chimenea con una temperatura relativamente baja: cuarta, imposibilidad de que la llama esté en contacto con partes privadas de agua; quinta, espacio muy reducido que ocupan; sexta, facilidad para que la rejilla del hogar, admita toda clase de combustibles, incluso el serrín. El que producen las máquinas de aserrar es recogido y transportado mecánicamente hasta las calderas, donde se quema, por una tela sin fin que funciona en el sótano del árbol general motor. Todavía hay un sobrante de serrín que hay que sacar del taller, de modo que el motor de éste no cuesta absolutamente nada, al igual de los naturales, sobre los que tiene la ventaja de su regularidad y constancia. «Como la máquina de vapor es de condensación, puede trabajar con una pequeña presión, que regularmente no excede de 3 / á 4 atmósferas, y aquella circunstancia contribuye á una considerable economía de combustible, pues el agua de alimentación entra en la caldera con una temperatura de 30 á 35° c. » E n la sala de máquinas de aserrar, cepillar, machihembrar y moldurar trabajan las siguientes, que pertenecen á t o dos los mejores modelos conocidos en el día. Todas, excepto dos, proceden de la acreditada casa de Ransome, Londres. «NÚMERO 1.— Sierra vertical de doble bastidor, que admite un número máximo de 32 hojas, y donde, introducidas las trozas, salen convertidas de una vez en tablas del grueso que se desee. Las cabezas de las trozas se apoyan, por una extremidad, en un cilindro acanalado que mueve la máquina, y por la otra en un carro montado sobre rails. L a velocidad de marcha automática de las trozas se gradúa con suma facilidad variando la posición de la excéntrica, que regula el movimiento de avance y puede estar comprendida entre 1 y 4 pies ingleses por minuto. Los bastidores portahojas dan 140 golpes por minuto y admiten trozas de 67 centímetros de diámetro. L a fuerza máxima que consume esta máquina es de 15 caballos de vapor. » N Ú M . 2.— Sierra circular doble. Trabaja en combinación con la anterior para cortar á un mismo ancho las tablas por ella producidas cuando no se escuadran de antemano las trozas y para obtener los listones de entarimado y para molduras. Las tablas avanzan automáticamente por medio de unos topes impulsores que siguen el movimiento de una cadena sin fin. 4 2