Cuerpo Negro y Gota de Millikan (Prof Pilar Iñiguez) En esta práctica se realizan dos experimentos completamente independientes. El estudio de la radiación del cuerpo negro y la experiencia de la gota de aceite de Millikan en la que se midió por vez primera la carga el electrón. En una sesión de laboratorio de 4 horas: en la primera hora todos los alumnos de la práctica (p. e. dos parejas) miden la ley de Stefan-Boltzmann. En la hora y media siguiente, si son más de tres alumnos, cada mitad de ellos (cada pareja) realiza por separado la experiencia de Millikan y la medida del espectro del cuerpo negro las cuales se intercambian en la ultima hora y media. Si son tres o menos trabajan juntos toda la sesión. I Radiación del cuerpo negro La radiación térmica es la radiación electromagnética emitida por los cuerpos que están a una temperatura superior al cero absoluto T > 0K (-273,15 ºC). La emisión de la radiación electromagnética se debe al movimiento térmico de las partículas cargadas que componen los medios materiales. Se trata de un caso más entre los tantos que hay en que cargas eléctricas en movimiento emiten radiación electromagnética. El estudio en profundidad de este fenómeno para cargas libres se hace en la asignatura de Electrodinámica Clásica. Cuando la emisión se realiza por parte de un sistema cuántico (como es el caso de la radiación térmica en la que los emisores son los átomos) las leyes clásicas dejan de cumplirse. El cuerpo negro es una idealización teórica de emisor de radiación térmica al que se aproximan algunos emisores reales. En la asignatura de Física Cuántica se estudia el cuerpo negro. Se explica la manera en que el postulado de Planck de una energía mínima hν para cada frecuencia ν (el cual se considera el nacimiento de la física cuántica) hizo posible que la curva experimental para la potencia irradiada a diferentes frecuencias, es decir el espectro, se ajustase a la que se deducía teniendo en cuenta dicho postulado. Este espectro aparece en la siguiente figura en función de la longitud de onda λ expresada en nanómetros.λ = c / ν, c = velocidad de la luz en el vacío, h = constante de Planck. 1 La ley de Stefan Boltzman pudo ser explicada sin más que realizar la integración de dicha expresión a todas las frecuencias. También se explicó con éxito la ley de Wien que rige el desplazamiento hacia longitudes de onda menores al aumentar la temperatura y que se aprecia en la figura anterior. La radiación calorífica es la parte del espectro con longitudes de onda superiores a las visibles es decir la zona infrarroja y microondas. La incandescencia es la parte visible. La división del espectro en incandescencia y calorífica descansa en la percepción humana puesto que tenemos diferentes sentidos (sensores) para cada una de dichas porciones del espectro. Un ojo típico ve las longitudes de onda entre 400 y 700 nm. La naturaleza de la radiación (electromagnética) es la misma para todas las longitudes de onda y diferentes sensores responden a ella de una manera diferente a la nuestra y diferente entre ellos. Como puede observarse de la gráfica anterior para que un cuerpo negro tienda al color blanco tiene que elevarse suficientemente su temperatura de manera que emita a todas las frecuencias del rango visible. Aún entonces, ocurre que el máximo de su curva de emisión se encontrará en la zona del infrarrojo mientras su temperatura no ascienda hasta varios miles de grados (como la superficie solar cuyo máximo está en el verde que además es donde el ojo humano típico tiene la máxima sensibilidad). Para medir la potencia irradiada utilizaremos un sensor que, a diferencia con nuestra percepción, va a medir calor respondiendo por igual a (es igual de sensible a) las diferentes longitudes de onda de interés. Este sensor va a ser una pila de Moll. Los campos eléctricos y magnéticos de la radiación producen un movimiento en las cargas del material sensible del sensor cuando es alcanzado por dicha radiación. Así pues la radiación electromagnética absorbida en el sensor se reconvierte en el mismo tipo de energía que la originó: calor. Mediremos el calor de los diferentes colores de la zona visible y del resto de longitudes de onda. Los dibujos siguientes muestran los componentes de la pila de Moll. 2 La radiación calienta el disco ennegrecido 3 de la pila de Moll. Los 16 termopares en contacto con el disco miden su temperatura mediante el efecto termoeléctrico transformando la temperatura a tensión eléctrica. La sensibilidad de la termopila es de 0.16 mV/mW para longitudes de onda entre 200 nanómetros y 50 micras. Téngase cuidado de que ni la radiación térmica de personas en el laboratorio ni la luz ambiente influya en las medidas. Oscurecer ligeramente el laboratorio si es necesario. I a Ley de Stefan Boltzmann E= potencia total irradiada T= temperatura absoluta σ = 5.663.10-8 W m-2 K-1 El cuerpo negro es el tubo cilíndrico cerámico del interior de un horno tubular. Permanecerá negro para las temperaturas del experimento que están muy por debajo de su temperatura de incandescencia. De izquierda a derecha se encuentra en primer lugar la sonda térmica constituída por un termopar de NiCr-Ni. Su extremo está en contacto con el cuerpo negro situado en el interior del horno. Un termómetro digitaliza la tensión termoeléctrica generada en el termopar. A continuación del horno se encuentra un diafragma que impide la llegada de la radiación térmica emitida por la parte 3 externa del horno a la pila de Moll. La tensión a la salida de la termopila se lee con el microvoltímetro conectado con ella. 1 Alinear las partes del banco óptico a las distancias indicadas en la figura 2 Conectar el microvoltímetro, seleccionar el rango de medida en 10 -5 y llevarlo a cero para la temperatura ambiente después de que la termopila se haya conectado al mismo. Conectar la sonda de temperatura al medidor digital y seleccionar el rango >200 ºC 3 En cuanto se conecte el horno a la red comenzará a calentarse. Cuidar que cables y otros objetos no estén en contacto con el. Anotar los valores de temperatura y tensión termoeléctrica comenzando en 30 ºC con intervalos de 20 ºC hasta 400 ºC. Compruébese la linealidad entre la potencia total irradiada y la cuarta potencia de la temperatura absoluta. Cuando ya se tengan la mitad de las medidas, comiéncese a procesar los datos en el ordenador mientras parte de los alumnos continúan tomando medidas. I b Espectro del cuerpo negro En esta parte el cuerpo negro es el filamento incandescente de una lámpara halógena. La temperatura del filamento aumenta cuando aumenta el voltaje que aplicamos a la lámpara. Su valor máximo es de 12 voltios por tanto téngase la precaución de no excederlo para evitar que se funda. Tras pasar por una lente condensadora la radiación emitida atraviesa una rendija y posteriormente se focaliza mediante una lente sobre un prisma de dispersión. A la salida una segunda rendija filtra la longitud de onda deseada sobre la termopila de Moll. 4 El brazo móvil permite seleccionar la longitud de onda que incide en la termopila y medir su dispersión con una escala graduada en milímetros que aparece en la figura siguiente. En general el alumno encontrará casi ajustado el sistema óptico. La base triangular del prisma debe estar tocando el penúltimo círculo sobre el que se apoya. El prisma debe estar posicionado en ángulo de desviación mínima: girando despacio el prisma los colores se trasladan hacia un lado y pasado un punto lo hacen hacia el lado contrario. La distancia del prisma a la segunda lente debe ser de 20 cm. La bombilla debe estar a la distancia focal de la lente (hay dos lentes está puesta la más pequeña que es de 6 cm). Con un voltaje de alimentación de la lámpara de entre 8 y 12 voltios véase si aparece una imagen nítida del filamento de la lámpara a la altura del prisma usando para ello un papel o cartón de color claro. Si fuera necesario mover la rendija en todo su trayecto para centrarla, girando la lámpara arriba y abajo y lateralmente. Trasladando la bombilla hacia delante y atrás se ve la imagen en la segunda lente (detrás de la rendija) y el filamento debe estar nítido. Además se puede subir, bajar etc (todos los giros). En cuanto a la primera rendija colimadora, si es demasiado pequeña no llegarán suficientes fotones y las medidas tendrán más ruido. Pero si es demasiado grande la definición espectral en la termopila empeorará mezclándose más longitudes de onda en la rendija. 1 Situar el extremo violeta del espectro en el cero de la escala graduada en mm. Poner el microvoltímetro a cero en esa posición. 2 Con una tensión de 10 o 12 V realizar un barrido espectral con el brazo móvil continua y lentamente agarrándolo por la zona cercana a su extremo y con cuidado de no mover ni el prisma ni ninguna otra parte del equipo. Al mismo tiempo se observará la lectura del microvoltímetro pero sin anotar sus valores todavía. Este primer barrido sirve para determinar su rango adecuado que por lo general estará en 10-4 y 10-5 voltios y también para comprobar que la potencia emitida presenta un máximo claramente en el infrarrojo. 5 3 Repetir el barrido tomando valores cada a intervalos del orden de 1 o 2 cm cuando las intensidades son prácticamente cero a la izquierda del visible (longitudes de onda menores que las visibles) y afinando más para delimitar bien la forma de la curva con su máximo. Represéntese gráficamente el espectro comprobando que fectivamente no se ajusta a la expresión clásica según la cual la potencia aumentaría indefinidamente al aumentar la frecuencia o disminuir la longitud de onda (catástrofe ultravioleta). Obténgase la eficiencia luminosa de la lámpara dividiendo el área de la parte visible entre el área total. 4 Preguntar al encargado si ha de realizarse la Ley de Wien. En cualquier caso esta parte no entra en la parte experimental del examen. Según esta ley λmáx= longitud de onda de máxima potencia T= temperatura absoluta Para hacerla hay que repetir los pasos 2 y 3 pero solo en torno al máximo y con mucha precisión con una tensión de 4 o 6 voltios. Puede ser necesario repetir esto con la tensión usada anteriormente para comprobar que el máximo se desplaza en la escala en milímetros en la dirección dada por la ley de Wien. El pequeñísimo desplazamiento que vamos a medir lo podemos dar sin más en mm de la escala graduada. Para convertirlo a longitud de onda tenemos que conocer la ley de dispersión del prisma que no es lineal y no la conocemos. Para tener un valor aproximado la supondremos lineal a partir de la relación entre el rango que apreciamos como visible (y que supondremos de 300 nanómetros) y el desplazamiento correspondiente en nuestra escala en mm. I c Algunas aplicaciones La ley de Wien permite conocer la temperatura de un cuerpo a partir de la posición del máximo en su curva de emisión (figura anterior). También puede deducirse la temperatura midiendo la potencia total emitida y aplicando la ley de Stefan Boltzman. Como medida de ahorro energético las lámparas incandescentes se han ido sustituyendo en los ultimos años por lámparas de luz fría en las cuales la proporción visible de la radiación emitida es mucho mayor disminuyendo notablemente su calentamiento. La radiación térmica en la zona del infrarrojo es captada por cámaras para hacer termografías o para visión nocturna. El clima es el resultado del equilibrio entre la radiación solar que llega a la tierra y la radiación infrarroja que la tierra reemite debido a su calentamiento. La energía solar fotovoltaica se obtiene convirtiendo la radiación emitida por la superficie del sol en electricidad usando un material semiconductor. El sol es un cuerpo negro cuya superficie está a aproximadamente 5800 K con su máximo de emisión en el verde como indica la figura siguiente. Existe un gran interés en el diseño de células fotovoltaicas que absorban la mayor parte de la energía emitida en todo el espectro solar (es decir que sean a su vez cuerpos negros) para lo cual se investigan materiales diferentes del tradicional silicio. 6 Hemos utilizado el efecto Seebeck para medir la potencia irradiada mediante la conversión directa del calor en electricidad. Esto significa que el calor no se convierte en energía mecánica para luego transformarse en electricidad como ocurre en las plantas productoras actuales. La termoelectricidad es un campo de gran interés porque al no pasar por energía mecánica el rendimiento es mayor. Algunos materiales semiconductores con dimensiones nanométricas presentan propiedades termoeléctricas óptimas http://web.mit.edu/newsoffice/2010/explainedthermoelectricity-0427.html II Experimento de la gota de aceite de Millikan Hacia 1906 Millikan comenzó unos experimentos que culminaron en la demostración de que la carga eléctrica está cuantizada, es decir que todas las cargas eléctricas son múltiplos enteros de una única carga elemental e, la carga del electrón 1.6 x 10 -19 coulombios. El experimento que nos interesa aquí consistió en medir la carga de gotitas de aceite individuales (Millikan R. B. Physical Review 32, 349, 1911). La carga eléctrica transportada por una partícula puede obtenerse midiendo la fuerza que experimenta en un campo eléctrico de intensidad conocida. Si bien es relativamente fácil producir este campo, la fuerza que ejerce sobre una partícula con una carga en exceso de solamente uno o unos pocos electrones es muy pequeña. Por ejemplo un campo de 1000 voltios / cm ejercería una fuerza de 1.6 x 10 -14 N sobre una partícula con una carga en exceso de 1 electrón. Esta fuerza es comparable al peso de 10 -12 gramos. El éxito del experimento de la gota de aceite de Millikan depende de la capacidad de medir fuerzas pequeñas. Siguiendo a Millikan, mediante un spray o atomizador de uso común, proyectaremos gotitas de aceite de tamaños micrométricos (pesos del orden de 10 -12 gramos) entre dos placas conductoras paralelas como muestra el esquema. El proceso de spray produce una separación de las cargas en las gotitas de manera que algunas de ellas contienen algunas moléculas ionizadas encontrándose eléctricamente cargadas. Es esta carga producida durante el spray la que determinaremos. Y lo haremos midiendo los tiempos empleados por las gotitas en recorrer una distancia determinada. 7 El método que emplearemos para obtener la carga de la gota a partir de la medida de su velocidad es el siguiente. En primer lugar, observando el movimiento vertical de diferentes gotas, seleccionaremos aquellas que quedan suspendidas en el aire porque los valores de sus cargas y masas son tales que se da un balance entre las fuerzas eléctrica y gravitatoria actuantes. Esperando un poco de tiempo las demás gotas desaparecerán de la pantalla unas trasladándose hacia arriba y otras hacia abajo. Cuando estimemos que la pantalla está suficientemente despejada ponemos a cero el voltaje. Las gotas antes suspendidas se aceleran bajo la gravedad durante un cortísimo intervalo de tiempo (inapreciable prácticamente para nosotros) para descender con una velocidad uniforme denomina velocidad terminal. Como es sabido esto se debe a la fuerza viscosa de Stokes proporcional a la velocidad que frena a las gotas cayendo. En el balance de fuerzas que expresamos a continuación habremos de contar también con la fuerza de empuje proporcional a la masa de aire desalojado. Si ρ y ρ2 son respectivamente las densidades de la gota de aceite y del aire desalojado, podemos plantear el siguiente balance de fuerzas durante la caída uniforme de la gota: con r el radio de la gota, g la aceleración de la gravedad, v la velocidad terminal a medir y η la viscosidad. Por otra parte para una gota suspendida se cumplirá: siendo ρ= , q la carga de la gota y E la intensidad del campo eléctrico Con U la tensión aplicada entre las placas del condensador de anchura d donde se encuentran las gotas. Con todo ello la carga q resulta ser: 8 si se emplean los siguientes valores para las diferentes constantes d ρ η 6.10-3 m 874 Kg/m3 1.81 x 10-5 Ns/m2 la carga en coulombios en función de U y v resulta: Resulta muy sorprendente la aparente sencillez de un experimento tan relevante pero que sin embargo oculta una complejidad bastante grande. Se requieren una serie de parámetros determinados con precisión como la calibración del telescopio de medida, la distancia entre las placas conductoras, el valor del voltaje, la presión barométrica, la viscosidad del aire, la densidad del aceite y lo que es más importante, las medidas del tiempo de las gotas mientras se encuentran en movimiento. Además el movimiento de las pequeñísimas gotas también puede verse afectado por las colisiones con las moléculas del aire (movimiento Browniano) o por corrientes de convección entre otras. Millikan observó minuciosamente gotas y más gotas iluminadas haciendo muchas variaciones en las condiciones experimentales, usando diferentes maneras de cargar las gotas de aceite y con un montaje (foto siguiente) muchísimo más complicado que el que usaremos aquí. Esta práctica se realiza en las universidades de todo el mundo con un sencillo montaje similar al que utilizaremos aquí y suponiendo que los parámetros que intervienen tienen unos valores conocidos. Se necesitaría un análisis estadístico exhaustivo que no está a nuestro alcance, y por esta razón, si las medidas no dan un resultado totalmente satisfactorio el alumno debe tener una actitud comprensiva. Las imágenes siguientes ilustran el montaje que vamos a utilizar. 9 Para observar las gotitas utilizaremos una CCD (Charged Coupled Device) conectada a un ordenador lo cual resulta muchísimo más cómodo que la observación directa a través del ocular. Así varios alumnos pueden ver el movimiento de las gotas y se puede grabar el vídeo y repetir la medida. La medida de tiempos de caída es automática mediante el software de captura de imagen que sustituye a los cronómetros mencionados en los esquemas siguientes. La lámpara incandescente original es imposible de conseguir y puede sustituirse por una 10 halógena de 6 V y 10 W que se encuentra fácilmente. Entonces hay que utilizar un convertidor de los conectores de la halógena MR16 al casquillo de rosca E10. También puede utilizarse un puntero láser. Es fácil encontrar lamparitas pequeñas de 5 W y 6V E10 que también sirven. Realización Gota de Millikan Seleccionar un voltaje cualquiera. Abrir el software de captura de imágenes y grabar Pulverizar unas pocas gotas. Variar el voltaje de manera que varias gotitas queden suspendidas y fijarlo a un cierto valor que deberá medirse con precisión y anotarlo. En un instante (que ha de anotarse) llevar el voltaje a cero. Seguir con la captura de imagen hasta el descenso de las gotitas. Medir las velocidades terminales de varias de esas gotitas. Puede usarse un cronómetro de Internet. Utilícense líneas o retículos graduados en pixels para cronometrar las gotas. Mídanse durante el descenso 3 o 4 valores de velocidad para promediar entre ellos. Utilícese la imagen de calibración en la que 1 mm se encuentra dividido en 10 divisiones de 100 micras (y 20 de 50 micras). Obtener su carga y dividirla por la carga del electrón. El resultado lo constituyen los números encontrados en dicha división. Aproximarlos al entero más cercano con un error de 0.2. 11