Reviísta I^nciclopédíica Que etxisaban mon cor; Y à mon cant amorós, Responia una veu sonora y pura; jïal com la veu de una gentil criatura! iïa! com la veu de un àngel misteriós! jo enamorat de aquella veu preciosa La escoltaba extasiat; ¥ buscaba agrehinl la nit urabrosa Aquella de la veu ma nina hermosa Mon anjel adorat; Y la reixa deixant ITon tinch lo cor clavat per sa mirada, La cantiga n' ohint de ma estimada Me n' entorno à las selvas ^uspirant. Y alli planyen, sols sento com 1' oratje Jugant ab mos cabells; Murmura sens rubor entre l'follatje Qu' entapissanlde vert aquell paratje Don fullas als aussells: Y al oir son cantar, Suspiro per los cants de aquella nina Quina mirada en laiiguiment divina Ja per sempre, may mes, no puch mirar! jpobre de rai! raos dias de ventura Coanl prest habeu fugit! jPobrede rai, que sols sentbo amargura Lo amor habent perdut de la criatura Bell idol de mon pit: Ja no m' resta conçol; Plorau mon desacert llàgrimas mias, A Deu siau mas dilxas y alegrías Plorau mos ulls, plorau mon desconçolü! Vrauciseo de lllas y Otzet. -4!— HiSTOBiil ÜITUBAL. HISTORIA NATURAL Y ANECDÒTICA Kl perx'o caliïm«iia«lo---El perro sacriUcaiIo. —131 perro coniido.-El saibneso.—El perro de guerra.-EI perro tle caza. (Continuacion. ) El empleo del perro en la guerra, es un articulo mas contestable en el código del derecho 'le gentes. No obstaate data de muy léjos en Diputació de Girona — Servei de Biblioteques 299 la historia- de los pueblos primitivos Los antigues reconocieron muy presto la aptitud especial de que està dotado el perro para este efecto. Se comenzó, segun todas las probabilidades por enseííarle à bacer de escucha en las fortalezas, donde podia llenar el puesto de un centinela armado. Este espediente, segun dice el coronel Hamilton Sraith, continuo estando en uso basta la introduccion de los ejércitos regulares. Esta misma vigilància que distingue tan eminenteraente los perros, les ha liecho emplear sobre todo por los turcos, en el servicio de los pueslos avanzados. Entre los bàrbares que invadieron la Europa àntes de Jesucristo lomahan parte en la accion raisma. Cuando Mario derroto los Cimbros, sus legiones tuvierOn que sostener un combaté no menos sangriento que el primero, contra las raujeres y los perros de los vencidos. Los Celtas daban mucha importància à sus perros de guerra; les arraaban de collares guarnecidos de puntas de hierro. y les cubrian el pecho con una espècie de coraza. Sobre un bronce hallado en el Herculano, se ven unos perros previstos de esta armadura, recliazando un asalto que los guerreres dan & una fortaleza. Cierlo pueblo de laGauia, no se contentaba con hacer, llenar a! perro los deberes del soldado eu la guerra; una jauría de dos ó trescientos perros_ hacia parte de la guardià de su rey. No se acabaria si se quisiesen enumerar todos los casos en que el perro ha sido utilizado para la guerra. El que nos toca mas de cerca, si se cree à Gamerarius, es los que sujirió à la reina Isabel de Inglaterra la idea de, enviar a Irlanda seiscientos perros con el ejército de Essex,—es el uso que se liizo de los perros contra los salvajes de la Amèrica. Colon dió el ejemplo en una batalla contra los naturales de Santo Domingo, donde con doseientos infantes, veinte caballos y veinte perros, puso en derrota una multitud innumerable de iodiüs. Los estragos que hicieron estos perros entre los salvages espuestos por su desnudez à sus mordeduras, esparcieron el terror de tal manera, que desde este momento se les gsoció en Amèrica à la mayor parie de las espediciones militares de los europeos. El erapleo de seioejantes auxiliares ha sido hace mucho liempo entre nosotros el objeto de una justa y general reprobacion; lo que impidió à nuestro gobierno el hacer pasar, en 4795, un centenar de sabuesos à la Jamaica, para atacar à los negres cimarrones. Cuando se pusieron à la prueba estos animales, por medio de un fuego figurado, se precipitaren adelante con impetuosidad., arrastrando tras elles los que les guardaban reteniendeles con cuerdas; y en su furor, mordiendo y rompiendo los fusiles. Dichosaroente los