FINANCIAL SERVICES Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario kpmg.com.ar 2 | Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario ¿De qué depende el financiamiento de la actividad productiva? En el informe anterior de este Foro mencionamos la relevancia del financiamiento propio (y el nivel del tipo de cambio) en el financiamiento del capital de trabajo y proyectos de inversión de las empresas, reduciendo así la necesidad de un mayor nivel de intermediación bancaria y no bancaria. Dentro de este marco, en otra oportunidad hemos analizado la relación entre el financiamiento bancario y el nivel de actividad (tanto de las distintas provincias como, por separado, de los distintos sectores económicos), relación que sigue siendo positiva a pesar del fuerte componente del autofinanciamiento, pero que difiere de manera sensible entre provincias y entre sectores, presumiblemente por distintos dinamismos relativos manifestados en distintas estrategias de inversión, como por distintos grados de financiamiento interno a la firma que reflejan diferentes niveles de capital financiero acumulado y de flujos de rentabilidad. En este informe, intentamos analizar en su conjunto las dos dimensiones antes evaluadas por separado: la dimensión geográfica (a nivel provincial) y la dimensión sectorial (a un dígito del nomenclador), las cuales vincularemos con el stock de préstamos bancarios. Como no es factible encontrar datos de producto bruto a nivel sectorial dentro de cada provincia, estudiaremos la información de dinámica empresarial y de empleo de cada uno de los sectores y provincias analizados, cuya fuente es del Ministerio de Trabajo, que utiliza datos de empresas y empleo registrados en el Sistema Integrado Provisional Argentino, y veremos que los mismos están asociados al nivel de financiamiento bancario, aunque con interesantes matices que resaltaremos. Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario | 3 CREACIÓN NETA DE EMPRESAS PRIVADAS El crecimiento del número de empresas parece haberse estancado en el año 2008. Desde ese año, el número de empresas creció sólo un 3,4% (0,7% anual), mientras que en los 6 años anteriores (2003-2008) la tasa de crecimiento anual había ascendido a 7,6%. Por otro lado, en los dos años que fueron de 1996 a 1998, última etapa del ciclo ascendente anterior, el aumento del número de empresas había sido de 2,4% anual. Por supuesto, el grueso de las firmas se ubica en el sector servicios, y fue en este sector (que incluye construcción, comercio, y otros servicios) en donde se evidenció en mayor crecimiento en el período 2003-2008 y la menor caída relativa en el período 2008-2012. El sector industrial, por ejemplo, creció menos en el período de auge que el sector servicios (44%) e incluso el número de empresas se retrajo 1% en los últimos cuatro años. De manera más pronunciada, la actividad primaria mostró el mismo comportamiento. Dentro del sector servicios, es interesante remarcar que intermediación financiera y hoteles y restaurantes aumentaron por arriba de la media en estos dos períodos (en 2008-2012, lo hicieron en 13% contra el 4% del total de servicios), mientras que actividades inmobiliarias y empresariales lo hicieron por debajo (1% de aumento en los últimos cuatro años). 4 | Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario Empresas por tamaño Por tamaño, se observa que en el período 2002-2008 todas las clases de empresas vieron aumentar su número pero más lo hicieron las compañías grandes. En el período 20082012 se observó el mismo patrón, con empresas chicas aumentando su número en menor medida que las grandes. Habitualmente se menciona el rol de las PyMEs como motor del crecimiento de la economía en los años post-crisis y estos datos muestran que no se observó el esperado aumento relativo de nuevas empresas pequeñas y micro. Sin embargo, en una economía relativamente chica como la nuestra, donde los problemas de escala y alcance resultan bastante acuciantes, este comportamiento no deja de ser estimulante, reflejando una necesaria consolidación que permita incrementar la productividad. Por otro lado, llama la atención que en el período de auge fueron las empresas constituidas como personas físicas las de Fuente: MTEySS – Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial Fuente: MTEySS – Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial mayor incremento, en detrimento de las sociedades anónimas. En el período de pseudo-estancamiento, por otro lado, esta clase de empresas detuvo su incremento al tiempo que las SA y SRL incrementaron su participación relativa. En el gráfico siguiente se observa que, en los últimos cuatro años, el mayor crecimiento relativo de las empresas de más de 200 empleados fue explicado por el sector comercio y el resto de los servicios, mientras que el menor crecimiento relativo de las empresas chicas correspondió, mayormente, a lo ocurrido en el sector primario e industrial. Es interesante resaltar que, en el período 2008-2012, más allá de la recesión inicial, responde a un lapso en el que el Gobierno ha impulsado, a través de distintas políticas crediticias, el desenvolvimiento del sector industrial. Por lo visto, esto no se ha visto reflejado en el número de cantidad de empresas. Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario | 5 EMPLEO REGISTRADO EN EL SECTOR PRIVADO El empleo registrado en el sector privado mostró una evolución similar a la del número de empresas, pero en esa tendencia se esconde el hecho de que el empleo promedio por empresa no fue constante: creció hasta la crisis del 2001 (incluso en el período recesivo de 1998-2001, señalando que la cantidad de empresas cayó todavía más que el empleo), disminuyó posteriormente hasta entrado el año 2004, y volvió a crecer posteriormente (empleo aumentando más que el número de empresas) interrumpido por la recesión del año 2009. Al igual que el número de empresas, el empleo creció más en el sector comercio y servicios, especialmente en el período de los últimos cuatro años, pero también fue muy positivo el crecimiento del empleo formal en la industria en la etapa del apogeo económico (2002-2008), aunque el incremento estuvo por debajo del correspondiente al promedio de la economía. El empleo en el sector construcción creció de manera formidable en aquella etapa, pero se estancó en los últimos tiempos a raíz del brusco estancamiento del sector a partir de los controles cambiarios que afectaron la coordinación de oferta y demanda por la falta de señales de precios adecuadas. En base a los números de empleo, ¿se advierten síntomas de enfermedad holandesa?1 La apreciación cambiaria resultante de los incrementos de nuestros productos primarios exportables o de la entrada de capitales puede hacer que las empresas menos productivas en una industria quiebren, lo que mejorará la eficiencia y la productividad en el sector. Pero la pregunta es: ¿hacia dónde irán esos recursos recién liberados? Podría ser hacia las actividades de mayor productividad. Pero si las nuevas empresas necesarias para albergar los recursos liberados no se establecen por sí mismas debido a distintos inconvenientes que las fuerzas del mercado no pueden resolver, estos podrían permanecer ociosos y desempleados, o alternativamente podrían pasarse a sectores de menor productividad potencial. 1 Entendemos al concepto de “enfermedad holandesa” como el daño generado en diversos sectores transables (por ejemplo, industriales), a través de la reducción de los márgenes de ganancia, como consecuencia de la apreciación del tipo de cambio real (ya sea con una apreciación del tipo de cambio nominal como con inflación de precios y costos), a partir de la entrada de divisas por aumento del precio de los commodities exportables (en Argentina, principalmente, soja y sus derivados, pero también otros bienes primarios) o la entrada de capitales desde el exterior. Para que esto sea denominado efectivamente “enfermedad”, el daño en un sector no debe ser compensado por el beneficio en otro, de modo que la totalidad de la economía, ya sea en términos de empleo, producción o productividad, se ve deteriorada. 6 | Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario Dejando de lado el hecho de que la apreciación real en curso no parece ser consecuencia del boom de commodities sino más bien de un cuadro fiscal y monetario que poco ayuda a un objetivo cambiario, afortunadamente dicha apreciación no ha redundado en un incremento del desempleo, más allá del período recesivo de parte del 2008 y 2009. Por otro lado, el sector agropecuario emplea sólo una parte mínima del total de trabajadores, aun considerando todas las actividades conexas, que son muchas, y la actividad primaria, lejos de haber sido un polo atractor de empleo, vio reducir su participación en el empleo total. En Argentina, la “enfermedad” se tradujo en una mayor participación del empleo en servicios que no están sujetos al rigor de la competencia internacional, con lo que no está claro que así se incrementen los estímulos a la innovación e incorporación de tecnología para un desarrollo más vigoroso. Es cierto, los incrementos de la productividad en varios países desarrollados provino, en los últimos tiempos antes de estos tiempos aciagos, del sector comercio minorista y de los servicios en general. ¿Pero este puede ser un espejo para economías más chicas y menos desarrolladas? En Argentina, la mayor participación del empleo en servicios podría ser un rasgo de enfermedad holandesa pero lo cierto es que venía dándose desde antes de la apreciación cambiaria. Por ahora, la economía no se primarizó ni dejó mayores recursos ociosos, pero tampoco se industrializó; sólo se terciarizó, es decir, se orientó al sector servicios. No sabemos si la apreciación real del peso se expresó en holandés o en chino, o fue la expresión de manejos fiscales y monetarios no consistentes con una determinada política cambiaria; pero no podemos decir que la ausencia de un cambio de patrón productivo sustancial fue culpa de una enfermedad porque nunca se llegó a vislumbrar, en los datos disponibles, ninguna metamorfosis productiva desde la crisis de 2001. En este contexto de pérdida gradual de competitividad se enmarca una firme política proteccionista (vía derechos aduaneros y otras medidas de comercio exterior, así como también mediante el establecimiento de subsidios y precios bajos en servicios públicos que inciden en la matriz de costos) tendientes a proteger a la industria. Correlación empleo y número de empresas por sector y por provincia Se observa que, en cada sector, la relación entre el número de empresas y el empleo es relativamente lineal, aunque más constante en el sector industrial, y con alguna dispersión entre provincias en los sectores de servicios, incluyendo al comercio minorista y mayorista. Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario | 7 CANTIDAD DE EMPRESAS, EMPLEO Y FINANCIAMIENTO En los siguientes gráficos podemos ver que la correlación entre el empleo sectorial y provincial con el financiamiento bancario es similar a la verificada entre la cantidad de empresas y el financiamiento. En efecto, teniendo en consideración las particularidades de cada sector en términos de productividad laboral (siendo la actividad primaria tierra intensiva, y el sector servicios, mano de obra intensiva, lo cual implica mayor producto por trabajador en el primer caso, y menor producto por trabajador en el segundo), se observa que en todos los sectores el financiamiento está verdaderamente atado al empleo de mano de obra y la cantidad de empresas, y correspondientemente, al nivel de actividad. Lógicamente, en los gráficos se observa que la relación entre cantidad de empresas y financiamiento es muy similar en los sectores primarios e industriales, hecho que no se verifica cuando se lo compara con el empleo (gráfico de la izquierda), precisamente porque la actividad industrial es más mano de obra intensiva que la actividad primaria (agricultura, ganadería, pesca, minería y petróleo). Esto sugeriría que el número de empresas puede ser una variable más relevante que el empleo si se quiere encontrar una regularidad con el nivel de financiamiento: el stock de préstamos bancarios se encuentra más atado al número de entidades que el empleo contratado por las mismas. Sin embargo, como se ve en el gráfico de la derecha, está relación similar entre cantidad de firmas y de préstamos no se mantiene en el sector servicios, cuyo financiamiento resulta significativamente menor en relación con el número de firmas. ¿Tendrá que ver en esto el tamaño de las mismas? Si miramos las mismas correlaciones pero para empresas medianas y grandes (cantidad de empresas y empleo), los resultados son los siguientes: Si sólo las empresas medianas y grandes (“megras”) hubiesen tomado préstamos bancarios, la relación entre el sector industrial y el de servicios se asemejaría esta vez, reflejando el hecho de que el sector servicios tiene una participación de empresas megras bastante menor que en el sector manufacturero (12% en el promedio provincial, contra 27% provincial para el sector industria). Sin embargo, se observa que el sector primario refleja una curva mucho más empinada que los otros dos sectores, evidenciando a su vez que, si fueron sólo las megras las que solicitaron créditos (y les fueron otorgados), lo hicieron por cantidades o montos mucho mayores por empresa en relación con los otros dos sectores. 8 | Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario FINANCIAMIENTO POR EMPRESA Y POR EMPLEADO EN CADA PROVINCIA Y SECTOR Como vimos, más allá de la relación positiva entre financiamiento y actividad (medida como cantidad de empresas y cantidad de empleados), existen claras diferencias entre sectores productivos, y presumiblemente, también entre provincias. Por ello, y sin querer ahondar en los motivos de las mismas (que podrían incluir variables tales como las expectativas de retorno de cada actividad en cada provincia, la participación de la actividad “en blanco”, la misma cultura crediticia a través de la historia reciente, las alternativas de financiamiento, etc.), en las tablas de a continuación se establecen los niveles de crédito por sector y lugar, en relación con la cantidad de empresas y empleados. Consecuentemente, como en el sector primario las megras tienen una participación todavía menor que en el sector manufacturero, las pendientes de las relaciones tampoco pueden unificarse, con lo que no podemos encontrar una variable adecuada para encontrar una relación similar entre los distintos sectores: existe una clara correlación positiva entre nivel de actividad (medida por empleo o cantidad de empresas) y financiamiento, en un análisis entre provincias y sectores, pero esta relación tiene características diferentes para cada uno de estos, discrepancias que no pueden salvarse usando distintas variables como aproximación al nivel de actividad (empleo, empresas totales o empresas “megras”). Como la explicación del por qué cada sector tiene niveles de financiamiento diferentes es, tal vez, más fácil de encontrar, agrupamos esta información en primer lugar por sectores, para así analizar el desempeño de cada provincia en relación con dicho sector. Poniendo el foco de esta manera, se puede observar de manera más directa en qué provincia un determinado sector está más o menos abastecido por crédito bancario, ya sea por unidad de empresa como por empleado. Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario | 9 PRÉSTAMOS POR EMPRESA 10 | Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario | 11 PRÉSTAMOS CADA MIL EMPLEADOS 12 | Movilidad de empresas, empleo y financiamiento bancario Acerca del Foro de Servicios Financieros de KPMG Argentina Foro de Servicios Financieros de KPMG Argentina es un sitio de KPMG en Argentina que contiene información relevante vinculada a la industria de Servicios Financieros que abarca desde bancos y otras entidades financieras hasta seguros. 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