Las Muertas de Jorge Ibargüengoitia Las hermanas Baladro, Arcángela y Serafina, son "madronas" dueñas de tres burdeles, El Molino en Pedrones, México Lindo en San Pedro de las Corrientes y el Casino Danzón en Concepción de Ruiz. Ayudados por el Capitán Bedoya, Calavera, Escalera y Ticho, regentan los prostíbulos gracias a las ayudas de influyentes políticos, personajes públicos y los pagos a la policía. Pero a partir de un traspiés en una de las inauguraciones, son el objetivo de la nueva Ley de Moralización del Plan de Abajo, cuando hacía 140 años del Estado que no era delito. Con ésta nueva situación a las hermanas se les clausuran los prostíbulos, pero deciden irse a vivir a uno de ellos (Casino Danzón) entrando ilegalmente, para pasar unos meses, llevándose consigo veinteseis mujeres. Así comienzan a vivir enclaustradas, durante trece meses, teniendo que vender varias de las mujeres hasta quedarse solo con nueve. Por distintas razones seis de ellas mueren siendo enterradas en el patio del prostíbulo y en un terreno que tienen a las afueras de la ciudad llamado "Los ángeles". Finalmente son apresadas por la policía, gracias a la obsesión de Serafina por vengarse de Simón, su ex-pareja, tiroteando y quemando su negocio, razón por la cual van a ser investigadas y así encontrarán los cuerpos de todas las muertas y sus delitos. La novela del escritor mexicano, Jorge Ibarguengoitia, que fue escrita en 1977, pero recientemente reeditada en España en 2009. Narra la historia de dos mujeres que se enfrentan a un mundo de hombres, basada en un hecho real aunque como él mismo indica al comienzo de la novela "Algunos de los acontecimientos que aquí se narran son reales. Todos los personajes son imaginarios." La novela parece ser parte de un reflejo del mundo, en concreto de la década de los sesenta en México, un mundo duro, difícil, corrupto y perverso. Un mundo completamente verosímil, donde relata una historia tremenda, pero desde una perspectiva alejada, distante, gracias al uso de la crónica para relatar, lo que le ayuda a darle un sentido cómico a toda la historia a pesar de su crudeza. Habla del interior de México, del profundo, corrupto y supersticioso México. En una historia no muy extensa, de densidad formal baja, ya no solo porque es dinámica la obra sino porque refleja perfectamente los modos de hablar de los personajes de la época, aunque por momentos, para una persona que ignore los modismos mejicanos puede no saber bien el significado, aunque es fácil intuirlo a lo largo de los párrafos. Un concatenación muy curiosa, porque aunque comienza relatando como si fuera una crónica policial, es necesario ir avanzando en la historia para ir uniendo los distintos pedazos hasta completarlos. Juega con una especie de intención, como si el lector formase parte de la propia investigación y fuese reuniendo pistas hasta el final. Se basa en una historia externa, por lo que podría ser referencial, aunque no es necesaria para la comprensión total de la historia. La historia de las "Poquianchis" en la vida real, no reporta una información extra, sino que destaca la intencionalidad del escritor de recalcar la situación de Méjico en ese momento y de la parafernalia mediática y espectacular que le dieron los medios. Ya que al final juega con la realidad, de como a medida que avanzaba el caso los medios se iban interesando más por la historia, incluso exagerándola, les atribuían más muerta a las dos protagonistas. La redacción aunque como un libro-crónica, está relatada de alguna manera por sus protagonistas, ya que el relato de los hechos es contado por medio de noticias, hipótesis, interrogatorios, careos de los distintos personajes, un auténtico material de archivo, por la que se van a ir concatenando la historia. Comienza con la historia de "Las dos venganzas", el enfrentamiento del Serafina con su ex-amante Simón Coronas, pero a diferencia del resto del libro, las dos primeras páginas no parecen ser parte de una crónica, sino un narrador omnisciente, que relata un hecho. A partir de la tercera hoja, donde entra en acción la policía frente al tiroteo en la panadería, la forma del relato parece cambiar, con el interrogatorio a Simón Coronas. De alguna forma, plantea una idea circular en la obra ya que comienza con la historia que va a desatar el desastre de las dos hermanas (Serafina y Arcángela) y sus aliados. Luego a partir de aquí, va ir contando la historia de ambas mujeres a partir de pequeños sucesos en las que están inmiscuidas, entrecruzando las diferentes historias con los diferentes personajes que las relatan, basando la historia en una acción continua que va a ir in crecendo a medida que se avanza en la lectura. El tiempo va a ser otro de los protagonistas principales, ya que a medida que se avanza, en la historia principal, se van a ir conociendo historias del pasado que de alguna manera justifican el presente. La más curiosas de todas es la relación entre Simón y Serafina, el libro comienza con el final, cuando Serafina va a tirotear a Simón por venganza. En el segundo capítulo, habla de la primera vez que se conocieron Serafina y Simón y la segunda vez que se reencontraron. Y en el tercer capítulo explica el último encuentro, cuando Simón deja abandona a Serafina en Acapulco, de puro miedo hacia ella. Por lo que en los tres primeros capítulos, parece hacer un resumen de lo que está por venir. Va a ser en los siguientes capítulos cuando comencemos a conocer bien a los personajes y nos vayamos relacionando con ellos, hasta casi comprenderles. Además la relación con el tiempo va estar destacada en esa especie de nube temporal en la que se va avanzando. No queda muy claro cuanto tiempo pasa entre una acción y otra, en algún momento meses, y en otro días, pero parece ser parte de el ambiente espeso que le quiere dar el autor con relación a los espacios. Son espacios mayoritariamente cerrados, los prostíbulos. Loa abiertos aún así, no son menos “oscuros” o densos, como por ejemplo el terreno de “Los Ángeles”, donde la tierra es casi barro, cuando las mujeres intentan escapar no pueden correr porque se les hunden los pies en esa especie de fango. Respecto a las estructuras o formas, difieren entre sí. La forma exterior, parece ser un caos temporal, como un reflejo de la forma interior de la sociedad que trata. Mientras que la forma-estructura interior es simple, llana, vocabulario popular, como una estilística del habla, que refleja la forma exterior de estos personajes, que parecen pueblerinos, pero que esconden más de lo que parece. Personajes Serafina: Es la menor de las hermanas Baladro, es curioso el nombre que le adjudica Ibarguengoitia, junto con el de su hermana Arcángela, nombre de Ángeles, serafines son el primer grupo de los nueve coros de los "espíritus bienaventurados", según la Biblia. No me parece un nombre casual, sabiendo del exacerbado catolicismo, por el que son conocidos los mejicanos. Parece una ironía del escritor, frente a un personaje violento, expresivo, espontánea, que no piensa en las consecuencias. De las dos hermanas es la que siempre tiene problemas con los hombres a los que atrae con facilidad. Es un personaje muy natural, que aunque parece actuar sin malicia, no sabe hacer otra cosa, por lo que se podría pensar que no es solo un nombre irónico, en de Serafina, sino una especie de "redención", hacia ese personaje y sus acciones. Arcángela: Su nombre también pertenece a la Biblia, los arcángeles son los penúltimos, de los nueve coros de ángeles. Además entre una de sus definiciones significa el "que gobierna, que dirige, que comanda, que lidera", Ángel Jefe o Principal. Definición que describe perfectamente a Arcángela, su función es casi el de una madre, así se comporta con Serafina, y con el resto de las chicas, pero una madre muy dura, cosa que nunca hizo con su hijo Humberto, al que intentó alejar de las calles, separándolo de ella y aún así murió en baleado en la calle. Un personaje muy interesante el de Arcángela, ya que es abominable y atractivo. Es una persona muy dura, fría, calculadora, anda con su agenda haciendo cálculos de dinero constantemente. No permite que nadie haga cosas que ella no quiere, exceptuando a Serafina, con la que no puede luchar. Es maquinadora, no se deja ningún cabo suelto hasta el final, donde la situación le desborda. Hay momentos en los que parece que va a ceder y comportarse como una persona "menos mala", pero termina siempre mostrando lo peor, esa oscilación del personaje, es lo que puede hacer pensar no tan duramente, aunque su verdadero encanto está en esa malicia innata que parece tener. Bedoya: Capitán que se va a unir a las hermanas, por medio de Serafina y su obsesión por la venganza hacia Simón, ya que le va a pedir un arma y que le enseñe a usarla. Así va a surgir una especie de historia de amor, aunque un amor extravagante. Va a ser una personaje clave para la historia, ya que va ayudar fielmente a las hermanas, siempre con un interés económico de fondo, es el "macho" en la historia, y parece reflejar a los hombres de la época. Frío, distante, casi inhumano, que va a tener un solo gesto amable al llevar a Serafina de viaje, donde ésta desencadena su furia de venganza contra Simón. Cree tener el control, pero son las hermanas Baladro las que realmente llevan todo adelante, como una especie de reflejo de la sociedad. Calavera: Juana Cornejo, es su nombre real, va ser la fiel servidora de las hermanas Baladro. Al ser gorda y fea, la van a usar para cuidar al resto de las chicas del prostíbulo. Parece ser buena y cuidadosa, ya que las hermanas fueron las únicas que le dieron trabajo. Una persona supersticiosa, que va a ser en parte culpable de la muerte de los de mujeres, Blanca y Rosa, por su intento de salvarlas por medio de pócimas, que no van a surgir efecto más que una muerte muy violenta la de Blanca, y pacífica la de Rosa. Acompaña y es parte de casi todas la fechorías de las hermanas, aunque siempre parece actuar sin pensar en lo que está haciendo, por lo que va a crear en el lector una empatía extraña, casi de pena. Ticho: Es el personaje masculino de Calavera, funciona de igual manera, las Baladro fueron también las únicas que le dieron trabajo, y crea el mismo efecto que Calavera en el lector, ya que en el apéndice, se sabe que fue a la cárcel por matar a un amigo suyo de un abrazo. Es un hombre grande, bruto y feo, como le dice Arcángela va a ser el "coime" en el prostíbulo, cuidándolo. Escalera: Aunque no es unos de los principales, también va a estar con las hermanas toda la historia. Es el chofer y va a ayudar a Serafina en el tiroteo a la panadería de Simón en su venganza. Parece ser un elemento más de la comitiva de las hermanas. Blanca: Una de las mujeres del prostíbulo, la que más éxito tenía entre los hombres que acudían a él. Parece irónico, como juega el escritor con el nombre ya que es de piel negra, cosa que se sabe a mitad de su historia, dándole un carácter irónico. Aunque es la segunda muerta que aparece en la historia, va a ser la primera que el lector va a conocer más a fondo. Una historia muy triste y patética, ya que por culpa de un aborto queda con medio cuerpo paralizado, será abandonada en un hospital, hasta que uno de los clientes asiduos al prostíbulo, enamorado de Blanca, avisa a Calavera de su situación. Va a morir de forma terrible, cuando Calavera intenta salvarla, por medio de paños hirviendo sobre la piel, quemándola viva, muere de dolor. Va a ser la primera escena más violenta y el desencadenan de otras dos muertas por sus dientes de oro. Simón: Hombre sin educación, de profesión panadero. Va a ser un personaje clave, al ser el desencadenan de toda la historia, aparece al principio y al final únicamente. Tiene una relación con Serafina, en tres partes, y en la última al temer lo pero con Serafina, la deja abandonada, por lo que va a provocar su ira. Parece un hombre de pocas luces, no sabe leer, lo que le va a llevar a la cárcel, al firmar un papel en la policía, sobre el entierro de una mujer en el segundo capítulo, ayudando a las hermanas Baladro. Aunque en parte parecen ser personajes planos, ya que son sencillos, torpes, con una psicología elemental, el escritor juega de alguna manera con la conciencia del lector. Una historia terrible, donde mueren muchas mujeres, consigue por medio de los personajes, empatizar con el lector, ninguno es el protagonista directo, conocemos sus pensamientos, pero entendemos su forma de actuar. Aunque son persona terribles, en una situación absurda, al conocer el proceso de los personajes, sus vidas, comprendemos que de alguna manera han sido "obligados" a ser parte de esa situación. Lo que hace complejos a los personajes, ya que aunque no son ambiguos, si que existe cierta ambigüedad en sus acciones, de alguna forma parecen estar justificados por el desastre social de la época, sobreviven como pueden y eso crea cierta empatía con el lector. Comparación de textos: Pasaje de la página 129 de Las Muertas: "Podemos imaginar el equipaje, las bolsas de pita, las cajas de cartón amarradas, etc.; cada una puso de sus pertenencias lo más preciado —el vestido anaranjado, el bolero de peluche, la bolsa con chaquiras, los zapatos de charol—, teniendo en cuenta, al hacer la selección, que iba a ser necesario dar un brinco y, posiblemente, echar a correr por la calle. Dicen que con el dinero que reunieron entre las cuatro les alcanzaba para pagar el pasaje a Pedrones y les sobraban cuarenta y cinco pesos, con los que pensaban seguir viajando, no sabían en qué dirección, pero alejándose siempre de Concepción de Ruiz. En la noche, cuando todo estaba en calma, las mujeres se reunieron en el corredor, descalzas, bajaron la escalera y cruzaron el patio. Una de ellas, Luz María, confiesa haber recogido una piedra redonda grande, que tenía que sostener con ambas manos, con intenciones de golpear a Ticho en la cabeza en caso de verlo despertar. Entraron en la covacha, que no tiene puerta. Ticho no despertó, pero ellas, a tientas, se dieron cuenta de que la escalera de mano no estaba en donde siempre había estado. Salieron de la covacha desconcertadas y se reunieron en la cocina a oscuras. Allí tuvieron una conferencia en voz baja. Llegaron a la conclusión de que Rosa las había delatado. Esto las enfureció. La siguiente escena debe ser así: hay una mujer dormida en una cama grande, en un cuarto oscuro; se abre la puerta silenciosamente —desde que el burdel había sido clausurado, las Baladro quitaron los pasadores de los cuartos, de manera que las mujeres no podían encerrarse—, en la claridad del umbral se ven pasar varias siluetas; la puerta se vuelve a cerrar. No se sabe si Rosa despertó cuando las otras encendieron la luz, cuando la descobijaron o cuando empezaron a golpearla. Ni siquiera se sabe si las que la atacaron encendieron la luz o si la golpearon a oscuras. Tampoco se sabe si el miedo hizo enmudecer a Rosa, si las atacantes le impidieron gritar o si gritó con todas sus fuerzas y nadie la oyó. —La chancletearon —dice la Calavera al describir esta venganza. Las heridas de Rosa fueron causadas por los tacones altos de los zapatos con que las otras la golpearon. Al día siguiente, cuando todas las mujeres, menos Rosa, almorzaban en la cocina, la Calavera subió al cuarto de ésta a ver qué le pasaba. Al acercarse a la puerta oyó el gemido. Rosa estaba en la cama, semiconsciente, cubierta con una cobija. No tenía heridas en la cara, pero su cuerpo y especialmente las nalgas, estaba lleno de moretones y heridas que con el tiempo y la mala atención supuraron y se hicieron llagas." Pasaje de la Metamorfosis de Kafka, páginas 10 y 11: "Entre el aire de la calle y el de la escalera se estableció una fuerte corriente; las cortinas de la ventana se ahuecaron; sobre la mesa se agitaron los periódicos, y algunas hojas sueltas se agitaron por el suelo. El padre, inflexible, resoplaba violentamente, intentando hacer retroceder a Gregorio. Pero éste carecía aún de práctica en la marcha hacia atrás, y la cosa iba muy despacio. ¡Si al menos hubiera podido moverse! En un santiamén se hubiese encontrado en su cuarto. Pero temía, con su lentitud en girar, impacientar a su padre, cuyo bastón podía deslomarle o abrirle la cabeza. Finalmente, sin embargo, no tuvo más remedio que volverse, pues advirtió contrariado que, caminado hacia atrás, no podía controlar la dirección. Así que, sin dejar de mirar angustiosamente a su padre, empezó a girar lo más rápidamente que pudo, es decir, con extraordinaria lentitud. El padre debió percatarse de su buena voluntad, pues dejó de hostigarle, dirigiendo incluso de lejos, con la punta del bastón, el movimiento giratorio. ¡Si al menos hubiese dejado de resoplar! Esto era lo que más alteraba a Gregorio. Cuando ya iba a terminar el giro, aquel resoplido le hizo equivocarse, obligándole a retroceder poco a poco. Por fin logró quedarse frente a la puerta. Pero entonces recordó que su cuerpo era demasiado ancho para poder pasar sin más. Al padre, en medio de su excitación, no se le ocurrió abrir la otra hoja para dejar espacio suficiente. Estaba obsesionado con la idea de que Gregorio había de meterse cuanto antes en su habitación. Tampoco hubiera permitido los lentos preparativos que Gregorio necesitaba para incorporarse y, de este modo, pasar por la puerta. Como si no hubiese problema alguno azuzaba a Gregorio con furia creciente. Gregorio oía tras de sí una voz que parecía imposible que fuese la de un padre. Se incrustó en el marco de la puerta. Se irguió de medio lado y quedó atravesado en el umbral, lacerándose el costado. En la puerta aparecieron unas manchas repulsivas. Gregorio quedó allí atascado, sin posibilidad de hacer el menor movimiento." Análisis: Similitudes temáticas, sobretodo en como van a terminar los personajes, ambos siendo golpeados brutalmente provocándoles graves heridas, a pesar de que uno es ficcionalidad verosímil y la otra ficción fantástica relatada . Ambos comienzan con una descripción más bien amable, del entorno y de la situación. Las mujeres que intentan escapar, se llevan consigo lo mínimo, objetos casi absurdos, pero que son su contacto con la humanidad, aunque luego la pierdan, en el brutal ataque a Rosa. En el caso de la Metamorfosis, la descripción es de la habitación de Gregorio, su pequeño espacio, lo único que le queda ahora, y ese espacio de alguna manera recuerda que alguna vez fue un hombre. La ventana, el viento, los papeles que se mueven Ambas escenas muy violentas, Gregorio siendo agredido por su padre hasta hacerle sangrar, con un objeto punzante, la puerta y el bastón. Al igual que los tacones de las mujeres con que agreden a Rosa, reacción violenta del hombre ante el miedo. Un miedo que saca lo peor de los hombres, que es capaz de agredir a un ser humano, su propio hijo o su compañera de trabajo. La forma descriptiva de Kafka, es muy diferente del de Ibarguengoitia que escribe más por acciones. Kafka es descriptivo, minucioso, explica la sensación de cada momento, mientras que en Las Muertas, se describe más por ambientación, parece hablar de una oscuridad caótica. El narrador en ambos pareciera que conoce bien la acción y a los personajes, aunque en el de Las Muertas se sigue denotando la apariencia de crónica cuando dice "La siguiente escena debe ser así", y como describe la continuación . En Kafka parece estar pasando y en Ibargüengoitia parece estar contado. El espacio en Las Muertas, son los cuartos y el corredor, donde parecen como encerradas, asfixiadas, intentan escapar de allí, pero a pesar de "desde que el burdel había sido clausurado, las Baladro quitaron los pasadores de los cuartos, de manera que las mujeres no podían encerrarse", no pueden escapar ni aislarse del resto de los ocupantes del burdel, es como una especie de cárcel, o de convento, una comunidad de mujeres bajo rígida disciplina, donde los hombres son ajenos. Por eso quieren huir, no les importa donde, "les sobraban cuarenta y cinco pesos, con los que pensaban seguir viajando, no sabían en qué dirección, pero alejándose siempre de Concepción de Ruiz.", como símbolo de su encarcelamiento." En La Metamorfosis sucede algo similar, el espacio está contraído y limitado a ese cuarto que encierra y protege a la vez a Gregorio, de lo que hay afuera, que no le entiende. Aún así ambos espacios no son espacios protectores, sino lugares ásperos, violentos y peligrosos. El espacio encerrado, claustrofóbico, que obliga a las personas a la violencia como forma de autoprotección. Ambos parecen usar incluso tonos irónicos, como forma de conexión con el lector. Gregorio a pesar de que sabe que se ha convertido en un gran insecto, no es capaz de comprender la reacción de su familia que lo ataca, cuando el no es capaz aún de controlar su inmenso cuerpo que no puede pasar a través de la puerta, "Pero éste carecía aún de práctica en la marcha hacia atrás, y la cosa iba muy despacio. ¡Si al menos hubiera podido moverse!", aunque suena ridículo, se describe de una manera tan seria, que crea un síntoma de risa y angustia al mismo tiempo. En Las Muertas, hay un tono muy parecido a lo largo de toda la obra, son tan extravagantes las situaciones, y la manera de llegar a ellas, sumado a la simplicidad aparente de los personajes a la hora de reaccionar tan instintivamente, que crean situaciones cómicas en momentos casi trágicos. Como en el fragmento, en la primera parte, donde describe lo que se llevan las mujeres para escapar, que se llevan sus tacones de charol, "teniendo en cuenta, al hacer la selección, que iba a ser necesario dar un brinco y, posiblemente, echar a correr por la calle".