Katsakual +nkat Awá: LA GRAN FAMILIA AWA EL MARCO JURIDICO Este marco jurídico se apoya en el Derecho Mayor del Pueblo AWA, que integra la Gran Familia Binacional AWA; GFBA expresado en autoridades y normas tradicionales que rigen la vida de las comunidades, y en los cuerpos legales nacionales, e instrumentos internacionales vigentes y los que en el futuro se adopten, que protejan los derechos de los pueblos indígenas. Normas indígenas • Ley de origen La ley de origen contempla a los seres animados que nacen de la tierra; nos describe la organización del territorio y su sacralidad. La ley de origen muestra la espiritualidad de nuestro pueblo indígena, y supone la relación de los cuatro elementos: Agua, Tierra, Fuego y Aire. Nuestra ley de origen se refiere, también a la ciencia tradicional y el conocimiento ancestral indígena, garantiza el equilibrio y la armonía de la naturaleza, el orden y la permanencia de la vida. Relata los antecedentes de nuestra propia forma de organización, de nuestros dioses y formas de relacionamiento ancestral, y esta ley de origen se reproduce en nuestras creencias, y leyendas. • Ley natural La ley natural se refiere al conjunto de normas objetivas que rigen la naturaleza, independiente de la voluntad de nosotros los seres humanos. Por ejemplo, la ley del día, la ley de la lluvia, la ley del viento, el ciclo de la vida: nacer, crecer, reproducir y volver al seno de la tierra. La ley natural es la que hace que como indígenas miremos, sintamos, escuchemos y respetemos, en una relación de seres humanos y la naturaleza que conserva el equilibrio natural. • Derecho mayor Antes de la llegada de los españoles, estos territorios estaban habitados por nuestros antepasados con gobiernos, normas, costumbres, usos, castigos y lengua propios. Nuestros ancestros poseían un amplio conocimiento de las plantas, los ríos, los animales, el cosmos y se regían por conceptos propios, sin atropellar a los hermanos que compartían nuestro territorio. Hoy continuamos manteniendo nuestro gobierno propio, habitando parte de ese territorio ancestral, aprovechándolo, protegiéndolo y luchando 1 para conservarlo donde ejercemos nuestra justicia, porque estamos desde antes de la llegada de los españoles, y antes que dictaran las leyes de las Repúblicas. Es una herencia de los mayores, por ser naturales de estas tierras, y se tienen derechos anteriores a las propias constituciones políticas de nuestros países. Decimos que ese Derecho Mayor es consuetudinario porque ha sido transmitido por parte de nuestras autoridades espirituales de generación en generación, e incluye el derecho a señalar normas de comportamiento social, y sanciones en caso de incumplimiento. • Territorio Para nosotros el territorio es el espacio natural, cosmogónico y socio-cultural sagrado, donde se genera la vida de todos los seres, porque este es vivo. En el territorio desarrollamos el pensamiento y lo recreamos como pueblo indígena. Consideramos que la madre tierra es nuestra segunda madre; el territorio es mucho más que un resguardo, tiene sus derechos y unos principios que manifiestan nuestros conceptos sobre la vida. Nuestro territorio indígena representa nuestra identidad, cultura, usos y costumbres, cosmovisión, pensamiento propio. Significa sacralidad, organización social y comunitaria, relaciones sociales y culturales, resistencia, justicia propia. Es la madre de la humanidad, es sagrado y es único. Esta manera como entendemos el territorio, ha llevado a que en tratados internacionales y en declaraciones constitucionales se reconozca que la propiedad colectiva que las comunidades indígenas ejercemos sobre nuestros resguardos y territorios tiene el carácter de derecho fundamental, no sólo porque tales territorios constituyen nuestro principal medio de subsistencia, sino también porque forman parte de nuestra cosmovisión y religiosidad. La posesión, manejo y control de nuestro territorio es anterior a la organización de los Estados, y está basada en principios ancestrales que rigen nuestra vida como Awá. El territorio es de carácter colectivo, nos pertenece a todas las familias que conformamos la nación Awá y su ocupación ancestral obedece a una tenencia tradicional ligada a una continuidad histórica y es la base para el desarrollo de nuestros usos y costumbres. Desde tiempos ancestrales, cada familia tenemos un Sau, o sea un pedazo de tierra que usamos para nuestra vivienda y para los cultivos. Esto no quiere decir que sea de propiedad individual, pues el territorio es un derecho colectivo y es base fundamental para nuestra identidad, supervivencia y cultura como Awá. 2