TOS Concepto La tos es una respuesta de carácter

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TOS
Concepto
La tos es una respuesta de carácter explosivo que defiende al árbol respiratorio de la presencia de cuerpos extraños o de una excesiva acumulación de moco. Por consiguiente, es
normal que las personas tosan, sin que ello signifique que presentan ninguna patología.
Hasta dos veces por hora se estima que es una cadencia perfectamente fisiológica. Una
mayor frecuencia puede sugerir la existencia de algún problema patológico.
Según el origen del estímulo, pueden producirse diversos tipos de tos, que se engloban fundamentalmente en dos: tos productiva y tos improductiva, según sirva o no para eliminar
las secreciones acumuladas en las vías respiratorias.
La percepción de la tos por parte del paciente varía de forma muy considerable. Puede ser
muy molesta cuando se manifiesta en forma brusca, en especial si va asociada a dolor en el
pecho u otras manifestaciones. Sin embargo, si la tos se desarrolla de forma paulatina a lo
largo de años o incluso décadas (como ocurre en los fumadores), el paciente llega a no percibir la tos o simplemente la considera como un elemento más del funcionamiento de su organismo.
La tos es un reflejo defensivo y, como tal, beneficioso. Sin embargo, cuando no cumple esta
función puede inducir la aparición de alteraciones o producir complicaciones, eventualmente
graves:
- Autoperpetuación de la tos.
- Hemorragia subconjuntival o intensificación de una hemorragia intracraneal previa.
- Lesiones laríngeas.
- Fracturas costales o vertebrales.
- Cefalea, depresión, insomnio, incontinencia urinaria.
- Síndrome tusígeno, por hipoperfusión cerebral (en caso de incapacidad para producir
una espiración rápida y corta).
- Dolores torácicos y abdominales, de origen musculoesquelético.
- Neumotórax o enfisema subcutáneo.
- Hernias abdominales.
Etiología y epidemiología
Las causas patológicas de tos persistente son numerosas. En la Tabla 1 están recogidas algunas de las más importantes. Sin embargo, estas causas patológicas no son homogéneas
entre los diferentes grupos de edad. En los niños pequeños (hasta 18 meses), las causas
más comunes son el asma, el reflujo gastroesofágico y la existencia de anomalías vasculares. Hasta los 16 años de edad, las causas más comunes son el asma y la sinusitis, siendo
relativamente común la tos psicogénica en los adolescentes. En los adultos, la causa más
común es el goteo nasal (posnasal), el reflujo gastroesofágico y el asma.
La tos es un síntoma característico de la existencia de contaminación ambiental u ocupacional por agentes irritantes. También puede ser producida por cambios de temperatura o grado de humedad del aire inspirado (niebla, aire acondicionado).
Determinados tumores del árbol respiratorio (pulmón, laringe) también producen tos, generalmente acompañada por sonidos peculiares. De igual manera, la alteración nerviosa del
reflejo tusígeno o la existencia de enfermedades que cursen con insuficiencia alveolointersticial (insuficiencia cardíaca, alveolitis alérgica o fibrosante, neumoconiosis, colagenosis,
neumonías, embolia pulmonar, granulomatosis, etc), también pueden desencadenar tos.
Ciertos grupos de medicamentos son capaces de inducir la producción de tos. Quizás, de
todos ellos, los más característicos sean los antagonistas de la angiotensina-convertasa.
Se estima que entre un 5% y un 20% de los pacientes tratados con estos fármacos experimentan tos, eventualmente intensa (hasta el punto de obligar a suprimir el tratamiento en algunos pacientes). Se trata de una tos improductiva (seca) y persistente, que tiende a aparecer con algún retraso (hasta seis meses después del inicio del tratamiento) y desaparece al
cabo de 1-4 días tras la suspensión del tratamiento. Este tipo de tos suele ser refractario al
tratamiento con fármacos antitusivos.
No está demasiado claro el mecanismo por el que producen este efecto, aunque parece ser
que son capaces de estimular las fibras C de los nervios sensoriales que trasportan los estímulos tusígenos aferentes hacia el centro medular de la tos. También se ha sugerido que
la inhibición del proceso de transformación de angiotensina I en angiotensina II (catalizado
por la angiotensina convertasa) podría traducirse en un cierto acúmulo de angiotensina I, la
cual es un mediador bioquímico capaz de provocar broncoconstricción, proceso que a su
vez es susceptible de provocar tos.
También los beta-bloqueantes de carácter no cardioselectivo podrían desencadenar tos en
algunos pacientes, como consecuencia de procesos broncoespásticos. Asimismo, ciertos
preparados farmacéuticos para aerosolización respiratoria podrían provocar tos, incluyendo
ciertos medicamentos antiasmáticos (cromoglicato, corticosteroides, etc).
Hay algunas curiosidades, como la tos inducida por irritación del canal auditivo externo (pelos, cerumen compactado), que puede provocar la estimulación del IX par craneal, el cual
inerva la membrana timpánica.
Finalmente, hay formas de tos psicógena. Es frecuente toser como forma de aliviar la tensión nerviosa o incluso para llamar la atención de la audiencia. Esta forma de tos psicógena
suele aumentar en los estados de estrés.
Tabla 1. Causas de la tos
CATEGORÍA
Alérgica
Infecciosa
Congénita
Por aspiración
Pulmonar
Psicogénica
Traumática
Neoplásica
Otológica
Ambientales
Iatrogénica
Cardiovasculares
ETIOLOGÍA
Asma, rinitis alérgica o atópica.
Sinusitis, bronquitis crónica, adenoiditis, tos ferina, tubersulosis, infestaciones parasitarias, crup, infecciones por clamidias.
Anomalías del cayado aórtico, estenosis subglótica, traqueomalacia, quistes broncogénicos, duplicación esofágica, estenosis bronquial y/o traqueal.
Reflujo gastroesofágico, fístula traqueoesofágica, fisura laringotraqueal, inmobilidad
esofágica, parálisis de las cuerdas vocales, acalasia, descoordinación faríngea, alteraciones neurológicas.
Fibrosis quística, discinesia ciliar, displasia broncopulmonar, déficit de alfa-1-antitripsina.
Tos psicogénica.
Cuerpos extraños en bronquios, nariz, laringe, traqueo u oído.
Hemangioma subglótico, papilomatosis, neoplasia bronquial o pulmonar, masas mediastínicas o cervicales (por compresión traqueal).
Cerumen, cuerpos extraños, infecciones, neoplasias, presencia de pelos en el canal del
oído.
Tabaquismo (activo o pasivo), sequedad, calor.
Inhibidores de la angiotensina convertasa, Betabloqueantes, aerosoles antiasmáticos.
Insuficiencia cardíaca congestiva, insuficiencia ventricular izquierda, enfermedad cardíaca reumática, estenosis mitral.
Tratamiento
Básicamente, existen dos niveles de actuación farmacológica para prevenir el reflejo de la
tos:
- Depresión de la función del centro de la tos situado en la médula: Como centro encargado de recibir los estímulos y coordinar, de forma refleja (sin acceder al sistema nervioso
central), la respuesta efectora, sin duda se trata de la estrategia más eficaz para controlar la
tos. La existencia de fibras de tipo C, cuyos neurotransmisores fundamentales son la sustancia P y otras taquikininas, hace que el empleo de fármacos opiáceos, que reducen la secreción de tales taquikininas, tenga resultados antitusígenos importantes.
- Reducción de la irritación primaria. Consiste en eliminar el agente causante del estímulo
(partículas, exceso de cantidad y/o viscosidad del moco), o bien impedir o reducir su actividad irritante. Para conseguir estos objetivos se recurre a tres tipos de sustancias:
- Demulcentes: Suavizan la mucosa laríngea, formando una capa protectora de saliva,
que se interpone físicamentre entre el agente irritante y el receptor tusígeno. El demulcente más simple es el agua, aunque su eficacia es cuestionable (tanto como la de los
caramelos de miel, limón, etc). El propio vehículo (jarabes, etc) de determinadas prepa-
raciones farmacéuticas puede tener un efecto demulcente objetivo y ser más eficaz que
el o los componentes "activos".
- Expectorantes: Favorecen la eliminación física de las partículas depositadas sobre la
mucosa respiratoria, removiéndolas a base de provocar la secreción de un moco fluído
que las arrastra. Una hidratación adecuada es la medida más útil para facilitar la expectoración. El empleo de humidificadores de ambiente o las inhalaciones de vapor de
agua producen un efecto antitusivo por acción demulcente y por disminución de la viscosidad de las secreciones bronquiales, aunque es imprescindible que el paciente beba
agua en abundancia (uno o dos litros por día). A veces se añaden al agua caliente (del
humificador o para vahos) algunas esencias de carácter balsámico (eucalipto, etc), que
aunque son valorados positivamente por los pacientes, no está claro que mejoren objetivamente la actividad expectorante.
- Mucolíticos: Actúan provocando la licuefacción del moco, con lo que éste se vuelve
más fluído y fácilmente eliminable por medios físicos. La fluidificación del moco reduce la
retención de las secreciones y aumenta el aclarado mucociliar, reduciendo con ello la
frecuencia e intensidad de la tos. Especialmente útiles en pacientes con congestión de
pecho y con dificultad para expectorar. Serán revisados en el próximo capítulo, junto con
los expectorantes.
- Aumento del umbral de excitabilidad de las zonas reflexógenas periféricas: Se consigue por medio de agentes con propiedades anestésicos locales, actuando a este nivel sobre
los receptores locales situados en la musculatura lisa respiratoria, a los que reducen su sensibilidad frente a los irritantes. Las sustancias de carácter refrescante (estimulan los receptores del frío) desarrollan un efecto balsámico, al reducir la irritación de la mucosa de las vías
respiratorias, y con ello los estímulos de la tos. Entre los más usados están el mentol, el cineol, el gomenol y el alcanfor.
- Reducción de la broncoconstricción: La broncoconstricción actúa como uno de los fenómenos irritativos que estimulan a los receptores tusígenos del aparato respiratorio. Por
consiguiente, los fármacos con propiedades broncodilatadoras pueden tener un efecto antitusígeno útil. Es frecuente el empleo de sustancias anticolinérgicas (en realidad, se emplean
fármacos de carácter mixto, en su mayoría anticolinérgicos-antihistamínicos). El efecto anticolinérgico tiene otra actividad antitusígena, como es la de reducir las secreciones bronquiales, lo que resulta útil en pacientes hipersecretores.
- Reducción de la transmisión de los impulsos aferentes: Una parte de los impulsos tusígenos son transmitidos por ramas de varios nervios craneales (vago, glosofaríngeo, etc),
los cuales utilizan como neurotransmisor a la acetilcolina. Por consiguiente, los fármacos
con propiedades anticolinérgicas resultan también útiles como antitusígenos previniendo la
estimulación colinérgica del centro medular de la tos.
- Reducción de la inflamación/congestión de la mucosa respiratoria: La inflamación a
este nivel también tiene un efecto irritatativo de los receptores tusígenos situados en el árbol
respiratorio. Para ello, se utilizan un tipo especial de fármacos con capacidad antiinflamatoria.
ANTITUSIVOS OPIÁCEOS
La codeína, considerada como antitusivo de referencia, es un derivado de la morfina. De
hecho, uno de los metabolitos de la codeína es la propia morfina, responsable del efecto
analgésico de aquella. La folcodina es el derivado morfolinoetílico de la codeína, que presenta un efecto más prolongado.
El dextrometorfano guarda una inequívoca relación estructural con los opiáceos convencionales, pese a lo cual carece por completo de efectos analgésicos. Un análogo del
dextrometorfano es el dimemorfano.
El mecanismo de acción de los derivados opiáceos está muy lejos de haber sido aclarado.
Lo único en lo que parece haber un cierto grado de consenso es que tal acción no parece
depender de un efecto agonista (estimulante) sobre los receptores opiáceos clásicos.
En este sentido, la práctica ausencia de efectos analgésicos, sedantes, astringentes y depresores respiratorios de los opiáceos antitusivos, parece sugerir que NO actúan sobre los
receptores opiáceos convencionales (mu, kappa o delta), lo cual viene corroborado de alguna manera por el hecho de que dextrometorfano y dimemorfano no son capaces de inducir
dependencia física.
Entre las ventajas de la acción selectiva del dextrometorfano es la ausencia de efecto depresor respiratorio, que aunque bajo con la dosis antitusiva, pueden ser un incoveniente
para los niños pequeños tratados con codeína.
Por otro lado, la codeína puede inhibir la actividad ciliar de los bronquiolos, lo que dificulta la
eliminación de las secreciones bronquiales. Esto supone un cierto grado de contraindicación
para situaciones que cursen con abundante producción de moco (asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC, bronquitis crónica, etc). Frente a ello, el dextrometorfano no
inhibe la actividad mucociliar.
Otra diferencia con la codeína consiste en que el dextrometorfano tienen un efecto antitusivo que no aumenta con la dosis. De hecho, por encima de 30 mg, el efecto antitusivo se
mantiene prácticamente constante.
Todo este conjunto de características ha hecho que el dextrometorfano se haya convertido
en el agente antitusivo de referencia en las Especialidades Farmacéuticas Publicitarias
(EFP).
ANTITUSIVOS NO OPIÁCEOS
Si poco se sabe sobre el mecanismo de acción de los antitusivos opiáceos, aun menos se
conoce sobre la forma de actuación de sus congéneres no opiáceos. En muchos de ellos se
pueden reconocer ciertas actividades farmacológicas sencillas, pero resulta complicado relacionarlas con la complejidad del control de la tos. Las actividades simples son las siguientes:
- Anestesia local.
- Anticolinérgica.
- Antiinflamatoria local.
No son infrecuentes los fármacos que ejercen dos o más propiedades (cloperastina es un
ejemplo de ello), siendo relativamente comunes los casos de efectos mixtos de tipo anestésico-anticolinérgico, favorecidos por condicionantes químicos muy similares.
Valoración
Antes de tomar la decisión de suprimir el reflejo de la tos es absolutamente esencial conocer cuál es su origen, para determinar si debe o no ser eliminada, y en caso afirmativo,
cuál debe ser la estrategia farmacológica a adoptar.
Como normal general, la tos productiva no debería ser suprimida (salvo que resulte tan
molesta que llegue a impedir conciliar el sueño o realizar una vida normal), ya que la retención del esputo podría prolongar la enfermedad o causa subyacente, o incluso agravarla.
Por el contrario, la tos no productiva carece de interés fisiológico y debe ser eliminada en
general cuando altere la actividad cotidiana o el sueño, o cuando vaya acompañada de manifestaciones secundarias importantes, como anorexia, náuseas o vómitos.
Para valorar adecuadamente la tos, los siguientes aspectos son los más orientativos:
v Características:
Ø Carácter (productiva o improductiva).
Ø Frecuencia (esporádica, frecuente o contínua).
Ø Progresión (reciente, persistencia desde hace años y cambios habidos recientemente).
Ø Posibles causas desencadenantes aparentes.
v Antecedentes patológicos:
Ø Enfermedades respiratorias superiores (sinusitis, goteo nasal) e inferiores (asma, enfisema, etc).
Ø Hábitos de consumo, en especial el tabaquismo.
Ø Enfermedades gástricas, en especial el reflujo gastroesofágico.
v Signos y síntomas asociados:
Ø Tipo de esputo (ausencia, aspecto).
Ø Proporción entre esfuerzo de la tos y producción de esputo (productividad de la tos).
Ø Fiebre y otros signos y síntomas generales.
En general, cualquier paciente cuya tos no sea improductiva, no tenga un carácter esporádico, no haya aparecido de forma reciente, presente antecedentes de enfermedades respiratorias graves (asma, enfisema), o que manifiesten fiebre u otros signos o síntomas sistémicos,
deberán ser remitidos al médico, para que éste realice un adecuado diagnóstico clínico.
En cualquier caso, existen algunas medidas preventivas que deben ser recomendadas
siempre para los pacientes con tos:
• Evitar un aire seco, recomendar el uso de humidificadores para niños y personas con
problemas respiratorios.
• Evitar, en lo posible, inhalaciones de polvo, tabaco, humo, así como los cambios bruscos
de temperatura.
Asimismo y al margen del tratamiento farmacológico que pudiera ser empleado, se recomienda:
• Aumentar la ingesta de líquidos para facilitar la fluidificación del moco.
• Cuando la tos productiva sea muy abundante e impida conciliar el sueño, es recomendable la utilización de dos almohadas en la cama, así como mantener ventilada la habitación.
• En casos de tos seca no persistente, puede ser suficiente el empleo de demulcentes
como la miel, jarabes de acacias, regaliz, glicerina, etc.
• Supresión del tabaco.
• Inhalación de vapores, si se quiere, incorporando algún tipo de producto balsámico
(mentol, eucaliptol, etc.) aunque no está demostrado que estos productos incrementen el
efecto terapéutico del vapor de agua.
Especialidades Farmacéuticas Publicitarias con dextrometorfano
Especialidad
Benilyn Antitusivo
Benilyn Descongestivo
Benilyn Expectorante
Bronco Medical
Cinfatos
Cinfatos Complex
Cinfatos Expectorante
Day Nurse
Dextrimetorfano Edigen
Dextrometorfano Farmalíder
Fludren
Formulatus
Frenatus
Humex
Inistolin Antitusivo
Iniston Antitusivo
Irritos
Ormesul
Pastillas Dr. Andreu
Propalgina Plus
Propalgina PS Hot Lemon
Rinomicine
Robitussin DM Antitusivo
Siepex
Streptuss
Tip
Tos Mai
Tosfriol
Tuselin Descongestivo
Tusitinas
Tusorama
Tusidril
Valdatos
Vicks Fórmula 44
Dextrometorfano
10 mg/5 ml
7,5 mg/5 ml
5 mg/5 ml
10 mg/5 ml
10 mg
10 mg
10 mg
3,75 mg/5 ml
11 mg//5 ml
10 mg
10 mg/5 ml
2,5 mg/5 ml
6,66 mg/5 ml
7,33 mg
3,67 mg/5 ml
7,33 mg/5 ml
10 mg/5 ml
10 mg/5 ml
10 mg/5 ml
10 mg//5 ml
10 mg
2 mg
10 mg
20 mg
5 mg/5 ml
10 mg/5 ml
10 mg
10 mg/5 ml
5 mg
5 mg/5 ml
2 mg
10 mg/5 ml
10 mg/5 ml
7,5 mg
15 mg
18 mg/5 ml
9 mg/5 ml
20 mg
15 mg/5 ml
5 mg/5 ml
7,9 mg/5 ml
1,84 mg
Descongestivo
Analgésico
Expectorante
Otros componentes
Pseudoefedrina 15 mg/5 ml
Guaifenesina 100 mg/5 ml
Sulfoguayacol 50 mg/5 ml
Pesudoefedrina 30 mg
Paracetamol 250 mg
Fenilpropanolamina 6,25 mg/5 ml
Paracetamol 125 mg/5 ml
Guaifenesina 100 mg
Efedrina 10 mg/5 ml
Pseudoefedrina 30 mg/5 ml
Pseudoefedrina 30 mg/5 ml
Fenilpropanolamina 12,5 mg/5 ml
Pseudoefedrina 30 mg
Fenilefrina 7,5 mg
Pseudoefedrina 30 mg
Fenilefrina 2 mg/5 ml
Clorfenamina 2 mg/5 ml
Triprolidina 1,25 mg/5 ml
Paracetamol 250 mg
Paracetamol 500 mg
Paracetamol 500 mg
Acido ascórbico 200 mg
Guayacol 35 mg
Benzocaína 0,2 mg
Fenilefrina 5 mg/5 ml
Anetol 3,7 mg
Cetilpiridinio, cloriro 0,4 mg
Vicks Medinait
Vincitos Forte
Vincitos
2,5 mg/5 ml Efedrina 1,33 mg/5 ml
30 mg Pseudoefedrina 60 mg
15 mg Pseudoefedrina 30 mg
Paracetamol 100 mg/5 ml
Benzocaína 1 mg
Mentol 5,2 mg
Doxilamina 1,25 mg/5 ml
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