propuesta de actuación política

PROPUESTA DE ACTUACIÓN POLÍTICA
PARA LAS FFYCCSE/CUERPO NACIONAL DE
POLICÍA
Mayo de 2015
Plaza Carabanchel, nº5 – 28025 Madrid
Teléfono: 914.61.58.33
www.sup.es
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PROPUESTA DE ACTUACIÓN POLÍTICA
PARA LAS FFYCCSE/CUERPO NACIONAL DE POLICÍA
Mayo de 2015
Somos conscientes del momento histórico de cambio social y político que estamos
viviendo, nos sentimos inmersos en el inicio de un nuevo ciclo político, donde depende de
todos cómo serán las nuevas formas de interrelación entre las instituciones y los ciudadanos.
Son unánimes las exigencias sobre la regeneración política y el buen gobierno de esas
instituciones, donde la transparencia de su comportamiento y gestión las aproxime a todos
nosotros y permita sentirnos parte de ellas, y que están al servicio de la ciudadanía.
El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) está especialmente sensibilizado sobre la
necesidad de impulsar cambios en nuestra sociedad en esa dirección, pero es en el seno de
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y especialmente en el Cuerpo Nacional de
Policía, en el que le corresponde tener una participación activa, protagonista de las
propuestas que deben de promover una policía auténticamente civil, regida exclusivamente
por criterios técnicos y profesionales para aspirar a ser el mejor servicio público de nuestro
país, en el que sus profesionales se sientan integrados en una organización limpia y ajena a
cualquier atisbo de corrupción o sometida a los intereses de ninguna formación política.
El SUP, a partir de sus años de experiencia sindical (creado en 1978 y legalizado en
1984) y el respaldo de ser la organización mayoritaria, plantea hacer algunas propuestas para
mejorar la eficacia de las FFyCCSE, en beneficio de su más relevante función, la defensa de las
libertades y derechos de sus conciudadanos, con el único y exclusivo objetivo de constituirse
en un servicio público de la más alta calidad, al tiempo que sus integrantes gocen de la más
elevada protección jurídica y consideración profesional y social en el ejercicio de su trabajo, y
que este se realice en un marco de transparencia y buen gobierno que verdaderamente
promueva los valores de igualdad de oportunidades, mérito y capacidad en su seno y entre
sus integrantes, impidiendo los abusos de poder, y por qué no decirlo, la corrupción por parte
de quienes se encuentren al frente de nuestra organización.
Este documento recoge algunos apuntes que aconsejan enmendar determinadas
situaciones actuales y prácticas manifiestamente mejorables, con medidas que racionalicen la
función de las FFyCCSE y sus estructuras, evitando la costosa e ineficaz duplicidad de recursos
y los permanentes y crecientes conflictos de competencias entre sus distintos operadores.
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Es necesario y será exigible e irrenunciable, por nuestra organización, la corrección de
algunas conductas que, en el seno del CNP, afectan a la promoción y ascensos,
reconocimiento de méritos/condecoraciones y los procedimientos en la asignación de
puestos de trabajo. La perversión de los procedimientos que afectan a estas tres cuestiones y
la falta de transparencia en su resolución, contribuyen de forma notable a la desafección de
los policías con su institución y al deterioro de la imagen de sus cuadros de dirección, a los
que se llega a percibir sometidos a intereses ajenos al CNP.
Tres son las propuestas básicas que el SUP considera necesarias para la racionalización
de las estructuras de las FFyCCSE y el incremento de su eficacia, al tiempo que para mejorar
la seguridad jurídica de las condiciones laborales de sus funcionarios.
a) La unificación del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil en un nuevo cuerpo
de policía civil, en el que se respeten todos los derechos civiles y laborales de sus
integrantes, en condiciones de igualdad con el resto de los funcionarios públicos.
Este nuevo cuerpo policial atendería la demanda histórica de la mayoría de los
profesionales de ambos cuerpos, mejorando y homogeneizando su calidad como
servicio público en todo el territorio nacional, disminuyendo el coste de su
organización al evitar duplicidades y conflictos de competencias, al tiempo que
impulsaría la modernización de todas sus estructuras y el reconocimiento de
algunos derechos civiles, negados hasta ahora, especialmente a los funcionarios
de Guardia Civil.
La convergencia de ambos cuerpos debería abarcar todas aquellas competencias y
servicios públicos/policiales que afectan a la defensa de las libertades, a los
derechos de los ciudadanos y a la seguridad ciudadana, manteniéndose la Guardia
Civil actual, con carácter militar, en la vigilancia de fronteras y misiones exteriores
en procesos de paz.
b) Promulgación de un nuevo marco legal que establezca con claridad la distribución
de competencias de cada uno de los operadores en seguridad; su modernización y
adaptación a los actuales compromisos internacionales; pero, en tanto esta nueva
situación no es posible, la exigencia del estricto cumplimiento de la aún en vigor
Ley Orgánica 2/1986, de 13 marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad;
comprometiéndose el SUP en el futuro a tomar parte activa en la denuncia de su
incumplimiento, tanto ante las instancias jurídicas nacionales como aquellas
internacionales que se consideren oportunas.
Al margen de la nueva legislación que pueda surgir, es urgente superar las
discriminaciones profesionales, económicas y laborales de los distintos cuerpos
policiales, carentes de lógica desde la perspectiva del interés general o de la
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eficacia policial, que tanta desmotivación y desafecto generan en aquellos que la
padecen. Es especialmente gravosa la desigualdad retributiva y de acceso a
recursos profesionales de CNP y GC en comparación con las policías autonómicas.
c) La promoción de las mejores prácticas de transparencia en los órganos de
dirección y administrativos de las FFyCCSE, asegurando la formación de sus
integrantes en aquellas materias normativas que les permitan exigir una correcta
gobernanza en el seno de esas instituciones, especialmente la aplicación de la
muy mejorable Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de la transparencia, acceso a la
información pública y del buen gobierno.
El ejercicio y la exigencia de la transparencia, en cualquier marco público, es uno
de los principios inspiradores de la nueva dirección del SUP, comprometida en su
apoyo con todas aquellas iniciativas institucionales o civiles contra la corrupción,
las desviaciones de poder en el seno de la Administración y por la transparencia
institucional.
El SUP aprecia un grave y progresivo estado de deterioro del nivel de implicación y
motivación entre sus funcionarios, propiciado esencialmente por la perversión de los
procedimientos que afectan a su reconocimiento profesional, su promoción y la asignación
de los puestos de trabajo, sin olvidar las “tendencias” militares imperantes en los últimos
años, ajenas a la búsqueda de eficacia, cuyo único objetivo reseñable es el ensalzamiento y
boato por parte de algunos “mandos” proclives a esta estética castrense.
Por ello, el SUP propone la actuación política para intervenir sobre este deterioro y
corregir esta inercia negativa, actuando en los procesos internos del Cuerpo Nacional de
Policía que afectan a:
a) Los procesos de ascenso. Estos procedimientos deberían sustentarse
exclusivamente en pruebas objetivas y mensurables. Han de corregirse las
prácticas actuales, que permiten la abierta y completa discrecionalidad de los
miembros de los tribunales, que también son designados, libremente, por la
dirección política del CNP; esto provoca una percepción subjetiva de
coyunturalidad, de tráfico de influencia y prevaricación, con unas consecuencias
perniciosas para un colectivo que se ve sujeto a variables impredecibles dentro
de sus aspiraciones laborales.
Evitar esto es sencillo y su coste cero, sólo es necesario una actuación honesta y
transparente. Unas elementales medidas, corregirían tal perversión y
cambiarían inmediatamente esa negativa percepción del colectivo:
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-
La designación como miembros de los tribunales a funcionarios de
Escala superior a la opositora (por orden de escalafón) o de
funcionarios que ocupen determinados puestos de trabajo (con
similar criterio).
-
Primar numéricamente las plazas a las que se accede por antigüedad y
respetar su número (en algunas promociones esto ha sido una
indecente entelequia).
-
Suprimir la entrevista personal y, de no considerarse esta medida, que
sus preguntas se delimiten a una batería previamente elaborada y de
forma aleatoria, impidiendo que ningún miembro de los tribunales
elija cuestiones personalizadas, en función de su afinidad con el
opositor.
-
La participación de miembros de los sindicatos policiales en los
procesos de promoción, designados aleatoriamente por estas
organizaciones, con voz pero sin voto y con el objeto de ser
supervisores externos e imparciales en estos procesos.
No obstante, el SUP considera que las plazas de antigüedad, en cualquiera de
los procesos de promoción, deberían de cubrirse directamente por estricta
baremación profesional dentro de cada una de las diferentes categorías; es decir,
estricta antigüedad, mérito y capacidad (todos los profesionales del CNP tienen un CV
actualizado permanentemente en función de sus años de servicio, sus méritos
académicos y sus méritos profesionales)
b) Los reconocimientos profesionales y especialmente la concesión de
condecoraciones pensionadas, han de someterse a legislación en vigor1 y con
criterios de igualdad de oportunidades, mérito y capacidad. Si fuera necesario,
y en todo caso consensuado con los representantes de los funcionarios, podría
modificarse para contemplar determinados servicios que no conlleven riesgos
físicos, pero que requieran una gran implicación y preparación técnica, evitando
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Aunque la actual regulación es de 1.964, contempla requisitos más objetivos y puros que los que de hecho se
aplican discrecionalmente en la actualidad. Es necesaria su modificación legislativa para contemplar
determinados servicios que no comportan riesgo físico, pero que requieren una gran implicación y preparación
técnica. Pero deberá hacerse tasando los supuestos, no de forma vaga y genérica
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la imprecisión y la denominación genérica de los méritos, cuna del actual vicio
en la concesión de las cruces con distintivo rojo.
En todo caso, aún sin llevarse a cabo ninguna modificación normativa, podría
garantizarse la legitimidad del proceso, siendo exigible la aplicación de la Ley
19/2013, de 9 de diciembre, de la transparencia, acceso a la información pública
y del buen gobierno, cuyo incumplimiento podrá implicar la exigencia de
responsabilidades judiciales a quienes nieguen el acceso a la información de
aquellos expedientes que hayan motivado su concesión e impedido, por tanto,
su consecución para otros que pudieran conseguir su ingreso en esta meritoria
orden policial. Todo con las garantías de protección de los datos de carácter
personal, que si bien impide publicar datos identificativos, no imposibilita
conocer los méritos acreditados para el ingreso en la OMP.
Así, la simple publicación de los méritos de los agraciados con cruces al mérito
policial pensionadas, salvaguardando los datos de carácter personal, dejarían
fuera la posibilidad de cualquier concesión discrecional fuera de lo que marca la
Ley.
c) La designación para determinados puestos de trabajo, reduciendo o
eliminando aquellos que actualmente se cubren por el procedimiento de libre
designación; tal como establecen las sentencias de distintos tribunales
superiores2 que atañen a nuestro actual catálogo de puestos de trabajo, al
menos para todos aquellos iguales o inferiores a un nivel administrativo 28. No
obstante, este sindicato considera que una auténtica policía profesional e
independiente de influencias políticas, tal como nuestra reciente historia ha
puesto en evidencia, no es posible si los puestos de trabajo de nivel 29 siguen
siendo designados por los distintos gobiernos, sea cual sea su signo político.
En todo caso, también es ABSOLUTAMENTE exigible el cumplimiento de nuestra
jurisprudencia respecto de cómo han de cubrirse los puestos por el
procedimiento de libre designación. Estos puestos de trabajo han de ser
convocados expresando, sin ninguna duda, cuales han de ser los méritos
requeridos a los aspirantes; y en su adjudicación, han de atenderse sus méritos
y capacidades. En ningún caso, tal como han estimado nuestros más altos
tribunales, la libre designación puede utilizarse como una prerrogativa
discrecional que permita la perversión de los intereses generales de la Función
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STSJ M 14729/2009 y STSJ M 14003/2009 (interpuestas por SUP y SPP) y actualmente incumplidas en gran
parte.
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Pública y sustituirlo por otros personales, en ocasiones, de muy difícil
justificación3.
En este mismo marco de protección del interés general en la designación de los
puestos de trabajo en el CNP, este sindicato propone dotar de una mayor seguridad
jurídica a los integrantes de la Escala Superior en sus puestos de trabajo,
especialmente la de quienes desempeñan jefaturas de unidades especializadas,
sujetos actualmente a un procedimiento de “ libre disposición” de aquellos que
ejercen el poder político en el seno del CNP y que utilizan este sistema de
adjudicación como un instrumento para adherir lealtades espurias o castigar a quienes
no se someten a sus intereses.
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Sólo es necesario exigir, incluso por la vía penal cuando reiteradamente se incumple, nuestra profusa
jurisprudencia sobre estas cuestiones, de la que son exponentes dos sentencia recientes: STC 238/2012, de 12 de
diciembre (negando el poder omnímodo de la Administración para la asignación de puestos de libre
designación, exigiéndole su ejercicio bajo los principios de mérito y capacidad) y la STS de 13 de mayo de 2013
(recurso de casación 2398/12) en la que determina como exigibles a la Administración la excepcionalidad de
este procedimiento y su justificación individualizada caso a caso.
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