistente en el tiempo llegando a adoptar métodos de influencia muy diversos, pasando por agresiones como la ocultación de información, la difamación o el trato vejatorio. CNAT Sala VIII Expte Nº 45.207/09 Sent. Def. Nº 38.810 del 23/4/2012 “R., E.I. c/Medicus SA de Asistencia Médica y Científica y otro s/accidente - acción civil” (Catardo – Pesino). Violencia laboral. Mobbing. Distinción respecto de la “violencia psicológica general”. En las hipótesis de “mobbing”, la agresión psicológica tiene una dirección específica hacia la víctima con una intencionalidad subjetiva y perversa de generar daño o malestar psicológico; su destrucción psicológica y consecuente sometimiento; y/o su egreso de la organización empresarial o del grupo. En cambio, en el caso de “la violencia psicológica general” media un ambiente de trabajo agresivo, hostil y dañino, que puede ser consecuencia de inadecuados estilos de dirección basados en un liderazgo autocrático o climas organizacionales cargados hacia la competitividad y con fallas en aspectos de comunicación, sistemas de recompensas, u otros factores que afectan a todos o a una gran mayoría de los trabajadores de la empresa. La agresión en esta hipótesis tiene como base la supuesta superioridad personal de los directivos sobre los empleados y se hace con la declarada intención de asegurar el buen funcionamiento de la empresa y sus niveles de productividad. CNAT Sala II Expte. Nº 20.397/08 Sent. Def. Nº 100.466 del 27/04/2012 “J., N.M. c/Icona SA y otro s/mobbing”. (Maza - Pirolo). Violencia laboral. Mobbing. Asignación de funciones diferentes después de la licencia por maternidad. Maltrato psicológico. En el caso, se acreditó que las funciones ejercidas por la actora difirieron brutalmente entre los períodos anterior y posterior al goce de su licencia por maternidad, en tanto durante el primero de ellos el personal del área de recursos humanos recurría a ella para aquellas situaciones en las cuales se recurre a un superior jerárquico (tales como permisos), respondía directamente al socio gerente de G&G y, al retornar a él, se le otorgaron tareas de índole administrativa. Y, si bien excepcionalmente podría admitirse el cambio a un puesto inferior al reingreso de la trabajadora que ha sido madre, tal hipotética circunstancia requeriría necesariamente la aquiescencia de esta última (inc. “b”, art. 184 de la LCT). Sin embargo, la empleadora no alegó la existencia de este último supuesto al contestar la demanda, ni menos aún acreditó la conformidad de la trabajadora sino que negó que en momento alguno la actora se hubiera desempeñado más allá de una simple empleada administrativa. Por ende, la conducta asumida por G&G Argentina –a través de su socio gerente y de una empleada- en relación con la accionante a partir de que ésta reingresó a prestar servicios tras concluir su licencia, debe ser calificada como persecutoria y acosadora, dado que tuvo un único y malintencionado objetivo: generar un desgaste emocional tal en la trabajadora, que ésta acabara renunciando a su empleo. 8 Poder Judicial de la Nación CNAT Sala IV Expte Nº15.359/2011 Sent. Def. Nº 96.362 del 12/6/2012 “A.,S.L. c/G & G Argentina SA s/despido” (Guisado – Marino). USO OFICIAL Violencia laboral. Mobbing. Diferencia con violencia psicológica. La situación de "mobbing", terror sicológico, persecución psicológica, o acoso laboral debe distinguirse de "la violencia psicológica general" en un ambiente de trabajo. En las hipótesis de la primera, la agresión psicológica tiene una dirección específica hacia la víctima con la intencionalidad subjetiva y perversa de generar daño o malestar psicológico, su destrucción psicológica y consecuente sometimiento, y/o su egreso de la organización empresarial o del grupo. En cambio, en el caso de violencia psicológica general, se alude a un ambiente de trabajo agresivo, hostil y dañino, que puede ser consecuencia de inadecuados estilos de dirección basados en un liderazgo autocrático o climas organizacionales cargados hacia la competitividad y con fallas en aspectos de comunicación, sistemas de recompensas, u otros factores que afectan a todos o a una gran mayoría de los trabajadores de la empresa. La agresión en esta hipótesis tiene como base la supuesta superioridad personal de los directivos sobre los empleados y se hace con la declarada intención de asegurar el buen funcionamiento de la empresa y sus niveles de productividad. CNAT Sala I Expte Nº28.552/08 Sent. Def. Nº 87.847 del 29/6/2012 “B.,C.T. c/Ondabel SA s/despido” (Vilela – Vázquez). Violencia laboral. “Mobbing descendente”. Se considera hostigamiento psicológico a toda acción, omisión o comportamiento destinado a provocar, directa o indirectamente, daño físico, psicológico o moral a una trabajadora, sea como amenaza o acción consumada, y que puede provenir tanto de niveles jerárquicos superiores, del mismo rango o inferiores. En el caso, la trabajadora padeció el denominado “mobbing descendente”, es decir el que sufre un subalterno proveniente de un superior jerárquico. CNAT Sala VIII Expte Nº 23.338/09 Sent. Def. Nº 39.124 del 25/09/2012 “P.,G.M. c/ Tam Linhas Aereas SA y otro s/despido”. (Catardo - Pesino) Violencia laboral. Mobbing. El mobbing, constituye un modo particular de agresión al trabajador por parte de la autoridad que utiliza a esos fines compañeros o subordinados de la víctima tratando insidiosamente de borrar su autoría. El origen de esta denominación se retrotrae a los tiempos de la revolución francesa en que los jacobinos ingleses fueron objeto de algaradas y agitaciones por parte de la plebe (mobs and riots) destinadas a estigmatizarlos en defensa de “the cross and the crown”, manteniéndose los lords instigadores aparte de las movilizaciones de la chusma pretendiendo su inocencia y satisfaciendo así el mito del freeborn englishman. Sin embargo, no se puede ignorar que ciertos autores utilizan este término como sinónimo del más castizo y genérico acoso o agresión laboral. (Del voto del Dr. Arias Gibert). CNAT Sala V Expte Nº 7.302/07 Sent. Def. Nº 74.558 del 31/10/2012 “B., N.A. c/Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores s/despido” (Arias Gibert – Zas – García Margalejo). Violencia laboral. Trato salarial desigual no es una actitud hostil o de violencia moral. No mobbing. Si bien el accionante expresó haber sido víctima de una constante persecución dirigida contra su persona en forma personal y sistemática manteniéndolo sumido en una franja salarial y escalafonaria inferior a la de los profesionales que habían entrado a realizar tareas en el mismo momento que él, sin diferenciación de tareas, en violación a la disposición constitucional del art. 14 bis que establece similar retribución por similar tarea, con la innegable intención de lograr su renuncia, lo cierto es que la legitimidad del reclamo por trato salarial desigual no alcanza per se para concluir que la empleadora incurriera en una actitud hostil o de violencia moral contra el trabajador susceptible de encuadrarse en la conceptualización doctrinaria de “mobbing”. Por ende, el hecho de que se le haya asignado una remuneración inferior a sus pares cuya justificación razonable no se probó en la causa no conduce en el caso a pensar que se haya concretado violencia psicológica extrema y sistemática por parte de la empresa. CNAT Sala I Expte Nº28.894/09 Sent. Def. Nº 88.255 del 31/10/2012 “M.L., G.N c/Estudio O.F SC y otros s/despido” (Vázquez – Vilela). Violencia laboral. Mobbing. Concepto. Se define al vocablo “mobbing” como el continuado y deliberado maltrato verbal y moral que recibe un trabajador por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objeto de lograr su aniquilación o destrucción psicológica y obtener su salida de la organización o su sometimiento a través de diferentes procedimientos ilegales, ilícitos o ajenos a un trato respetuoso o humanitario y que atenta contra la dignidad del trabajador Su objetivo es intimidar, opacar, amedrentar y consumir emocional e intelectualmente a la víctima. 9 Poder Judicial de la Nación CNAT Sala IV Expte Nº16.744/09 Sent. Def. Nº 96.820 del 28/12/2012 “P., C.A. c/Cassini Collecting SA y otros s/despido” (Pinto Varela – Marino). Violencia laboral. Mobbing. Concepto. El mobbing puede ser definido como el fenómeno en el que una persona o grupo de personas ejerce una violencia psicológica extrema de forma sistemática y recurrente y durante un tiempo prolongado sobre otra persona en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo. CNAT Sala IX Expte Nº 32.874/08 Sent. Def. Nº 18.360 del 28/12/2012 “C., K. A c/Toyota Argentina SA s/indemnización art. 212 LCT“(Pompa – Balestrini). USO OFICIAL Violencia laboral. Mobbing. No configuración. Se utiliza el vocablo “mobbing” para identificar las situaciones en las que una persona o un grupo de personas ejercen violencia psicológica extrema, de forma sistemática, con intencionalidad y durante un tiempo prolongado sobre otro sujeto, con la finalidad de lograr que la víctima quede aislada de su entorno y abandone el sector, el grupo o la empresa. Tiene una dirección específica hacia la víctima con una intencionalidad subjetiva y perversa de generar daño o malestar psicológico y el consecuente sometimiento o su egreso de la organización empresarial o del grupo. CNAT Sala IV Expte Nº 29.068/08 Sent. Def. Nº 96.907 del 26/2/2013 “G.de M., L.P c/Banco de Galicia y Buenos Aires SA s/despido” (Pinto Varela – Guisado). En el mismo sentido, Sala IV Expte Nº 23.447/2010 Sent. Def. Nº 96.914 del 27/2/2013 “G.W., J. A. c/Linser SA s/despido” (Pinto Varela – Marino), Sala IV Expte Nº 14.774/2010 Sent. Def. Nº 96.928 del 28/2/2013 “L., C.E. c/ Santa Fe 2601 SRL s/despido” (Pinto Varela – Marino). Violencia laboral. Mobbing. Ambiente de trabajo agresivo. Debe distinguirse el “mobbing” de aquellas situaciones en las que existe un ambiente de trabajo “agresivo” como consecuencia de estilos de dirección basados en un liderazgo autocrático, o climas organizacionales orientados hacia la competitividad y con sistemas de recompensas u otros factores que afecten a todos o a una gran mayoría de los trabajadores de la empresa, con la marcada intención de asegurar su buen funcionamiento y sus niveles de productividad. Desde esta perspectiva, las conductas descriptas por el accionante – las que se veían reflejadas en exigencias para obtener mejores rendimientos, imposición de objetivos más elevados y llamados de atención por baja performance- no resultan suficientes para tener por configurado un supuesto de “mobbing”. CNAT Sala IV Expte Nº 29.068/08 Sent. Def. Nº 96.907 del 26/2/2013 “G.de M., L.P c/Banco de Galicia y Buenos Aires SA s/despido” (Pinto Varela – Guisado). Violencia laboral. Mobbing. El calificativo de “mobbing” se reserva generalmente para distinguir los supuestos de terror psicológico aplicado a la víctima, de persecución psicológica y de acoso laboral dirigido consciente y voluntariamente a destruir las defensas del sujeto pasivo de esta práctica. No se aplica tal expresión cuando lo que se advierte en el seno de la empresa es una violencia general en el ambiente de trabajo, aunque no obstante, pueda resultar un ambiente laboral agresivo, hostil e irrespetuoso, más allá de que también pueda resultar violatorio de la dignidad de los trabajadores. CNAT Sala II Expte Nº 27.849/09 Sent. Def. Nº 101.703 del 30/4/2013 “F.A., F.O. c/Atento Argentina SA y otro s/despido” (González – Pirolo). En el mismo sentido, Sala II Expte Nº 22.025/09 Sent. Def. Nº 101.813 del 22/5/2013 “D., M.I. c/Nuestros locales SA s/despido” (González – Maza). 4.- Ley 26.485 Violencia laboral. Ley 26.485. Habiéndose acreditado que existió un supuesto de violencia laboral configurado por una conducta persecutoria, discriminatoria, abusiva e injuriosa a la que fue sometida la actora en los últimos años de la relación laboral, el caso encuadra en las disposiciones de la Ley 26485 y su dec. Reglam. 1011/2010 de Protección Integral a las Mujeres que contempla y reprime específicamente las conductas que, basadas en una relación desigual de poder, afectan “…la vida, la libertad, dignidad, integridad física y psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal…” y situaciones donde la violencia se expresa como hostigamiento, humillación coerción verbal, etc. que apareja como consecuencia un perjuicio a la salud psicológica y a la auto determinación (arts.4° y 5°) norma que encuentra su stento en lo normado por los arts.1° de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y 2° de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belem do Pará”. 10 Poder Judicial de la Nación CNAT Sala I Expte Nº 2.149/09 Sent. Def. Nº 86.972 del 31/5/2011 “L., I.I. c/Instituto de Investigaciones Metabólicas SA y otro s/accidente – ley especial” (Pasten de Ishihara – Vilela). USO OFICIAL Violencia laboral. Ley 26.485. Discriminación en razón del embarazo de la trabajadora. La ley 26485 regula, en su art. 6º, de qué forma se manifiestan los distintos tipos de violencia contra las mujeres en los diferentes ámbitos. El inciso c), determina como una modalidad la violencia laboral contra las mujeres “aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de embarazo. Constituye también violencia contra las mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual remuneración por igual tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral.” Conforme dicha normativa, la pérdida de la estabilidad laboral por causa de embarazo, constituye un caso de violencia laboral y de discriminación contra la mujer. Por ende, resulta plenamente aplicable a la especie el decreto de conducta discriminatoria, en el marco de la ley 23592, pues la demandada no demostró que el despido de la actora haya tenido causas reales extrañas a la discriminación por embarazo. En este contexto, cabe concluir que el despido de la actora constituyó un acto discriminatorio motivado en su estado de embarazo. CNAT Sala III Expte Nº 30.300/08 Sent. Def. Nº 92.702 del 24/8/2011 “G.,L.A. c/ Universidad de Buenos Aires s/despido“ (Cañal – Rodríguez Brunengo – Catardo). Violencia laboral. Ley 26.485. Obstaculización de la permanencia en el empleo. En el orden local, se encuentra vigente la ley 26485, de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, cuyo artículo 6 establece “…c) Violencia laboral contra las mujeres: aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo…” Artículo 11…El Estado nacional implementará el desarrollo de las siguientes acciones prioritarias….Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación: a) Desarrollar programas de sensibilización, capacitación e incentivos a empresas y sindicatos para eliminar la violencia laboral contra las mujeres y promover la igualdad de derechos, oportunidades y trato en el ámbito laboral, debiendo respetar el principio de no discriminación en:…3. La permanencia en el puesto de trabajo”. Por ende, es evidente que, tanto en los tratados internacionales incorporados a nuestro derecho constitucional (art. 75 inc. 22 CN) como en las disposiciones legales que rigen en nuestro país, incluso de rango constitucional, se propone no sólo la plena igualdad entre hombres y mujeres sino también el reconocimiento a la mujer de su derecho a planificar su familia, de modo tal de realizar plenamente sus posibilidades, a punto tal que la ley 26.485 considera como violencia laboral aquélla que obstaculiza su permanencia en el empleo (Del voto del Dr. Pesino, en mayoría). CNAT Sala VIII Expte Nº 25.402/2010 Sent. Def. Nº 38.560 del 11/11/2011 “P., M. E. c/ OSPLAD Obra Social para la Actividad Docente s/ Acción de amparo”. (Catardo – Pesino – Ferreirós). Violencia laboral. Violencia física o moral contra la mujer. Ley 26.485. La ley 26.485 (de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales –BO 14/4/2009) define la violencia contra las mujeres. Allí se considera el mobbing o “violencia psicológica” como la “que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos, creencias o decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación, deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento. Incluye también la culpabilización, vigilancia constante, exigencia de obediencia o sumisión, coerción verbal, persecución, insulto, indiferencia, abandono, celos excesivos, chantaje, ridiculización, explotación y limitación del derecho de circulación o cualquier otro medio que causa perjuicio a la salud psicológica y a la autodeterminación”. A su vez se incluye como una forma de violencia laboral al “hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión social”(art. 6 pto. c ley 26.485). CNAT Sala II Expte N° 31.939/09 Sent. Def. N° 100.146 del 16/2/ 2012 «R. F., P c/ Citytech S.A. s/mobbing” (González – Maza). Violencia laboral. Discriminación salarial. Ley 26.485 La prueba rendida en la causa exterioriza que la demandante fue afectada en su derecho a un ambiente de trabajo saludable, libre de violencia u hostilidad y fue, en contraposición, víctima de violencia laboral, tal como lo define el art. 6 de la ley 26.485: “aquella que discrimina a las mujeres en ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo, 11 Poder Judicial de la Nación USO OFICIAL exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de embarazo”). Constituye también violencia contra las mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual remuneración por igual tarea o función y, asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral”. De este modo, en el caso se demostró que el codemando (persona física), realizaba una distribución desigual de las causas judiciales, dándole a la actora (abogada de profesión) las incobrables, puso a la accionante a cargo del sector Concursos y quiebras sin brindarle los recursos humanos necesarios, suprimió el convenio de honorarios que existía antes del ascenso de aquél (antes los honorarios se repartían equitativamente y todos percibían honorarios similares y luego, su distribución fue inequitativa y arbitraria), y que además las exigencias se incrementaron al solicitarle informes en forma constante sobre las tareas que realizaba, otorgándole para ello plazos exiguos de imposible cumplimiento, lo que torna procedente el reclamo indemnizatorio reclamado en este sentido. CNAT Sala I Expte N° 35.094/08 Sent. Def. N° 87.395 del 23/2/2 012 “V., G. A c/Comisión Nacional de Regulación del Transporte y otros s/ despido” (Vázquez - Vilela). Violencia laboral. Ley 26.485. La ley Nº 26.485 de “violencia contra la mujer” la define como “…toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal…” (art.4). Asimismo, dicha norma establece tres tipos de violencia: física, psicológica y sexual. Por ende, encuadrándose la conducta del codemandado en las dos últimas, su responsabilidad se fundamenta como autor del daño en el art. 1109 CC, ya que la misma, implicó un factor subjetivo de atribución atento la intencionalidad comprobada. CNAT Sala VI Expte Nº 7.992/07 Sent. Def. Nº 63.918 del 27/4/2012 “R., M.A c/Sprayette y otros s/despido” (Raffaghelli – Craig). Violencia laboral. Ley 26.485. Tratamiento de fertilización asistida. La ley 26.485 sobre Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, en lo que hace al caso en análisis, califica como violencia contra la mujer a aquellas conductas que discriminan a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de embarazo. En el caso, cabe tener en cuenta que la demandada conocía en forma fehaciente la fecha de iniciación del tratamiento de fertilización asistida y en definitiva de la fecha en que se produciría la gestación, y el despido tuvo lugar luego de llevado a cabo la fertilización del óvulo y de su implantación en el vientre materno, mientras la trabajadora se encontraba de licencia por tal motivo. Por ende, dado que la actora se había desempeñado para la empleadora durante 11 años sin haber recibido sanción alguna, lleva a concluir que en el caso se verifican serios indicios de que su despido sin invocación de causa, durante la licencia para la realización de un tratamiento de fertilización asistida, resultó discriminatorio. CNAT Sala VI Expte Nº 230/2010 Sent. Def. Nº 64.036 del 31/5/2012 “V., G. M..I c/Grupo Concesionario del Oeste SA s/despido” (Fernández Madrid – Raffaghelli). Violencia laboral. Ley 26.485. Segregación laboral con motivo del embarazo. Dado que al momento del despido, la actora se encontraba al resguardo de la garantía que prevé el art. 178 LCT y ante la prueba obrante en la causa, cabe concluir que la trabajadora fue segregada laboralmente, entre otras circunstancias, con motivo de su embarazo y del nacimiento del hijo, circunstancias que evidentemente no se condicen con los derechos irrenunciables consagrados por la Constitución Nacional en sus arts.14 bis y 16, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), el Convenio 111 de la OIT sobre “Discriminación: empleo y desocupación” , la Ley de Contrato de Trabajo en sus arts.17 y 81 y en especial, el art.6° inc.c) de la ley 26.485 de Protección Integr al a las Mujeres y su decreto reglamentario 1011/2010, que reprime toda conducta que obstaculiza la permanencia en el empleo en razón de la maternidad. CNAT Sala I Expte Nº 1.847/2010 Sent. Def. Nº 87.492 del 20/8/2012 “P., D.J c/Ciarem SRL s/despido” (Pasten de Ishihara – Vázquez). Violencia laboral. Ley 26.485. La persecución laboral a la que aludió la actora en su comunicación telegráfica, no se limitó únicamente al acoso sexual, sino que de conformidad a los lineamientos de la Ley 26485, encuentra recepción en el concepto de violencia que la norma define, entendida como toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecta su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial y su 12 Poder Judicial de la Nación USO OFICIAL seguridad personal, concepto que en el ámbito laboral aparece descripta como un supuesto de hostigamiento psicológico que puede provenir de niveles jerárquicos superiores, del mismo rango o inferiores.(arts.4° y 6° inc.c) Ley 26485). En este caso concreto se configuró el ejercicio abusivo de poder por parte del socio gerente de la demandada y se materializó mediante conductas agresivas y maltrato verbal, por lo que el caso encuadra en las disposiciones de la Ley 26485 y su Decreto Reglamentario 1011/2010 de Protección integral a las Mujeres, norma que encuentra sustento en el art. 1º de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer y en el art. 2º de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la Mujer, dirigida a garantizar fundamentalmente el derecho de la mujer a vivir una vida sin violencia y cuya protección se activa ante situaciones como la aquí analizada y que se expresan en hostigamiento, coerción verbal, insultos, (arts. 3º, 4º y 5º) y especialmente en el art.6° inc.c), que contempla los supuestos de violencia. CNAT Sala I Expte Nº 2.833/07 Sent. Def. Nº 88.038 del 31/8/2012 “Q.,V.B. c/Helcint SRL y otros s/despido” (Pasten de Ishihara – Vilela). Violencia laboral. Ley 26.485. La ley 26.485 es una ley de orden público y de aplicación en todo el territorio de la República, que tiene por objeto promover y garantizar: la eliminación de la discriminación entre mujeres y varones en todos los órdenes de la vida y el derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia, las condiciones aptas para sensibilizar y prevenir, sancionar y erradicar la discriminación y la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos, el acceso a la justicia de las mujeres que padecen violencia; entre otros objetivos. En su art. 4 se define a la violencia contra las mujeres y, en el art. 6, específicamente, a la violencia laboral contra las mujeres. Por su parte, a tenor de lo previsto por el art. 35 de la ley 26.485 ante un supuesto de violencia contra la mujer – incluida la laboral - corresponde la reparación integral de las consecuencias dañosas. CNAT Sala IX Expte Nº 13.160/08 Sent. Def. Nº 18.121 del 14/9/2012 “M., C.A. c/ Citytech SA s/despido” (Pompa – Balestrini). Violencia laboral. Despido trabajadora embarazada. Ley 26.485. En base a las previsiones de la ley 26.485 de Defensa Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres en todos los ámbitos en que desarrollen sus actividades interpersonales, corresponde hacer lugar a la indemnización dispuesta en el art. 182 LCT, por cuanto no surge de la causa la existencia de justificación o motivo que respalde la desvinculación de la trabajadora de Máxima SA AFJP. Es que en el caso, la sanción de la ley 26.425 que eliminó el régimen de capitalización y la consecuente actividad de dicha codemandada, en modo alguno permitía avalar la ruptura dispuesta por la restante empresa (HSBC New York Life Seguro de Retiro Argentina SA), para quien no resultaba imposible la continuidad de su actividad. CNAT Sala I Expte Nº 44.753/2010 Sent. Def. Nº 88.067 del 10/9/2012 “G., P.M. c/HSBC New York Life Seguros de Retiro Argentina SA y otro s/despido” (Vázquez – Vilela). Violencia laboral. Ley 26.485. Si bien el acoso laboral o mobbing fue tipificado inicialmente mediante creación jurisprudencial, existiendo desde el punto de vista legislativo solo alguna normativa aislada como la Ley 13.168 de la provincia de Buenos Aires, acotada exclusivamente al sector público de la misma, dicha situación sufrió una modificación sustantiva con la sanción de la Ley 26.485 y de su decreto reglamentario 1011/2010.Dicho texto normativo, autodenominado como “Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”, expresa en su art. 6, inciso c) “Modalidades. A los efectos de esta ley se entiende por modalidades las formas en que se manifiestan los distintos tipos de violencia contra las mujeres en los diferentes ámbitos e incluye el hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral” Por su parte el decreto al reglamentar dicho inciso, es aún mucho más claro y específico al señalar que: “Se considera hostigamiento psicológico a toda acción, omisión o comportamiento destinado a provocar, directa o indirectamente, daño físico, psicológico o moral a una trabajadora, sea como amenaza o acción consumada, y que puede provenir tanto de niveles jerárquicos superiores, del mismo rango o inferiores”. CNAT Sala VIII Expte Nº 23.338/09 Sent. Def. Nº 39.124 del 25/09/2012 “P.,G.M. c/ Tam Linhas Aereas SA y otro s/despido”. (Catardo - Pesino) Violencia laboral. Conducta persecutoria, discriminatoria y abusiva. Encuadre en la ley 26.485. Dado que en el caso se acreditó la violencia laboral configurada por una conducta persecutoria, discriminatoria, abusiva e injuriosa a la que fue sometida la actora en los últimos años de la relación laboral, menoscabándola en su ámbito laboral y lesionando sus legítimos derechos en violación a derechos humanos fundamentales como el principio de igualdad, el de no discriminación y el deber de no dañar (arts. 4, 17 y 81 de 13 Poder Judicial de la Nación USO OFICIAL la Ley de Contrato de Trabajo, 7 de la Ley 23551,1º de la Ley 23592 y 14,14 bis, 16, 19 y 75 inc.22 de la Constitución Nacional), derechos que le corresponden en su condición de ser humano y de persona trabajadora (art.4 de la LCT), no existen dudas de que tal situación encuadra en las disposiciones de la Ley 26485 y su Dec. Reg. 1011/2010 de Protección Integral a las Mujeres que contempla y reprime específicamente las conductas que, basadas en una relación desigual de poder, afectan "…la vida, la libertad, dignidad, integridad física y psicológica, sexual, económica y patrimonial, como así también su seguridad personal …" y situaciones donde la violencia se expresa como hostigamiento, humillación coerción verbal, etc. que apareja como cosecuencia un perjuicio a la salud psicológica y a la auto determinación (arts. 4º y 5º) norma que encuentra sustento en lo establecido por los arts. 1º de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y 2º de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer "Convención de Belem do Pará". CNAT Sala I Expte Nº 30.848/2010 Sent. Def. Nº 88.280 del 28/11/2012 “C., S.M. c/BBVA Banco Francés y otro s/despido” (Vázquez – Pasten de Ishihara). Violencia laboral. Hostigamiento efectuado por un superior jerárquico. Ambiente de trabajo hostil y nocivo. Ley 26.485. El hostigamiento al que fue sometida la trabajadora, generada por la conducta violenta de un superior jerárquico y en el marco de un ambiente de trabajo hostil y nocivo resultó apto para causar innumerables consecuencias negativas en su salud – la accionante padece de depresión mayor crónico grave –, consecuencias éstas que abarcan su integridad física y psíquica y se trasladan a su esfera familiar, económica, social y laboral e inclusive se extienden en el tiempo. Por ello, no causa asombro que, después de casi cuatro años de haber renunciado a su puesto de trabajo y pese a encontrarse bajo tratamiento médico, aún no logre mejorar su sintomatología, por lo que el stress padecido en un ambiente laboral hostil, generó no sólo la depresión mayor sino que contribuyó al desarrollo y agravamiento de la narcolepsia, sin que se observen consecuencias remotas por las que la demandada no deba responder (arts. 903,904, 905 y 906 del Código Civil). Por ende, esta situación, encuadra en un supuesto de violencia laboral que encuentra recepción en el art.6º inc.c) de la Ley Protección Integral a la Mujeres 26485 y su D.R. 1011/2010 y en los arts.1° de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y 2° de la Convención Interamericana para Prevenir, S ancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belem do Pará.” CNAT Sala I Expte Nº 14.485/09 Sent. Def. Nº 88.283 del 28/11/2012 “L., L.I. c/Eliovac SA y otro s/accidente – acción civil” (Pasten de Ishihara – Vázquez). Violencia laboral. Ley 26.485. La ley 26.485 y su decreto reglamentario 1011/2010 de Protección Integral a las Mujeres tiende a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en los cuales desarrollen sus relaciones interpersonales -entre los que, claramente, se encuentra el ámbito laboral-, pero para ello es requisito “sine qua non” que estas conductas sean demostradas. CNAT Sala IV Expte Nº 14.774/2010 Sent. Def. Nº 96.928 del 28/2/2013 “L., C.E. c/ Santa Fe 2601 SRL s/despido” (Pinto Varela – Marino). 5.- Prueba. Violencia laboral. Despido discriminatorio. Ley 23.592. Carga dinámica de la prueba. Las cuestiones de hecho y prueba son ajenas a la instancia del art. 14 ley 48. Más allá de la teoría de la carga dinámica de la prueba, conforme a las reglas comunes incumbía a la demandante acreditar los hechos “constitutivos” de su pretensión, es decir la existencia de una conducta discriminatoria. Y la demandada debió acreditar los “hechos impeditivos”, en el caso de demostrar que existieron hechos que imposibilitan la continuidad del vínculo laboral, extremo que no debe confundirse con acreditar una causal de despido con justa causa, sino la existencia de una conducta despojada de ánimo discriminatorio. Indica puntualmente elementos probatorios que conducen a un material indiciario, concordante, que posibilita la configuración del trato discriminatorio denunciado, y que sin embargo fue soslayado. Todo ello determina, para la recurrente, que el pronunciamiento agravia el principio constitucional de afianzar la justicia y el debido proceso adjetivo. Así planteada la cuestión, es reiterada la jurisprudencia de la Corte según la cual las cuestiones de hecho y prueba son ajenas, como regla y por su naturaleza, a la instancia del art. 14 de la ley 48 (Fallos: 314:1336, entre otros), así como aquella otra que indica que la doctrina de la arbitrariedad es de aplicación restringida, no apta para cubrir las meras discrepancias de las partes respecto de los fundamentos de dicha índole, sobre los cuales los jueces de la causa apoyaron sus decisiones en el ámbito de su jurisdicción excluyente. Desde ese punto de vista, los agravios dirigidos a 14 Poder Judicial de la Nación cuestionar la sentencia por haber prescindido la cámara de la prueba incorporada al proceso no es apto para suscitar la apertura de la instancia del art. 14 de la ley 48, toda vez que el tribunal, apoyó su decisión en las declaraciones de testigos que citó y su grado de convicción podría enmarcarse en la regla de la sana critica (art. 386 CPCCN). CSJN P. Nº 489, L.XLIV “Pellicori Liliana Silvia c/ Colegio Público de Abogados de la Capital Federal s/ amparo” – 15/11/2011. USO OFICIAL Violencia laboral. Despido discriminatorio. Carga de la prueba. En los procesos civiles relativos a la ley 23.592, en los que se controvierte la existencia de un motivo discriminatorio en el acto en juego, resultará suficiente, para la parte que afirma dicho motivo, con la acreditación de hechos que, prima facie evaluados, resulten idóneos para inducir su existencia, caso en el cual corresponderá al demandado a quien se reprocha la comisión del trato impugnado, la prueba de que éste tuvo como causa un motivo objetivo y razonable ajeno a toda discriminación, y la evaluación de uno y otro extremo, es cometido propio de los jueces de la causa, a ser cumplido de conformidad con las reglas de la sana crítica. (Mayoria: Fayt, Petracchi, Maqueda, Zaffaroni) CSJN P. Nº 489, L.XLIV “Pellicori Liliana Silvia c/ Colegio Público de Abogados de la Capital Federal s/ amparo” – 15/11/2011. Violencia laboral. Despido discriminatorio. Carga de la prueba. La doctrina del Tribunal respecto a las reglas o pautas que en materia probatoria han de regir en los procesos civiles relativos a la ley 23.592, en los que se controvierte la existencia de un motivo discriminatorio en el acto en juego, no supone la eximición de prueba a la parte que tilda de discriminatorio a un acto pues, de ser esto controvertido, pesa sobre aquélla la carga de acreditar los hechos de los que verosímilmente se siga la configuración del motivo debatido, ni tampoco implica, de producirse esa convicción, una inversión de la carga probatoria ya que, ciertamente, en este supuesto, al demandado le corresponderá probar el hecho que justifique descartar el prima facie acreditado (Mayoría: Fayt, Petracchi, Maqueda y Zaffaroni). CSJN P. Nº 489, L.XLIV “Pellicori Liliana Silvia c/ Colegio Público de Abogados de la Capital Federal s/ amparo” – 15/11/2011. Violencia laboral. Discriminación hostil. Prueba. La discriminación es una forma de violencia laboral, a través de la cual se busca que el otro cambie lo que no puede o no tiene por qué cambiar. Procesalmente debe tenerse en cuenta la existencia de indicios que puedan conducir al hecho a acreditar. Ello no quiere decir que se vaya a tener por acreditado el hecho discriminatorio desencadenante sin más, sino que se debe dar pie a la inversión de la carga de la prueba, debiendo el empleador probar que su accionar encontró causa distinta, quedando descartada la violencia a la dignidad o discriminación. CNAT Sala VII Expte Nº 2.512/05 Sent. Def. Nº 40.175 del 8/6/2007 “R., H. c/Banco de la Nación Argentina s/despido” (Ferreirós – Ruiz Díaz). Violencia laboral. Mobbing. Prueba. Comunicación de la situación. No toda desavenencia profesional implica o da origen al acoso moral, cuya característica principal se asienta “en la repetición de actitudes, palabras, conductas que, tomadas por separado, pueden parecer anodinas, pero cuya repetición y sistematización las convierte en destructivas (Hirigoyen, Marie-France “El acoso moral en el trabajo” Trad. De Nuria Pujol i Valls. Paidós Ibérica SA 2001). Para que el concepto de “mobbing” tenga favorable recepción será necesario que la accionante alegue en forma circunstanciada -más allá de su percepción individual y subjetiva- hechos inobjetables que denoten que había sido pasible de violencia psicológica por parte de su superior y eventualmente, acreditase haber comunicado tal situación a los responsables de la demandada a fin de que intermediaran en la reparación del conflicto (art. 63 LCT). CNAT Sala IX Expte N° 2487/08 Sent. Def. N° 15.884 del 30/9/2009 « L. D., L. c/ Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires s/ despido” (Fera - Balestrini). Violencia laboral. Acoso sexual y laboral. Prueba. Es evidente la dificultad probatoria que presenta para la víctima la acreditación de conductas de acoso laboral y sexual, extremo que adquiere mayor trascendencia en el caso, producto del tiempo transcurrido entre la ocurrencia de los hechos relatados y la fecha en que se recibieron las declaraciones testimoniales. A ello se suma la multiplicidad de jefes y gerentes que en forma indistinta ejercían el poder jerárquico en la empresa accionada, con un denominador común signado por el acoso y el maltrato. El generalizado abuso de poder en el ejercicio de los poderes de dirección y organización por parte del personal jerárquico citado por los testigos, no puede traducirse en la necesidad de un mayor grado de certeza en la acreditación de las conductas ilícitas denunciadas. Por el contrario, la conducta observada por más de un jerárquico constituye un serio indicio a favor de la veracidad de los hechos denunciados. (Del voto de la Dra. Fontana). 15 Poder Judicial de la Nación CNAT Sala VI Expte Nº 1.181/08 Sent. Def. Nº 62.343 del 21/9/2010 “A., R.A c/Hipódromo Argentino de Palermo s/despido” (Fontana – Fernández Madrid). USO OFICIAL Violencia laboral. Acoso sexual y daño moral. Prueba. En lo relativo al acoso sexual y consecuente daño moral, la única prueba posible de valorar es la indiciaria, ya que resulta improbable que puedan existir constancias testimoniales directas del acoso (Del voto del Dr. Fernández Madrid). CNAT Sala VI Expte Nº 1.181/08 Sent. Def. Nº 62.343 del 21/9/2010 “A., R.A c/Hipódromo Argentino de Palermo s/despido” (Fontana – Fernández Madrid). Violencia laboral. Persecución y acoso laboral. Prueba. Insuficiencia del informe psicológico. Ante la inexistencia de elementos de prueba que demuestren la persecución laboral, acoso de sus superiores, mal trato, recriminaciones permanentes y despectivas del desempeño del actor delante de otros empleados y al no haber demostrado el accionante los hechos en base a los cuales formuló su requerimiento en concepto de indemnización por daño moral, la mera circunstancia de que la perito psicóloga haya dictaminado que “Según lo referido y examinado en el presente proceso psicodiagnóstico lo que padeció el actor como crisis y trastorno de angustia es reactivo a los acontecimientos denunciados en marras”, de ningún modo implica la acreditación de – valga la reiteración- “los acontecimientos denunciados en marras”, ya que es evidente que dicha apreciación de la psicóloga está basada en un razonamiento lógico-científico que necesariamente debe ser confrontado con los restantes elementos de juicio reunidos en la causa. Establecer la existencia o no de relación de causalidad (o concausalidad) entre dos o más hechos exige una valoración de índole jurídica en cuya formulación la prueba pericial psicológica tiene importancia sólo a los fines de determinar la existencia de una afectación psíquica del trabajador, y –en su caso- si las causas invocadas por el demandante pudieron ser aptas para generar dicho daño, pero ello, claro está , siempre y cuando el actor demuestre tales hechos, pues precisamente de su ocurrencia es de donde nace la responsabilidad del empleador sobre la base del derecho común (art. 499 Cód. civil). CNAT Sala II Expte Nº 4.911/08 Sent. Def. Nº 99.038 del 16/3/2011 “M., D.D. c/ Unilever de Argentina SA y otro s/despido” (Maza – Pirolo). Violencia laboral. Despido discriminatorio por condición sexual y enfermedad. Prueba. Indicios. Si la acción del trabajador se basa en la ley 23.592, la reparación deberá ser efectuada por el juez sobre la base de los elementos que se aporten al proceso. Por ello, procesalmente se deberá tener en cuenta la existencia de indicios que puedan conducir a los hechos o al hecho que hay que acreditar; también se deberá tener presente que los indicios son indicadores o conductores que en el marco de pequeñas acciones guían a los hechos sometidos a prueba. Pero esto, no significa que se vaya a tener por acreditado el hecho discriminatorio desencadenante sin más, sino que se debe dar pie a la inversión de la carga de la prueba, debiendo el empleador probar que su accionar encontró una causa distinta, quedando descartada la violencia a la dignidad o discriminación, acoso o lo que fuere. En consecuencia, toda vez que en la causa se acreditó que la causal de despido fue injustificada y, ante la existencia de indicios en cuanto a que el acto extintivo se debió a la condición sexual y de la salud del trabajador, a lo que se suma que la empleadora no demostró que el distracto no obedeció a estas razones, corresponde revocar lo decidido en grado y hacer lugar a la demanda impetrada. CNAT Sala VII Expte Nº 901/09 Sent. Def .Nº 43.441 del 31/3/2011 “R.R.,M.A. c/Banco Hipotecario S.A. s/despido” (Ferreirós – Rodríguez Brunengo). Violencia laboral. Prueba. No basta para admitir un reclamo basado en la denuncia de un supuesto hostigamiento laboral, que se demuestre que las partes no se trataban con la cordialidad y el respeto de las formas que toda relación requiere, porque ese trato descomedido, irrespetuoso o impropio no encierra por sí solo la potencialidad dañina que se le atribuye y, por lo demás, en este caso particular, no ha sido dispensado de manera unidireccional y únicamente por los directivos de la empresa hacia la trabajadora, sino que parece haber respondido a una modalidad general adoptada en el establecimiento que también habría incidido en el modo en que la accionante trató a sus compañeros y a algunos residentes. Por ende, al no evidenciarse a través de la prueba colectada en la causa que la actora haya visto afectada su integridad, dignidad o libertad o que, de algún otro modo se hubiere creado un ambiente laboral hostil susceptible de generar en la trabajadora una lesión en sus aflicciones íntimas, corresponde confirmar la sentencia apelada en cuanto desestimó la reparación dineraria a causa de la violencia laboral invocada. CNAT Sala II Expte Nº 31.246/07 Sent. Def. Nº 99.504 del 17/8/2011 “A.,M.E c/Establecimiento Geriátrico Nuestra Señora de Luján SRL y otro s/despido” (González – Maza) 16 Poder Judicial de la Nación USO OFICIAL Violencia laboral. Acoso sexual. Carga de la prueba. En lo que hace al tema de la carga probatoria en supuestos de despido discriminatorio, la jurisprudencia ha receptado la teoría conocida como carga dinámica de las pruebas desarrollada por Peyrano. Ella implica que las cargas probatorias pueden ir variando según quién esté en mejores condiciones de probar y se intenta, por sobre la interpretación de las normas procesales, dar primacía a la verdad jurídica objetiva a los efectos que la dilucidación de la cuestión no se vea perturbada por un excesivo rigor formal (conf. Peirano Jorge W., “Doctrina de las cargas probatorias dinámicas” (1991:1034) La Ley, Buenos Aires). Uno de los problemas que presentan los actos discriminatorios emanados de particulares se encuentra en la dificultad probatoria, y dado que la no discriminación cuenta con sustento constitucional, cuando el trabajador se siente discriminado por alguna de las causas, el onus probandi pesa sobre el empleador debido a la dificultad que existe para el trabajador de probar tal discriminación, mientras que no es así para el empleador que debe probar la justa causa. CNAT Sala I Expte. N° 47.748/09 Sent. Def. N° 87.016 del 21/09 /2011 “P., S. L c/La Pompeya SA s/despido”. (Pasten de Ishihara - Vilela). Violencia laboral. Mobbing. Stress laboral. Prueba. Corresponde rechazar el reclamo incoado por la actora a fin de obtener un resarcimiento en virtud del supuesto mobbing y el stress laboral de los que habría sido víctima ya que, no resultaron debidamente acreditadas la ocurrencia de las actitudes persecutorias ni los maltratos invocados y cómo ellos podrían ser calificados como causa adecuada de los desarreglos psicológicos que padeció. Ello por cuanto las exigencias efectuadas a fin de que se vendieran los planes de salud de la demandada no demuestra una actitud persecutoria direccionada exclusivamente hacia la actora, sino que era una práctica habitual de la empresa dirigida a todos los vendedores. CNAT Sala VIII Expte Nº 45.207/09 Sent. Def. Nº 38.810 del 23/4/2012 “R., E.I. c/Medicus SA de Asistencia Médica y Científica y otro s/accidente - acción civil” (Catardo – Pesino). Violencia laboral. Hostilidad o malos tratos. Conclusiones pericia psicológica no bastan para probarlo. Las conclusiones aportadas por la perito psicóloga no bastan por si solas para tener por acreditado que la actora haya sufrido hostilidad o malos tratos de parte de algún superior jerárquico durante el desarrollo de la relación laboral, sino se aportaron pruebas más concretas o idóneas en tal sentido. CNAT Sala VIII Expte Nº 13.495/2010 Sent. Def. Nº 38.976 del 3/8/2012 “G., E.B c/ Inc SA s/despido” (Catardo – Pesino). Violencia laboral. Prueba médica y psiquiatra no es idónea para demostrar persecución o discriminación si no se encuentra avalada por otros medios. La prueba pericial médica y psicológica no resulta idónea para demostrar la situación de persecución o discriminación denunciada por el actor. Es que si bien entre el conjunto de pruebas que el juez debe evaluar para decidir el conflicto, se encuentra, sin duda, la pericial médica, ello no constituye el único fundamento de la decisión jurisdiccional, toda vez que ésta se integra con los demás elementos de prueba idóneos producidos en la causa. El dictamen médico es uno de ellos, pero no se le puede asignar pleno valor probatorio, si no se encuentra avalado por otros medios, que analizados en su conjunto, permitan al juzgador llegar a una solución que armonice las aspiraciones de las partes expuestas en los escritos constitutivos del proceso - arts. 90 LO y 386 del CPCCN (CNAT, Sala II, 30/4/96, S.D. 78.639, “Salto, Julio c/ Fresca SA s/ accidente”; en sentido similar: CNAT, Sala VI, 11/8/97, “Molina, Antonio c/ Surrey SA s/ accidente ley 9688”). Por iguales razones carece de eficacia probatoria el testimonio de la médica psiquiatra del actor, cuyo conocimiento de los hechos sobre los que relata se basa exclusivamente en los dichos del propio actor. CNAT Sala IV Expte Nº 8897/08 Sent. Def. Nº 96.592 del 27/9/2012 “T., d. c/Buhler SA s/despido” (Guisado – Marino). Violencia laboral. Daño. Prueba. La carga de la prueba por parte de la víctima consiste en demostrar no la causalidad del daño sino, simplemente, la posibilidad de la causa del daño por el efecto del riesgo y que esta posibilidad tiene una superior probabilidad respecto de causas externas. Queda así fuera de discusión la antigua y poco sistemática controversia acerca de las “concausas”. No hay concausa porque lo que interesa, en la reparación jurídica del daño no es la causalidad médica ni física, es simplemente la causalidad jurídica que implica, en palabras de Goldenberg una prognosis póstuma tanto para la determinación del daño como para la investigación de la causa eficiente que se identifica con la indagación respecto del agente capaz de romper un equilibrio, aun así este equilibrio fuera lábil. (Del voto del Dr. Arias Gibert). CNAT Sala V Expte Nº 7.302/07 Sent. Def. Nº 74.558 del 31/10/2012 “B., N.A. c/Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores s/despido” (Arias Gibert – Zas – García Margalejo). 17 Poder Judicial de la Nación USO OFICIAL Violencia laboral. Conducta persecutoria, discriminatoria y abusiva. Prueba. Principio de las cargas dinámicas. Con ajuste al principio de las cargas dinámicas de la prueba que impone el art. 6º inc. c) último párrafo del decreto 1011/2010, reglamentario de la ley 26.485 de Protección Integral para prevenir erradicar y sancionar la violencia contra las Mujeres ratificado en su contenido conceptual por la Corte Federal en el precedente “Pellicori” (Fallos 334:1387), corresponde tener debidamente acreditada la existencia de violencia laboral configurada por una conducta persecutoria, discriminatoria, abusiva e injuriosa a la que fue sometida la actora en los últimos años de la relación laboral, menoscabándola en su ámbito laboral y lesionando sus legítimos derechos en violación a derechos humanos fundamentales como el principio de igualdad, el de no discriminación y el deber de no dañar (arts. 4, 17 y 81 de la LCT, 7 de la Ley 23551,1º de la Ley 23592 y 14,14 bis, 16, 19 y 75 inc.22 CN), derechos que le corresponden en su condición de ser humano y de persona trabajadora (art.4 de la LCT). CNAT Sala I Expte Nº 30.848/2010 Sent. Def. Nº 88.280 del 28/11/2012 “C., S.M. c/BBVA Banco Francés y otro s/despido” (Vázquez – Pasten de Ishihara). Violencia laboral. Violencia de género. Discriminación por ser mujer. Prueba. Ante hechos que configuran una dinámica de desigualdad entre varones y mujeres, es decir, una segregación ocupacional vertical, rige con amplitud el principio de la prueba dinámica, en el sentido que basta que la actora proporcione algunos indicios serios de haber sufrido discriminación, para que se invierta el onus probandi y se desplace hacia la empleadora la carga de acreditar la legitimidad de su obrar. Así está establecido en la reglamentación del art. 6° inciso c de la ley 26.48 5 sobre Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, por el decreto 1011/2010. Por otra parte, esta regla es coincidente con la doctrina sentada por la Corte Federal en el caso “Pellicori” (Fallos 334: 1387), precedente en el que el Máximo Tribunal predicó que: “En los procesos civiles relativos a la ley 23.592, en los que se controvierte la existencia de un motivo discriminatorio en el acto en juego, resultará suficiente, para la parte que afirma dicho motivo, con la acreditación de hechos que, prima facie evaluados, resulten idóneos para inducir su existencia, caso en el cual corresponderá al demandado a quien se reprocha la comisión del trato impugnado, la prueba de que éste tuvo como causa un motivo objetivo y razonable ajeno a toda discriminación, y la evaluación de uno y otro extremo, es cometido propio de los jueces de la causa, a ser cumplido de conformidad con las reglas de la sana crítica”. CNAT Sala I Expte. Nº 32.797/2010 Sent. Def. Nº 88.469 del 18/02/2013 “P., M.A. c/SA L. N. s/despido”. (Vázquez - Pasten). Violencia laboral. Acoso laboral. Prueba. En los supuestos de acoso laboral – presiones y maltrato - no siempre es determinante para una eventual reparación el resultado de la pericia psicológica. En este caso en particular, ni siquiera se acreditó la autenticidad de los certificados médicos, razón por la cual, la prueba pericial sobre la cual insiste el recurrente no resulta admisible, ya que no se aprecia ni siquiera por vía indiciaria que el actor presente una afección psicológica que pueda considerarse derivada del trato que le dispensaron sus superiores o del ambiente o condiciones laborales. CNAT Sala I Expte Nº 10.415/2011 Sent. Def. Nº 88.753 del 23/5/2013 “S., F.M. c/ Visión Express Argentina SA y otros s/despido” (Pasten de Ishihara – Vázquez). Violencia laboral. Ambiente hostil de trabajo. Prueba. Corresponde desestimar la denuncia relativa al ambiente hostil de trabajo que denunció la actora, ya que ésta no logró probar los múltiples incumplimientos y agravios que imputó a los demandados, mientras que éstos pudieron desvirtuar cada uno de los hechos afirmados por ella, y acreditaron que el ambiente de trabajo lejos estaba de ser como lo había descripto la demandante. Además, la trabajadora no sólo no practicó ninguna intimación previa para revertir la situación que denunció, a fin de preservar la continuidad de la relación (art. 10 LCT), sino que tampoco puso en conocimiento de la empresa demandada, durante el transcurso del vínculo, alguna de las múltiples situaciones relatadas. A ello se suma que ni siquiera denunció ante el INADI la supuesta situación agraviante que explicó en el escrito de inicio. CNAT Sala III Expte Nº 34.787/09 Sent. Def. Nº 93.547 del 24/5/2013 “C., R.M c/Telecom Personal SA y otros s/despido” (Cañal – Rodríguez Brunengo). 6.- Responsabilidad laboral y civil. Indemnizaciones. Violencia laboral. Acoso moral genérico. Daños resarcibles. El hecho de que haya existido acoso sexual hacia la actora “portadora de HIV”, por el presidente de la empresa demandada, devenido en especie de “acoso moral genérico”, y a partir del cual los directivos procedieron a esparcir el carácter de seropositiva utilizándolo 18 Poder Judicial de la Nación como factor descalificador, generándose así un verdadero acoso moral materializado en conductas (probadas en la causa) como rechazo de comunicación directa, desacreditación y aislamiento, corresponde concluir que la trabajadora fue discriminada a raíz del mal que padecía en los términos del art. 1 de la ley 23.592, el que ordena la reparación de todos los daños ocasionados por las conductas discriminatorias. CNAT Sala VI Expte Nº 11.789/00 Sent. Def. Nº 58.507 del 22/12/2005 “L., M. C. c/ Mario. A. Salles y otro s/accidente – acción civil” (Fernández Madrid – Capón Filas). USO OFICIAL Violencia laboral. Acoso sexual. Daño moral. Procedencia de su reparación. Al haberse acreditado que la actora fue víctima de acoso sexual resulta procedente la reparación por daño moral, pues se configuró una situación ilícita por parte de empleados superiores de la empresa que afectó la dignidad de la trabajadora y que le causó un perjuicio moral que debe ser resarcido, aún en ausencia de la relación de trabajo. CNAT Sala III Expte Nº 6.443/04 Sent. Def. Nº 88.311 del 22/11/2006 “P., E. c/Bandeira SA s/despido” (Porta – Guibourg). Violencia laboral. Daño moral. Procedencia. Acoso. Extensión condena a los acosadores. Si se han acreditado las conductas ilícitas de las cuales fue víctima la actora durante el desarrollo del vínculo laboral, protagonizadas por quienes por sus funciones jerárquicas representaban al empleador en el lugar de trabajo, los daños ocasionados en la persona de la trabajadora resultan resarcibles por aquél por los hechos del dependiente, aún en ausencia de un vínculo contractual (art. 1113, primer párrafo CC). El Código Civil establece que el deber de respetar los derechos y libertades de los demás no se agota en la mera ostentación de ejecutar una voluntad dañina (art. 1072), sino que se extiende al deber de guardar cierto cuidado o prudencia en los comportamientos para evitar la expansión innecesaria del riesgo al que, con nuestros actos, exponemos a las demás personas (art. 1109). Por ello, también corresponde que la condena sea extensiva en forma solidaria a los codemandados quienes fueron los causantes con su conducta del daño ocasionado. CNAT Sala III Expte Nº 22.012/05 Sent. Def. Nº 88.908 del 12/7/2007 “V., M. c/Editorial Perfil SA s/despido” (Guibourg – Eiras). Violencia laboral. Ambiente de trabajo hostil. Daño moral. Procedencia. Dado que tanto el ambiente de trabajo hostil en que prestó servicios la reclamante como el maltrato personal que padeció de sus compañeros y superiores jerárquicos, razonable y presumiblemente generaron dolor moral, sufrimiento emocional y padecimiento, los cuales deben ser reparados. Sin llegar a calificar la situación como "mobbing" se desprende que es necesario fijar una reparación de ese daño padecido por la trabajadora. No puede soslayarse que el art 75 LCT, en su párrafo 2° reenvía a tal fin a las normas de la ley 24557 que no contempla ningún supuesto de daño moral resarcible así como el listado del decreto 658/96 no reconoce entre las enfermedades profesionales las derivadas del ambiente hostil de trabajo. Es decir que, la regla del art. 75 párrafo 2º LCT no tiene virtualidad al remitir al sistema de prestaciones tarifadas de la ley 24.557 en tanto la contingencia y el daño sufrido por la demandante no se encuentran en esta norma de cobertura ni prestaciones. Como corolario de ello, corresponde fijar una reparación conforme con las reglas generales que emanan del derecho común según los arts.1068, 1069 y 1078 CC. Para ello será necesario considerar que ese consuelo o bálsamo para el alma puede lograrse obteniendo descansos reparadores, un viaje compensador, unas vacaciones, acceso a distracciones, lecturas, espectáculos etc., por lo que teniendo en consideración la magnitud y duración del hecho ofensor, las circunstancias del ámbito injuriante, la situación personal de la víctima, su salario y antigüedad, resulta adecuado fijar esa partida en la suma de $ 20.000. CNAT Sala II Expte Nº 7.358/05 Sent. Def. Nº 95.304 del 12/10/2007 “R., F. c/Cablevisión SA s/ despido” (Maza – Pirolo). Violencia laboral. Trato hostil y desconsiderado. Daño moral. Procedencia. Al haberse acreditado que durante la relación de trabajo y en las comunicaciones telegráficas el actor fue víctima de un trato hostil y desconsiderado por parte de sus superiores jerárquicos en razón de sus condiciones personales y teniendo en cuenta que dichas actitudes, además de implicar un apartamiento de la empleadora a las obligaciones que la LCT pone a su cargo, constituyeron actos ilícitos de carácter extracontractual destinados a afectar la dignidad personal del trabajador que generan en forma directa -y también refleja ( en este último caso, por el obrar del personal jerárquico dependiente de ella)- la responsabilidad de la empleadora (arts. 1109 y 1113 del Código Civil) por el daño moral provocado y justifican el reconocimiento de una reparación de ese daño al margen del sistema tarifario previsto con relación a los incumplimientos de índole contractual. CNAT Sala II Expte Nº 8141/05 Sent. Def. Nº 95.437 del 4/12/2007 “V., M. Á. c/Craveri SA s/despido” (Pirolo – Maza). 19 Poder Judicial de la Nación USO OFICIAL Violencia laboral. Daño moral. Conducta agresiva e insultante de un compañero de trabajo. Insuficiencia de cambios introducidos por la empleadora. Responsabilidad. Si bien la ley positiva, no obliga a un empleador a segregar de su staff a un trabajador que perturba la tranquilidad de espíritu de una compañera de trabajo con desmanes y gestos que afectan su dignidad, si opta desde la libertad por conservar la relación laboral con quien se sindica como agresor, también opta por asumir los riesgos que desde el plano de la organización empresaria le significará contar con un dependiente que, fuere por la razón que fuere, será apto para conspirar contra la existencia de un ambiente laboral decente y sano, para cuya concreción es básico que comience por ser digno desde el plano humano. Por dicha razón, la demandada no puede ser eximida de responsabilidad frente a la situación que tuvo que soportar la trabajadora (Del voto de la Dra. Vázquez, en mayoría). CNAT Sala VIII Expte Nº 8.431/07 Sent. Def. Nº 35.045 del 14/5/2008 “D., A. c/El Parlamento SA s/despido” (Morando – Vázquez – Catardo). Violencia laboral. Daño moral. Conducta agresiva e insultante de un compañero de trabajo. Insuficiencia de cambios introducidos por la empleadora. Responsabilidad. Procedencia condena por daño moral. La actora tiene derecho a ser resarcida de los agravios morales que padeció durante la vigencia de la relación laboral como consecuencia del obrar antijurídico de su compañero de tareas por los que la patronal debe responder (art. 1113 CC). Fue víctima de malos tratos reiterados que afectaron su dignidad y su honor, provenientes de un dependiente de la empleadora, los que se concretaban con ocasión de las funciones ejercitadas a favor de la demandada. No resulta óbice la tarifa del art. 245 LCT para el caso de despido injustificado que no contiene, en su estimación contenido alguno que tenga relación con los padecimientos sufridos por la reclamante (Del voto de la Dra. Vázquez, en mayoría). CNAT Sala VIII Expte Nº 8.431/07 Sent. Def. Nº 35.045 del 14/5/2008 “D., A. c/El Parlamento SA s/despido” (Morando – Vázquez – Catardo). Violencia laboral. Daño moral. Conducta agresiva e insultante de un compañero de trabajo. Insuficiencia de cambios introducidos por la empleadora. Responsabilidad. Improcedencia condena por daño moral. Anoticiada la empleadora por parte de la trabajadora que sufría las impertinencias y conductas agresivas e insultantes por parte de un compañero de trabajo, procedió a cambiar de turno a la accionada a fin de minimizar la interacción entre ambos empleados en conflicto. Si bien dicha medida no fue suficiente para impedir la desatinada conducta del agresor, ello no justificaba el autodespido por esa causa, porque la actora debió dar otra oportunidad a su empleadora para implementar medidas más eficaces. Ello así, por cuanto las inconductas de un compañero de trabajo denunciadas por la accionante no son imputables al empleador y, al momento de emitir la denuncia de la relación de trabajo no existía injuria en el sentido del art. 242 LCT. Por lo tanto, dado que la empleadora no incurrió en ningún incumplimiento a sus deberes, no resulta responsable del pago de las indemnizaciones derivadas de la extinción del contrato de trabajo. (Del voto del Dr. Morando, en minoría). CNAT Sala VIII Expte Nº 8.431/07 Sent. Def. Nº 35.045 del 14/5/2008 “D., A. c/El Parlamento SA s/despido” (Morando – Vázquez – Catardo). Violencia laboral. Mobbing. Actitudes persecutorias. Daño moral. Las consecuencias de la situación procesal en que se encuentra la demandada – rebeldía en los términos del art. 71 LO - alcanzan a los hechos invocados en torno a las actitudes persecutorias que la demandada adoptó con la actora a la hora del despido y aún con posterioridad al mismo. Tales conductas por parte de Quickfood S.A. condujeron a la actora a renunciar presionada en el otro empleo que había conseguido a través de Adecco, pues sus anteriores empleadores tomaron contacto con ésta empresa –que también era su proveedora de personal- para hacerle saber que si no despedían a la actora, le quitarían a Adecco el plantel de merchandising con el que trabajaba Paty. Por estas nuevas actitudes persecutorias de su ex empleadora es que la accionante se vio moralmente inducida a renunciar con el fin de no perjudicar a otros trabajadores y a su propia trayectoria. Por otra parte, las presiones que debió soportar la llevaron a padecer problemas de salud y dificultades para conseguir un nuevo empleo. Por ende, todas las situaciones por las que atravesó la actora constituyen presupuestos fácticos que razonablemente le han ocasionado un perjuicio que va más allá de lo que se resarce con las tarifas indemnizatorias derivadas del despido, por lo que debe admitirse el daño moral reclamado. CNAT Sala V Expte Nº 8345/08 Sent. Def. Nº 71.269 del 15/12/2008 “D., P.A. c/Quickfood SA s/despido” (Zas – García Margalejo). Violencia laboral. Mobbing. Daño moral. Si bien el “acoso moral en el trabajo” aún no se halla legislado como figura autónoma justificante del despido, no resulta ser menos cierto que ello puede constituir injuria en los 20 Poder Judicial de la Nación términos del art. 242 LCT y justa causa de despido, conforme la ponderación que realice el juez y en virtud del carácter tuitivo de la legislación laboral en atención a la naturaleza del vínculo que se suscita en una relación laboral dependiente además de las modalidades y circunstancias personales en cada caso. Por ende, el contexto de “mobbing” o “psicoterror” al que se vio expuesta la trabajadora permiten inferir el daño moral ocasionado, el cual debe ser reparado. (En el caso, la dependiente se desempeñaba en un cargo jerárquico, se reintegró de su licencia por maternidad y debió soportar el retiro de su asistente, desaires por parte de su jefe, no ser invitada a participar de las reuniones ni decisiones de trabajo haciendo caso omiso de su jerarquía, retiro de su computadora personal –laptop- y asignación de otra PC pero vacía de toda documentación e informes que la actora necesitaba como herramienta de trabajo, correos electrónicos; revelando una intención empresarial tendiente a que la trabajadora se viera obligada a abandonar el trabajo). CNAT Sala VII Expte. N° 12.669/07 Sent. Def. Nº 41.746 del 29/04 /2009 “G., J. B. c/Aguas Danone Argentina S.A. s/despido”. (Rodríguez Brunengo - Ferreirós). USO OFICIAL Violencia laboral. Ambiente de trabajo hostil. Daños. Al resultar evidente que el ambiente de trabajo hostil en que prestó servicios la reclamante como consecuencia del maltrato personal que le infligió el administrador de la sociedad empleadora, razonablemente, ha debido generarle angustia y aflicciones íntimas constitutivas de un daño de índole “moral” que involucra la afectación psicológica invocada, debe ser reparado. Desde esta perspectiva y de acuerdo con lo normado por el art. 1.078 CC debe admitirse la viabilidad del resarcimiento reclamado con fundamento en dicho daño y condenar a la demandada al pago de una reparación extratarifaria adicional. CNAT Sala II Expte Nº 4.509/08 Sent. Def. Nº 97.140 del 21/9/2009 “P., C. A c/Unión Obrera Metalúrgica de la República Argentina y otro s/despido” (Pirolo – González). Violencia laboral. Acoso y maltrato laboral. Daño moral. Si se acreditó que la actora padece de trastorno bipolar y que el mismo guarda relación con la internación sufrida, que fue desencadenada concausalmente por el maltrato y el acoso laboral y sexual sufrido por la trabajadora en el establecimiento de la demandada, debe repararse el daño ocasionado. Por ende, ante la gravead del daño sufrido por la actora, las erogaciones que tuvo que afrontar para mitigar los efectos del daño así como las consecuencias que aún subsisten, resulta procedente la indemnización por daño moral. CNAT Sala VI Expte Nº 1.181/08 Sent. Def. Nº 62.343 del 21/9/2010 “A., R.A c/Hipódromo Argentino de Palermo s/despido” (Fontana – Fernández Madrid). Violencia laboral. Acoso moral. Resarcimiento civil. Habiéndose acreditado que quien cumplía tareas de encargado en la demandada, acosaba verbalmente a la actora, insinuando propuestas deshonestas y que le modificaba los horarios de trabajo obligándola a prestar tareas en exceso de su jornada legal y, dado que la pasividad que quedó demostrada por parte de la accionada frente a esos graves acontecimientos, constituyen algunas de las conductas que se pretenden combatir a través de la Ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, como también a través del Decreto N° 1011/10, reglamentario de la misma, corresponde hacer lugar a la reparación requerida, por cuanto el empleador debe responder por los hechos de sus dependientes de conformidad con lo dispuesto en el art. 1113 CC (Del voto de la Dra. Fontana, en mayoría). [El Dr. Fernández Madrid propició confirmar el rechazo del resarcimiento, al entender que el escrito de inicio no cumplía con lo dispuesto en el art. 65 LO] CNAT Sala VI Expte Nº 36.688/07 Sent. Def. Nº 62.562 del 16/12/2010 “O., E.M. c/La Esquina SA s/despido” (Fernández Madrid – Fontana – González). Violencia laboral. Hostigamiento y violencia moral. Resarcimiento civil. Dado que en la especie la empleadora incurrió en una actitud de hostigamiento y de violencia moral contra el actor que provocó un trastorno por Stress Post traumático que trascendió a su vida familiar y de relación, debe ser resarcirlo en los términos del art. 1078 CC., por cuanto las conductas injuriantes autónomas deben ser resarcidas como lo serían de no haber existido el vínculo, pues una interpretación distinta llevaría a que el derecho del trabajo, concebido para proteger al trabajador como parte más débil del contrato, prive a sus protegidos de ciertos derechos y garantías que les competen como simples ciudadanos y no ya como trabajadores, ya que no se discute la reparación de una injuria autónoma en el derecho civil. CNAT Sala X Expte Nº 14.576/08 Sent. Def. Nº 18.059 del 20/12/2010 “V., J.J. c/Correo Argentino de la República Argentina” (Corach – Stortini). Violencia laboral. Ambiente de trabajo hostil. Daño moral. Toda vez que la demandada ha actuado con total desinterés en el manejo de un valor tan importante como la dignidad humana y el respecto que se le debe dispensar, resulta evidente que el ambiente de trabajo hostil en el que prestó servicios el reclamante como consecuencia del maltrato personal que le infligió el gerente y sus compañeros de 21 Poder Judicial de la Nación trabajo al utilizar calificativos humillantes y descalificadores, razonablemente, ha debido generarle angustia y aflicciones íntimas constitutivas de una daño de índole “moral” que involucra la afectación psicológica temporaria invocada y que debe ser reparado. Desde esta perspectiva y de acuerdo con lo normado por el art. 1.078 CC, corresponde admitir la viabilidad del resarcimiento reclamado con fundamento en dicho daño y condenar a la demandada al pago de una reparación extratarifaria adicional. CNAT Sala II Expte Nº 33.688/07 Sent. Def. Nº 98.839 del 29/12/2010 “M., J. c/ Coto CICSA s/despido” (Pirolo – González). USO OFICIAL Violencia laboral. Ámbito de trabajo nocivo y hostil. Responsabilidad del empleador. Habiéndose acreditado que existió un supuesto de violencia laboral configurado por una conducta persecutoria, discriminatoria, abusiva e injuriosa a la que fue sometida la actora en los últimos años de la relación laboral, y por haber permitido y tolerado la empresa accionada semejante clima de trabajo sin haber tomado ninguna medida preventiva o sancionatoria, corresponde concluir que se encuentra comprometida su responsabilidad por resultar titular del pleno poder de organización y dirección de la empresa (arts. 64 y 65 LCT); por ello, debe responder por el hecho de sus dependientes, conforme lo prescribe la primera parte del art. 1113 CC. CNAT Sala I Expte Nº 2.149/09 Sent. Def. Nº 86.972 del 31/5/2011 “L., I.I. c/Instituto de Investigaciones Metabólicas SA y otro s/accidente – ley especial” (Pasten de Ishihara – Vilela). Violencia laboral. Hostigamiento y presión. Daño moral. Habiéndose acreditado que la accionante era sometida en forma habitual a chistes, bromas y burlas descalificantes referidas a su persona y pareja por parte de sus superiores jerárquicos, así como también fue sometida a una excesiva presión y hostigamiento respecto a temas laborales, tales conductas injuriantes autónomas (que implicaron un trato agraviante e irrespetuoso) deben ser resarcidas como lo serían de no haber existido el vínculo, pues una interpretación distinta llevaría a que el derecho del trabajo, concebido para proteger al trabajador como parte más débil del contrato, prive a sus protegidos de ciertos derechos y garantías que les competen como simples ciudadanos y no ya como trabajadores, ya que no se discute la reparación de una injuria autónoma en el derecho civil. Por ende, al haberse demostrado que la empleadora incurrió en responsabilidad extracontractual pues cometió actos reprobables (por acción u omisión) en perjuicio de la trabajadora, quien resulta civilmente resarcible aún en ausencia de vínculo laboral (conf. arts 1068,1078 y 1.109 CC). CNAT Sala X Expte Nº 5.250/08 Sent. Def. Nº 18.608 del 21/6/2011 “C., B.M c/Mapfre Argentina Seguros SA s/daños y perjuicios” (Brandolino – Stortini). Violencia laboral. Acoso laboral o mobbing no acreditado. Responsabilidad ART. Desestimación. Al no haberse demostrado las condiciones de acoso moral laboral o “mobbing” a las que el perito médico psiquiatra de oficio supeditó las conclusiones de la experticia, no hay elementos que autoricen a atribuir a la aseguradora demandada la responsabilidad pretendida por la afección psíquica que padece la reclamante (responsabilidad por omisión – art 1074 CC). CNAT Sala X Expte Nº 34.739/09 Sent. Def. Nº 19.012 del 30/9/2011 “D., L.I. c/Mapfre Argentina ART SA s/accidente – acción civil” (Stortini – Corach). Violencia laboral. Acoso psicológico. Procedencia del daño moral y material. Si la demandada obró con negligencia y violó el deber de previsión y de seguridad en detrimento del actor, pues lo sometió a condiciones laborales denigrantes, nocivas y a la postre idóneas para provocar daños en su salud psicofísica, generando un supuesto de violencia laboral psicológica proveniente del maltrato incurrido por la empleadora, corresponde tener por configurados los presupuestos de la responsabilidad civil, lo que determina, sin más, que nazca la responsabilidad de la empleadora, y con ello la obligación de reparar el daño injustamente causado al trabajador generado por la conducta irregular y deficiente ejercida por aquellos a quienes les delegó las funciones de organización y dirección, por ello, resulta procedente el reclamo en concepto de daño material y reparar el daño moral por los padecimientos y mortificaciones ocasionadas. CNAT Sala I Expte Nº 5.782/09 Sent. Def. Nº 87.089 del 17/10/2011 “R., M. F. c/ Administración Federal de Ingresos Públicos AFIP s/ Despido”. (Pasten de Ishihara – Vilela). Violencia laboral. Acoso laboral y malos tratos. Procedencia del daño moral. El actor fue objeto de malos tratos y de acoso, extremos que se manifestaron mediante una modificación in pejus de las tareas que tenía asignadas, sin que la demandada demostrara haber obrado con la debida diligencia para establecer la existencia o no de esas conductas, y adoptar las medidas necesarias para su modificación, preservando los derechos de quien fuera su dependiente. Esas conductas constitutivas de acoso laboral y malos tratos exceden los daños que se consideran reparados mediante la indemnización 22 Poder Judicial de la Nación tarifada, vinculados sobre todo con la pérdida de la antigüedad en el empleo. Por ello, corresponde hacer lugar, también, a la indemnización autónoma por daño moral. CNAT Sala VII Expte Nº 40876/09 Sent. Def. Nº 43.877 del 24/10/2011 “F., O. A. c/ Compañía Sudamericana de Impresión S.A. s/ Despido”. (Fontana – Ferreirós). USO OFICIAL Violencia laboral. Mobbing. Maltrato. Daño moral. Toda persona debe ejercer sus actos respetando a su vez el principio alterum non laedare consagrado en el art. 19 de la CN y 1109 del CC que prohíbe ocasionar daños a otras personas, de lo contrario, debe reparar ese daño y en tal sentido, la indemnización constituye un instrumento que apunta a reparar un derecho ya irremisiblemente lesionado ante la imposibilidad de reponer las cosas al estado anterior. Mediante dicha reparación se resarce el daño material que, en lo esencial, es el menoscabo económico que sufre una persona en su patrimonio y en los derechos subjetivos de la víctima que se encuentran incorporados a su patrimonio y el daño moral (daño extrapatrimonial), que comprende los padecimientos y mortificaciones en la seguridad personal, tranquilidad o en el goce de bienes, que exceden el marco de la normal tolerancia. CNAT Sala I Expte Nº 9.148/2010 Sent. Def. Nº 87.370 del 13/02/2012 “V.P., M.A. c/ Teletech Argentina S.A. s/ Despido”. (Pasten de Ishihara – Vilela). Violencia laboral. Mobbing. Maltrato. Daño moral. La demandada obró con negligencia y violó el deber de previsión y de seguridad en detrimento del actor, pues permitió que su jefe de proyecto se dirigiera habitual e indebidamente al personal que tenía a cargo y, si bien dicho maltrato era generalizado, cada persona reacciona de modo diferente ante idénticos estímulos, y en el caso la situación vivida hacía sentir mal al actor y dicha circunstancia era conocida por el agresor. En consecuencia, resulta procedente el reclamo en concepto de daño moral (arts. 1071, 1072 y 1078 CC). CNAT Sala I Expte Nº 9.148/2010 Sent. Def. Nº 87.370 del 13/02/2012 “V.P., M.A c/ Teletech Argentina S.A. s/ Despido”. (Pasten de Ishihara – Vilela). Violencia laboral. Resarcimiento del daño sufrido. Reparación que comprenda daño psicológico, daño emergente, lucro cesante y daño moral. Si la empleadora no garantizó la indemnidad psicológica de su dependiente al permitir condiciones y un ambiente de labor nocivos, actuó culposamente habida cuenta de que se ha comprobado la responsabilidad personal del superior jerárquico que implementó un clima general y personal hostil por el que el principal debe responder no sólo por pesar sobre él dichas obligaciones sino también por resultar titular del pleno poder de organización y dirección de la empresa (arts. 1113 CC y 64/65 LCT). Esto es así puesto que el empleador debe velar irrestrictamente por la integridad psicofísica de sus dependientes que se encuentren dentro del establecimiento y/o cumpliendo tareas (deber genérico de seguridad y principio de indemnidad – arts. 75 LCT y 4 apart. 1 LRT), de la misma forma que debe preservar también la dignidad del trabajador, garantizando condiciones dignas y equitativas de labor (art. 14 bis CN). De ahí que el principal no sólo se encuentra legitimado para tomar medidas en resguardo de la integridad de sus dependientes sino que ello constituye una exigencia derivada del principio de buena fe exigible al buen empleador y lo esperable de éste (arts. 62/63 y concs. LCT – ver voto del Dr. Maza en: “R., F. c/ Cablevisión SA. del 12/10/07, del registro de esta Sala). Y, si bien el presente caso puede ser abordado desde distintas perspectivas (como un supuesto de discriminación – ley 23.592 –, de violencia laboral, o desde el punto de vista del régimen resarcitorio de los daños en general), lo cierto es que todas ellas remiten a las normas previstas en el derecho común para la reparación de los daños derivados del maltrato, por lo que no corresponde desdoblar el daño en función de los distintos ámbitos normativos en que puede ser encuadrado sino establecer de manera uniforme una reparación suficiente, que comprenda no sólo el daño padecido a nivel psicológico, sino también el daño emergente, el lucro cesante y el daño moral. CNAT Sala II Expte N° 31.939/09 Sent. Def. N° 100.146 del 16/2/ 2012 «R. F., P c/ Citytech S.A. s/mobbing” (González – Maza). Violencia laboral. Mobbing. Responsabilidad extracontractual del empleador. Rubros que deben integrar la reparación en los supuestos de mobbing. En los supuestos en que la empleadora convalida el hostigamiento llevado a cabo contra el trabajador, se aparta de las obligaciones que la LCT pone a su cargo, por lo que se configura también un ilícito de carácter extracontractual que genera su responsabilidad en los términos del art. 1109 y 1113 primera parte del Cód. Civil, justificándose la reparación del daño provocado al margen del sistema tarifario previsto en la LCT. En los casos de mobbing una reparación suficiente debe comprender no sólo el daño padecido a nivel psicológico, sino también el daño emergente, el lucro cesante y el daño moral. CNAT Sala II Expte N° 31.939/09 Sent. Def. N° 100.146 del 16/2/ 2012 «R. F., P c/ Citytech S.A. s/mobbing” (González – Maza). 23 Poder Judicial de la Nación Violencia laboral. Trato laboral violento y discriminatorio. Art. 1113 CC y daño moral. Habiéndose acreditado la existencia de un trato laboral violento, discriminatorio, lesivo e injurioso, al que fue sometida la trabajadora en los últimos años de la relación laboral, es evidente que esta situación menoscabó y lesionó los derechos humanos fundamentales de la accionante, tales como la garantía de igualdad y no discriminación y el derecho a condiciones dignas y equitativas de labor; en síntesis, su derecho a un trabajo decente, en el sentido amplio del concepto acuñado en el orden internacional. La antijuridicidad que surge de la prueba rendida, fue concretada por el codemandado (persona física) quien debe responder personalmente, así como por su principal, según lo establece el art. 1113 primer párrafo del Código Civil, sin que esta partida afecte a las universidades demandadas. Por ello, se impone receptar el reclamo de daño moral (art. 1078 CC) y cuantificarlo, al amparo del artículo 165 del CPCCN. CNAT Sala I Expte N° 35.094/08 Sent. Def. N° 87.395 del 23/2/2 012 “V., G. A c/Comisión Nacional de Regulación del Transporte y otros s/ despido” (Vázquez - - Vilela). USO OFICIAL Violencia laboral. Supuesto en que no se configuró “mobbing”. Configuración de un ambiente laboral hostil. Reparación del daño moral. Tanto el ambiente de trabajo hostil en que prestó servicios el reclamante como el maltrato personal que padeció de su superior jerárquico, permiten presumir la provocación de dolor moral, sufrimiento emocional y padecimientos que deben ser reparados. CNAT Sala II Expte. Nº 20.397/2008 Sent. Def. Nº 100.466 del 27/04/2012 “J., N.M. c/Icona SA y otro s/mobbing”. (Maza - Pirolo). Violencia laboral. Actitud de la empleadora que no constituye mobbing. Configuración de un entorno laboral hostil. Responsabilidad del empleador. Si bien en el caso no quedó probado el componente subjetivo perverso e intencional que permitiría establecer que existió un supuesto de mobbing contra el trabajador, sí se acreditó la nocividad y hostilidad del ambiente de trabajo, lo que activa de todos modos la responsabilidad del empleador en los términos del art. 1109 CC. Ello es así por cuanto el empleador no cumplió con su deber constitucional de garantizar condiciones de trabajo dignas ni la obligación legal de seguridad e higiene en el empleo, conforme lo exigen los arts. 14 bis de la CN, 75 LCT y 4 apartado 1 de la ley 24.557, es decir que no garantizó la indemnidad psicológica de su dependiente, con lo que, al permitir condiciones y ambiente laboral nocivos, actuó culposamente. CNAT Sala II Expte. Nº 20.397/2008 Sent. Def. Nº 100.466 del 27/04/2012 “J., N.M. c/Icona SA y otro s/mobbing”. (Maza - Pirolo). Violencia laboral. Mobbing. Responsabilidad solidaria del dependiente jerárquico por maltratos. El Código Civil establece que el deber de respetar los derechos y libertades de los demás, no se agota en la mera abstención de ejecutar una voluntad dañina (artículo 1072 CC), sino que se extiende al deber de guardar cierto cuidado o prudencia en los comportamientos, para evitar la expansión innecesaria del riesgo al que, con nuestros actos, exponemos a las demás personas (artículo 1109 CC). En tal entendimiento, todos tenemos derecho a un cierto cuidado por parte de los demás, y a demandar una indemnización por la omisión de ese deber (artículos 1077, 1078 y 1109 CC). A su vez, la CSJN ha decidido, que “quizás no resulte evidente la conexión entre la libertad individual negativa, consagrada en nuestra Constitución histórica y el derecho a obtener un resarcimiento de los daños sufridos por la acción ilícita de otro. Sin embargo, esta vinculación es poderosa; si el daño ha sido una interferencia ilícita en la libertad (o integridad física) de la víctima y la ausencia de derecho a la reparación obliga a que esa víctima soporte las consecuencias económicas del acto que la daña, el ordenamiento jurídico que aquí lo consagra no está en realidad prohibiendo la interferencia legal, sino subsidiándola.” (CSJN, en autos “Díaz, Timoteo F. c/ Vaspia S.A.” del 7/3/2006) Por lo tanto, corresponde responsabilizar solidariamente a quien resultó ser el autor de los malos tratos (hechos dañinos) hacia la actora. CNAT Sala III Expte Nº 48.062/09 Sent. Def. Nº 93.097 del 23/5/2012 “P., L. c/Bayton SA y otro s/accidente – ley especial” (Cañal – Pesino). Violencia laboral. Mobbing. Responsabilidad del empleador. Es procedente la condena a la empleadora cuando se está en presencia de conductas ilícitas, de las cuales fue víctima la actora durante el desarrollo del vínculo laboral, protagonizadas por quien, por su función jerárquica, representaba a la patronal en el lugar de trabajo. Por ello, los daños ocasionados resultan resarcibles por aquél por los hechos del dependiente, aún en ausencia de un vínculo contractual por las conductas del mismo (art. 1113, 1º párrafo, del Código Civil). CNAT Sala III Expte Nº 48.062/09 Sent. Def. Nº 93.097 del 23/5/2012 “P., L. c/Bayton SA y otro s/accidente – ley especial” (Cañal – Pesino). 24 Poder Judicial de la Nación USO OFICIAL Violencia laboral. Tratamiento de fertilización asistida. Despido. Daño moral. Corresponde hacer lugar al reclamo por despido discriminatorio, incluyendo en la condena la reparación por daño moral, efectuado por la trabajadora cuyo despido tuvo lugar luego de llevada a cabo la fertilización del óvulo y de su implantación en el vientre materno, mientras se encontraba de licencia por tal motivo, por estar en juego una cuestión de género. Si bien es cierto que los trabajadores de ambos sexos pueden realizarse tratamientos médicos que requieren de licencia, lo cierto es que las intervenciones producto de los tratamientos de reproducción asistida solo afectan directamente a las mujeres. Se encuentra en juego una garantía de rango constitucional, como lo es la tutela de la mujer frente a conductas discriminatorias por cuestiones de género, de conformidad con lo previsto en los arts. 16 y 75 inc. 22 de la CN y fundamentalmente de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer y las leyes 26.485 y 23.592. (En el caso, la accionada rescindió el vínculo invocando cuestiones de reestructuración que no logró probar). CNAT Sala VI Expte Nº 230/2010 Sent. Def. Nº 64.036 del 31/5/2012 “V., G. M..I c/Grupo Concesionario del Oeste SA s/despido” (Fernández Madrid – Raffaghelli). Violencia laboral. Mobbing. Daño moral. Daño psicológico. Afección psíquica por maltrato laboral por un superior jerárquico. Responsabilidad objetiva de la empleadora. La responsabilidad de la empleadora no es controvertible, sin perjuicio de las acciones de regreso que le puedan asistir al amparo del artículo 1123 CC. La falta de importancia que la empleadora asignara a los episodios ocurridos no la eximen de la responsabilidad objetiva y refleja, pues el hecho aconteció en el ámbito laboral, de su custodia, y ella tiene para con las personas que allí prestan servicios una obligación de seguridad (art. 75 LCT) que garantice indemnidad psicofísica, respondiendo a su vez, por imperativo legal, por los hechos ilícitos de quien se vale para funcionar (art. 1113 CC). CNAT Sala I Expte Nº 23.661/2010 Sent. Def. Nº 87.786 del 31/05/2012 “B,.H.J. c/ Alavera SA y otro s/ Mobbing”. (Vázquez – Pasten de Ishihara). Violencia laboral. Mobbing. Asignación de funciones diferentes después de la licencia por maternidad. Maltrato psicológico. Indemnización por daños ocasionados. Ante la abismal modificación de las funciones de la actora al retorno de su licencia por maternidad, resulta obvio que tales cambios en sus funciones y condiciones de trabajo le significaron a la accionante un descenso de nivel jerárquico en la compañía dado que pasó de ser una referente para los empleados del área de recursos humanos y a quien le reportaban, a prestar servicios de índole administrativa e incluso a colaborar con las diversas tareas de estos últimos que antes de su licencia debían a ella responderle, por lo que resulta relevante el agravio moral que ésta sufrió. Y, si bien el art. 245 de la LCT establece una indemnización tarifada a fin de resarcir todos los daños y perjuicios que pudo ocasionar la ruptura del contrato de trabajo, en el caso se encuentran configuradas circunstancias excepcionales que justifican la reparación del daño más allá del resarcimiento previsto en el citado artículo 245 (en igual sentido, esta Sala “in re” “Sobrino, Jorge Oscar c/ Molfino Hermanos S.A. s/Despido”, S.D. Nº 13.841, del 15/12/06, entre otros). En efecto, las inquietudes y molestias que, es de suponer, sufrió la accionante en virtud de los sucesos y circunstancias de trabajo descriptas y evidentemente nocivas han producido un sufrimiento dado por una desconsideración total hacia su persona, que incidió en su autoestima y personalidad y que hacen, procedente la reparación de tales perjuicios en forma separada de la indemnización tarifada del art. 245 de la LCT, ello, en atención a la importancia de los perjuicios que evidentemente tales comportamientos han generado en el plano espiritual de la trabajadora. (arts. 1109, 1083, 1078, 902, 903 y cc. del Código Civil y último párrafo, art. 165 CPCCN). CNAT Sala IV Expte Nº15.359/2011 Sent. Def. Nº96.362 del 12/6/2012 “A.,S.L. c/G & G Argentina SA s/despido” (Guisado – Marino). Violencia laboral. Acoso sexual. Responsabilidad del empleador. Daños resarcibles. El daño moral, y más aún el daño psíquico, no son resarcibles por obedecer a un mobbing. Para ello es suficiente con que exista una inejecución de una obligación con perjuicio para el acreedor. En el caso, el empleador –a través de su dependiente – ha incumplido con las obligaciones que emergen de los artículos 62 y 63 RCT que surgen del contrato de trabajo y, por tal motivo, debe responder por los daños materiales (a esta categoría pertenece el daño psíquico) en los términos de los artículos 519 y 520 del Código Civil y por el daño moral en los términos del artículo 522 de la misma norma. (Del voto del Dr. Arias Gibert). CNAT Sala V Expte Nº 14.285/09 Sent. Def. Nº 74.283 del 7/8/2012 “A.,G.P.S. c/Hospital Italiano de Beneficiencia de Buenos Aires s/despido” (Arias Gibert – Zas – García Margalejo). 25 Poder Judicial de la Nación Violencia laboral. Acoso sexual. Responsabilidad del empleador. Daños resarcibles. La conducta adoptada por el superior directo de la actora – acoso sexual - generó la afección psíquica de la trabajadora por lo que corresponde responsabilizar a la empleadora por haber incumplido, las obligaciones emergentes de los arts. 62, 63,68 LCT y, especialmente, 75 de dicha norma al no haber adoptado los medios necesarios para cuidar la integridad psicofísica de la trabajadora. (Del voto del Dr. Zas). CNAT Sala V Expte Nº 14.285/09 Sent. Def. Nº 74.283 del 7/8/2012 “A.,G.P.S. c/Hospital Italiano de Beneficiencia de Buenos Aires s/despido” (Arias Gibert – Zas – García Margalejo). USO OFICIAL Violencia laboral. Acoso del superior jerárquico. Arts. 62, 63 68 y 75 LCT. Responsabilidad objetiva de la empleadora (art. 1113 cc). Daño moral. La conducta adoptada por el superior directo de la actora generó la afección psíquica de la actora por lo que corresponde responsabilizar a la empleadora por haber incumplido las obligaciones emergentes de los arts. 62, 63,68 LCT y, especialmente, 75 de dicha norma al no haber adoptado los medios necesarios para cuidar la integridad psicofísica de la trabajadora a pesar de que está acreditado que la accionante denunció el hecho ante su superior jerárquico. Sumado a ello, también resulta responsable la empleadora en los términos del art. 1113 primer párrafo del Código Civil ya que responde en forma objetiva por el hecho del dependiente, en este caso el ataque efectuado por el superior jerárquico. (Del voto del Dr. Zas, en mayoría). CNAT Sala V Expte Nº 27.316/06 Sent. Def. Nº 74.334 del 17/8/2012 “O.,N.V c/Hipódromo Argentino de Palermo SA s/daños y perjuicios” (Arias Gibert – Zas – García Margalejo). Violencia laboral. Procedencia de las indemnizaciones por despido y daño moral. Al configurarse la persecución laboral a la que aludió la actora en su comunicación telegráfica y, toda vez que las conductas agresivas y maltrato verbal encuadran en las disposiciones de la ley 26.485 y su dec. Reg. 1011/2010, resultan admisibles los reclamos de los rubros indemnizatorios derivados del despido; a su vez, ante la existencia de un acto ilícito corresponde acceder a la indemnización por daño moral (arts. 1071, 1072, 1078 CC y art. 35 de la ley 26.485) CNAT Sala I Expte Nº 2.833/07 Sent. Def. Nº 88.038 del 31/8/2012 “Q.,V.B. c/Helcint SRL y otros s/despido” (Pasten de Ishihara – Vilela). Violencia laboral. Ambiente de trabajo hostil. Responsabilidad empleadora. Daño moral. Habiéndose acreditado la existencia de un ambiente de trabajo hostil, configurado por el maltrato que sobre la actora ejerció personal superior, y consecuentemente el sufrimiento y padecimiento denunciado en la demanda, como así también la nocividad del ambiente de trabajo, estas circunstancias le resultan imputables al empleador, quien se encuentra obligado por los arts. 14 bis CN, 75 LCT y apartado 1º del art. 4º de la Ley 24.557, a garantizar condiciones de trabajo dignas, seguras e higiénicas. Por ende, debe responder por el daño moral ocasionado. CNAT Sala VIII Expte Nº 17.008/09 Sent. Def. Nº 39.106 del 19/9/2012 “G., S.R. c/Action Line de Argentina y otro s/despido” (Pesino – Catardo – Ferreirós). Violencia laboral. Mobbing. ART anoticiada del acoso sufrido por la trabajadora. Falta de asesoramiento a la empresa afiliada. Claramente la ART, al tomar conocimiento de la situación de mobbing, debió asesorar y sugerir a la empresa coaccionada que modificara aquellos aspectos que pudieran contribuir a mejorar las condiciones de trabajo, el clima laboral y disminuir los factores de riesgos psico-social, para lo cual en la actualidad existen modernos métodos de diagnóstico, mediación y resolución de conflictos, que la Aseguradora debió poner a disposición de su empresa afiliada, realizando también la capacitación del personal, el directivo por sobre todo, acerca de todo lo concerniente al tratamiento de las relaciones interpersonales en el ámbito del trabajo. Nada de todo esto fue realizado, por lo que resulta responsable en los términos del art. 1074 CC. CNAT Sala VIII Expte Nº 23.338/09 Sent. Def. Nº 39.124 del 25/09/2012 “P.,G. M. c/ Tam Linhas Aereas SA y otro s/ Despido”. (Catardo - Pesino) Violencia laboral. Mobbing descendente. Reparación del daño material y del daño moral. En base a los fundamentos dados por nuestro Alto Tribunal en la causa “Arostegui” y teniendo presente la juventud de la trabajadora a la época de los hechos que originaron la incapacidad y el distracto, la situación familiar que surge de autos, su elevado nivel de especialización para las tareas que venía desarrollando y la dificultad fáctica para reinsertarse en el mercado laboral en funciones similares, resulta procedente la reparación material del daño. También debe tener reparación el daño moral por los padecimientos y mortificaciones sufridos por la trabajadora (arts. 1071, 1072 y 1078 del 26 Poder Judicial de la Nación Código Civil) ya que, por la índole de los mismos, por los hechos agraviantes que debió soportar, incluso frente a terceros, denigrándola en su condición de profesional y de mujer, debe cuantificarse en una suma elevada. CNAT Sala VIII Expte Nº 23.338/09 Sent. Def. Nº 39.124 del 25/09/2012 “P.,G.M. c/ Tam Linhas Aereas SA y otro s/despido”. (Catardo - Pesino) USO OFICIAL Violencia laboral. Hostigamiento y mobbing. Daño moral. El daño moral declarado como consecuencia de una situación de hostigamiento y mobbing no puede ser tratado como un hecho que pueda ser comprendido por la reparación del art. 245 de la LCT, pues se refiere a conductas cumplidas durante el desarrollo del contrato de trabajo. CNAT Sala VI Expte Nº 30.856/09 Sent. Def. Nº 64.432 del 17/10/2012 “Z., M.V. c/Wassington SA y otro s/despido” (Fernández Madrid – Raffaghelli). Violencia laboral. Stress generado por mayor responsabilidad. Si bien la actora adujo que presentaba incapacidad psíquica con motivo del stress laboral resultante del modo en el que se prestaron tareas, el exceso de horas de trabajo y la responsabilidad asignada, que sufrió presiones y maltrato como así también denunció que un dependiente de la accionada desarrollaba conductas persecutorias y, la perito médica sostuvo que el estrés laboral resultó ser la causa de la afección psíquica que presenta la accionante, lo cierto es que no es el galeno el llamado a decidir si entre las incapacidades que pueda evidenciar la reclamante y las tareas cumplidas para la demandada existe relación causal, pues los médicos no asumen - ni podrían hacerlo - el rol de jueces en la apreciación de la prueba con relación a los hechos debatidos en la causa. Por ende, al no haberse probado el ambiente laborativo denunciado en el escrito inicial y, siendo el juez quien determina la existencia o no de relación de causalidad entre las afecciones y las condiciones de ámbito laborativas, corresponde concluir que, en el marco de atribución de responsabilidad imputado en la demanda (arts. 1109 y 1113 CC), no está probado el nexo causal adecuado entre la dolencia que padece la accionante y las condiciones y medio ambiente de trabajo existente en la demandada. (Del voto del Dr. Zas, en mayoría). CNAT Sala V Expte Nº 7.302/07 Sent. Def. Nº 74.558 del 31/10/2012 “B., N.A. c/Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores s/despido” (Arias Gibert – Zas – García Margalejo). Violencia laboral. Stress generado por mayor responsabilidad. Daño psíquico y moral. Corresponde hacer lugar a la reparación integral por la afección psíquica y el daño moral sufrido, si en el caso, se demostró la asignación de tareas superiores a las que efectivamente desempeñaba la actora que importaban una permanente tensión sin obtener el reconocimiento que a ello correspondía, lo que sin lugar a dudas constituye una causa importante de stress laboral. Además, este stress, conforme lo dictaminado por el perito psiquiatra es causa fuente de daño pues no existió otro acontecimiento material al que pueda atribuirse la función de causa de la depresión reactiva que la trabajadora padece. Es decir, al no demostrarse la existencia de causas exteriores y existir factores causales del trabajo, corresponde responsabilizar al empleador por la inejecución de la obligación contractual implícita en todo contrato de organización del que no está exento el contrato de trabajo. (Del voto del Dr. Arias Gibert). CNAT Sala V Expte Nº 7.302/07 Sent. Def. Nº 74.558 del 31/10/2012 “B., N.A. c/Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores s/despido” (Arias Gibert – Zas – García Margalejo). Violencia laboral. Conducta persecutoria, discriminatoria y abusiva. Daño moral psíquico. Habiéndose acreditado la existencia de violencia laboral configurada por una conducta persecutoria, discriminatoria, abusiva e injuriosa a la que fue sometida la actora en los últimos años de la relación laboral, menoscabándola en su ámbito laboral y lesionando sus legítimos derechos en violación a derechos humanos fundamentales como el principio de igualdad, el de no discriminación y el deber de no dañar (arts. 4, 17 y 81 de la Ley de Contrato de Trabajo, 7 de la Ley 23551,1º de la Ley 23592 y 14,14 bis, 16, 19 y 75 inc.22 de la Constitución Nacional), derechos que le corresponden en su condición de ser humano y de persona trabajadora (art.4 de la LCT), corresponde receptar el reclamo en concepto de daño moral ( arts.1071,1072 y 1078 del Código Civil) y también el resarcimiento por daño psíquico pues, según surge de la pericia médica la trabajadora reconoce un 5% atribuible al acoso moral que padeció. CNAT Sala I Expte Nº 30.848/2010 Sent. Def. Nº 88.280 del 28/11/2012 “C., S.M. c/BBVA Banco Francés y otro s/despido” (Vázquez – Pasten de Ishihara). 27 Poder Judicial de la Nación USO OFICIAL Violencia laboral. Hostigamiento efectuado por un superior jerárquico. Ambiente de trabajo hostil y nocivo. Indemnización y daño moral. El hostigamiento al que fue sometida la trabajadora, generada por la conducta violenta de un superior jerárquico y en el marco de un ambiente de trabajo hostil y nocivo resultó apto para causar innumerables consecuencias negativas en su salud, por lo que padece de depresión mayor crónico grave, razón por la cual, el stress padecido en un ambiente laboral hostil, generó no sólo una depresión mayor sino que contribuyó al desarrollo y agravamiento de la narcolepsia, sin que se observen consecuencias remotas por las que la demandada no deba responder (arts. 903,904,905 y 906 del Código Civil). Esta situación encuadra en un supuesto de violencia laboral que encuentra recepción en el art.6º inc.c) de la Ley Protección integral a la Mujeres 26485 y su D.R. 1011/2010, en el art. 1 de la CEDAW y 2° de la “Convención de Bel em do Pará”, motivo por el cual corresponde que el daño causado sea reparado en su integridad. (art.35 Ley 26485). Asimismo, también corresponde la condena por el daño moral ocasionado, atento las vicisitudes por las que atravesó la trabajadora, los estudios a los que fue sometida, el tratamiento médico en curso, la evolución de sus dolencias y la angustia provocada por las secuelas incapacitantes. CNAT Sala I Expte Nº 14.485/09 Sent. Def. Nº 88.283 del 28/11/2012 “L.,L.I. c/Eliovac SA y otro s/accidente – acción civil” (Pasten de Ishihara - Vázquez). Violencia laboral. Ambiente de trabajo hostil y nocivo. Responsabilidad civil de la ART. Si bien la Aseguradora de Riesgos del Trabajo, cuestionó el carácter profesional de la enfermedad padecida por la actora –depresión mayor- causada por mobbing, en tanto la misma no se encontraría alcanzada por la ley 24.557 y decreto reglamentario 658/96 y sostuvo que no podía atribuírsele responsabilidad alguna, lo cierto es que, en virtud del adagio iura novit curia, resulta ser responsable por aplicación de las normas de derecho común. Ello, por cuanto incurrió en responsabilidad por omisión, pues en el caso, se acreditó que dicha entidad incumplió las obligaciones que la ley 24.557 le impone a través del art. 4 encuadrando tales incumplimientos en las prescripciones del art.1074 del Código Civil. CNAT Sala I Expte Nº 14.485/09 Sent. Def. Nº 88.283 del 28/11/2012 “L.,L.I. c/Eliovac SA y otro s/accidente – acción civil” (Pasten de Ishihara - Vázquez). Violencia laboral. Maltrato laboral. Responsabilidad de la empleadora y del personal jerárquico. Daños patrimoniales y morales. El maltrato laboral al que fue sometida la actora por el codemandado – superior jerárquico de aquélla - constituyó la violación del principio “alterum non laedere” consagrado en el art.19 CN que prohíbe perjudicar los derechos de terceras personas, constatándose de acuerdo a las pruebas aportadas a la causa ya analizadas, los presupuestos generadores de la responsabilidad civil de aquél en los términos del art.1109 CC, razón por la cual, deberá responder frente a la actora por los daños patrimoniales y morales padecidos como consecuencia del maltrato al que la sometió. A ello debe sumarse que, habiéndose configurado un claro supuesto de violencia contra la mujer comprendida en los arts. 5° inc.2, 6° inc.c de la Ley 26485 de Protección Integral a la Mujer y su Decreto Reglamentario, se activan las garantías allí previstas que determinan la obligación de reparar el daño causado (art.35 Ley 26485). Sobre esta base, corresponde condenar al codemandado conjuntamente con la accionada en tanto concurren los factores de atribución de responsabilidad, objetivos y subjetivos, pues como titular del poder de organización y dirección de la empresa delegó funciones en un dependiente que maltrató a la actora.(arts.1109 y 1113 1er. párrafo del Código Civil). CNAT Sala I Expte Nº 33.782/08 Sent. Def. Nº 88.387 del 20/12/2012 “C., R.A c/Raymos SA y otros s/despido” (Pasten de Ishihara – Vázquez). Violencia laboral. Trato agresivo. Daño moral. Aun cuando los malos tratos proferidos a la trabajadora no hubieren perdurado mucho tiempo ni se hubieren presentado con las características propias de lo que en doctrina se ha calificado como “mobbing” u hostigamiento moral en el trabajo, lo cierto es que se demostró el trato agresivo y desdoroso que públicamente le daba el supervisor a cargo a la accionante, por lo que corresponde hacer lugar al reclamo por daño moral. CNAT Sala II Expte Nº 17.745/2010 Sent. Def. Nº 101.399 del 6/2/2013 “F., S.S. c/Dolores Gas SA s/despido” (González – Maza). Violencia laboral. Violencia de género. Reclamo por acoso moral en el ambiente de trabajo debido a la condición de mujer de la trabajadora. Reparación del daño material y moral. Corresponde tener por configurada violencia de género respecto de la trabajadora de un diario en forma de segregación vertical, y acoso moral por parte de sus compañeros, a través de hechos como el de haberle hecho cambiar la empleadora su nombre de pila por haber ya en ese momento otra persona con el mismo nombre; o por el hecho de ser mujer no permitírsele participar de viajes a los eventos de Expoagro organizados en diferentes 28 Poder Judicial de la Nación ciudades del país; o habiéndose producido una vacante en el puesto de Senior en el sector que trabajaba, y pese a estar calificada para tal cargo, la empresa nombró a un trabajador varón encargándose a la propia actora de su capacitación; y que los trabajadores varones del sector donde la actora prestaba servicios, la dejaban de lado y apartaban de las reuniones de trabajo, refiriéndose a ella peyorativamente, y a pesar de que hacía las mismas tareas que ellos, no se le asignaba una categoría laboral y salario equivalente. En suma, todo ello violentó lo dispuesto en el art. 7 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en el art. 11 de la CEDAW y en el art. 6 de la Convención de Belem do Pará cabe resarcir a la actora el daño material y el moral. CNAT Sala I Expte. Nº 32.797/2010 Sent. Def. Nº 88.469 del 18/02/2013 “P., M.A. c/SA L. N. s/despido”. (Vázquez – Pasten de Ishihara). USO OFICIAL Violencia laboral. Violencia de género. Responsabilidad de la empleadora. Habiéndose acreditado que la actora sufrió violencia laboral de parte de dependientes de la empleadora; que la perito médica expuso que la accionante presenta un cuadro psicopatológico con correlato de daño psíquico producido por una reacción a un mobbing y puntualizó, en concreto, que existía relación causal entre la perturbación psíquica y el acoso laboral, resulta claro que concurren todos los elementos de la responsabilidad civil: antijuridicidad, daño, relación causal y factor de atribución objetivo; por lo tanto, es la empleadora quien responde por los efectos nocivos de los actos ilícitos, de conformidad con lo establecido en el art. 1113 primer párrafo del Código Civil, el que establece: “La obligación del que ha causado un daño se extiende a los daños que causaren los que están bajo su dependencia”. CNAT Sala I Expte. Nº 32.797/2010 Sent. Def. Nº 88.469 del 18/02/2013 “P., M.A. c/SA L. N. s/despido”. (Vázquez – Pasten de Ishihara). Violencia laboral. Daño moral por ámbito de trabajo hostil. Habiéndose acreditado que la accionante se vio sometida a un ámbito de trabajo hostil en virtud del destrato que le imponían sus superiores, evidenciado en las siguientes circunstancias: a) malos tratos e insultos (descriptos claramente por los testigos y referidos en el decisorio de grado); b) descuentos ilegítimos de sumas de dinero; c) imposición de tareas de difícil cumplimiento con relación a otros dependientes en idénticas condiciones; d) aplicación de sanciones disciplinarias sin sustento fáctico que las justificara; e) utilización de términos peyorativos y desfavorables en el intercambio telegráfico al describir la conducta de la trabajadora y, f) el destrato que implementó su personal jerárquico con aquélla o actitudes amenazantes como impedirle el paso al pretender salir de una oficina, entre otras cosas, corresponde condenar a la demandada al pago de una indemnización por el daño moral sufrido por la dependiente. CNAT Sala IV Expte Nº 32.015/2010 Sent. Def. Nº 96.934 del 28/2/2013 “G., M.C. c/Apartmentsba SRL s/despido” (Marino – Guisado). Violencia laboral. Mobbing. Maltrato por condición sexual. Daño psicológico. En el caso, se comprobó que, a raíz de su condición de homosexual el actor recibió un trato agresivo, discriminatorio y una asignación de tareas que excedían su verdadera función (supervisor de caja). Por ende, dado que el trabajador accionó por el daño que el ejercicio de sus funciones en ese ambiente laboral le aparejó desde el punto de vista psicológico y la pericia médica fijó en un 40% la incapacidad laboral del actor debido al cuadro de stress que presentaba a raíz de la situación de mobbing experimentada en el trabajo, cabe concluir que la empleadora deberá resarcir el daño psicológico, en tanto las condiciones en las que el actor desarrolló las tareas pueden considerarse la cosa riesgosa que ocasionó su incapacidad. CNAT Sala VII Expte. Nº 5.613/2011 Sent. Def. Nº 45.147 del 27/03/2013 “Á., L.D. c/SMG ART SA y otros s/accidente acción civil”. (Ferreirós - Fontana). Violencia laboral. Prueba insuficiente. Indemnización por daño psíquico o moral. Desestimación. Al no haberse acreditado la autenticidad de los certificados médicos acompañados y, ante el resultado de la pericia médica, a lo que se suma la insuficiencia de la prueba testimonial, no puede tenerse por acreditado el daño psicológico o moral aludido por el recurrente y, por ende, la pretensión de una reparación autónoma del daño moral que el actor dice haber sufrido no puede tener favorable acogida (art. 499 Código Civil) CNAT Sala I Expte Nº 10.415/2011 Sent. Def. Nº 88.753 del 23/5/2013 “S., F.M. c/ Visión Express Argentina SA y otros s/despido” (Pasten de Ishihara – Vázquez). Violencia laboral. Maltrato resarcible aunque no configure mobbing. Procedencia del daño moral. El hecho de que el retiro del saludo, la impropia manera de impartirle órdenes al actor y el cambio a una línea de producción destinada a aprendices a alguien que se desempeñaba en la empresa desde el año 2001 pudiera extenderse a parte del personal no es argumento que pueda ser utilizado para cohonestar el maltrato impartido por la empleadora a través de su personal jerárquico. Si bien no puede predicarse en la especie la configuración de 29 Poder Judicial de la Nación conductas propias del mobbing, la actitud de la demandada valorada a la luz de las normas y principios rectores en la materia, en especial el de buena fe, resulta reprochable. Teniendo en cuenta que el daño o agravio moral es el menoscabo o lesión a intereses no patrimoniales de la persona, y que este agravio afecta bienes jurídicos que el derecho protege, tutela o reconoce, no cabe duda de que el maltrato propiciado hacia el actor constituyó un supuesto de daño moral resarcible. CNAT Sala V Expte. Nº 29.976/2010 Sent. Def. Nº 75.226 del 30/05/2013 “K.,G.E. c/Exal Argentina SA s/despido”. (Zas - Arias Gibert). USO OFICIAL Violencia laboral. Trato desconsiderado y hostil. Daño moral. Procedencia. Si bien no puede afirmarse que el actor hubiere sido víctima de “mobbing” o de lo que comúnmente se denomina “acoso laboral”, lo cierto es que se acreditó que fue pasible de un “trato desconsiderado u hostil” y que la patronal no ha preservado la integridad psicofísica ni la dignidad del trabajador al no haber tomado medidas en resguardo de aquellas, exigencia que dimanan del principio de buena fe exigible al buen empleador y que es lo esperable de aquél como titular de las facultades de organización y dirección de su empresa. Por ende, la presencia de ese trato hostil hizo imposible la prosecución del vínculo laboral habido, circunstancia que motivó el distracto que se reputó justificado, razón por la cual, el daño moral por el que acciona el demandante debe ser admitido, más allá de no haber generado un daño a nivel de incapacitar su total obrera. CNAT Sala IX Expte Nº 23.143/09 Sent. Def. Nº 18.669 del 27/6/2013 “R.,G.J. c/Sola Naciente Seguros de Personas SA s/despido” (Balestrini – Pompa). Violencia laboral. Stress ocasionado por ambiente de trabajo hostil. Art. 1113 CC. Condena solidaria ART (art. 1074 CC) Habiéndose demostrado la presencia de un ambiente laboral que actuó como causa eficiente en el daño psíquico detectado en el actor – expuesto a un ambiente laboral nocivo y donde las condiciones de labor eran muy precarias, lo que fue constatado por el GCBA que, a su vez, labró un sumario por infracción a la normativa laboral vigente - y derivado además, entre otras cosas, de la sutil modalidad implementada en la demandada en destinar a tareas de mera vigilancia y/o sereno al trabajador que dejaba de ser “operativo” (sic), todo ello encuadra el reclamo en lo previsto por el art. 1113 CC, por cuanto la perturbación emocional que sufrió el trabajador obedeció al ambiente laboral nocivo en el que se encontró inserto. La condena con fundamento en la ley civil, alcanza de modo solidario a la ART, en tanto quedó comprobada la falta de contralor e incumplimiento de su deber de prevención en el ámbito laborativo de su asegurada (art. 1074 CC). CNAT Sala VII Expte Nº 6.457/08 Sent. Def. Nº 45.458 del 28/6/2013 “L.,E.R. c/Coto CICSA s/accidente – acción civil” (Rodríguez Brunengo – Fontana). Violencia laboral. Daño moral por ambiente de trabajo hostil. La gravedad del hostigamiento comprobado, discriminatorio y de persecución a los activistas sindicales – entre ellos el actor – resulta una conducta empresarial intolerable, que – de haberse pedido – podría haber generado una reposición en el cargo, conforme a la ley 23.592. Pero como el accionante se consideró en situación de despido, sólo se lo puede resarcir con una indemnización por daño moral. CNAT Sala VII Expte Nº 33.798/08 Sent. Def. Nº 45.495 del 28/6/2013 “B., F.J. M. c/Atento Argentina SA y otro s/despido” (Rodríguez Brunengo – Fontana). 7.- Deberes del empleador. Violencia laboral. Integridad psicofísica de los dependientes. Deberes del empleador. El empleador debe velar irrestrictamente por la integridad psicofísica de sus dependientes mientras se encuentren dentro del establecimiento y/o cumpliendo sus tareas, obligaciones que dimanan del deber genérico de seguridad y del principio de indemnidad (arts. 75 LCT y 4 apartado 1 LRT), de la misma forma que debe preservar también la dignidad del trabajador cuyo fundamento no es otro que el dispositivo constitucional que le garantiza "condiciones dignas y equitativas de labor" (art. 14 bis CN). De ahí que el principal no sólo se encuentra legitimado para tomar medidas en resguardo de la integridad de sus dependientes sino que ello constituye una exigencia derivada del principio de buena fe exigible al buen empleador y lo esperable de éste (arts. 62/63 y concs. LCT). CNAT Sala II Expte Nº 7.358/05 Sent. Def. Nº 95.304 del 12/10/2007 “R., F. c/Cablevisión SA s/ despido” (Maza – Pirolo). En el mismo sentido, Sala II Expte Nº 4.509/08 Sent. Def. Nº 97.140 del 21/9/2009 “P., C. A c/Unión Obrera Metalúrgica de la República Argentina y otro s/despido” (Pirolo – González), Sala II Expte Nº 33.688/07 Sent. Def. 98.839 del 29/12/2010 “M., J. c/Coto SA s/despido” (Pirolo - González) y Sala II Expte Nº 31.939/09 Sent. Def. Nº 100.146 del 16/2/2012 “R.F., P c/Citytech SA s/mobbing” (González – Maza). 30 Poder Judicial de la Nación Violencia laboral. Mobbing. Deber de la empleadora. El empleador está obligado en virtud del art. 78 de la LCT a garantizar al trabajador ocupación efectiva, de acuerdo a su calificación o categoría profesional, salvo que el incumplimiento responda a motivos fundados que impidan la satisfacción de tal deber. En el caso, de las probanzas producidas surge que la accionada no dio cumplimiento a tal obligación, imponiéndose al accionante una conducta reñida con tal principio, en tanto se lo separó de su cargo habitual y se lo obligó a permanecer sin la adecuada prestación de servicios que configuraba el objeto de la contratación laboral. CNAT Sala II Expte. N° 19.730/07 Sent. Def. N° 97.059 del 31/08 /2009 “B., P. M. c/Correo Oficial de la República Argentina S.A. s/despido”. (González - Pirolo) USO OFICIAL Violencia laboral. Deberes del empleador en caso de denuncia de acoso por una trabajadora. En atención a la intimación de la actora destinada a que cese el acoso laboral y sexual ejercido por el personal jerárquico de la accionada, en el marco de su delicado estado de salud, es evidente que se requería de la empleadora una actuación más diligente, respetuosa de la integridad psicofísica y de su dignidad como dependiente y como persona humana. CNAT Sala VI Expte Nº 1.181/08 Sent. Def. Nº 62.343 del 21/9/2010 “A., R.A c/Hipódromo Argentino de Palermo s/despido” (Fontana – Fernández Madrid). Violencia laboral. Deberes de la empleadora. En el caso, la empleadora no cumplió siquiera básicamente su deber constitucional de garantizar condiciones de trabajo dignas ni la obligación legal de seguridad e higiene en el empleo, conforme lo exigen los arts. 14 bis de la Constitución Nacional, 75 LCT y 4 apartado 1 de la ley 24.557, es decir que no garantizó la indemnidad psicológica de su dependiente, con lo que, al permitir condiciones y un ambiente de labor nocivos, actuó culposamente habida cuenta que se ha comprobado la responsabilidad personal del superior jerárquico que implementó un clima general y personal hostil por el que el principal debe responder no sólo por pesar sobre sus hombros dichas obligaciones sino también por resultar titular del pleno poder de organización y dirección de la empresa (arts. 1113 Código Civil y 64/65 LCT). Esto es así puesto que el empleador debe velar irrestrictamente por la integridad psicofísica de sus dependientes mientras se encuentren dentro del establecimiento y/o cumpliendo sus tareas, obligaciones que dimanan del deber genérico de seguridad y del principio de indemnidad (arts. 75 LCT y 4 apartado 1 LRT), de la misma forma que debe preservar también la dignidad del trabajador cuyo fundamento no es otro que el dispositivo constitucional que le garantiza "condiciones dignas y equitativas de labor" (art. 14 bis C.N.).Por ende, el principal no sólo se encuentra legitimado para tomar medidas en resguardo de la integridad de sus dependientes sino que ello constituye una exigencia derivada del principio de buena fe exigible al buen empleador y lo esperable de éste (arts. 62/63 y concs. LCT). CNAT Sala II Expte. Nº 20.397/08 Sent. Def. Nº 100.466 del 27/04/2012 “J., N.M. c/Icona SA y otro s/mobbing”. (Maza - Pirolo). Violencia laboral. Violencia de género. Deber de cumplir la actividad con apego al cumplimiento de Tratados Internacionales. En el caso, la demandada no suministró ni invocó ningún elemento que persuada acerca de la razonabilidad de su decisión de excluir a la accionante de la promoción a la categoría Senior en el sector campo. Tampoco acreditó que desarrolla su actividad con apego al cumplimiento de los estándares internacionales de derechos humanos referidos a la igualdad entre varones y mujeres en materia de empleo (PIDESC y CEDAW, ambos de rango constitucional; la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer -Convención de Belém do Pará-, ratificada por ley 24.632 de 1996). Ante la Convención de Belém do Pará, instrumento que, conjuntamente con la Declaración de las Naciones Unidas sobre Violencia contra las Mujeres, redefine los alcances de la violencia, establece en su artículo 6º que el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia incluye, entre otros, el derecho a ser libre de toda forma de discriminación y, el derecho a ser valorada y educada al margen de patrones estereotipados de comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en conceptos de inferioridad o subordinación, por lo que resulta claro que el marco normativo internacional y nacional es amplio y suficiente en lo que respecta a los derechos humanos de las mujeres, de modo que la eliminación de los roles estereotipados de varones y mujeres -y de la discriminación que esto implica- constituye una obligación del conjunto de la sociedad y, en consecuencia, también pesa sobre las organizaciones empresariales que tienen el deber de hacer más equitativas e incluyentes sus propias estructuras funcionales, objetivo que no podrá alcanzarse si se deja de lado el problema de la inequidad de género. CNAT Sala I Expte. Nº 32.797/2010 Sent. Def. Nº 88.469 del 18/02/2013 “P., M.A. c/SA L. N. s/despido”. (Vázquez – Pasten de Ishihara). 31 Poder Judicial de la Nación Artículos de doctrina Abajo Olivares, Francisco Javier Daños derivados del mobbing. En: LA LEY. REVISTA JURIDICA ARGENTINA, Buenos Aires, La Ley, Volumen: 2013-B Págs: 7 a 9 Antacli, Graciela C. Ponce, Sebastián. Un acto de violencia: la discriminación del despido. En: Revista de Derecho Laboral y Seguridad Social. Buenos Aires: Abeledo Perrot Volumen 2011-A p. 481-489 USO OFICIAL Arese, César. Privacidad en el contrato de trabajo. En: Colección temas de derecho laboral: violencia laboral.- Buenos Aires: Errepar, 2013. Vol II nº 18 p. 35-51 Babugia, Marinés "Mobbing": la pesada carga de probar En: REVISTA DE DERECHO LABORAL Y SEGURIDAD SOCIAL, Buenos Aires, AbeledoPerrot, Volumen: 2011-B Págs: 1418 a 1431 Calvimonte, Beatriz La retención de tareas en el derecho del trabajo: su procedencia en caso de "Mobbing" En: REVISTA DE DERECHO LABORAL, Buenos Aires, Rubinzal-Culzoni, Volumen: 2012-1 Págs: 257 a 306 Cerrutti, Gabriela R. Mobbing, discriminación y carga de la prueba. En: LA LEY. REVISTA JURIDICA ARGENTINA, Buenos Aires, La Ley, Volumen: 2011-A Págs: 202 a 207 Chiti, Stella Maris. La violencia laboral y la obligación de asegurar un ambiente de trabajo seguro. En: Revista de Derecho del Trabajo.- Buenos Aires: La Ley.- Año LXXIII nº 7 (2013, jul.) p.1611-1617 Díaz Aloy, Viridiana. Acerca del mobbing organizacional. En: Colección temas de derecho laboral: violencia laboral.- Buenos Aires: Errepar, 2013. Vol II nº 18 p.93-101 Dobarro, Viviana. La violencia en las relaciones laborales y el avasallamiento de la dignidad humana. Primera Parte. En: Doctrina Laboral y Previsional.- Buenos Aires: Errepar. Tomo XXII. (2008, ago.) p.763 Dobarro, Viviana. La violencia en las relaciones laborales y el avasallamiento de la dignidad humana. Segunda Parte. En: Doctrina Laboral y Previsional.- Buenos Aires: Errepar. Tomo XXII. (2008, set.) p.892 García Vior, Andrea E. 32 Poder Judicial de la Nación XX Congreso mundial del derecho del trabajo y de la seguridad social. Tema II: acoso sexual y moral en el lugar de trabajo. En: Colección temas de derecho laboral: violencia laboral.- Buenos Aires: Errepar, 2013. Vol II nº 18 p.265-334 González Pondal, Tomás Ignacio Apreciación errada del mobbing En: REVISTA DERECHO DEL TRABAJO, Buenos Aires, La Ley, Volumen: 2013-2 Págs: 255 a 265 González Pondal, Tomás Ignacio Del bullying al mobbing. En: EL DERECHO, Buenos Aires, Universitas, Volumen: 248 Págs: 812 a 816 USO OFICIAL González Pondal, Tomás Ignacio El acoso psicológico laboral (mobbing): una creciente práctica. El rol de la justicia En: REVISTA DERECHO DEL TRABAJO, Buenos Aires, La Ley, Volumen: 2011-8) Págs: 2017 a 2020 Guzmán, Fernando Acoso psicológico en el trabajo (mobbing) su caracterización jurisprudencial y consecuencias legales En: REVISTA DE DERECHO LABORAL Y SEGURIDAD SOCIAL, Buenos Aires, Abeledo Perrot, Volumen: 2008-B Págs: 1180 a 1183 Hierrezuelo, Ricardo D.; Grisolia, Julio A. Los alcances del mobbing, o acoso psicológico, en el ámbito laboral En: Revista de Derecho Laboral y Seguridad Social.- Buenos Aires: Abeledo Perrot. No 15 (2012) p.1317 Ivanega, Miriam M. Mobbing: acoso y discriminación en el empleo público. En: LA LEY. REVISTA JURIDICA ARGENTINA, Buenos Aires, La Ley, Volumen: 2012-C Págs: 826 a 851 Kennedy, Ricardo I. Las prácticas persecutorias y el mobbing. En: EL DERECHO, Buenos Aires, Universitas, Volumen: 242 Págs: 373 a 374 Mendizábal Bermúdez, Gabriela. El acoso laboral como riesgo social. Análisis desde el contexto de México. En: Colección temas de derecho laboral: violencia laboral.- Buenos Aires: Errepar, 2013. Vol II nº 18 p.103-139 Pasten de Ishihara, Gloria. Breves reflexiones acerca de la violencia laboral y el nuevo artículo 66 de la ley de contrato de trabajo. En: Doctrina Laboral y Previsional.- Buenos Aires: Errepar. Tomo XX. (2006, ago.) p.713 Picón, Liliana Noemí El acoso sexual laboral: comentario En: REVISTA NOVA TESIS - DERECHO LABORAL Y RELACIONES DEL TRABAJO, Rosario - Santa Fe, Nova Tesis, Volumen: 1 Págs: 107 a 110 Pinotti, Mónica M. Violencia de género como categoría conceptual diferenciada. 33 Poder Judicial de la Nación En: Colección temas de derecho laboral: violencia laboral.- Buenos Aires: Errepar, 2013. Vol II nº 18 p.167-227 Ramos, Santiago J. Régimen para erradicar la violencia laboral en el ámbito público de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En: Revista de Derecho Laboral y Seguridad Social.- Buenos Aires: Abeledo Perrot.- Fasc. 9 (2013 may.) p.871-873 Rodríguez de Singh, Andrea La acción fundada en "mobbing" En: REVISTA DE DERECHO LABORAL Y SEGURIDAD SOCIAL, Buenos Aires, AbeledoPerrot, Volumen: 2011-A Págs: 95 a 103 USO OFICIAL Romero Rodenas, María J. El acoso moral como espacio controvertido en la empresa. En: Colección temas de derecho laboral: violencia laboral.- Buenos Aires: Errepar, 2013. Vol II nº 18 p. 67-92 Scotti, Héctor Jorge/ Lirusso, Mariana L. La inexistencia de "mobbing" no exime de responsabilidad por el daño moral En: REVISTA DERECHO DEL TRABAJO, Buenos Aires, La Ley, Volumen: 2013-5 Págs: 961 a 965 Scotti, Héctor Jorge/ Dubra, Diana La responsabilidad del empleador ante un caso de mobbing En: REVISTA DERECHO DEL TRABAJO, Buenos Aires, La Ley, Volumen: 2011-3 Págs: 509 a 513 Sirounian, Mónica. Mobbing. Importancia de su diagnóstico diferencial. Distinción con la figura del estrés laboral. En: Revista de Derecho Laboral y Seguridad Social.- Buenos Aires: Abeledo Perrot.- Fasc. 10 (2013, may.) p.980-985 Stortini, Daniel E. ¿Cuándo hay mobbing? En: REVISTA DERECHO DEL TRABAJO, Buenos Aires, La Ley, Volumen: 2012-5 Págs: 1096 a 1112 Ugarte C., José L. El acoso laboral: entre el derecho y la psicología. En: Colección temas de derecho laboral: violencia laboral.- Buenos Aires: Errepar, 2013. Vol II nº 18 p.53-65 Vázquez, Gonzalo D. ¿Facultad o deber disciplinario del empleador frente al mobbing? En: El Dial.com Edición Especial (2012 jun. 6) 34