12 CAPITULO SEGUNDO EL ÓRGANO EJECUTIVO 13 EL ORGANO EJECUTIVO 2.1 ANTECEDENTES Sobre el desarrollo histórico del poder Ejecutivo ha sido ejercido de diferentes formas, a veces, como en la Grecia antigua, unido a formas democráticas o aristocráticas. Lo mismo sucedió en Roma y en el mundo judío. En la Edad Media el monarca era el gran administrador, al menos jurídicamente. Cuando su poder se desarrolló y su riqueza se acrecentó, algunos se dedicaron a los entretenimientos, arte, deporte, etc. y se alejaron de la conducción de los negocios públicos, la que fueron confiando a “favoritos” que son los antecedentes de los primeros ministros. Nace ahí la dualidad entre el jefe del Estado y el jefe del gobierno, que, aún ahora, en algunos estados se observa. “Cuando nacer el movimiento constitucionalista, el Parlamento o Asamblea, adquiere suprema importancia y empieza a participar, no sólo en la formación de la ley, sino, en cierta medida, en la conducción de los negocios públicos; ya controlando al Ejecutivo, dándole su confianza o retirándosela, según los sistemas adoptados.”6 6.Francisco Bertrand Galindo, Manual de Derecho Constitucional, Tomo II, Primera Edición, pag. 106 14 Por otra parte, y paralelamente, los jueces que antiguamente ejercían su función de administrar justicia a nombre del monarca, empezaron ha hacerlo en forma independiente no sólo de la Asamblea o Parlamento sino también del jefe del Estado y en general del llamado Órgano Ejecutivo. Resulta entonces que se separan del tronco central las funciones legislativas y jurisdiccionales y el resto queda en manos del Ejecutivo, que comprende desde luego, la Administración y todas aquellas otras funciones que no le fueron transferidas a las nuevas ramas disgregadas del gobierno central. A esto se ha llamado “poder residual” y de ahí que algunos definen la función administrativa o ejecutiva en forma negativa o sea por exclusión, diciendo que es aquella que no tiende a la formación de la ley, ni a la aplicación de ésta, en casos de controversia. 2.2 TIPOLOGÍA Por tradición los órganos comprendidos dentro del órgano fundamental denominado Ejecutivo, se dividen en dos tipos o modelos: monismo y dualismo, según que el Ejecutivo esté centrado en un solo órgano o en dos. Y como señala Vergottini, “estos modelos, a su vez, permiten “algunas distinciones según los órganos se formen unipersonalmente (monocráticos) y/o pluripersonalmente (colegiados)”. La tendencia actual monocratismo. Los ejecutivos colegiados están en franca minoría.”7 es al 15 7. Francisco Bertrand Galindo, Manual de Derecho Constitucional, Tomo II, Primera Edición, pag. 1108 Así por ejemplo del Ejecutivo monista monocrático señalamos el de los Estados Unidos de América, que se encuentra constituido por el Presidente; y si bien tiene un Gabinete colegiado que lo asesora, éste es presidido por aquél y además los Secretarios de Estado son sustituibles a voluntad del Presidente y sin relevancia constitucional. El Ejecutivo monista colegiado es en nuestra actualidad el de Suiza, desde la Constitución de 1784, la cual confía el gobierno a un colegio de siete miembros, el Consejo Federal, conocido como Directorio y cada uno de los miembros del mismo desempeña la Presidencia de la Confederación (en realidad es una Federación). También tuvieron ejecutivos colegiados, el Uruguay, con su Consejo Nacional de Gobierno, durante la vigencia de la Constitución de 1952, la cual fue interrumpida por un golpe de estado militar y posteriormente, al restablecerse la legalidad, se ha instituido un Presidente monocrático; y Centroamérica, en 1921, cuya Constitución establecía que el Poder Ejecutivo sería ejercido por un Concejo federal, compuesto de delegados (un propietario y un suplente)popularmente electos, provenientes de cada Estado. El Ejecutivo dualista nos establece lo que Vergottini llama 16 “desdoblamiento entre dos órganos, uno monocrático (jefe del Estado monárquico o republicano) y otro colegiado (gobierno, que se define distintamente según la terminología constitucional de los diversos ordenamientos). El ejecutivo dualista es connatural a las formas de gobierno que se consideran tradicionalmente como “parlamentarias” en las que la parte esencial de las facultades de orientación política se confían al empalme parlamento-gobierno en conexión con el vínculo fiduciario, manteniendo el jefe del Estado funciones de equilibrio y garantía”8. 8. Francisco Bertrand Galindo, Manual de Derecho Constitucional, Tomo II, Primera Edición, pag. 1109