Georgescu-Roegen,Nicholas (1969) “Process in farming versus

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Georgescu-Roegen,Nicholas (1969) “Process in farming versus process in
manufacturing: a problem of balanced development” en Papi, U. y Nunn, C., Economic
Problems of Agriculture in Industrial Societies. Conferencia de la International
Economic Association, Londres y Nueva York: Macmillan y St. Martin’s Press.
Traducción: Lic. Carla E. Seain
Sección IV. EL PROCESO PRODUCTIVO
Hoy en día una fábrica es un tema tan familiar –especialmente para aquellos que son la
progenie de una sociedad industrializada- que estamos propensos a perder de vista dos
factores esenciales: primero, que el sistema de producción fabril representa una de las
más grandes innovaciones económicas en la historia, y segundo, que el sistema no es (y,
lo más probable, nunca será) aplicable a todos los sectores de la producción.
Ahora, cualquier fábrica representa un proceso parcial en el sentido amplio de este
término. De todos modos, un proceso productivo no es un proceso parcial en el sentido
adoptado por el análisis de la sección precedente. Es verdad que en ambos procesos un
flujo de materiales (inputs = entradas) es transformado en otro flujo de materiales
(outputs = salidas); De otra manera, ellos no serían procesos. Pero considerando que un
proceso parcial consiste en una secuencia temporal de operaciones, cada una de las
cuales requiere los servicios de diferentes factores y para diferentes períodos de tiempo
en un proceso fabril todas esas operaciones son llevadas a cabo simultáneamente y en un
orden especial. Debemos dirigir ahora nuestra atención al análisis de esta diferencia, la
cual tiene consecuencias económicas de gran alcance.
Un punto, ya indicado, necesita ser enfatizado al principio: El proceso parcial
constituye las bases de toda producción, tanto en agricultura, minería o manufactura.
Como un mecanismo analítico el diagrama de la Fig.1 tiene por lo tanto una
aplicabilidad universal. Entre otras cosas, deja perfectamente claro un hecho de
especial importancia para la presente discusión: un arado de granjero, un pico de
minero, o un cepillo de carpintero, no participan continuamente en el proceso parcial en
el cual cada uno es usado. Esto es así para la mayoría de los factores recursos,
incluyendo el trabajo, y para todos los procesos. Hay por lo tanto una razón inherente
por la cual los factores recursos podrían tener que permanecer ociosos por períodos de
tiempo variables. Si esta ociosidad, la cual definitivamente presenta la forma más
relevante de desperdicio económica, puede de hecho ser eludida, depende de varias
condiciones.
Una de tales condiciones es la posibilidad de usar el mismo factor recursos en otro
proceso parcial y si eso es económicamente factible, depende del cambio de la
demanda, conjunta o simple. Para una clara ilustración del rol de la demanda simple, la
cual por sí sola es relevante para el tema de esta sección, refirámonos a la producción de
mesas. Si una sola mesa es todo lo que es demandado durante un intervalo de tiempo
mayor o igual al correspondiente período de producción T, entonces obviamente la
producción debe ser llevada a cabo por procesos parciales en series, tal que ninguno
coincida en tiempo.
En este caso, no hay forma de evitar una ociosidad más bien larga del cepillo, del
carpintero mismo, etc., a menos que ese mismo factor recurso pueda ser empleado en la
producción de otros bienes para los cuales hay suficiente demanda. Pero si durante un
intervalo igual al mismo período de producción se demanda más de una mesa, entonces
hay dos alternativas: (1) un número suficiente de procesos parciales son comenzados en
paralelo, por ejemplo, al mismo tiempo, y (2) un número suficiente de procesos son
comenzados en línea, por ejemplo, un proceso diferente es comenzado a cada momento
del tiempo de una secuencia elegida.
1
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Traducción: Lic. Carla E. Seain
Claramente, el gráfico analítico de los procesos llevados en paralelo dan lugar a un
diagrama idéntico a la figura 1, excepto por el hecho de que todas las ordenadas son
aumentadas por el número de procesos. Consecuentemente, la ociosidad (representada
por las áreas punteadas) también es aumentada. La representación gráfica de los
procesos realizados en línea es de todos modos, enteramente diferente y depende de la
forma en que su secuencia sea ordenada en el tiempo. No necesitamos preocuparnos
acerca del caso general. Tampoco es necesario aquí irnos en detalles matemáticos para
los cuales los siguientes dos teoremas están probados:
A- Dado el número de procesos parciales necesarios, ellos pueden ser ordenados,
programados o planeados en línea por lo que la ociosidad de los factores recurso
arbitrariamente elegidos es mínima.
B- Si el número necesario de procesos parciales es suficientemente amplio y los
puntos finales de todos los períodos durante el cual cada factor recurso presta un
servicio son conmensurables con T, entonces hay allí un número mínimo de
procesos que pueden ser programados en línea por lo que ningún factor recurso
usado en este planeamiento resulta ocioso1.
1
Si m es el número entero más chico, tal que la razón entre el período de servicio de cada factor relevante
y.t’=T/m, es un número entero, entonces la programación y ordenamiento consiste de m procesos,
separados en línea en un intervalo igual a t’.
2
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El diagrama de la figura 2 ilustra el último teorema para un proceso parcial
suficientemente simple para evitar complicaciones innecesarias. Este proceso incluye
sólo dos recursos, digamos, dos tipos de trabajo. Los servicios de cada uno de esos
factores están marcados por las áreas sombreadas. Dentro del intervalo (0,T), hay cinco
procesos comenzando en línea desde 0, T/5, 2T/5, 3T/5, 4T/5, respectivamente. Están
delimitados por las líneas escalonadas A1 A5 y 1 5. Diez trabajadores de una
categoría y cinco de una segunda categoría son permanentemente trasladados de un
proceso hacia el otro. No hace falta agregar que esta es la clase de ordenamiento o
programación que caracteriza al sistema fabril2. La idea o enfoque expresada al
comienzo de la sección con respecto a la aparición del sistema manufacturero es por lo
tanto así justificada.
2- Hay algunas ventajas en considerar primero un proceso fabril que funciona
ininterrumpidamente, como es en realidad el caso en la producción de acero o vidrio.
Para la descripción analítica de un proceso de esta clase es totalmente irrelevante que el
mismo servicio sea prestado durante un turno por el Sr. A y durante otro por el Sr. B. El
correspondiente recurso trabajo, como cualquier otro recurso físico, nunca deja el
proceso. Pero esto no es justificación para el flujo-compuesto, el cual podría llevarnos a
ignorar la existencia de recursos factores en la descripción de un proceso firmemente
continuo. Después de todo, una fábrica no es un factor sin bases materiales como no lo
es un puente o un trabajador.
Ninguna descripción analítica de un proceso de fabricación, por lo tanto, podría estar
completa sin las coordenadas de uso de los recursos. Pero en el caso de un proceso
ininterrumpido, ya no podemos determinar estas coordinaciones siguiendo el mismo
procedimiento que para un proceso parcial. Uno podría determinar, es cierto, los
2
Incidentalmente, el agregado de un número mínimo de procesos programados en línea que ocupan
continuamente todos los recursos puede proveer una base para definir una unidad <mínima> de planta
industrial.
3
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recursos laborales desde la línea de empleados pasando a través del portón de la fábrica
al comienzo de un turno. Pero esta solución simple no funciona para otros recursos,
porque ellos nunca pasan a través de un portón. La única solución es llevar un
inventario de lo que existe dentro del proceso y dado que el proceso es continuo, no
importa en qué momento el inventario es llevado a cabo.
Un censo tal revelaría la existencia de amplias categorías de recursos. Primero están las
más familiares: Tierra Ricardiana, L, equipos de capital de toda clase, K, y trabajo de
varias clases, H. Pero dos nuevas categorías surgen ahora: la primera cubre los
almacenamientos (inventarios) de materias primas los cuales se presentan en algunos
flujos coordinados. Permitámonos que sea denominado con la S. La segunda nueva
categoría consiste en “bienes en proceso”, aunque “bienes” es aquí un nombre algo mal
adjudicado: el vidrio fundido o a medio tallar, por ejemplo, apenas se adecua al término.
No es de ninguna manera cierto que en cualquier momento existe dentro del proceso de
una fábrica un recurso en proceso consistente de las sucesivas fases a través de las
cuales el flujo de entradas se transforma finalmente el flujo de producto. Desde el punto
de vista analítico es altamente instructivo notar que este recurso es una figura del
cambio cualitativo dado por el proceso de fabricación, tal como una película contiene
todo un drama de una vez. La coordenada correspondiente a este factor que va a ser
producto es por tanto una entidad completa. Nombrémosla . 3
Las coordenadas flujo son las mismas como en el caso de un proceso parcial. Sin
embargo, unas pocas observaciones adicionales parecen venir al caso. Primero, el
proceso de fabricación ofrece un apoyo más sólido a la visión de que el producto bruto
no es una adecuada variable analítica de un proceso: el número de martillos usados en la
producción de martillos nunca aparecerá como una variable flujo de la fábrica de
martillos. En cambio, habrá un stock de martillos4. Segundo, todos los flujos de
entrada pueden ser disminuidos juntos a la par de un mantenimiento del flujo general: el
papel de la corriente de entrada y una parte de la entrada directa proveniente de la
naturaleza es para mantener . Hay sin embargo algunas ventajas en mantener la vieja
clasificación.
Para simplificar el diagrama analítico, hagamos el supuesto habitual de continuidad
absoluta. En este caso, cada factor flujo puede ser representado por la tasa de flujo
instantáneo y la representación analítica de un proceso fabril toma el siguiente esquema
general:
Coordenadas flujo
Inputs: De la naturaleza
r
De otros procesos
(a) ingresos corrientes
i
(b) mantenimiento
m
Outputs: Producto
q
Gasto
w
3
Para propósitos prácticos uno puede dividir en un número finito de secciones tal que en cada una de
ellas las variaciones cualitativas podrían ser ignoradas en una primera aproximación. Entonces puede
ser representado aproximadamente por un vector (C). Sin embargo, uno no puede dejar pasar el hecho de
que Ct no es necesariamente una materia prima.
4
Aunque puede parecer sorprendente, la única forma de averiguar cuantos martillos son usados durante
un intervalo dado es desde los flujos de desperdicio. Sin embargo, los martillos gastados pueden aparecer
no necesariamente como un tema de desperdicio: las cabezas pueden ser refundidas.
4
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Coordenadas recursos (servicios)
Tierra Ricardiana
Capital adecuado
Trabajo
Proceso de recurso
Almacenamiento/Inventario
L
K
H
S
3- Unos pocos puntos acerca de esta tabla necesitan énfasis especial. Primero, cada
coordenada es un punto coordenado que mide una intensidad. Las coordenadas flujo
miden la intensidad de Ingresos y Egresos. Su dimensión es (sustancia)/ (tiempo). Las
coordenadas recurso también miden intensidades, de servicios; su dimensión es
(servicio)/ (tiempo). El hecho es que ésta última medida coincida con la medida del
correspondiente recurso - que tiene la dimensión (sustancia)- no debería tapar la
diferencia dimensional entre los dos conceptos. El centro de estos comentarios es que
es absolutamente inútil hablar del precio en conexión con cualquier coordenada en la
tabla. La contabilización del agua sirve para saber el agua consumida, no para indicar
nada sobre el caño que la conecta.
Segundo, observemos que llegaríamos exactamente a las mismas coordinadas aún si la
fábrica no funcionara por medio de un reloj5. La tabla por lo tanto no describe lo que
hace la fábrica sino solamente lo que es capaz de hacer mientras funciona. La
información que provee es análoga a saber solamente que el Sr. C es un ingeniero civil;
describe la potencialidad de la fábrica si está o no funcionando y como el Sr. C, la
mayoría de los factores puede interrumpir y resumir el trabajo a voluntad. Sin embargo,
a causa de que está continuamente mantenido por el mismísimo acto de la producción,
el producto comienza a fluir en el instante en que el flujo de entrada ingresa. Una
fábrica es como una caja musical que comienza a tocar tan pronto como se abre sin
considerar cuándo esto sucede. En un proceso de fabricación por lo tanto no hay
medida de tiempo entre el ingreso y salida de flujos y esto debería uno notar no es una
simplificación analítica de la realidad.
4- Para saber lo que una fábrica hace en realidad uno necesita una coordenada adicional
no incluida en nuestra tabla. Esta coordenada es la longitud de tiempo,
, 1 que la
fábrica funciona cada día. Las cantidades de ingreso de material y servicios consumidos
y del producto producido durante el período , son obtenidos inmediatamente si cada
coordenada de nuestra tabla se multiplica por . Sin embargo los factores de recursos
por necesidad proveen servicios aún si es menor que uno. En el nuevo cuadro las
correspondientes coordenadas deben por lo tanto ser multiplicadas por una unidad de
tiempo. Solamente estas nuevas coordenadas tienen un precio, ya sea positivo, nulo o
negativo6.
5
6
El tema del costo del usuario puede ser ignorado con seguridad para nuestros propósitos inmediatos.
El punto es de particular importancia en el análisis de costo. En principio sólo la variable del costo
diario es proporcional a , los precios de la tierra y servicios de capital que sean regulares se mantienen
por un día completo. Actualmente, sin embargo, hay también un costo de cambio de turnos y
posiblemente una taza de salario diferencial entre los diferentes turnos. Por lo tanto, el costo total TC =
A1+B1. , j indicando el número de turnos usados. La pura competencia determina entonces
por la
5
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Traducción: Lic. Carla E. Seain
Un catálogo de todos los procesos debe sin embargo estar basado sobre la tabla original.
Y en cuanto todas las coordenadas analíticas ahora sean números reales, puede ser
representado por una función Dirichlet:
q = G (r, i, m. w; L, K, H, , S)
(6)
Es normal esperar que una vez que los ítems individuales cubiertos por L, K, H sean
determinados cuantitativamente y cualitativamente los otros elementos también serán
determinados a través de las restricciones técnicas habituales representadas por la
limitación de las relaciones. Por lo tanto (6) puede ser reducido a
q = F (L, K, H)
(6a)
Pero esta reducción no debería inducirnos a ignorar -como se hace frecuentemente- los
otros elementos del proceso no representados en (6a).
5- Hay una consecuencia en el análisis precedente que yo repetidamente he encontrado
difícil de asumir, aunque el tema es elemental. Si Q0 = q es el output diario, entonces
de (6a) inmediatamente se sigue que
Q0 = F (L, K, H).
(7)
Pero esto es un lejano eco de la definición neoclásica de la función de producción que
conduce a
Q0 = (L0, K0, H0),
(8)
Donde L0, K0, H0 representan la cantidad de servicios7. Parece haber solamente dos
correctas interpretaciones de esta fórmula. La primera es L0 = L, K0 = K, H0 = H.
Como ya había sido explicado (II.2) esto implica que F es homogénea de primer grado,
una condición que ni por unidad de producción (fábrica), ni por cualquier otro agregado
industrial. La segunda interpretación es leer L0 = L × 1, K0 = K × 1, H0 = H × . Pero
el pecado analítico básico de (8) está todavía sin analizar. Tengamos H1 = H’ × ’; de
acuerdo a (8), (L0, K0, H1) = (L0, K0, H0), las cuales igualmente no pueden ser
verdaderas en general. El trabajo de un trabajador por seis días no es necesariamente
equivalente al trabajo de seis trabajadores en un día -como observó una vez Wicksellaún si el costo de salario es el mismo en ambos casos. En muchos modelos
matemáticos, la confusión es potencialmente incrementada considerando K0 como un
stock susceptible de ser incrementado por la cantidad de nueva acumulación de capital
K.
condición TC= (pq+pww) . El lector puede encontrar instructivo comparar estos puntos con el ataque de
Marx sobre los dueños de “la última hora”, El Capital, i, 248.
7
Significa que la definición neoclásica es la de Boulding y de cualquier otro autor citado en la nota 2
página 429 quien se preocupa en escribir las variables que estaban entrando en función. En realidad
parece difícil encontrar un autor que no endorse la misma definición. Stigler, Koopmans y quizás Pigou
están entre los muy pocos quienes consideran el tema con el mismo sentido dado en (6a)
6
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Por supuesto, la discrepancia numérica, aunque no dimensional, entre la fórmula
generalmente usada Q0 = F (L, K, H) y (Ec. 7) desaparecen si es tomada como unidad
de tiempo. Q0 podría sin embargo representar “la producción diaria”. Pero debería
ser constante para servir como unidad. Quizás los economistas neoclásicos han
avanzado sobre el supuesto de que es una constante determinada institucionalmente;
pero si esto es así, fallaron en afirmar o declarar esto explícitamente. Siendo esto así,
tratando una variable importante como una constante hace alterar seriamente el valor del
análisis neoclásico de producción como será visto dentro de poco (V.6).
Uno tiene que acudir a los economistas Marcianos para encontrar un enfoque más
adecuado. A las luces de lo que precede, Marx estaba en lo correcto en asignar un lugar
más prominente al día de trabajo en su análisis económico y ,en cierto sentido, (Ec. 7) le
da cierto soporte o apoyo al principio más querido de Marx, de que el tiempo de trabajo,
aunque este no tenga valor, es una medida de valor8. Desafortunadamente, por razones
fáciles de adivinar, los hallazgos analíticos de Marx nunca fueron más allá de los
economistas Marxianos. Todo el mayor agradecimiento se lo debemos entonces al
mérito de W. H. Nicholls por haber quebrado la tradición neoclásica introduciendo la
duración del día de trabajo como una variable independiente en la función de
producción9.
Sección V. BALANCE EN EL DESARROLLO ECONOMICO
1. Sin embargo, desde Marx, los economistas neoclásicos han aceptado, parece ser, dos
dogmas pertenecientes al desarrollo económico: primero que la sobrepoblación es una
pesadilla, y segundo, que las mismas leyes económicas gobiernan la producción
agrícola e industrial.10 Aún Engels en 1884, mientras citaba con aprobación la frase de
L.H. Morgan que “Los humanos son los únicos seres de quienes puede decirse que han
alcanzado a tener un control absoluto sobre la producción de comida”, encuentra
necesario insertar “casi” para atenuar “absoluto”. Estando Engels todavía vivo, la
evidencia perturbadora acumulada por la reciente historia podría quizás causarle el tener
varias opiniones secundarias sobre este asunto controversial. Da la casualidad, que los
resultados obtenidos en las secciones anteriores de este artículo pueden arrojar mucha
luz sobre esto.
2. Permítannos primero dibujar una figura analítica de todo el proceso económico,
incluyendo producción y consumo, a cada instante de tiempo. Dado que las unidades de
producción y consumo consolidadas de todos los flujos deben cancelarse, la figura
8
9
10
Para un análisis de sobrepoblación ver mi ensayo “Teoría Económica y Economía Agraria”, Oxford
Economic Papers, xii (1960), pp. 1-40. Para extraer algunas interpretaciones de este análisis desearía
resaltar que, como debería ser claro, mi definición de sobrepoblación es un concepto de corto plazo.
Consecuentemente, incluso pienso que debería ser difícil de encontrar en el cambio en realidad una
situación donde la productividad del trabajo marginal sea matemáticamente igual a cero, esto no afecta la
validez de mi análisis o las recomendaciones políticas para esas economías numerosas donde la
productividad del trabajo actual es despreciable, o sólo más pequeña que el mínimo prevaleciente de
subsistencia. Todo el edificio de la ciencia económica podría colapsar si confundimos conceptos
analíticos con hechos evolutivos.
7
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Traducción: Lic. Carla E. Seain
global incluye solo dos coordinadas flujo: un flujo de entrada desde la naturaleza y un
flujo de salida de desperdicio. En cuanto a los elementos materiales concierne, el
proceso económico simplemente transforma los recursos naturales en desperdicios sin
valor económico.
Como ha sido reconocido repetidamente, el hombre no puede ni crear ni destruir materia
y energía, pero esto es solamente la mitad de la historia - la mitad dicho por mecánicos
que atesoraban modelos científicos más sociales. Sin embargo, los recursos naturales
no consisten de solamente materia y solamente energía, sino de una materia arreglada y
configurada en algunas estructuras definidas y de energía libre. Un simple tema, tal
como el oro producido sobre el fondo de los océanos no tiene valor para nosotros:
necesitamos el oro en bruto, donde el oro esté de tal modo que podamos sustraerlo en
tiempo y forma. Ni la inmensa cantidad de energía contenida en las aguas de los
océanos tiene un valor para nosotros: un buque necesita combustible, por ejemplo
energía en estado libre. Todo el carbón, oxígeno, hidrógeno, etc., en el mundo no podría
mantener una vida humana si no se hubieran arreglado en una molécula de azúcar,
almidón o proteína.
En la historia de la naturaleza contada por la termodinámica, cuyas leyes son
inexorables en cuanto a la mecánica, la materia-energía constituyendo los recursos
naturales es cualitativamente diferente de aquélla generando desperdicio. La materiaenergía de los recursos naturales está establecida en sistemas ordenados, o como dicen
los físicos, tiene una ley de entropía. En el desperdicio encontramos solamente
desorden, esto es alta entropía. Eso no es todo. La Segunda Ley de la termodinámica
nos dice también que todo el universo está sujeto a una degradación cualitativa
continua: la entropía aumenta y el aumento es irrevocable. Consecuentemente, los
recursos naturales pueden pasar a través del proceso económico sólo una vez: el
desperdicio es irrevocablemente desperdicio. El hombre no puede desafiar esta ley,
tanto como no puede hacer dejar que funcione la ley de gravedad. El proceso
económico, como la vida biológica en sí misma, es unidireccional. El dinero sólo se
mueve en un flujo circular, porque nadie lo arroja aunque este sea solamente un símbolo
artificial.
3. Los recursos naturales caben en dos categorías distintas. Algunos existen como
stocks en la costra de nuestro planeta11. Estos pueden ser usados con una velocidad y un
ritmo los cuales, en principio, dependen sólo de la elección humana. Es concebible, que
podríamos agotar todos los stocks de petróleo disponibles en un año si quisiéramos
hacerlo y hacer nuestros planes de acuerdo a esto. El punto directo es que cualquier
mina puede ser operada como un proceso de fabricación con horario fijo. La minería,
por lo tanto, no nos obliga a mantener ocioso a ningún factor recurso involucrado en el
proceso. Lo mismo es para todas las industrias manufactureras. Deberíamos además
observar que es esta libertad precisamente la cual el hombre tiene en usar casi a
voluntad cualquier depósito natural –una vez que ha descubierto cómo usar este
ventajosamente- la responsable del espectacular progreso de la tecnología.
Si uno quisiera investigar acerca de las proezas del hombre, uno preferiría elegir el
control del hombre sobre la materia inerte, y no sobre la comida. La raíz de toda la
11
Dados los incrementos continuos de entropía, ningún recurso natural, ni tampoco incluso la libre
energía solar, puede ser un recurso. Al mismo tiempo, es ahora obvio que solamente la materia-energía
representa un recurso en el sentido estricto de la palabra.
8
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comida está en la fotosíntesis; y la fotosíntesis requiere primero de todo la energía solar.
Pero en contraste con muchos de las otras reservas de energía, la del sol es – y puede
por siempre permanecer- más allá del control del hombre. La energía solar viene a cada
lugar sobre el planeta en varias épocas del año en un flujo promedio definido.
La consecuencia de esto, con muy pocas excepciones, es que los procesos parciales en
la agricultura no pueden ser programados en línea, como en un proceso de fabricación.
Pueden ser programados sólo en paralelo, todos comenzando en la fase apropiada del
ciclo climático anual en cada lugar. Y para precisar además la única excepción que
habría para esta necesidad: en la isla de Bali, por ejemplo, donde el clima varía muy
poco a lo largo del año, no hay tal cosa como el arroz permaneciendo en la forma de
crecimiento en línea. El mismo número de búfalos, arados, hoces, azadas y lugareños
se podrían mover sobre el campo entero de la aldea, arando, sembrando, plantando,
desyerbando, cosechando y trillando sin interrupción. Es más, la gente podría entonces
comer cada día el arroz sembrado ese mismo día, como si así fuera (IV.3). Ellos nunca
más necesitarían esperar los largos días entre arar y cosechar y, especialmente, soportar
la carga de los impuestos sobre la agricultura. Desafortunadamente, la condición del
hombre es tal que hay muy pocos lugares donde esta fórmula de Bali puede funcionar
y, entonces, donde “la fábrica al aire libre” puede llegar a ser una realidad. En otra
parte cada clase de producción agrícola inevitablemente impone alguna ociosidad en
ambos capital y trabajo sobre el período de producción y completa ociosidad en cada
recurso durante el resto del año (como se muestra en la figura 1). Aunque sólo esto
sería suficiente como para probar que la industria y la agricultura son gobernadas por
leyes diferentes, la diferencia está más aguda aún.
4. Un experto en termodinámica podría, sin ninguna duda, calcular la cantidad máxima
de fotosíntesis que un cierto cultivo podría conseguir durante un año promedio en un
acre de tierra en una localidad dada. El tamaño de lo que obtengamos –la superficie de
la tierra- por lo tanto nos impone un límite a la cantidad total de fotosíntesis cada año.
Pensar que uno podría conseguir una porción mayor que este máximo teórico sería
absurdo. Igualmente absurdo sería ignorar que la energía solar no es el único insumo
necesario.
El insumo que ilustra más visiblemente el trabajo profético de la Ley de Entropía es los
nutrientes del suelo. La larga historia de las sociedades campesinas puede resumirse en
unas pocas palabras: una lucha continua contra los efectos de la Ley de Entropía. Bajo
esta presión, la economía de la aldea pasó desde la agricultura dentro de una misma
área, al traslado de cultivos, y finalmente a la rotación de granos. También fue
inventado, en sucesión, la extracción de cáscara, el arado que hiere la tierra, y el arado
común; es también descubierta la rotación y la manipulación. Estos son los
descubrimientos momentáneos los cuales contrastan con la inercia económica de las
economías campesinas contemporáneas. En la era contemporánea, sin embargo, la
economía campesina ha entrado en una crisis que el campesinado por sí mismo no logra
resolver. La Ley de Entropía hace inevitable la crisis: la explosión de la población
solamente aceleró su venida. Pero dejando a un lado la explosión de la población – la
cual es más bien un fenómeno biológico más que económico- podemos fácilmente ver
que la crisis viene reprimiendo o conteniendo desde la escasez de la tierra – acerca de
la cual podemos hacer muy poco- y desde el deterioro cualitativo de la tierra para
cultivo a través del uso milenario de solamente abonos naturales. Las tablas se han
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dado vuelta: es el turno de la ciudad ahora de sostener la economía del campo: el
“abono” debe ahora venir del sector industrial en la forma de fertilizantes.
5. Sin duda, hay muchas mejoras que una sana política económica puede y debería
perseguir dentro del sector agricultor. Sin embargo debemos decidir sobre ellas con la
figura analítica de la figura 1 en mente. Ignoremos el problema de emplear peones fuera
de la agricultura; aunque lo importante de este empleo es desde el punto de vista del
ingreso de los peones, esto claramente no puede resolver la crisis de alimentos. Los
agrónomos, estoy seguro, pueden ofrecer varias sugerencias valiosas de cómo
prolongar el período de servicio de la tierra por estableciendo diferentes cosechas. Un
uso cooperativo de un equipo de capital podría en este caso reducir la cantidad de
equipo de capital por acre: para que, si toda la aldea cultiva solamente un cultivo, todos
necesitan un arado con este equipamiento durante los pocos días de arado.
“El caballo come gente” es un viejo dicho campesino, el cual da fe de los conocimientos
económicos de los paisanos. Y, ciertamente, el mantenimiento de trasladar animales,
corta grandemente la ganancia neta de la empresa del paisano. Es sorprendente, puede
parecer que es en países agrícolas sobrepoblacionados -tales como Pakistán o la India o
Indonesia, para nombrar solamente algunos- que un reemplazo de animales por energía
mecánica es más urgente. De aquí no necesitamos saltar, sin embargo, a la conclusión
de que en tales países – de ingresos corrientes bajos- los búfalos deben ser reemplazados
por tractores pesados como esos de las granjas de los Estados Unidos. Un tractor
pesado, en comparación con un tractor pequeño (de jardín), ciertamente ahorra el
recurso trabajo y el tiempo de trabajo también; pero esto no aumenta apreciablemente el
rendimiento si está ceteris paribus. Si el trabajo es pleno, mucha mecanización es
antieconómica; y si el ingreso es bajo, como es la regla en países sobrepoblacionados, la
maquinaria pesada es un lujo comparable a eso de una espléndida villa en la Riviera
usada por un par de semanas cada año.
Podemos entonces decir, por segunda vez, que es el turno de la ciudad de criar búfalos y
cultivar “forraje para ganado”.
6. El problema es entonces como transferir el “abono” moderno, “búfalos”, y “forraje”
desde la ciudad al campo. Claramente, en un sistema económico cualquiera, ellos deben
ser pagados: el trabajador industrial debe tener su ingreso. Pero el ser campesino tan
desesperadamente pobre como sabemos está en todos los sobrepoblacionados países
subdesarrollados, parece ser que estamos confrontados con el viejo círculo vicioso (y un
pensamiento vicioso, también) de que el pobre no puede sino permanecer pobre.
Muchos pueden también discutir que proveyendo recursos industriales a la producción
de cosas necesarias para la agricultura es un movimiento fundamentalmente
equivocado: porque esto retarda la industrialización y porque la salvación puede venir
solamente de la industrialización. Pero el doble dilema es solamente aparente, y es
causado por el hecho de que los análisis neoclásicos de la producción han ignorado una
variable importante.
Uno de los principales secretos por el cual las sociedades industrializadas occidentales
han alcanzado un desarrollo espectacular es – como calculó correctamente Marx y
confirmado por (Ec.7) – un largo día de trabajo. Este secreto resuelve nuestro dilema
también. Como una ilustración que sería familiar a todos los planificadores, tomemos la
el costo de la corriente industrial para producir mercaderías de un modelo de ingresoegreso de Leontief. Claramente, si ninguna industria trabaja por medio de horarios,
entonces el costo puede ser incrementado digamos, por un diez por ciento
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Georgescu-Roegen,Nicholas (1969) “Process in farming versus process in
manufacturing: a problem of balanced development” en Papi, U. y Nunn, C., Economic
Problems of Agriculture in Industrial Societies. Conferencia de la International
Economic Association, Londres y Nueva York: Macmillan y St. Martin’s Press.
Traducción: Lic. Carla E. Seain
inmediatamente con la capacidad existente: todos lo que tenemos que hacer es alargar el
día de trabajo. El desarrollo industrial puede entonces ir a la misma velocidad, el
ingreso real del trabajador industrial puede permanecer intacto, y al mismo tiempo,
habría una plusvalía disponible para las necesidades industriales de la agricultura. Y
para asegurarnos que hemos comprendido completamente la diferencia entre un proceso
industrial y uno agrícola, deberíamos notar que una extensión del día de trabajo en
agricultura posiblemente no podría incrementar la producción, ni siquiera en una
fórmula de Bali. Esto puede solamente liberar fuerza de trabajo para otros usos
posibles12.
Yo estoy completamente consciente de las dificultades prácticas de toda clase que
implica implementar una política económica basada sobre estas conclusiones. Pero
desearía sugerir que, en vista de nuestros propósitos económicos proclamados, la regla
legal de una semana de cuarenta- o inclusive cuarenta y ocho horas laborales constituye
un anacronismo para los países subdesarrollados que poseen algún potencial industrial
de naturaleza no parasitaria. Por esta observación, una conclusión natural del análisis
presentado en este artículo, puedo haber tocado un lugar doloroso: el conflicto de
intereses entre la ciudad y el campo. Acerca de este conflicto dijo Marx, en el pasado,
que constituye el pivote de toda la historia. Aún, este conflicto parece incluso más
importante que aquel sobre el cual construyó su doctrina, por ninguna otra razón más
que por el hecho de que sus raíces yacen en una ley evolucionaria de la naturaleza, la
Ley de Entropía.
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Un descuido por las dimensiones es responsable del hecho de que numerosas contribuciones sobre
procesos lineales se hayan perdido las conclusiones mencionadas arriba. Así, Leontief, op. cit., p. 173,
define Xi, 1 i n, como “la producción total de todas las diferentes ramas de la economía nacional
[durante un año en particular]”. Claramente, cada Xi es un flujo equivalente a nuestro Q0 = Q. Pero Xn
está allí definida como “empleo total” medido en número de personas (pp. 173,179), y en otro lugar (pp.
42,160) como “la producción de servicios (por la industria doméstica)”. Esto es, en un caso Xn es el
promedio de intensidad de servicios laborales, equivalente a nuestra H, en la otra es el servicio H. Luego
Xi2 es también definido como un flujo de ingresos, equivalente a nuestro i o m. El punto importante,
sin embargo, es que los coeficientes aik = xik/Xi no tienen más relación con el factor tiempo, aik i/Q. El
supuesto de linealidad, correctamente expresado es que aik es constante para todos los procesos eficientes
cuando estos son descriptos como en la tabla de la sección IV.2. Ciertamente aik es constante para
cualquier proceso no agricultor si xik, Xi varía solamente porque varía.
Para no partir del supuesto analítico de Leontief, dejemos que (1, -a21; H1). (-a12, 1; H2) representen las
coordenadas analíticas del proceso industrial y agricultor respectivamente. Dejemos que B1, B2, sean la
producción diaria deseada. El sistema común, entonces se vuelve
X1 - a12 X2 = Bt, - a21X1 +X2 = B2,
donde X1, X2, representan las escalas físicas de los dos procesos. Hay tres incógnitas, con
1.
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