Fuerza en el Fútbol Prof. Enrique Cesana [email protected] www.grupoekipo.com Resumen. Este artículo desarrolla las distintos tipos de fuerza necesarias para el entrenamiento en el fútbol. En este sentido, existe una fuerza de base, una fuerza - coordinación y una fuerza específica para todas las manifestaciones deportivas. Distintos modelos para la mejora de cada una pueden ser aplicados en varios momentos y niveles. Continuaremos profundizando en los medios de aplicación; aquí la especificidad se torna aún más importante a la hora de elegir los ejercicios para construir la sesión y distribuir las cargas en la semana, mes y año de entrenamiento. Dentro de éstos, distintos métodos de ordenamiento de carga se aplicarán basados en los estadios de desarrollo que se encuentre el deportista (profesional, amateur; primera, inferiores, infantiles). Encontraremos también un profundo informe sobre la fuerza y muscularidad necesaria para jugar al fútbol: ¿Hasta dónde es necesario llegar?; y un completo análisis sobre aplicación y evaluación de uno de los medios de entrenamiento más importantes: La Pliometría. Todo esto fundamentando en detalle los cambios morfofuncionales producidos en el deportista, como para no dejar lugar a la improvisación. El Entrenamiento de la Fuerza General y Específica en el Fútbol. En la bibliografía encontramos muchas definiciones de la cualidad física Fuerza. Podemos definirla como la capacidad de un músculo o grupo muscular para generar fuerza bajo condiciones específicas; o decir que es el producto de una acción muscular iniciada y orquestada por procesos eléctricos en el sistema nervioso (Verkhoshansky 2000). La fuerza en el ámbito deportivo se entiende como la capacidad de producir tensión que tiene el músculo al activarse o contraerse (G. Badillo 1997) A nivel ultraestructural, la fuerza está en relación al número de puentes cruzados de miosina que pueden interactuar con los filamentos de actina (Goldspink 1992). En el ámbito deportivo debemos considerar el concepto de fuerza útil que introduce G. Badillo, donde se la define como aquella fuerza que podemos manifestar a la velocidad que se realiza el gesto deportivo. A partir de esta consideración, tenemos que redefinir el concepto de fuerza, para ello podemos citar a autores como Hartman (1993), que considera a la fuerza como la habilidad de generar tensión bajo determinadas condiciones definidas por la posición del cuerpo, el tipo de movimiento, el tipo de activación y la velocidad de movimiento; ó a Knuttgen y Kreamer (1987), quienes definen a la fuerza como la máxima tensión manifestada por un músculo a una velocidad determinada. Pero además, en el deporte interesa la fuerza que seamos capaz de aplicar en un tiempo determinado, ya que si disponemos de 3-4 segundos podremos manifestar nuestra fuerza máxima. Pero en los gestos deportivos de disciplinas como el fútbol, rara vez contamos con más de 200 a 300 milisegundos para hacerlo. Por lo tanto la fuerza útil, además de estar condicionada por la velocidad, será aquella que podamos manifestar en estos períodos de tiempo. En gran cantidad de disciplinas deportivas no es necesario desarrollar la fuerza al máximo de las posibilidades del deportista, sino que se debe buscar la fuerza óptima que aporte el mayor beneficio en la realización técnica y en el rendimiento deportivo. Rol de la Fuerza en el Rendimiento Deportivo. La fuerza es un factor predisponente en la mayoría de los deportes y determinante en tantos otros. Si es correctamente desarrollada no es perjudicial en ningún caso. La fuerza juega un papel decisivo en la ejecución técnica, que muchas veces no se debe a la falta de coordinación o habilidad, sino a la falta de desarrollo de los grupos musculares que intervienen de forma relevante en el gesto deportivo. Otra cualidad relacionada con la fuerza es la velocidad de ejecución, y tal relación aumenta a medida que la resistencia a vencer es mayor. Una mayor rapidez en la aplicación de la fuerza puede llevar a una mayor potencia, lo que se traduce en una velocidad más alta de ejecución de un gesto deportivo (G. Badillo 1997). La relación entre la fuerza y la velocidad también puede ser explicada desde la física, según la segunda ley del movimiento de Newton: F = M x A. Si la Masa (M) permanece constante (peso corporal del sujeto o implemento a movilizar) y como Aceleración (A) es igual a velocidad final menos velocidad inicial (velocidad inicial es cero si el movimiento comienza con la masa en reposo); entonces la velocidad es directamente proporcional a la fuerza. Sin embargo, en el ámbito deportivo esto puede no ser así; un sujeto fuerte puede no ser veloz, y un deportista veloz puede ser fuerte ante cargas ligeras pero no serlo ante cargas elevadas; todo dependerá de la carga genética y del tipo de medio (ejercicios) utilizado para desarrollar la fuerza. Los deportistas más fuertes por lo general tienen más resistencia ante cargas elevadas en “términos absolutos”, pero menos en “términos relativos”. Es decir, un sujeto fuerte podrá soportar más tiempo ante una carga pesada que uno más débil, pero éste último será capaz de repetir más veces con un 40-50% de su máximo que el fuerte con el suyo, podemos decir que el sujeto más débil tiene más resistencia relativa. Por lo tanto el entrenamiento de fuerza máxima mejora dicha fuerza máxima y la resistencia ante cargas elevadas, pero hace disminuir la resistencia relativa con respecto al nuevo nivel de fuerza; en cambio un entrenamiento desarrollado sobre un número elevado de repeticiones por serie, mejora la fuerza máxima en menor medida, pero permite una fuerza relativa mayor con respecto a la nueva fuerza máxima conseguida. Sin ahondar en detalles, vamos a resaltar las diferencias más importantes entre los diferentes tipos de fibras musculares. Las fibras lentas o ST tienen una elevada resistencia aeróbica, es decir son muy eficientes en la producción de ATP a partir de la oxidación de los hidratos de carbono y de las grasas. La velocidad de contracción de estas fibras es lenta y la fuerza producida por unidad motora es baja; tales fibras son involucradas en ejercicios de intensidad baja y prolongados, como por ejemplo en competencias de fondo o en el mantenimiento de determinadas posturas. Las fibras rápidas ó FT tienen una relativamente mala resistencia aeróbica y están mejor adaptadas para rendir anaeróbicamente, sus unidades motoras generar gran fuerza pero se fatigan rápidamente, estas fibras son requeridas en ejercicios de intensidad moderada - alta como la natación en 400 mts.; pero se reconoce una subdivisión de las fibras FT: Las FTa a las cuales ya nos referimos, y las FTb ó explosivas que tienen características similares pero que son capaces de entregar mayor fuerza y se fatigan aún más rápidamente. Ahora bien, todo expuesto hasta aquí sobre el sistema muscular ya es conocido desde hace tiempo; pero resulta relativamente fuera de lugar analizar la acción muscular sin considerar el papel que desempeñan los tejidos conectivos asociados al músculo. Estos no sólo protegen, conectan y encierran el tejido muscular, sino que son esenciales para determinar el grado de amplitud articular (flexibilidad) y para mejorar el movimiento almacenando y liberando energía elástica derivada de la contracción muscular. En términos mecánicos, el músculo puede ser analizado de forma más detallada (Levin y Giman 1927) en términos de un componente contráctil en serie, con un Componente Elástico en Serie (CES) y con un Componente Elástico en Paralelo (CEP). A pesar de no haberse identificado la precisa situación anatómica de estos elementos, el CEP contiene probablemente sarcolemas, puentes cruzados en reposo y tejidos como membranas alrededor del músculo y sus sub unidades. También se considera que el CES incluye tendón, puentes cruzados, miofilamentos, filamentos de titina y discos Z. El CEP es responsable de la fuerza realizada por un músculo relajado cuando es estirado más allá de su longitud en reposo; por su parte, el CES es activado cuando se lo coloca bajo tensión por la fuerza desarrollada en el músculo contraído activamente. La energía elástica almacenada en el CEP es pobre y no contribuye demasiado en el balance final de energía del ejercicio; sin embargo se produce una importante acumulación de energía en el CES si el estiramiento se produce de forma súbita. Éstas nuevas evidencias son de real importancia para la programación de entrenamientos que combinen trabajos de fuerza, flexibilidad y movimientos balísticos; para aprovechar al máximo todas las prestaciones del sistema muscular y que ello se vea reflejado en la eficacia y eficiencia de los movimientos deportivos. Naturaleza Trifásica de la Acción Muscular. En la búsqueda del entrenamiento específico de la fuerza, se suele confundir un hecho muy importante: toda acción dinámica debe contener una fase estática, ya que resulta imposible iniciar, finalizar ó repetir cualquier movimiento sin la intervención, en algún momento, de una contracción muscular estática. Esto es un problema de fundamental importancia para la comprensión de todo movimiento muscular. Así, toda acción muscular dinámica es trifásica: la fase inicial desde el estado de reposo es siempre isométrica, a la cual le seguirá una fase concéntrica o excéntrica, que al completarse será seguida de una nueva actividad isométrica, donde por un período de tiempo la articulación implicada permanecerá estática; después de la cual le seguirá una acción concéntrica o excéntrica para retornar la articulación a su posición original. La existencia de una fase isométrica en todo movimiento debe reconocerse en el análisis del movimiento y al programar el ejercicio. Análisis de las Curvas Fuerza-Tiempo, Fuerza-Velocidad y Potencia. Teniendo en cuenta que todas las manifestaciones de la fuerza se producen con características determinadas, que evolucionan en el tiempo de forma diferente, pero pasando todas por las mismas fases hasta llegar a su máxima expresión; a partir de este punto es que analizaremos las distintas CURVAS. La relación entre la fuerza manifestada y el tiempo necesario para ello se conoce como la curva fuerza tiempo ( C : F-t). La correcta lectura de la C:f-t nos da dos informaciones de suma importancia para la programación del entrenamiento, el porcentaje de fuerza máxima conseguida y el tiempo necesario para ello. Todo movimiento puede representarse en la C:f-t, dentro de la cual se han distinguido tres fases: la fuerza inicial, que relativamente independiente de la resistencia a vencer y que se entiende como la habilidad de manifestar fuerza en el inicio de la tensión; la fuerza explosiva o zona en la se establece la mejor relación entre la fuerza manifestada y el tiempo necesario para ello; y la fuerza máxima expresada, que puede ser isométrica o dinámica. El conocimiento de las características y del significado de la C:f-t es de vital importancia para optimizar la programación, la dosificación y el control del proceso del entrenamiento, así como para diferenciar a unos deportistas de otros. La relación entre la fuerza manifestada y la velocidad viene representada por una curva hiperbólica llamada curva fuerza velocidad ( C:f-v ). Si bien la fuerza y la velocidad mantienen una relación inversa en su manifestación: cuanto mayor sea la velocidad en un gesto, menor será la fuerza aplicada ó a mayor fuerza menor velocidad; no debe interpretarse como que cuanto más fuertes seamos, más lentos seremos, sino que por el contrario, si el entrenamiento se realizó correctamente, cuanta más fuerza tengamos seremos capaces de desplazar un objeto a mayor velocidad. La C:f-v es un factor diferenciador tanto de las especialidades deportivas como de la categoría y la forma de los deportistas; el objetivo del entrenamiento será mejorar constantemente la totalidad de esta curva, es decir ser capaz de conseguir cada vez más velocidad ante cualquier resistencia. Un concepto importante del entrenamiento, y que viene de la mano de la C:f-v es el de POTENCIA y lo definimos como el producto de la fuerza por la velocidad en cada instante del movimiento; por lo tanto también existe una curva de potencia (C:p) dependiente de la C:f-v. Lo más importante para el entrenamiento es el pico máximo de potencia, es decir el mejor producto de fuerza velocidad conseguido a través del movimiento y que define las características dinámicas (fuerza aplicada) del ejercicio. Teniendo en cuenta que la máxima potencia no se alcanza ni a la máxima velocidad ante cargas ligeras, ni utilizando grandes cargas a baja velocidad; si no que se consigue a velocidades y cargas intermedias; la C:f-v es un continuo en el que se distinguen tres grandes zonas: ZONA 1: De utilización máxima o gran fuerza y mínima o poca velocidad: Potencia media-baja. ZONA 2: En la que la fuerza aplicada y la velocidad presentan valores intermedios: Potencia alta-máxima. ZONA 3: En la se consigue una gran velocidad pero ante resistencias pequeñas: Potencia media-baja. * nota: en la C:f-v, las zonas 1, 2, 3 se manifiestan de izquierda a derecha. Déficit de Fuerza. Como hemos dicho en páginas anteriores, el entrenamiento de la fuerza con resistencias puede traer efectos de tipo funcional ó estructural. Al determinar si un deportista requiere un tipo de entrenamiento u otro, es necesario introducir el concepto de déficit de fuerza. Según Verkhoshansky, se define al Déficit de Fuerza (DF) como la diferencia entre la fuerza máxima voluntaria y la fuerza máxima absoluta (involuntaria), tal diferencia referida una misma acción, o sea el DF es específico y puede definirse bajo condiciones estáticas ó dinámicas. El DF refleja el porcentaje de fuerza máxima que no es utilizado durante la tarea motora. Entrenamiento de la Fuerza Especial. Está totalmente reconocido que el entrenamiento de la fuerza es un elemento vital para conseguir el éxito en la preparación deportiva, sin embargo, sólo es valioso cuando se diseña una metodología específica basada en la investigación científica y se detallan el papel y el lugar que ocupa el entrenamiento de la fuerza en el proceso general del entrenamiento a corto y largo plazo del deportista. La forma física es un estado complejo determinado por varios componentes que interactúan entre sí, y cada uno de los cuales requiere un entrenamiento especializado para desarrollarse de forma óptima; la fuerza desempeña un papel especialmente importante sobre el control de la estabilidad y la movilidad del cuerpo en el deporte. Gran cantidad de estudios ha demostrado que la fuerza y la resistencia muscular desempeñan un papel clave en la consecución de un rendimiento superior, incluso en los deportes de fondo como las maratones; y sobre este tema (como interviene el entrenamiento de la fuerza y de la técnica en el rendimiento de las pruebas de fondo) el Dr. Ziff (1986) ha investigado y llegado a las siguientes conclusiones. Para mejorar el rendimiento se debe: Mejorar de la capacidad del CES del complejo muscular para almacenar y liberar energía elástica. Modificar la técnica de carrera para mejorar la capacidad del deportista para emplear la energía elástica almacenada y ahorrar energía muscular. La experiencia que se ha atesorado sobre el entrenamiento especial de la fuerza, aunque es aún muy escasa, ha permitido el análisis de algunos principios generales sobre el lugar y el papel que ocupa el entrenamiento especial de la fuerza, y tal análisis sólo puede realizarse mediante una investigación científica que vaya encaminada en dos direcciones principales: 1. Estudios avanzados sobre los principios que gobiernan el acondicionamiento general del cuerpo para determinar los medios científicos con los que alcanzar el potencial físico de los deportistas. 2. Estudios intensivos de los principios que determinan el proceso para alcanzar la maestría deportiva (PAMD) específica a largo plazo (Verkhoshansky 2000). Construcción de la Perfección de los Movimientos. El rendimiento deportivo se puede describir según una interacción compleja de movimientos múltiples, de lo cual se deduce que el fenómeno fundamental que subyace en toda tarea deportiva es el movimiento (Verkhoshansky 2000). Éstos movimientos son controlados por el sistema neuromuscular, cuyo rendimiento es resultado de las características innatas y de la adquisición a largo plazo de habilidades mediante el entrenamiento. Y el perfeccionamiento de tales movimientos se consigue en gran medida mediante la mejora de la eficacia del sistema neuromuscular para resolver con calidad tareas motoras específicas. La capacidad para emplear con eficacia el potencial motor y tener éxito constituye la esencia de la maestría deportiva (Verkhoshansky 2000). Resulta importante estudiar los programas de entrenamiento que se relacionan directamente con la fuerza muscular y la organización cinesiológica del movimiento en el espacio y en el tiempo mediante: El aumento del resultado de trabajo de los movimientos El perfeccionamiento de la estructura motriz de los movimientos deportivos Perfeccionamiento de la estructura biodinámica de los movimientos. Esta estructura constituye el marco básico del sistema del movimiento y determina sus características espacio-temporales y el funcionamiento del resultado del trabajo. Por lo tanto, la estructura biodinámica del ejercicio específico de un deporte es una condición extremadamente importante para resolver con éxito el problema del entrenamiento de la fuerza especial. La Demanda Física en el Fútbol. ¿Cómo se puede caracterizar el esfuerzo del futbolista? Está compuesto sobre todo por esfuerzos explosivos, repetidos en forma intermitente un elevado número de veces. Esto nos hace detenernos sobre dos palabras: Explosivos y Repetidos. Aquí encontramos dos parámetros posibles: En cuanto al aspecto “explosivo”, representa un parámetro que nosotros denominamos cualitativos y que implica un entrenamiento fundamentado en la fuerza. En cuanto al aspecto “repetido”, se adopta un parámetro cuantitativo que está basado únicamente en la resistencia. La preparación física desarrollada a partir de la resistencia, el parámetro CUANTITATIVO: La concepción tradicional de la preparación física está fundamentada esencialmente en la resistencia. Por qué es así? los estudios desarrollados en Francia sobre fútbol nos muestran que la mayor parte de los esfuerzos desarrollados por un jugador son de tipo lento o a media velocidad, aunque nosotros podemos constatar que los esfuerzos explosivos (cortos y rápidos) representan un 5 % del tiempo de juego del jugador (estudios realizados sobre partidos de la liga de Francia). La lógica de los entrenadores inmediatamente se vuelca sobre los 95% del juego (incluido el 35% de reposo) pensando que la preparación física se debe estructurar principalmente sobre este tipo de esfuerzos. Con este razonamiento se llega a una consideración esencial: el desarrollo de la resistencia. Trataremos de resumirla. Se desarrollan a diferentes vías energéticas: aeróbicas, anaeróbicas lácticas y anaeróbicas alácticas. El trabajo aeróbico constituye la base sobre la cual deben reposar los otros dos. Esto se debe representar sobre la forma de una pirámide, los esfuerzos explosivos son desarrollados después de un período necesario de entrenamiento de la resistencia. Es con esta pirámide con la que se planificaba y se desarrollaba la preparación física en la época de la resistencia. Entre los medios disponibles para mejorar la resistencia, la carrera continua a constituido durante largo tiempo la base esencial, se habla de la resistencia fundamental con un bajo nivel de frecuencia cardiaca (130 p.p. aprox.) o de trabajo a velocidad máxima aeróbica. La preparación física desarrollada a partir de la fuerza, el parámetro CUALITATIVO: Las limitaciones de la concepción basada en la “resistencia”. La “pirámide de la resistencia” sufre una importante limitación. Nos lleva a la siguiente contradicción: Para preparar los esfuerzos explosivos breves de gran intensidad utilizamos ejercicios lentos con un volumen elevado. Debemos recordar que muscularmente estos dos tipos de esfuerzos son incompatibles. Se puede decir que en un caso entrenamos un mayor porcentaje de fibras lentas (con la resistencia) y que en otro caso estimulamos en forma preponderante las fibras rápidas (la fuerza explosiva). El antagonismo fisiológico entre estos dos tipo de fibras es conocido desde hace mucho tiempo: Nunca se preparan las fibras rápidas con un entrenamiento para las fibras lentas. También podemos retomar las bases teóricas de Howald con relación a la transformación de las fibras. Este esquema presenta que la transformación de las fibras rápidas a lentas es fácil (flechas grandes), a la inversa (lentas hacia rápidas) es muy difícil (flechas pequeñas). Vamos a desarrollar un análisis estadístico de los esfuerzos en el fútbol en el que se observa el aspecto cuantitativo. Si simplificamos la lectura de uno de los jugadores más activos sobre el terreno (centrocampista), se obtiene el gráfico siguiente, con un 5% de esfuerzos rápidos y un 95% de los esfuerzos de menor intensidad. Y no son el 95% de los esfuerzos medios o lentos y de reposo los determinantes en un partido de fútbol,sino más bien el 5% de las acciones explosivas. Proponemos concentrar nuestro análisis en ese 5%. Aunque el número total de acciones intensas parece elevado (alrededor de 120 a 140 sprints cortos de 10 a 15 mts. por partido) debemos recordar que la cronología de los esfuerzos nos muestra que el reposo entre acciones de alta intensidad es relativamente largo (de 30 a 40 segundos promedio) para permitir una recuperación importante. El resultado de nuestro análisis nos lleva a presentar el fútbol como un deporte que exige de las fibras rápidas. Toda fundamentación basada en la resistencia nos parece errónea. Empezar con carrera lenta va en contra de lo que hemos fundamentado en la investigación: mejorar le eficacia del futbolista. La mejora de la velocidad y la fuerza explosiva. Proponemos invertir la pirámide de la resistencia, para partir de los esfuerzos intensos. La musculación a dependido siempre de la resistencia, y a estado ubicada en una programación construida sobre la lógica de la energética. Es por eso que pensamos conveniente invertir completamente este pensamiento. La preparación física debe permitir la mejora de la eficacia de todas las acciones, como, por ejemplo, saltar más alto, acelerar más rápido. La musculación es la que permite el desarrollo de esta fuerza explosiva. Luego, es necesario tratar de aumentar la potencia y la velocidad de una acción, lo que nos es fácil de obtener. Por eso pensamos que debemos invertir la pirámide de la resistencia. La fuerza explosiva debe ser la base de la preparación física, la resistencia debe venir después. ¿Que nos interesa entrenar de la fuerza en un jugador de fútbol? Sin dudas que esta es la pregunta que nos hacemos todos los entrenadores de fútbol. Lo más importante es saber que la fuerza es relevante para el jugador, pero no es la cualidad fundamental a la que tendríamos que dedicar muchas horas de trabajo restando importancia a otras que si lo requieren, y que su desarrollo esté mas relacionado con el éxito deportivo (técnica individual - colectiva y resistencia específica). Haciendo un repaso de las manifestaciones de fuerza vemos como primordial desarrollar la fuerza máxima y a partir de allí la potencia de los miembros inferiores como punto fundamental para el entrenamiento muscular necesario en un jugador de fútbol. Los gestos explosivos que se suceden en un partido sin duda están representados por este tipo de manifestaciones. No debemos olvidar tampoco el trabajo en la zona central del tronco (abdominales y lumbares) y el tren superior, que se constituirá en un trabajo complementario para conseguir una equilibrada estructura ósteo muscular. Entrenamiento de la fuerza: Se define como el empleo de métodos de resistencia progresiva (propio peso, peso libre, máquinas) para incrementar la habilidad de vencer o resistir una carga. La definición hace referencia a varios métodos, por lo que es inteligente que no se aplique un solo método. La definición hace referencia también a uno de los principios básicos: El de la Progresividad de las Cargas; por lo que tenemos que tener muy claro cual es la fuerza máxima de la persona, desde donde comenzamos y hacia donde vamos. También se brindan varios tipos de sobrecarga, los cuales deben elegirse y combinarse para sacar el máximo beneficio de cada uno. Por ultimo hace referencia a vencer cargas, lo que puede significar saltar mas alto, la fuerza del oponente, golpear mas fuerte un objeto (balón). Tipos de Ejercicios: Ejercicios derivados de la ley de Hill (Sentadillas, Press plano de pecho, etc.). Ejercicios derivados del levantamiento de pesas (dinámicos: cargadas de potencia, arranque, etc.). Fuerza necesaria para un futbolista: Un futbolista posee una fuerza de base, que representa el 100% que el puede manifestar. Antes de someterse a un entrenamiento existe un promedio que es el que utiliza para el deporte (% fuerza necesaria para el deporte). Si por ejemplo utiliza un 50% de su fuerza de base cuando comienza un programa de entrenamiento, y duplica la fuerza inicial, también se modifica la fuerza necesaria para utilizar en la manifestación deportiva. En este caso la misma sería solo del 25%, ya que no necesita de más fuerza para lograr el éxito deportivo. Por lo tanto los gestos se realizarán con un esfuerzo menor. Esta sería la filosofía para el fútbol, ya que la fuerza necesaria no varía demasiado y no significa el éxito deportivo; tal como si sucede en deportes como el judo, levantamiento pesas, boxeo, etc. Desarrollo de la potencia. Un gesto explosivo como habíamos visto en las definiciones de los tipos de fuerza es aquel movimiento cuyo tiempo de aplicación no supera los 300 milisegundos. Los ejercicios más comunes para el desarrollo de la potencia son los saltos, los lanzamientos y los golpes. En el fútbol sin dudas que los saltos son la forma mas apropiada para desarrollar la potencia de los miembros inferiores. Esto no quiere decir que ejercicios populares de sobrecarga como las sentadillas no sirvan para el desarrollo de la potencia, todo lo contrario son la base para el logro de la misma. Pero para empezar a hablar del tema de saltos que es lo que nos interesa, tenemos que saber que no todos los son explosivos. ¿Cómo hacemos para saber que un salto es explosivo? No queda otra alternativa que evaluar en una plataforma de salto el tiempo de contacto. Cuando trabajamos con saltos con sobrecarga, le agregamos carga hasta que el tiempo de contacto no supere los 300 milisegundos, cuando lo hace sabemos que hasta esa carga estaremos trabajando la potencia. En un estudio que hizo Wilson en el 93 donde utilizo 10 semanas de entrenamiento con tres tipos de programas de sobrecarga. El primer grupo realiza trabajos de sentadillas a altas intensidades, el segundo trabajo en saltos pliométricos y el tercero trabajo con saltos con sobrecarga. Los resultados indicaron que los que trabajaron con saltos con sobrecarga obtuvieron los máximos progresos, luego estuvieron los que realizaron saltos pliométricos y por último los que realizaran sentadillas. Esto muestra que los saltos con cargas (con los tiempos de contacto inferiores a 300 milisegundos) son los más efectivos para el aumento de la potencia del tren inferior y no debieran faltar en ningún programa de entrenamiento. Obviamente que hay que tener en cuenta un tipo de periodización acorde y coherente con este tipo de trabajos. Pliometría Es común que los gestos explosivos se confundan con un movimiento o contracción pliométrica. La pliometría es otro tipo de entrenamiento explosivo, es el entrenamiento de mayor calidad dentro de este aspecto pero requiere de una consideración especial. La podemos definir a la pliometría como un método de entrenamiento de la fuerza explosiva, que utiliza la acumulación de energía almacenada en los componentes elásticos del músculo y los reflejos durante la fase excéntrica de un movimiento, para su posterior utilización y potenciación durante la fase concéntrica. Esta metodología nació en la Ex Unión Soviética cuando Iurig Verkhoshanky en 1955 buscando la mejora de la potencia muscular. Este tipo de entrenamiento se basa en dejarse caer desde una altura específica y luego saltar. Esta altura se incrementa hasta un punto donde el aumento de la altura de caída no mejora el rendimiento en el salto. Cuando un deportista logra su máximo salto es donde existe una altura de caída óptima que esta de acuerdo al nivel del deportista. A mayor nivel mayor altura de caída. El concepto de pliometría literalmente habla de una aplicación de fuerza que no supere los 170 milisegundos de contacto con el piso. Adaptaciones fisiológicas al entrenamiento de fuerza y potencia. Existen dos formas de cambiar las características de las proteínas contráctiles (fibra muscular) y por ende la eficiencia muscular durante el entrenamiento. Estos procesos son: Interconversión de fibras. Hipertrofia selectiva. Hipertrofia Muscular El aumento del tamaño del diámetro transversal de las fibras se debe a un aumento de los filamentos contráctiles de actina y miosina producido por síntesis proteica. Si nos guiamos por este concepto podríamos pensar que a mayor masa muscular, mas fuerza y a su vez mayor rendimiento deportivo. La primer parte de la aseveración es cierta, a mayor tamaño de las fibras musculares se puede realizar mayor cantidad de fuerza pero que esta condición indefectiblemente produzca un aumento del rendimiento deportivo es algo que no siempre es posible. De este modo nos interesa encontrar la forma de maximizar la hipertrofia de las fibras de tipo II A y B ya que son las que producen los niveles mas altos de potencia. Adaptaciones neurales al entrenamiento de fuerza: Las principales adaptaciones neurales son: Aumento del reclutamiento de fibras musculares (coordinación intramuscular). Aumento de la frecuencia de los estímulos nerviosos (frecuencia de disparo de motoneurona). Adaptaciones hormonales al entrenamiento de fuerza: El sistema endócrino responde al entrenamiento de sobrecarga de forma muy sensible. Es reconocido que realizar ejercicios de fuerza produce una modificación de las hormonas circulantes en sangre. (testosterona, cortisol, insulina, etc.). Las hormonas más importantes son las testosteronas y la hormona de crecimiento como representantes de los procesos anabólicos y el cortisol representado a los procesos catabólicos. Adaptaciones esqueléticas al entrenamiento de fuerza Las variables más sobresalientes a considerar son el contenido mineral óseo total, la densidad mineral ósea y la velocidad o pico de adquisición de masa ósea. Muchos años de mal manejo del trabajo con pesas hizo que muchos entrenadores no lo recomendaran a sus dirigidos trabajos con pesas, argumentando pérdidas de velocidad y dureza en los movimientos. Estos entrenadores tenían razón, el trabajo que se les ofrecía era similar a los que realizan los fisicoculturistas y los resultados eran desastrosos. El entrenamiento con Pesas correctamente planificado y realizado teniendo en cuenta la integralidad de los movimientos y la velocidad de ejecución es la más fantástica herramienta de la preparación física y los resultados que produce son rápidos y tangibles. La musculatura abdominal y lumbar, componen el sostén de la columna vertebral y deben ser entrenadas como prioridad fundamental. La musculatura de ejecución debe ser entrenada mediante la utilización de ejercicios dinámicos como el arranque o las cargadas de potencia. En el caso de que haya interés en trabajar ejercicios que posean un adecuado nivel de reclutamiento de unidades motoras pero bajo nivel de velocidad y excesivo tiempo de aplicación de la fuerza, estos deben ser transferidos. Los ejercicios de transferencia son aquellos que permiten acreditar la gran activación conseguida por los ejercicios de fuerza y ejercitarla en los rangos específicos de velocidad y tiempo de reacción. Ejemplos: Periodización del Entrenamiento. Todas las disciplinas deportivas adecúan su preparación en función de la ubicación y frecuencia de las competencias. Una vez confeccionado el macrociclo, se definirán los mesociclos, que son estructuras de entrenamiento con fines determinados. Estos mesociclos pueden ser de preparación básica, especial, competitivo y mantenimiento de la forma. Duran generalmente entre 2 y 5 semanas. El entrenamiento con sobrecarga ocupará un porcentaje determinado dentro del volumen general del entrenamiento. Debido a que el estímulo de la fuerza es un auxiliar de la preparación, ese porcentaje es mayor en la preparación básica y mínimo en el período competitivo y en el mantenimiento de la forma. Una vez adjudicado el porcentaje que corresponderá a la sobrecarga para cada uno de los ciclos de entrenamiento, se podrá calcular el volumen e intensidad general de cada mesociclo. Luego se realizará el proceso de selección de los ejercicios, y se determinará un diferente porcentual de volumen para cada uno en correspondencia con la importancia relativa que tienen en la preparación individual de cada deportista. Las intensidades de cada ejercicio, irán en correspondencia directa con las valencias que se quieren mejorar, y con el sistema energético y tipo de fibra que se quiere involucrar. Organización de los Microciclos. Los microciclos son unidades de entrenamiento que generalmente tienen una semana de duración. La clave de su organización es que las diferentes facetas que componen la preparación no se entorpezcan entre sí anulando su efecto. Esto se consigue ubicando en forma precisa cada entrenamiento dentro de los diferentes días y horarios. El trabajo con sobrecarga, debe ubicarse generalmente como primera actividad de la mañana para que pueda contar con una adecuada reserva de fosfágenos y con posibilidades de lograr una buena concentración hormonal. Métodos de Entrenamiento: Antes de tomar una decisión, el entrenador ha de formularse una serie de preguntas acerca de las cargas a emplear, como, por ejemplo: efectos fundamentales de las mismas, positivos y negativos, nivel de fuerza que necesito alcanzar, ángulos en el que se va a desarrollar y manifestar el efecto del entrenamiento realizado, velocidades a las que se va a ser útil la fuerza desarrollada, efectos sobre el peso corporal, tiempo necesario para obtener una mejora del rendimiento, tiempo límite aconsejado para mantener un determinado tipo de entrenamiento, etc. Sólo pretendemos, con estas puntualizaciones llamar la atención del entrenador sobre una de sus tareas más importantes como planificador del proceso de entrenamiento y no agotar todas las posibles interrogantes. Precisamente, la capacidad y habilidad para preguntarse a sí mismo sobre las variantes del entrenamiento va a ser la principal fuente de mejora y aprendizaje del propio entrenador. Métodos de distribución de Carga. Las variaciones de carga más utilizadas en los deportes de fuerza – potencia son: Método Ruso: El deportista ruso tiene mayor porcentaje de fibras rápidas que el argentino, lo que le permite realizar los gestos en forma muy explosiva. Este método se aplica entre 6 a 10 semanas y generalmente con una variación 3 x 1 (3 semanas pesadas de carga progresiva, y 1 de supercompensación). De acuerdo a las características de nuestros deportistas, las variaciones de carga puede ser 1 x 1. El método ruso apunta hacia la hipertrofia (acidez, 5 – 7 repeticiones mayoritariamente) y toca la intensidad cada 6 semanas. Método Polaco: Se destaca por tener una semana de mucho volumen y una semana de mucha intensidad, es decir toca intensidad cada 15 días. Método Búlgaro: Método del sistema nervioso; se basa en intensidades máximas y pone atención en la fatiga nerviosa. Este método prioriza la carga máxima y la velocidad de ejecución. Trabaja siempre a máximas intensidades (90% - 95% de 1 RM en series efectivas). El volumen y la intensidad suben en forma conjunta. Sistema cubano: Es el que más se adapta a nuestra idiosincrasia. Respetan que si aumenta el volumen disminuye la intensidad y viceversa. Utilizan variantes chatas para acumulación de trabajo, y variantes escalonadas para lograr cargar y luego supercompensar. Importante: cuando trabajo en variación de cargas de 1 x 1 y luego de la semana de carga realizo la de descarga o la de supercompensación y no logro aumentar la carga, esto me avisa que el sistema colapso, a partir de entonces comenzamos con un 2 x 1. Los métodos Polaco, Búlgaro y Cubano se recomienda utilizarlos al largo plazo, cuando el deportista tiene historia deportiva en esta cualidad. Puede llegar a durar 12 meses con posible aumento de hasta 30 Kg. o más. Cuando logro aumentar la intensidad puedo comenzar 1 x 1 nuevamente y comienza a pegar arriba en su rendimiento. Puede sí comenzarse con el Ruso de la carga estable. Recordar siempre que es preferible “entrenar cantidades de calidad”. Es útil evaluar para comprobar si hay una real evolución en la potencia muscular, algunos medios útiles pueden ser: Squat Jump (fuerza), Contra – move - jump (fuerza reactiva), Drop Jump, Multisaltos, Cálculo del coeficiente, Test de Abalkov (si no poseo plataforma de salto). Si en la pirámide sencilla comenzamos por realizar cada serie con el máximo peso posible, llegaremos fatigados a los pesos máximos y el efecto sobre los factores nerviosos será pequeño. Si, por el contrario, realizamos las primeras series con poco peso, como un simple calentamiento para realizar mejor las intensidades altas, solo tendrá el beneficio nervioso. Para que este método tenga un efecto complejo, habría que hacer una pirámide doble en la que la subida hasta los pesos máximos, se realizara como un calentamiento, con poca fatiga, para bajar posteriormente a las intensidades inferiores haciendo el máximo número posible de repeticiones por serie en cada peso. Así estarían más próximos al doble efecto de tipo nervios y estructural (hipertrofia). Estructura del entrenamiento de la fuerza a lo largo de la temporada en el fútbol. Vamos a desarrollar este trabajo respecto a los siguientes cuestionamientos: ¿Qué es fuerza? ¿Qué tipos de fuerza son los que debemos trabajar en el futbolista? ¿Qué medios tenemos para desarrollar cada capacidad de fuerza? ¿Cómo podemos organizar durante la temporada estos diferentes modelos de entrenamiento? Para que haya una visión global, en el concepto del fútbol, yo siempre parto de la base de centrar un modelo global de rendimiento en fútbol. Si analizamos un partido de fútbol siempre tenemos lo que se denomina plano explicativo. Vemos un partido y observamos que hay acciones positivas y acciones negativas, esto nos da una lectura de cómo se desarrolla el partido. Simplemente observando, se puede plantear que esto es un "modelo periodístico del fútbol" y un "modelo estadístico del fútbol". Esto constituye el primer plano explicativo. Sin embargo nosotros, como técnicos, a estas acciones negativas y positivas, tenemos que buscarles un segundo plano explicativo: El por qué ocurren las cosas. Ocurren porque hay capacidades condicionales, tácticas, técnicas y habilidades psicológicas. Estas son las que fundamentan a nivel interno, en el sujeto, el porqué ocurre lo positivo o lo negativo en el desarrollo de esa estadística en ese partido de fútbol. El tercer plano explicativo hace referencia a que cualquier aspecto táctico, físico o técnico está basado en criterios biológicos. Es el que, como norma general, estudia la Fisiología y Medicina del Deporte. Por ejemplo, que un jugador tenga un buen nivel de remate puede ser explicado por una buena condición física que, a su vez, se ve que tiene unos criterios biológicos favorecedores para que esto puede llegar a ocurrir. El modelo de rendimiento en fútbol es un modelo complejo, como en casi todos los deportes de equipo, y no hay relaciones directas entre mejorar un factor y encontrar mejor rendimiento. En algunos deportes si mejora un factor mejora el rendimiento (por ejemplo: mejora la fuerza máxima del deportista y mejora, automáticamente, el resultado, en Halterofilia); en el fútbol esto no ocurre y no va a ocurrir nunca, porque hay demasiados factores que influyen en el rendimiento. Esta es la primera idea que quería dejar clara para centrarnos en el sector del modelo del rendimiento del futbolista. Centrándonos en la fuerza, yo clasifico la fuerza del futbolista en tres niveles: fuerza de base, fuerza-coordinación y fuerza especifica del fútbol. La fuerza de base, como norma, es la fuerza que tiene el futbolista gracias a la estructura anatómica. El jugador que tiene mayor sección transversal de fibra muscular, tiene mayor fuerza rápida. Esta fuerza de base podríamos decir que es hereditaria y que va en la estructura muscular de cada persona. Nosotros nos encontraremos con muchos futbolistas con diferentes estructuras y paquetes musculares, si los testamos tendremos un primer indicador de la capacidad para generar fuerza. Sin embargo, pasamos a un segundo nivel donde podremos expresar no todo la fuerza que tenemos, sino un porcentaje menor, se trata de la fuerza - coordinación. En fútbol son habilidades técnicas es que el músculo tiene que desarrollar fuerza con un modelo coordinativo. En este modelo no da tiempo a expresar toda la capacidad de fuerza. En fisiología existe el concepto de la especificidad del entrenamiento: sabemos que el músculo está compuesto de unidades motoras, entonces, hay músculos que tienen un umbral de excitación en un movimiento y en otro movimiento parecido tienen menos umbral de movilización de unidades motoras. Esto plantea que el músculo aprende a reclutar las unidades motoras y las fibras musculares en función de un patrón específico que él aprende. Este es el aprendizaje nervioso que tiene el músculo, por eso se llama fuerza - coordinación. Como norma general, nosotros en fuerza - coordinación en fútbol planteamos cuatro criterios básicos, que son los movimientos que va a efectuar el futbolista para solucionar los problemas del partido: acelerar, golpear, realizar cambios de dirección y desacelerar. Básicamente, son las funciones en las que el futbolista demuestra la utilización de unos modelos o patrones elementales para construir el modelo de rendimiento, según muestra la siguiente figura. La fuerza específica del fútbol hace referencia a la cantidad de fuerza producida durante una acción en el fútbol. Viene determinada, en parte, por la capacidad de utilizar la coordinación de la fuerza en el momento apropiado (sincronización). En diferentes trabajos de investigación que se han realizado, contemplando diferentes tipos de futbolistas y haciéndoles diversos test de fuerza, se comprobó que había futbolistas que tenían mucha fuerza de base y no por ello tenían mucha fuerza - coordinación; y sin embargo, otros futbolistas con mucho menos fuerza de base, tenían más fuerza - coordinación. Esto puede comprobarse en cualquier equipo, algunos jugadores que tienen buen desarrollo del cuádriceps, a la hora de golpear el balón lo desplazan menos metros que otros con índices menores. No necesariamente a un cuádriceps más fuerte le corresponde un mayor golpeo. También se comprobó que incluso en la fuerza específica de competición, futbolistas con menores niveles de fuerza máxima eran capaces de realizar acciones de explosivas con mayor nivel de rendimiento. Por ello a la hora de clasificar la fuerza del futbolista yo planteo esta estructura: Fuerza de Base, Fuerza-Coordinacion y Fuerza Especifica del Fútbol. A partir de esta clasificación, vamos a ver qué medios de entrenamiento tenemos para desarrollar cada uno de los modelos de fuerza. Otro de los medios útiles de entrenamiento para la fuerza específica del futbolista es la pliometría: Fundamentos de la Pliometría: 1°.- Un músculo se contraerá más fuerte y rápido a partir de un pre - estiramiento. 2°.- El pre - estiramiento se producirá en la fase de amortiguación. 3°.- La fase de amortiguación debe ser lo mas corta posible. 4°.- La contracción concéntrica (acortamiento) se debe producir inmediatamente después del final de la fase de pre - estiramiento (amortiguación). 5°.- La fase de transición, desde el pre - estiramiento, debe ser suave, continua y lo mas corta (rápida) posible. Factores Fisiológicos de la Pliometría: a. Constitución del músculo: Tipos de fibras. b. Factores nerviosos: Reclutamiento de fibras, sincronización de unidades motrices. c. Factores relacionados con el Estiramiento: Reflejo miotático, elasticidad muscular. Variables Críticas: 1. La carga de estiramiento (C.E) Determinada por: a. El peso del deportista y b. La altura de la caída. 2. La amplitud del movimiento (A.M) Sarcómero muy elongado (respuesta débil). Sarcómeros en posición intermedia (posición ideal). Sarcómero muy acortado (respuesta débil). 3. El tiempo de transición (T.T): Es el tiempo del pasaje de la carga excéntrica a concéntrica. Debe ser el más corto, para posibilitar el almacenamiento y reutilización de energía elástica. La llave de la pliometría, está en el breve tiempo de acoplamiento, que es el tiempo necesario para que el músculo cambie desde la fase de alargamiento (excéntrica) a la de trabajo con acortamiento (concéntrica). El fundamento de estos trabajos, esta en el tiempo de acoplamiento (T.T) y no en la magnitud de estiramiento. Efectos: La pliometría tiene como misión, salvar la diferencia entre la fuerza simple y la potencia. Produce movimientos explosivos. Está destinado a capacitar los músculos para alcanzar una fuerza máxima en un período de tiempo lo mas corto posible. Produce cambios a nivel neural y muscular que facilitan la performance de gestos de movimientos más rápidos y potentes. Mejora la eficiencia mecánica de los músculos que intervienen en la acción. Permite disminuir los tiempos de acoplamiento entre las fases excéntricas y concéntricas. Mejora la tolerancia a cargas de estiramiento más elevadas. Facilita el reclutamiento, de las unidades motoras y de sus correspondientes fibras musculares. Medios: Para miembros inferiores Multisaltos horizontales Multisaltos Verticales Saltos pliométricos Para miembros superiores y tronco Multilanzamientos Armado de la sesión de Entrenamiento de la Fuerza en el Fútbol. Resumen de datos más Relevantes: Se deben entrenar movimientos no grupos musculares aislados. Los Macros deben tener correlación con los Macros de trabajo de campo, y se debe plantear en 3 etapas: P. General – P. Específico – P. Competitivo. Ejemplo: Meso de 2 x 1, 3º semana de gran carga Láctica, no deben usarse grandes cargas en trabajos de fuerza. Se debe analizar el fixture, y tener en cuenta los partidos más complicados como para reducir la carga de trabajo. El tipo de fuerza que este deporte más utiliza a la hora de representar gestos, es la “Fuerza Explosiva” y la base es la “Fuerza Máxima”, pero ciertos grupos musculares deben ser hipertrofiados de forma óptima. El trabajo de hipertrofia se realiza en algunos músculos de las extremidades inferiores (rehabilitación), pero por sobre todo en el tren superior. Las preguntas más habituales que nos hacemos: ¿Qué o cómo debe trabajar un jugador de primera división, inferiores, de nivel profesional, regional, etc.? ¿Debo exigirle que realice los ejercicios propuestos o buscar alternativas? ¿Qué o cómo trabajar en edades juveniles? ¿Qué nos interesa mejorar con trabajos de Fuerza? Cuestiones fundamentales a contemplar al responder éstas preguntas son: La mecánica de carrera, mecánica de frenado, mecánica del salto y mecánica del golpe. A la hora de ordenar los estímulos de fuerza en el macro, se aconseja: En el armado de la sesión de entrenamiento tener en cuenta: Que se necesitan 30’ para la activación de las fibras rápidas vía Sist. Nervioso. Que se necesitan 45’ para la activación del Sist. Endocrino. O sea que el entrenamiento de fuerza no puede durar menos de ese tiempo. Por debajo del mismo no tiene demasiado sentido el entrenamiento. Los ejercicios seleccionados deben ser dinámicos y globales (de grandes grupos musculares: sentadillas, estocadas, subidas al banco, dominadas, press de banca, etc.). El número de Series es de 6 a 8, el número de Repeticiones no mayor de 4, y el porcentaje de carga a trabajar es del 80 al 95%. El trabajo debe estar dentro del rango ATP/ PC Sistema Anaeróbico Aláctico no superando los 10” (en el mismo se incluyen ejercicios con pesas y su transferencia, o sea toda la secuencia). La densidad del trabajo por ejercicio debe ser de 2’, en donde se trabaja 10” y se descansa 1’ 50”. En la Sesión debo empezar con ejercicios de Activación, continuar con ejercicios de Reclutamiento de grandes grupos musculares (de los más grandes a los más pequeños), y finalizar con ejercicios de Transferencias. Las Transferencias deben hacerse después del trabajo de pesas y nunca inmediatamente, teniendo en cuenta que el máximo de espera para realizar dicha transferencia no debe exceder la hora. Se debe tener en cuenta que los trabajos tienen que estar en el orden que permita ir de lo Neuromuscular a lo Muscular. Sesión: 1) Calentamiento y musculatura de sostén (10’). 2) Ejercicio activador específico por puesto a. de piernas b. transferencia c. de tren superior extensor d. transferencia e. de tren superior flexor f. transferencia g. de cuello h. transferencia i. de hipertrofia j. de prevención k. Elongación La rutina de fuerza en la sesión puede ser tomada como la entrada en calor para posteriores trabajos, es más después de dicha sesión, pueden realizarse las mencionadas transferencias en el campo con ejercicios que involucren el uso de la pelota. Si querés completar este material con datos como detalles fisiológicos sobre la contracción muscular, definición y análisis de los tipos de fuerza desarrollados para el fútbol, aplicaciones prácticas sobre la curva fuerza – tiempo y fuerza – velocidad; caracteres específicos de la forma física, modificaciones estructurales producidas por el entrenamiento de la fuerza necesaria para el futbolista; combinación de los estímulos de fuerza con otras cualidades en los micro, meso o macrociclos; ejemplos de planificaciones anuales de fuerza con aplicación de métodos rusos, cubanos, polacos o búlgaros; fuerza específica necesaria para el fútbol; edades para el desarrollo de la fuerza; técnica de aprendizaje, ejecución y entrenamiento para ejercicios esenciales (abdominales y sentadillas profundas) rindiendo al máximo y sin lesiones; desarrollo de los ejercicios de entrenamiento de la fuerza más efectivos en el fútbol; métodos y ángulos óptimos para el entrenamiento pliométrico; armado de la sesión de entrenamiento; etc.; solicitar material completo de las 2ª y 7ª reunión “Fuerza y Fútbol” y material interactivo a www.grupoekipo.com. * Compilado y redactado por Grupo Ekipo. Bibliografía: o Manuel Fernández Pombo; Licenciado en Educación Física; profesor titular de la Asignatura Teoría y Práctica del Entrenamiento del INEF; Galicia; España. o Jack H. Wilmore, David L. Costill; ”Fisiología del Esfuerzo y del Deporte”; Barcelona; Edit. Paidotribo; 1999. o Lic. Gorosito Román; Disertación sobre “Fuerza Aplicada al Fútbol” realizada en grupo EKIPO; Rosario, Argentina; 17 de Mayo del 2004. o Anselmi H.; “Curso de Fuerza aplicada al Fútbol”; La Plata; Bs.As.; Argentina; 16 de Agosto del 2003. o Lic. Cappa Darío; “Entrenamiento de la Potencia Muscular”. o I. Verkhoshansky, I. Ziff; “Súperentrenamiento “. Barcelona; Edit. Paidotribo; 2000. o J. Weineck. “Fútbol Total”; Barcelona; Edit. Paidotribo; 1994. o G. Badillo; “Fundamentos del Entrenamiento de la Fuerza. Aplicación al Alto Rendimiento Deportivo”; Madrid; Edit. Inde; 1997. o G. Cometti; “La Preparación Física del Fútbol”; Barcelona; Edit. Paidotribo; 1998.