CLIVE NICHOLS / ALEX JEFFERSON THE GARDEN COLLECTION / NICOLA STOCKEN TOMKINS Paisaje interior de geranios y gitanillas MMGI / MARIANNE MAJERUS Aunque acostumbrados a la fuerza del sol directo, los geranios, en todas sus variedades —gitanillas (Perlargonium peltatum), geranios comunes (P. zonale) y geranios de pensamiento (P. grandiflorum—, también pueden vivir en un jardín de invierno en las zonas menos cálidas. Aquí lucen sus tonos más suaves —blancos, malvas, púrpuras, rojos casi negros— en un porche con el techo acristalado del que cuelgan cestas con plantas. En invierno, los Pelargonium empiezan a sufrir cuando el termómetro baja de los 10º, y en zonas de heladas conviene protegerlos o llevarlos a cubierto, ya que no resisten temperaturas de menos de 0º. Prefieren una atmósfera más bien seca, y en los meses más fríos conviene concederles un descanso cesando por completo los riegos. Eso sí, para asegurar una buena floración requieren un mínimo de horas de sol directo al día. Una ventaja de los invernaderos: la polilla del geranio no suele entrar a hacer sus visitas. Reposo entre orquídeas y clivias Un jardín de interior como este ofrece las condiciones ideales para cultivar orquídeas. En ese caso Cymbidium (ver la ficha en www.verdeesvida.es), cuyas varas de flores surgen en pleno invierno. Las clivias en flor (Clivia miniata) aportan sus restallantes ramilletes anaranjados, al igual que el ave de paraíso (Strelitzia regina), un arbusto que al exotismo de sus flores añade un follaje de color verde azulado muy decorativo. Este porche acristalado se funde en el jardín exterior de una forma perfecta. Una habitación de la casa poblada de plantas De no ser por su techo acristalado, este jardín de invierno podría ser el pequeño salón informal de una casa, con su alfombra artesanal, su mullido sofá y demás detalles de confort. Las plantas se han colocado junto a un amplio ventanal orientado al sur. Entre ellas, muchas trepadoras y un gran floripondio (Datura x candida) de grandes flores amarillas. Los tiestos están dispuestos a distintas alturas, incluso en una estantería anclada a la pared. para asegurar a las plantas la humedad ambiental que les resulta tan beneficiosa, especialmente a las que son de origen tropical. Los diseños de fuentes abarcan actualmente todos los estilos y materiales, tal como podrás comprobar en tu centro de jardinería. Los nebulizadores y humidificadores son también muy eficaces, pero sin el encanto de las fuentes. • La selección de plantas: Hay jardines de invierno lo suficientemente grandes y amplios para albergar ejemplares botánicos de gran tamaño, ya sean palmeras, árboles como los distintos tipos de ficus, incluidos los gomeros, coníferas como el pino de Norfolk, arbustos y trepadoras como los jazmines típicos de climas cálidos... Pásate por la sección de plantas de interior de tu centro de jardinería y te sorprenderá la gran cantidad de especies que puedes cultivar en un jardín de invierno. Si tienes dudas respecto a alguna planta que te haga especial ilusión solo tienes que consultar sobre su viabilidad a uno de sus expertos. ✿ 9